M�nica en manos del Director �
En manos de un nuevo jefe
Parte 6
( Aceptando el Puesto )
Sentado en su oficina recordaba de manera m�s clara, como aquellos hombres de
negocios parec�an no prestarle mucha atenci�n a sus palabras, mientras que todos
y cada uno de ellos parec�an querer arrancar la ajustada blusa de aquella
suculenta y deliciosa criatura de la que se hab�a hecho acompa�ar
...Apenas hab�a M�nica regresado a su ciudad despu�s de aquel
su primer viaje de negocios acompa�ando a Nueva York, al Sr. Hern�ndez., quien
ahora se encontraba en su oficina repasando los eventos y acuerdos obtenidos
durante sus favorables citas de trabajo. Aunque tambi�n recordaba y de manera
m�s clara, la manera en que aquellos hombres de negocios parec�an no prestarle
mucha atenci�n a sus palabras, mientras que todos y cada uno de ellos parec�an
querer arrancar la ajustada blusa de aquella suculenta y deliciosa criatura de
la que se hab�a hecho acompa�ar.
Pensaba en la linda asistente que le hab�a recomendado uno de
sus mejores clientes y a quien sin apenas contar un mes en su nuevo empleo, �l
hab�a decidido traer a este viaje con la �nica intenci�n de ver hasta donde le
permit�a ella llegar en sus avances con tal de obtener una posici�n mas estable
en la compa��a.
Tal y como �l lo hab�a anticipado cuando la entrevisto por
primera vez, a ella le mov�an la ambici�n, el deseo de considerarse atractiva y
superior al resto de sus compa�eras de trabajo. Sab�a perfectamente que es lo
que le ser�a requerido para el puesto y aun pese a los problemas que esto le
pudiera representar en casa con su esposo al tener que "encargarle" por unos
d�as s su peque�o hijo de apenas a�o y medio., ella har�a el viaje y buscar�a
demostrarle a su marido que pod�a bastarse a si misma sin depender
econ�micamente de �l.
Sin embargo �l sab�a que mujeres as� eran sumamente
vulnerables y presa f�cil del erotismo que la ambici�n y el poder ocasionan en
algunas personas. Necesitando probarse ante quien ella consideraba que no le
daba capacidad alguna, sin querer admitir la posibilidad del fracaso.,
necesitaba demostrar su independencia ante el tonto de su marido y de pasada
levantar alguna envidia de sus amigas que ante la crisis encontraban tan escasas
oportunidades de conseguir un empleo decente como este y que adem�s de estar tan
bien pagado, tal como le hab�an prometido ., pronto se ver�a incrementado seg�n
ella fuera demostrando sus aptitudes y talento para relacionarse con posibles
clientes y mantener complacidos a sus jefes.
Joel Hern�ndez se sonre�a complacido., las opciones para
algunas mujeres hubieran sido otras., pero con el inter�s de M�nica por mejorar
, esto casi hab�a sido demasiado f�cil y murmur� ... " Apenas lo puedo creer.,
casada, con hijos ., apenas unas semanas en la compa��a y ya consegu� que esa
boba me diera las nalgas y abriera sus patitas para mi"...
Luego pensando en lo que hab�a hecho con los preservativos
que ella le diera para protegerse de un embarazo., pens� ..." Ayyy Reinita de
tan s�lo pensar que quiz�s para estas horas, tu maridito ya es el feliz papi de
otra criatura., me hace querer verle la cara cuando se entere"...
Regresando del viaje, Joel Hern�ndez dio el resto de la tarde
libre a M�nica, que al momento de abordar el auto de su marido que hab�a pasado
a recogerla., trataba de contener los nervios y actuar con naturalidad., aunque
se sent�a sumamente perturbada y lista para derrumbarse en cualquier momento,
por lo que callada se acerco a encender la radio para escuchar las noticias y
buscar as� alg�n elemento que llenara en el autom�vil aquellos abrumadores
espacios de silencio en que ella tem�a escuchar alguna terrible pregunta o
declaraci�n.
