Relato: Maravillosos hombres Siempre he vivido en la gran casa familiar a las afueras de
la ciudad. Queda muy apartada de la ciudad a unos tres km y a cinco de la
siguiente. Desde que yo recuerdo, en casa viv�amos mi abuelo paterno, mis
padres, mis tres hermanos y yo que era la benjamina. No llegu� a conocer ni a mi
abuela paterna ni a los abuelos maternos. Desde que era muy peque�a siempre vi a
mis padres desnudos a menudo, bes�ndose y haciendo el amor. Tambi�n vi a mam�
hacer lo mismo con el abuelo con �lvaro, mi hermano mayor. Seg�n fui creciendo,
lo sigui� haciendo con Ernesto el mediano y con Pablo el anterior a mi. Siempre
me fijaba en todo lo que hac�a y hasta me acercaba a ellos para poder verles
bien. Una vez, que mam� y el abuelo lo estaban haciendo, me puse a su lado.
Entonces, me fueron explicando todos los pasos que daban. Unos d�as m�s tarde,
me fui con el abuelo a pasear por el campo. No hab�a nadie en kil�metros a la
redonda y el abuelo me pregunt� entonces, si quer�a aprender. Le dije que s�
aunque me advirti� que todav�a no me iba a meter la cosa por mi agujerito pues
era peque�a. Le dije que quer�a aprender todo, ya que cuando tuviese edad para
hacerlo, quer�a que tanto �l como pap� y los hermanos, lo hicieran.
Poco a poco me desnud�, mientras que con sus manos me
acariciaba suavemente todo el cuerpo. Luego empez� a besarme. Me meti� su lengua
en mi boca y me ense�� c�mo ten�a que besar. Luego �l se desnud�, y le dije que
quer�a meterme su pija en la boca. Ya la ten�a tiesa y era muy grande. Al rato,
se vino y me com� casi toda su leche ya que se me escap� algo. Luego, me hizo
tumbarme en el suelo, y me comi� el chochito. Lo ten�a mojadito y al abuelo eso
le encant�. Al ratito, empec� a temblar y a gemir. Luego estuve tumbada entre su
regazo con sus brazos alrededor de mi cuerpo. Al rato, nos levantamos, nos
vestimos y volvimos a la casa.
Esa noche, hab�a que ba�arse y aunque pod�a hacerlo sola,
ped� a pap� que me ayudase. �l vino y se meti� conmigo en la ba�era. Se sent�
detr�s de m�, y me hizo sentar sobre su polla. Ten�a una tranca mayor que el
abuelo, aunque �ste la ten�a m�s gorda. Me lav� primero el pelo, luego todo el
cuerpo dejando para lo �ltimo, el chochito y el culito. Me hizo sentarme de cara
a �l, y con una mano en el culito y la otra en mi chochito. Me met�a un dedo por
el ano y otro dedo por la vagina. Cuando not� que ya hab�a dilatado un poco, lo
hizo con dos dedos. Luego, puso la cabeza de su pene en el borde de la vagina y
lo met�� un poquito, aunque s�lo para descargar dentro su leche.
As� fueron pasando un par de a�os. En ese tiempo, tambi�n mis
hermanos derramaron su leche y se bebieron mis juguitos aunque sin penetrarme
hasta el fondo. Cuando cumpl� los trece a�os, ya estaba desarrollada y entre los
cinco hombres decidieron que ya era hora para hacerlo bien. Quise que pap� o el
abuelo fueran los primeros, no me importaba el orden. Esa noche, les esperaba yo
en mi habitaci�n, totalmente desnuda. Ya antes, Pablo me hab�a calentado con un
69 y estaba lista. Entr� el abuelo solo, aunque me dijo que pap� vendr�a algo
m�s tarde, que iba a ser �l el primero en follarme por detr�s. En ese momento,
pap� y �lvaro se lo estaban haciendo con mam�.
Nos pusimos a tono y entonces, el abuelo, abri�ndome
completamente de piernas, empez� a penetrarme. No le cost� mucho, ya que el
principio del canal ya me lo hab�an dilatado. Despu�s, s� que me doli�. El
abuelo se par� un poco y luego empez� a moverse lentamente. Ten�a sus dedos en
mi culito y me los met�a para poder dilatarme para luego. Me met�a hasta cuatro
dedos y al final no me dol�a. Me corr� enseguida y el abuelo lo hizo unos
segundos m�s tarde, lo que me provoc� otro orgasmo. Despu�s vino pap�. El abuelo
segu�a con su pija dentro de m� y pap� antes de nada me abraz� y me bes� en la
boca. Luego, se puso detr�s de m� y empez� a meterme su enorme polla. Al final
me dol�a mucho, aunque no tard� en irse el dolor y volver el placer. Al abuelo
se le hab�a vuelto a subir la tranca dentro de m� y entre las embestidas de uno
y otro, no tard� en tener varios orgasmos seguidos. Los dos derramaron su rico
semen dentro de m�.
Al d�a siguiente, le hice a mam� algunas preguntas. Qu� es lo
que m�s les gustaba a mis hermanos, y a pap�, ya que del abuelo ya lo sab�a. Me
contest� que para su gusto, el que mejor follaba de los cinco hombres era mi
hermano Ernesto, seguido de pap� "aunque no se lo digas a los dem�s". Esa noche,
el bendito Ernesto entr� en la habitaci�n. Yo estaba desnud�ndole delante del
gran espejo y �l entr� semidesnudo, ya que solamente llevaba los calzones. Se
puso detr�s de m� y termin� de quitarme la ropa. Me qued� desnuda, me di la
vuelta y le quit� el calzoncillo. Despu�s, volvi� a ponerme de cara al espejo, y
me abraz� mientras me daba besitos por todo el cuello y el l�bulo de la oreja.
