"Entrenando a Andrea"

Durante todo el d�a Andrea, Laura y Claudia fueron violadas y
sodomizadas aun mas all� de lo que sus cuerpos resistieran. Ya entrada la
madrugada no quedaba ning�n hombre con ganas de tener sexo en la sala por lo que
finalmente las luces se encendieron y todos fueron saliendo as� como hab�an
entrado. Sobre el escenario, doloridas y exhaustas las tres mujeres no pod�an
moverse del cansancio, Sus cuerpos impregnados de transpiraci�n y semen
acumulado apestaban del olor a sexo. Sin embargo, lo que mas les preocupaba a
ellas era sus enrojecidas vaginas y anos que aun no terminaban de cerrarse y
parec�an haber quedado arruinados para siempre. Aun goteando el esperma en su
interior, los orificios estaban tan abiertos que tranquilamente pod�an meter sus
dedos dentro de ellos sin tocarlos.

Al rato un par de hombres ayud� a incorporarse a Laura, otros
ayudaron a Claudia. Otros dos hombres intentaban que Andrea se incorporara, pero
su estado lamentable no la ayudaba. Finalmente la tomaron de pies y brazos y la
llevaron colgando hasta su cama.

Las tres mujeres solo apoyaron la cabeza sobre las almohadas
e inmediatamente quedaron dormidas. Andrea sin embargo parec�a no poder evitar
las pesadillas que durante toda la noche le recordaron los inmensos penes
perfor�ndola y abri�ndola en dos.

A la ma�ana siguiente Laura y Claudia se despertaron y fueron
directamente a la ducha para sacarse de encima el reseco semen que se hab�a
pegado a su piel. Claudia, que se despert� una hora mas tarde no conoc�a el
lugar hasta que finalmente y casi arrastr�ndose lleg� a la ducha. Por debajo de
la puerta, como todos los d�as les pasaron a las tres sus escasas galletas y la
jarra de semen de la ma�ana.

Sali� de la ducha aun mojada y se sec� con la andrajosa
toalla que hab�a en el peque�o ba�o. Cuando Andrea volvi� a su cama encontr� la
raci�n que hab�an dejado bajo su puerta. Durante los primeros minutos intent�
rebelarse contra la humillaci�n de su cuerpo y pens� que prefer�a morir de
hambre a continuar como objeto de sexo de hombres desconocidos. Su estomago
gru��a por el prolongado ayuno y el gran gasto de energ�a de la noche anterior.
A cada rato no pod�a evitar una mirada a las 5 galletas que hab�an dejado en la
bandeja. Finalmente su hambre pudo m�s y pensando que solo unas galletas no le
har�an da�o a su hambre las tom� y las comi� con desesperaci�n. Eran realmente
sabrosas , particularmente saladas, y pronto las 5 desaparecieron del plato. Una
sed ardiente comenz� a crecer en su boca y pronto comenz� a mirar el vaso y la
peque�a jarra con leche con deseo. La sed creci� y pronto Andrea se estaba
sirviendo un abundante vaso del liquido. La consistencia del liquido le extra��
al principio pero no le dio importancia y llevando la copa a la boca bebi� un
buen trago. Su cara se contorsion� en una mueca de asco. Su lengua trataba de
interpretar el extra�o sabor de ese liquido blanco. Sin estar del todo segura
Andrea llev� otro sorbo a sus labios en un largo buche tratando de interpretar
el extra�o sabor. De repente, como un rayo, una imagen cruz� su mente y
comprendi� el perverso contenido de la jarra. Su boca repleta de inmundo semen
estaba a punto de hacer arcadas del asco. Andrea corri� hacia el ba�o y escupi�
el contenido en el lavabo. R�pidamente abri� la canilla para enjuagar su boca,
pero el agua no sali�. Una carcajada resonaba en el ambiente, mientras el
liquido brillaba en sus rojos labios y formaba peque�os hilos dentro de su boca.
Antes que pudiera reaccionar, un par de hombres hab�an entrado en la habitaci�n
y la arrastraban hacia afuera. Apenas con fuerza para resistirse Andrea no fue
rival para los dos musculosos hombres y pronto termin� esposada a una cama con
resortes de acero solo en la ropa interior que hab�a llegado a colocarse luego
del ba�o.

-Buenos d�as se�orita Andrea.- la salud� Manguera

Andrea incorpor� su cabeza y pudo ver la perversa cara de
quien la hab�a raptado y humillado y su cuerpo sinti� nuevamente el temor a lo
que estuviera por suceder. Sus manos y rodillas comenzaron a temblar y por un
momento deseo que al menos su amiga estuviera all�. Casi como un deseo cumplido
su amiga y su madre entraron por una puerta lateral.