Sin embargo aun pese a su refugio tras la notas period�sticas
del locutor., mientras el veh�culo avanzaban lentamente por el pesado trafico
del medio d�a de aquel viernes, M�nica comenz� a escuchar algunas de las dudas,
preguntas o quejas que su marido ten�a sobre su nuevo empleo, hasta que en un
momento determinado �l se volte� y le dijo ... " En realidad no es que me
moleste que trabajes, pero no puede ser que tengas un trabajo donde no se
considere que adem�s de ser una mujer casada eres madre y no puedes as� nada mas
dejar botado a tu ni�o"... y luego de una pausa sigui� ... " Me parece genial
que trabajes y quiero que te superes, pero no me agrada la idea de que te pidan
que comprometas as� tiempo de m�s del que debemos de dar a nuestra familia"...
..." Lo s�"... contesto ella y luego a�adi� ... " Pero en
primer lugar, recuerda que no fue por m� que tuve que buscar este o el anterior
empleo!! ., yo no quer�a trabajar y fue tu decisi�n de suspenderme la tarjeta de
gastos , lo que me hizo buscar un trabajo"...
... " Bueh � " iba �l a contestar cuando ella lo interrumpi�
... " Esto no ser� de todos los d�as, pero es normal en la compa��a que
ocasionalmente nos pidan que asistamos a los jefes en algunas cuestiones fuera
de la ciudad y si no lo hago mis posibilidades de mejorar son nulas" Contesto
sin mostrar mayor enfado M�nica, mas bien en tono condescendiente.
... " Da acuerdo" Coment� �l y luego pregunt� ... " Supongo
que al menos te habr�n pagado los vi�ticos de tu estancia all� ?"
... " El se�or Hern�ndez pago por cada una de las cosas que
yo quisiera y adem�s me dar�n un bono de setecientos dollares por cada noche que
estuve con �l, de viaje en Nueva York"... Contesto M�nica tratando de notar la
reacci�n que saber tal noticia causar�a en su esposo.
... " Setecientos Dollares �??" Repiti� incr�dulo Gerardo y
luego coment� ... " Eso es mucho dinero M�nica ., Adem�s de lo que sea tu sueldo
te van a dar todo ese extra por dormir en otra cama fuera de casa??"...
Al o�r las palabras de Gerardo, sumamente sorprendidas., la
enteraza de M�nica flaque� y decidi� voltear hacia otro lado a mirar el trafico
por su ventanilla mientras se sum�a en sus pensamientos... "Ohh Gerardo., me
siento tan ruin ., pero tu me forzaste a esto!!!... Tuve que aceptar lo que me
propon�a, dejar que tocaran durante aquella cena y luego me llevara a la cama
para estar con �l !!... dejar que me hiciera suya!!!...
Ohhh Gerardo me siento tan mal por esto, pero no iba a darte
el gusto de que me dijeras otra vez ..."Ves? Te lo dije antes o no ?"... Ella
quer�a gritarlo., que las palabras brotaran de sus labios, la liberaran de su
carga y escupieran la verdad.,. toda la verdad!!!., que le hab�a sido infiel !!!
... Y tan s�lo pensar en lo que ella sab�a y que �l ignoraba en relaci�n a sus
palabras respecto a recibir Setecientos dollares por prestar sus servicios fuera
de la ciudad y dormir en otra cama., la hicieron sentir lastima al
recapacitar.... "Que pasar�a si supieras que s� me van a pagar esos dollares.,
pero no precisamente por haber dormido en esas camas!!?... El Se�or Hern�ndez
siempre quer�a ver y tener m�s y m�s de m�, no se saci� nunca y apenas me dejo
dormir despu�s de la primera noche que estuvo conmigo!!! ...".
