Relato: La vendedora de juguetes



Relato: La vendedora de juguetes

La vendedora de juguetes



(C. Hadez)



Indice



Pr�logo.



Antes de comenzar a relatarles parte de la hisotria de mi
vida quiero dejar aclarado que los hechos y personajes que nombro en este relato
son ver�dicos, solamente he cambiado el nombre de cada uno de ellos para
protegerlos en el anonimato y los lugares a los que aludo en esta historia son
reales, solamente he cambiado un poco su ubicaci�n geogr�fica, por supuesto que
la mera coincidencia con la realidad es pura casualidad de la vida ya que no me
propongo involucrar a personas que nada tengan que ver con esta historia.



Ahora bien perm�tamne presentarme, mi nombre es Daniela,
tengo un lindo cuerpo, con un par de pechos bastante grandes y paraditos, unos
pezones que sin ser enormes se destacan perfectamente por sobre mi ropa, mi
cintura es delgada lo que realza a�n m�s mis caderas y mi colita bastante
respingona, al menos eso me lo que me demuestra las mirada de los hombres por la
calle, adem�s he observado que muchas mujeres, a�n con su pareja del brazo me
lanzan unas miradas como si saboreasen lo que ser�a hacer el amor conmigo, lo
que los hombres ignoran y las mujeres intuyen es que soy lesbiana, es m�s por la
forma que se comportan las mujeres conmigo apracer�a que tengo tatuada en la
frente una leyenda que dice "soy lesbiana", ya que mas de una vez alguna
mujer se me ha insinuado sin haberle dado motivo para ello.



Nac� hace 25 a�os en la ciudad de C�rdoba y cuando a�n no
hab�a cumplido los 21 cuando vine a Buenos Aires ya que por intemedio de una
prima de mi madre consegu� trabajo en un empresa importadora de maquinarias
viales, vine desde Cordoba por dos motivos, uno por buscar nuevos horizontes y
el otro el principal es que perd� a mi padre cuando a�n no ten�a 11 a�os, al
cumplir los 16 mi madre se puso en pareja con un hombre algo mayor que ella, si
bi�n se comportaba como un buen padre en varias oportunidades tanto a mis
hermanas mayores, tengo dos Carolina que me lleva 5 a�os y Leticia 2 intent�
alg�n tipo de manoseo, hasta que lleg� al punto m�ximo de quereme violar una
tarde en que estabamos solos en la casa el y yo, as� fu� como en un par de
semanas pude conseguir el trabajo en Bs. As. y volar de mi casa muy a pesar mio
y a los ruegos de mi madre y hermanas, nunca ninguna de ellas supo el verdadero
motivo de mi alejamiento, es m�s a�n hoy a pesar del tiempo transcurrido nunca
se volvi� a mencionar el asunto.



Al poco tiempo de estar trabajando en Buenos Aires puede
comprarme el departamento en el cual estoy viviendo en la actualidad, por
extra�o designio del destino falleci� un hermano de mi padre que nos leg� a mi
madre, y a nosotras una cosiderable suma de dinero, lo cual me permiti� adquirir
el departamento e irme a vivir sola, ya que hasta ese momento lo hac�a en una
pensi�n en la cual alquilaba un habitaci�n bastante modesta y cuyo pago mensual
insum�a gran parte del dinero que ganaba en mi trabajo.



Esto mejor� mi calidad de vida, dej� de pasar aprietos
econ�micos y poder darme gustos que hasta ese momento me eran prohibidos como
ser: comprarme ropa mas seguido, ir a la peluquer�a dos veces por mes, salir a
cenar un S�bado a la noche y luego ir al cine o al teatro, en f�n todas esas
cosas que se pueden hacer y disfrutar cuando el dinero no es el principal
impedimento.



Otras personas que entraron en mi vida y que ir� hablando de
ellas a trav�s de este relato son: Elena: la vendedora de la jugueter�a, una
persona muy especial, ya que es mi pareja desde hace varios a�os, Andrea y
Ver�nica, de unos 23 o 24 a�os amigas nuestras y compa�eras de trabajo de Elena
en la jugueter�a las cuales eran pareja en su vida privada, Mar�a Jos� la due�a
del negocio de quien calculo que tendr� unos 54 o 55 a�os, soltera, poseedora de
un cuerpo verdaderamente envidiable, logrado en base a dietas muy estrictas y
muchas horas en el gimnasio, de un car�cter muy agradable pero muy estricto,
lesbiana confesa al igual que el resto de nosotras y Juliana la se�ora que
realizaba las tareas de limpieza quien nos preparaba algo r�pido de comer al
mediod�a, casada y con seis hijos que mantener ya que su esposo era alcoholico,
casi nunca trabajaba y para colomo de males mas de una vez le pegaba una buena
zurra cuando llegaba a su casa y no pod�a hacer el amor con ella, mas
concretamente cuando la quer�a violar como era su costumbre hacerlo en sus
borracheras ya que no le importaba un comino los sentimientos de su esposa, ella
era bastante gorda de estatura mediana y unos pechos enormes, lo que hac�a
suponer que fuera del corpi�o colgar�an hasta su barriga la cual tambi�n era
bastante prominente, al igual que sus nalgas que revoloteaban como mariposas
cuando caminaba por la jugueter�a.



Y he dejado para lo �ltimo a dos personas muy especiales que
ocuparon un lugar muy importante en nuestras vidas, desde el principio de esta
historia a "Eusebio" y luego con el correr del tiempo a "Jaime", ambos de
car�cter y f�sco completamente distinto pero los dos llenaron nuestros d�as como
nunca nadie pudo hacerlo, es m�s creo que persona alguna lo lograr� en un
futuro, pero de ellos les hablar� a su debido momento.





















































Cap�tulo I. - La vendedora.




La historia comienza hace varios a�os atr�s cuando entr� a
una hermosa jugueter�a del barrio de Saavedra en Buenos Aires para comprarle un
regalo a mi ahijada, la hija de mi prima que cumplir�a 5 a�os, y siempre que
puedo le hago hermosos regalos, adem�s la peque�a se lo merece por ser una ni�a
muy encantadora, apenas hube entrado en la jugueter�a una vendedora sali� a mi
encuentro y solicitamente me pregunt� que deseaba, le respond� que andaba
buscando alg�n juguete para una ni�a de 5 a�os, entonces comenz� a mostrame
diversas cosas: mu�ecas hermosas, juegos de cocina, juegos de t�, pasatiempos
etc, etc, iba viendo posibilidades y precios, hasta que al final me decid� por
una mu�eca muy hermosa, casi del mismo tama�o que mi sobrina y la cual ten�a un
precio bastante accesible a mi billetera, una vez elegido el regalo la vendedora
me pregunt� si no desea otra cosa para regalar, casi sin darme tiempo a
constestar me dijo que ten�a unos juguetes muy hermosos para ni�as un poco
mayores que mi sobrinita, por la forma y el tono en que lo dijo inmediatamente
comprend� el significado de los juguetes que me ofrec�a, as� que me arriesgu� un
poco y le dije que tambi�n me interesar�a verlos.



Entonces hizo que la acompa�se por un pasillo al costado del
sal�n de ventas hasta llegar a un sal�n bastante amplio, as� fu� como pude
realmente comprobar a que juguetes se refer�a la vendedora, apenas entramos ella
cerr� la puerta y cari�osamente me dijo: Me llamo Elena y estoy a tu
entera disposci�n para servirt
e
, diciendo esto apoy� sus manos sobre mis
pechos y aprt�ndomelos muy suavemente me di� un profundo beso en los labios,
Elena tendr�a un par de a�os menos que yo, de mi misma estatura y si bien su
cuerpo no suger�a gran cosa se la ve�a apetecible para hacer el amor, luego de
esto se coloc� a mi izquierda y pasando su brazo derecho por debajo del mio puso
su mano sobre mi pecho derecho y masaje�ndomelo muy suavemente comenz� a
mostrarme todo tipo de juguetes.



Consoladores de todos los tama�os y colores, desde unos
peque�os que apenas median unos escasos 10 cms hasta unos largos de 25 cms o
mas, algunos finitos como un l�piz hasta otros mas gruesos que la verga de un
caballo, interminable gama de colores desde el blanco al negro pasando por todas
las varidades imaginables, de goma, de latex, de pl�stico duro, otros tan
blandos que casi no se manten�an derechos, algunos con una terminaci�n de
test�culos, otros con dos cabezas para ser usados por ambas puntas, otros dobles
con dos cabezas para penetrar ambos orificios a la vez.



