LAURA: LA PROMETIDA DE CTHULHU
Una criatura interdimensional se materializa en la recamara
de una chica de 24 a�os y con sus tentaculos le muestra otras dimensiones del
placer y el sexo forzado.
Laura estaba muy cansada esa ocasi�n, iba llegando del
trabajo a las 11 de la noche y ni siquiera tenia o le quedaban energias para
tomar una muy necesitada cena.
Su trabajo era asfixiante y el estar tantas horas encerrada
en su cubiculo, casi absorbida por el monitor de una computadora, habia robado
toda la energ�a vital y la imaginaci�n a su vida. Solo ansiaba llegar a su cama,
que la atraia como im�n y poner su mente en blanco.
Con las piernas debiles, entre dormida y despierta se desnud�
frente a la cama para ponerse el piyama, pero sabiendose sola en casa y sin
ninguna preocupaci�n dej� que la fuerza atrayente del colch�n la dominara y se
dej� caer en el, desnuda como estaba. El extra�o collar con un medall�n hecho
con conchas marinas que le regal� su jefe qued� en el suelo junto a la cama.
Laura era independiente de su famila desde hacia un par de
a�os, vivia en la capital sola, con un buen trabajo y si quer�a no le faltaban
pretendientes para tener novio o solo para tener con quien salir.
Morena muy delgada, de peque�os y preciosos pechos como de
colegiala, coronados con duros pezones caf� oscuro, y, a pesar de su delgadez,
resaltaba aun mas su trasero, de nalgas duras y paradas que seguramente
conservaria firmes mas alla de los escasos 24 a�os que ya tenia.
Pero boca abajo, agotada y profundamente dormida, los
detalles buenos de su adolorido cuerpo era lo que menos la ocupaba.
El silencio y la calma la rodeaban, la habitaci�n a oscuras
era un solo objeto continuo para ella, en su inconciencia, un objeto neutro y
sin vida, pero en realidad no existe la inconciencia total. Dormimos, so�amos,
pero unaparte de nosotros aun est� atenta, por lo menos a un fragmento del
espectro de la realidad, un fragmento que rara vez notamos al estar despiertos y
que de hacerlo nos dariamos cuenta de que justo antes de que todo se empieza a
corromper, y todo sale mal, un instante antes de eso se forma una arruga en la
tela del continuo espacio-temporal.
Fue como una gota de un l�quido oscuro que cay� e hizo olas
sobre la cristalina y lisa superficie de la mente dormida de Laura, como un
gui�o de la realidad, todo se volvi� confuso, la parte que no dormia de Laura
comenz� a sentir que ese oscuro objeto sin vida que era su habitaci�n, lenta y
discretamente comenzaba a respirar.
Paulatinamente notaba que esa oscuridad cobraba vida
independiente y conciencia, y que ese ser oscuro en formaci�n de alguna forma
habia desarrollado organos oculares que la observaban, que la vigilaban con
detenimiento, siguiendo con perversa y espectral lujuria el contorno de sus
piernas, hasta su snalgas que se levantaban con cada respiraci�n, su espalda
desnuda hasta su cabello, todo provocaba a la criatura que se formaba a su
alrededor, y todo en ella incitaba al monstruo a irse haciendo cada vez mas
tangible.
Laura casi podia sentir el aliento de la criatura en las
plantas de sus pies, el aliento de una boca que se formaba de pesadas sombras y
a cada segundo parecia cada vez mas carne negra, carne viva que sin embargo no
respiraba por una nariz, que no la tenia, si no por cada por de us informe
estructura, que moldeaba a placer, como cuando apareci� esa boca donde no la
habia, y la podia hacer desaparecer y formarla en otra parte de su ser.
La bestia agrupaba fuerzas y Laura lo sabia, a cada segundo
era mas fuerte, mas real y en control de sus funciones superiores a las de
cualquier ser humano.
El cuerpo de la chica se estremeci� cuando sinti� algo
grande, baboso y h�medo tocar su pie a lo largo, pero no hizo nada, ni siquiera
despert�, para ella todo era un sue�o m�s, una extra�a pesadilla causada por el
extremo cansancio.
