UN VIAJE A MALLORCA.
Verdades y mentiras...a la luz. 3.
No puedo parar de llorar; me duele
el cuerpo, me duele el alma.
Por qu� me has violado?. Has roto todos mis sue�os, todas mis ilusiones y el
amor que sent�a por t� se ha evaporado; ahora es casi imposible que vuelva a
quererte.
Podr� perdonarte, porque tambi�n Dios perdon� a quien lo mat�, pero nunca
olvidar� lo que me has hecho.
Este domingo de junio ser� la mayor cruz de mi vida...para siempre.
Muy despacio me incorporo y agarr�ndome a la estanteria me levanto; al
hacerlo veo algo tirado en el suelo, a mi lado, me agacho muy lentamente y lo
cogo: son dos rosas. Si una se la diste a Matide y otra a la desgraciada de
Yolanda, a qui�n le habr�s dado las otras cuatro?.
Rompo las flores en pedacitos. As� est� mi coraz�n.
Con bastante dificultad me acerco a la mesa y sac�ndome la mochila de la
espalda busco el paquete de los kleenex, cogo uno y muy suavemente me limpio mi
zona �ntima.
Me duele mucho, estoy reventada por dentro...necesito ir al ba�o y lavarme un
poco.
Lo tiro dentro de la misma caja donde t� tiraste el tuyo...
Me arreglo algo �limpio mi cara ba�ada en l�grimas, me subo la braguita y me
aliso el vestido- y muy despacio y como si fuera una anciana de 90 a�os, camino
arrastrando los pies hac�a la zona de descanso.
Tambi�n me duele la rodilla; me subo un poco el vestido: veo que tengo la
piel levantada y un peque�o hematoma.
En este caso no miro el lugar donde a la fuerza me has hecho tuya. Prefiro
olvidar -aunque ser� muy d�ficil- esta escena de mi mente. Har� como si fuera
una horrible pesadilla...
Al llegar cerca de los sof�s de cuero verde, estoy tan agotada que hago la
acci�n de sentarme en uno, pero recuerdo al tal Guillermo comentando su plan de
ir primero a pajearse y luego venir aqu� a fumar su asquerosa pipa y no me paro,
sino que cotin�o caminando hasta el hall.
Mientras voy para all� rezo para que Ram�n no se d� cuenta de lo que me ha
pasado y si acaso me pregunta que por qu� cojeo, le dir� s�lo una parte de la
verdad: que me ca� en la escalera. No quiero causarle problemas y s� que si le
confieso que me violaste y agrediste, es muy capaz de pegarte...y la verdad no
quiero que lo haga, no por t�, si no por �l, no deseo que se meta en l�os por mi
culpa.
Afortunadamente el hall est� vac�o y en el mostrador de recepci�n no hay
nadie. Me acerco un momento y veo un cartel que anuncia:
He ido a comer. Vuelvo a las 15:30.
Atentamente.
Miro mi reloj y veo que son las tres y veinte de la tarde. Jo, que hambre
tengo!.
Me doy la vuelta y me dirigo a los ba�os que hay enfrente de los ascensores y
al ir a entrar al de se�oras, por la puerta de enfrente aparece Guillermo. Me
dice mientras me sonr�e a la vez que me mira lascivamente:
Hola se�orita Pilar o mejor Pili, no?. Es un nombre muy bonito...yo me
llamo Guiller...
Como coment� en otro cap�tulo este hombre aparenta unos 60 a�os (normalmente
acierto al adjudicar a�os a las personas), m�s o menos como t� de alto, de ojos
grises, pelo corto casta�o bastante canoso, con barba de tres d�as y de
complexi�n fuerte, pero no gordo.
No es feo en absoluto, es m�s yo dir�a que incluso es atractivo; si te fijas
bien se parece al actor Sean Connery.
Madre m�a como est� el ex 007 de bueno!. Uff!.
Le corto.
No me interesa saber nada de ese tipo. Es un maldito fisg�n y un asqueroso
cotilla; �l a tenido una gran parte de culpa en todo lo que ha ocurrido hace un
rato, por eso paso por su lado y s�lo le digo con voz lo m�s ronca posible:
"Tengo prisa".
El t�o hace la acci�n de cogerme la mano, pero yo me sacudo y le grito con
toda mi rabia contenida: "No me toque cerdo!".
