Relato: Clientes constantes





Relato: Clientes constantes

Clientes constantes.


Despu�s de haber estudiado una ingrata carrera, como es
ciencias de la comunicaci�n, en la que puede uno morirse de hambre, tom� adem�s
diversos diplomados de cine y video que con el tiempo me ha llevado a tomar
determinaciones quiz� descabelladas como crear un oscuro negocio de
investigaci�n, uno de los pocos cortos de cine que produje y dirig� me dej� un
jugoso premio en un concurso de cine independiente en Nueva York, pero en lugar
de reinvertirlo en un nuevo proyecto como lo har�a cualquiera de mis colegas
prefer� adquirir un sofisticado equipo de espionaje en una expo en Montreal y
mont� profesionalmente m� empresa, fue duro inicialmente pero gradualmente
comenc� a tener clientes de lo m�s diversos, generalmente hombres celosos con
mentes retorcidas, investigaci�n empresarial de empleados desleales, pero los
clientes que me han dejado mayores ganancias son reconocidos empresarios,
algunos aparecen constantemente en suplementos de sociales en revistas
internacionales, figurando en primera plana a todo color con sus trajes de marca
de dos o tres mil d�lares, en bautismos, o en la fiesta de quince a�os de alguna
de sus hijas, con una imagen candorosa en un circulo social privilegiado, o en
la portada de alguna revista empresarial en compa��a de alg�n socio, pero todo
este desfile de personalidades puedo se�alarlos con certeza con el �ndice por
haberles hecho alguna investigaci�n o proveerles de equipo t�cnico, como un
hombre que me contrat� para colocar c�maras ocultas en los ba�os de mujeres de
sus propias oficinas corporativas, tambi�n un conocido empresario restaurantero,
me pidi� colocar c�maras en los marmoleados ba�os de mujeres de un exclusivo
restaurante de su propiedad en la colonia Polanco de la ciudad de M�xico, hubo
otro, un rico comerciante liban�s que me contrat� para colocar varias c�maras en
diferentes �ngulos de la alcoba y en el ba�o de su hija universitaria, jam�s
interrogo o cuestiono a mis clientes, eso me ha granjeado confianza y seriedad
adem�s de recomendaciones futuras. Mi trabajo es muy definido y discreto, doy
asesor�a, instalo de la manera m�s estrat�gica el equipo, siempre de �ltima
generaci�n, finalmente ellos son los que pagan esos caprichos, algunos clientes
incluso invierten en un sofisticado cuarto de edici�n. Yo hago mi trabajo, me
pagan y me despido, sin embargo todos ellos se comunican nuevamente para
mantenimiento, capacitaci�n o generalmente para alguna nueva y perversa idea.


Bien esta historia comienza cuando me escribi� a mi correo
electr�nico un individuo que buscaba la m�xima discreci�n, despu�s de acordar
una cita se present� d�as despu�s, era un hombre desesperado, me coment� que
ten�a serias sospechas de las infidelidades de su mujer, sin embargo antes de
proceder de alg�n modo, insist�a en que quer�a la m�xima seguridad ya que no
quer�a cometer un grave error y perderla, me mostr� un par de fotograf�as.


Inmediatamente la reconoc� era la conductora de uno de los
noticieros matutinos m�s importantes en M�xico, en una de las fotograf�as se
encontraba con sus dos hijos peque�os y el marido y en la otra se encontraba en
su car�cter de comunicadora, perfectamente arreglada con un peinado impecable y
unos hermos�simos ojos, voltee a ver al individuo que continuaba cont�ndome
detalles sustanciales de las actividades de su esposa y las razones de sus
sospechas, el horario de trabajo, un diplomado que estaba realizando en una
reconocida Universidad.


Finalmente acordamos que en quince d�as le dar�a resultados
concretos a no ser que hubiera algo extraordinario, entonces yo me comunicar�a
inmediatamente.


