Relato: LA ROCKOLA



Relato: LA ROCKOLA

LA ROCKOLA


La escriban�a me est� yendo de maravillas y al ser soltero puedo darme varios lujos, tengo pinta, tengo dinero, soy joven, qu� m�s puedo pedir? Vivo en un piso en uno de los edificios m�s cotizados de la ciudad y mi estudio est� a media hora de viaje.
No pienso formar pareja por el momento, mujeres no me faltan, si puedo tener muchas, para que atarme a una? para qu� buscar complicaciones? Podr�a contar interesantes historias, no soy el t�pico fanfarr�n que se las sabe todas, pero las damas para m� solo son sin�nimos de una noche de buen sexo.
Solo una joven tocar�a mis sentimientos, esa es la historia que deseo contarles.

Fines de Marzo, por ac� entrando el oto�o, esa �poca que uno se despide del verano y casi sin darse cuenta todo se vuelve gris. Las hojas ya se amarilleaban en los �rboles, pronto secar�an y har�an esas monta�as en el piso, esas que crujen cuando uno las pisa, esos d�as que a pesar de todo uno puede disfrutar esos �ltimos d�as de calor, con un tanto de nostalgia por lo que se est� terminando.
Como era para m� una costumbre esa tarde, al salir del trabajo me mont� a mi moto de alta cilindrada para retornar a casa dejando el saco en la oficina, puesto que hac�a demasiado calor. Tom� el camino de la costanera y par� en un bar de paso, en el que ya era cliente, todos los d�as la misma rutina, descansar, mirar un poco el r�o, aflojar tensiones, tomar una fr�a cerveza, mirar el entorno, y a seguir camino, pero esa tarde�

Estaba sentado a la mesa, poca gente, cuando ella apareci�, no pod�a creer lo que ve�an mis ojos, una morena bastante alta, de cabello renegrido, recogido y atado fuertemente como una cola de caballo, de tez bronceada, su f�sico fue lo primero que me atrajo, al verla entrar sus pechos me absorbieron, con una remera ajustada blanca que no llegaba a su ombligo, con un profundo y ampl�simo escote por el que dos tetas enormes parec�an escapar, pero eso solo era el principio, un cuerpo que parec�a dibujado a mano, baj� la vista, unas calzas negras brillantes se pegaban de tal manera a su piel que parec�a haber nacido con ellas, marc�ndole una concha regordeta de amplia raya, era un �ngel del infierno, su armon�a f�sica era incre�ble, su cintura, sus caderas, perfecta, solo era perfecta.

No pude sacar los ojos de ella, como atontado, e incr�dulo, porque a decir verdad su vestimenta no era acorde al lugar, ni a la hora, no hac�a falta semejante exposici�n f�sica. Ella mir� el entorno y sin m�s se dirigi� a la rockola, puso una moneda y pronto comenz� a sonar �The Jack�, de AC-DC, y su cuerpo a seguir el ritmo del tema.
Los contados casuales espectadores est�bamos at�nitos, no perd� tiempo, llam� al mozo y le ped� que le acercara una cerveza bien fr�a, al recibirla ella inclin� el rostro hacia mi lado y me gui�� el ojo como gesto de agradecimiento.
Pero no solo eso, se movi� hacia un costado, siempre sobre la rockola, asegur�ndose que su trasero quedara apuntando a mis ojos, siempre al ritmo cadente del tema comenz� a balancearse, derecha e izquierda, una lado, el otro, con sus piernas levemente separadas parada sobre unos altos tacos.

Si su busto era perfecto su culo no era menos, unas caderas extremas, unas nalgas redondas, la tela brillante adherida me hac�a adivinar una diminuta tanga perdida en su cuerpo, sus movimientos me provocaban de tal manera que me sent�a endurecer bajo la mesa, si en mi mente hubiera dibujado la mujer perfecta sin dudas se hubiera asemejado demasiado a ella. Me incorpor� y fui a su lado, su rostro era angelical, unos grandes ojos celestes llamaron mi atenci�n, perfectamente delineados con r�mel, pintados en azul oscuro, el maquillaje cubr�a su joven rostro y sus labios en rojo brillante eran la manzana prohibida.

