Mi Sexy Amiga Luisa
Como te dec�a en mi relato anterior la muerte de Pilar me
afect� enormemente as� que aquel verano del 84 s�lo me dej� el sabor del dolor;
pero, llegar�a abril y las aulas del cuarto grado de secundaria se abr�an para
m� y el conocer a Luisa, una preciosa chiquilla de 16 a�os, me har�an olvidar la
amarga experiencia.
Luisa ven�a de Iquitos (Amazon�a Peruana) y las chicas de
all� tienen fama de ser muy calientes y f�ciles de llev�rselas a la cama; as�
que, apenas lleg� su fama y toda clase de supuestas historias corrieron entre
chicas y muchachos.
Pronto, Luisa, se convirti� en la envidia de las chicas y el
sue�o de todos los muchachos. Era imposible dejar de mirarla y no pensar en
ella. Su imagen era de ensue�o, parec�a haber sido sacado de un alb�m de
mu�ecas.
Su piel era blanca y suave, su cuerpo delgado y fr�gil y su
voz tan suave y dulce como el roc�o. Su cabello, negro y largo, ca�a sobre sus
erguidos y apetecibles pechos. Su cintura era tan delgada que parec�a caber
entre mis manos; sin embargo su principal atractivo era sin lugar a dudas su
trasero; que culito mas rico, tan erguido, tan carnoso y tierno que provocaba
darle un mordisco.
Recuerdo mucho que los lunes ten�amos clases de deportes a la
�ltima hora con el Profesor Lucho y la pas�bamos de maravillas; pero, aquella
tarde de fines de octubre todo fue distinto. Yo hab�a sufrido una ligera
fractura en el tobillo y como era capit�n de la selecci�n de f�tbol del colegio,
el Profe, prefiri� que no saliese a la pr�ctica y que me cuidara. Me qued�
sentado al final del aula como de costumbre decidiendo si irme a casa o esperar
a los dem�s cuando apareci� Luisa:
_ �Mart�n? �pareci� preguntar sorprendida- �No estar�s en
clase?
_ No, por lo de mi lesi�n �a�ad�.
_ Pero...necesito cambiarme...no te importa �Verdad?
Sin responderle a�n vi como se pon�a de espaldas y se sac� la
chompa y la blusa para colocarse el polo de la clase de deportes, dej�ndome ver
por unos instantes su casi desnuda espalda y la tirilla blanca de su sost�n
blanco. No me hab�a repuesto a�n de aquella visi�n cuando la vi coger su
diminuto short negro y coloc�rselo debajo de la falda dej�ndome ver la cara
posterior de sus muslos y parte de su tanguita roja por unos instantes. Luego
baj� el cierre de su falda y se despoj� de ella sin ning�n pudor, asegur� los
pasadores de sus zapatillas, me miro sonriente y sali� corriendo; dej�ndome
caliente y muy agradecido por tan inesperado y sabroso espect�culo de desnudo
escolar. Por un momento pens� cont�rselo a todos; pero, prefer� callar.
Las semanas siguientes pasaron volando entre las actividades
por el aniversario del Colegio y los ex�menes del fin de a�o. De aquellos d�as
s�lo recuerdo el Concurso de la Canci�n 1984, en donde Luisa fue la modelo que
acompa�aba a los concursantes al escenario; llev� un vestido negro tan corto que
desde donde estaba al pi� de las escalinatas, pues, ayud� con la utiler�a, pod�a
ver sus lindas piernas y algo m�s cada vez que bajaba.
Terminadas las clases nos entregaron las libretas de notas y
Luisa recibi� la triste noticia de que hab�a reprobado el curso de Literatura
Peruana �uno de mis cursos preferidos y en donde ten�a notas altas-; as� que,
deb�a estudiar y regresar en marzo a rendir un examen.
Nada de eso tendr�a importancia sino fuera porque en los
primeros d�as del a�o la madre de Luisa lleg� a hablar con la m�a para pedirle
que permitiese a su hijita llegar por las tardes a estudiar conmigo. Mi madre
que es todo coraz�n y que no adivina a�n lo morboso que soy acept� de inmediato
y yo obediente no puse objeci�n.
Desde la primera tarde las cosas fueron muy bien. Era muy
excitante el estudiar con Luisa durante el verano. Ella me prestaba mucha
atenci�n y cumpl�a siempre con las asignaciones y cuestionarios que le dejaba;
pero, no s�lo me gustaba verla ponerme atenci�n sino tambi�n el que llegara con
vestiditos muy ligeros y cortos que revelaban su hermosa figura. Pasadas las
primeras semanas lleg� el momento de iniciar la lectura de obras literarias uno
de sus puntos d�biles, pues, odiaba leer y dec�a que le daba sue�o; as� que,
elegimos Maralach� de Enrique L�pez Albujar. No logr� entusiasmarla con la
historia; as� qu�, opt� por sugerirle que la represent�semos. Fue de ese modo
que llegamos al momento en que Luz Mar�a se entrega a Jos� Manuel y Luisa qued�
impactada con la escena y me bes�. Yo no perd� el tiempo y acarici� con cierta
desesperaci�n aquellas formas adolescentes que durante tantos meses desee.
Cuando empec� a dejar de pensar ella se solt� cogi� su cuaderno y a�adi�
mientras sal�a; Debo irme, vuelvo ma�ana.
Casi al instante entr� mi madre y me interrog�:
_ Pas� algo con Luisa?
