Hace un par de semanas me sucedi� algo que,por un
lado,lamento no haber vivido antes y,por otro,me sorprendi� hasta l�mites
insospechados.
Les cuento.
La hermana de mi madre,es due�a y directora de un instituto
privado de ense�anza de ingl�s.Con esa ventaja,es l�gico que desde muy temprana
edad yo empezara mis estudios en ese establecimiento.
Y desde el primer d�a,a pesar de mis 9 a�os de edad
entonces,pude apreciar que absolutamente todas las profesoras de los distintos
cursos eran mujeres de una belleza excepcional y de edades que oscilaban entre
los 20 y 25 a�os.
Una en particular,Miss Cristina,era un verdadero pedazo de
hembra.Tendr�a unos 22 a�os,medir�a 1,70 metros,esbelta,de culito
respingado,rubia de pelo lacio casi hasta la cintura,senos proporcionados,cara
de �ngel y piernas largas y esculpidas por un artista del renacimiento.
Pero no solo destacaba por su belleza natural.Sus maneras y
su forma de vestir cort�simas minifaldas y tacones,hac�an que no pudiese
resistir su presencia sin llenar de sangre mi polla.
Miles de fantas�as ten�a yo con ella.Fantas�as que con el
paso de los a�os se fueron enriqueciendo en la misma medida que yo adquir�a
experiencia en cuestiones de sexo.
Porque al margen de Miss Cristina,inalcanzable para m� por el
solo hecho de llevarme 13 a�os de ventaja,debo decir que nunca he tenido
problemas en conseguir la mujer que se me daba por desear.
Soy f�sicamente atractivo,alto,esbelto,y musculado por la
intensa pr�ctica del deporte .Por otra parte mi desempe�o como estudiante de
ingenier�a habla por s� mismo de mi capacidad intelectual.
Pero volvamos a la historia.
Les dec�a que empec� a desear a Miss Cristina con una pasi�n
enfermiza y triste,pues sab�a que cualquier aspiraci�n de mi parte era desde el
vamos un fracaso.
Sin embargo,no pod�a evitarlo dado que tres veces a la semana
durante 9 a�os deb�a ver su figura pasear por los pasillos y sentir como su
fragancia atontaba mis sentidos.
Hubo una vez, a mis 15 a�os,que intent� saber al menos donde
viv�a.Pens� que tal vez,podr�a tocar el timbre desu casa y conseguir algo mas de
intimidad con ella.Pero su casamiento anul� mi idea.
Ese s� que fue para m� un d�a doloroso.Y trat� por todos los
medios de olvidar mi locura.
Casi lo hab�a conseguido hasta que hace dos semanas fui
invitado por mi t�a a una reuni�n en su casa en la que festejar�an los 25 a�os
del instituto.
No me extra�� la elecci�n del lugar.Mi t�a tiene una casa que
sin llegar a ser mansi�n,es mucho m�s que una vivienda de clase media.Por otra
parte,mi t�a descart� de plano hacer un festejo acad�mico optando por algo que
uniera a "la familia docente del instituto".
Yo era el �nico alumno invitado y llegu� impecablemente
vestido con mi mejor traje.
La fiesta ya hab�a comenzado.La casa estaba llena de gente.La
m�sica invad�a todas la habitaciones y el jard�n mostraba un espl�ndido aspecto
primaveral.
Silenciosos camareros de blanco serv�an tragos
incansablemente para combatir un calor inusual para la �poca y nadie se privaba
de ellos.
Durante un rato intercambi� saludos y alguna que otra charla
con los invitados,hasta que el cielo se me cay� en la cabeza:
All�,a unos pasos solamente,estaba Miss Cristina vestida como
una diosa griega.Un vestido corto y de tajo pronunciado que luc�a la belleza de
su pierna.Sandalias doradas de fino tac�n y tiras tasta casi la rodilla.Pies
sugestivamente hermosos y un rostro maquillado que exaltaba su belleza de angel.
R�pidamente saqu� cuentas.Miss Cristina tendr�a ahora unos 31
a�os que contra mis 18 (y con algo de buena voluntad y un par de copas de
champagne en mi cuerpo) ya no me parecieron una barrera insalvable.
Adem�s hac�a un par de meses que estaba separada de su esposo
y no parec�a haber concurrido acompa�ada a la fiesta.