-��Bien!!, Parece que ya estamos todos- dijo Manguera

Laura y su madre miraban hacia el piso. Vestidas en una
brillante tela roja se manten�an firmemente paradas a dos pasos de Manguera.

- Ahora te vamos a mostrar algunas lecciones de
comportamiento. Como ver�s tus amiguitas vinieron ac� solas y obedecer�n
cualquier cosa que les pida.-

-Claudia, ven� ac� y arrodillate entre mis piernas.- agreg�

Sin ninguna duda en su rostro Claudia avanz� hacia el y se
arrodill� entre sus piernas.

-Ahora, Claudia... Quiero la mejor chupada de la historia...-
orden�

Claudia le baj� el el�stico de el jogging y con su mano
derecha sac� el inmenso y oscuro miembro del hombre de entre su ropa. Aun
fl�cido el pedazo de carne no med�a menos de 20cms. Tom�ndolo con repulsi�n, sus
manos lo dirigieron hacia la boca y Claudia comenz� a sorberlo con una
dedicaci�n �nica. Andrea no pod�a creer lo que ve�an sus ojos, pero estaba
ocurriendo delante de ella.

-Supongo que creer�s que es muy f�cil lo que hago con
Claudia... esta bien. Vamos a probar algo mas complicado.-

-Laura, vas a ser torturada. Se buena y sentate en esa
silla.-

Tampoco hubo se�as de duda en la cara de Laura. Aun sabiendo
que ser�a torturada, la muchacha se sent� en la silla y se dej� amarrar por las
correas de cuero sosteni�ndole la espalda, mu�ecas, brazos, muslos y tobillos.
Cuando terminaron, aun si Laura lo hubiera deseado no hubiera podido moverse.
Con su rostro impasible Laura fue abierta de piernas desde el control remoto en
manos de Manguera. Un pene artificial de enormes proporciones se asom� a la
altura de su pelvis y comenz� a subir r�pidamente hasta tocar los labios de la
vagina de Laura. Los ojos de Laura se crisparon cuando el brillante pene de goma
ingresaba dentro de ella.

-�Te duele Laura? - pregunt� s�dicamente Manguera

-Si- respondi� secamente Laura

-�Lo aguantar�s por mi?-

-Si maestro.-

-Si lo aguant�s 10 minutos te prometo un buen orgasmo.-

-Gracias maestro.-

Andrea estaba desconsolada por la sumisi�n que ve�a en sus
amigas. Los ruidos inconfundibles de la intensa succi�n de Claudia y el rostro
angustiado de Laura.

-�Uhhhh... ayyyyy.... es muy grande...!- gem�a Laura

-Si no aguantas mas solo ten�s que pedirme y paramos Laura.-

-No maestro. Quiero seguir.-

Mirando a Andrea, Manguera hizo un par de se�as y una docena
de hombres aparecieron inmediatamente.

-As� es la cosa Andrea. Ahora te toca a vos. Tu orden ser�
satisfacer a estos 12 hombres. Por ahora te doy a elegir �como quer�s hacerlo?
�con la boca o con tu sexo?-

Andrea perdi� la ultima esperanza en ese momento. Su mente se
debat�a entre la humillaci�n y la supervivencia. Sabia perfectamente que si algo
resultaba mal iban a torturarla, pero miraba a su amiga laura empalada por un
pene de 30cms dentro de ella y con su sexo abierto otros 5cms y pensaba que
quiz�s eso alg�n d�a le tocara a ella.

-No quiero... por favor no...- llor� Andrea

-Igual lo vas a hacer nena, por las buenas o por las malas.
Vos decid�s.-

-Que sea en la boca.- dijo llorando Andrea casi
arrepinti�ndose de sus propias palabras

Los hombres soltaron las mu�ecas y brazos de Andrea y se
acercaron alrededor de ella con sus miembros en sus manos. El primero se acerc�
a la cara de ella con su miembro desnudo y lo dej� a escasos cent�metros de sus
labios.

-Tomalo con la mano y metelo en tu boca-

Con much�simo asco, pero mayor temor Andrea tom� el pene y
abriendo t�midamente su boca lo introdujo dentro de ella. El desagradable sabor
y la extra�a presencia sobre su lengua la sobresaltaron.