El hombre se retiro satisfecho, dej�ndome un impecable cheque
por el cincuenta por ciento de honorarios, saque una botella del anaquel y me
serv� un trago de Whiskey con un par de hielos, me sent� en mi sill�n del
escritorio y permanec� largo rato mirando la fotograf�a de la bell�sima
conductora.


En los d�as siguientes entr� a la televisora con ayuda de un
buen amigo que fue compa�ero de carrera y ahora es un alto funcionario de la
empresa para iniciar mi investigaci�n de campo. Con mi gaffete de visitante, me
desplace por varios foros, entre al de noticias matutinas acompa�ado de una
edec�n que me asign� mi amigo, me mostr� la chica el sistema operativo como si
yo fuera un alto empresario de comunicaciones, observ� cuando entr� al plat� Ana
Mar�a, enfundada en un traje formal blanco muy pulcro, era indudable que era una
mujer precios�sima con unos ojos esplendorosos, tras ella sin despegarse iba
apresurado un hombre que no perd�a detalle de su peinado y maquillaje con un
extra�o cinto como carrillera de vaquero cargada de peines y cepillos, luego
lleg� uno de los trabajadores y le coloc� un micr�fono inal�mbrico y le levant�
la parte baja del saco para ajustarle a la cintura la caja de bater�a que a m�
gusto me parec�a de la prehistoria, de eso despu�s hablar� con mi conocido para
procurar una jugosa venta a la empresa de los �ltimos aparatos de
intercomunicaci�n que compr� en Alemania, pero eso es otra historia, en ese
momento veo sorprendido que se le transparenta ligeramente el ajustado vestido
por la intensidad de la iluminaci�n del plat�, as� de espaldas se le destacan
sus bien torneadas piernas, y le veo claramente las costuras y la forma de sus
calzones blancos, esto no pas� desapercibido a m� c�mara oculta en un bol�grafo
con el que jugueteaba en una de mis manos.


Precipitadamente se sienta junto con sus compa�eras, se exige
silencio, corren los t�cnicos, maquillistas y la producci�n general en espera de
�rdenes, inicia el tradicional conteo del floor manager con los dedos sobre una
de las c�maras y como en el inicio de una carrera de autom�viles da un manotazo
como un mago e inicia el noticiero.


Poco despu�s espero discretamente afuera del canal con el
auto en marcha y veo cuando sale la conductora en su vehiculo camioneta gris
perla. la sigo a distancia, conozco la ruta hac�a la universidad en Santa Fe,
entonces no tengo prisa, las diversas c�maras ocultas en mi auto est�n en
funcionamiento para captar cualquier situaci�n extraordinaria, llegamos a Santa
Fe y sorprendentemente se pasa de largo las instalaciones de la Universidad, se
dirige al centro comercial que esta a un par de kil�metros m�s, entra al
estacionamiento y veo que da vueltas sin llegar a ning�n sitio especifico para
estacionar el vehiculo, entonces se detiene y un joven se sube r�pidamente, al
entrar besa a la conductora y ella le responde, continu� la marcha aqu� fue
sumamente indiscreta y se arriesg�, ya lo ten�a grabado, no hab�a marcha atr�s ,
salieron del centro comercial y quince minutos m�s tarde entran a un motel,
espero afuera, una hora despu�s se dirigieron a la Universidad.


Termin� mi trabajo por ese d�a.


El viernes de esa primera semana, las cosas parec�an tener
mayor claridad , yo pod�a ver una simple infidelidad normal, predecible de una
bella mujer que se encamina hacia la madurez y que se involucra con un joven tal
vez un estudiante para buscar momentos ef�meros de pasi�n, no me parec�a
significativo, nada del otro mundo, hasta ese momento no ha sido muy generosa la
cosecha pues yo busco siempre algo comprometedor, actividades un tanto
perversas, para hacer sufrir m�s a mis clientes, verlos lloriqueando frente a m�
maldiciendo y justific�ndose, pero esta situaci�n tan no val�a la pena para m�,
que ni siquiera me atrev� ha hacer mi informe, yo quer�a algo m�s.


