Todo cuanto contiene este relato, desde la primera letra a la
ultima, es pura y totalmente falso, no esta basado en personas reales ni tiene
semejanza alguna con ninguna realidad presente o pasada. Es puro fruto de la
imaginacion y de la lectura repetida de relatos semejantes.
EL FARA�N II
LA ESTIRPE MALDITA DE LOS HIJOS DE
SETH.
Imhotep tomo con sus viejas y arrugadas manos un pergamino no
menos anciano que el mismo, e ilumin�ndose con lamparas de perfumados aceites
importados del lejano Punt comenz� la lectura de las viejas cr�nicas, la
ver�dica narraci�n de las terribles aberraciones que los faraones perdidos
cometieron en un tiempo m�s all� de los siglos y de la realidad.
MI ESPOSA, MI HERMANA.
AMALIA.
Mi vida no tiene nada de particular, ni deja de asemejarse a
muchas otras vidas. Yo tambi�n he vivido, yo tambi�n me he enamorado. Pero solo
en lo general, cuando llega la hora de tratar los detalles concretos, es cuando
mi vida adopta un tono particular y casi �nico que la hace especial. Y es que
solo dos detalles de toda ella la hacen tan singular. El primero es que soy
actor porno y el segundo es que he practicado el sexo con mi hermana menor por
dinero. Dicho as� tal vez suene un tanto pedante, jod� con mi hermanita hasta
llenarla de mi leche como a un pastelito relleno de crema. Y la imagen, adem�s
de evocadora tiene todo de real.
Cuando era joven no era el mas tonto de entre mis amigos,
pero posiblemente fuese el que menos
devoci�n ten�a por los estudios, as� que sin haber terminado
siquiera el instituto me puse a trabajar en una tienda como dependiente. El
trabajo era agotador,mal pagado, y como podran suponer, en absoluto
gratificante. Pero era una tienda de material fotografico, que serv�a sobre todo
a profesionales del medio, y de all� vendr�a mi salvaci�n. Yo era un chico
guapo, musculado y atractivo bajo cualquier punto de vista. Con toda inmodestia
me permitiran que les comente que
desde los catorce a�os habia tenido una vida sexual activa y
satisfactoria.Uno de los clientes m�s habituales, con el que llegu� a entablar
una amistad superficial me coment� un d�a, que aunque el era fotografo
artistico, pagaba sus facturas con su sueldo como fotografo de porno a sueldo de
una peque�a productora de la ciudad. Como gran aficionado le mostr� mi inter�s
en asistir a alguna sesi�n, siempre que el no tuviese incoveniente, lo que
acept� con toda naturalidad. Fu� un mundo fascinante. All� estaban chavales poco
mayores que yo ganando una pasta
por follar con t�as guarras que estaban m�s buenas que el
arroz con leche. Ya ten�a los dieciocho desde hac�a tiempo, y le propuse a mi
amigo si pod�a recomendarme para un papel. El estaba acostumbrado a chicos con
ganas de marcha que hacian un par de trabajos y luego lo dejaban todo por
verguenza y no tuvo ning�n problema en hablarle de m� al productor. Desde aquel
d�a empez� mi carrera como actor porno, no solo de peliculas y revistas, sino
tambi�n de locales nocturnos y de streep-stease. La situaci�n con mis padres se
agri� mucho, y decid� abandonar mi casa y mudarme a Barcelona donde el mercado
del porno despegaba. Por diversos motivos perd� toda relaci�n con mis padres, y
con mi hermanita que entonces apenas ten�a cuatro a�itos. Naturalmente, tanto yo
como ella vivimos desde entonces completamente al margen, y mis padres hicieron
todo lo posible para mantenerla apartada de mi mala influencia.Nunca he sido un
tipo familiar, todo aquello me traia sin cuidado.
El tiempo paso y me hice un nombre entre los locales de
espectaculo erotico. Ten�a dinero ahorrado, y un plan de pensiones prometedor,
no me faltaba la pasta y todavia era relativamente joven. Pero el destino llam�
un d�a a mi puerta.
