Relato: A Aina se la han llevado al Corral Negro





Relato: A Aina se la han llevado al Corral Negro




"A Aina se la ha llevado Jandro al Corral Negro"


(Revelaciones de "Garganta Profunda")





Aina y sus amigas Noem� y Marga conocen el sexo duro en una
hacienda de la comarca del Maresme, a unos 60 Km. de Barcelona




Reportaje de la secci�n "En Voz Baja", de la revista
"F�gate!..."





Todo esto pas� un mes despu�s de lo que explica Chingo en la
entrevista que le hicisteis. Ese chico es un pardillo, adem�s de un salido
chuleta que no se entera para nada de la pel�cula. S�lo sirve para perseguir y
desvirgar mu�equitas de 1� y 2� en el Instituto.



Aina acababa de cumplir los trece a�os unos d�as antes.



Os lo voy a explicar, en cierta forma yo lo organic�, pero ni
una palabra de mi nombre, ya sab�is, mis padres no saben nada de mis amigos.



S�, aquel d�a nos esperaba Jandro, ya lo conoc�is, ese nuevo
artista del cante y baile, y el grupo que va con �l� Yo les hab�a prometido que
les presentar�a unas chavalitas que estaban pidiendo marcha a tope�





Esperamos en el piso de Noem� en el barrio de Bufal� de
Badalona poco tiempo, porque al poco rato vimos llegar el coche de Jandro y otro
veh�culo con el resto de sus amigos y espacio para llevarnos a todos.



Noem� �la jovencita que ha empezado salir con Paco, pero que
pasa bastante de �l-, y Marga hab�an conseguido convencer a Aina, que estaba
all�, desconfiada, como siempre, mir�ndonos con cara de pocos amigos. Pero,
tambi�n como siempre, estaba buen�sima, llevaba una especie de camisa anudada
por delante, con toda la cintura y el ombligo desnudos, y unos pantaloncitos
cortos, todos los muslos al aire, casi se le ve�an las nalgas y se le marcaban
todas las formas.



Aina sab�a bien quien era Jandro, aunque a ella,
naturalmente, le gusta un tipo de m�sica muy diferente. Pero la curiosidad por
conocer a un famoso le hizo venir finalmente con nosotros.



A Aina la llev� directamente al coche de Jandro, abr� la
puerta y la met� en el coche.



Qued� en medio. Ella iba en el centro, Jandro en una
ventanilla, enseguida se qued� mirando los muslos y el ombligo de Aina, con una
sonrisa sorprendida al ver que estaba tan buena como yo le hab�a dicho y burlona
al pensar que la iba a coger tan ricamente. Yo qued� en la otra ventanilla.



Delante dos de sus amigos, con gafas negras, el Tibur�n y el
Nicol�s, conocido por ser un chaval simp�tico, pero terriblemente feo, con
aspecto m�s de simio que de humano.


Los dem�s subieron en los coches. Todo fue muy r�pido, no
quer�amos que alg�n vecino nos viera y empezara a murmurar�



Antes de que le entrase el p�nico y nos organizase un
espect�culo en el coche para que la dej�semos bajar al verse rodeada de t�os, yo
le present� a Jandro, pero ella estaba relajada, y vi que observaba al cantante
con curiosidad.



Yo pens� que Aina se enfadar�a enseguida, porque Jandro no
dejaba de mirarle el cuerpo y de sonre�r, pero empez� a decirle cosas a la
putita, con esa voz tan profunda que tiene �l, que impone respeto, a preguntarle
su nombre, donde viv�a, y otras cosas, a darle conversaci�n, en resumen.



Supongo que Aina se sinti� tranquila, porque, para mi
sorpresa, ella le contestaba, e incluso, cuando ya �bamos por la autopista del
Maresme hacia el norte, sonri� y se le escap� una risita cuando �l hizo una
broma tonta sobre una pareja de aspecto pijo que iba en un coche que adelantamos
a gran velocidad...



Eso s�, me di cuenta, cuando lleg�bamos a la puerta de
entrada a la urbanizaci�n, en la zona de Santa Susanna, que Jandro, dici�ndole
que ya est�bamos, la sujet� de la mano, como quien no quiere la cosa, y ella
enseguida se solt�.



Y, despu�s, cuando entramos con los coches en el jard�n de su
torre, �l le dio una palmada en la parte interior del muslo que ten�a m�s
cercano, dici�ndole que ya est�bamos en casa, y ella se qued� mir�ndolo
fijamente.



Nunca sabes lo que pasa por la cabeza de Aina, pero creo que
ya entonces �l le hab�a ca�do bien, porque me di cuenta de que su atenci�n
estaba fija en Jandro, supongo que en aquel momento lo consideraba una especie
de t�o simp�tico que le daba seguridad



Quico llevaba a su putita, Noem�, cogida por la cintura
desnuda, y Paco hac�a lo mismo con la suya, Marga.



Los amigos de Jandro se las com�an con los ojos, ya sab�an
para qu� las hab�an llevado al Corral Negro, que es el nombre del chalet de
Jandro. Quico y Paco estaban contentos, ya que los amigos de Jandro sabr�an
agradecer el haberles puesto a su disposici�n a las pavitas.



Aina baj� por el lado de Jandro, porque �l la cogi� de la
mano para ayudarla a bajar. Ella se solt� enseguida, pero se qued� al lado de
�l. No s� qu� le dijo �l a la oreja, porque ella sonri�, y le contest�, pero yo
estaba al otro lado del coche y no les o�.



Pasamos por el patio, y entramos en la torre. Hay una gran
estancia, es una especie de comedor que imita la decoraci�n de un tablao
flamenco, con una tarima y unas mesas con unos butacones a su alrededor.



Jandro dijo que ir�amos a la playa, que queda casi junto al
patio de la torre por un peque�o camino de tierra, y que casi es privada, los de
la urbanizaci�n no se suelen poner delante de la torre.



Jandro y sus amigos subieron a las habitaciones, dijeron que
a cambiarse para ir a la playa a ba�arse con nosotros. Nosotros les dijimos a
las chicas que dejasen la ropa y las bolsas en los butacones, porque ya llevaban
los bikinis puestos.



Nosotros hicimos lo mismo, dejamos la ropa en otro de los
butacones y Quico, Paco y yo nos quedamos con s�lo nuestros tangas puestos.



Salimos afuera, una mujer de la casa nos trajo unas coca
colas y unas cervezas, y esperamos a que bajase Jandro.



