Con su culito bien en pompa, Romina estaba a punto de ser
penetrada por un hermoso consolador, aunque antes de eso me dedique
sutilmente a hacerle sentir mi lengua por toda su raja, hasta en un momento
recorr� desde su nuca, pasando mi lengua bien h�meda por toda la espalda, por
toda la depresi�n q su columna vertebral formaba, llegando por el claroscuro de
su cintura, pasando ente los cachetes de ese culito hermoso, sediento de placer.
Se escuchaban nuestros gemidos, y su voz agitada implor�ndome:
- Belu cojeme, por favor bebe quiero q me cojas comeme la
colita.
-Estas caliente pendeja, tanto q te hac�as la superada antes
y ahora te tengo a mi merced, sabes lo q te voy a hacer pendeja puta?? te voy a
romper el culo bebota
Y as� de a poco mis dedos invadieron su anal virginidad,
lubricados con sus propios jugos, y por tercera vez el espejo era el reflejo de
mis mas profundos deseos, el solo hecho de verme ah�, de rodillas, con un culo a
la altura de mi cara a disposici�n de mis dedos y mi lengua, q hac�an un trabajo
mas q apetecible, y eso me lo dec�an los gemidos y chillidos de mi nueva amante.
Ella con sus zapatitos y sus medias hasta la rodilla, con la pollera levantada,
daba una imagen irresistible a cualquier hombre y a cualquier mujer q as� lo
deseara. Una nena de tan solo 14 a�os y otra de 15 gozando como nunca lo hab�an
hecho, al menos yo hab�a gozado, pero con un hombre y esto era algo nuevo para
mi, al igual q para ella, mi cabeza no para de hacerse preguntas, pero ni
siquiera tuvieron respuesta, hicieron caso omiso a sus dudas, y continu� en mi
viaje hacia el placer. La carnecita rosada de esa colita era una tentaci�n
divina, un pecaminoso placer q al cual no pude negarme, y mis dedos entraban y
sal�an, acariciaban sus paredes, mi lengua la saboreaba, ese amargo n�ctar q me
deleitaba el alma, mis pezones eran rocas, as� imag�nense, como me dice q tienen
sus pijas mientras leen mis relatos, as� est�bamos las dos.
Ya no lo soporte, y el consolador empez� su tarea, primero lo
introduje por completo dentro de su rajita, suave, de apoco para q sintiera cada
cm, q la llevar�a a la cima del placer, una vez en el fondo, lo mov� en c�rculos
para q la sintiera toda adentro y para aumentar esos chillidos de nena bien
cogida q pegaba cada vez q lo hacia. Lo saque y esta vez su culito, su redondo
parado y rosado culito iba a tener una visita nueva hasta ese momento, a partir
del cual no faltar�a a las mas lujuriosas noches de extremo placer. La cabeza
estaba en la puerta y tan solo con eso ella se conmociono, y arqueo aun mas su
espalda dejando mas parada su colita, y la cabeza entro y con eso los gemidos se
empezaron a sentir nuevamente, y el consolador avanzaba despacio a trav�s de su
rosada virginidad anal, a cada cm, aumentaban los chillidos, y sus jugos mojaba
mi otra mano, q acariciaba sutilmente su vulva, su hinchada y h�meda vulva. Y
as� llego al final del tramo, todo el consolador en su interior, todos sus jugos
en mis manos, y todo el placer iluminando la miel de sus ojos.
-Ahora viene lo mejor putita...
