En ese momento mi mundo se derrumb�, pensaba que era injusto
lo que �l me hacia, nadie lo iba a amar as� con este amor, pero ese amor se
transform� en un deseo muy fuerte de herirlo, tanto como �l lo hizo conmigo.

Para ese entonces aun yo era virgen, y no tenia idea de lo
que era el sexo. Conoc� a una persona y decid� que me casar�a con �l, claro que
no lo amaba, es m�s me resultaba repugnante tanto f�sicamente como su forma de
ser tan extra�a. Resumiendo un poco, nuestra noche de bodas fuimos a un hotel,
el cuarto estaba en penumbras, pens� que �l vendr�a hacia m�, que me abrazar�a,
pero no lo hizo. Estaba sentado en una silla mir�ndome, no sonre�a, estaba
sombr�o, vacil�, no sab�a que decirle, no sab�a que deb�a hacer, nadie me hab�a
dicho que suced�a, si es que suced�a algo entre marido y mujer, que cosas
misteriosas los un�an, al fin por estar cansada y por sentirme fuera de lugar,
me sent� frente a �l, me miraba de un modo hostil y me alarme �qu� estaba mal?

De pronto me dijo: Te explicar� como viviremos tu y yo, y
quiero que lo entiendas, los hombres y las mujeres cuando se casan, cuando
duermen juntos, realizan un... un acto f�sico que se llama acto de procreaci�n,
es simplemente un acto por el que el hombre une su cuerpo al de la mujer y la
penetra, es algo horriblemente degradante, algo animal, y muy doloroso para la
esposa, tengo entendido que muchos hombres llegan a disfrutarlo �c�mo podr�an
hacerlo? Es una acci�n inmunda enfermante, he decidido no infligirte algo as�
�entiendes lo que te estoy diciendo? No entend�a pero asent�, porque comprend�
que era lo que esperaba que hiciera. As� fue mi lamentable noche de bodas.

Mi marido era una persona totalmente enferma pero eso lo
descubr� un tiempo despu�s cuando si conoc� el amor de verdad y el despertar a
la vida, a la sexualidad.

Lo conoc� en casa de un amigo, el cuarto estaba lleno de gente pero fue como si
estuvi�semos solos, sent� como si me hubiera despertado de un largo sue�o o que
en ese momento se iniciara un sue�o, solo lo ve�a a �l y supe que nunca hab�a
visto antes a un hombre, que all� hab�a recibido el don de la vista y del
sentimiento.

Una noche me invit� a su casa a cenar, comenzamos a bailar, me sent�a mareada,
d�bil por el vino que hab�a bebido, por la fragancia de su perfume, por el calor
y sobre todo por amor a �l. Inexperta como era, sab�a que �l no jugaba conmigo.
Comenz� a desprenderme los botones de mi vestido, mientras hacia eso me besaba
cada parte de cuerpo que se iba descubriendo, el cuello, los hombros, despu�s me
beso los pezones r�gidos, paso la lengua por los pechos y los bes�, yo comenc� a
fundirme, a sentir un tormento dulc�simo que lat�a dentro de m� y que nunca
hab�a sentido, me tomo en brazos y me recost� en la cama a su lado y me
acarici�, yo escuchaba el sonido de mi voz, gimiendo, busc� con su mano y
descubri� mi cl�toris. Yo estaba h�meda, llena de l�quidos; el acerc� su boca y
comenz� a lamer, mi cuerpo se retorc�a en espasmos, la respiraci�n aumentaba
entre gemidos y sollozos de placer, se subi� encima m�o y sent� un peque�o dolor
cuando se introdujo en mi, �l encontr� su camino al sitio que me atormentaba y
me colmo, me devolvi� a la vida, sus movimientos eran tiernos y me sostuvo all�
en un prolongado orgasmo, estuvimos as� hasta calmarnos y quedarnos dormidos y
luego al despertar el ten�a otra erecci�n y esta vez me dijo que me subiera
sobre �l, me sent� sobre su miembro hinchado, el tom� mis senos, mordisqueaba
mis pezones, con su mano me tom� la cadera. Contuve el aliento, expectante
�d�nde me tocar�a ahora? Era una delicia sentir que recorr�a cada parte de mi
cuerpo d�ndome cada vez mas placer, el deseo me volv�a loca. Durante 3 d�as
apenas si salimos del cuarto.

Mucho tiempo ha pasado ya de aquellos dias. Y �l ya forma
parte de m�. Nos cuidamos para que mi marido no sospeche nada y cada vez que
podemos nos fundimos en nuestro amor. Pero nadie conoce el secreto que escondo
en el ba�l de mi esp�ritu y mi sensualidad.