Pero era mejor no apresurar las cosas.La noche ser�a muy
larga y adem�s de atacarla deb�a disimular ante todos mis intenciones.
As� que solo la salud� normalmente y luego me dediqu� a
seguirla con la vista para no perder ni una sola de sus acciones.Estaba seguro
que el momento llegar�a y cuando eso sucediera deb�a obrar con decisi�n y
rapidez.
La fiesta empez� a animarse en la misma proporci�n en que el
flujo de alcohol hac�a efecto en los presentes.
Los invitados se mataban en la pista de baile y hasta yo
mismo intent� unos pasos.
Y fue en la pista en donde la oportunidad empez� a plasmarse.
En el desbarajuste humano que danzaba como una masa compacta
me encontr� ,sin buscarlo,cara a cara con Miss Cristina que mov�a solitaria su
cuerpo al ritmo de la m�sica.
Por su deshinibida forma de bailar,supe que el champagne ya
estaba en su sangre en una proporci�n m�s all� de lo aconsejable sin llegar a la
borrachera demencial.
Como si lo hubiera hecho toda mi vida,la tom� de la cintura
invit�ndola a bailar conmigo.
Yo bamboleaba la cadera y disimuladamente pasaba mi paquete
por su culito y por su pancita.
Ella se divert�a,re�a alegremente y no acusaba recibo de mis
"casuales" roces.Pero mi paquete ya hab�a pasado el punto de no retorno.En mi
interior supe que Miss Cristina amanecer�a en la cama con su co�ito lleno de mi
leche.
As� bailamos un buen rato,hasta que la gente,ya cansada
empez� a sentarse para recuperar fuerzas.
Yo acompa�� a Cristina hasta el jard�n y juntos conversamos
amablemente de diversos temas mientras beb�amos mas y mas champagane y la noche
avanzaba.
Los invitados se iban ya marchando,aunque la fiesta estaba
lejos de terminar.Sentados en el jard�n,en un lugar antes muy transitado pero
que hab�a quedado momentaneamente fuera de las vistas y despoblado,Miss Cristina
y yo comenzamos a tocar temas algo m�s sensibles.Ella me preguntaba si estaba de
novio."No,romp� hace unos meses",lo que dio pie a que su lengua,floja por el
alcohol,me contara de su divorcio y algunos detalles m�s de su vida personal.
En un determinado momento intent� pararse para ir a los
servicios,pero not� que trastablillaba y r�pidamente la tom� del brazo para
sostenerla y decirle al mismo tiempo "Creo que es mejor que te lleve a tu casa".
Ella solt� una risita tonta de alcoholizada Y tap�ndose la
cara con una mano me dijo" si,es verdad.�Que verg�enza!".
Yo sonre� tambi�n y contest� con un s�lido "No te preocupes"
(Traducci�n:"yo estoy para protegerte belleza").
No fue f�cil llegar a la salida disimulando los torpes pasos
de Miss Cristina y el hecho de que nos march�ramos juntos.Por suerte,la casa de
mi t�a no ten�a lugares privados para m� y salimos discretamente.
Ya en mi coche,las piernas de Cristina eran un im�n para mis
ojos.De solo pensar que me follar�a a esa hembrita mi cuerpo adquir�a piel de
gallina.
As� llegu� a su casa.La ayud� a bajar del auto y tom�ndola de
la cintura la acompa�� adentro.
Era un departamento muy acogedor.
Cristina encendi� una l�mpara de pie que apenas alumbraba lo
justo.
Simplemente porque quiz�s correspond�a la o� decir "�quieres
tomar un caf� antes de irte?" y sin esperar mi respuesta agreg� "Hay en la
cocina,servite que yo voy a los servicios y a cambiarme".
Camin� por el living y encend� la FM de la radio en una
estaci�n de m�sica suave.Luego me serv� una copa de whisky y trat� de curiosear
el lugar.
Cinco minutos despu�s,apareci� Miss Cristina.Se hab�a quitado
el vestido pero no las sandalias y en su lugar ten�a puesto un salto de cama que
dejaba ver sus senitos bien parados y una tanguita hilo dental negra.
"�Un Whisky?,me dijo al verme,"admiro tu cultura.Yo necesito
caf�,�quieres uno?".
Asent� sin decir palabra porque la mirada de su cuerpo me
ten�a extasiado.