Ese d�a por la noche se festejaba un aniversario m�s de la
empresa televisora donde trabaja Ana Mar�a, me prepar� para asistir, seguramente
correr�a con suerte, este tipo de eventos son propicios para cualquier
situaci�n, asensos, despidos, borracheras, filtreos y un campo de cultivo para
las m�s extravagantes conquistas de productores, funcionarios y directores de
reparto con bellas jovencitas en busca de una oportunidad, en fin rent� un
esmoquin, y llegu� a la gran fiesta, present� la invitaci�n que me consigui� mi
amigo y me desplac� sin grandes problemas por un patio de las instalaciones
televisivas convertido ahora en una fastuosa escenograf�a con flores,
estructuras escenogr�ficas, elegantes meseros con bandejas repletas de copas
largas de burbujeante champa�a, recorr�an las instalaciones, bellas edecanes
colocadas estrat�gicamente por los pasillos con una sonrisa congelada anhelando
en el fondo una oportunidad, dispuestas a acostarse hasta con el intendente de
aseo si este les asegurara una cita con alg�n productor, m�sicos interpretando
temas de las grandes bandas, luego inicia en el fastuoso escenario una
proyecci�n en una enorme pantalla, que habla de la historia de la empresa en
retrospectiva, de sus figuras m�s destacadas entre actores y actrices de
telenovelas, j�venes cantantes de los populares concursos tipo realyti Shows que
tambi�n las noveles cantantes flirtean con los productores adem�s de din�micos
conductores, le toca el turno a Ana Mar�a y se proyecta su imagen de manera
espectacular en el ciclorama del escenario, situ�ndola en locaciones donde fue
part�cipe de desgracias como incendios, guerras en Medio oriente, inundaciones,
documentales impactantes y labores filantr�picas. luego relucientes fuegos
artificiales que impactan a los asistentes, y continua una m�sica de c�mara con
violas, violines, violoncelos y algunos instrumentos de aliento y un
espectacular coro, desde la mesa que me asignaron con algunos actores de
telenovelas, alcanzaba a ver a corta distancia mas hermosa que nunca a Ana
Mar�a, ten�a un traje de noche elegant�simo ajustado con una especie de estola y
un peinado m�s elaborado que de costumbre, la fiesta lo ameritaba, no estaba
acompa�ada por su marido, la conductora se encontraba en una mesa en compa��a de
sus colegas de noticias, en el momento en que le toc� subir al estrado una
parvada de fot�grafos de los medios impresos le hac�an estallar infinidad de
flachazos, ella con un porte distinguido y una leve sonrisa se par� al centro y
comenz� a describir algunas im�genes hist�ricas de esfuerzo, inversi�n, talento,
pujanza y m�s conceptos que no ya no puse atenci�n por la reiteraci�n, pero si
estaba conmocionado por esa imagen maravillosa. despu�s de gran cantidad de
aplausos y una estatuilla plateada que brillaba al aproxim�rsela al vestido
negro, como un reconocimiento que le fue entregada de manos del due�o de la
empresa, despu�s se desplaza por el escenario para regresar a su mesa con una
imagen indescriptible, yo la ve�a caminar de una forma dilatada como una
pel�cula en c�mara lenta alargando esa cadencia de movimientos, luego baja del
estrado y se dirige a su mesa tomando de vez en cuando su cabello oscuro que
contrasta con su piel blanca y destacando sus grandes ojos perfectamente
maquillados, se sienta complacida entre felicitaciones de sus compa�eras y toma
una copa de champa�a y brindan con los otros conductores y artistas, de pronto
veo que llega el joven individuo de d�as antes, ella le sonr�e pero el le dice
algo al o�do y se retira, su expresi�n cambia dram�ticamente entonces, toma
temblorosa la delgada copa de champa�a y bebe de un solo trago, un mesero le
sirve una copa m�s antes de retirarse ella le pide que deje la botella y
continua bebiendo de manera discreta, en una distracci�n ya no la vi, comenc� ha
buscarla y decid� salir definitivamente de las instalaciones de la empresa,
molesto no pod�a creer que hubiera desaparecido sin yo percatarme.