-Ahora suavemente comienza a chupar muchacha.- indic� el
hombre

La muchacha hizo o�dos sordos a la orden y continu� sin hacer
otra cosa que sostenerlo en su boca. Una fuerte bofetada sobre sus pechos
desnudos le hizo volver a la realidad. Casi sin pensarlo la muchacha comenz� a
sorber suavemente el pene del joven.

-�Bien! Ahora mueve tu lengua sobre mi pene acarici�ndolo.-

Con asco en su rostro Andrea comenz� a masajear el pene con
su lengua, y sinti� como este crec�a en su boca.

-Ahora ni�a, la lecci�n final. Voy a eyacular en tu caliente
boca, pero bajo ning�n motivo dejar�s de sorber el pene o lamerlo. Si quieres
puedes quedarte el semen en la boca un rato o tragarlo directamente, pero que no
se te ocurra escupirlo.-

Las manos de Andrea apoyadas sobre la velluda pelvis del
hombre temblaban y traspiraban de nervios. Si bien anoche ya hab�a sorbido un
par de penes, el hecho de estar haci�ndolo concientemente y cuidando los
detalles la humillaba mas aun. Pronto la eyaculaci�n fue inevitable y un r�o de
semen invadi� su boca. Andrea, si bien continuaba chupando se resist�a a tragar
el viscoso y caliente fluido.

-Eso es putita... sigue chupando y lamiendo.... te sacar�
buena mamadora de vergas...-

Cuando el hombre termin�. Andrea aun ten�a su buche lleno de
semen. El hombre sac� su enrojecido miembro y apret� las comisuras de la boca de
la muchacha haci�ndole abrir los labios.

-Tienes todo en el buche ni�a... tragalo ahora mismo-

Andrea se resist�a a tragar la gran cantidad de esperma en su
boca. De solo pensarlo le daba asco, pero cuando el hombre le apret� debajo de
su mand�bula no le qued� otra alternativa que tragar. El viscoso liquido bajaba
lentamente por su garganta dej�ndola pegajosa a su paso.

-�Muy bien Andrea! Ya terminaste con el primero, solo te
faltan once mas.- coment� Manguera

-�Porque me hacen esto a mi?- llorique� Andrea

-Porque de ahora en mas, este ser� tu trabajo. Solo queremos
que te acostumbres a tu nueva vida.-

El siguiente hombre se acerc� con su pene erecto delante de
la cara de la muchacha.

-Ahora te toca hacerlo a vos solita. Cuanto antes aprendas,
menos vas a tener que practicar �entend�s linda?-

Andrea asinti� t�midamente con la cabeza y sumisamente abri�
su boca envolviendo la punta del miembro. Inmediatamente comenz� a sorberlo y
lamerlo con dedicaci�n mientras el muchacho apoyaba su mano sobre su cabeza
siguiendo el r�tmico ir y venir de sus labios. Tan bien le hizo la mamada que el
muchacho tard� menos de 3 minutos en acabar en su lengua. Nuevamente Andrea
trag� el liquido, y abri� la boca mostr�ndola nuevamente.

-Vas aprendiendo bien nena. Ahora vamos a hacerlo mas
interesante.-

Con los ojos abiertos de par en par Andrea vio delante de
ella un hombre con un pene sumamente largo. Media al menos unos 30 cms. Sin
dejarse impresionar abri� la boca y lo engull�. Comenz� a lamerlo y chuparlo
tambi�n, pero esta vez su boca no pasaba de la mitad del miembro.

-Ahora te vamos a ense�ar la t�cnica de "garganta profunda".-

Andrea abri� sus ojos con sorpresa, quer�a protestar, pero no
se animaba. Solo pod�a mirar hacia arriba con ojos de miedo.

- El asunto es meter todo esto que sobra dentro de tu
garganta. No te preocupes, no duele, pero eso si... ten�s que relajarte y
aguantar la respiraci�n lo mas que puedas.-

El muchacho comenz� a masajearle el cuello a Andrea que
trataba dif�cilmente de relajarse. Finalmente, y a la cuenta de 3, el muchacho
tom� su cabeza y la empuj� hacia su pelvis presionando su pene contra la
garganta de la mujer. Lentamente la garganta de Andrea fue cediendo y el miembro
se meti� mas y mas adentro hasta tocar con su nariz el vello de su pubis.

-Eso es nena... as� se hace... suave...-

El muchacho iba y ven�a con el pene en su garganta pero sin
sacarlo aun. Finalmente despu�s de un minuto y medio lo sac�. Andrea tos�a con
sus ojos enrojecidos del esfuerzo.

