Relato: Una noche de tragos con Salvador, el esposo de mi tia Hola a todos, mi nombre es Gustavo tengo 25 a�os mi relato cuenta como una noche de tragos con el esposo de mi t�a cambio por completo mis gustos sexuales.
Tengo una t�a con la que siempre he sido muy apegado desde ni�o con ella y su esposo Salvador, ya que ellos nunca tuvieron hijos, pero es ahora que caigo en cuenta que su esposo desde siempre estuvo tratando de tener alg�n contacto sexual conmigo. Recuerdo que cuando ten�a como 11 a�os una vez salimos a un paseo y como no cab�amos en el coche, Salvador me dijo que me sentara en sus piernas, yo como era un ni�o y no ten�a ninguna malicia lo hice sin problemas y recuerdo que sent�a algo duro en mis nalgas pero no le prestaba atenci�n. En otra oportunidad, ya ten�a como 15 a�os, fui a dormir en casa de mi t�a y casualmente tuvieron un problema y �l se fue a dormir a mi cama ya que cab�amos los dos, y recuerdo que sent�a como si me sobaran las nalgas y la espalda, pero el sue�o que tenia era m�s fuerte que yo y tampoco le di mayor importancia al asunto. Y as� pasaron varias cosas, por ejemplo, a veces me nalgueaba o me agarraba el pito pero como yo lo ve�a como mi t�o me parec�a que solo eran juegos y nada m�s.
A los a�os mi t�a enfermo y se fue a vivir a otra ciudad donde recib�a tratamiento m�dico, dejando a Salvador para cuidar la casa y los negocios, por lo cual yo ya no los ve�a casi.
Ya siendo adulto de 25 a�os graduado y casado, un d�a me consigo a Salvador y me invita a su casa para tomarnos unos tragos ya que hac�a mucho que no nos ve�amos, yo le dije que s� y que me esperara en la noche.
Casualmente esa noche mi esposa no se sent�a bien y no me quiso acompa�ar. Yo decid� irme solo para cumplir con la palabra que le hab�a dado a mi t�o. Llegue a la casa y me recibi� con un abrazo y un vaso de whisky, le pregunte por mi t�a y me dijo que todav�a estaba fuera de la ciudad y que estaba el solo en la casa. Pasamos a la sala a bebernos los tragos y hablar de todo un poco.
Ya a eso de las 3 am le dije que me ten�a que ir y me respondi� que mejor pasara la noche ah� porque ya yo estaba tomado y el viaje era largo y peligroso. A m� me pareci� sensato y decid� llamar a mi esposa para avisarle que llegar�a por la ma�ana.
Una vez colgu� el tel�fono, Salvador me sirvi� otro trago y me invito a seguir tomando en la piscina. Nos fuimos a la piscina y nos quitamos toda la ropa, Salvador cuando me vio desnudo me dijo: �sobrino como has crecido tienes un cuerpo envidiable� � en eso �l se desnuda y me pregunta: ��y yo que tal estoy?� � yo lo mire de pies a cabeza y le dije que se ve�a bastante bien, de hecho, �l tiene como 50 a�os es bajito y moreno casi negro, con un poquito de barriga pero nada mal para su edad, y sin mencionar que tiene una polla negra muy grande.
Nos metimos en la piscina y seguimos bebiendo, yo no s� si era por el alcohol, pero yo no dejaba de ver la enorme polla de Salvador hasta un punto que no resist� la tentaci�n de toc�rsela y se la roce con mi mano, el se dio cuenta lo que yo sent�a y me dijo: ��te gusta mi polla? Ven agarrala sin pena�- yo le dije que en todo este tiempo ignoraba que el tuviera una verga tan grande y se la agarre y la compare con la m�a, �l la ten�a el doble de larga y gruesa. No s� c�mo pero de repente ya lo estaba pajeando. El se sent� en el borde de la piscina y yo le pajeaba la vergota negra que ya estaba bien dura y gruesa, tanto as�, que lo masturbaba con las dos manos.
Yo se la halaba con fuerza y el gem�a de placer y me dec�a: �as� Gustavito as� me gusta� � yo tambi�n estaba bastante excitado hasta que no aguante mas y me met� su tronco en la boca y se lo empec� a chupar. Era primera vez que lo hacia pero lo hacia como un experto. Le chupaba esa cabecita gruesa y negra y se la mordisqueaba, me lo met�a todo en la boca y me lo sacaba con fuerza, sus pelotas que eran inmensas y peludas tambi�n me las metia en la boca mientras lo pajeaba al mismo tiempo.
El me dec�a: �asi sobrino c�meme la polla como todo un puto� � y yo al escuchar eso mas arrecho me pon�a. Se la mame un buen rato hasta que se levanto y me pidi� que nos fueramos a la habitaci�n de mi tia. Yo lo segu� sin pensar en nada.
Una vez en la habitaci�n me puso en cuatro patas y comenz� a lamerme el culo. Me pasaba la lengua por mi orificio y me metia el dedo al mismo tiempo. Yo gemia de placer era una sensaci�n incre�ble la que estaba sintiendo en ese momento, mi culito virgen estaba siendo preparado para recibir ese pedazo negro de Salvador. El segu�a metiendo sus dedos y mi culo se abria y cerraba, era tanta mi excitaci�n que llegue a suplicarle que me clavara de una vez.
Ya con mi culo dilatado, Salvador apunt� su pija y me la fue metiendo poco a poco. Era tan gruesa que su cabeza costaba en entrar y cuando lo hizo me doli� mucho. El me dijo que me relajara que al principio me doler�a un poquito pero despu�s lo iba a disfrutar.
Poco a poco lo fue metiendo, yo ya no aguantaba y no espere a que lo terminara de meter, sino que empuje hacia atr�s trag�ndome toda esa verga por el culo. Senti que se me rompia en dos pero no me importaba en ese momento solo quer�a ser culiado con furia.
Salvador me daba con fuerza lo metia y sacaba sin piedad y yo disfrutaba de ese rolo que me rellenaba. Me agarraba por las caderas y me lo empujaba dur�simo.
Despu�s me lo saco y se sent� frente a un espejo y me dijo: �ven Gustavito si�ntate en mi polla y mira al espejo para que veas tu culo como recibe esta vergota� � yo me sent� de espalda a �l, tome su pija y me la introduje en mi hueco hasta que entro toda. Yo ve�a como mi culo se expand�a con el mete y saca y como solo quedaban sus guevos afuera cuando me lo clavaba todo. El me dec�a: �sobrino yo sab�a que alg�n d�a esto pasar�a siempre hab�a querido follarte ese culo rosadito y duro que tienes�. Yo le dec�a: �si dame duro que rico se siente � ahh asi�.
Luego me acoste boca arriba el puso mis piernas en sus hombros y me clavo nuevamente. Yo dec�a: �ahh si follame duro t�o como te follas a mi t�a� � el al escuchar mis gemidos me daba m�s duro hasta que me dijo: �me vengo donde quieres mi leche�- yo le dije: �ll�name el culo de leche� en eso el grito AAHH! Y sent� como sus chorros de leche caliente llenaban mi culo lo que hizo que tambi�n me viniera sobre mi abdomen.
Nos dimos un chapuz�n en la piscina y luego a dormir, mi culo estaba adolorido pero complacido.
Luego mi t�a regreso a la casa y no nos hemos visto m�s, creo que es mejor as� aunque Salvador despert� en m� un deseo sexual que no conoc�a.
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Relato: Una noche de tragos con Salvador, el esposo de mi tia
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