Camin� por fuera del canal buscando mi vehiculo con gran
dificultad por motivo del evento entre infinidad de autom�viles me fui alejando
de la empresa aproximadamente dos cuadras y con sorpresa veo a Ana Mar�a
discutir con el mismo individuo en un lugar oscuro y muy apartado, la situaci�n
parece crecer en intensidad, de pronto el individuo sac� una pistola y le apunt�
quiz� para amedrentarla, Ana Mar�a estaba sorprendida, sin escr�pulos el tipo
sin dejar de hablarle le arremete un golpe con la cacha de la pistola y la
conductora cae al suelo, corriendo me abalanzo sobre el individuo por detr�s y
lo arrojo al piso, con una patada le quito la pistola y con una m�s en la cara
lo dejo noqueado, lo volteo para verle el rostro e instintivamente desembolso de
su chaqueta su cartera para ver su identificaci�n pero no hab�a tanto tiempo, me
la guard� e inmediatamente alej� a la conductora del lugar por precauci�n,
entramos a mi auto y arranqu� para salir r�pidamente, asegur�ndole que yo estaba
dentro de la fiesta y que confiara en m�, Ana Mar�a estaba temblorosa, casi
fuera de control, volte� y vi un hilillo de sangre cerca de su oreja, tom� un
pa�uelo y se lo puse en un costado de su cabeza, esto sin dejar de manejar, le
pregunt� si quer�a que la llevara al hospital o al interior de la televisora,
pero se rehus� con lagrimas y un llanto entrecortado, lo mismo para llevarla a
su casa y me dijo que era al lugar que menos quer�a ir en esas condiciones. Nos
alejamos con los fuegos artificiales que a�n surg�an de la empresa televisora.


la llev� a mi departamento, le revis� la herida y not� que no
era de mayor cuidado despu�s de atender con cuidado la parte afectada, la deje
descansar un poco, ella en momentos sollozaba luego que regrese del ba�o con una
toalla h�meda la mir� pensativa, le ofrec� un medicamento desinflamatorio y un
relajante pero se neg�, solo acept� alguna bebida, me dirig� al frigor�fico y
saqu� una botella de vino blanco gaseoso y le ofrec� una copa, platicamos de
cosas intrascendentes, al ver los empolvados premios de cine sobre unas gavetas,
me pregunt� por mi trabajo, yo con medias verdades le hable de las faltas de
oportunidades y ella conmovida me dijo que conoc�a a algunas personas que me
podr�an ayudar, despu�s me agradeci� el salvarla del tipo y con un par de tragos
m�s me confes� que esa noche le exigi� una gran cantidad de dinero por un video
comprometedor, que yo supuse fueron tomadas en el Motel d�as antes, angustiada
no sabia que hacer ante el chantaje.


Yo le ofrec� ayuda asegurando que pod�a ayudarle a resolver
el problema de la manera m�s discreta, ella me mir� con esperanzas, sus ojos
brillaban m�s que nunca.


un rato m�s cuando ya estaba m�s calmada le ofrec� llevarla a
su casa, ella pensativa me mir� y fue cuando pude observar m�s de cerca sus
grandes y bellos ojos de un color avellana, cautivadores a pesar de tener
ligeramente corrido el rimel que ya se hab�a retocado, sus cejas eran muy
definidas y negras, Ana Mar�a acept� con un ligero movimiento de cabeza, pero en
verdad uno siente cuando las situaciones parecen cambiar de rumbo, ella tom� m�
mano de una forma muy delicada sin dejar de mirarme y se incorpor� tom� su
peque�o bolso negro lo mir� y comenz� a sacudirlo del polvo del pavimento con
una sonrisa de iron�a, lentamente se dirigi� a la puerta yo la miraba de
espaldas, sus movimientos eran cadenciosos, de pronto voltea y me mira con una
sonrisa y me dice casi afirmando


�Me veo espantosa �verdad?...