Mientras que M�nica continuaba ensimismada y agitada entre el
torbellino de queja, reclamo, excusas y remordimiento por el adulterio que hab�a
echado por la borda sus intenciones de permanecer fiel a su marido., el auto
continuaba avanzando y se acercaba a la zona donde ella trabajaba, hasta que en
un sem�foro en rojo ella pudo reconocer que se encontraban a menos de un par de
calles de donde seguramente su jefe se encontrar�a en ese preciso momento.,
celebrando la victoria que hab�a tenido sobre ella y sus contrapartes asi�ticos,
al hacerla aceptar sus caricias durante aquella junta con los japoneses que al
principio se hab�an mostrado un tanto confundidos por la manera en que se
desarrollaba el encuentro. Y recordando como todo cambio en cuanto ella a
insistencia de su jefe, hab�a aceptado quitarse el saco que cubr�a la casi
transparente blusa color rojo que el Se�or Hern�ndez le hab�a obsequiado por la
ma�ana., descubriendo ante los invitados aquel par de "poderosas razones y armas
secretas" que el hombre les hab�a mencionado y que ella apenas alcanzaba a
ocultar dentro del baj�simo escote que la media copa de su Brassiere alcanzaba
contener como si de un preciado tesoro se tratara. Caus�ndoles una inmediata
sonrisa mezcla de nerviosismo y excitaci�n ante su presencia.
Pensar en lo que hab�a ocurrido hacia el final de la cita,
con ella tomando parte como centro principal de atenci�n del encuentro, la hizo
pasar saliva pesadamente y volver a sobrecogerse al encontrar nuevamente dentro
de su boca aquel penetrante bouquet y espesa presencia que dejara en su interior
la estancia de su jefe... " Oh Gerardo , siento verg�enza y pena por ti... Pero
no ten�a otra salida!!!!... Tu quer�as que trabajara... " Se dec�a una y otra
vez mientras que su cabeza y pensamientos regresaban al momento en que el
Capit�n del Jet privado que los trajo de vuelta., avisaba que hab�an aterrizado
con �xito pero que tendr�an que esperar unos quince minutos antes de que los
acercaran a la terminal a�rea.
Ella hab�a ya cerrado su portafolios y acercado su maleta que
regresaba repleta de nuevos vestidos , zapatos y sugerentes juegos de lencer�a
que el Sr. Hern�ndez le hab�a llevado a comprarse en algunas boutiques de Nueva
York, tom�ndose especial cuidado de revisar y pedir a las dependientes de
Frederick�s que les mostraran los mas descarados vestidos y modelos de ropa
intima que se encontraran en el lugar y haci�ndoles saber a todos en la tienda
que �l era quien pagar�a por lo que ella llevara, siempre y cuando tuviera el
gusto de verla usarlo cuando fuera a la oficina. Haci�ndole pasar con sus
declaraciones una gran mortificaci�n, al hacer notar que no se trataba de una
pareja com�n sino que era el caso de una mujer que aceptaba esa clase de regalos
de manos de su jefe.
Justo cuando �l la not� un tanto inquieta y lista para saltar
del avi�n con todas sus cosas en cuanto se detuviera la nave, pudiendo as�
regresar a la "seguridad" y arrepentimiento en brazos de su marido, decidi� que
aun ten�a tiempo para intentar algo que siempre hab�a querido probar pero
ninguna de sus amantes casadas le hab�a permitido hacer, aunque a �l le parec�a
que podr�a ser divertido.
Se acerco al asiento de M�nica y suavemente le coment� que
a�n ten�an tiempo para que ella pudiera presentar sus respetos y despedirse
apropiadamente de su nuevo amo., mientras que le hablaba y se regocijaba con la
cara de s�bita confusi�n que se form� en el rostro de ella., �l soltaba de entre
las manos de M�nica, las cosas que ella sujetaba y se apresuro a colocarlas en
el piso junto a la base del asiento y tan s�lo le coment� ..."No va a necesitar
estos todav�a"...
Luego de mirarla por un instante., al momento en que en su
cara se dibujaba una malvada pero divertida sonrisa., la hizo levantarse de su
asiento hasta hacerla quedar parada delante de �l mientras que expectante y un
tanto nerviosa la hac�a esperar por su siguiente indicaci�n., mientras que ella
se esforzaba por mantener el equilibrio ante el inestable movimiento del avi�n
al carretear sobre el asfalto pista. Finalmente cuando el aparato parec�a girar
hacia un costado de la pista, el hombre se dejo caer nuevamente sobre su asiento
al mismo tiempo en que sin darle tiempo para reaccionar., aplicando firmemente
sus enormes y morenas manos sobre los hombros de M�nica, la hizo descender hasta
quedar arrodillada justo frente a �l.