_ No �respond�.
: La vi salir muy de prisa y agitada.
Pens� de prisa y a�ad�:
_ Ocurre que sus padres viajan hoy y parece que no vendr�
ma�ana.
_ Que bueno as� nos acompa�ar�s ma�ana a la playa.
_ Preferir�a quedarme ya sabes que... bueno la playa me
recuerda a Pilar...
Ella bes� mi cabeza y se march�. Aquella noche no dej� de
pensar en Luisa y en aquel beso que nos dimos.
Al d�a siguiente mis padres salieron a la playa y no
regresar�an sino hasta en la noche. Como a las 2.00 de la tarde lleg� Luisa como
si nada hubiera pasado. Nos pusimos a estudiar y de repente ella irrumpi�:
_�Crees que hagan el amor?
_�Qui�nes? �pregunt� sorprendido.
_ Luz Mar�a y Jos� Manuel.
_ Claro y... �le resum�a la historia cuando me interrumpi�:
_ �Tu haz hecho el amor?
_ S�
_ �Con qui�n, c�mo, cu�ndo, d�nde, anda cu�ntame? �pregunt�
ansiosa.
Al comienzo no quise contarle; pero, insisti� tanto y el
ambiente era tan propicio que se lo cont� y se conmovi� tanto con la muerte de
Pilar que acab� llorando y me hizo llorar a m�. Se levant� del sill�n en donde
hab�a permanecido en silencio, se me acerc� y me bes�. Luego se apart� y con los
ojos cerrados musit�:
_ Quiero...que...me hagas el amor.
Yo me qued� perplejo y sin pensarlo dos veces la jal� de la
mano y la sub� hasta mi dormitorio. No lo pod�a creer una chica de 16 a�os me
ped�a que le hiciera el amor y ahora la besaba y empezaba a desnudarla en mi
habitaci�n. Sent�a que el coraz�n me lat�a a mil y mi aparato me dol�a dentro
del pantal�n a causa de la erecci�n.
Ya le hab�a sacado el vestido y el sujetador cuando la hice
retroceder con mi cuerpo a�n vestido y entre besos y caricias la acost� en mi
nueva gran cama que por primera vez sent�a el calor de una mujer.
Me retir� de ella unos instantes y recorr� con mi mirada
aquel cuerpo de mujer adolescente casi desnudo y a mi entera disposici�n, en mi
propia cama. Ten�a las piernas juntas, casi apretadas y con un cierto temblor,
producto del momento y no del fr�o, pues, era una tarde calurosa. Sus brazos y
manos descansaban en la almohada a la altura de su cabeza, parec�a un beb�. Sus
ojos estaban cerrados, como queriendo ocultar el rubor de su enrojecido rostro.
Yo me desvest� de prisa, dej�ndome puestos los calzoncillos que oprim�an mi
�rgano del placer.
Fui directamente a su calzoncito y cuando iba a despojarla de
�l me confes�:
_ Mart�n... con cuidado ... soy virgen.
Aquellas palabras me dejaron sin aliento era mi segunda mujer
y tambi�n era virgen. �Todas aquellas historias sobre ella y sus poses de mujer
sexy y con experiencia eran falsas? Confieso que dude; pero, no era momento para
un debate.
Bes� una de sus manos con ternura y le dije:
_ No temas todo saldr� bien. �y sell� mis palabras con un
beso-
Baj� hasta sus caderas y levant�ndolas un poquito comenc� a
despojarla lentamente de aquella prenda que tendr�a el privilegio de ver su
conchita antes y despu�s de su desfloraci�n. Fue maravillosa aquella nueva
visi�n, pues, alrededor de su cuevita virginal no hab�a ni un solo vello; fue
entonces que supe que era virgen. Bes� por alg�n tiempo sus piernas y pas� mi
rostro sobre ellas para relajarla hasta que finalmente las solt� y las separ�
dejando frente a m� aquella parte de su cuerpo que nadie antes vio. Bes� y lam�
aquella zona, primero con ternura y luego con pasi�n. Eso aumento su placer a
tal punto que no pudo reprimir gemir y gritar de placer hasta que finalmente se
vino literalmente en mi boca. Era la primera vez que lo lograba y me sent�
satisfecho.
Esper� que se repusiera y le ped� que acabara de desnudarme,
no lo dud� y cuando vio mi aparato completamente erecto dijo:
_ Es hermoso -y lo bes�.
Volv� a colocarme entre sus piernas y le di otra raci�n de mi
reci�n aprendida t�cnica oral y pronto alcanz� otro orgasmo. Luego me separ� y
cuando le pregunt� si estaba lista me hizo prometer que no le doler�a; entonces
sin pensarlo dos veces se lo jur�.
La llev� hasta el filo de la cama y puesto de pi� separ� con
mis pulgares sus labios vaginales, bastante lubricados por cierto y se lo met�
lentamente hasta que top� con su membrana virginal, presion� con firmeza, s�lo
le arranqu� un �Ay- y el resto fue placer. Pasado el susto inicial estrene con
ella la pose cl�sica, la del perrito y de la cucharita; fueron como 40 minutos
de un super faje en los que acab� dentro de ella y no la embarac�.
As� comenz� mi aventura con Luisa hasta que conoci� a mi
primo y me olvid�. Con el se cas� y se la llev� a vivir a la capital. Pobre mi
primo le dio su apellido a la que fue mi mujer. S�lo espero que no lea este
relato.
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