Poco despu�s apareci� con sus amigotes. �l estaba
impresionante, se hab�a puesto un ba�ador que dejaba adivinar la forma de su
polla y sus huevos, se le ve�a bastante gordo, �ltimamente le hab�a crecido la
barriga, la buena vida del dinero y la fama.



Las chicas se los quedaron mirando, impresionadas al ver el
grupo. Me di cuenta de que, de reojo, Aina no dejaba de mirar el cuerpo casi
desnudo de Jandro



Bajamos hacia la playa. La zona delante del chalet estaba
desierta, tal como yo hab�a supuesto. A Jandro no le gustan miradas indiscretas.
Se ve�a mucha gente, pero m�s lejos. Extendimos las toallas cerca de la orilla.
Dos mujeres bajaron unos parasoles para los amigos de Jandro.



Nicol�s llevaba una m�quina de fotografiar, y se pas� todo el
rato fotografiando a las chicas, de cerca y con el zoom. Jandro debe tener una
buena colecci�n de fotos de las tres chavalas de aquel d�a.





Hac�a mucho calor. Pero fue muy chulo, Marga, Noem� y Aina
estaban las tres muy buenas.





Iban hablando los dos delante m�o, y vi que, de pronto,
Jandro le pas� el brazo por detr�s y la agarr� por la cintura, como quien no
quiere la cosa. Aina se solt� y le mir� con una sonrisa p�cara, aunque sigui�
caminando a su lado, no se apart�.



Me parece que estaba m�s enfadada con Noem� y Marga al ver
que la hab�an vuelto a meter en un l�o con gitanos como nosotros, igual que el
d�a que pas� lo de Chingo, como sab�is si hab�is le�do la historia�



Primero nos ba�amos, pero despu�s, cuando nos pusimos en las
toallas a tomar el sol, Marga y Noem� se quitaron la parte de arriba del bikini,
Jandro y sus amigos no dejaban de mirarlas, y ellas nos dijeron que se les iban
a gastar los ojos si las miraban tanto.



A Noem� y Marga siempre les ha gustado notar como las miramos
los t�os. Son unas putas para ser tan jovencitas, pero est�n muy buenas.



A Jandro se le iban los ojos mirando a Aina, ya sab�is, ya os
lo explic� Chingo, sus pechitos en punta son incre�bles. Ella se daba cuenta de
que Jandro no dejaba de mirar con una cara enigm�tica su cuerpo, pr�cticamente
desnudo del todo, s�lo llevaba la minibraguita del bikini, y parec�a medio
enfadada, como siempre.



Nos volvimos a ba�ar y tomar el sol. Hab�a muy poca gente en
aquella zona de la playa, casi todos eran chicos y chicas extranjeros del hotel
de la urbanizaci�n, ligando, y, adem�s estaban algo lejos de nosotros.



Vi al Paco y al Quico haci�ndole comentarios a Noem� y Marga.
Algo tramaban, porque ellas asintieron con la cabeza al tiempo que dejaban ir
unas risitas maliciosas y todos miraban a Aina y a Jandro. Los amigotes de �l no
dejaban de mirar a las chavalas, y, �l de la m�quina, no paraba de hacerles
fotograf�as.



Aina volvi� a poner morros al ver que la fotografiaban tanto,
refunfu��, como hace siempre, hizo un gesto como de levantarse e irse, pero al
final se tumb� en la toalla, se coloc� de espaldas y esper� que a que Jandro le
pusiese la crema.



La chiquilla estaba buen�sima, estirada en la toalla,
desnuda, s�lo con la parte de abajo del bikini tap�ndole el culo, y no del todo,
porque tiene unas nalgas perfectas, en punta hacia atr�s, y se le sal�an de la
poca tela de la braguita.



A Jandro se notaba mucho que estaba empalmado. Ten�a un bulto
enorme en su bajo vientre, era como si un �rbol creciese debajo de su barriga.
Suerte que Aina estaba de espaldas y no se daba cuenta, porque se habr�a
asustado.



Jandro estuvo un rato largo poni�ndole crema en la espalda a
Aina. Era fabuloso tocar su piel caliente, desde la nuca hasta el culo�



Un par de veces le toc� el culo, pens� que ella saltar�a,
pero Aina ten�a los ojos cerrados y le dej� hacer. Aprovech� para ponerle
tambi�n crema en los muslos, y as� se los toc�, bueno, de hecho Jandro se dedic�
a acarici�rselos. Ella era una especie de gatita, la muy puta se hac�a la
dormida y le dejaba hacer.



Poco despu�s Aina se hab�a girado y miraba a Jandro. El
parec�a hablarle, y ella le contestaba sonriendo. Supongo que tambi�n le gustaba
a ella que le pusiese crema en su cuerpo. Vi entonces que Aina se gir� hacia los
otros, y, yo desde el agua, los mir� tambi�n



Paco, estaba de lado junto a Marga y el Quico, junto a Noem�.
Parec�a que se estaban tocando y dando besitos, pero eso lo hac�an tambi�n todos
los chavales y chavalas que hab�a cerca en aquella zona de la playa. Entonces,
Aina, se puso en pie -que buena estaba, s�lo con la peque�a braguita del
bikini-, y vi que ven�a a ba�arse.



A su lado, como sigui�ndola a dos pasos, iba Jandro. Me di
cuenta de que hab�a olido hembra, como decimos nosotros, y no iba a separarse de
la putita hasta conseguir met�rsela toda adentro.



S�, parece que s�, claro, Aina como m�nimo aceptaba que �l
fuese a su lado y vinieron a estar conmigo. Se sumergi�, y apareci� a mi lado.
La mar estaba muy llana, s�lo hab�a olas muy peque�itas.



Yo estaba mirando hacia la playa. Tambi�n hab�a llegado
Jandro, que se interpuso claramente entre la ni�a y yo, como indic�ndome que era
territorio suyo. No hac�a falta. Yo respeto a Jandro. Aina mir� tambi�n hacia la
playa, donde Marga y Noem� continuaban peg�ndose el lote con Paco y Quico.



Jandro la mir�, y le dijo que se sus amigas se lo estaban
pasando bien, que Quico y Paco eran dos t�os muy chulos, y que ella deb�a
empezar a pensar tambi�n en pas�rselo bien. Aina se lo qued� mirando, como
parada, con cara de sorpresa, al o�r el tono en�rgico de la voz de �l.



All�, en el agua, que ahora casi nos cubr�a, Jandro se acerc�
a Aina, la sujet� por la cintura, agarrando con fuerza su piel desnuda, la
atrajo hacia �l hasta aplastar sus pechitos en su t�rax peludo, y su ombligo en
su creciente barriga, ella le mir� con cara de sorpresa pero se qued� quieta.