Todo eso cambi� en un segundo, en un abrir y cerrar de ojos
por asi decirlo. Laura abri� los ojos espantada al sentir como un tent�culo
prensil y baboso sujetaba con fuerza uno de sus tobillos.
En cuesti�n de un terrorifico segundo pas� por su mente la
pesadilla, y se di� cuenta de su terrible situaci�n y un segundo fu� todo lo que
la bestia le permiti� pensar pues inmediatamente un tent�culo identico sujet� su
otro tobillo y como si fuera una mu�eca abri� sus piernas de un tir�n y la jal�
hacia el suelo.
Laura se prendi� con u�as y dientes a las colchas sobre la
cama, pero fu� in�til.
Ya en el suelo, junto a la cama, tres tentaculos mas
siguieron a los dos primeros, recorriendo las piernas de Laura, empujando sus
nalgas al pasar por ellas hasta llegar a sus brazos, dos sujetaron sus mu�ecas
abriendola en posici�n de cruz, mientras el tercer tent�culo, aun libre,
"manoseaba" torpemente sus pechos. Una especia de baba espesa salia de sus
ventosas dejando las tetas de la chica humedas y chorreantes.
el tentaculo subio luego hacia la cara de Laura y ella pudo
verlo momentaneamente en la penumbra, se movia como si fuera un ser
independiente que observaba su rostro de lado a lado, era rojizo y azul a la vez
y lo que vendria siendo la cabeza parec�a un extra�o y puntiagudo glande de
hombre.
De un golpe el tentaculo meti� la punta en froam de glande en
la boca de la sorprendida joven, que apenas podia ofrecer resistencia. Las
ventosas le succionaban los labios y la lengua como lujuriosas y hambrientas
bocas, mientras que Laura sentia como otro ap�ndice de la criatura le sub�a
entre las piernas para amoldarse sobre su vulva como una vulva para masajearla
con rudeza. Por momentos se sentia como una sola bola, como pu�o sobre la concha
de Laura y ella tem�a una penetraci�n salvajemente forzada, y luego se estiraba
hasta tocarle tambien el culo, haciendola estremecerse, casi como si pulsara con
cada estiramiento, alargandose en la punta hasta aprecer del grosor de un dedo.
Laura forcejeo con renovada energ�a, conciente ya del
peligro, di� un jal�n con sus brazos, pero el ente solo la jal� con sus
tent�culos tensando su cuerpo aun mas y el otro, el "dedo", se meti� en su culo
r�pida y maliciosamente, como un pulpo se encoge y deforma para meterse en su
refugio.
Laura sinti� el fr�o y h�medo invasor de su culo pero estaba
tan apretadamente sujeta que solo pudo lanzar un grito quebrado.
Alejados d ela escena podriamos haber visto en la penumbra
una sola forma com piernas, brazos y cabeza de mujer envuelto en una masa de
tent�culos en constante movimiento, y podriamos oir tambien los chasquidos
l�quidos de esos apendices usando a la mujer para su placer y los gemidos
ahogados y quejidos asustados de ella.
Ella, que lo vivia en primer apersona, ella en medio de ese
entramado de apendices bulbosos y babosos, que se veai totalmente imposibilitada
de huir, y aterrorizada vivia la realidad, quiz� masoquista, de estar sujeta y
ser penetrada por boca y culo por los miembros interminables de una criatura
desconocida.
Masoquista porque algo nuevo en ella estaba despertando, el
tent�culo se movia en su recto como una serpiente enloquecida y ademas hacia
centelleantes penetraciones de un solo par de centimetros adentro y afuera, como
animal en brama, que ya practicamente la hacian sentir que alucinaba.
Laura ya mamaba como en trance el apendice en su boca
dejandole tanta saliva como baba soltaba �ste, chorreaba esta mezcla de su boca,
mientras su moreno culito era llenado inmisericordemente.
Pero los miedos de la morena y delgada joven volvieron a
aparecer y ella recobr� la conciencia cuando un s�ptimo tent�culo hizo su
aparici�n y sin preambulos penetr� su vagina, que aunque ya humedecida no
alcanzaba a acomodar ese rojizo miembro con forma de glande.