Me encontr� con una chica joven, de unos 20 a�os, poco m�s
tal vez. Era delgada, alta y bastante bonita. Llevaba unos pantalones ajustados,
de esos donde la cintura empieza justo un cm encima del vello pubico, ce�idos
como si fueran de goma a un culo carnoso y redondo. Llevaba una blusa blanca
transparente, y un top ajustado, que marcaba unos pechos grandes, erguidos y
perfectamente esfericos. Era morena, bastante maquillada, con labios jugosos y
unas gafas de sol gigantescas. Desde luego era una visi�n que merec�a la pena, y
al verla all� supuse automaticamente que era una de esas modelos fracasadas o
go-gos con problemas de pasta que recurrian a mi a trav�s de alg�n amigo com�n
para conseguir algunas sesiones de porno que les proporcionasen algo de dinero
para seguir tirando. De todos modos ella parec�a demasiado buena para eso.
- Buenos d�as- dijo en un tono completamente fr�o, y despu�s
dijo mi nombre completo.
- S�, soy yo, � y tu quien eres?.- Pregunt� extra�ado.
Ella se quit� las gafas en un gesto calculado, y con los ojos
entornados me mir� profundamente con un gesto p�caro.
- �No me recuerdas?.- Pregunt�.
Supuse que tal vez me la hubiese tirado alg�n d�a borracho
como una cuba, pero esta no era una de las que dejan que te las folles harto de
anis. Era un pedazo de hembra, de los pies calzados con botas de tacon fino
hasta su melena negra con raya en medio. Era imposible que yo la conociese.
- Seguro que no te he visto en toda mi vida.-
- Bueno, es que la �ltima vez yo ten�a cuatro a�os. Hola
hermanito.-
Y me di� un beso en la mejilla. La sent� calida y suave, y
casi no pude reaccionar. La invit� a pasar. A grandes rasgos actualizamos
nuestra relaci�n y nos pusimos al d�a. Despu�s nos pusimos a charlar
tranquilamente, y yo no dejaba de fijarme en que mi hermanita era un pedazo de
t�a increible. Hasta me fije en que imperceptiblemente, estaba coqueteando con
ella, y si no me equivocaba, ella me segu�a el juego. De pronto nos dimos cuenta
de que se hab�a echo de noche, y la invit� a cenar en casa. Despu�s de la cena,
y en un ambiente relajado por un par de copas empez� a sincerarse. Hac�a un par
de a�os que se hab�a ido de casa. Llevaba una vida salvaje, y mis padres no lo
entend�an. Encima la trataban como a una monja para tratar de evitar que
siguiese mis pasos. Estaba harta y una amiga le ofreci� trabajo en una agencia
de modelos, as� que se fu� de casa sin despedirse. El trabajo no estaba mal,
pero era ocasional y no daba para vivir. Un d�a se lo coment� a la directora de
la agencia y le dijo que las chicas solian hacer trabajos extra para ganar
dinero a la espera de la gran oportunidad. Trabajos como chicas de compa�ia. En
su caso, una forma suave de decir prostituci�n de lujo. Era increible, mi
hermanita una putita. Aquello me estaba poniendo. De acuerdo, era mi hermana,
pero yo no la habia visto en mas de dieciseis a�os, y encima estaba buenisima la
muy puta ( nunca mejor dicho). Entonces se atrevi� a decirme lo que hab�a venido
a preguntar.
- Mira, no quiero andarme con rodeos, tengo un negocio entre
manos, y tu puedes ayudarme.-
- � De que se trata?.-
- Ver�s, tengo un cliente que no quiere morirse sin haber
visto follando a dos parientes. Padres con hijos, o hermanos entre ellos. Son 20
millones en crudo, pero hay que demostrarselo con pruebas, registro civil y eso.
Y de casualidad me enter� de que tu te dedicabas a esto, asi que ni me lo
pens�...-
Yo ya estaba algo turbio por el anis, pero aquello se me
escapaba.
- Es que no te entiendo.-
- Pues eres un poco tonto hermanito, te estoy diciendo que
por un polvo de nada te puedes sacar 5 millones en mano, sin m�s ni mas.-
- � Cinco?.-
- Joder, no pretenderas llevartelo todo, yo lo he organizado
y es logico que me lleve un poco m�s.-
- Oye, yo no puedo, oye, joder t�a, eres mi hermana, debes
estar muy loca para decirme esto.-
Ella se rio con fuerza.