Jandro le cogi� la cabeza por la nuca con una de las manos
mientras con la otra pegaba los vientres cogi�ndola por el culo, imagino que
Aina debi� notar en su sexo el bulto del vientre de �l, peg� la cara de la
jovencita a la suya llev� sus labios a los de ella y le dio un beso prolongado
en la boca.



Me pareci� que ella quer�a soltarse, pero �l manten�a las
caras unidas con la fuerza de sus brazos. Me pareci� que Jandro le estaba
haciendo el tornillo, hab�a metido su lengua en la boca de Aina.



Entonces vi que ella pon�a de repente cara como de susto, que
sus ojos se desorbitaban. Empez� a bracear, como a desasirse... Entonces vi
sonre�r de una manera s�dica al Jandro, que afloj� la presi�n y dej� que Aina se
separara de �l.



Entonces, como yo estaba al lado de ellos, vi a trav�s del
agua que Aina se estaba subiendo la braguita del bikini. Jandro hab�a
aprovechado cuando la besaba para baj�rsela. Por eso creo que por poco se la
tira all� mismo.



Y realmente supongo que si no lo hizo fue porque le pareci�
muy precipitado y r�pido, �l disfruta con los proleg�menos y los preparativos,
disfruta con todos los tr�mites previos a met�rsela a las chavalas, se lo pasa
cojonudo prepar�ndolas.



Supongo que la solt� por eso, porque tal como la ten�a
cogida, se la habr�a metido sin ning�n problema, ya le hab�a bajado la braguita,
y adem�s, all� estaba yo para ayudarle si hac�a falta.



Pero, como quer�a soltarse, habr�a parecido demasiado una
violaci�n, y Jandro odia violar a estas putitas, lo hace s�lo si se le resisten
a la hora de la verdad, pero �l disfruta notando como se le entregan y se
paralizan lentamente... Eso s�, luego, cuando se las folla, puede ser m�s bestia
que un gorila...



Pens� enseguida que Aina saldr�a corriendo llorando y
pidiendo irse a su casa.



Mal negocio, porque, conociendo a Jandro, tal vez entonces s�
que har�a que se la llev�semos ya mismo al Corral para violarla, pero la chavala
se qued� quieta mir�ndole, se pas� agua del mar por los labios, y p�caramente,
como siempre, le dijo algo as� como que : Sois unos bestias, unos animales,
solo quer�is follar como perros! Y tu, Jandro, cerdo, l�vate la boca, que te
hace peste a vino y tabaco!...Y, a ver si te adelgazas, que tienes mucha
barriga!



Yo no me lo cre�a, pensaba que le dar�a un bofet�n, yo tem�a
la reacci�n de Jandro si ella le pegaba, o tal vez saldr�a corriendo, pero no.
Se puso a nadar cerca de nosotros.



Es una t�a algo rara, ya os lo he dicho otras veces, nunca
sabes como reaccionar�. Jandro se puso a observarla, y me mir� sonriendo
maliciosamente



Aina nada como un pez. Jandro y yo la mir�bamos, nadaba a
nuestro alrededor, pr�cticamente desnuda, s�lo llevaba la braguita, parec�a una
sirena. Jandro y yo nad�bamos como para atraparla, era ya zona de profundidad,
no hac�amos pie, pero siempre se nos escabull�a, es muy r�pida nadando...



As� estuvimos un ratito, persigui�ndonos en el agua, ahora ya
en la zona menos profunda, hasta que sin darnos cuenta, estaban a nuestro lado
ba��ndose Marga, Noem� y todos los otros t�os, que nos miraron sonriendo, y
Marga nos dijo: "�Lo pas�is bien, los tres juntitos?". Aina volvi� a murmurar
algo y le puso morros falsos. Le hizo una especie de morcilla con el dedo, un
gesto muy habitual en Aina.



Fuimos saliendo del agua. Nos secamos con las toallas, y las
chicas se volvieron a poner la parte de arriba del bikini, aunque poco m�s de
los pezones les tapaba.



Yo pensaba que ir�amos al chiringuito que se ve�a cerca, pero
Jandro nos dijo que ir�amos a comer a la casa, que estar�amos bien, nos estaban
haciendo la comida.



Noem� nos mir� y a�adi� que despu�s de comer pod�amos bailar,
que en la casa hab�a sitio de sobras. Aina la mir� y dijo que a ella no le gusta
bailar. Noem� le dijo que ya recordaba que en el �ltimo baile del instituto se
hab�a peleado con un chaval que se pasaba y que a ella no le gustaba nada, pero
que no fuese rid�cula, que bailaba muy bien, que iba a clases de danza. Aina
volvi� a sonre�r y nos dirigimos hacia la casa, el Corral del Sur, as� se llama
la finca de Jandro.



La arena estaba muy caliente, nos pusimos las chanclas y
fuimos hacia el edificio.



Cuando llegamos al comedor que imita un tablao flamenco
hab�a unas mujeres de la familia de Jandro y unos t�os mayores preparando
una mesa larga para la comida, y arreglando el peque�o tablao, para que
pudi�semos utilizarlo.



Al ver que estaban preparando un sarao, escuch� a Marga y a
Noem� hablar sobre si sab�an bailar bien sevillanas o les sal�an mejor las
rumbas. En el tablao hab�an colocado dos sillas con guitarras.



Paco y Quico prepararon un c�ctel y afinaron las guitarras, y
Marga y Noem� empezaron a acompa�arlos. Aina estaba con ellas, pero miraba hacia
donde estaba Jandro, hablando con sus amigotes.



Paco me dijo que har�an bailar a las chavalas, despu�s de
comer. Hab�an convencido a Marga y a Noem� para hacer un striptease con m�sica
flamenca, dec�an que era dif�cil pero que pod�a ser chulo, y que ya convencer�an
a Aina para hacer el baile con ellas, aunque era delante de un grupo de t�os,
nosotros, Jandro y sus amigotes...



Me dijo que, ten�amos que hacerlas beber durante la comida,
que las chavalas estuviesen alegres, porque despu�s de hacerlas bailar, se las
iban a llevar a las habitaciones de arriba, a echar un polvo con las chicas, que
yo ya pod�a elegir la que me gustase m�s�



Yo ya me imaginaba que �bamos a mojar todos, aunque pens� que
traer�an m�s t�as, porque hab�an venido algunos amigos m�s, o sea que a cada
chavala le iban a tocar varios t�os, y nosotros, no es por presumir, pero cuando
nos ponemos salidos, siempre tiramos m�s de un polvo, o sea que... y me dijeron
entonces que a eso hab�amos venido, y se pusieron a re�r. Yo les dije que si las
chicas tragar�an.