-Ten�s que relajarte mas... sino te vas a cansar enseguida-
le indic� el muchacho

La segunda vez que el miembro atraves� su garganta Andrea ya
no estaba desprevenida. Tratando de controlarse abri� su garganta y esta vez
sinti� como la carne se met�a en su garganta, pero no la lastimaba. Con calma
prest� atenci�n a la sensaci�n y pudo sentir cada vena del miembro deslizarse
dentro de ella.

-Eso esta mejor, no es dif�cil. �no?-

Andrea mir� hacia arriba con temor y vio la cara de felicidad
del muchacho. La mano le recorr�a su cabello acariciando su cabeza. Por un
momento Andrea olvid� donde estaba y hasta imagin� que el muchacho la quer�a.
Muy pronto volvi� a la realidad y sinti� como el pene comenzaba a temblar y
eyaculaba, esta vez mas all� de su garganta. Con una rara sensaci�n desconocida
hasta entonces por ella sinti� el fuerte chorro de semen impactar contra su
traquea y deslizarse c�lido y viscoso por el interior de su cuerpo.

El muchacho acab� r�pidamente y quitando su pene de la boca
fue reemplazado por el siguiente. Una hora y media despu�s Andrea, con su cara
brillante de semen terminaba de sorber la punta del enrojecido pene del ultimo
hombre. Disimuladamente, como quien no tiene la intenci�n de mirar, Andrea
observaba a Manguera mientras abusaba de Laura por su ano. Sin embargo, Andrea
no pod�a asegurar si Laura gritaba por dolor o por placer.

-�Bien Andrea! Supongo que te mereces un descanso.-

-Gracias- respondi� Andrea sin saber que contestar

Sin desatarla, Andrea pudo descansar durante cinco minutos
antes que Manguera le avisara que la segunda parte estaba por comenzar

-Vamos holgazana, a volver a trabajar.-

-Ac� estoy. No te preocupes, as� como me tienen no puedo irme
muy lejos.-

-Su�ltenla.- orden� Manguera

Andrea se incorpor� y mir� a su alrededor. Otra docena de
hombres la rodeaba. Aun si hubiera podido correr no hubiera sabido donde ir. Con
su brazo limpi� su boca de los restos de semen que chorreaban por sus labios y
comisuras y pregunt�.

-�Ahora que?-

-Ahora viene la parte mas interesante.-

Uno de los muchachos se quit� el caracter�stico pantal�n de
jogging con que todos vest�an, y se acost� boca arriba en el piso.

-Ya te imaginaras que hacer.- coment� Manguera

Andrea, casi autom�ticamente se arrodill� entre sus piernas y
comenz� a sorberle el miembro. El pene crec�a en tama�o y cada vez se pon�a mas
tieso mirando al techo.

-Bueno, ya basta de eso. Ahora quiero que te agaches sobre el
y te lo metas entre tus piernas, dentro de tu sexo.-

La muchacha mir� a Manguera sin poder creer lo que le ped�an.
Mir� alrededor suyo y vio los doce hombres y sus caras sonrientes mirando su
cuerpo desnudo. No ten�a sentido resistirse, solo le acarrear�a dolor y no
cambiar�a su situaci�n. Con su cara roja de verg�enza Andrea dio unos pasos con
las piernas a ambos lados del hombre. A la altura de su pecho mir� hacia abajo y
mir� hacia los costados.

-Eso es mu�eca, ahora baja sobre el, no te va a doler.-

Andrea cerr� los ojos y comenz� a ponerse en cuclillas. Muy
lentamente baj� su pelvis hasta sentir el tibio contacto del pene con sus
muslos. Con los ojos aun cerrados sinti� como el hombre acomodaba su verga en la
entrada de su vagina. Por casi un minuto se mantuvo en esa posici�n mientras
Manguera acariciaba su cabeza con una ligera presi�n hacia abajo. Muy pronto sus
piernas no pudieron mas, sus rodillas flaquearon y su peso se apoy� sobre el
duro miembro del hombre. La sensaci�n le hizo perder la poca fuerza que le
quedaba, el miembro acariciaba muy suave y sensualmente sus labios y su cl�toris
y eso la aflojaba como nunca hubiera supuesto. De repente Andrea pudo sentir
como el pene se iba metiendo, penetr�ndola suave y lentamente. Pronto su cuerpo
se rindi� y su pelvis tocando con la del muchacho le recordaron que los 20cms.
de carne estaban muy dentro de su parte mas intima. �Pero...la estaban
penetrando o era ella sola la que lo hac�a?