Luego de esto me mostr� la gama de los vibradores que al
igual que los anteriores era interminable, con dos, tres, cuatro y cinco
velocidades, otros con una sola velocidad este era el vibrador terremoto, el
fabricante garantizaba que una vez insertado en la vagina y puesto en
funcionamiento el orgasmo llegaba en menos de un minuto, luego de esto vimos
tanto consoladores como vibradores con arn�ses de cuero para ser usados como si
fuese la verga de un macho, sigui� con cremas vaginales lubricantes y perfumadas
que garantizaban que por mas grande y gruesa que fuese la verga se pod�a
soportar perfectamente la penetraci�n, todo tipo de ropa interior: de cuero,
nylon, pl�stico etc, etc..



Con toda la parafernalia de cosas que me mostraba yo estaba
levantando temperatura como una olla a presi�n, mi vagina se lubricaba un poco
mas con cada cosa que ve�a, al final no pude mas y la abraz� a Elena, casi le
arranco el vestido que llevaba puesto, baj� de un solo tir�n su corpi�o y empez�
a morderle las hermosas tetas que esta ten�a, no eran eran tan grandes como las
mias pero si muy firmes y con unos pezones muy paraditos, ella comenz� a
quejarse por los mordiscos que le estaba propinando pero no hice caso de ello
solo segu� y segu� chupando esas hermosas tetas ella por su parte comenz� a
meter una mano por debajo de mi vestido y separando mi tanga empez� a meterme
uno, luego dos y al final tres dedos dentro de mi argolla, esto hizo que mi
calentura se elevase por encima de los 100 grados.



As� mientras segu�amos jugando nos fuimos desnudando la una a
la otra, cuando ambas estuvimos totalmente en bolas nos tiramos en el suelo y
comenzamos a regalarnos un incotrolable 69, nuestras lenguas pugnaban por llegar
mas y mas adentro de la argolla de la otra, nuestros dedos jugaban con el
cl�toris de la otra, era una carrera infernal a ver quien lograba que la otra
tuviese el orgasmo primero, al final todo explot� Elena comenz� a temblar, su
cuerpo se retorc�a contra el mio sus flujos vaginales llegaron hasta mi boca ya
que ella estaba sobre m�, un sabor exquisito se apoder� de mi paladar, esto hizo
que no pudiese aguantar mas tanto placer y cuando estuve a punto de explotar la
obligu� a darse vuelta y quedando yo sobre ella comenz� a tener el orgasmo muy
explosivo y abundante como nunca hab�a expirementado en mi vida, ahora eran mis
jugos vaginales que le llegaban a su boca, ella respondi� de manera similar a
como lo hab�a echo yo, pero de una manera mas salvaje, no esperaba que llegaran
a su boca, todo lo contrario, con una fuerza decontrolada succionaba mi vagina,
parec�a una bomba de vac�o, en ese momento cre� que todas mis entra�as saldr�an
de mi cuerpo y entar�an en su boca.



Cuando estuvimos un poco mas calmadas de nuestra calentura
nos levantamos, con unas toallitas higi�nicas nos limpiamos mutuamente, ya que
no ten�amos un ba�o para hacerlo, y mientras nos ibamos vistiendo Elena me dijo:
por la buena compra que realizaste te has hecho acreedora a un regalo
,
y tom�ndome de la mano me llev� hasta una estanater�a en la cual se hallaban un
mont�n de cajas, elige uno me dijo, eran vibradores, cada caja
conten�a uno identificado por el nombre que le hab�a dado el fabricante, as�
pude ver a Horacio, a Antonio ,a Patricio, a Nico, a Federico etc, etc, tom� uno
al azar, mir� su nombre la caja dec�a :"Eusebio", pens� en dejarlo y elegir otro
nombre pero algo en mi interior me dijo que no lo hiciese, que Eusebio ser�a mi
mejor amigo.



Elena satisfecha por mi elecci�n lo coloc� dentro de mi
cartera y volvimos al sal�n de ventas, confeccion� la factura de ventas por la
mu�eca tom�ndome todos los datos personales, direcci�n y tel�fono, con una
sonrisa muy c�mplice me aclar� que lo hac�a para futuras campa�as de venta,
abon� la factura en la caja, me desped� con un beso en el borde de los labios de
Elena y volv� a mi departamento,


durante el viaje en colectivo hacia mi departamento estuve
tentada de sacar la caja de mi cartera y ver como era la cara de mi nuevo amigo,
pero como estaba rodeada de mucha gente que viajaba conmigo en ese momento me
contuve y esper� a llegar al departamento.



Apenas entr� y cerr� la puerta dej� la caja de la mu�eca en
el suelo, me saqu� toda la ropa y qued�ndome solamente con la tanga y el corpi�o
saque a Eusebio de su escondite, casi me desmayo al verlo en mis manos, ten�a,
mejor dicho tiene 45 cms de largo, es de doble cabeza, una para cada agujerito
de nuestro cuerpo, o bien para ser usado de a dos, su grosor es t�l que con una
mano sola casi no puedo abrazarlo, cada una de los cuerpos est� separado del
otro por un cuerpo de mayor di�metro, esto hace que si consegu�s enterr�rtelo
todo haga tope y adem�s en esa porci�n lleva el control de la intensidad de
vibraci�n, tiene tres velocidades y algo por dem�s interesante es que puede
llenarse con agua tibia lo que te d� la sensaci�n de ser penetrada por una verga
caliente, otra cosa que resulta agradable a la vista es su color piel con
peque�as venas en toda su extensi�n lo que produce una sensaci�n mas agradable a
la vista, como si fuese verdaderamente una verga de carne.



Estaba con Eusebio en mis manos y leyendo las instrucciones
del fabricante cuando son� el tel�fono, sin dejar a Eusebio de lado atend�
inmediatemnte, era Elena que me llamaba para preguntar si hab�a visto el regalo
y si lo hab�a hecho que opinaba de el, le erespond� que lo estaba haciendo en
ese momento, que no lo hab�a usado a�n, no fuese ansiosa pero en cuanto cortase
la comunicaci�n lo har�a, ella me hizo prometer que le deb�a contar si o si como
se hab�a portado Eusebio conmigo, cosa a la cual acced�.



Apenas corte con Elena le coloqu� a Eusebio las 4 peque�as
bater�as que lleva en su interior y puls� el bot�n de la primera posici�n
"caricia"
, apret� el bot�n de encendido y un cosquilleo invadi� mis manos,
fu� una sensaci�n nunca antes experimentada, luego puls� el segundo bot�n
"pasi�n"
esta vez el hormigueo en mis manos aument� mucho mas, parec�a que
Eusebio ten�a vida propia, luego de


esto pulse el tercer bot�n "frenes�", ahora si Eusebio
demostr� lo que es capaz de hacer, parec�a que quer�a escaparse de mis manos,
deb�a sostenerlo con ambas manos ya que ritmo vibratorio era incontrolabe para
una sola mano, apenas hubo funcionado unos instantes lo detuve y sin pensarlo
m�s me quit� el corpi�o y la tanga que a�n llevaba puesta, traje del ba�o un gel
lubricante y humedc�endome todo el interior de mi vagina me recost� sobre el
sof� del living levantado una de mis piernas por sobre es posabrazos, lam� una
de sus cabezas un instante e inmediatamente d�ndole vida a Eusebio en "caricia"
comenz� a introducirlo en mi argolla.



El hormigueo que me produjo este juguete dentro mio fu� algo
indescriptible, a�n no habiendo conseguido introducirlo todo dentro mio y siendo
su vibraci�n muy suave como su nombre hizo que todo mi cuerpo comenzase a vibrar
a su ritmo, el orgasmo por supuesto no se hizo esperar, comenz� a llegar en
oleadas a mi argolla, entonces no lo dud� mas y pas� a Eusebio al m�ximo en
"frenesi", esto si que fu� el sumum, casi me caigo del sill�n, el orgasmo que
estaba teniendo se torn� insoportable, cre�a que nunca iba a terminar, los
espasmos que experimentaba me volvian loca, cre� que nunca iba a parar de
acabar, fu� sensacional, el muy hijo de puta me dej� destrozada, lo apagu� y
sac�ndomelo de la vagina me qued� tendida en el sill�n como una hora chupando su
cabeza y el resto de su cuerpo lo aprision� entre mis tetas, as� fu� como me
qued� dormida.