Me contestaron que las suyas s�, que a Marga y Noem� les iba
la marcha, que con ellos ya sab�an que lo iban a hacer, y, que si hac�a falta
sujetarlas para que los amigos de Jandro se la metieran, ya las atar�an a las
camas.



Dejaron ir una carcajada, de manera que las chicas, que
estaban tocando las guitarras, se volvieron hacia nosotros al o�r las risas.



Adem�s� me dijeron que no me preocupase, que Marga y Noem� se
estaban encargando ahora de hablar con Aina de que lo iba a pasar bien en el
baile, y de que Jandro hab�a dicho que si bailaban bien les iba a hacer un buen
regalo�



Y que despu�s descansar�an para que bajase el sol, y volver a
ir a ba�arnos a la playa...





Cuando Jandro se acerc� a la mesa, todos fuimos con �l. Hizo
un gesto a Aina de que se acercase, y la chavala se sent� a su lado.



Yo me puse al otro lado, y despu�s se sentaron todos, Noem�
entre Quico y otros dos t�os, y Marga entre Paco y otros dos chavales. Al
parecer, los amigotes de Jandro ya hab�an elegido que putita se iban a tirar
primero.



Nos trajeron una mariscada enorme, y nos sirvieron grandes
platos. Estaba muy buena, especialmente las langostas as� que todos, y tambi�n
las chicas, empezamos a comer muy de gusto.



Todo eran bromitas y risitas de Marga y Noem� con Aina,
mir�ndola a ella y a Jandro, ya que estaban sentados juntos, y Jandro le iba
diciendo cosas pas�ndole los dedos por el brazo y la cara, acarici�ndola como
quien no quiere la cosas... Los otros gitanos tambi�n se re�an, haciendo bromas
con Noem� y Marga...



En cierto momento, me parece que Marga le hizo el gesto de
follar a Aina, se�alando al Jandro, y not� que Aina le hac�a un gesto como
negando, sac�ndole la lengua y haci�ndole otra vez el gesto de una morcilla con
los dedos.



Cuidamos de ir llenando de vino las copas de las chicas,
bebieron bastante, les dijimos que una mariscada se tomaba con vino, nada de
coca colas ni aguas, que es lo que Aina ped�a.



En los postres, Paco y Quico, sentados junto a sus chicas,
las ten�an sujetas por el hombro y la cintura, y ellas les daban el helado en la
boca. Mientras los otros gitanos las miraban cada vez m�s excitados. Vi que
Jandro se atrevi� a coger otra vez a Aina por la cintura.



Not� que se quedaba quieta, pero no hizo nada y dej� que su
mano se quedase all�. Luego se la fue bajando por la espalda, hasta encontrar la
braguita del bikini, y meti� los dedos toc�ndole las nalgas.



Ella se movi� un poco, se qued� quieta, le mir�, y le dijo,
con una voz que demostraba que estaba ya bastante bebida: "No te pases, Jandro,
que ya te conozco� que los t�os siempre est�is pensando en lo mismo, siempre
est�is calientes, y sois todos unos animales!� "



Jandro le dedic� la mejor de sus sonrisas. De hecho, la
verdad es que delante nuestro s� que se estaban pasando, Marga, Noem�, Paco y
Quico, se estaban metiendo mano y d�ndose besitos de la manera m�s descarada. Yo
estaba cada vez m�s excitado, y los amigotes de Jandro para que contar.



Jandro se levant�, se puso en pie. Todos callaron en muestra
de respeto. Sonri�. Dijo que las tres flores de Badalona, Noem�, Marga y Aina
nos iban a obsequiar con el mejor de sus bailes, un striptease flamenco.



Y entonces Marga y Noem� se pusieron de pie y se pusieron
camisetas del Roc�o del Bes�s. Le hicieron se�as a Aina que fuese con ellas.
Aina no sab�a nada del baile. A pesar de estar bastante bebida, puso cara de
sorpresa y empez� a decir que ella no pensaba salir a bailar delante de tanta
gente, y mucho menos desnudarse...



Jandro le sonri�, y, con voz suave, le dijo que fuese un
momento con �l, que quer�a hablar con ella. Le dio la camiseta, se la puso, la
cogi� de la mano, y, casi arrastr�ndola, la llev� a unos de los butacones que
hab�a al fondo, se sent� a su lado, y empez� a hablar con ella, parec�a que de
forma tranquila y suave.



Ella abr�a la boca, dec�a algunas palabras, pero negaba con
la cabeza, y ten�a ya su t�pica expresi�n entre p�cara y enfurru�ada.



De pronto, el le dijo algo, ella volvi� a hacer que no con la
cabeza, se puso en pie, le dijo algo al Jandro, con expresi�n enfadada, y
entonces Jandro se puso en pie, le dio una bofetada en la cara, y, con un gesto
en�rgico, la arroj� al butac�n. Entonces vimos como Aina se pon�a a llorar.



Ya pens� que ten�amos el pastel organizado, pero, de forma
sorprendente, Jandro se volvi� a sentar a su lado, le habl� otra vez con
suavidad, la cogi� por los hombros, le acarici� la cara y el pelo, ella le mir�,
con grandes ojos de pena le dijo algo, �l le contest�, siguieron hablando, ahora
la cosa parec�a m�s tranquila, hasta que vi que ella empezaba a sonre�r cuando
escuchaba lo que �l le dec�a.



Mientras tanto, me di cuenta de que Noem� y Marga hab�an
empezado su baile sin Aina, y tuve que repartir mi atenci�n entre lo que hac�an
Jandro y Aina y el baile er�tico de las otras dos chavalas.



Aina y Jandro estuvieron hablando un rato largo, yo me estaba
perdiendo parte del baile, y, al final, ella le escuchaba como fascinada, y
sonri� cuando Jandro le dio un besito en la mejilla en la que le hab�a dado la
bofetada.



Entonces, poco a poco se levantaron y se acercaron a
nosotros. Jandro tra�a a la chavala cogida por la cintura, apretada contra �l
con un brazo, mientras con la otra mano le continuaba acariciando la cara. Es un
milagro el poder que este chaval ha tenido siempre con las t�as, pens�.



Mientras tanto, Marga y Noem� estaban acabando su baile. Los
otros gitanos les hab�an hecho pasar de Aina, ten�an ya prisa por llegar al
final de todo aquello, y hab�an jaleado el baile de las chavalas hasta que se
quedaron completamente desnudas bailando sevillanas.