-����Uhhhh....!!!- gimi� Andrea

-Muy bien nena, ahora vas a subir y bajar como si fuera un
caballito.-

-����Uhhhh....Uhhhh....!!!-

Andrea sent�a el pene que la llenaba por completo, y su mente
confundida se debat�a entre la humillaci�n y el placer f�sico. No pod�a negarlo,
su cuerpo se estremec�a y vibraba con un placer que nunca antes hab�a sentido.
Su sexo se derret�a con cada penetraci�n gozando de la dureza y tama�o del
miembro que estaba montando. Con sus j�venes ojos entrecerrados Andrea trataba
de bloquear su mente y ahogaba sus expresiones mordi�ndose el labio inferior.

Una mano acarici� dulcemente su mejilla y el dedo de Manguera
recorri� el labio.

-�Te gusta ...? - le murmur� al o�do

La muchacha abri� los ojos tratando de mantener su cara
impasible y no demostrar ninguna emoci�n, pero las caricias de Manguera en sus
caderas y el movimiento de su propio cuerpo casi la hacen perder el control

-No te reprimas Andrea, es normal que te guste. Queremos
escucharte ...-

-No, por favor... basta...- ped�a Andrea perdiendo el control

La mano de Manguera se apoy� sobre la rodilla de Andrea y
lentamente fue recorriendo su tenso muslo hasta llegar a su pubis. Con una
habilidad de experto Manguera empez� a jugar con el cl�toris de Andrea. En
cuanto lo toc� por primera vez Andrea arque� su espalda y sus j�venes labios por
primera vez gimieron de placer. Ya no recordaba donde estaba ni lo que estaba
haciendo, y pronto una oleada de placer la invadi� como nunca en un orgasmo
memorable. El primer orgasmo completo de su vida.

Abraz�ndose a Manguera, Andrea gem�a y lloraba mientras
cabalgaba salvajemente al miembro debajo de ella. Pronto el hombre que la
penetraba eyacul� y ella sinti� como su placer se triplicaba llev�ndola al
limbo.

Jam�s Andrea hab�a sentido esa sensaci�n en su vida. Fue su
primer orgasmo completo y por un momento la tom� tan de sorpresa que su mente
vagaba obnubilada por el placer. Tan perdida estaba que no se dio cuenta que dos
hombres la tomaban de los brazos y la alzaban mientras el hombre debajo de ella
era reemplazado r�pidamente por otro. Cuando la bajaron, su cuerpo estaba
colocado en perfecta posici�n sobre el r�gido miembro erecto bajo su vientre.
Con su sexo lubricado por el reciente orgasmo y la copiosa eyaculaci�n recibida,
la penetraci�n solo dur� segundos. Cuando la muchacha abri� los ojos ya pod�a
sentir los test�culos del hombre pegar contra sus nalgas.

-No, esperen... d�jenme descansar un poco...- pidi� Andrea

-No, no podes descansar dulce. No hasta que te acostumbres un
poco a la rutina.-

Andrea abri� la boca para contestar, pero sus palabras
quedaron en su garganta. Sorprendida nuevamente sinti� nuevamente en su sexo las
mismas sensaciones que hab�an acompa�ado su anterior orgasmo. El dulce ardor
sexual de su vagina, apenas perceptible pero inconfundible, que iba creciendo a
medida que ella se mov�a sobre el hombre.

-Uhhhh... no puede ser.... otra vez...-

- Te gusta �no es cierto linda?- le pregunt� manguera

Con su cara roja de verg�enza Andrea no contestaba, solo se
tomaba de las rodillas intentando controlar sus manos y comenzando a menearse de
arriba hacia abajo. Con su boca cerrada y sus labios apretados aun se pod�an
escuchar los gemidos de la joven en estado de descontrol total.

Tres minutos despu�s, Andrea cabalgaba furiosamente al hombre
mientras lo tomaba con ambas manos de sus nalgas forz�ndolo lo mas adentro de su
cuerpo que pod�a. Su cara transfigurada mostraba el esfuerzo que el placer le
costaba al intentar contenerlo. Por fin, el hombre debajo de ella lleg� al
orgasmo y en cuanto eyacul� dentro de ella, Andrea grit� como nunca antes lo
hab�a hecho. Con sus manos presionando los test�culos del muchacho, se enterr�
en el miembro mientras su cuerpo temblaba y traspiraba copiosamente d�ndole un
brillo especial.