Guillermo se r�e y cuchichea algo. Ya s� que la curiosidad mat� al gato, pero
que quere�s, CURIOSIDAD es mi segundo nombre. Le pregunto qu� ha dicho y muy
socarr�n me responde:
Sab�a que eras una putita, pero me sorprende que seas tan maleducada.
Eres una ni�a muy mala!.
Estoy super cabreada y lo mando a tomar por culo. Se r�e mostr�ndome esos
dientes amarillentos que tanto asco me dan y me dice:
Y si te enculo a t�, te gustar�a?. Seguro que s�...
Te encantar�a sentir en ese culito tan rico mi tranca de 27 cent�metros de
larga y 8 de gruesa.
Verdad que s�?.
Le voy a gritar que NO!, que si quiere prostitutas que vaya a Palma al Barrio
Chino a buscar alguna, pero a m� que ni me mire, pero al abrir la boca para
hablar, Guillermo me abraza y me d� un morreo.
Ahhgg!. Al notar su lengua dentro de mi boca doy una arcada; le arreo un
puntapi� en la espinilla y me separo de �l. Le grito: "V�yase a la mierda o
hablar� con el director y conseguir� que lo expulsen del hotel".
Un poco soprendido, pero sin alterararse en absoluto, me dice:
De acuerdo, usted gana...de momento.
Me gustar�a saber la opini�n de su celoso nov�o, respecto a su �ntima
�lo dice con cachondeo- amistad con el gerente.
Voy a decirle que t� ya sabes que estuve con Pelayo (por que o�ste su
confesi�n y que mientras lo o�as hablar me violabas), pero me muerdo la lengua y
no le comento nada.
No merece la pena.
Se cruza delante de la puerta del wc y no me deja pasar; le amenazo con
gritar si no me deja en paz y en el instante que hace la acci�n de cogerme por
los brazos las puertas de un ascensor se abren.
Es el director; en sus manos trae una carpeta tipo dossier.
Guillermo est� muy cerca de mi cuerpo, casi encima m�a y yo tengo la mano
derecha levantada a punto de darle una bofetada. Pelayo al vernos de esta manera
dice:
Sr. Guillermo, ocurre algo?.
�l lo mira con cara de pocos amigos y en un susurro casi imperceptible me
dice:
Est�s salvada, puta!.
Y d�ndose la vuelta, se va.
Nos quedamos solos; estoy tan cansada, dolorida y harta de tantas
humillaciones e insultos que sin poder evitarlo estallo en un fuerte llanto. �l
se acerca a m� y mientras me abraza y acaricia mi pelo, me dice con voz muy
tierna:
Por qu� lloras, preciosa?. Te ha hecho da�o ese �mbecil?.
Ya est�, no llores m�s. Yo te cuidar�!.
Sin poder parar de llorar, le pido que me bese. �l mira en todas las
direcciones y despu�s de darme un furtivo beso en los labios, me dice:
Ser� mejor que vayamos a mi sala!.
Son casi las tres y media y el Sr. Pons (se refiere a Ram�n) debe
estar a punto de llegar; ese hombre �pone los ojos en blanco y sonr�e-
es m�s puntual que el Big Ben...
Me agarra con delicadeza de la mano y al tirar de m� se d� cuenta que cojeo,
r�pidamente me d� otro beso mientras me coge entre sus fuertes brazos. Al
levantarme me dice con una risita muy dulce:
Pero mira que eres c�moda...con tal de no dar un paso. Ayy, que paciencia
hay que tener!.
Aunque tenerte as�... tambi�n es un sue�o hecho realidad!.
Mientras vamos hac�a el despacho, yo beso y lamo su cuello con la punta de mi
lengua y masajeo su nuca con las yemas de mis dedos; aspiro su fragancia: tan
varonil, sensual y apasionada; huele a hierba buena y s�ndalo. Mmmm!.
Estando as�, tan alta � �l mide 1�85 � me siento c�mo un bal�n en manos de un
jugador de baloncesto.
Enseguida que cruzamos el hall y entramos al despacho, sentimos una mayor
intimidad...
A�n estoy entre sus brazos, me encanta estar as�: me siento protegida y muy
deseada. �l me besa todo el rostro con suaves besitos y acerc�ndose a mi o�do me
susurra:
Ahora ser�s m�a!. Nada ni nadie impedir� que te haga el amor!.
Y dicho esto, me lleva hac�a el sof�; mientras camina nos besamos con pasi�n,
con ans�a...nuestras lenguas se exploran mutuamente, como si dentro de nuestras
bocas hubiera el elixir de la Eterna Juventud.