- No seas gilipollas. Son cinco millones. Mira, tu ni me has
reconocido, y yo te recuerdo lleno de nubes. Somos hermanos por que lo dice un
papel, de verdad no sabemos ni quien es el otro. Pero al verme te has puesto
como una moto, no has dejado de mirarme babeando y la tienes dura desde que te
he dicho que soy puta.-
Joder, me di cuenta de que era verdad, pero es que yo no
podia aceptar aquello.
- Oye, en serio, lo siento pero no.-
Ella sonri� picaramente. Sin m�s ni m�s se quit� la blusa y
se sac� el top. Tenia unos pechos perfectos, redondos, como dos grandes
naranjas, con unos pezones oscuros y con forma de conos. Increibles.
- Vamos a verlo.-
Y antes de lo que tardo en contarlo ten�a aquellas tetas
increibles delante de mi boca. No pude resistirme, no se si fu� por lo buena que
estaba, por el alhcol o que co�o se, pero me puse a chupar como un animal. La
tir� encima del sofa y le saqu� el pantalon.No llevaba bragas, y eso siempre me
ha excitado un mont�n. Ten�a la polla dura como el cemento, y solo ped�a hembra.
Joder, hacia a�os que no se me pon�a dura fuera del trabajo. Antes de lo que
tardo en contarlo se la hab�a metido, en su vagina calida y jugosa, por que la
muy guarra no llevaba bragas. Era un co�o suave y humedo, y no me costaba nada
en absoluto empujar dentro. Ella gemia como una loca, y antes de darme cuenta
sent� como se me ponia a�n mas dura por la leche que empezaba a fluir. Segu�
empujando mientras su interior se volv�a aun mas humedo y pegajosos, y la polla
se me iba bajando.Ca� derrumbado a su lado, y empec� inmediatamente a
reprocharme lo que habia echo. Ella reia escandalosamente.
- Joder, pensaria que me costaria m�s. � Sabes?, ha estado
mejor de lo que pensaba, pense que me daria asco pero no he sentido nada mas de
lo normal.-
- Eres una puta tia, no deberiamos haberlo echo, ahora me
siento fatal.-
- Bah, se te pasara enseguida. - Se levant� y se visti�
rapidamente. - Mira- Y me dejo una tarjeta encima sin que yo abriese los ojos-
Este es mi numero de movil, ma�ana me voy en el puente aereo con una plaza libre
a mi lado. Si quieres el dinero vente. Si no, lastima.- Y se dirigi� hacia la
puerta, pero antes de salir hoy su voz excitante y juvenil desde ella- O puede
que no te importe el dinero y quieras volver a pegarle un polvo a tu hermanita.
Quien sabe.-
Me qued� all�, sin saber que hacer. Me sent�a como una
mierda, pero a la vez hab�a sido el mejor polvo que hab�a pegado en a�os. Hac�a
tiempo que ya no disfrutaba nada haciendolo, pero ahora hab�a sido como volver a
perder la virginidad. Se la hab�a metido, sin pensar en otra cosa que en
correrme, no en hacer posturitas ni en retardarlo, yo encima, ella debajo, y mi
ritmo. Pegu� culadas hasta correrme, y hab�a sido bestial. Al d�a siguiente
mientras me duchaba me d� cuenta de que necesitaba volver a probarlo para estar
seguro. Me vest� rapidamente y llegu� al aeropuerto por los pelos. All� estaba
ella, preciosa, altiva y deseable.
- Vaya, has llegado pronto- Dijo sonriendo feliz por su
triunfo.
- � Cuanto falta?.-
- Sin retrasos una media hora.-
- De acuerdo, ven.- Dije cojiendola de la mano. Ella reia
divertida y extra�ada. La llev� a la zona en obras de la terminal y la met� en
el primer ba�o que vi. Ella no paraba de reir con aquella risa histerica.
- Por favor hermanito, � Que vas ha hacerme?.- Puso cara de
pucheritos- Recuerda que soy tu hermanita peque�a, tienes que cuidarme. No esta
bien hacer cosas sucias con tu hermana.- Y bajo la mirada, muy en su papel.
No se si fu� aquello, o tenerla all� a mi disposici�n, pero
no me contuve. La coloqu� con la espalda hacia mi, apoyadas las manos en el
lavabo.