Laura casi escupi� el que aun ten�a en la boca para tratar de
gritar, pero el reclamo se qued� atorado en su garganta como v�mito y solo pudo
abrir los ojos como platos y exhalar aire ronca y dolorosamente.
El tentaculo expulsado de la boca de la joven, lleno de babas
y saliva se prend� de su pecho y acomod� una ventosa en cada moreno y duro
pez�n, comenz� a succionar como si la estuviera mamando, escalofr�os de temeroso
placer recorrieron el cuerpo de la joven que ya sudaba copiosamente y se mordia
los labios y apretaba los ojos tratando de resistir.
El tentaculo en su conchita ya se movia mejor al encontrar
menso resistencia, pero el delgado en forma de dedo en su culo, como si
estuviera celoso e insatisfecho comenzaba a engrosarse mas con cada penetraci�n,
justo cuando Laura lo empezaba a disfrutar se estaba tornando doloroso otra vez,
y casi como si la criatura supiera que ella estaba a punto de gritar de dolor un
octavo tentaculo como presto y �vido pene se introdujo en su boca y la joven,
casi como por instinto y para olvidar el dolor, comenz� a chuparlo embravecida.
Laura, siendo penetrada por vagina, culo y boca se sent�a mas
mujer de lo que se habia sentido en mucho tiempo, en el sentido mas estricto, de
sentirse hembra, libre de coger, pero el caso es que estaba siendo obligada, se
la estaban cogiendo y ni siquiera sabia quien o que, y esas ventosas succionando
sus pezones no hacian sino maximizar su masoquista placer.
El cuerpo de Laura se mov�a al comp�s que le marcaban las
penetraciones de los tentaculos agresores, sujeta, temblorosa y gimiente, Laura
se movia de atras hacia adelante como una mu�eca, con un ritmo brutal y s�dico
que la estaba penetrando hasta el alma y la hacia sentir que para ella el sexo
ya no ser�a igual sin una d�sis de sumisi�n y una cantidad de fuerza y
brutalidad.
Pero algo en ella sent�a que todo aquello no era el acto en
si, sino solo un s�dico preambulo, com si algo en toda aquella baba de la
criatura hubiera traspasado su piel y le hubiera dejado algo de la conciencia de
ese ser espantoso y asi supo que esos apendices, que la usaban, penetraban y
manejaban a su antojo no eran sino brazos y dedos y labios y lenguas y dientes
de esa bestia, muy a su manera, la verdadera penetraci�n y la culminaci�n de su
violaci�n estaba por venir.
Laura, en trance de nuevo, mamaba con ganas mientras era
penetrada con fuerza por culo y vagina y casi sonri�, o lo hubiera hecho de
haber podido, al sentir el movimiento entre sus piernas de un noveno tent�culo,
identico a los anteriores, la simbiosis que estaba de alguna manera logrando con
la bestia la hacia ya intuir algunos de sus movimientos y sabia que habia una
raz�n para que el tent�culo que poseia su culo fuera perdiendo su grosor
paulatinamente.
Lentamente el noveno tent�culo se acomodo junto a su
predecesor en el ano de Laura, ambos tent�culos habian adelgazado hasta parecer
listones de carne para que el noveno se fuera metiendo habilidosamente en el ya
lubricado y algo distendido culo de la chica. Laura levantaba las nalgas
instintivamente, tanto como le permitian los otros que la sujetaban, para evitar
una penetraci�n mas dolorosa y quiz�s sacar algo de placer de la nueva
experiencia.
Ya adentro ambos tent�culos comenzaron a moverse a ritmos
diferentes, mientras uno penetraba el otro retrocedia, como pistones, y ambos,
poco a poco fueron recuperando su grosor expandiendo el recto de Laura como
nunca antes la chica lo habia sentido.
