El se qued� inm�vil, petrificado. Baj� con mi lengua, desliz�ndosela por el cuerpo, hasta los pies. Sub� otra vez hasta su boca. Esta vez me bes� el, con todas sus fuerzas, como si lo hiciera por primera vez.
- Besas muy bien - le dije apart�ndome unos cent�metros hacia atr�s, para contemplarlo mejor-
- Nunca he besado antes- me dijo - y le cre�.
- Me dijiste en el ba�o una cosa, �sta ma�ana, que me gust� mucho - le dije al o�do.
- � S� , qu� fue ?
- Que pod�a hacerte lo que quisiera- dije pas�ndole mi lengua por el l�bulo de su oreja-
El se escurri� un poco, y sonri�. - S� - asinti� con la cabeza -
- � Y sabes lo que quisiera hacerte? - susurr�.
Temblaba. Reconozco que aveces soy un poco canalla. Pero me vuelve loco soberanamente sentir la excitaci�n de un chaval joven, inexperto, pero deseoso de aprenderlo todo.
- No se - dijo - lo que sea...
- Jajaja... para empezar, quiero que me desvistas ...� quieres?
Me desabroch� el cintur�n, me baj� los pantalones, me quit� la camiseta, no llevaba nada m�s.
- Ya est� - dijo.
- Mmmm... Eres un chico obediente- dije todo pedante.
Mi pene estaba erecto, se lo se�al� levemente con una mirada y el se arrodill�.
Se abraz� de mi, y aplast� su cara contra mi vientre. Sent� como aspiraba profundamente el olor que desprend�an mis atributos. Sonre�, el muchacho era de los m�os, inspeccionaba primero con el olfato, como un sabueso a su presa, antes de devorarla.
Su lenguecita pas� primero por encima de mi glande, que dio un peque�o respingo, y sigui� luego recorriendo el resto de mi pene en toda su extensi�n.
Lleg� a la base, se perdi� en la espesura de mi pelambre. Volvi� hacia mi glande, abri� su boquita y me lo comi� todo. Sent� como sus labios carnosos se deslizaban sobre mi pene hasta engullirlo totalmente. Y luego volv�a hacia atr�s , para retomar el camino de nuevo hac�a adelante... Sent�a sus deditos aferrados en mi cintura. Pas� mi mano sobre su cabeza, como un rastrillo. Mis dedos se hundieron en su cabellera espesa. Estaba en la gloria. As� un buen rato. Lo incorpor�. Ten�a la boca abierta como una rosa. Met� mi lengua en su interior. Recorr� toda su concavidad . Nuestras lenguas se entrelazaron, gem�a.
Pos� mi manos sobre sus dos dos tetitas. Apret� levemente sus pez�nsitos con mis dedos. Los pellizqu� levemente. Sent� como se retorc�a de placer. Los apret� con m�s fuerza. Cerr� los ojos y los labios. - M�s - dijo desafiante.
- � M�s ? - dije - y le clav� las u�as ...
Sent� como brotaba de su penecito un chorro de l�quido lactoso que me corri� sobre las piernas. Convulsion�.
Le di media vuelta, de espaldas a mi, y baj� hasta la altura de su culito.
Lo abr� con mis dos manos. El ojo de su ano estaba cerrado, lo escup�. La saliva se escurri� por su ranura. Acerqu� mi lengua, y la frot� sobre toda la superficie. Temblaba. Se retorc�a de placer. Sent� como su agujero se expand�a. Met� un dedo, dos, forc� un tercero...
- � Te duele ? Pregunt�.
- No importa - dijo a media voz -sigue...
Escup� sobre mi mano y embadurn� mi pene .
Lo encamin� al ojo de su ano. Di un leve empuj�n, el me ayud� abriendo a�n m�s sus nalgas con las manos y agach�ndose levemente. Mi pene entr� en el. Recorri� lentamente el conducto de su ano, hasta el fondo. Era un chico valiente. Estoy seguro que le estaba doliendo, pero no dijo ni mu. Se removi� a gusto. Hac�a que mi pene entrara y saliera...me produc�a un inmenso placer, pero sobre todo, el saber que lo hacia a gusto, que el tambi�n gozaba, y que quer�a agradarme, eso me pon�a a mil.
- � Te gusta papi ? - dijo usando por primera vez esa palabra .
- Me encanta, mi peque�o -dije - eres un chico muy bueno.
- Gracias - dijo - me gusta obedecer a papi.
Cuendo iba a correrme, quit� mi pene de su culo y lo hice en la arena.
- � Por qu� lo has hecho as� - pregunt� un tanto molesto -
- As� debe ser peque�o - le respond� - nunca dejes que nadie se vaci� dentro tuyo � ok ? Yo es que aqu�, donde me has obligado, no ten�a ni un puto cond�n - re� - pero bueno, una excepci�n....por ti, bandido...� ahora s� que subir�s a mi cuarto, a ba�arte al menos ?
- No, papi, es muy tarde, dijo, creo que debo volver a casa, ma�ana...
- Lo se, ma�ana yo tambi�n tengo tarea...
- No me has dicho como te llamas- dijo vergonzoso -
- Antonio - dije - puedes llamarme Antonio.
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Relato: NOTAS DE VIAJE ( 3 )
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