Al cabo de una hora me despert� asustada, no ten�a a Eusebio
entre mis brazos, cuando me incorpor� del sill�n v� que estaba ca�do sobre la
alfombra, lo tom� nuevamente en mis manos y comenz� a besarlo pid�endole perd�n
por el descuido y jur�ndole que nunca mas me iba a separar de �l.



Luego de esto tom� el tel�fono y llame a Elena a la
jugueter�a, le cont� con lujo de detalles mi primer encuentro con Eusebio, esto
hizo que ella se pusiese muy caliente por lo cual comenz� a suplicarme que la
invitase a mi departamento para jugar ambas con Eusebio, en un primer momento le
dije que el era solo para m�, pera ante la insistencia de sus ruegos acced�, as�
fu� como combinamos para el d�a siguiente a la tarde cuando yo volviese de la
oficina y ella terminase su jornada en la jugueter�a, y realmente as� fu�, a la
tarde siguiente ambas tuvimos el placer de estar con Eusebio, yo disfrutando por
segunda vez de el, ella comenzando a conocerlo y el muy hijo de puta
complaci�ndonos primero a una despu�s a la otra y por �ltimo a las dos al mismo
tiempo hasta que dejamos al pobre Eusebio con las pilas agotadas, pero esto es
otro asunto que les contar� en el pr�ximo cap�tulo.






























































Cap�tulo II .- Elena y y�




Continuando con lo que les estaba contando, esa tarde vendr�a
Estela a mi departamento para jugar juntas con Eusebio, despu�s de haber dormido
pl�cidamente abrazada a el y sentido su contacto entre mis tetas me levant� muy
temprano, acomod� todas los cosas en el departamento, puse bebidas en la
heladera, durante una hora prepar� unos sandwichs y canap�s para la tarde, me d�
una ducha bien caliente para relajerme completamente me vest� y sal� para la
oficina, en un principio pens� en llev�rmelo en mi cartera, pero luego desist�
de ello, supuse que era mejor dejarlo tranquilo por unas horas y sentir el
placer del reencuentro con �l.



No hab�a pasado mas de una hora desde mi llegada a la oficina
cuando Elena me llam�, realmente me sorprendi� su llamado, ella hab�a encontrado
el n�mero de tel�fono en la gu�a y me llamaba para confirmar el encuentro de la
tarde, la tranquilize dici�ndole que la invitaci�n segu�a en pi� y que yo por mi
parte deseaba que as� fuese, ante sus ruegos nuevamente tuve que contarle mi
primera experiencia con Eusebio, esto se ve�a que la pon�a muy caliente, luego
de cortar la comunicaci�n me qued� un rato pensando en el primer encuentro que
hab�a tenido con Elena y con Eusebio, estos pensamientos comenzaron a ponerme
bastante calentona, tal es as� que al final fu� al toilette y me d� una
masturbada, como lament� en ese momento haber dejado a mi amigo encerrado en el
departamento, sin embargo el envase del desodorante en aerosol que ten�a en mi
cartera me ayud�, no era ni punto de comparaci�n a la ayuda que me hab�a
brindado Eusebio, era duro, fr�o, sin personalidad, bastante corto para mi gusto
y mucho menos grueso que mi entra�able amigo, pero como dice un viejo refr�n "a
falta de pan buenas son las tortas".



Ese d�a si que fu� interminable, la hora de salida no llegaba
nunca, para colmo Elena me llam� a eso de las 3 de la tarde de nuevo, se notaba
su voz ansiosa, cada vez mas deseperada, a tal punto que me dijo que hab�a ido
dos veces al sal�n de exposiciones a ver a los hermanos de Eusebio y que estuvo
a punto de utilizar uno de ellos pero que al final no se atrevi�, con lo cual su
calentura aumentaba a medida en que se aproximaba la hora del encuentro.



Cuando abr� la puerta del departamento Elena entr� como una
tromba, apenas me di� un beso en los labios, tir� su cartera al suelo y comenz�
a decir, mas bien casi gritando: donde esta???!!, donde lo ten�s???!!!,
quiero verlo??!!!.
Al final logr� calmarla, la abraz� tirenamente y comenz�
a besarla en su boca mientras que mis manos acariciaban sus tetas, esto si bien
la apacigu� un poco pero a�n asi se notaba que su calentura aumentaba en forma
cont�nua, mientras tanto le fu� quitando sus ropas hasta dejarla en bolas como
cuando vino a este mundo, ella entonces comenz� a acariciar con sus manos todo
su cuerpo, temblaba como si estuviese muerta de frio, por lo cual no la hice
esperar mas y traje del dormitorio a Eusebio, apesar de que hab�a visto en la
jugeter�a a otros vibradores iguales a �l, la visi�n de este le produjo nuevos
escalofr�os, me lo arranc� de las manos y comenz� a chuparlo con desesperci�n,
no me di� tiempo a decirle nada sent�ndose en el borde del sill�n y mientras
chupaba una de las cabezas comenz� a meterse la otra dentro de su argolla,
apenas hubo entrado unos cent�metros lo coloc� en la posicion "frenesi" y lo
encendi�, no pod�a creer la cara de desesperaci�n que puso cuando Eusebio no
respondi�, me mir� con los ojos desorbitados y casi gritos comenz� a decirme:
Se muri�!!!!��. Que hiciste!!!!!� lo mataste..!!!!,
entonces no pude
aguantar mas y estall� en carcajadas, estuve como dos minutos que no pod�a parar
de reirme, Elena mientras tanto segu�a pute�ndome sin saber que Eusebio sin
pilas no funcionaba, cuando par� de reirme y le cont� la verdad fu� ella la que
estall� en carcajadas por la estupidez que hab�a cometido, eso la calm� un poco,
entonces s� le coloque las pilas y se lo entregu� para que jugara a su antojo
mientras yo me iba a la cocina a calentar un poco de caf� para las dos.



No bien puse el caf� a calentar sent� el ronroneo de Eusebio,
por la intensidad supuse que Elena lo hab�a colocado en "frenes�" y no me
equivoque, ella comenzo a gemir y jadear como una pose�da, mientras espera que
se calentase el caf� me quit� el vestido que ten�a puesto qued�ndome totalmete
desnuda ya que no llevaba puesto nada m�s, as� sintiendo a Elena como jugaba con
el amigo se apoder� de mi una calentura de novela, apenas se calent� el caf� lo
llev� al living para compartirlo con Elena, casi se me cae de las manos la
cafetera cuando v� lo que estaba sucediendo, Elena se revolcaba como por el piso
como si tuviese un ataque de epilepsia, Eusebio funcionaba a pleno uno de sus
extremos se hallaba casi todo dentro de su argolla y la otra parte no se la ve�a
ya que estaba totalmete enterrada en su culo, dej� la cafetera sobre la mesa y
corr� hacia ella, logr� abrazarla y casi como por milagro consgui detener a
Eusebio, pareci� que esto la desconect� tambien a ella, lentamente se lo saqu�
de su culo y de su vagina, ella qued� tendida en el piso boca arriba con la
mirada fija en el techo, sin parpadear, sus ojos estaban vidriosos, su
respiraci�n era entrecortada, mas bien eran unos espamos que sal�an por su
garganta, verdaderamente me asust�, corr� al ba�o traje una toalla mojada que
apliqu� sobre su cabeza al tiempo que la dejaba sola y tra�a de la cocina un
vaso con agua helada, me agache a su lado y pasando un brazo por detr�s de su
cabeza logr� incorporarla, por fin consgu� que bebiese unos sorbos con gran
dificultad, al final comenz� a recuperarse, parec�a como si volviese del mas
all�, no sab�a que le hab�a pasado, no sab�a donde estaba, solo recordaba que
hab�a comenzado a tener un fabuloso orgasmo que lleg� en forma torrencial al
igual que llega una ola a la orilla del mar, que fu� algo que la arras� por
completo y perdi� el control de todo.