- Gracias por la cerveza!
- C�mo te llamas?
- No importa�
- Cu�ntos a�os tienes?
- Cuentos crees?
- Diecisiete? Dieciocho?
- Ja! cumplo diecinueve el s�bado�

Me perd�a ante su belleza, ella prosigui� la charla

- Tienes un cigarro?
- Si, pero� ac� est� prohibido fumar�
- Repito, tienes un cigarro?

Saqu� un cigarrillo y lo encend� en su boca, apenas unos segundos y el mozo vino a solicitarle que por favor lo apagara, ella en una actitud provocativa dio una gran pitada y larg� el humo con fuerza sobre la cara del joven que solo cumpl�a su trabajo, sonri� y apag� el pucho sobre la m�quina, entonces se acerc� a mi o�do y me dijo:

- Pag� las cervezas y vamos a tu casa, quiero coger�

No daba cr�dito a lo que escuchaba, repregunt� como un tonto y me respondieron como a un tonto, cuando ca�a el sol vol�bamos a mi departamento, por la velocidad ella se hab�a pegado a mi espalda, sent�a sus enormes pechos apretujarme por detr�s, sus brazos me rodeaban y me apretaban con fuerza, acariciando mi pecho y llevando cada tanto una mano a mi entrepierna, la perra me iba a hacer chocar!
Al fin llegamos, dejamos la moto y subimos por el ascensor, ya en ese momento se abalanz� sobre m� para meter su lengua en lo profundo de mi boca, casi sin dejarme respirar, una mano estaba apretando una de sus tetas, la otra recorr�a su trasero, ella me aferraba con violencia contra uno de los laterales, parec�a endemoniada, llegamos al piso, casi arrastr�ndonos llegamos a mi hogar, los nervios no me dejaban embocar las llaves en la cerradura, ella me atacaba por todos lados, como si fuera un pulpo.

Entramos, apenas tir� su cartera sobre la mesa de entrada, llegamos al dormitorio semidesnudos, bes�ndonos, como animales, ella solo repet�a �cogeme, quiero tu pija, c�geme toda��
Su peque�a remera y su calza brillosa quedaron en el piso, me empuj� sobre la cama, acarici� mi verga desnuda y sin perder tiempo vino sobre m�, la corri� y se sent� sobre ella, entr� de golpe, hasta el fondo, empez� a moverse, la sent�a entrar y salir de su concha, la dej� mover, entonces tuve los minutos m�s gloriosos de mi vida, embriagu� mi vista con su figura, su piel estaba por dem�s bronceada, blanca en sus senos, la l�nea que delimitaba los lugares donde no llegaba el sol era perfecta, eran dos enormes capullos blancos con dos preciosos timbres marcados, duros al tacto, esferas divinas, llen� con ellos mis manos y los lam� con dulzura, acarici� su cuerpo con calor de hombre.

Ella estaba ajena a mi vista, como encerrada en su mundo, jadeaba y gritaba con sus ojos cerrados llenando mis o�dos de placer, con su boca sedienta, saltaba sobre mi verga dura sin parecer importarle nada, enloqueci�ndome, embriag�ndome, sent� su mano derecha deslizarse entre su pubis y el m�o para masajearse r�tmicamente, era un volc�n a punto de estallar, no pod�a abstraerme de su belleza, sus gritos fueron en aumento, sus contracciones en torno a mi sexo tambi�n, la sent� llegar con mi verga en su interior, fue terrible.
Luego inclin� su espalda hacia adelante para desplomarse sobre mi pecho, sus gritos cesaron, apret� su boca contra la m�a, tomo mis manos entre las suyas y las tir� hacia atr�s como fingiendo inmovilizarme, sus anchas caderas segu�an movi�ndose, me sent� acabar y ella lo presinti�, sus gemidos de placer escapaban por sus labios a medida que sent�a el semen hervir, hasta que llen� su hermosa concha con mis jugos.