Yo me acerqu� y ol� un perfume que me es tan lejano, quiz�
antiguo y delicado, algo maravilloso evocando como si oliera a una de mis
actrices favoritas del cine de los cuarentas, lo mas extraordinario a trav�s del
olfato es que me perd�a en im�genes cinematogr�ficas, su expresi�n expectante
como si no quisiera irse, me acerqu� determinado y la tom� del antebrazo y ella
gir� para estar frente a m�, con su delicada mano la desliz� por m� mejilla
suavemente, sent� en m� cara los costosos anillos que portaba, acerc� su rostro
al m�o y me bes� en los labios yo estaba estupefacto, ni en los m�s profundos y
descabellados sue�os me hubiese imaginado esta situaci�n tan extra�a con una
famosa periodista, yo me dej� llevar y respond� para continuar bes�ndonos
primero suavemente luego se fue volviendo m�s apasionada la situaci�n yo sent�a
en mi boca el aliento de Ana Mar�a su saliva suave delicada, recordando aquella
fina Champa�a de la fiesta, de pronto se separ� y me dijo


�Yo no s� que es lo que me est� pasando, salgo de una
situaci�n tan violenta por un hombre y ya estoy con otro que no es mi marido,
pero ojal� comprendieras, me tengo que ir� pero a la vez me quisiera quedar,
eres maravilloso.


-Yo estaba m�s que sorprendido, le tom� de los hombros y la
atraje hac�a m�, y la bese con furia, se que mi compromiso �tico estaba ya por
los suelos no lo pod�a remediar.


Trat� de separarse diciendo entre besos


-me tengo que ir� por favor�


La sujet� de la cintura y le bec� el cuello delicado, ella se
dej� llevar, suspiraba con los ojos entrecerrados, tocaba sus senos por sobre la
tela y sent�a como se oprim�an suavemente, entonces entre murmullos alcanc� a
escuchar que me dec�a:


- Un cond�n por favor�


Fu� corriendo a m� habitaci�n y saque una tira para regresar
de inmediato, ella estaba a�n parada en la puerta con una mano en la frente como
meditando lo que se estaba desencadenando, volte� para mirarme con una leve
sonrisa y unos ojos brillosos, la tom� nuevamente, pero ella quer�a que fuera
r�pido, entonces recorr� con mis manos sus caderas baj�ndolas hasta tocar la
orilla de su falda y las met� por debajo acariciando sus piernas, subiendo por
sus muslos, , ella comenz� a desabrocharme r�pidamente el ziper del pantal�n y
saco mi pene ya erecto tom�ndolo con sus delgadas manos y jugueteando con el, yo
mientras met� mis dedos por debajo de su ropa interior para tocar su vientre y
sus pelos fin�simos que tan solo con el tacto pude jurar que estaba afeitado en
sus bordes dejando una forma triangular, entonces ella gir� para darme la
espalda y se recarg� apoyando sus manos en un sill�n de madera que estaba a un
costado, levant� su vestido mirando sus piernas, tenia unas medias sujetas con
un costoso liguero negro y su ropa interior negro muy formal de fina
manufactura, baje inmediatamente los calzones hasta las rodillas, para mirar
unas bellas nalgas firmes de un tono muy claro y unos pelos negr�simos, ya
colocado el cond�n sin perder el tiempo le introduje el pene y comenc� a dar
suavemente mientras ella gem�a y gradualmente le comenc� a bombear m�s r�pido
creciendo sus gemidos, ella se mov�a regulando los ritmos de mis embestidas, la
sujet� de sus hombros para darle mas profundamente acompa�ado de exclamaciones
muy intensas, mientras se aferraba de la tapicer�a del sill�n encajando sus
u�as, y dec�a: �As�!, �as�!, �dame m�s! la tom� de sus caderas para darle las
�ltimas arremetidas, ella qued� recostada un momento con las mejillas roj�simas,
recuper�ndose sobre el peque�o sill�n. M�s tarde la lleve a su casa en un
exclusivo fraccionamiento.