- Joder, � por el culo?.- Pregunt�, con m�s curiosidad que
otra cosa.
Aquello fu� demasiado, ni siquiera pude bajarme los
pantalones, solo me apret� contra ella, con mi pantalon y los suyos entre mi
polla y su jugoso culo. Pero es que no pod�a aguantarme. Empec� a frotarme
contra ella, zarandeandola por mi fuerza, y sintiendo un placer bestial. Tenia
que correrme ya, o explotaria.Ella respiraba fuertemente, pero no tanto como yo.
Segu�a frotandome contra ella, y su culo duro y prieto lo hacia tremendamente
sencillo.
De pronto sent� una calida y pegajosa humedad en mis
pantalones ,y me derrumb� sobre ella, asfixiandome por el perfume de su pelo.
- Joder, tendr�s que controlar mas cuando estemos actuando.
Cada vez tardas menos.- Y riendose salio del ba�o. Yo me sent�a a�n peor que la
primera vez, por que ahora no ten�a excusa alguna, y a la vez me sent�a
muchisimo mejor, por que esta vez hab�a sido m�s intenso a�n.
No dije nada en todo el vuelo, y ella no intent� hacerme
hablar. Algo se me retorcia dentro.
En Madrid me llev� a su casa. Era un pisito de lo mas mono.
Me qued� viendo la tele mientras ella se duchaba. Sali� del ba�o super-sexy, con
solo una camiseta amplia y unos calcetines. Su cuerpo mojado se traslucia bajo
la tela. Se sent� en el suelo frente a m�, y sin m�s preambulo se tumb�
abriendose de piernas. No llevaba nada debajo, y pod�a ver perfectamente su
co�o. Depilado, con labios gruesos e incitantes. Casi podia olerla, o tal vez lo
imaginaba. Ella no dec�a nada, solo se manten�a all�, esperando...
- Ahhhhhhggggggg����- Grit� ella, cuando se la introduje
hasta la empu�adura de un solo golpe.
Esta vez le hab�a dolido, aunque solo un poco, por que
enseguida se puso a mirarme con aquellos ojos entre ironicos y divertidos.
- Follas,mmmmmmmmm, de maravilla,mmmmmmmmmmmmmm, hermanito.-
Era un cuerpo calido y suave, generoso y firme. Abrazarme a
ella me daba una fuerza salvaje, y ella no dejaba de gemir.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm.- Gemia.
Era imposible no correrse jodiendo con aquella diosa, y antes
de empujar tres o cuatro veces ya me habia corrido.
Yo estaba agotado, y le pregunt� por que me hab�a provocado
de esa forma. La primera vez era para provocarme, la segunda por mi culpa, pero
�ahora?.
rio
- Por que el cliente estar� aqu� en medio hora, y no quiero
que te corras antes de que el pueda hacerse una paja.- Y sin m�s sali� del
sal�n.
Poco m�s de media hora despu�s sono el timbre. Apareci� un
hombre de mediana edad, que empezaba a canear. Ten�a aspecto distinguido, y mi
hermana lo trat� con la naturalidad de un amante.
- � Es el?.- Pregunt� sin haber dejado de mirarme desde que
entro en la habitacion.
- Si, mi hermanito, no fu� dificil encontrarle.-
Se dirigi� a mi y me ofreci� su mano. No vi ning�n motivo
para no aceptarla. Yo me ganaba la vida gracias a gente como el.
- Espero que no le moleste, pero necesito ver su carnet de
identidad.-
Se lo entregu�, y sac� de su abrigo lo que parec�a una copia
de nuestro libro de familia. Se mostr� de acuerdo con lo que hab�a visto, y
sonri�.
- De verdad es usted su hermano. Bien, supongo que Amalia ya
le habr� puesto al corriente de todo.-
- Asi es.-
- Bien, �necesita alguna preparacion?.-
Amalia regres� en ese momento a la habitaci�n con ropa de
calle de lo m�s normal y contest� por mi.
- El siempre est� preparado cari�o, es un profesional.-
El hombre acepto con un rostro risue�o, y paso a sentarse.