Me deja en el suelo, de pie. A su lado soy como Blancanieves y un enanito,
pero al rev�s y de la verg�enza que tengo no me atrevo ni a mirarlo.
Con su enorme y morena mano derecha me acaricia el pelo, baja por mi cuello,
acaricia mi brazo izquierdo y para un segundo. Me susurra:
M�rame!.
Lo hago y noto sus preciosos ojos marrones fijos en los m�os; en ellos hay un
fulgurante brillo de pasi�n y deseo. Muy despacio en mis labios va apareciendo
una sonrisa de complicidad.
Deja la carpeta en el suelo y volvi�ndo a mirarme me dice con un tono de voz
un pel�n enfadada:
Esta ma�ana me dejaste a dos velas y eso no se hace!.
Te deseo tanto...Todas las noches sue�o contigo, pero ahora ser�s m�a, s�lo
m�a!.
Al o�r estas dos palabras �a pesar de que me lo dice con cari�o- mi cuerpo se
estremece y autom�ticamente mi cerebro recuerda cuando t� me amenazaste y
despu�s abusaste de m�. Sin poder evitarlo lloro por en�sima vez y me escabullo
hac�a la puerta; �l de una zancada me detiene y con voz sorprendida, me
pregunta:
A d�nde vas?. Por qu� lloras?. Dije algo indebido?.
Lo siento, pero t� me atraes mucho...me fascinas. No puedo evitarlo!.
Sin dejar de llorar, con voz entrecortada y en medio de suspiros me confieso
con �l: le digo que t� descubriste lo que ocurri� anoche en la discoteca y
tambi�n est�s al corriente de que hoy por la ma�ana estuvimos juntos, y que por
eso �mientras hablo noto como mis manos sudan y todo mi cuerpo tiembla de miedo-
me violaste.
A principio parece que no reacciona a mis palabras y creo que no comprende
bien de qu� le hablo; hago la acci�n de quitar el cerrojo de la puerta y al
darme la vuelta lo siento pegado a mi espalda.
Me besa el cuello y me abraza por la cintura, yo mientras me muevo d�bilmente
y en susurros le pido que me deje...me sigue acariciando y al rozarse contra m�
noto su pene muy duro en mi culo, me pongo como loca y en un grito le digo: "NO
ME VIOLES!".
Me d� la vuelta gir�ndome por los hombros y con los ojos abiertos como platos
me pregunta:
De qu� hablas?. Yo nunca te har�a da�o...antes me mato!.
Vuelvo a llorar de nuevo y textualmente le digo: "Marcos tambi�n me dijo eso
ayer y hace un rato me...", no puedo continuar; lloro a moco tendido y toso tan
fuerte que parece que se me va a salir un pulm�n por la boca.
Vuelve a abrazarme y mientras acaricia mi cabello, dice con voz muy suave:
Traquil�zate por favor y conf�a en m�. Yo no voy a hacerte da�o!.
No me compares con ese...ese desgraciado...
Eres tan hermosa y tan especial...
Dejo de llorar y al levantar mis ojos hac�a los suyos, le sonr�o y despues de
darle las gracias, le pregunto por qu�?. Me responde dici�ndo despu�s de besarme
dulcemente:
Eres una chica llena de contrastes: inocente y p�cara, con luz y con
sombra, divertida y muy dulce, eres capaz de excitarme y despu�s dejarme feliz
con una tierna sonrisa en la boca...
Eres �nica te lo aseguro!.
Le sonr�o mientras acaricio sus mejillas, rozo delicadamente su hoyuelo y
deslizo sensualmente mis dedos �ndice y pulgar por su hermosa boca. �l me mira
fijamente y me dice:
Ven al sof� conmigo, tengo algo para t� que seguro te gustar� mucho!.
Cuando estoy a punto de negarme, vuelve a pedirme:
Por favor, conf�a en m�. Te juro que no te har� da�o!.
Hago lo que me pide y �l me coge de la mano, pero al ver que cojeo de nuevo,
vuelve a tomarme entre sus brazos y me aprieta suavemente a su pecho. Yo lo
estrecho con delicadeza y apoyo mi cabeza en su hombro.
Qu� sensaci�n tan incre�ble...Ojal� pudiera parar el tiempo y vivir este
momento una y otra vez!.
Continuar�...