Y como pist�n se movia el que tenia metido en la vagina
tambien, y succionaban acompasadamente el que estaba apoderado de sus pezones y
el que tenia en la boca, y que ella mamaba embramada, quiz� porque el efecto
narc�tico y erotizante que sent�a era alguna especie de droga que estaba en la
baba que fluia del ser, y Laura inconcientemente queria mas y mas, para aumentar
su placer y olvidar el grotesco ser que se lo estaba dando. Pero paradojicamente
era este l�quido el que le daba conciencia tambien de la criatura que la pose�a,
lo que la un�a aun mas a "eso". Eso que le murmuro en la mente "tu entrada
vaginal es aun estrecha, necesita ensancharze para que recibas el regalo a la
humanidad..."
En ese instante Laura sinti� como los tent�culos que la
sujetaban hacian un efuerzo y levantandola del suelo la voltearon boca arriba
dejandola como flotando unos centimetros sobre el piso. Pero nunca, durante toda
esta maniobra, los otros tent�culos dejaron de penetrarla.
Solo uno de los que estaban en su culo se retir� y el que
qued� se acopl� y enzanch� otra vez, como quiso.
Laura sabia lo que pasaria a continuaci�n, se repetiria en su
conchita la rutina de lo que sucedi� en su culo con el tent�culo sobrante, solo
que esta vez la joven no sabia, seria una tecnica diferente. La criatura ni se
molest� en avisarle mentalmente, Laura se preguntaba porque el tent�culo que
bombeaba tan apasionadamente su vagina no menguaba aun su grosor. Cuando el
tent�culo libre la penetr� como si se tratara de una lanza. La chica sinti� como
si la estuvieran empalando y comenz� a gritar histericamente, su llanto ahogado
por el "glande" baboso en su boca.
Los penetradores vaginales luego de acomodarse bombeando
hacia adnetro y afuera comenzaron tambien a girar con rapidez ens u cavidad
vaginal, como tratando de abrirla no tnato buscando su placer, el cual ya le
habian provocado a raudales con anterioridad.
Con el dolor vino tambien momentaneamente la conciencia a la
mente de Laura, pero solo como relampagos que por un segundo o dos iluminaron su
situaci�n. Y era entonces cuando ella se recriminaba el ser tan puta, el haber
llegado a disfrutar el ser poseida por un desconocido ser sin forma.
pero el dolor le trajo un nuevo y potente tipo de orgasmo que
la hizo agitarse casi como si le aplicaran energ�a el�ctrica al cuerpo. Los
tentaculso tuviero que sujetarla con mas fuerza incluso el que te tenia
incrustado en elculo se introdujo mas profundamente, en su f�bril imaginaci�n
Laura crey� que le saldr�a por la boca a trav�s de la garganta, pero obviamente
esto era imposible. El "glande" abandono su boca y Laura aprovech� para jadear,
babas y saliva chorreaban pos las comisuradas de su vejada boca abierta mientras
recordaba las veces que brome� con sus amigas lo puta que podia llegar a ser,
esa noche se sent�a pero que puta, se sentia usada, inferior a todos, pero a la
vez se sentia una puta importante, porque en la conciencia compartida con la
criatura sabia que �sta, "eso", era algo superior a ella en todos los sentidos,
superior a cualquier ser humano, y que lo que le hacia la criatura lo
consideraba como un favor, una deferencia de un ser de niveles superiores a una
hembra humana. Laura en su delirio se preguntaba si la criatura sabria el
concepto de lo que es ser bur�crata, y a que niveles estaba ella en su puesto en
el mundo.
El tent�culo que habia abandonado su boca se amold� fromando
una paleta, casi como mano humana, sujet� a Laura por la nuca y levant� su
cabeza. Laura pudo ver entre sus piernas el remolino que formaban los ap�ndices
que giraban en su vagina, mientras el que le castigaba su culo no dejaba de
bombear, provocandole incontrolables espasmos de placer. Luego, de repente, el
torbellino entre sus piernas se detuvo, los dos apendices se retiraron a la
oscuridad y solo se oia el chasquido del que la penetraba analmente, atareado
como obrero obediente a su amo.
