Este es el primer relato de una gran serie de historias
relativas a la fuente del sexo.
Los hechos tienen lugar en Madrid en una urbanizaci�n de las
afueras llamada "la pijovera" aunque el nombre de "El Burdel" tampoco le iria
mal y ya vereis porque, pero primero retrocedamos unos cuantos siglos atr�s:
Corria el a�o 3000 antes de cristo, y en la peninsula ib�rica solo exist�an
tribus nomadas pertenecientes a lo que m�s tarde ser�an los celtas y los iberos,
entre todas esas tribus nomadas exist�a una peque�a tribu que viv�a en las
cercanias del rio jarama en lo que hoy es Madrid, est� tribu se caracterizaba
por ser una tribu eminentemente matriarcal, pol�gama y promiscua y tambien
incestuosa.
Para est� tribu a a la que denominaramos "sexiberos" su
religi�n estaba basada en el sexo, y la manera de agradecerles las cosas a los
dioses era mediante la celebraci�n de ritos orgiasticos en los que todos los
miembros de la tribu copulaban unos con otros seg�n unas reglas estipuladas.
Esas org�as o invocaciones a los dioses se conoc�an como
patxangas, y la mas importante de ellas era una fiesta que se celebraba cada
solsticio y en la que se invocaba a la diosa principal del amor athineasia. La
leyenda cuenta que un dia en que se celebraba la patxanga en honor de
athineasia, un rayo cayo del suelo matando a una madre y a su hijo que se
encontraban copulando en el centro la orgia dej�ndolos fulminados, del suelo
donde antes estaban sus cuerpose habrio la tierra y emano una luz rosa casi
imperceptible, fue lo que se denomino como la fuente del sexo.
Esta fuente pervivio durante m�s de 2000 a�os hasta que con
la entrada de los romanos y cartaginenses en la peninsula cayo en el olvido,
pero no ocurrio igual con su poder que se mantenia intacto y vivo, de forma que
a lo larago de los siglos est� fuenta ha ido desatando el demonio del sexo en
todo a quel que pasaba o vivia cerca de ella..
Se conocen numerosas historias referentes a la fuente a lo
largo de la historia y acerca de los numerosos incidentes sexuales que provoco.
El lugar permanecia en el olvido y estaba un poco apartado de
la gran ciudad, de hecho se hab�a convertido en un descamapado en al que los
j�venes gustaban de ir para pr�cticar el sexo de vez en cuando, hasta que en
1985 se decidio urbanizar la zona y con ella la parcela de descampado donde
estaba la fuente del sexo.
Continuara�
Me encantaria que me contestaseis dando vuestra opini�n
acerca de este relato y de los sucesivos que ire escribiendo gracias.