Ellas se mostraron desnudas riendo, y luego se taparon con
las manos el co�ito. Estaban muy alegres, deb�an haber bebido bastante vino. Los
amigotes de Jandro les tiraban billetes de diez euros, ellas se pusieron de
nuevo el bikini y los recogieron.



Quico y Paco les dieron unos chupitos que hab�an preparado, y
las chavalas se los tomaron. Ellos y los amigotes de Jandro tambi�n se sirvieron
otros chupitos. Todos miraban a las chicas y se re�an mucho. El aire estaba
cargado de humo de tabaco, todos fumaban, y los amigos de Jandro lo hac�an con
unos puros que el Nicol�s y el Tibur�n les hab�an repartido..



Jandro dijo que arriba hab�a un sal�n m�s �ntimo,, preparado
para bailar cuando hab�a un grupo peque�o, como ahora. Subimos. Hab�a una mesa
con bebidas, unos sillones, la luz era tenue, hab�a ambiente,



Pusieron m�sica m�s lenta, rumbitas finas y provocadoras,
para bailar agarrado. Hab�a unas puertas abiertas, que daban a las habitaciones.
Hab�a cuatro, y, luego, un pasillo que a lo largo ten�a otras puertas. Se ve que
a veces Jandro deb�a tener muchos invitados en la casa.



Se o�a la canci�n, una rumbita fina, algo as� como "Rana,
ranita, colita de rana, si no sanas hoy sanar�s ma�ana..."
Entonces las
chicas demostraron lo colocadas que estaban..



Marga dijo que hac�a mucho calor y se quit� el sujetador del
bikini. Noem� hizo lo mismo. Ya os he dicho que estaban bastante bebidas, y s�lo
faltaban los chupitos que les dieron Paco y Quico...



Aina se qued� quieta, pero, entre risitas, Marga y Noem� le
quitaron la camiseta y la parte de arriba del bikini y Aina se qued� como en la
playa, s�lo con la peque�a braguita del bikini. Estaba buen�sima. Al ver que
Jandro, a su lado, le miraba los pechitos sonriendo, hizo lo mismo, se los tap�
con los brazos.



Marga fue hacia Paco, y Noem� hacia Quico, para bailar. Sin
embargo, el Nicol�s , aquel chaval de aspecto de simio, se adelant� y agarr� a
Noem� para bailar. Con un gesto duro la peg� contra �l y empez� a bailar de una
manera bastante patosa. Se notaba que s�lo le interesaba apretar el cuerpo de la
chica al suyo.



Noem� hizo un gesto como para separarse, pero no pudo. Mir�
hacia Quico, pero �ste beb�a y sonre�a mir�ndoles, jaleando al Nicol�s con ol�s
a su gracia y a lo hondo de su baile.



Entonces Paco llev� de la mano Marga al Tibur�n, y le hizo un
gesto c�mo invit�ndole a bailar con su chavala. Marga se dejaba llevar, como si
no entendiese nada de lo que estaba pasando. El Tibur�n no se hizo rogar, salt�
del sill�n, agarr� a Marga, apret� contra �l a la jovencita, igual que el
Nicol�s, y empez� a bailar con ella.



Todos jaleaban, daban ol�s y palmas . Los cuerpos de las
chiquillas, con s�lo las braguitas tanga del bikini, estaban apretados contra
los cuerpos de los dos t�os por la fuerza de los brazos de estos, y los pechos
de ellas se aplastaban contra los de ellos.



El ambiente se hab�a cargado enseguida con el humo de los
cigarrillos de los amigotes de Jandro, los aires de alcohol de las bebidas, y
olor a sudor de ellos y a las fuertes colonias que usaban..



Jandro se puso al lado de Aina, agarr�ndola por la cintura,
ella continuaba tap�ndose los pechitos con las manos, y se qued� mir�ndola,
esperando que quisiera bailar, muy tranquilo y sonriente, como quien est� muy
seguro de su victoria, de lo que va a pasar.



A veces pasaba la mano por la espalda de la chavala, desde la
nuca hasta las nalgas, al tiempo que la apretaba de lado contra �l.



Aina estuvo un rato mirando enfurru�ada como bailaban Marga y
Noem� con el Nicol�s y el Tibur�n, cada vez m�s apretadas a ellos por la fuerza
con que las abrazaban, mientras Quico, Paco, y los otros gitanos jaleaban
enardecidos y bat�an palmas, acompa�ando la m�sica y, entonces, poco a poco, vi
que Aina bajaba las manos al costado y sus pechitos quedaban al aire.



Jandro se gir� hacia ella lentamente, la cogi� suavemente por
la cintura, not� su piel ardiendo, pero al mismo tiempo como si temblase. La
acerc� a �l, sin soltarla. Entonces Aina le mir� con cara de animalito resignado
y pas� las manos por sus hombros, como para bailar.



�l se peg� a ella, la apret� contra �l poniendo las manos en
su culo y apret�ndola contra su vientre, not� el contacto de sus pechitos
aplast�ndose en su t�rax, y empez� a moverse bailando.



Ella le sigui�, �l coloc� su mejilla pegada a la suya y
empezaron a bailar. Estuvieron bailando largo rato, y Aina se dejaba llevar
mientras �l la apretaba y la manoseaba, ella estaba como ausente, o cerraba los
ojos o le miraba a �l, tanto que no se dio cuenta de cuando los otros gitanos se
llevaron a Marga y a Noem� hacia las habitaciones.



Jandro la ten�a supertiesa, t�os, como una morcilla, ella
ten�a que notar aquel bulto enorme pegado a su vientre, pero si se dio cuenta,
no se dio por enterada. Es una t�a muy rara, nunca sabes lo que est� pensando.



Estuvieron un rato largo as�, ya os lo he dicho, y, entonces
yo fui hacia una de las habitaciones en las que hab�an entrado los gitanos con
las otras chavalas.



Entr� por una puerta, mir� dentro, y vi al Ara�a y otro
gitano acabando de atar con pa�uelos los brazos y los pies de Noem� a las cuatro
esquinas de la cama.



La dejaron abierta en forma de X. Aquello quer�a decir que
alguien hab�a querido tir�rsela y ella se hab�a resistido. Los gitanos me
miraron y sonrieron. Me dijeron algo as� como "Ahora ver�s, t�o , pepinos para
la putita!...".



Subieron el volumen de los altavoces que daban m�sica a la
habitaci�n, hasta que las rumbitas apagaron los gritos de Noem� al sentirse
atada a la cama.