Al regresar me sent� como en un sue�o, incluso me planteaba
el hecho de que lo hubiera alucinado, que fue mentira, que nunca hubo tal, pero
al cruzar la salita me encuentro con el premio que le entregaron esa noche,
medite el caso, dispuesto al d�a siguiente a comunicarme con el marido y
renunciar al caso, con alg�n pretexto que a�n no sab�a cual, pero ten�a que
hacerlo por �tica. Entonces record� la cartera del individuo y la busqu� en mi
esmoquin y extraje del interior de la cartera una gruesa cantidad de d�lares y
monedas nacionales, tarjetas bancarias pero con distintos nombres, luego la
fotograf�a de la conductora que yo conozco donde esta con sus hijos, algo que me
pareci� una coincidencia y el punto inquietante fue una tarjeta personal del
marido de la conductora y adem�s un cheque con una fuerte cantidad con la firma
que me es reconocible del esposo que incluso coteje con el cheque que a�n lo
conservo sin cobrar.


Aqu� hab�a gato encerrado.


A partir del d�a siguiente investigu� como no lo hab�a hecho
en a�os, un trabajo intenso, en cuesti�n de pocos dos d�as, haciendo llamadas
con amigos funcionaros de la direcci�n procuradur�a del pa�s, investigaci�n
bancaria, aseguradoras, investigaci�n de robos y asaltos recientes, registro de
llamadas telef�nicas y d� en el clavo en tan poco tiempo.


Cuando tuve ordenada esta telara�a polic�aca llam� primero al
cliente, para concertar una cita urgente, el hombre entusiasmado me responde
positivamente y nos vimos esa misma tarde, lleg� a mi oficina y le coment� que
los resultados eran positivos que su mujer hab�a tenido relaciones
extramaritales con un joven, el abri� los ojos sorprendido e inmediatamente
vimos el video del recorrido de aquel d�a, su esposa en compa��a del joven rumbo
al hotel, el cliente comenz� a actuar como hombre despechado, pero
inmediatamente aparece en la imagen en un video el mismo individuo y mi cliente
en un centro comercial, hablando en un caf� d�as antes del evento del motel,
grabado por medio de c�maras internas del centro comercial que consegu�
f�cilmente por un soborno, posteriormente le mostr� grabaciones de audio de
ambos individuos concertando la muerte de la conductora para cobrar un jugoso
seguro, el hombre estaba p�lido, no daba cr�dito a lo que estaba escuchando y
viendo, entonces le mostr� copias del seguro de vida, y el se par� de la silla y
trat� de sacar una peque�a pistola, pero aparecieron un par de agentes
polic�acos que estaban en mi estudio donde monitoreaban la acci�n del individuo,
atr�s de ellos apareci� Ana Mar�a en compa��a de un par de abogados. Lo
detuvieron en el acto. El hombre suplicaba lloriqueando, y cambiaba de pronto
con terribles amenazas y agresiones, por precauci�n ya me hab�a pagado el resto
de mis honorarios al iniciar la reuni�n. Salieron del departamento con el
individuo y ya estaba a punto de despedirme de Ana Mar�a entregando a sus
abogados las pruebas, pero se despidi� de ellos para que se hicieran cargo de
los tramites legales, salieron y ella muy seria serr� la puerta para voltear a
verme con una sonrisa de complicidad, ten�a unos pantalones de mezclilla
ajustados con un color imitaci�n desgastado y una blusa de algod�n y una
chaqueta blanca con l�neas negras creando grandes cuadros, su cabello negro
suelto, su rostro sin una brizna de maquillaje la hac�a ver sumamente sensual,
irreconocible, ya que es identificable por la imagen profesional, se acerc� y me
tom� de la cara y me dio inmenso beso, yo a�n no entend�a tanta manifestaci�n
pasional, podr�a pensar que hab�a una gran represi�n en el �mbito sexual, lo que
sus palabras no dicen su cuerpo la delata, pens�.