-Eso se llama "segundo orgasmo" Andrea- le explic� manguera

-Basta... por favor- ped�a Andrea

-Lo m�ximo que vimos llegar fue a un quinto orgasmo, pero
vamos a ver a cuantos llegas vos antes de desmayarte.-

-�No! �Por favor!-

-No te va a hacer mal, solo queremos conocer cuanto podes
aguantar antes del cansancio total.-

La siguiente protesta de Andrea ya fue sobre el tercer pene
de su marat�n. Los labios de la muchacha comenzaron nuevamente a temblar y
tambi�n lo hac�an sus rodillas. Casi no pod�a sostenerse sobre el muchacho.
R�pidamente el muchacho la abraz� y dio la vuelta dej�ndola a ella de espaldas
contra el piso. Con energ�a y sin misericordia el muchacho comenz� a bombear
dentro del sexo de la mujer. Andrea tomada con fuerza del colch�n comenzaba otra
vez a sentir la creciente sensaci�n de placer dentro de ella. Agotada por los
dos orgasmos anteriores sab�a que no deb�a dejar que el placer la dominara o
pronto ser�a peor que una prostituta, pero su cuerpo muy cansado y el placer que
inundaba su mente hicieron imposible evitarlo.

En determinado momento, el hombre tom� los tobillos de la
muchacha y levant�ndole las piernas, las llev� a ambos lados de su cara. Con el
cuerpo en esta posici�n arremeti� nuevamente penetr�ndola y Andrea sinti� que
todo su cuerpo temblaba de placer. Era como si de esa forma pudiera sentir aun
mas el c�lido roce del pene contra su vagina, como si su cuerpo apretara aun mas
el miembro del muchacho. Por tercera vez Andrea lleg� al orgasmo y grit�
desesperada sin poder evitar sus instintos mas primitivos. Finalmente, el hombre
sac� su verga de entre las piernas y se lo coloc� sobre la boca. Con sus
instintos mas animales encendidos Andrea abri� su boca envolviendo al miembro y
succion� hasta la ultima gota de semen en su lengua.

Totalmente exhausta la muchacha yac�a recostada boca arriba.
Sus labios manchados de su ultima succi�n se entreabr�an dejando pasar la
agitada respiraci�n de la joven.

-Cansada �no?- pregunt� Manguera

Andrea solo movi� levemente la cabeza. Su cuerpo le pesaba y
su cabeza flotaba como en un sue�o. Solo un minuto pudo descansar mientras que
hablaba con Manguera. Cuando el hombre se incorpor� pudo ver detr�s de el a un
corpulento muchacho masturbando su carne para mantener la erecci�n. Con una
sonrisa en sus labios el muchacho tom� sus tobillos con ambas manos y con suma
facilidad los separ� a la vez que se arrodillaba entremedio de sus piernas. Con
suavidad baj� sobre ella y al tiempo que acariciaba sus pezones la penetr�
nuevamente. Andrea ya no se quejaba, su cansado cuerpo solo segu�a sus instintos
naturales mientras su castigada vagina se abr�a d�cil una vez mas a la
penetraci�n. Ella no pod�a creerlo, con sus sentidos ya embotados aun pod�a
sentir las rugosas paredes de la verga que la invad�a. ��Era el cuarto hombre
consecutivo !! La muchacha solo era un cuerpo inm�vil bajo las violentas
arremetidas del hombre.

Con sus piernas nuevamente a la altura de su rostro el hombre
la sosten�a con una mano mientras con la otra jugueteaba con sus endurecidos
pezones. Muy a su pesar, otra sensaci�n devastadora de estimulaci�n sexual
crec�a dentro de ella. Las arremetidas cada vez mas violentas y profundas la
llevaron nuevamente a la cima del placer. Un par de lagrimas corr�an por las
mejillas de Andrea que, ya sin ninguna fuerza, dejaba que un nuevo orgasmo la
invadiera y sacudiera su cansado cuerpo. Poco le import� ya sentir el espeso y
violento estallido de la primera eyaculaci�n en su vagina. Tampoco se sobresalt�
cuando se sinti� llena del c�lido liquido escurri�ndose mas all� de la boca del
�tero. Solo sent�a las espasm�dicas contracciones de su vagina apretando y
escurriendo aun mas el duro miembro en su interior, y las centellantes ondas de
placer que estallaban en su columna y la hac�an vibrar. Luego de eso, solo fue
la oscuridad y un dulce sue�o que la relaj� totalmente.