Los s�bados a la ma�ana, todas las chicas y chicos desfilamos por la peatonal
San Mart�n , con el calorcito de octubre , ya la primavera hacia que nuestras
hormonas empezaran a bullir.
Los di�logos de todos era el sexo, el cuando , el como, !sexo! fantas�as en
su mayor parte, pero muchas realidades que superaban ampliamente cualquier
frondoso ideario de inventos.
Fue hace seis a�os , pero el recordar me hace mojar mi vagina , en un fin de
semana con mi amiga Leonor, hab�amos hecho algo que ninguna de las dos nos
anim�bamos a contar a todas, pero entre nosotras era un secreto de la mejor
experiencia, hasta este momento.
En la Iglesia frente a la plaza principal, fuimos a pedir a la virgen por
nuestras familias, dos "curitas" estaban atr�s nuestro, al principio no nos
llamo la atenci�n, cuando los vimos bien, eran dos chicos verdaderamente
hermosos de unos 20 a�os, era verdaderamente impactante su belleza f�sica, ambos
un poco m�s altos que nosotras, no evitamos sonrojarnos, tampoco ellos.
Al salir al patio de la Iglesia, no nos extra�os que se acercaran, pero si
que nos invitaran a mostrarnos el colegio, ambas no sabemos porque dijimos que
si y tampoco porque aceptamos todos los juegos , el m�o era un poco pecoso, nos
llevaron a ver las "celdas" de estudio, entramos en parejas , me desnudo
suavemente, me fui entregando, cuando me penetro mi himen se desgarro ,
perdiendo mi gracia y un poquito de sangre , con naturalidad, sus besos, sus
caricias me daban una tranquilidad inimaginable , mame una pija como si toda la
vida lo hubiese hecho, me sent� sobre su falo haci�ndome cabalgar, como una puta
de esas pel�culas que trajo mi hermano mayor , verdaderamente no le tenia que
envidiar en nada sus movimientos, nunca sent� dolor, siempre goce, un goce de
seguir fornicando, como si ese fuese el estado natural.
Me gustaba, era excitante y realmente sencillo , hecho para mi cuerpo , como
respirar.
Nunca imagine que gozar el sexo, ser�a tan natural para mi, cuando entro
Laura con su "curita" la cara de satisfacci�n de ella parec�a un reflejo de mi
estado, yo me fui con su compa�ero y otra vez goce como si toda la vida lo
hubiese hecho del sexo una rutina con satisfacci�n , el tama�o de su pene era un
poco m�s grueso, el ardor enseguida paso al goce, me sent�a como en las nubes,
mi estado era de �xtasis.
Otra vez mame, la leche salto , la trague, estar�a escrito que ser�a puta, la
verdad que mi entrega al sexo estaba fuera de mis pensamientos m�s lujuriosos,
arrodillada lo mame nuevamente, muy calmo agarr�ndome la cabeza me dec�a ! que
hermosa oraci�n!
No supimos ambas cuanto tiempo paso, nos ordenamos la ropa, esa noche
dormimos juntas en su casa, cont�ndonos todo lo que sentimos.
Al s�bado siguiente fuimos otra vez, ahora eran cuatro "los curitas", igual
que la semana anterior aceptamos la invitaci�n, ensartada en mi vagina desde
atr�s mi boca chupaba con af�n una hermosa verga de un morocho un poco menor que
el de la semana pasada, sent�a como acab�bamos juntos, mientras succionaba esa
morocha verga que larga y consistente entraba y sal�a contra mis labios
apretados , que estaba de rechupete.
Otra vez la cara de mi amiga me dec�a que la hab�a pasado bien, otra vez
cambiamos y nunca fue igual, cada fin de semana, las caras eran distintas ,
contamos las veces, contamos los "curitas" eran muchos, fuimos un total de
cuatro semanas, nuestros cuerpos ya hab�an cambiado, nuestras tetas crecidas y
endurecidas , mi vagina bien cogida, mi culo lo entregue reci�n la �ltima vez ,
no as� Leonor que en la segunda vez se paso a los cuatro por su culo, todo nos
pareci� a ambas algo como predeterminado, siempre seguimos de compa�eras de
aventura.
A partir de la tercera vez sab�amos todas las poses sexuales inimaginables ,
sab�amos la practica, esa realidad que supero todas nuestras fantas�as de
adolescentes, en un momento determinado uno de los seminaristas marcaba en un
kamasutra todas las posiciones y variantes
Hoy se enteran nuestras amigas � nos envidiaran?
O dir�n !que reventadas!
Hace un a�o fuimos nuevamente, el cura que daba la misa, era morocho, si
hubiese esperado a que saliera probablemente lo habr�a reconocido porque ese
falo lo distinguir�a en la obscuridad, siempre mam�ndolo por supuesto.