Todo comienza en Grecia, Aquiles, conocido h�roe aqueo; hijo
de la diosa Tetis esposa del anciano Oc�ano, pasea solo por f�rtiles campos,
dejo atr�s a sus escuderos por que quer�a pensar , bueno eso fue los que les
dijo. Una vez que esta alejado mira a su alrededor para cerciorarse que
realmente esta solo; una vez hecho esto se sienta en una roca lisa y se quita su
t�nica y ropa interior, dejando al descubierto su cuerpo perfecto: brazos
robustos, piernas como 2 grandes columnas, un pecho musculoso; todo cubierto por
una bronceada piel y una capa de vello que resalta en el pecho. Pero sin duda lo
que mas resalta es su gran verga, larga, ancha, con una cabeza rosada... En la
base de esta cuelgan sus 2 g�evos, de igual manera grandes y velludos que forman
una hermosa vista codiciada pro muchos.

Empieza a acariciar su pecho con la mano izquierda y con la
diestra masajea sus g�evos y verga, despu�s con suavidad empieza a masturbarse.

A lo lejos sin que ninguno se haya dado cuenta esta H�ctor,
h�roe troyano, que caza por las cercan�as del lugar donde esta Aquiles. H�ctor
ve a lo lejos la figura de un hombre desnudo y cree que esta herido y corre en
su ayuda. Al llegar donde esta Aquiles este se sobresalta y dirige a H�ctor las
siguientes palabras:

Aquiles: H�ctor, perro troyano vete y calla lo que has visto
si no quieres morir

H�ctor: No he visto nada quien querr�a ver el cuerpo desnudo
de un asqueroso aqueo

H�ctor momentos despu�s de decir esto siente como contra su
voluntad, puesto que no quer�a que Aquiles se diera cuenta, su miembro empieza a
crecer.

A: Nos has o�do que te largues troyano

H: No tengo por que irme no eres nadie para orden�rmelo

Aquiles se para dejando una perfecta vista de su cuerpo a
H�ctor y dice:

A: Ustedes troyanos domadores de caballos siempre crey�ndose
amos de la vasta Grecia, nunca han hecho nada en al batalla sin el auxilio de
Febo Apolo

H: Y se atreve a decir eso el hijo de una diosa

A: En lugar de hablar como ni�os luchemos

H: Adelante no tengo miedo de ti

A: Pero, sin armas a pu�o cerrado

H: De acuerdo, te ganare de todas formas

Aquiles que en su interior sent�a deseo por H�ctor no quer�a
herirlo con el agudo filo de la espada y estropear su cuerpo con una cicatriz.

Ambos contendientes se aproximaron. Aquiles tiro a H�ctor,
pero este lo sujeto t rodaron los 2 colina abajo hasta llegar al r�o. En el
transcurso H�ctor hab�a perdido todas sus ropas por al h�bil mano de Aquiles,
H�ctor tambi�n hab�a podido rozar el cuerpo de Aquiles en varias ocasiones, esto
lo excitaba aun mas a tener contacto carnal con su enemigo.

Al caer al r�o ambos se soltaron para no ahogarse y nadaron
la orilla

H: Maldito aqueo por que me despojaste de mis ropas

A: Por que...

Aquiles tartamudeo y haciendo uso de toda su voluntad
respondi�:

A: Por que tienes un cuerpo hermoso y hay una fuerza dentro
de mi que me obliga a hacerte m�o

H: Aqueo asqueroso como los dioses permiten vivir a alguien
como tu. Si los dioses aprueban tu conducta se har� como dices

Esto ultimo lo dijo en tono retador

A: Preguntemos a Febo Apolo dios de los or�culos y se haga su
voluntad

Se vistieron y sin ir por los escuderos de Aquiles se
encaminaron a la ciudad mas cercana. Una vez ah� preguntaron al or�culo si
permit�a esto o no. Los dioses que estaban aburridos y a sabiendas que morir�an
en al pr�xima guerra (La Guerra de Troya) permitieron su uni�n. En ese momento
H�ctor tomo a Aquiles y lo beso con profunda pasi�n sellando ante los dioses su
uni�n de pareja.

Al anochecer H�ctor y Aquiles fueron a una posada donde
pasar�an la noche. Una vez en el cuarto entraron en la tina, H�ctor abajo y
encima de le Aquiles.

H: Aquiles adoro tu cuerpo tan varonil tan perfecto

A: Eres justo como te imaginaba, todo un hombre

Aquiles sent�a por debajo del agua como H�ctor acercaba su
verga a su ano al memento de abrazarlo por la cintura.

A: ES momento de que me hagas tuyo

H: DE acuerdo sal y ap�yate en al orilla de la tina

Los dioses que estaban espi�ndolos hicieron crecer la verga
de H�ctor hasta los 27cm de largo por 7cm de ancho. H�ctor salio, se coloco
atr�s de Aquiles tomo su verga e hizo presi�n, pero no entraba por el tama�o.

A: Hay que lubricarlo...

Aquiles dijo esto con una picara sonrisa. Se agacho y empez�
a mamar la verga de H�ctor de la base hasta la punta.

H: Mmm si as� mas

A: Me encanta tu verga

Aquiles lubrico lo suficiente y se coloco de nuevo en
posici�n. H�ctor hizo lo mismo y esta vez hizo presi�n con mas fuerza
desgarrando el pobre culo de virgen de Aquiles. El sinti� que lo part�an en dos
pero sabia que le encantaba ese dolor.

A: A a a a duele

H: Eso era lo que quer�as perro

H�ctor abrazo a Aquiles por la cintura mientras este soltaba
algunas lagrimas. Poco a poco H�ctor empez� a bombear y a Aquiles el dolor se la
hab�a pasado y se convirti� en placer.

H: O si delicioso mmm

A: A a a a a mas m�telo todo

H. Que rico culito tienes solo ser� m�o

A: A a a si mmm si... Solo tuyo

H�ctor bombeaba cada vez mas r�pido y fuerte pero no tenia
para cuando venirse.

A: A a a si que rico

En ese momento Aquiles se vino dejando una gran mancha de
semen en el suelo

H: Que bueno que te guste precioso

H: O si mmm a a a

As� siguieron durante mucho tiempo, gracias a la ayuda de los
dioses que miraban con morbo el espect�culo.

H: Mas si mas mmm o o o

H: Aaaaaa

H�ctor se vino dentro de Aquiles. Salio much�simo semen.
Cuando H�ctor saco su verga salio semen y algo de sangre, Aquiles inmediatamente
limpio la verga de H�ctor con su boca

H. Si perro com�telo todo

A: Si, mmm que manjar

Despu�s se fueron a la cama a dormir

A: Te amo H�ctor, eres mi macho

H: Aqu� comienza una gran relaci�n... Me muero por cojerte de
nuevo