Entonces vi que el Nicol�s, el t�o feo con aspecto de mono,
se pon�a junto a la cama, se bajaba el ba�ador hasta quit�rselo, y de su vientre
emerg�a una polla oscura, como un ancho morcill�n negro, con unos cojones
enormes y muy peludos.



Dej� su puro en un cenicero que hab�a encima de la mesita de
noche.



Entonces se abalanz� sobre la cama, ech�ndose encima de la
chavala, que, ya no parec�a gritar, pero que lo miraba con los ojos desorbitados
de terror.



El Nicol�s llev� con su mano el morcill�n que sal�a de su
vientre a la entrada del co�ito de la chiquilla, y le meti� toda la polla, as�,
sin m�s pre�mbulos, a lo bestia. Le debi� hacer da�o al penetrarla as�, de
golpe, porque Noem� grit� mientras el t�o se la met�a.



Se dej� caer sobre ella, con su peso deb�a estar
aplast�ndola, y, de forma brutal, movi�ndose como un perro, se puso a follarla.



Supongo que Aina y Jandro oyeron el grito de Noem�, porque,
enseguida, mientras yo miraba c�mo se la tiraba el Nicol�s, me di cuenta de que
ten�a a mi lado a Aina, bien agarrada por la cadera por Jandro, y los dos
miraban al Nicol�s tumbado encima de Noem� y foll�ndosela.



Aina se qued� mir�ndolos, como absorta, muy impresionada,
creo que como paralizada. Los miraba fijamente, como si no se creyese lo que
estaba viendo. Jandro sonre�a y apretaba a Aina de lado contra �l, al tiempo que
le musitaba cosas en la oreja que yo no pod�a o�r.



Aina estaba inm�vil, mirando como el Nicol�s se follaba a
Noem�, ya te digo, como si no se creyese lo que estaba viendo. Jandro aprovech�
entonces para bajarle la mano por la cintura, coger las cintitas de la braguita
del bikini de la chiquilla por el costado y soltarlas.



La braguita cay� al suelo. Supongo que Aina se dio cuenta,
pero no reaccion�, continuaba mirando como el Nicol�s se tiraba a Noem� en la
cama. Entonces, Jandro se baj� el ba�ador, liber� su barriga, y su enorme, larga
y legendaria polla salt� hacia adelante, tiesa y ancha como un chorizo. Ten�a
tambi�n el sexo muy peludo y sus huevos eran enormes.



Agarr� a Aina y se la llev� hacia otra de las habitaciones
que estaban libres. Ella se dej� llevar por �l, sumisa, como si todo aquello
fuese m�s un sue�o que una realidad.



En el sal�n ya no hab�a nadie, los otros gitanos deb�an de
haberse llevado a Marga a otra de las habitaciones, y, en efecto, o� otro grito
en una habitaci�n, me asom�, y vi al Tibur�n, foll�ndose a Marga, mientras la
sujetaban Paco y otro t�o desnudo, con un gran pene que le sal�a debajo de una
considerable barriga.



Entr� en la habitaci�n de Jandro, y vi c�mo llevaba a Aina,
sujeta por la cintura, hacia la cama, los dos desnudos. Igual que las otras, la
habitaci�n ten�a una luz mortecina y c�lida, pero la m�sica estaba bastante
baja, las rumbitas no molestaban y daban un buen ambiente.



Aina estaba como encantada, como si fuese un sue�o, y Jandro
continuaba habl�ndole suavemente en la oreja. Ya te he dicho muchas veces que
parece m�gica la capacidad que tiene Jandro para camelarse a las jovencitas para
foll�rselas sin que protesten.



Y piensa que, ya sabes, Aina era un caso dif�cil en este
aspecto, tiene un car�cter de mil demonios, aunque a veces tiene reacciones
sorprendentes e inesperadas. Es imprevisible, ahora estaba como hipnotizada.



Cuando estuvieron junto a la cama, Jandro la empuj� hacia
atr�s suavemente y la acost�. Estaba muy oscuro, la luz roja era muy floja, pero
me parece que Aina le miraba fijamente, a �l y a aquella cosa enorme que le
sal�a del vientre. .



Se inclin� sobre el catre, y al ver que Aina no dec�a nada,
s�lo le miraba, Jandro se fue colocando encima de ella, se encam� con la chavala
de una puta vez, como me dijo �l posteriormente.



Jandro ahora ya no pod�a aguantarse. Si Aina se hubiera
asustado al tumbarse sobre ella en la cama, si hubiese querido marcharse o
resistirle, Jandro, se lo habr�a hecho por la fuerza, la habr�a violado, yo le
habr�a ayudado a sujetarla, no tengo porque neg�rtelo, ya sabes, cuando nosotros
estamos salidos de verdad, nos lanzamos y no hay nada que nos pare..



Pero mejor que fuese as� �no?



Jandro s�lo atend�a ya al cuerpo de la putita. Se dej� caer
encima de ella, y not� todo su cuerpo debajo del suyo. La bes� en los labios, le
meti� la lengua en la boca, y ahora ella le dej� hacerlo, continuaba estando
como paralizada.



Le abri� los muslos -los tiene fant�sticos, muy blancos, bien
formados, esbeltos, suaves-, y se coloc� en medio.



Volvi� a besarla, ahora vi que Aina tambi�n apretaba un poco
sus labios, como si empezase a participar ella tambi�n. Le mordi� el cuello, y,
eso s� que siempre es superguay, Jandro le chup� lo pezones de los pechitos.



Entonces tal c�mo ten�a que hacerlo, supongo que ya no se
pod�a esperar m�s, le toc� el sexo hasta encontrar la rajita



Y cuando lo encontr�, Jandro cogi� su enorme polla con la
mano y la llev� a la entrada del co�ito de Aina.



Con la mano la dej� metida un poco, justo en la entrada, y
entonces se fue hacia adelante, lami�ndole los pechos y el cuello, para volver a
besarla, al tiempo que hac�a que su morcilla se fuese metiendo en el chochito de
la chavala.



Supongo que Jandro not� como si no pudiese pasar, te recuerdo
que a Aina hasta entonces s�lo se la hab�an metido una vez, y la polla de Jandro
es bastante m�s grande que la de Chingo, es enorme, ya os lo he explicado.



En aquel momento apret� hacia adelante con la pelvis, peg� un
empuj�n hacia arriba frot�ndose con el cuerpo de la chavala, y supongo que
sinti� como de golpe su polla venc�a aquella especie de resistencia y se met�a
toda r�pidamente dentro del cuerpo de la rubita paya.