Con gran esfuerzo la levant� en brazos y la llev� al
dormitorio, la puse sobre la cama, la tap� con una manta y le ped� que
descansase un rato, me qued� a su lado hasta que se qued� como en un estado de
sopor, silenciosamente me fu� al living a acomodar todo el desorden que hab�a
dejado Elena, una vez que hube terminado de arreglar todo me fu� a la cocina a
tomar el caf� que hab�a quedado pendiente por el percance de Elena, encend� un
cigarrillo y me puse a pensar como pod�a ser que un instrumento al cual le
otorgabamos la vida a nuestra voluntad pudise hacer tantos estragos en nuestro
cuerpo, casi no hab�a terminado el caf� y el cigarrillo cuando la manos de Elena
me abrazaron por detr�s y comenzaron a acriciar suavemente mis tetas juntamente
con con peque�os besos en mi cuello, me levant� muy contenta de verla nuevamente
bien, adem�s de comprobalo le pregunt� como se sent�a, de maravillas
chiquita, de maravillas
me respondi�, encendi� un cigarrillo, se sirvi�
ella misma un caf� y sent�ndose junto a m� estuvimos largo rato charlando, en
efecto se hallaba bien, pero hab�a partes de lo que le hab�a sucedido que no
recordaba claramente.



Despu�s de haber comido un par de sandwichs cada una y tomado
un par de latas de cervezas, la invit� al dormitorio a jugar juntas con Eusebio,
eso s� con l acondici�n que fuese yo la que tuviese el control de el, ella
acept� los t�rminos, primero fuimos al ba�o a darnos una ducha, esto en vez de
clamarnos un poco encendi� a�n mas el deseo que ten�amos de jugar juntas con
Eusebio, el agua caliente, las caricias con la esponja enjabonada sobre nuestros
cuerpos, los peque�os mordiscos que no dabamos una a la otra sobre los pezones,
alg�n dedo indiscreto dentro del culito hizo que ambas dej�semos de ba�arnos y
asi mojadas como estabamos nos fueramos al dormitorio, previo paso por el living
a buscar a Eusebio, que por supuesto era el invitado especial de la fiesta.



Ya sobre la cama nos sentamos una frente a la otra y con
Eusebio en el medio Elena comenz� aplicar sobre y dentro de mi vagina un gel
lubricante que hab�a traido del sal�n especial de la jugeter�a, cuando acab� con
su tarea comenz� yo ha hacer lo mismo con ella, entonces ambas tomamos a
Eusebio, cada una por su lado y comenzamos a introducirlo en nuestras argollas,
lentamente y a raiz de los peque�os empujones que nos d�bamos con nuestras
pelvis Eusebio fue entrando dentro de nuestras vaginas, ambas conseguimos
introducirnos la misma porci�n de �l, cuando lo logramos nos quedamos largo rato
abarazadas, apretabamos nuestras tetas fuertemene, los pezones se rozaban los
unos contra los otros, parec�an que se sacaban chispas en su continuo roce, al
fin logr� poner en funcionamiento a Eusebio para que el hiciese su parte, al
encenderlo estaba colocado en modo "pasi�n", ahora si fue lo m�ximo, tal
vibraci�n hizo que ambas nos apet�semos mas la una con la otra, nuestros
orgasmos no se hicieron esperar, a pesar de las indicaciones del fabricante
acerca del tiempo m�nimo en el cual se alcanzar�a el orgasmo pudimos comprobar
que Eusebio siempre se adelantaba a todos los pron�sticos.



Luego de esto y a pesar del placer que sent�a me fui sacando
a Eusebio de mi vagina, cuando lo logr� me puse arrodillada de espaldas a Elena
y comenz� a meterlo dentro de mi culito, Elena me ayud� en esto lubric�ndolo un
poco mas, as� al final consegu� nos sin bastante esfurezo que Eusebio se alojase
todo, si completamente todo dentro mio, cuando sent� que ya no entrabas mas
comenz� a hacer fuerza hacia atr�s, quer�a tenerlo mas y mas adentro, pero mas
no se pod�a, lo �nico que logr� fue que este mu�ecos se enterrase a�n mas dentro
de la argolla de Elena que ya estaba a estas alturas teniendo otro de sus
fabulosos orgasmos yo calculo que a�n no se hab�a respuesto de el cuando se sac�
el juguete de su argolla, se puso detr�s mio en la misma posici�n que yo y se
coloc� a Eusebio en su cola, haciendo ambas fuerza con nuestras nalgas la una
sobre la otra Eusebio qued� totalmente encastrado dentro del culito de Elena,
por supuesto que dentro del m�o ya lo estaba desde hacia un buen rato, as� ambas
comenzamos a darmos golpes contras nuestras nalgas haciendo cada una de nosotras
fuerza hacia atr�s, mientras hac�amos esto cada una de nostras con una de
nuestras manos trat�bamos de alcanzar la vagina de la otra, cuando lo logramos
comenzamos a acariciarnos nuestor cl�toris yo el de Elena y ella el mio,
seguimos as� empujando cada vez mas fuerte hacia atr�s mientras nuestras manos
segu�an y segu�an sobre los cl�toris, ambas llegamos casi al mismo tiempo a otro
orgasmo que para ser sincera a esa altura de las cosas yo hab�a perdido la
cuenta de cuantos hab�a tenido al igual que Elena no ten�a ni noci�n de cuantos
habian sido, supon�amos que 4 o 5 pero lo mas seguro era que habian sido entre 6
o 7, ca�mos derrubadas sobre la cama, nos dimos vuelta y poniendos de costado
frente a frente nos abrazamos y comezamos a besaron por largo rato mientras que
Eusebio se hallaba en medio nuestro, aprisionado por nuestras tetas.



As� lentamente y sin darnos cuenta por el agotamiento que
ten�amos nos quedamos dormidas, me despert� no sabiendo que hora era, Elena se
hab�a dado vuelta pero segu�a abrazando entre sus tetas al mu�eco del placer, me
dio l�stima despertarla y pedirle que lo compartiesemos nuevamente, al verla as�
desnuda y con su colita tan parada apunt�ndome de una manera muy provocativa me
fui deslizando por suespalda hasta que mi boca qued� junto a sus nalgas, muy
suavemente las fui separando con mis manos y cuando lo hube logrado comenz� a
introducir mi lengua dentro de su ano, al cabo de unos instantes Elena
entredormida a�n comenz� a gemir muy suavemente, mientras continuaba con este
juego empez� a masturbarme as� fue como logr� mi �ltimo orgasmo del d�a, al
final me qued� profundamente dormida, mi cara qued� apoyada sobre las nalgas de
Elena, a la ma�ana siguiente cuando nos despertamos estabamos en la misma
posici�n, pero al rev�s, era Elena la que ten�a su rostro entre mis nalgas, como
y cuando ocurr�o a�n no lo he podido saber.



Al darnos cuenta de la hora nos levantamos r�pidamente,
mientras Elena se duchaba prepar� el desayuno y mientras ella tomaba casi sin
respirar un caf� por que se nos hacia tarde para llegar al trabajo yo me d� una
ducha r�pida, nos cambiamos y cada una de nosotras parti� a su trabajo, al
despedirnos prometimos mantenernos en comunicaci�n para volver a reunirnos
nuevamente, la verdad es que esto ocurri� much�simas veces mas, y cada vez que
lo haciamos encontrabamos una nueva forma de darnos placer.












Cap�tulo III .- Mi nuevo
trabajo.






Desde hace un a�o y medio que estoy en pareja con Elena,
lenta pero paulatinamente fuimos forjando una amistad entra�able, no conviv�amos
pero est�bamos juntas todos los fines de semana, �bamos de compras, al cine, al
teatro, a cenar, realiz�bamos visitas a lugares tur�sticos, paseos, y todo tipo
de actividades que pudi�semos realizar juntas, luego de estas salida al volver o
a m� departamento o al de ella complet�bamos el d�a con sesiones de amor que nos
dejaban completamente agotadas esto normalmente lo hac�amos los d�as s�bados,
con lo cual el domingo nos levant�bamos cerca de las 3 o 4 de la tarde un tanto
repuestas de la noche anterior.



La vida nos sonre�a a ambas, cre�mos que esta no nos pod�a
ofrecer mayor felicidad, pero cuan equivocadas est�bamos, pocos d�as despu�s
pudimos comprobarlo, Elena me llam� una ma�ana el trabajo, me pidi� que cuando
saliese pasase por la jugueter�a a buscarla, no me dio mas explicaciones, me
qued� muy intrigada, pero como estaba acostumbrada a los enigmas de Elena no me
sorprendi� demasiado.