Y asi fu� como Laura lo vi� por primera vez, o parte de "�l"
por lo menos, la chica vi� que de la misma oscuridad de la que surgian
misteriosamente los tent�culos, surg�a tambien una criatura, una masa de carne
purpura y oscura mas bien, en la cual no se distinguia rostro, ni siquiera boca,
ojos o nariz, pero si una personalidad, ominosa y cruel como nunca Laura la
habia sentido en ser humano ninguno y, para su sorpresa, se sentia
irremediablemente atraida a "eso", hipnotizada y fatalmente entregada al destino
que esa cosa le preparaba.
Y enter el horror y la fascinaci�n Laura vi� como en su parte
baja las carnes purpuras del ser se movian y tomaban forma y Laura pudo ver que
la cosa tambien tenia genitales, una especie de manguera del mismo color del
resto de sus carnes se comenzaba a extender y luego a levantarse en tremenda
erecci�n, bajo de �sta se formaron tambien dos masas como testiculos del tama�o
de una toronja cada uno.
La chica ensimismada con semejante espectaculo no sabia si
reir o llorar, si aquello que veia era espectacular, horroroso o rid�culo. solo
sabia que lo que estaba a punto de suceder iba a ser inolvidable y doloroso.
Laura se agit� brutalmente, escalofr�os recorrieron su cuerpo
como un r�cimo de relampagos cuando la criatura la arrastr� mas cerca de su masa
purpura abriendo el comp�s de sus piernas hasta casi lo imposible. La piel
morena de Laura se veia p�lida y mas aun por el contraste con la carne del ser.
Con las plantas de sus pies pudo sentir la carne gomosa y h�meda y dobl� las
rodillas como acto reflejo para no tocarlo, pero esto era lo que buscaba la
criatura, aflojando un poco la tensi�n que ejercian sus tent�culos le permiti�
doblar sus piernas y as� "eso" pudo acercarse mas a su objtivo. Como gigantesco
y distro dedo el "pene" del ser se acomod� y apoy� contra el p�bis apenas
velludo de Laura. ella sinti� su humedad ys obre todo su peso, algo escurria de
su orificio y Laura sent�a uan enorme curiosidad por verlo, palparlo, olerlo.
Dos tent�culos se amoldaron como manos de nuevo a la entrada
de su ya dilatada vagina y la abrieron mas, Laura se estremeci�. Los ap�ndices
que la sujetaban por los ya enrojecidos tobillos la soltaron pero solo para
volverla a sujetar, ahora por los muslos. De un diestro jal�n la acomodaron
contra el "cuerpo" de la criatura quedando el glande de su miembro justo en la
entrada vaginal de la joven forzandola, conla presi�n que ejercia, a abrirse un
poco mas. Laura respiraba por la boca abierta, le ard�a la vulva pero se
preparaba pues sabia que el dolor mas fuerte aparecer�a pronto.
Fu� en ese mismo instante que la criatura hizo presi�n hacia
adelante. La chica boqueaba desesperada tratando de jalar aire, los ojos tan
abiertos que no se podia mas. Sentia como si el pu�o de un hombre estuviera
forzando la entrada a su cuerpo. La criatura habia metido su poderoso miembro en
el delgado y agitado cuerpo de Laura.
La chica solo sentia dolor y centelleantes piquetes en la
piel interior de su vagina, nada parecido al placer, hasta que uno de los
tent�culos se volvi� a hundir en su boca acariciando su lengua, narcotizandola
con su l�quido hipn�tico haciendo que la chica lo mamara como si se tratara de
un glande humano, absorbiendo asi mas de su enajenante gel.
Al tiempo que Laura sentia que su cuerpo se relajaba, tambien
lo hacia su vagina y a la vez, para su sorpresa, tambien se dilataba poco a poco
dejando entrar cada vez mas del monstruoso miembro a su vagina. Laura comenz� a
gemir y fu� c�si como si la criatura lo hubiera tomado como una se�al y comenz�
a a bombear lentamente pero con fuerza y seguridad, como un pist�n, una maquina
de vapor que poderosamente va tomando velocidad.
El tent�culo en la boca de Laura se retir�, ya no era
necesario, el placer invadia cada celula del cuerpo de la chica, ella gem�a y
gritaba apretando los pu�os mientras el pist�n de carne purpura tomaba velocidad
entre sus piernas.