Yo ya me estremec�a. Luego, me fue masajeando los pezones que ya estaban duritos
como la piedra. Para mi gusto, siempre me quejaba que ten�a los pechos peque�os.
Mi abuelo y mi padre nunca se quejaron ni me dijeron nada aunque siempre les han
gustado los pechos grandes como mam�. Ernesto, me contest� que para �l eran
perfectos, que a �l le gustaban m�s los peque�itos. Luego, fue bajando sus manos
hasta llegar a mi sexo. Instintivamente, yo abr� por completo las piernas. Con
una mano �l me abr�a los labios mientras que con el otro encontraba el botoncito
er�tico y empezaba a masaje�rmelo. Yo temblaba, me estremec�a de placer y gem�a
pues esos dedos me volv�an loca. Enseguida tuve un orgasmo. Notaba su polla
tiesa en mi espalda. Sin dejar de abrazarme, nos dirigimos hacia la cama, me
hizo ponerme en cuclillas y me fue penetrando por detr�s. �Madre m�a! Sentir ese
suave y duro pene entrando despacio en tu interior es una deliciosa locura. Me
corr� varias veces y antes de que �l se viniera, le dije que quer�a su leche en
mi vagina. Sali� de mi culito, me tumb� sobre la cama y volvi� a entrar dentro
de m�.
Despu�s de unas cuantas embestidas, sent� su ardiente chorro
de semen. Luego estuvimos un rato abrazados. Me dijo que quer�a dejarme
embarazada; que lo hab�a hablado con nuestros padres y que le hab�an dado su
consentimiento. Entonces le dije que s�, pero que antes de quedarme embarazada,
quer�a probar con �lvaro que entonces ten�a dieciocho y con Pablo, que ten�a
quince, y que mientras me quedaba embarazada, solamente lo har�a con �l. Ernesto
ten�a en esos momentos diecisiete a�os. Estuvo de acuerdo. Como todav�a segu�a
con su maravillosa y enorme tranca dentro de m� (no hab�a querido que saliera
mientras recuper�bamos el aliento y habl�bamos), lo sent� crecer. Entonces
sali�, se dio la vuelta e hicimos un 69. Despu�s de venirnos en nuestras bocas,
se levant� y se march�. Yo estaba impaciente por probar con mis otros dos
hermanos. Me levant� y sin ponerme nada encima, me fui a la habitaci�n de
�lvaro. En el pasillo me encontr� con el menor, Pablo. Al verme totalmente
desnuda, se levant� su polla. �l tambi�n ven�a desnudo ya que hab�a estado
haci�ndolo con mam�. Entramos los dos en la habitaci�n del mayor en silencio.
�ste que ya estaba dormido, no se enter�. Yo me acerqu� a su cama, apart� las
frazadas y vi que dorm�a desnudo. Pablo, sin dejar de abrazarme por detr�s. Me
penetr� en ese momento. Yo agarr� con la mano la tranca de �lvaro, y empec� a
masturbarlo. Luego, me lo met� a la boca. Con los gemidos de Pablo y m�os y con
la mamada que yo le hac�a se despert�. Entonces se corri� en mi boca. Luego, me
abraz� y me penetr� por la vagina. Con los penes de los dos hermanos, tuve
varios orgasmos seguidos. Luego cambiamos las posiciones. La verdad es que mam�
ten�a raz�n. El que mejor folla de todos es Ernesto, aunque para m� seguido de
�lvaro. Aunque quiero much�simo a Pablo, es bastante brusco.
Despu�s de hacerlo varias veces m�s con mis hermanos, pap� y
el abuelo, le dije a Ernesto que ya estaba preparada para hacer "vida monacal"
con �l. Al mes ya me hab�a quedado. Poco a poco, tanto Pablo como el abuelo que
ya era mayor lo fueron haciendo cada vez menos conmigo. Yo segu�a gozando sobre
todo con Ernesto, con �lvaro y con pap�. Tuve dos criaturas preciosas, ni�o y
ni�a. Y decidimos ense�arle las maravillas desde muy peque�os. Con el tiempo he
tenido m�s hijos. S� que uno es de �lvaro, pues �l es �nico de la familia que
tiene una marca de nacimiento que lo deb�a de tener mi abuelo materno y el ni�o
lo tiene tambi�n. Los otros dos, no estoy segura de si son de pap� o de Ernesto,
aunque no me importa.
Con los dos mayores, ya hemos empezado a hacerles gozar. Hace
unos d�as, estaba dando de mamar a la peque�a que tiene dos meses. Ernesto se
sent� en el sof� totalmente desnudo. Yo, tambi�n desnuda, me sent� encima de su
tremenda polla meti�ndomela adentro y �lvaro, delante de m�, abri�ndome de
piernas me chupaba y lam�a el co�o. Y el ni�o que ya ha aprendido algunas cosas
me meti� su peque�a, deliciosa y suave polla en la boca. Yo estaba a mil y antes
de que me corriera, �lvaro dej� de lamerme y me foll� con fuerza. Nos corrimos
los cuatro a la vez, ya que a Gaby, el ni�o, tambi�n le sale ya una rica leche.
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 0
Media de votos: 0
Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta
Relato: Maravillosos hombres
Leida: 1527veces
Tiempo de lectura: 6minuto/s
|