Y ah� el camino se empez� a repetir una y otra vez, mete y
saca, entre y sale y dale q va dale q va, primero despacio, aumentando el ritmo
paulatinamente, haciendo q sus convulsiones aumentaran de apoco, para explotar
en un mar de gemidos chillidos, y de jugos q chorreaban en el sof�. Sus piernas
temblaban, hab�a pasado el aluvi�n, pero no la tormenta aun se avecinaban mas
vendavales de placer y yo estaba dispuesta a recibirlas, y a hacerlos sentir
tambi�n. Nos miramos, nos besamos nuestras lenguas eran llamas, q no se hiban a
apagar tan f�cilmente. las dos nenas sentadas se acariciaban la una ala otra,
una dulce manera de transmitir lo q sent�an, y tambi�n de decir q quer�an mas
mucho mas. Y era mi turno, me tumbo en el sof� y fueron sus ojos q me dijeron,
llenos de placer q era yo quien iba a chorrear el sof� con mis flujos, su lengua
segu�a jugando con la m�a, y de a poco abandonaba mi boca para leng�etear mis
labios, y luego mi ment�n, pasaba por mis orejas, viajo por mi cuello y se
instalo en mis pezones, los libero del sost�n q los oprim�a y los inund� de
besos y lamidas, q descargaban en mi olas de placer incontenible, y se hac�an
notar por mis gemidos. Pero ella quer�a mas, y se notaba, estaba sedienta de
mas, paso por mi ombligo, y levanto mi pollerita y se encontr� con un mar de
pasi�n, mi tanga estaba mojad�sima, luego de haberme masturbado mientras la
cog�a por el culo. la saco de un tir�n y no tardo en pasar su lengua por toda la
extension de mi zona erogena, desde mi culo hasta el cl�toris. Y all� se quedo
chap�ndomela, dedeadomela, con toda sutileza y con toda la calidad con la cual
una mujer lo sabe hacer, de arriba hacia abajo con chuponcitos dulces suaves
profundos y h�medos, mor�a cre�a desfallecer, pero prefer� seguir viva, vivita y
culeando como lo pensaba hacer. Sus dedos se mov�an como tent�culos dentro de
mi, esos tres deditos rozaban mi punto G al m�ximo y ya no pod�a contener lo q
se venia, un orgasmo q dejo mis flujos en el sill�n, as� como lo hab�an predicho
sus ojos momentos antes de q la tormenta llegara a su punto mas alto, y eso q
aun faltaba lo mejor, al menos para mi. Nos besamos otra ves, su mano recorr�a
mi cuerpo tembloroso, su mirada me daba mucha paz, y era lo q necesit�bamos
despu�s de la batalla librada en ese sof�.
- Quien iba a pensar q terminar�amos as� las dos no Belu ???
- Nunca me lo imagine, y mucho menos despu�s de lo q viv� con
el gordo...pero me gusto mucho...me gustas mucho...
- Y vos a mi, si no, no estar�amos ac�...esperame q te tengo
una sorpresa...
A bueno, imag�nense, despu�s de lo q paso, pod�a pasar mas??
mejor no imaginen y se los cuento, porque si, fue mucho mas q lo anterior.
Apareci� con un consolador doble, sisi, con dos cabezas, mis ojos se iluminaron
y mi raja autom�ticamente se inund� nuevamente.
- Q te parece bebe?? lo compartimos??
- De donde sacaste eso nena???
- Juguetitos de mi prima y mi hermana jejeje...
Sin mas vueltas nos enredamos en nuevo beso, mucho mas
apasionado q los otros aunque el escenario esta vez no fue el sof� del living,
si no su propia cama. Hacia all� nos dirigimos entre besos caricias y risitas de
nenas ansiosas, llegamos y me tumbo cayendo encima m�o, no hizo falta mucho
pre�mbulo, as� nom�s, me mando el consolador bien adentro, y ella sobre mi con
su carita picara maliciosa, se introdujo otra parte en ella, y comenz� a
cabalgarme, y a su vez me cog�a de lo lindo porq generaba un mutuo meta y saque
q nos deliraba a ambas. Me miraba mientras gozaba y yo le devolv�a la mirada
mordi�ndome los labios. Sin sacarnos el falo amigo invitado a la fiesta, nos
pusimos en cuatro patitas, bien perritas moviendo el culito al contrario de la
otra para una mejor penetraci�n, y as� estuvimos d�ndole duro y parejo, gimiendo
como perritas, como cachorritas sexuales q �ramos. Nos miramos y sin hablarnos
nos entendimos, el consolador cambiaba de lugar, primero fue en mi culito, suave
y de a poco entraron unos 20 cm, y en el de ella tambi�n, con el rostro contra
el colch�n empezamos nuestro vaiv�n mientras yo acariciaba con mi mano su
cl�toris y ella el m�o, era medio cansador pero rendidor, de repente saco el
consolador de mi culo y comenz� a chap�rmelo, aprovecho su dilataci�n para rozar
con su lengua las paredes internas de mi culito. Y otra vez a movernos como
locas, entre medio hab�a un consolador q nos un�a por el ojete a ambas,
gem�amos, chill�bamos, era glorioso, magnifico, no conten�amos nada, y as�
llegamos a explotar las dos a la vez, en una lluvia orgasmica de flujos. Era el
cl�max total, ya hab�amos conseguido lo q quer�amos, guardamos las armas
placenteras del delito y as� temblando las dos... ca�mos rendidas... entre las
sabanas las dos... quedamos dormidas
Este relato va dedicado a Paul, que espero q pase el momento
q atraviesa de la mejor manera, y tambi�n para Hugo el gatero insaciable.
tambi�n se lo dedico a ese mejicano pu�etero q dice ser un fan m�o, y todo un
seductor, que por cierto de seductor no tiene nada, o acaso un seductor leer�a
solo relatos er�ticos, pudiendo seducir a quien quiere o no??? Cu�dense y hasta
la pr�xima, aunque debo advertir, que puede ser la ultima y ya sabr�n porque...