Relato: amor en la casba Hola soy Pedro y os contar� algo que me sucedi� en Marruecos hace algunos a�os y que no he contado a nadie por miedo a perjudicar a mis amigos all�. Trabajo en una empresa que tiene una filial en una ciudad de Marruecos que no voy a decir. Antes pasaba largas temporadas hasta que logramos construir la f�brica. All� viv�a en un hotel donde todo el mundo era de fuera del pais. En el hotel hab�a un relaciones p�blicas cuyo trabajo era procurar que la gente estuviera lo m�s a gusto posible y que no se fueran a otro hotel clientes como yo de larga estancia que dejaban buenos beneficios, su nombre era Hafed.
Yo no sol�a salir nunca y apenas pasaba tiempo en mi hotel ya que prefer�a trabajar en la empresa hasta tarde. Un d�a estaba cansado y me dol�a la cabeza, regres� pronto a mi hotel y me encontr� con Hafed:
-Buenos d�as Don Pedro, hoy parece que regresa pronto del trabajo.
Le respond� que no me encontraba muy bien y que me ir�a pronto a la cama. Me sorprendi� su respuesta. -Hay que disfrutar m�s de la vida y no trabajar tanto. Le vendr�a bien conocer a alguien que le hiciera un poco de compa��a. Tenga Don Pedro este es mi tel�fono particular, no lo dude, ll�meme, tengo la compa��a que necesita. Me qued� sorpredido pero estaba tan cansado que ni respond�.
Esa noche me qued� muy pronto dormido pero me despert� de madrugada con una enorme erecci�n. Agarr� mi verga con una mano y empez� a mene�rmela acordandom� de la �ltima vez que foll� con mi novio Roberto antes de volver aqu�. Fue una noche en la que invitamos a F�lix un amigo franc�s a hacer un tr�o. Yo era el m�s pasivo de los tres y me penetraron los dos varias veces antes de correrse. Siempre me ha gustado ver como se corren los hombres cuando se la chupo o me dan por el culo me produce gran placer ver como soy capaz de provocar a un hombre el placer de correrse. Me acord� tambi�n de un compa�ero de trabajo que siempre iba detr�s de mi pero dec�a que yo era un maric�n cosa que ya sab�an todos pues era declarado y mi venganza fue seducirle, hacer que me la chupara y chup�rsela hasta correrse mientras lo grababa en video luego misteriosamente aparecimos los dos desnudos chup�ndonos el rabo, la gente no se ri� de mi sino del pobre idiota.
A la ma�ana siguiente, desayun�, me fui al trabajo y estuve todo el d�a pensando en la proposici�n de Hafed. Hac�a m�s de dos meses que no ten�a relaciones y eso me estaba afectando. Pasaron dos o tres horas antes de que levantara el tel�fono y hablara con Hafed.
Me atendi� con gran amabilidad y me dijo -Don Pedro, s�lo digame �le gustan m�s j�venes o m�s maduritos? -�Por qu� no ambos? -Muy bien, Don Pedro, hasta pronto.
Casi no pod�a pensar en otra cosa, estaba ansioso y de vez en cuando ten�a una erecci�n pensando en lo que har�a esa noche. Intent� centrarme hasta lahora de la salida.
Cen� deprisa y fui para mi habitaci�n, en el hall me encontr� con Hafed que me susurr� que todo estaba en orden. Me duch� y me puse un tanga negro que me gusta ponerme cuando cuando caliente y como yo digo, quiero sentirme muy maric�n. Parec�a que no pasaba el tiempo pero derrepente alguien golpe� a la puerta, mi coraz�n dio un vuelco y fui a abrir.
Hafed hab�a elegido bien, uno ten�a unos veintisiete a�os como yo en ese momento y el otro unos cuarenta. el m�s maduro era moreno con bigote, pelo rizado, delgado, alto bien musculado y muy bien parecido el m�s joven de piel m�s clara algo m�s bajo de expresi�n muy agradable y serena. Tomamos algo de beber que ni me acuerdo de que era y me preguntaros si pod�an ducharse yo les dije que ten�a algo mejor y les llev� al ba�o donde hab�a encendido el yakusi. Ellos se desnudaron y se ducharon antes de meterse al yakusi. Yo me quit� el albornoz y me qued� en tanga el maduro me dijo que le gustaba lo que ve�a y eso me provoc� la ercci�n que no me abandon� hasta el final. En el Yacusi empezamos a rozarnos con las manos las piernas hasta llegar a agarrarnos los miembros.Yo ten�a en la mano ambas pollas, eran maravillosas. La del m�s joven era grande curvada hacia arriba con el capullo rosa, preciosa y la del m�s maduro era recta oscura con un gran capullo, con unos grandes huevos y sobre todo enorme... Los tres salimos del Yacusi y nos fuimos a la cama casi sin secarnos. Les com� la polla con gran ansia, hac�a mucho tiempo que no me com�a un rabo, pero el maduro me dijo: sin prisa, no hay prisa. Efectivamente ellos no tienen prisa estuvimos saboreando nuestras pollas horas yo disfrut� desnudo entre elos chupandoles el miembro. Despues me prepararon el culo con lubricantes que tra�an me lo trabajaron con la lengua y despu�s de un rato empez� a penetrarme el m�s joven no se cuanto tiempo estuve disfrutando con el en varias posiciones hasta que el maduro se cambi� con el. Menuda enculada, not� como me penetraba aquel falo enorme y pude sentir perfectamente con me introduc�a cada cent�metro de su polla dentro de mi. Me sent� tan maric�n que en cuanto empez� a moverse tuve una enorme eyaculaci�n tan fuerte que como estaba boca arriba me moj� toda la cara. Pero le ped� que siguiera foll�ndome, que no parara ya que sent� que otra erecci�n volv�a a endurecer mi miembro. Al rato not� que ambos se quer�an correr les dije que la mantuvieran en mi boca y en mi culo y segu� chupando la verga al m�s joven hasta que se corri� en mi boca el otro me pidi� que si pod�a correrse tambi�n en mi boca pues al parecer eso all� es lo mejor que le pueden hacer a un maric�n y le dije que si, as� que con todo el corrid�n del otro me met� su rabo en la boca y segu� chupando hasta que el hombre se corri�. Estaban muy contentos porque los dos correrse en mi boca era como haberme hecho el mejor honor que pod�an tener conmigo. Descansamos un rato y nos fuimos a duchar.
Si estais interesados en como sigui� esta experiencia pronto escribir� la continuaci�n.
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Relato: amor en la casba
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