La segu� con la vista a la cocina y v� como pon�a a calentar
el caf�.
No aguant� mas.
Me fui acercando a ella sin que sospechara mis intenciones y
me puse a sus espaldas.
Acerqu� mi cuerpo hasta que mi polla toc� su culito y la
abrac� por la cintura mientras empezaba a besar su cuello con besos cortos.
Ella intent�,sin fuerza,zafarse.
"�Qu� hac�s,loco?",me dijo entre sorprendida y enojada.
Pero era tarde.Ella estaba en ropa interior,sola ,algo
atontada por el alcohol y de madrugada.
Yo contest� sin detenerme.
"Vamos Cristina,mamita,me has provocado y yo deseo darte lo
que est�s buscando"
Ella call�.
La gir� hacia m� y estamp� un beso en su boca que se abri�
para recibir mi lengua.
"No podemos hacer esto.Est� mal",atin� a decir.
"Si que podemos.Ya lo estamos haciendo".
Mis manos buscaron su culito tan largamente anhelado.Se
colaron bajo la t�nica y acariciaron su gl�teo con una ternura a�eja.
Ella comenz� a agacharse y solto mi polla de su prisi�n para
metersela en la boca.
Yo no pod�a creer que esa mu�eca estuviera postrada ante m�
mam�ndo mi tranca.
Tom� su cabeza y literalmente empec� a follarla por su
boca.Ella,cada tanto,sacaba mi pedazo de su boca para darse un respiro y me
masturbaba como una profesional..
La levant� y la llev� a su cuarto desnud�ndola por el
pasillo.Al llegar a la cama,solo vest�a su diminuta tanguita de hilo dental y
sus sandalias doradas de tac�n.
La puse en cuatro patas en el borde de la cama,me postr� ante
ella y empec� a lamer su raja y su ano,metiendo mi lengua en ambos
alternadamente.
Ella gritaba de placer y el flujo la ten�a completamente
lubricada.
"�Metemela cabr�n.Metemela ya",me dec�a."Voy a dedicarle este
polvo al cornudito de mi esposo."
Al fin Cristina se mostraba a la altura del cuerpo que la
naturaleza le hab�a dado:como una puta.
Y eso a m� me puso a cien.
Sin esperar,le clav� mi polla en su co�o y ella grit� cuando
recibi� de golpe todo mi instrumento.
La bombeaba tom�ndola de las caderas,y acariciandola.Nunca me
hab�a pasado algo as�.Por un lado,mis manos eran toda ternura con la mujer
deseada.Por otro,mis embestidas eran de una fuerza que solo se explica en la
pasi�n desmedida.
As� la hice acabar.Una vez,dos veces,tres veces.Yo aguantaba
porque quer�a que el momento durara a�os.
Fue ella la que me pidi� que parara y yo acced�,solo para
introducirla ahora en su culito.
"No,por favor.Soy virgen de all�.No por favor..."
No le hice caso.Y ella profiri� un grito desgarrador mezcla
de dolor y placer.
"Eres un condenado hijo de puta",me grit� entre sollozos."Me
has roto el culo,cabr�n mal nacido"
Yo no me inmut�.Con una voz muy tranquila me escuch�
diciendole:
"Mas vale que te acostumbres a esto perrita,porque de ahora
en m�s pienso hacerte mi mujer y voy a cogerte cuando,como y por donde me
plazca".
Ella ya estaba acostumbr�ndose y el dolor inicial empezaba a
convertirse en placer.
"Si papito",cambi� obediente."En el fondo siempre lament� que
fueras tan chiquito porque deseaba la cama contigo".
Fue suficiente esa confesi�n.Mi polla revent� sin control y
su recto recibi� un chorro de leche que llevaba casi una d�cada esperando.
Cansados,nos tiramos en la cama abrazados,pero sin dejar de
besarnos.
Ella insisti� en limpiar mi verga con su lengua y dejarla
reluciente.Yo,no pude aguantar las ganas de quitarle las sandalias y besar uno a
uno los dedos de sus pies.
Follamos casi sin descanso hasta el mediod�a.Y esa noche ya
me mud� a su casa.
Con mi verga dentro de su culo (que es un momento en el que
las mujeres no mienten),le he hecho jurar que ser� siempre mi puta en privado y
mi se�ora en p�blico.
Y ella ha aceptado.
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