Su cuerpo se agitaba atacado de placer y dolor, un tent�culo
en su culo otro mamando sus pezones y un increible miembro en su conchita. Laura
estaba sorprendida de que su moreno y peque�o cuerpo soportara tanto castigo y
aun lo disfrutara, habia perdido la cuenta de los orgasmos, todos sin excepci�n
eran como estallidos de estrellas en su cabeza que nublaban su vista por varios
segundos, todos la dejaban cansada pero hambrienta de mas.
Cuando sent�a que ya no podia mas y estaba a punto de
desmayarse Laura se di� cuenta de un cambio en la criatura, la chica not� como
�sta se tens� y acerc� su cuerpo mas a ella y, si era posible, la penetr� aun
mas profundamente. Laura conocia esa reacci�n en los hombres, esa especie de
largo espasmo anterior a la eyaculaci�n, pero en �ste caso no sabia que esperar,
podria ser cualquier cosa.
En cuesti�n de segundos tuvo su respuesta. Un orgasmo, mas
poderoso que los anteriores sacudi� su cuerpo y llen� su cabeza de luz y de mil
imagenes nuevas de otros mundos, almismo tiempo sinti� como su vagina se llenaba
de una tibieza l�quida, agradable y abundante.
Fu� lo �ltimo que supo hasta que despert� al d�a siguiente a
las cuatro de la tarde, con el cuerpo tan adolorido que sent�a como si tuviera
todos los huesos rotos; Como pudo levant� la cabeza, asustada creyebdo encontrar
su vagina tan dilatada que parecer�a un gran hoyo entre sus piernas, pero para
su sorpresa no fu� as�, ni siquiera tenia marcas en el cuerpo, ni tallones rojos
por donde fu� sujetada. Solo le quedaba el dolor y un extra�o dibujo negro sobre
el antebrazo como si fuera un peque�o tatuaje, pero parecia mas bien la cicatriz
de una quemadura reciente conla forma de un sol del que salen algunos rayos.
Hasta el dia siguiente Laura se present� al trabajo y
extra�amente su normalmente tirano jefe no hizo menci�n de su falta el dia
anterior ni el retardo de ese d�a. Lo que es mas, a partir de ese dia cambi� su
actitud hacia ella totalmente e incluso le di� un jugoso aumento de sueldo.
Alelada y sorprendida Laura se dirigi� a su cubiculo pero en
el pasillo alguien la sujet� y jal� del brazo. Para cuando Laura levant� la
vista y vi� que se trataba del conserje, este ya la habie metido en el cuartito
de utilerias y ahi, entre escobas, trapeadores y productos de limpieza el tipo
la empez� a desnudar. Laura ni siquiera conoc�a su nombre solo se dejaba hacer
mientras lo observaba atontada. Aunque hubiera querido no podria defenderse con
su fr�gil cuerpo de uno sesenta y tantos contra el uno ochenta y cinco lleno de
musculos del hombre.
Laura estaba como hipnotizada viendo la marca en el antebrazo
del conserje, la misma que ella tenia, y sabia que nada podia ni debia hacer
para evitar aquello, ella era la �nica mujer que llevaba la marca en el mundo,
una entre cientos de hombres que la llevaban, quiz� miles.
Laura repasaba friamente las posibilidades en su mente, todo
encajaba, el collar que extra�amente le regal� su jefe, un amuleto, un llamado,
todo mientras el corpulento conserje la penetraba de pie, sudando y bufando.
Era solo el primero de muchos que le harian lo mismo en el
futuro, incluido su jefe, individualmente, en pares, en grupos. Para los
iniciados era ella la mujer del amo y la puta de todos y Laura lleg� a
disfrutarlo, imaginando las posibilidades mientras el tipo se venia dentro de
ella, sabia que no tenia nada que temer, que todo era parte del ritual y ella no
podia quedar embarazada por ello, sin importar cuantos la tomaran, porque
embarazada ya estaba, y el producto de su vientre, resistente a toda enfermedad
y castigo, ser�a adorado por los hombres con la marca en el antebrazo y ser�a el
esclavizador de mujeres en todo el mundo, y, en sus fantasias mas escondidas,
Laura lo visualizaba como su futuro amante.