Entonces Aina dio como una sacudida, cuando el morcill�n de
Jandro entraba por completo en su co�ito, como arqueando el cuerpo hacia arriba,
y peg� un grito tremendo, como si estuviesen degollando un cerdo, dejando ir
despu�s unos terribles alaridos, como si algo le hiciese mucho da�o.



S�, supongo que la polla de Jandro le hizo bastante da�o al
abrirse camino dentro de ella, al penetrarla con esa violencia.



Supongo que para Jandro fue chul�simo, porque al o�r que ella
se quejaba y gritaba como un cochino degollado, se dio cuenta de que la hab�a
desvirgado por segunda vez, que le hab�a hecho mucho da�o al met�rsela, al
clav�rsela hasta lo m�s hondo, porque suelen pegar un gritito o quejarse cuando
se la meten por primera vez, les hace m�s o menos da�o, pero si alguien les mete
una polla enorme, la de Jandro parece la de un caballo, les hace m�s da�o, y
entonces gritan de dolor y terror como hizo Aina.



El pene de Jandro le hac�a mucho m�s da�o que el de Chingo
cuando la hab�a desvirgado hac�a unas semanas.



Pero yo ya sab�a que Jandro, cuando oye gritar a las putitas
que desvirga, se excita mucho m�s, se vuelve rabioso, y vi como �l se iba
completamente, se volvi� como loco, me parece que se transform� en una especie
de perro o de caballo salvaje, en una fiera desbocada�



Empez� a moverse como una bestia furiosa encima de Aina, m�s
violentamente que como hab�a visto que lo hac�a el Nicol�s con Noem�, y le peg�
unos movimientos tremendos, de arriba a abajo, arriba abajo, adentro afuera,
adentro afuera, como si se hubiera vuelto mil veces loco, era como un monstruo
rabioso, bes�ndola, mordi�ndola, chup�ndola, y m�s, pellizc�ndola, toc�ndola,
destroz�ndola como una bestia salvaje su presa.



Entonces �l no se daba cuenta, pero se lo he explicado yo,
que al cabo de un ratito de que �l estaba en ese plan, foll�ndosela
salvajemente, Aina se le enganch� a �l tambi�n, hab�a dejado de llorar y de
gritar, y despu�s de gemir un ratito se abraz� al Jandro, le besaba, le mord�a,
le clavaba las u�as, gritaba, se estremec�a�



La putita estaba tambi�n como enloquecida, gem�a, jadeaba
como si no pudiese respirar, no me extra�a, ten�a al Jandro encima de ella, a
veces dejaba ir unos grititos, como si le volviese a hacer da�o, se mov�a,
cruzaba los muslos encima de los de �l�



Mirar a Aina era como ver una gatita salvaje a la que la se
estaba tirando un perro enloquecido. Fue todo incre�ble.



Jandro me ha explicado despu�s que pocas veces hab�a sentido
nada igual con una putita paya, y mira que se las ha tirado a montones,
much�simas, ya sabes, le enloquecen las chavalas, aprovecha las que se le
acercan por ser un artista de moda, le encanta estrenarlas y ense�arles c�mo
folla un macho, ver la carita de sorpresa que ponen cuando, antes de que se den
cuenta de lo que est� pasando, Jandro se la hab�a metido bien adentro a Aina...
�C�mo le mol� tirarse a la rubita!



En un momento dado explot�, not� por sus movimientos y sus
gemidos que Jandro se iba, que ya se iba a correr, y como empez� a gritar y a
moverse fren�ticamente a gran velocidad, me di cuenta de que su polla estaba
soltando ya todo la leche que ten�a en los huevos dentro del vientre de Aina.



No se cuanto dur�, me pareci� que fue mucho tiempo, que el
semental tuvo un orgasmo largu�simo, que parec�a que no se acababa nunca.



Era algo terrible, tremendo, se transform� en un monstruo
inhumano, a�n m�s desquiciado, gritaba, aullaba, me parece que hasta rug�a,
hasta casi me asust�, pens� que le hab�a dado un ataque de algo, su polla no
dejaba de soltar semen a borbotones, como una fuente, dentro del vientre de
Aina, mientras entraba y sal�a de su sexo a gran velocidad, clav�ndosela cada
vez m�s adentro, m�s profundamente a cada espasmo�



Ella tambi�n explot� cuando �l se corr�a dentro de ella, y
empez� a gritar, gemir y a moverse violentamente, se ve que disfrut� mucho,
parec�a que se volv�a loca de placer al tiempo que el peso de �l hacia que se
sintiese como asfixiada, su barriga la aplastaba, pero eso a�n la hac�a gozar
m�s, seg�n le cont� posteriormente a Noem� y a Marga.



Aina no se dio cuenta del estado bestial y salvaje en el que
Jandro estaba, porque ella se puso igual cuando le lleg� el orgasmo al sentir el
semen de Jandro inundando su vientre cuando �l se corri� dentro de ella.



Aina estaba tambi�n como loca. Le dej� al Jandro las u�as
clavadas en la espalda y los dientes marcados en el cuello, parece que ella
tambi�n se trastoc� tremendamente,



Jandro se transform� en una especie de tigre salvaje.
Recuerdo que luego �l, cuando los dos dejaron de moverse, estaba sudando,
estirado encima de Aina, ba�ados los dos en un mar de sudor, como si se hubiesen
duchado juntos, sin poder respirar nada, jadeando, ella ten�a el cuerpo de �l
abrazado con sus muslos y sus piernas�



La polla de Jandro estaba todav�a dentro de su vientre, tal
vez a�n la ten�a hinchada, y, entonces, se volvi� de lado, sac�ndosela poco a
poco, la ten�a mojada de color blanco, de la leche que hab�a soltado dentro del
sexo de la chavala y se qued� estirado junto a ella, cogidos de la mano�



Entonces yo fui a tirarme a Noem�, no ten�a a nadie encima, y
a Marga todav�a se la estaba follando alguien.



Fue muy chulo foll�rmela, tiene un cuerpo que te la pone
tiesa mil veces seguidas, pero estaba bastante ida, como fuera de s�, como si
todo le fuese igual. Cuando acab�, me qued� algo dormido, hasta que me despej�.



Me vest�, y sal� de la habitaci�n. Todos estaban en el sal�n,
estaban todos vestidos porque era tarde para las chicas, ten�amos que irnos
pronto.. Aina estaba sentada junto al Jandro, hablando con �l, la ten�a cogida
por los hombros y ten�a la otra mano en el muslo de ella.



