Relato: LO CONSEGUI

Llevo tiempo leyendo relatos, pero no me atrevia a escribir el mio, asta ahora pensaba que todo lo que se escribe aqui no suele ser cierto, pero lo comente con el y me convencio para que plasmara nuestro primer encuentro.

Me llamo Mari Jose, tengo 45 a�os soy casada y con dos hijas maravillosas, como cas� todas las mujeres de mi edad, tengo un marido que solo le apetece de vez en cuando y yo pensaba que eso es lo normal, ya que a todas mis amigas les ocurre lo mismo.

Hace unos meses, en el verano, llamanos a un amigo nuestro para que nos hiciera un poco de obra en casa, una chapuza, pero alquien tenia que hacerla y el era el m�s apropiado, debido a la confianza que mi marido tiene con el.

Un d�a se presento en casa, carpeta en mano, empezamos a mirar lo que ten�a que hacer y me encanto verlo as�, tan seguro de si mismo, controlando la situaci�n en todo momento, aquello me excito.

A partir de ese d�a empece a mirarlo de otra manera, como tuvo que ir varias veces a casa, unos de los dias decidi provocarlo, me puse una bata y debajo de esta solo llevaba un tanga, con mis pechos al aire, aunque tapados por la bata.

Cuando llego, abri la puerta y vi su cara de sorpresa, me disculpe diciendole que se me habia olvidado su cita y acababa de salir de la ducha.

Nos dirijimos a la cocina, el iba delante, igual que siempre, controlando, muy seguro de si mismo, y yo cada vez mas excitada.

Le dije si no le importaba que le atendiera as�, puesto que estaba m�s comoda que con la ropa, el me miro de arriba hacia abajo y sonriendo dijo que el tambien lo preferia, al menos me alegras la vista.

Te gusta lo que ves.
--La lastima es que se ve poco
No me digas que te gustaria ver mas?
--Solo hay una forma de comprobarlo, ense�ame m�s a ver que ocurre.

Me abri un poco la bata, dejando ver mis piernas a la altura de los muslos mientras le sonreia.

El lo entendio, me rodeo con sus brazos y busco mi boca con la suya, su lengua busco la mia y respondi al beso mientras mis manos rodearon su cabeza, mi lengua recorrio su boca respondiendo a su caricia.

Como besa, pense, llevaba a�os sin que me besaran as�, mientras notaba como mi tanga se mojaba, sus manos acariaban mis pechos, me quito la bata y sin dejar de besarme su mano busco mi entrepierna, separo el tanga y sus dedos empezaron una caricia en mi co�o, ya no me acordaba de ser capaz de mojarme as�.

Me hizo sentar encima de mesa, bajo mi tanga, su boca empezo a bajar, besaba mis pechos mientras sus manos acariciaban mi espalda, llego a mi vientre acariciando con su lengua, me abri de piernas para que su boca llegara a mi co�o, empezo a comermelo de una forma magistral, su lengua me estaba matando de placer, empece a mover mis caderas cuando mi corrida empezo a recorrer mi cuerpo, entonces metio sus dedos en mi co�o y empece a correrme como una loca, entonces se puso de pie, sus labios buscaron los mios y note como su polla entraba en mi co�o, aun estaba disfrutando de mi corrida y lo que consiguio fue encadenar un orgasmo tras otro, se metia y salia con tal rapidez que crei que no iba a dejar de correrme n�nca y su boca seguia pegada a la mia.

Cuando me relaje, me abrace a el, me temblaban las piernas, el respondio a mi abrazo acariciando mi espalda y subiendo su mano para acariciar mi nuca, eso me encanto, me senti bien, feliz con su polla dentro, sin moverse, esperando que me relajara, pero sin dejar de darme placer.

Le mire a los ojos, me baje de la mesa, baje mi cabeza y meti su polla en mi boca, fue como lamer el mejor manjar, mi lengua recorria su polla mientras llegaba a mi garganta, aprete sus caderas con mis manos, queria su polla lo m�s dentro posible de mi boca, el cogio mi cabeza, fue como una caricia, seguia chupando, queria su corrida en mi boca, queria devolverle el placer que habia recibido.

Pedro me aparto, esta vez fui yo quien se apoyo en la mesa dejando a su vista mi co�o y mi culo, tenia una vision perfecta, apoyo la cabeza de su polla de nuevo en mi co�o, empujo y me la metio de un solo golpe, sus manos en mis caderas, empezamos a movernos y volvio a buscar mi punto de placer con sus dedos, empezo la caricia sin dejar de bombear, note como su mano se apoyaba en mi culo, su dedo buscaba mi ano, empezo a meterlo y sacarlo, el placer que sentia hizo que corriera de nuevo a los pocos minutos, saco su polla de mi co�o y la dirijio a mi culo, le deje hacer, a pesar que ninguna polla habia visitado mi culo, metio su polla sin demasiado esfuerzo, debia de estar dilatado porque de da�o, nada de nada, cuando note como sus caderas golpeaban mi culo, fui yo la que empece a moverme, deseaba que sintiera tanto placer, estaba desbocada, mis caderas buscaban el movimiento para sentirlo dentro de mi.

Sus manos cogieron mis caderas para que detuviera el movimiento y empezo a correrse dentro de mi, sentir su leche caliente dentro de mi, hizo que empezara a correrme de nuevo, el espero para sacarla asta que termine de correrme, cuando se salio busco de nuevo mi boca, su lengua busco la mia.

Mis pensamientos eran de que ese hombre era una maravilla, hacia el amor sin dejar de acariciar, respondi a su beso con una pasi�n que no crei fuera capaz de tener.

Cuando nuestras bocas se separar�n, me pido ir al ba�o, escuche como corria el agua, se estaba lavando, me fui hacia el ba�o, empece a lavarle con mi mano mientras buscaba de nuevo su boca, me encantaba besarle, su mano fue a mi co�o y sus dedos se metier�n dentro de mi de nuevo, empece a secarle su polla y me puso en el vide, mi boca busco su polla, aunque flacida, queria tenerla dentro, sentir su sabor de nuevo, empece a chuparsela, mi lengua empezo a buscar su placer, note como se iba hinchando, me gusto la sensaci�n de sentir como se iba poniendo dura con mis caricias, me le meti entera, mi lengua empezo a lamer sin sacarla de mi boca y note como sus gemidos iban en aumento, aprete mas mi cabeza contra el, queria su leche en mi boca a toda costa, empezo a correrse y me gusto sentir su corrida dentro de mi boca, empeze a tragar asta no dejar ni una gota.

Cuando se puso flacida de nuevo, hizo lo que no creia que ning�n fuera capaz de hacer, bajo su cabeza, busco mi boca y su lengua busco la mia, me beso con tanta fuerza como el primer beso.

Por supuesto hizo la chapuza, aunque ahora somos amantes, consiguio sacarme un placer que ya no creia capaz de tener.

Mis amigas siguen diciendo lo mismo de sus maridos, pero no me atrevo a decirles que un amante puede solucionar sus problemas.

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