Al salir de la oficina pas� por la jugueter�a, a esa horas
estaba cerrando, Elena despu�s de saludarme con un beso en mi boca me dijo que
Mar�a Jos� la due�a quer�a hablar con nosotras, la verdad es que el misterio se
agrandaba m�s a�n, una vez cerrado el local Elena y yo nos dirigimos a la
oficina de Mar�a Jos�, ella nos salud� con un c�lido beso a cada una.



Como ya les he contado Mar�a Jos� es una mujer de unos 54 o
55 a�os, delgada de muy buen aspecto, unos pechos bastante firmes para su edad,
una cintura de avispa y una cola que se ve muy apetitosa, ella es lesbiana al
igual que nosotras, adem�s debo decirles que las dos otras vendedoras que hay en
la jugueter�a: Andrea y Ver�nica son lesbianas y est�n en pareja desde hace unos
4 a�os cuando se conocieron en la jugueter�a, pero bien volviendo al momento de
la reuni�n con Mar�a Jos�, nos hizo sentar en un sill�n muy c�modo que hay en su
despacho, llam� a Juliana la cocinera e hizo traer caf� y algunos dulces para
comer mientras charl�bamos, encendi� un cigarrillo y comenz� a decirnos:
Queridas chicas, he visto que hace como un a�o que son pareja, tambi�n he
observado como Elena ha mejorado su car�cter para con nosotras y la eficiencia
en su trabajo, as� como la puntualidad y el empe�o que pone en el, en cuanto a
ti Daniela s� por Elena que eres muy eficiente en tu trabajo, eres muy correcta,
y un mont�n de cosas mas, pero basta de preludio!!
Dijo, y dirigi�ndose
a m� continu�: el motivo por el cual te hice venir es por que me gustar�a
que trabajes ac� en la jugueetr�a como vendedora al igual que Elena y las otras
chicas,
casi sin dejarme responder continu�: s� lo que ganas en tu
trabajo, te ofrezco 500 d�lares mas, al igual que a las otras chicas 100
adicionales por vi�ticos, una buena obras social, 30 d�as de vacaciones y si las
cosas van bien durante el a�o, cosa que siempre pasa afortunadamente doble
aguinaldo a fin de a�o
, en tus manos est� la decisi�n.



Cuando mir� a Elena no pod�a creer la cara de alegr�a que
ten�a, entonces sin pensarlo m�s acept� la propuesta, con la �nica condici�n que
empezar�a a trabajar en una semana aproximadamente ya que deber�a dejar
terminadas algunas tareas que a�n ten�a pendiente en mi actual trabajo, cosa que
no fue impedimento alguno ya que Mar�a Jos� se levant� de su sill�n, dej� la
taza de caf� y d�ndome un prolongado beso en mi boca, al cual respond� sin
pensarlo me dijo: Bienvenida a bordo de la jaula de las locas.



As� fue que a la semana siguiente estaba trabajando de
vendedora, en pocos d�as me puse al tanto de todo el movimiento de la
jugueter�a, secundaba a Elena en el sal�n del sex shop que Elena me hab�a hecho
conocer el primer d�a que entr� a comprar la hermosa mu�eca para mi sobrina, a
veces �bamos las dos a mostrarle alg�n juguete a una clienta, a veces a dos
juntas y en alguna rara ocasi�n a una pareja que deseaba encontrar algo nuevo
para ellos.



Con esto la relaci�n entre Elena y yo se afianz� a�n mas,
muchas veces sal�amos de la jugueter�a y como ese d�a en particular no hab�amos
tenido ni el mas m�nimo contacto entre nosotras �bamos normalmente a mi
departamento, que queda a unas pocas cuadras del trabajo, cuando lleg�bamos en
pocos instantes nos pon�amos ambas en bolas y nos d�bamos una ducha reparadora,
que inclu�a hermosos 69 debajo del agua, muestras lenguas funcionaba al m�ximo
dentro de la vagina de la otra, unos, dos, tres dedos enjabonados en la colita
de la compa�era, a y por supuesto siempre con la compa��a de nuestro inseparable
amigo "Eusebio" el continuaba haciendo estagos dentro nuesto, luego cen�bamos
algo, mir�bamos alguna pel�cula er�tica, que nos calentaba m�s de lo que
est�bamos y nos �bamos a la cama, yo por mi parte hab�a cambiado mi peque�a cama
de "soltera" por una hermosa cama doble de hierro forjado primero por que
siempre me han gustado este tipo de camas y segundo con las palizas que nos
d�bamos era la �nica cama que aguantase tanto traj�n, despu�s de esto nos
dorm�amos abrazadas como angelitos hasta el d�a siguiente.


































































Cap�tulo IV.- La Bienvendida.




Hab�aa trascurrido unos 10 d�as de estar trabajando cuando
Mar�a Jos� nos anunci� un Jueves por la tarde que el S�bado despu�s de cerrar el
negocio ella hab�a organizado una peque�a reuni�n con nostras para darme la
bienvenida, esto me puso muy cantenta al ver que era tratada con tanta
amabilidad, ese S�bado me levant� un poco mas temprano que de costubre,
desayun�, me d� una ducha muy reparadora con agua bien caliente, arregl� mi
cabello y me vest� con un corpi�o de encaje blanco completamente transl�cido al
igual que la peque�a tanga haciendo juego, ambos dejaban a la vista mis pezones
y la peque�a mata de pelitos sobre mi vagina muy bien depilada, me puse un
vestido enterizo color mostaza muy claro y unas sandalias de cuero color marr�n,
as� alegremente sal� para mi trabajo, durante la jornada todo se present� de
manera extraordinaria, la afluencia de p�blico no fu� muy grande por lo cual el
d�a trancurri� sin novedades, m�s a�n no tuvimos oportunidad de mostrar nuestra
colecci�n del sex shop y las bromas entre nosotras fueron casi continuas.



Cercana a la hora del cierre, las 14, Juliana entr� ayudada
por un remisero con una cantidad enorme de paquetes, tra�a sandwichs, masas
secas, finas, bocadillos, postres, varias botellas de cerveza, champagne,
gaseosas de varios tipos, algunas botellas de agua mineral, cuando se hubo
cerrado el local Mar�a Jose no avis� que fuesemos al salon del sex shop que ya
Juliana hab�a preparado la mesa, cuando entramos Mar�a Jos� nos estaba
esperando, en sus manos llevaba un inmenso ramo de rosas que me obsequi� en su
nombre y el de las chicas, al entreg�rmelo me abraz� y me obsequi� un inmenso
beso en mis labios que me dejaron sin respiraci�n, mientras esto ocurr�a mis
compa�eras estallaron en aplausos, luego cada una de ellas hizo lo propio
dand�me enormes besos con el aderezo de alg�n pellizc�n o en los pezones o la
cola seg�n su preferencia con cari�osas frases de bienvenida.



Al final de esto nos sentamos a la mesa a deleitarnos con los
hermosos manjares que la due�a nos hab�a obsequiado, a su vez Juliana compart�a
la mesa con nosotras y atendi�ndonos en cada deseo, esta comida se prolong� por
mas de dos horas entre risas, charlas, an�cdotas de nuestras vidas, encuentros
sexuales algunos proyectados de antemano y otros casuales, algunos de ellos con
su parte c�mica, otros un tanto desafortunados pero cada historia generaba un
sin fin de risas y carcajadas que nos dejaba plenas de felicidad, en efecto la
reuni�n era realmente alegre y placentera, hasta que un determinado momento
Mar�a Jos� le pidi� a Juliana que trajese el postre, inmediatamente mientras
Juliana iba a la cocina, todas ellas me agarraron y haciendo un poco de lugar
sobre la mesa me colocaron de espadas sobre ella, no imaginaba el porqu� ni lo
que vendr�a, al instante entr� Juliana trayendo un carrito con una gran fuente
llena de crema pastelera, otra fuente enorme con crema de lecha, una jarra con
miel y otra con chocolate tibio, ah� pude comprender:" yo ser�a el
postre".




En efecto, cada una de ellas tom� lo que mas le gust� y
comenz� a vertirlo sobre m�, es mas a�n no me habian quitado mi ropa, entonces
comenz� a sentir como el chocolate tibio se deslizaba por mi vestido entre mis
pechos, as� fu� que a medida que estos jugos ca�an sobre m� cuatro bocas y ocho
manos se apoderaban de m�, besaban mis pechos, mi boca, juegueteaban con mi
vagina por sobre y por debajo de mi bikini, mientras iban haciendo estos juegos
se iban quitando sus ropas, una vez que ellas estuvieron totalmente en bolas,
con mas jugos, cremas y caricias fueron quitando mis ropas que ya estaban
totalmente empapadas en chocolate, miel y cremas.