Entonces, por si a la ingenua cabeza de M�nica a�n le pudiera
quedar alguna tonta duda sobre las intenciones de aquel hombre, ahora no pod�a
intentar aparentar no saber cual era su nuevo sitio en la compa��a y lo que se
esperaba de ella atendiendo claramente las necesidades y urgencias del Director
de Promoci�n y Publicidad de la Empresa. Y mas claro no pod�an resultar sus
ma�osas intenciones al momento en que tomando una de las delicadas manos de su
victima, la gui� hacia el cierre de sus pantalones y solt�ndola esper� por su
reacci�n. Ella simplemente entendi� lo que �l quer�a y acept�ndolo como una
orden, tom� entre la punta de sus dedos el broche de la cremallera para abrirle
los pantalones y comenzar a juguetear sobre la trusa del hombre con delicados
manoseos y caricias que consegu�an poco a poco enardecer el miembro viril que
permanec�a atrapado dentro de la masculina prenda.
Instantes m�s tarde y suponiendo que lo que �l buscaba era un
simple manose� y que le masturbara su embravecida masculinidad, decidi� hurgar
dentro sus calzoncillos para extraerlo y poni�ndolo al aire libre prodigarle
algunas gratas caricias. Pero nunca supuso ni tuvo tiempo para reaccionar cuando
no dej�ndole escape alguno., Joel Hern�ndez enredando entre los dedos algunos de
sus cabellos y sin mayor miramiento la atrajo hac�a la punta de su miembro,
mientras le dec�a. ... " Hora de tomarse su Lunch!!!".
M�nica quedo aturdida ante la inesperada rudeza y ma�oso
comentario proveniente del hombre con quien no obstante apenas haber conocido
unos cuantos d�as atr�s., debido a su inmenso deseo de mostrar a su esposo cuan
equivocado se encontraba respecto a ella., en aquel viaje hab�a pasado de ser un
total desconocido hasta permitirle que la llevara a la cama donde hab�a aceptado
prodigarle sus caricias m�s intimas de mujer y mostrarle todos los encantos que
desde el d�a de su matrimonio y hasta aquella noche hab�an sido �nicamente
reservados para su marido.
Sin embargo todo esto hab�a ocurrido despu�s de aquella
velada en el Four Seasons de Manhattan y aquellos Kir Royale que �l le ordenara
durante la cena, para que sum�ndose al irresistible afrodis�aco de la soberbia
estampa y vigor que brotaban de aquel hombre., lenta pero inexorablemente
resultara intoxicada por completo con su poder y dominio que aunados al alcohol
ingerido, de pronto y sin ella hab�rselo propuesto., de manera definitiva hab�an
logrado su devastador objetivo entre los c�lidos muslos que como dos imponentes
columnas, bajo su encantador y ajustado vestido de noche y la tela de sus
empapadas pantaletas, cobijaban su ansiosa feminidad. Recordaba ella, como las
insinuaciones y roce de sus cuerpos hab�an ido creciendo en la pista de baile.,
cuando el tom�ndola del talle la atrajo hacia su cuerpo, hasta sentir sus
prominentes senos hundirse contra su pecho.
... "Hmmm, M�nica, realmente eres encantadora".... Le dec�a
�l suavemente al o�do. Ocasionando en ella una sonrisa, mientras que buscando
con su mirada, encontraba los ojos del hombre un poco mas arriba de donde ella
se situaba ya casi a punto de acurrucarse contra su gallarda figura y le
respond�a el cumplido, dici�ndole que �l tambi�n era un hombre encantador,
adem�s de buena pareja de baile.
... " Bueno hay otras cosas para las que ya te enteraras que
soy mejor"... Contesto sugestivamente su jefe antes de hacer una pausa y se�alar
... " Digo., si es que de verdad te interesas y llenas el perfil para el puesto
que yo requiero"...
Comento �l, haciendo que quedara muy clara la impl�cita pero
poco disimulada proposici�n que pretend�a hacerle a aquella mujer a quien �l
supon�a, pronto tendr�a bajo su completo embrujo y ocasionando con ello, que
M�nica tuviera que preguntar al sentir amenazada su dicha y buena posici�n en la
compa��a.
