SEDUCIDO POR SU AROMA
(CUARTA PARTE)
Es incre�ble lo que me hab�a sucedido en apenas semanas. No
pod�a creer que estuviera all�, mirando una dura e imponente verga de un hombre
que me excitaba con tan solo mirarme y decirme unas palabras.
Al acercarme y oler su verga, tal como me lo hab�a indicado
Alberto, vi asomarse en la punta de ella una gota que brill� con la luz del
cuarto. �l se dio cuenta que yo hab�a visto esa gota, se sonri� como solo �l
sabe hacerlo, paso un dedo por la punta de su pene y la tom� en �l.
Lev�ntate, me orden�. De pie frente a �l, comenz� a decirme
que era el momento de comenzar a desarrollar mi gusto al semen, a la leche de un
hombre.
Pondr� esta gota en tus labios. Quiero que con tu lengua la
disperses en tus labios y la saborees. Ser� el sabor m�s deseado por ti a partir
de este momento. Tendr�s sed de leche y esa sed nada la podr� satisfacer m�s que
el n�ctar de un hombre. Nunca estar�s satisfecho. Siempre querr�s m�s y sabr�s
c�mo conseguirla.
Puso el dedo en mis labios e instintivamente los cerr�,
saboreando esa extra�a gota y tambi�n la piel de su dedo. El sabor me result� un
tanto extra�o, aunque no pude definirlo m�s porque en definitiva s�lo hab�a sido
una peque�a gota.
Mi leche ya est� en tu cuerpo, dijo Alberto con aire de
supremac�a sobre mi. Mi leche te ir� convirtiendo en lo que yo deseo. No podr�s
evitarlo. Formo parte de tu ser...
Apret� levemente su carne y una gota m�s abundante asom�,
repitiendo lo anterior, s�lo que en esta oportunidad pude sentir mejor el sabor.
No s� si me gust�, pero el solo ver el goce que le produc�a a Alberto verme
saborearlo, venc�a cualquier resistencia en m�.
Esto es solamente una muestra gratis, me dijo. Apenas una
probadita, porque es momento de llenarte con fuerza y potencia de mi leche, no
crees?
Apoy� sus labios en los m�os y penetr� con su lengua mi boca.
Otra vez me estaba besando y yo me derret�a en sus brazos. "Me gusta el sabor
que tiene mi leche en tu boca", me dijo. "Sab�a que ser�amos una buena
combinaci�n".
Su verga era admirable. Se manten�a enorme, tan dura que me
fascinaba. No importaba si se distra�a o platicaba algo. Todo el tiempo su dura
carne se impon�a. Sab�a que esa verga y ese hombre har�an en mi lo que
quisieran. Por su parte, mi verga se manten�a quieta. Cuando intentaba crecer,
dol�a, por lo cual permaneci� ausente.
Me tom� el rostro y mir�ndome con dureza me dijo: Ahora, vas
a mamar mi verga. La quiero toda dentro de tu boca. No quiero ni�er�as, me
entiendes. Nada de grititos ni de arcadas. Toda tu vida quisiste tener una verga
en tu boca y ya lo habr�s so�ado y deseado m�s de una vez, no es as�?
"esc�chame bien, chupar�s mi venga hasta que me corra en tu
boca. Pero por ser hoy la primera vez, s�lo mi primer chorro lo recibir�s y
tragar�s, luego podr�s sacar mi verga de tu boca y dejar que te riegue tu pecho
con mi leche. Est� claro?".
S�, Alberto, lo que t� me digas.
Me arroj� al piso y nuevamente vi su deslumbrante verga.
Acerqu� mis labios hacia ella, y luego de percibir su olor una vez m�s, dej� que
me vaya entrando lentamente. �l ten�a raz�n, pero con su experiencia y mis
ganas, las cosas iban bien. Su mano estaba en mi nuca. Presionaba suavemente,
pero lentamente esa presi�n comenz� a aumentar y la rapidez en que su carne
entraba en mi boca iba en aumento.
Mientras mamaba �l me dec�a todo el tiempo cosas: "chupa,
dulce, chupa... siempre lo deseaste aunque no lo sab�as. Necesitaba que lo
supieras y no perdieras tiempo enredandote con tontas chavas. Eres m�o y s�lo
m�o, mama,chupa, disfruta........
Apenas pod�a respirar, sent�a que me ahogaba, pero mi
calentura era tal que no pod�a dejar de chupar y chupar, hasta que el momento
anunciado llego. Lo supe porque la presi�n en mi nuca se hizo m�s fuerte. Sent�
los movimientos en su verga y una fuerte explosi�n de esperma entro por mi
garganta, quedando parte en mi boca. Alberto sac� rapidamente su verga (tal como
lo habia dicho) y sigui� disparando en mi pecho, que recib�a m�s y m�s leche. De
mi boca, sal�a parte de su esperma pero no lo dej� escapar. Me deleit� con su
leche y �l se dio cuenta.
Con su mano pas� su leche por todo mi pecho. Era mucha
cantidad y estaba yo sorprendido de su poder. Y lo m�s impresionante: su verga
que permanec�a dur�sima como un m�stil a pesar de lo que hab�a sucedido.