Todo hab�a sido muy r�pido, una explosi�n de placer, gir� sin decir nada, puso su sexo sobre mi boca y r�pidamente estaba chupando mi pija que hab�a perdido rigidez, tom� con mis manos sus enormes cachetes para separarlos, mi vista se centraba ahora sobre su concha, tan blanca como sus tetas, sus labios gordos y rosados, su entrada visiblemente manchada por el l�quido que le hab�a regalado, su esf�nter que se habr�a deseoso ante mis ojos, la lam� con ternura, r�pidamente mi verga volv�a a la acci�n y la sent�a erguirse en su boca, m�s cuando ella meti� las falanges de sus dedos anular � �ndice en su apretado culito para masturbarse por atr�s mientras aprisionaba entre mis labios su cl�toris.
De pronto salt� de la cama, fue hasta donde hab�a dejado mi jean, sac� el cinto, volvi� a mi lado, me lo entreg� para poner sus mu�ecas enfrentadas., una contra la otra y pedirme

- Atame las manos con el cinto

La mir� y le segu� el juego ajustando suavemente, pero ella reclam�:

- M�s fuerte, que duela�

Ajust� a�n m�s, observando en su rostro una mueca de dolor, entonces sigui� con un juego perverso:

- Pegame!
- Qu�?
- Qu� me pegues una cachetada!

Abr� mi mano y casi acariciando golpee su mejilla, a lo que reclam�

- As� no! p�game! literal, que me duela

Le di un poco m�s fuerte, suficiente para hacerle girar el rostro, puso la otra mejilla, excitada, reclam�

- Ahora m�s fuerte, como hombre!

Volv� sobre ella aun midiendo mi fuerza, pero lo suficiente para arrancarle un grito de dolor, mis dedos quedaron marcados en su piel, no me gustaba mucho este jueguito, a ella le fascinaba, se puso en cuatro patas, apuntando su trasero a mi lado y volvi� a pedir:

- Pegame en las nalgas, pero p�game fuerte, soy una nena mala y merezco que me castigues

Entonces si perd� el control, nunca hab�a vivido una experiencia as�, descargu� sobre sus cachetes una tras una mis fuertes nalgadas, sent�a picaz�n en mis dedos y sus gritos me enloquec�an, volvi� a pedir:

- Ahora haceme el culo! dale! M�teme la verga en el culo!

La tom� de las caderas y me acomod� tras ella, met� la pija en su concha sac�ndola empapada en resto de jugos y semen que antes le hab�a dejado, la apoy� en su esf�nter y dulcemente lo deslic� en su interior, casi sin resistencia, no sal�a de mi asombro, comenc� a moverme mientras con mis manos apretaba su peque�a cintura, casi pod�a rodearla con ellas, la empuj� hacia abajo de manera de arquearla y notar as� como sus caderas parec�an m�s anchas que nunca, esos enormes cachetes bronceados, esa delgada �v� blanca que hab�a dejado marcada su peque�o traje de ba�o, sus gritos, sus gemidos, era lo mejor que me hab�a pasado en la vida.

Se la saqu� unos segundos para calmar mi calor, pel� mi verga contra mis test�culos dejando mi glande desudo, la hac�a gritar enterrando y sacando solo la cabeza, su esf�nter la apretaba con fuerza y al sacarla lo ve�a latir, como queriendo cerrarse sin lograrlo, estaba llegando otra vez, ella me incitaba con palabras sucias, la leche empez� a fluir por la punta, segu� en el juego y mis jugos corrieron por su trasero, bajando por los labios de su concha, empuj� entonces profundo para gritar mi descarga final en lo profundo de su ser.

Respiraba con dificultad, excitado, parec�a que el coraz�n estaba por salir de mi pecho, gir� hacia mi lado y mientras me ofrec�a sus manos para liberarla, con premura me pidi� que le indicara donde estaba el ba�o, ten�a arcadas, la acompa�� casi corriendo.
La sent� vomitar, me qued� pensando, todo era demasiado extra�o, mientras estaba en el ba�o tom� su cartera para hurguetear en su interior, encontr� su documento, Mariela era su nombre, ten�a apenas diecis�is reci�n cumplidos, me quise morir, estaba en un serio problema, le llevaba diez a�os y sea como fuere estaba con una menor.
Ella me sorprendi� con su documento en mi mano, se hab�a lavado la cara sacando todo ese maquillaje, vi una ni�a en su rostro, una mujer en su cuerpo, la mir� extra�ado y solo pregunt�:

- Por qu�?

