Relato: Entre compadres Por cuestiones de familia, cari�o o no se bien, me hice compadre del primo de mi esposa, bautice a sus dos hijas, nuestra relaci�n era normal, de mucha confianza, incluso a veces brome�bamos muy fuerte
en la semana de vacaciones se vinieron de visita a casa, nos acomodamos como pudimos ya que no es muy grande la casa, por falta de sexo debido a la visita me estaba poniendo cachondo, y una noche que se me ocurrio quedarme solo en la sala, ve�a un canal que me aburrio y empece a cambiarle, halle sin pensarlo una pel�cula erotica bastante buena, fue tal el efecto que empece a tener una erecci�n, aprovechando la penumbra empece a tocarme, lento y suave
no se cuento tiempo corri� pero estaba tan distra�do que cuando me di cuenta fue demasiado tarde, cerca de mi estaba la esposa de mi compadre, con su playera y sus boxers, sent� una mezcla de pena y otra de calentura, por que note que no hice el menor intento de desviar su vista, tanto que tomando valor me la saque y empece a mastubarme delante de ella, que miraba inquieta, esa mezcla de excitaci�n y miedo a ser descubierto por otras personas agrego un grado de morbo enorme, que aumento cuando la vi caminar despacito hasta estar delante mio, nos mir�bamos sin decir palabra
sin pedirlo, ella se bajo suavemente sus b�xer quedando en calzoncitos cacheteros de encaje negro, sent� un calor brutal, sent� masturb�ndome mientras ella encendida lo meneaba, hasta que presa de su propia excitaci�n los bajo hasta sus rodillas, se empino y con lento movimiento se engullo mi verga con aquellas nalgotas preciosas, soltando un quejidito sensual, la tome de sus caderas y la ayude a subir y bajar, apague la televisi�n
eso detono su ardor, solita comenz� a cogerme, mont�ndome, subia y bajaba, tan rico, tan sabroso que apenas contenia la leche, con un ahogado susurro le dije que estaba a punto de venirme que no pod�a mas, ella se lo engulo completo y comenz� a moverse de una manera exquisita, quer�a detenerla pero cuando susurro "d�mela toda compadre" ya no pude mas y eyacule como bestia en celo, ella no se detuvo hasta sentir que quedaba suave mi verga
sus gestos eran tan sensuales, lentamente se saco mi verga, para rematar mi excitaci�n, se inclino y me dio una mamada genial, hasta dejarla limpia, se levanto y se visti�, camino hasta el ba�o y poco despu�s salio y se metio al cuarto, la imite y en poco rato dormiaa satisfecho y deslechado
al dia siguiente nos tratamos como siempre, llego la noche y estaba inquieto, me quede ora vez en la sala, solo, todos dorm�an, esta vez solo llevaba un b�xer sin interiores, en eso se abri� la puerta del cuarto de visitas y salio quien menos esperaba, mi compadre, medio dormido me saludo, paso al ba�o y se sento junto a mi
platicamos en voz baja, no se como salio el tema del sexo, y yo con mi erecci�n a tope, nunca me espere, lo que paso, sent� su mano tocar mi bulto, nos miramos y por pinche caliente lo deje continuar, no tardo mucho antes que mi querido compadre me estuviera haciendo una masturbada deliciosa
pero esa es otra historia
saludos
s�
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Relato: Entre compadres
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