"Agarra mi verga con tu mano", me orden�. Siente su potencia,
su dureza. Siente el poder que tiene sobre ti.
Y vaya si lo ten�a... era impresionante.
De pronto, se desprendi� con dureza de mi. Fue a su recamara
y trajo de all� su celular. Me lo dio y me dijo: Hablale a tu novia y dile que
ya no seguir�s la relaci�n con ella. Inv�ntale lo que quieras, pero acaba con
ella ahora.
No pod�a creer que me estuviera diciendo eso. Me dio el
celular y yo lo miraba at�nito. Le dije que no me obligara a hacer eso, que yo
la quer�a y no s� que m�s.
Acerc� su verga a mi cuerpo y me dijo dr�sticamente: ella o
mi verga. Elige.
No me hagas esto, por favor, le llor�.
�Hu�lela!, me orden�. Y al hacerlo, no tuve ninguna duda.
Har�a cualquier cosa por esa verga. Estaba totalmente sometido a ella y a este
hombre.
Le habl� a mi novia. Le dije que me disculpara, pero que ya
no sent�a lo de antes. Ella se puso a llorar y me dijo que me hab�a sentido
distante el �tlimo tiempo. Su llanto me hizo mal y Alberto lo not�, porque me
acerc� su verga nuevamente para que viera su tama�o y la desee m�s y m�s.
Mi novia se convirti� en segundos en cuesti�n del pasado. Esa
verga, ser�a mi presente y futuro.
Bien, me dijo... es suficiente por hoy. S� que quieres que te
haga m�o, pero eso no ser� hoy. �Sabes por qu�?
No, no entiendo por qu�, le respond�.
Por dos motivos: el primero es t�cnico. Tu culito es muy
peque�ito. No est� preparado para recibir a tu hombre. Hay que darle tiempo y
cari�o para el d�a en que entre en ti.
El segundo: para que un hombre te coja, debes desear ser
cogido. Desearlo con desesperaci�n. Sentir que es lo �nico que deseas en la
vida. Y ese momento, a�n no llega. Quiero que llegue el momento en que me pidas,
que me ruegues, para que te coja. Ese d�a llegar� r�pidamente, pero no es hoy.
Date vuelta, me dijo. Puso sus manos en mis nalgas y las toc�
con lujuria. Parado detr�s de m� me ofreci� uno de sus dedos y me dijo que lo
chupara. Yo lo hice, como si fuera su verga. El sabor de su carne me encantaba.
Sac� el dedo de mi boca y lentamente lo fue haciendo entrar en mi culo.
Comenc� a gemir de placer, pero tambi�n de dolor. Lo sac� y
me dijo: tal como lo ten�a previsto. Est� muy peque�o, y mi verga, ya la has
visto, necesita un culo bien grande para ser recibida.
Esto lo arreglaremos muy pronto. Trajo un estuche de madera y
en el cinco tubos negros de diferentes di�metros con una base. Tom� el m�s
delgado y me dijo que lo iba a meter en mi culo. Sent� lo que hac�a, y sent�
como me iba rompiendo mi cuerpo. Me dol�a, pero �l no se detuvo. En pocos
segundos sent� que todo el tubo estaba en mi interior.
Se detuvo: me mir� y me dijo. Lo usar�s dos d�as enteros.
Solo te lo sacar�s para cagar. El resto del tiempo debe estar en tu culo.
Incluso para dormir. Tu slip no dejar� que se salga. Usa uno ajustado.
Mientras tanto, s�lo desear�s mi verga. Podr�s masturbarte
por m� las veces que quieras. Pero no te puedes lavar el pecho. All� llevas mi
esperma, igual que en tu interior.
V�stete, me orden�. Por hoy es suficiente. Pero antes de
irte, quiero que entres a ese cuarto y mires lo que hay en la pared. Me vest� y
con gran curiosidad entr�. No esperaba ver lo que v�.
En la pared hab�a clavadas en un marco de corcho, cerca de 15
fotos m�as. En algunas estaba solo, en otras con mi novia, en otras con mis
amigos del colegio.
�Qu� es esto?= le dijo con un poco de miedo.
Esto significa que fuiste elegido para ser cogido por m�. Te
deseo desde hace tiempo y trabaj� para que esto sea realidad. Ahora, t� deber�s
desearme tanto como yo, para que te coja, para que te haga m�o, para que no
deseas nada m�s que mi verga en tu cuerpo. �lo entiendes?
Otro beso suyo impidi� que contestara mientras que su mano
oblig� que la m�a fuera una vez m�s a su verga, que una vez m�s comprob� que
segu�a dura como el hierro.
Era hora de finalizar esta sesi�n. Me llev� a mi casa,
mientras mi mano estuvo nuevamente sobre su pantal�n. Se despidi� de m� en el
carro, delante de mi casa, d�ndome un beso impresionante. Yo ten�a miedo que
alguien me viera, pero �l me dijo: no podr�s ocultar esto mucho tiempo.
Recuerda: eres m�o.... m�o.... m�o. Mast�rbate y piensa en m�. Des�ame cada vez
m�s y cuando el deseo sea intenso y tu culo est� listo, b�scame. Ya sabes donde
encontrarme. Bajate ahora.
Baj� del carro y �l se fue... intenso como siempre.