Mir� al piso, se puso a llorar como una chiquilla a la que se le roban un juguete, entre sollozos larg� sus palabras:

- Perd�n, yo no soy as�. Tengo un embarazo de un mes, mi novio me dej�, ahora es el novio de mi mejor amiga, no le importa lo que tengo en las entra�as, dice que no es suyo, no me importa, no quiero obligarlo a nada, pero duele, como me duele. Solo quer�a vengarme de �l, si me trataba como rea quise ser rea, y t� sin saberlo fuiste el arma para vengarme, para descargar mi furia�

No supe que decir, que pensar, solo la abrac�, por sus rostro rodaban las l�grimas y mis dedos a�n permanec�an marcados en su piel, se cambi� y la llev� hasta su domicilio, en el viaje volvi� a abrazarse a m�, pero esta vez como una ni�a que busca contenci�n, como perdida en este mundo.
Nos besamos en la mejilla y esper� hasta que cerrara la puerta, ya no me llamaron la atenci�n ni sus pechos ni su culo, solo pensaba en sus sentimientos, medit� todo el viaje de regreso a casa.
Nunca m�s la vi, nunca m�s supe de ella, a veces paso por su calle, paro frente a su casa y hasta adivin� a su padre y su madre, pero jam�s supe nada de la vida de Mariela�



Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 5
Media de votos: 8.60


Relato: LA ROCKOLA
Leida: 20946veces
Tiempo de lectura: 5minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados





























como me desvirgo relatos insesto sexRelatos eroticos largos haciendo tarea con mi prquena hermana Relato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos de fantasías sexuales con la hijastra de mi esposaRelatos de sexo no consentido con misioneras americanassexo en saunasrelatos porno de amor filial con imagenesrelato xxx incesto abuelo nietasoy profesora y tuve sexo con un alumnono lo puedo creer pornos relatosrelato porno free de sadismo torturaLesbirelato mis braguitasnegra colombiana follandoRelatos eroticos incestosrelato porno d amor filialPorno relato de buelta a la finca bdlol.rurelato porno hermanos en vacaciones/relato31519_La-nena-vino-por-consuelo-y-se-fue-con-el-culo-roto-(2).htmlrelatos porno con mi suegrami hija mi puta dia 3relatos eroticos d viajes en bus con nenitasrelato erótico chica folla con un taxista viejoRelatos de sexo entre padre e hijaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos gays mi cu�adome saque las ganas de cojer con un negro . Relato viole a mi hermanita relatos eroticosRelatos porno la nena Relatos eroticos de incestorelato erotico jugando con mis vecinitas ala mama y papamami lesbi relatos xxxrelatos de sexo desvirgada por perros follando culos virgenesRelatos er�ticos gratis jugando caballito con mi peque�a hijarelatoseroticos inyeccion en la nalgarelato gay con maduro vecinovieja de 80 años follandobuscar historias eroticas de 11 gratissexo pareja madurarelatos eroticos mama es miarelato porno erotico xxx primo 14relatos eroticos con la vecina ecuadorrelatos eroticos mi sobrinita la deseorelatos culito de chavitasPorno relato haciendo el 69 con mi mama obesaRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezIncesto con la abuela relatadosRelato erotico a la fuerzami prima me hace una paja relatos eroticos gratisrelato incesto mis tres hijasRelatos eroticos no consentido sobrinarelatos de esposas q aceptaron hacer un trio hmh incesto nina abuelo relatorelatos sexo anal con suegrasrelatos eroticos anal entre familiarelatos porno el ingenierohistoria eroticas de nenas de 10 gratismi primita y su paleta relatos eroticosRelatos de zoofilia hombres con cachorrasrelatos xxx la verga de mi suegrobdlol.ru padrechiquilla de nueve desarrollada relatos eroticosmis relatos porno mi primera vez con perreoRelatos eroticos mi madre y yo en la playa nudistami hijita de 9 añitos relatorelatos eróticos xxx sobrina de 10 uniforme piernasrelatos eroticos pille a mi padre follando a su hermanaTodo relatos mi madre me baja la fiebrerelato de sexo con mi cuñadopeliculas porno bixesualesrelatos eroticos sobrina 12incestos en familiaIncesto con la abuela relatados