As� cuando estuve totalmente desnuda la fiesta conmigo de
postre sigui�, por momentos sent�a una boca sobre la mia que se llenaba con una
lengua sedienta de un beso lubricado con chocolate, unos dedos que me llenaban
toda mi argolla chorreante de miel juntamente con otros dedos de distinta mano
que se introduc�an en mi ojete llenos de crema pastelera, mis pechos llenos de
crema eran el bocado preferido de todas ellas, cubr�an todos mis pezones con
chocolate y miel y al instante av�das bocas los succionaban hasta dejarlos
relucientes.



Pero no todo era recibir, a su turno cada una de ellas iba
acercando su vagina a mis labios, sus vaginas se hallaban decoradas con todo lo
que hab�a a mano, grandes frutillas asomaban en sus labios carnosos lo cual
permit�a com�rmelas con gran placer, otras vaginas se acercaban a mi boca
choreantes de chocolate y miel todo pero absolutamente todo iba a parar dentro
de mi boca, desde ya que mis manos no se quedaban quietas, al igual que ellas
trataba de introducirlas en la vagina mas cerca o el culito mas a mano que
tuviese en ese instante, mientras toda esta fiesta ocurr�a Juliana comenz� a
alcanzarnos toda la gama de jueguetes del sex shop, entoces si fu� penetrada por
la mayor gama de juguetes que habia tenido en mi vida, al igual que con mis
manos cada jueguete a mi disposici�n fu� a parar dentro de la argolla o el
culito mas cercano.



Luego de haber jugado mas de una hora conmigo arriba de la
mesa, me bajaron de ella y las cinco continuamos juntas en el suelo, eramos
todas contra todas, hasta que al cabo de un rato Mar�a Jos� se di� cuenta que
Juliana desde un sill�n al costado de la sala nos observaba con los ojos
desorbitados por el espect�culo que ve�a juntamente con sus manos que no cesaban
de acariciar su vagina totalmente a nuestera vista ya que a esa altura de los
acontecimiento que estabamos viviendo ella se hab�a quitado su trusa la cual se
hallaba en el suelo junto a ella y sus manos restrgaban con inusitada fuerza el
interior de su argolla, a un pedido de Mar�a Jos� nos lanzamos sobre Juliana, en
un abrir y cerrar de ojos le quitamos su delantal, el vestido que llevaba puesto
y el corpi�o, ella intent� quejarse por esto pero el beso que le estamp� Elena
en su boca no permiti� queja alguna, en un santiam�n las enormes tetas de
Juliana quedaron a nuestra disposici�n, comenzamos las cinco a chuparla por los
cuatro rincones de su cuerpo, al igual que me hab�an hecho a m�, enormes
cantidades de chocolate y miel juntamente con las cremas aterrizaron sobre su
voluminoso cuerpo, as� fu� como comenzamos a "comernos" a Juliana, sus
voluminosas tetas eran el blanco preferido por nosotras, sus enormes pezones
recib�an interminables leguetazos y mordiscos de nuestras bocas, Juliana re�a y
gozaba con esta fiesta que le estabamos brindando, ella a su vez con sus manos
nos prodigaba amorosas caricas sobre nuestros cuerpo al igual que su boca cuando
se encontraba con alguna de las nuestras.



Toda esta fiesta por supuesto que no se desarrollaba en
silencio, risas, carcajadas, ayes de gozo, gemidos y quejidos cuando
alcanzabamos nuestros orgasmos llenaban toda la sala, en especial Juliana cuando
mi lengua lleg� con dificultad a su interior por la inmensa mata de pelos
renegridos que cubr�an sus labios vaginales que por lo visto jam�s hab�an sido
depilados excepto cuando los m�ltiples partos que hab�a tendio, luego de
sobrepasar esta gran barrera mis dedos y mi boca llegaron a su enorme vagina, la
cual si hubiese querido en ese momento podr�a haber albergado a mi mano
c�modamente, pero sin embargo solo introduje en ella dos dedos y separando lo
mas que pude sus labios vaginales mi lengua se introdujo totalmente en ella
d�ndole infinidad de toques en su cl�toris que al igual que su vagina era de un
tama�o muy considerable, debido a esto y a las inumerables bocas y manos que
jugaban con su cuerpo ella no tard� el llegar a un orgasmo, comenz� a gemir
mucho mas intensamente que cualquiera de nostoras, sus gemidos llegaron a ser
alaridos que retumbaban por toda la sala, supe con seguirdad que era la primera
vez en su desdichada vida que llegaba a un orgasmo, cuando casi hubo terminado
desliz� mi lengua por fuera de su vagina hasta llegar no sin dificultad a su
ano, el cu�l se ve�a enorme de bordes redondos y carnosos, el mismo no opuso
difcultad a la entrada de mi lengua al igual que mis dedos que se fueron
introduciendo de a uno hasta llegar a albergar a cuatro de ellos, evidentemente
no era la primera vez que recib�a vistas dentro de �l, su tama�o y dilataci�n
as� lo evidenciaban, mientras yo jugaba con su cola otra boca y lengua se
encarg� nuevamente de su vagina, esto provov� en Juliana otro orgasmo y
nuevamente sus quejidos y alaridos llenaron el sal�n hasta quedar recostada en
el suelo exh�nime, ya que la tuvimos que ayudar a levantarse para sentarla en un
sillon.



Luego de varias horas de esta gran org�a de placer y alegr�a
Mar�a Jos� di� por teminada la reuni�n, seis mujeres agotadas como est�bamos nos
ibamos dirigir al ba�o a darnos una ducha y quitarnos todo lo que hab�a sobre
nuestros cuerpos, miel, chocolate, cremas, jugos todo absolutamente todo cubr�a
nuestros ajetreados cuerpos cuando Juliana nos dijo que ella lo har�a mas tarde
ya que deb�a limpiar todo antes de irse, nos miramos e inmediatamente todas
coincidimos en lo mismo decidimos ayudarle a limpiar todo el sal�n, as� en unos
20 o 25 minutos todo qued� reluciente como si nunca hubiese ocurrido nada, desde
ya que a cada instante alguien sent�a en su culito la punta de algun palo de
escoba, o alg�n estorpajo que se delizaba por entre sus nalgas, o tamb�en alguna
carica en sus tetas producto de alg�n beso al pasar, pero as� terminamos con la
tar�a y nos fuimos todas a ba�ar, otra fiesta, como el la ducha era bastante
reducida para las seis juntas, casi no nos pod�amos mover ,con lo cual comenz�
otra fiesta de agua, jab�n, caricias, besos, bocas y manos y mas de un orgasmo,a
veces en forma �nica y en otros momentos eramos dos o tres que llegabamos a �l
en forma conjunta, ya agotadas y siendo casi las 10 de la noche fuimos saliendo
de la ducha y sec�ndonos unas a otras comenzamos a juntar nuestras ropas
desparramadas por el sal�n y a vestirnos, como se hab�an desarrollado los
hechos, no ten�a ropa limpia para ponerme cosa que me sobresalt�, pero que Elena
a sabiendas de lo que iba a pasar me hab�a tra�do ropa limpia que yo ten�a en su
casa, pero la muy guacha toda la ropa que hab�a traido era solamente un vestido
minifalda y una remera, as� que me tuve que ir a mi departamento solamente
vestida con estas dos prendas sin nada mas abajo de ellas, en resumen me fu�
bastante en bolas.



Cuando llegu� a �l, as� como estaba ca� en la cama muerta de
cansancio pero repleta de alegr�a, por supuesto que no me olvid� de Eusebio que
esa noche durmi� como siempre entre mis pechos.







Cap�tulo V.- Jaime



Hac�a aproximadamente unos tres meses de mi llegada a la
jugueter�a cuando una ma�ana Mar�a Jos� nos llam� a Elena y a m� a su despacho,
por supuesto que ambas fuimos de inmediato, comentando el porque de la reuni�n,
al entrar vimos que en el sill�n del costado de su pespacho se halba sentado un
hombre, de alrededor de unos 25 a�os, cabello bastante largo rubio, de piel muy
bronceada, con un barzo apoyado en el sill�n, el otro sobre su pierna derecha
que se hallaba cruzada sobre la izquierda por entre las cuales colgaba una verga
inmensa, esto se pod�a ver perfectamente ya se hallaba totalmente desnudo, no
bien hubimos entrado Mar�a Jos� nos present�: Jaime.. ellas son Daniela y
Elena
le dijo y dirgi�ndose a nostras nos dijo: chicas el es Jaime
, Hola Jaime respondimos casi al un�sono, en ese momento Mar�a
Jos� casi estall� en carcajada, no entend�amos nada, no paraba de reir, ambas
miramos detenidamente a Jaime quien nos miraba impasible, casi de inmediato la
risa de Mar�a Jos� se contagi� de nosotras, Jaime era un mu�eco inflable, era
algo extraordinario su parecido con una persona de carne y hueso, luego que nos
hubimos calmado Mar�a Jos� nos explic� que Jaime era uno de los 8 mu�ecos
inflables que hab�a adquirido, todos ten�an un nombre distinto, el en particular
era "Jaime".



La charla continu� bastante tiempo y caf�s y cigarrilos
mediante no explic� que deseaba que tomaramos a Jaime y fuesemos entre ambas
leyendo el manual de uso que el fabricante adjuntaba con el mu�eco para aprender
correctamente el uso y las posibilidades que brindaba, por supuesto que lo
deb�amos hacer en nuestros departamentos ya que el tiempo libre del que
dispon�amos en el trabajo no era el adecuado para familiarizarnos con �l, es mas
deb�amos conocer cada m�nimo detalle de uso para poder asesorar a futuras, �
futuros compradores, solamente nos dijo que su precio de venta era de 12.000
d�lares al contado, en caso de haber alg�n/a interesado/a que deseara adquirirlo
en cuotas ella finalmente decidir�a el plan de ventas.



Esa misma tarde salimos de la jugueter�a con una inmensa caja
envuelta en papel de regalo, dentro de ella iba Jaime muy calladito y arrugado,
sus manuales y sus accesorios, dentro nuestro llev�bamos las mayores
espectativas en ver como se comportaba tama�o juguete, antes de retirarnos Mar�a
Jos� no recomend� el mayor de los cuidados ya que el precio del mismo era muy
elevado y por supuesto muy costosa su reposici�n en caso de alg�n da�o
accidental.



No bien llegamos a mi departamento dejamos a Jaime en la
cocina, y nos quitamos toda la ropa, incluso la bikini y el corpi�o y nos
pusimos ambas unas camisetas de tela liviana que nos llegaban casi a las
rodillas, y mientras nos tom�bamos unos hermosos mates comenzamos a leer entre
ambas el manual de uso, as� empezamos a entender como funcionaba ese juguete,
mediante una consola de unos 10 por 20 cms se lo conectaba desde su tal�n
derecho a ella y desde esta a la red electrica, una vez conectado mediante el
men� de consola se lo pod�a inflar a gusto hasta llegar a su max�ma presion, en
ella su cuerpo alcanzaba la mayor rigid�z, igual que un cuerpo humano, una vez
inflado su temepertura corporal alcanzaba los 37 grados, se lo pod�a programar
para que hablase en varios idiomas: ingl�s, castellano, franc�s y alem�n los
cuales ven�an incorporados de f�brica, no obstante ello se pod�an adquirir mini
CD en otros idiomas, su lexico era solamente frases que pronunciaba mientras
estaba haciendo el amor, estas pod�an escogerse entre distintos niveles:
amables, dulces, amorosas, quejidos, suspiros, guarras, soeces y una variedad de
combinaciones entres ellas, se lo pod�a programar para que abriese o cerrase sus
ojos al igual que su boca, la cual abrirse sacaba la lengua unos 7 u 8
centimetros por fuera de ella, pero lo m�s interesante de las funciones de Jaime
era mediante un peque�o orificio que se cerraba con un bot�n del mismo material
que su piel que se hallaba sobre su cintura del lado izuierdo, se lo pod�a
llenar con cualquier tipo de yoghurt existente el mercado, y luego de programar
la funci�n de eyaculaci�n apretando un casi imperceptible boton debajo de su
piel a la misma altura que el anterior pero del lado derecho, Jaime comenzaba a
eyacular por su verga de la misma forma en que lo har�a un hombre, con la �nica
diferencia que desde el primer chorro de "semen" hasta el �ltimo siempre lo
hac�a con la misma intensidad adem�s mientras hubiese reservas en su dep�sito la
cantidad de eyaculadas que pod�a dar quedaban a entero control de quien las
deseaba.



Tamb�en pudimos leer que Jaime pod�a ser penetrado como
cualquier mortal, su ojete pod�a recibir la visita de una verga de hasta unos 25
cms de largo y un grosor que pod�a llegar a 68 cms, mientras le�amos esto Elena
acot�: flor de ojete tiene este guacho, ambas estallamos en risas
y en ese momento pensamos como recibir�a el culo de Jaime a Eusebio.



En cuanto a su verga supimos que ella era intercambiable, el
kit se prove�a solamente con dos tama�os, el "S" que ven�a colocado en �l de
unos 15 cms y 5 de grosor, y el "M" que se hallaba dentro de la caja, este
�ltimo ten�a unas medidas de 20 cms de largo por unos 6 cms de di�mtero, luego
pod�a adquirirse opcionalemte la versi�n "XL" del mismo di�metro que la anterior
pero su largo alcanzaba los 26 cms, y por �ltimo la versi�n "SXL" cuyo largo
total llegaba a alcanzar los 30 cms con un grosor m�ximo de 8 cms, es decir:
"la madre de las vergas"
, asimismo todas estas vergas eran programables por
consola, mediante la cual se lograba que Jaime sacase e introduciese esa verga
dentro de tu cuerpo, con lo cual brindaba a la usuaria/o la sensaci�n de ser
penetrado verdaderamente por una pija de carne y piel.



Con Elena segu�amos tomande mate y asombr�ndonos de lo que
pod�a hacer el mu�eco, asimismo leimos con gran detalle varias de las
recomendaciones del fabricante como ser: que se lo lavara solamente con agua y
jab�n sin ningu�n tipo de detergentes, que fuese secado son toallas como un ser
humano com�n y corriente, que en caso de ba�arse con �l nunca bajo ning�n
concepto se lo deberia hacer enchufado a la red el�ctrica, que cuando se lo
guardase desinflado deber�a estar completamente seco y de ser posible entalcado
para evitar humedad y hongos los cuales pod�an afectar la piel humana con el
uso.



Luego de haber le�do y vuelto a leer el manual un par de
veces nos dedicamos a intercambiar preguntas y opiniones acerca de �l, esta
charla amenizada con risas, comentarios picarescos y algunas caricas extras
entre nosotras hizo que como era normal en ambas nos empezasemos a calentar con
la idea de hacer el amor con junto con Jaime.



As� fu� como llevamos a Jaime al dormitorio, lo enchufamos y
leyendo mas atentamente el manual entre ambas le dimos vida a tan hermoso
juguete, luego de unos minutos Jaime adquiri� su verdadero tama�o, se lo ve�a
hermoso, muy bronceado, de aprozimadamente 1.80 mts de estatura, muy fuerte y
musculoso, por se la primera vez no le cambiamos su verga orginal, llenamos su
dep�sito con un pote de yoghurt con sabor a frutillas que ten�a en la heladera y
me puse de espadas en la cama, coloqu� aJjaime sobre m� y Elena lo program� para
queme chupase la argolla y eyaculase a su debido tiempo, as� comenz� yo con un
hermoso 69, la verga de Jaime lentamente sal�a de su escondite y se me enterraba
toda en mi boca, mientras que su lengua lentamente iba entrando y saliendo en mi
vagina la cual estaba bastante lubricada, por supuesto Elena me ayudaba con esto
besando y masajenado mis tetas, as� al cabo de unos 3 minutos de estar jugando
con el comenz� a eyacular su "semen", los chorros de yoghurt llegaron como el
chorro de una manguera hasta el fondo de mi gargante, eran tan r�pido y fuertes
que no alcanz�, al menos en esta primera vez a trag�rmelo todo, me hicieron
atorar, comenz� a toser y abundante "semen" chorreaba por mis labios sobre mi
cuello, Elena con su lengua me ayudaba a recogerlo, esto duro casi un minuto
hasta que Jaime acab� sus reservas de "semen", mientras tanto sigui� y sigui�
metiendo y sacando su lengua de mi argolla, lo cual hizo que tuviese un orgasmo
espectacular, duarante el cual tuve que contenerme para no morder furiosamente
esa verga que entraba y sal�a de mi boca, una vez terminado el programa Jaime
entr� al igual que yo en un estado de reposo.