Me comenz� a desabrochar la camisa de forma desesperada, yo
le saque la chaqueta de lino y qued� en su inolvidable blusa blanca entallada
donde se apreciaban sus senos perfectamente redondos, y con ese reconocible y
extra�o perfume, con los brazos entrecruzados se quit� la blusa y quedando su
sost�n blanqu�simo con texturas floreadas parecidas a la seda, transparentes
mir�ndose a trav�s inmensos pezones de un tono durazno-rosado, sin perder el
tiempo comenc� a desabrochar su pantal�n de Mezclilla y me encuentro con los m�s
hermosos calzones blancos, de un corte muy sensual, igual con flores
transparentes y sedosas coronado por un delicado mo�ito en el filo superior,
baj� con cierta dificultad los pantalones, encontr�ndome con las m�s
maravillosas piernas blancas bien definidas sin texturas o manchas, eran
perfectas y firmes, ca�mos en el mullido sill�n sin dejarnos de besar, ella
tomaba mi cabello jal�ndomelo, como si lo que estaba descubriendo fuera mentira,
se desabrocho el sujetador llevando sus manos hacia la espalda y sus senos se
expandieron maravillosamente, sin perder el tiempo los bes� y Ana Maria se
dejaba seducir, luego mientras yo estaba sentado en el sill�n y ella de frente
parada, se inclin� para desabrochar el pantal�n, y sac� mi pene, que a estas
alturas lo ten�a erecto de forma descomunal, se hinc� frente a m�, se lo meti� a
su boca sin titubear, y comenz� con su lengua a juguetear luego continu� con un
maravilloso ritmo, meti�ndoselo como no lo hab�a visto, yo le descubr� el
cabello para mirar el rostro concentrado y deseoso, se incorpor� bajando sus
calzones quedando al descubierto ese peque�o monte de Venus, que parec�a peque�o
y m�s por el peque�o triangulo de pelos oscuros que se delineo me supongo en la
�ltima afeitada, yo trate de tocarle su sexo pero ella no me lo permiti�, me
quit� la mano y se acomod� sobre m�, tomando m� pene y con cuidado para
dirig�rselo a su sexo, al estar sobre m� comenz� con un ritmo a cabalgar,
dejando expresar un continuo gemido, y de pronto se fue sobre de m� abraz�ndome
fuertemente sin dejar de moverse, apret�ndolo como nunca lo hab�a sentido, en un
momento sent� una gran cantidad de liquido fluyendo de su sexo, en un momento
dado gire para estar sobre ella sin sac�rsela y comenc� a bombear fuertemente,
ella aqu� gem�a apasionadamente, subi� sus piernas a mi cintura tratando de
entre cruzarlas por detr�s, con sus u�as busc� mi espalda ara��ndome, los
gemidos iban en crecimiento, luego la gir� para quedar detr�s de ella, observe
ese culo precioso e introduje en su cl�toris mi verga y le di fuertemente con un
ritmo preciso acompa�ado de sus gemidos que se convert�an en gritos, �HAAAAAAAY!


�Hasssssiiiiiiii! agarr� sus grandes senos y los acarici�
pellizcando sus pezones, esto le encant�, pudiendo percibir que a Ana Mar�a no
la hab�an atendido como se debe en el plano er�tico y sexual, lastima pens�
siendo una mujer tan hermosa, terminamos gratificantemente y ella qued� en una
actitud desfalleciente pero con una leve sonrisa.


Ahora trabajo de productor al lado de Ana Mar�a, tengo nuevos
y grandes proyectos televisivos. Me retir� del negocio de investigaci�n pero
contin�o atendiendo de ves en cuando a mis viejos clientes por que es una mina
de oro vender productos de espionaje sobre todo las de �ltima generaci�n.


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