... " No entiendo Se�or Hern�ndez., supon�a yo que usted me
hab�a solicitado para acompa�arle en este negocio., por que consideraba que
pod�a serle �til para la negociaci�n"... A�n recordaba ella las exactas palabras
con las que le hab�a preguntado.
..."Bueno si., por ello te consider� candidata pero
definitivamente eso no quiere decir que ya sea tuyo el puesto"... Aclar� y luego
sigui� ... "Uno nunca puede saber quien es la mejor opci�n para cubrir una
vacante hasta no haber visto mas de cerca que es lo que le pueden ofrecer las
personas interesadas en el puesto"... Le hab�a contestado �l, mientras que
suavemente deslizaba su mano, desde la parte alta del vestido de M�nica., que
por delante dejaba al descubierto aquel persuasivo escote que parec�a m�s bien
exaltar que enclaustrar las intimidades de sus senos y que por la parte trasera
dejaba al descubierto buena parte de su espalda hasta llegar cerca de la
cintura, donde �l poso sus tremendas manasas que de inmediato aprisionaron el
talle de la mujer. Dej�ndole m�s que claro que resultar�a est�pido fingirse tan
ingenua como para no entender tan incuestionable proposici�n.
Las cualidades a las que �l se refer�a no aparecer�an en su
curr�culum ni tampoco se refer�an a sus aptitudes como profesionista., si no que
mas bien ser�a cosa de averiguar hasta donde podr�a ella llegar y dejarse hacer
con tal de progresar en la Compa��a. Pens� M�nica para s�. al momento de
escucharlo y sentir como sus manos se acomodaban y la tomaban estrechamente ya
de manera m�s decidida.
... "No se M�nica., a veces hay que tomar una buena
oportunidad mientras se tiene entre las manos"... Recordaba M�nica como hab�a
lanzado el audaz comentario y a�adido al justo momento en que con el dedo de una
de sus manos hab�a encontrado el borde que la costura de su pantaleta, produc�a
sobre la ajustada tela de su vestido y siguiendo su trazo., contorneo casi por
completo la redondez de sus gl�teos.
... "Hay que saber ver cuando hay una ventana de oportunidad
y si se ve que hay como"... le hab�a dicho ... "Meterle mano antes de que llegue
otro dispuesto a comerse el bocado que uno se quiere devorar"... Revivi� M�nica
el momento en que termin� �l de decir cuando ella ya habiendo tomado una
precipitada decisi�n, mir�ndolo a los ojos sonriente pero nerviosamente., tom�
la otra mano de �l y ayud�ndola con la suya, la desliz� desde su cintura hasta
que de forma definitiva la gui� hasta colocarla sobre sus nalgas.
Todo estaba dicho., ella era "esa" persona que �l buscaba y
esa noche har�a lo inimaginable con tal de prob�rselo., estaba dispuesta a todo
y �l s�lo ten�a que comprobar que ella era una mujer para ser tomada.
Record� ella como abiertamente y sin importar que nadie en el
sal�n la viera extender aquel morboso ofrecimiento., hab�a decidido ceder ante
sus insinuaciones y dejarse enredar en aquel adultero acto de seducci�n que la
llevo a aceptar la invitaci�n a la Suite Presidencial donde el hombre se
alojaba., para tomar "esa" ultima copa mientras contemplaban las siluetas de los
rascacielos de Nueva York., justo antes de que �l ya notando la rendici�n
incondicional del recato de aquella nueva victima que en ese momento ca�a bajo
sus pesadas garras., la guiara hasta el lecho donde por vez primera la har�a
suya una vez que hubiera profanado las fronteras de sus ropas y arrancado sus
prendas m�s intimas.
�
�
Continuar�...
�Jordy Xors. & G.O. Tigers
Por favor manden todas sus opiniones y sugerencias que ser�n
siempre bien recibidas., o si acaso descubren alg�n error garrafal de ortograf�a
o concordancia, h�ganlo saber., pues de momento no ha sido posible revisar a
fondo y ser�a interesante continuar esta historia de la mejor manera posible y
que la disfruten tanto como los que estamos de este lado hemos gozado
vivi�ndolas o escribi�ndolas.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
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