Tuvimos que interpretar una peque�a comedia, los dos eramos
unos hermanos que veiamos la tele y empezabamos a excitarnos mutuamente por
primera vez. Ella se desnudaba y me dejaba comerle las tetas. Pero ya no
funcionaba. Yo no pod�a hacer aquello. No cuando ya me la hab�a tirado tres
veces en las ultimas doce horas y con un t�o delante. Joder, era demasiado. Era
mi hermana. Ella lo not� al ver que la polla no se me pon�a dura, y empez� con
su parte de la comedia.
- Jo, no seas malo hermanito. � No te excito?. � No vas a
metersela a tu hermanita peque�a ni un poquito?. Aunque solo sea la puntita. �No
te gustan mis tetitas?. �No te gusta el sabor de las tetas de tu hermana?.-
Aquello me saco de quicio, y se me empin� de golpe. Joder, era mi hermana, era
mi puta hermana peque�a y me la hab�a tirado tres veces. Aquello me la puso de
madera.
Ella volvio a reir y me beso.- Gracias cari�o, sabia yo que
no ibas a hacerle ese feo a tu hermanita. Total, si puedes follar con cualquier
actriz de tres al cuarto,� por que no ibas a follarte a tu hermanita?. -Joder,
aquella guarra viciosa sabia como ponerme a mil, y dandome exactamente lo mismo
lo que pensase aquel tio la tir� al suelo y empec� a comerle el co�o. mmmmmmmmm.
Era delicioso. Era el co�o de mi hermana.� Como no iba a excitarme si me habia
saltado la unica barrera que creia poder respetar?. Era caliente, humedo, suave
y carnoso. Era una delicia, y por primera vez ella temblaba de autentico goce.
La sent�a vibrar bajo mis labios, agitarse como mis polvos a la velocidad de la
luz no la habian dejado gozar.Ahora era ella la que se lo pasaba de muerte, y
con mi lengua de profesional le estaba haciendo algo a lo que la pobre no estaba
acostumbrado, por que era evidente que temblaba como una hoja. �Joder,
practicamente estaba descubriendole el sexo a mi hermana peque�a!. En cuanto la
sent� correrse en mi boca me levant� y me met� dentro de ella con cuidado y
mimo. Sus ojos brillaban humedos, no se si de placer o de verguenza por haberse
corrido brutalmente gracias a su hermano. Tal vez hasta ese moemento pens� que
pod�a controlar la situaci�n como hacia con todos los viejos que debian
tirarsela. No sentir nada. Pero lo hab�a sentido. Ahora temblaba, vibraba bajo
mis embates de semental, y yo espaciaba y hacia lenta la penetraci�n. No por el
espectador, por ella, para hacerla gozar todo lo posible. Ella ya lloraba, y yo
le susurraba al oido.
- Tranquilizate, tranquilizate. Ahora nos correremos los dos
a la vez. Ser� maravilloso.-
Ella comenz� a llorar incansable, pero me d� cuenta de que no
lloraba de humillaci�n, si no de felicidad, de sorpresa. Segu� con mis embates
hasta sentir la humedad que ahogaba mi polla dentro de su vagina, y entonces
romp� la tensi�n y me permit� eyacular a�adiendo mis zumos a aquel coctel
maravilloso. Me retir� agotado, y nuestro espectador tom� mi lugar con rapidez.
Con su panza blanca y blanda derramandose sobre mi ni�a empujaba en el
sobre-lubricado co�o con todas sus fuerzas, mientras ella me miraba y nos
cogiamos de la mano. Nuestras miradas se cruzaban y nada m�s importaba. Con los
ojos llorosos ella parecia decirme. " El no importa, ninguno de los que han
pasado y de los que vendran importa nada. Tu eres el unico hombre para mi. Tu
eres mi hombre." Y yo le miraba con los mismos ojos humedos asombrado por
nuestro mutuo descubrimiento del amor. Hab�a estado toda mi vida rodeado de
mujeres, y hab�a tenido que llegar ella para descubrime lo que era el verdadero
amor. Yo tb le hablaba con los ojos mientras aquel viejo baboso se la follaba
como un cerdo." Te quiero, te quiero mi dulce hermana. Nadie mas importa, no
importa con quien volvamos a joder. Esto solo lo sentiremos juntos, y se que
ninguna mujer puede darme lo que tu. Mi amor, mi mujer, mi hermana, mi esposa".
CALIGULA
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO