Era una noche de verano, yo acababa de romper con mi novio
hacia muy poco tiempo. �ramos una pandilla algo grande, en la dominaban los
hombres ya que solo hab�amos tres mujeres. Yo por aquel entonces contaba con 16
a�os. Est�bamos todos en la playa, bebiendo y riendo, uno de mis amigos Rub�n se
desnudo y se meti� en el agua. Todos nos unimos al ba�o, mi ex novio me mir�, yo
a�n no me hab�a quitado la ropa, me daba algo de verg�enza. Me miraba esperando
a que me desnudara, pero no le di ese gusto. Le dije que a que esperaba para
irse con los dem�s y me dijo que a m�, le respond� que no me esperara, que yo no
iba. Levant� los hombros y fue corriendo hacia el agua. Yo me sent� en la arena,
sent� que alguien se acercaba por detr�s, y me taparon los ojos con las manos,
yo me deshice de esas manos y pude ver que se trataba de Eduardo, el mejor amigo
de mi ex.
-�No te ba�as?. Me pregunt�. Le respond� que no, que a parte
de darme verg�enza, no le dar�a a Fernando el gusto de verme desnuda.
- Lo de Fernando vale, pero lo de que te de verg�enza no lo
entiendo. Tienes un cuerpo divino.
A decir verdad, tenia un cuerpo bonito, pechos firmes y
redondos algo desarrollados para mi edad, cintura estrecha, voluptuosas caderas
y piernas largas. No se a que se deb�an mis complejos, la mas probable es que
fueran porque tenia un culo resping�n, compar�ndolo con el de mis amigas, que lo
tenian peque�o y plano.
-Si consigues convencerme me meto en el agua.
Eduardo hizo que me levantara, me despoj� de mi camisa y dejo
a la vista mis pechos, yo no pude reaccionar, �l me miraba a los ojos, tenia una
mirada perversa y llena de deseo. Acto seguido me despojo del pantal�n corto que
llevaba, el se quito el pantal�n y riendo me dijo, -Si te gano te follo. Yo me
re� y los dos salimos corriendo. Llegamos a la vez y nos zambullimos en el agua.
Mis amigos jugaban, chapoteaban yo estuve jugando un rato con David a ver qui�n
aguantaba mas bajo el agua. En un momento que me alej� de mis amigos, sent� como
alguien me agarraba desde atr�s y pon�a sus manos en mis pechos, aquello me
gust�, pero pens� que era Fernando y eso me puso tensa. Me gire y pude ver que
se trataba de Eduardo.
Que haces?
- Cobrarme lo que me debes.
Perdona pero si te refieres a la carrera quedamos
empatados...
Me da igual, llevo esperando este momento desde el d�a
que te conoc�.
� Me quieres decir que te gusto desde entonces?
As� es, ya no solo gustarme. Cuando te acercas a mi
provocas que mi polla se vuelva loca.
Esa frase me excit� al punto que me lance sobre �l y lo bes�.
Yo misma me extra�e de mi reacci�n, nunca hab�a actuado as�, ni tan solo con mi
ex.
Me separ� el instante y le dije que aquello no estaba bien,
que �l era el mejor amigo de Fernando y no quer�a que la relaci�n de los dos se
fuera al garete.
- Ni�a, no estoy para pensar en Fernando, solo en lo que
provocas en mi cuando te tengo cerca, y si no lo he hecho antes a sido por
respeto a �l. Ahora que ya eres libre, me da igual lo que �l pueda decir.
Entonces me tom� de la cintura y me levanto, yo entrelace mis
piernas a su cuerpo, y not� que tenia una erecci�n tremenda. Eso me puso
cachonda y frot� mi chochito contra su majestuosa polla. Eso le puso a mil y
desesperado me arrastro hasta la orilla con sus labios pegados a los m�os,
Nuestros amigos ya hab�an salido del agua, y estaban todos tumbados a lo lejos,
al llegar Eduardo me levant� en brazos y me llevo hasta una de las cuevas que
hab�an en la playa, era peque�a pero fresca, lo cual nos gustaba, me tumbo sobre
la arena y despu�s de besarme descendi� hasta mi co�ito mojado a causa del agua
y de mis fluidos, yo disfrutaba como una verdadera puta, me sent�a sucia, pero
eso me gustaba, vaya si me gustaba, atr�s quedaron los prejuicios que me inculc�
mi madre sobre la virginidad. Si llego a saber primero que era tan delicioso, lo
mas seguro es que me hubiese follado a Fernando todos los dias. Sigui� chupando,
era delicioso, nunca antes hab�a sentido algo as�, ni tan siquiera cuando en las
noches de calor, ma masturbaba en la oscuridad de mi habitaci�n.
No dejaba de gemir y eso pon�a cachondisimo a Eduardo, que
cada vez que o�a uno, mes profundamente met�a su lengua en el interior de mi
vagina.
- Necesito urgentemente que me hagas una mamada.-me dijo. Yo
instintivamente me levante y lo tumb� con brusquedad, su pene era maravilloso,
ni muy grande, ni muy grueso, lo necesario para hacerte disfrutar como una perra
en celo.
Le mire a los ojos, y me lleve su delicioso falo a la boca,
el sabor me gust�, una mezcla de agua salada y su fluido preseminal que ya
asomaba la puntita de su rojo y rico glande, lo sorb� como si jugo de fruto
fuera.
- Para ser una ni�a tan seria, eres toda una putita follando.
Esa frase lejos de ofenderme me encendi� m�s, y me met� todo
su tronco hasta lo mas profundo de su garganta.
- Para- me dijo- como sigas as� acabar� corri�ndome dentro de
tu boca, y quiero penetrarte enterar y cabalgues encima de mi. Deje lo que
estaba haciendo y me sub� encima de �l, cuando iba a introducir su pene me
dijo.- No asi no. Y haciendo que me levantara me puso a cuatro patas y
poni�ndose detr�s de m�, me le insert� con brusquedad, yo grit� de dolor y
despu�s de placer, comenz� un mete y saca torturador, yo gritaba que quer�a m�s,
a estas alturas nuestros amigos nos oir�an, pero no nos importaba, solo
sent�amos placer, yo levant� la mirada y pude ver que el la entrada de la cueva
asomaba una cabeza, me quede perpleja cuando vi que se trataba de Fernando, y
verle ah�, viendo como su mejor amigo estaba follando a su ex novia, me excit�,
le miraba a los ojos, y asi con un gemido de desesperado ambos llegamos al
orgasmo, sent� como la leche caliente me inundaba entera y la sent� resbalar
entre mis piernas. Ca�mos los dos en la arena rendidos.
-Ha sido el mejor polvo que he tenido en mi vida, eres
maravillosa.
- Fernando nos ha visto.
- Y como no me dijiste nada.
- Por que verle ah� me puso mas cachonda.
- Hay que ver que zorrita eres.
Los dos re�mos y asi salimos de la cueva para meternos otra
vez en el agua.
Tengo que aclarar, que deje que se corriera dentro de mis
porque yo usaba la p�ldora, os extra�ara, pero el medico me la recomend� porque
ten�a una menstruaci�n muy dolorosa, y las p�ldoras me ayudaban a que fueran mas
suaves.
Despu�s de esa noche, Eduardo y yo seguimos follando unas
cuantas veces mas, pero esas son otras historia que si quer�is os las contar�.
FIN