Ella le pasaba el brazo por la cintura y apoyaba su cabeza en
el hombro de �l. Parec�an entenderse perfectamente, ya os he dicho varias veces
que es sorprendente la magia que tiene Jandro para camelarse a las jovencitas.
�l dice que es brujo, y me lo acabar� creyendo. Ella me miraba algo enfurru�ada,
parec�a como si le estuviese hablando de m� a Jandro.



�l tambi�n me miraba, y le sonre�a a la chavala. Aina se
estaba comiendo un bocadillo de jam�n y una coca-cola, y �l se estaba tomando
una cerveza.



Noem� y Marga estaban sentadas juntas en un butac�n, como muy
abatidas. Estaban vestidas y estaban muy p�lidas.



Creo que Noem� estaba medio llorando, ten�a los ojos
enrojecidos. Supongo que no les hab�a hecho ninguna gracia que el Nicol�s, el
Tibur�n y los otros amigotes de Jandro, incluso yo, las violasen, adem�s de
tir�rselas Quico y Paco.



Pero sab�an que no pod�an hacer ni decir nada. Ni Noem� le
pod�a explicar nada a su madre de lo que le hab�a pasado, cuando esta volviese a
casa, si volv�a, m�s all� de las doce de la noche, ni Marga le pod�a decir a sus
padres que no hab�a estado en casa de Noem� y en la playa de Badalona con gente
de la pe�a.



Estaban atrapadas, ninguna de las dos le pod�a explicar a sus
padres que les hab�an estado enga�ando, ninguna de las dos les pod�a decir algo
tan extra�o como que las hab�an follado un grupo de t�os en una torre de Santa
Susana, cuando se supon�a que ellas estaban con sus compa�eros en la playa de
Badalona.



Le pregunt� al Cobra c�mo hab�a ido, y me explic� que
fabuloso, que los amigos de Jandro se lo hab�an pasado superguay, igual que
ellos, que �l hab�a aprovechado para tirarse a Noem� adem�s de la suya, Marga,
y, al rev�s, Quico se hab�a tirado a la suya y tambi�n hab�a probado a Marga.



Y me dijo tambi�n que tanto el Nicol�s como el Tibur�n se
hab�an tirado a las dos, se hab�an follado tanto a Noem� como a Marga.



Despu�s, poca cosa m�s. Los amigotes de Jandro hablaron entre
ellos, se rieron a carcajadas, sacaron sus carteras y, cada uno de ellos le dio
unos billetes al Cobra. Este se acerc� a Noem� y a Marga y le dio cien euros a
cada una.



Ellas no quer�an coger los billetes, pero Paco y Quico
hablaron un poco con ellas, no se que les dijeron, pero las convencieron y se
guardaron el dinero



Jandro se sac� unos billetes y se los puso en la bolsa a
Aina. Ella quiso devolv�rselos, pero �l le par� la mano, e hizo que los volviera
a poner en la bolsa, al tiempo que le volv�a a decir unas cosas en la oreja.
Ella sonri�, y no insisti� en devolver el dinero al Jandro.



Luego nos fuimos a llevar las chavalas a sus casas en
Badalona, ya he dicho que era tarde. Los amigos de Jandro se quedaron en la
torre, al parecer les iban a traer unas putitas rusas de un club de las afueras
de Lloret para acabar de pasar el d�a y seguir por la noche.



En el coche, el enorme Volvo de Jandro, �bamos los seis, Paco
conduciendo a alta velocidad por la autopista hacia el sur, burlando con su
detector los conocidos radares de la zona, a su lado Quico, y detr�s Marga y
Noem� junto a una ventanilla, Jandro en el centro, con Aina sentada encima de
�l, y yo en la otra ventanilla. Jandro ten�a sus manos en los muslos de la
chiquilla, y me di cuenta de que a veces le acariciaba el sexo y ella se
estremec�a.



Jandro tocaba a Aina, ella le dejaba hacer, y Noem� y Marga
estaban como agotadas, como sorprendidas, y a veces hablaban con Paco y Quico.



S�lo me pareci� entender que ellas les dec�an que sus padres
no ten�an que enterarse de nada de lo que hab�an hecho, y, ellos, sonriendo, les
dec�an que no se preocupasen, que ellos no les iban a decir nada, pero que se
guardasen bien el dinero, que si sus padres se lo encontraban les preguntar�an
de d�nde lo hab�an sacado.



Pero lo que m�s me sorprendi� era lo acaramelados que se
ve�an Jandro y Aina. Pocas veces le he visto tan colado por mimar una chavala.
Me di cuenta que se hab�a enco�ado muy r�pidamente con esta putita. Yo ya
conoc�a a Jandro, los enco�amientos de este tipo le suelen durar un par de
meses, hasta que se cansa de la chavala o conoce otra mu�eca que le atrae m�s.



Como dice �l, es mucho m�s barato cambiar de putita que de
coche�



Los padres de las chavalas no se enteran nunca de nada, pero
entre los t�os y t�as de m�s o menos nuestra edad, lo que ha pasado entre las
tres jovencitas y nosotros ya lo sabe todo el mundo�, los rumores han corrido,
alguien lo ha explicado, pero s�lo que se entienden con unos t�os gitanos, nada
m�s, supongo que lo deben haber explicado las mismas Marga y Noem�, porque les
gusta presumir siempre de que son muy lanzadas y atrevidas. .



Pero bueno, ya os lo imagin�is, a mi me encanta que todo el
mundo sepa que nos hemos tirado a esas pibitas pijas que est�n tan buenas y se
creen tan listas.



Pues mira, ahora ya lo sab�is todo vosotros tambi�n.



"Garganta Profunda"



Badalona, Febrero de 2005








Serie Aina.





Publicadas:




HISTORIAS DE AINA � 1: A Aina la ha desvirgado Chingo


Publicada en Todorelatos 24 enero 2005 Categor�a Primera Vez



HISTORIAS DE AINA - 2: A Aina se la ha llevado Jandro al
Corral Negro




.En preparaci�n:




HISTORIAS DE AINA � Final: Aina, memorias de virgen a
putita (T�tulo provisional)


En la 3� parte Aina explicar� por fin personalmente qui�n,
c�mo y cu�ndo la desvirg� realmente, y su versi�n de todas sus historias
er�ticas que conocemos, y tal vez otras que desconocemos.



Historias de Aina � 3 (�?): Una de las revelaciones
que nos est� haciendo Aina en la entrevista-relato que le estamos haciendo,
sobre una historia que desconoc�amos, puede dar origen a otro relato
individualizado, que ser�a anterior al cap�tulo final








HISTORIAS DE AINA � 2





20 Febrero de 2005


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Relato: A Aina se la han llevado al Corral Negro
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