Inmediatamente Elena trajo de la conina un nuevo pote de
yoghurt, llen� a Jaime con �l y se dispuso a tener ella una prueba, esta vez
coloc� a Jaime de espaldas sobre la cama y ella d�ndole la espalda se sent�
sobre, su verga quedaba a las puertas de hermoso culito, listo para ser
penetrado, program� su consola y Jaime volvi� nuevamente a la vida, su verga
comenz� a penetrarla lenta pero firmemente, a cada entrada de la verga de Jaime
en su ano Elena gem�a deseperadamente, mientras ella con sus manos restregaba
fuertemente sus pechos d�ndose grandes pellizcos en sus pezones, yo por mi parte
la ayudaba con mi lengua en sus labios vaginales jugando con ellos y llegando
hasta su cl�toris el cual rozaba suavemente, as� fu� como la muy calentona lleg�
en poquisimo tiempo a un orgasmo, el cual la hizo temblar como era acostumbrado
en ella, justamente en ese momento Jaime comenz� a eyacular la carga mortal de
"semen" que llevaba en su interior, el culito de Elena tampoco pudo contener
semejantes acabadas, el yoghurt resbalaba hacia afuera por los bordes de su
culo, ella con sus manos lo trataba de recoger con sus manos y llev�rselos a su
boca mientras segu�a cabalgando sobre Jaime, parte de ese "semen" era recogido
por mi lengua y tragado por m�, mientras que con mi mano libre acariciaba
ardorosamente mi cl�toris con lo cual logr� yo mi propio orgasmo, el segundo que
ten�a en el lapso de unos 15 minutos.



Cuando Jaime termin� su labor ca�mos las dos abrazadas en la
cama junto a �l, as� nos quedamos por un largo rato abrazadas fuertemente
mientras intercambiabamos c�lidos y delicados besos, luego y muy a pesar nuestro
nos levantamos, lavamos a Jaime con la mayor delicadeza y lo volvimos a colocar
en su caja, guardamos los accesorios y manuales y nos dispusimos a darnos una
ducha, luego de esto cenamos algo r�pido y nos fuimos a acostar, nos dormimos
como era nuestra costumbre de lado frente a frente y abrazadas muy fuertemente,
nuestros pechos eran uno solo.














































































































Cap�tulo VI.- Las novedades




Al d�a sigueinte no bien llegamos a la jugueter�a Mar�a Jos�
nos llam� a su despacho nuevamente, entonces quiso saber si hab�amos le�do todo
lo referente al manual de instrucciones, si nos hab�amos familiarizado con su
uso y adem�s nos pidi� que con lujo de detalles le relataramos cada uno de
nuestros actos er�ticos con Jaime, as� como tambi�n que le diesemos la opini�
personal de cada una de nosotras respecto del juguete.



Ahora bien cada una a su turno comenzamos a contarle esa
primera experiencia, as� fue como le relat� el primer 69 que yo tuve con �l,
como eyacul� su "semen", como metia y sacaba su lengua de mi argolla, como le
chupaba esa verga hermosa que entraba y sal�a de su cuerpo y la sensaci�n que me
produzco el orgasmo que tuve, a su vez Elena le cont� detalladamente como Jaime
enterraba su verga en su culo, como chorreaba por los costados de el la acabada
que le propin� y la colaboraci�n que ambas nos brindamos mutuamente mientras
Jaime hac�a su "trabajo"



Mientras le relatabamos a Mar�a Jos� nuestro primer encuentro
con Jaime, ella nos escuchaba atentamente y observ�ndola detenidamente pude
comprobar que su mano derecha hab�a comenzado a jugar suavemente con su
entrepierna por debajo del escritorio, tal es as� que cuando Elena le relat� la
penetraci�n anal que tuvo con Jaime, Mar�a Jose exhal� un suspiro como si hubise
sido ella la penetrada, ambas al ver como ella reaccionaba no levantamos y
acerc�ndonos por detr�s comenzamos a acriciarle sus hombros a medida que
nuestras manos comenzaron a jugar con sus pechos.



De esta forma le fuimos quitando una a una sus ropas, est�
comenz� a provocarle un aumento en su respiraci�n, debaja que nosotras jug�semos
con ella, as� hasta quedar totalmente desnuda, su vestido, su corpino de encaje
negro y la minuscula tanga que llevaba puesta quedaron esparcidos por el piso de
la oficina, solamente sus medias y portaligas quedaron en su sitio, entre ambas
la colocamos de espaldas a trav�s de su escritorio, sus nalgas quedaron en el
borde del mismo, por otra parte su cabeza colgaba del otro extremo, Elena se
levant� su falda y quit�ndose si bikini apoyo su sexo contra la boca de ella,
qui�n respondi� inmendiatamente a tal ofrecimiento con unos lenguetazos
desesperados.



Yo por mi parte separ� sus piernas y coloc�ndome entre ellas
comenz� a jugar con mis manos entre sus labios vaginales, mis dedos llegaban a
su botoncito del placer, esto hac�a que Mar�a Jos� se afanase mas y mas en
chuparsl la argolla a Elena, quien a su vez procuraba calentarla al m�ximo
jugando con sus manos en los pechos de ella, al cabo de un rato, cambiamos de
posici�n, yo ocup� el lugar de Elena, mi vagina no tard� ni un segundo en
recibir su lengua mientras tanto Elena introduc�a la suya afanosamente dentro
del lugar donde hab�a estado la mia momentos antes, juntamente con esto su dedo
mayor iba horadando su ano el cual se dilataba mas y mas al contacto de tan
hermoso visitante, todo esto produjo en Mar�a Jos� un aumento de su calentura
hasta llegar al orgasmo, entre ambas debimos sostenerla hasta que acab�
totalmente ya que se retorc�a de una manera incre�ble sobre el escritorio.



Luego de esto se baj� del escritorio, recogi� sus prendas y
mientras se vest�a nos dijo: Chiquitas, si cuando probaron a Jaime gozaron
como lo hice yo con uds debe ser exclente�,.
a
mbas le aseguramos que as�
hab�a sido, con lo cual ella nos autoriz� a ponerlo inmediatamente en exposici�n
y a realizar todo tipo de demostraciones que consideraramos conveniente para
promocionar a tan hermoso producto, seguimos charlando un rato m�s, ella llam� a
Juliana para que nos trajese caf�, y mientras fumabamos un cigarrilo Mar�a Jos�
nos pidi� si el S�bado por la tarde podr�a pasar por mi departamento y con
nuestra "colaboraci�n" la ayudar�mos a comprobar ella misma si Jaime era tan
hermoso como le hab�amos contado, por supuesto que no ofrecimos ning�n tipo de
reparos ante tama�o pedido.



Llam� a Juliana y le pidi� que nos sirviese caf�, cuando se
retiraba de servirnos el caf� Mar�a Jos� le dijo al pasar: Juliana si
seguis moviendo tus nalgas de esa manera las chicas se van a poner locas por vos
, ella se volvi� con una gran sonrisa en los labios y d�ndose vuelta muy
cerca mio levant� su vestido y dej� ante nuestros ojos sus enormes nalgas, acto
seguido por unos instante comenz� a mover sus caderas haciendo que esas enormes
nalgas se estremecieran como un flan, las tres estallamos en sonoras carcajadas
mientras Juliana se alejaba movi�ndolas como era su costumbre.



Luego de esto combinamos la reuni�n en mi departamento la
cual result� ser un �xito al igual que la promoci�n de ventas, en el t�rmino de
quince d�as conseguimos vender a cuatro hermanos de Jaime, as� fu� como salieron
hermosamente empaquetados: Roberto, Nicol�s, Esteban y Dami�n, este �ltimo un
morocho que a nuestro gusto era el mas hermoso, pero por supuesto Jaime nunca
sali� a la venta, era nuestro amigo preferido.



A la hora del almuerzo fu� sola a la cocina ya que Elena
aprovech� su tiempo de descanso para hacer un tr�mite, cuando llegu� a la cocina
Juliana me estaba esperando con unos sandwichs y una gaseosa, al pasar ella
cerca m�o estir� mi mano y por debajo de su vestido le pellizqu� un cachete de
su cola, ella al sentir el con

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Relato: La vendedora de juguetes
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