Una historia para el General.
Houston, Hospital Memorial....., 15 de junio de 2004, 23:00
horas
�Hay alguna novedad Janet?
�Ay!, me has dado un susto de muerte, joder Maria �por
qu� siempre andas tan silenciosa?
Perdona, �hay algo nuevo?
En la habitaci�n 580, un general de un pa�s latino
americano, creo que es de tu pa�s, que acaba de ingresar esta tarde, c�ncer
de pulm�n y de laringe, me temo que no vamos a poder hacer mucho por el,
todo lo m�s calmarle el dolor para que muera en paz. El resto lo mismo,
�Ah!, al de la 503 le han dado de alta esta ma�ana y pasa a control de
externos.
D�jame el ingreso.
Janet me da el expediente.
Nombre : Rodolfo Alejandro Mart�nez S�nchez
Nacido: 1 de noviembre de 1943
.....
......
.....
c�ncer de pulm�n con met�stasis avanzada... c�ncer detectado
de laringe... importantes dificultades para hablar.... bla, bla, bla , lo de
siempre
5 ml de ........
3 ml de .....
No me sonaba el nombre de nada, quiz�s sea de los generales
que se han nombrado recientemente, ahora que ha regresado la democracia al pa�s
deber�a pensarme lo de ir, al menos de vacaciones, alguna vez a mi pa�s. Pienso
mientras me despido de Janet, ella ya ha terminado su jornada y la noche
comienza para mi, la noche es mi reino.
Con el expediente en la mano comienzo mi primera ronda
nocturna.
Llego a la habitaci�n 580, la puerta esta cerrada, como en
todos los casos.
Entro en la habitaci�n, siempre me sorprende lo iguales que
son todas, las paredes blancas, el suelo reluciente, una gran cama ocupando casi
toda la habitaci�n, los monitores desprenden esa luz verdosa o caramelo, los
tubos salen de la pared hasta llegar al rostro del enfermo.
Miro las ultimas lecturas, todo correcto, al menos dada su
enfermedad, me acerco a la cama, sus manos reposan sobre las sabanas y de ellas
salen parte de los diversos cables y tubos que le unen a la vida, a su alimento.
Tiene los ojos cerrados y una mascarilla tapa la parte
inferior de su rostro desde la nariz, abre los ojos, �Dios esos ojos! Me mira.
Por un momento me quedo paralizada, no puedo evitarlo mi mano le quita la
mascarilla dejando su cara al descubierto, mientras sus ojos marcan una pregunta
no hecha.
�Es �l, �L!, es el "Rayo Negro" .
Me quedo observ�ndole mientras sus manos se contraen ante la
falta de oxigeno, abre la boca y el sensor del coraz�n empieza a reflejar un
incremento de su ritmo cardiaco.
Le coloco nuevamente la mascarilla, todo vuelve a la
normalidad salvo sus ojos que me miran fijamente.
�Me reconoces? � le pregunto, se que no puede hablar pero
se lo pregunto �
Silencio
Contesta si o no con la cabeza, �me reconoces?
Mueve la cabeza en un signo de negaci�n.
Yo a ti si, te conozco, te conozco muy bien.
A mi memoria regresan los fantasmas de hace m�s de 25 a�os,
1.978, cuando mi juventud se termino, cuando una noche los milicos entraron en
la casa donde est�bamos de charla unos cuantos amigos.
No te preocupes, Rayo Negro, te ayudare a recordar.
Sus ojos expresan miedo, quiz�s tanto como mis ojos esa
noche.
A mi memoria acudieron la im�genes de esa noche, en un
momento est�bamos todos en el suelo, a mi me arrancaron la camisa y con ella me
vendaron los ojos. La noche llego a mi cabeza, las manos me fueron atadas con un
alambre a la espalda y medio andando medio arrastras estaba en la trasera del
cami�n.
La entrada en el cuartel, los gritos, el ladrar de perros,
los gritos, ...
Vamos pendejos, vamos, vamos
Desnudar a esos hijos de mala madre, vamos que esper�is.
Unas manos me quitaron la falda, las bragas y arrancaron el
sujetador, los zapatos los hab�a perdido hacia rato as� descalza, desnuda me
empujaron por los corredores.
��qu� carajo es esto!?
Los de la calle N�stor Gonz�lez, 21,�se�or!
�Qu� os pasa pendejos de mierda?, ��vuestra chingada
madre!!, es la Avenida de N�stor Gonz�lez, �A V E N I D A!, pendejos de
mierda.
Pero se�or...
�Ahora que hacemos con estos mamilas!
La voz acude a mis labios,
Entonces entraste tu, no pod�a verte pero si escuchar tu
voz, preguntaste que a que tanto esc�ndalo, que nos metieran en cualquier
sitio y nos soltaran al d�a siguiente.
Una sensaci�n de tranquilidad entro en mi, no hab�a pasado
nada, solo era una equivocaci�n, nos hab�amos llevado un par de bofetones pero
todo estaba bien.
A esa me la llev�is a la 18.
No sabia que era yo, no pod�a ver tu mano o tu gesto
se�al�ndome.
Recuerdas ... �Ah! Ahora te tendr�a que poner el calmante
pero tu eres muy macho, siempre has sido muy macho, podr�s esperar a que
termine mi historia verdad.
Silencio
Solo tenia 17 a�os, pero tu te encaprichaste de mi.
Silencio, su cara refleja el dolor, el dolor de sentir el
c�ncer que le esta comiendo por dentro.
Hola chiquita, mira esto puede ser f�cil o dif�cil si
eres buena y colaboras ma�ana estar�s en casita con tus papas, me dijiste,
yo no pod�a verte solo o�r tu voz que retumbaba en la habitaci�n.
Me quitaste la camisa de lo ojos y pude verte, con tu
uniforme tan relimpio y esa mascara de luchador de libre con ese rayo negro
atravesando la cara.
Pero se�or, yo no he hecho nada. Tu mano golpeo mi cara
lanz�ndome contra una de las paredes.
�C�llate! Solo hablaras si te pregunto.
Fue cuando quisiste besarme, pero yo ya no era ni�a, ya
era muy mujer y te mord�.
� Hija de puta!, estas por domar �Eh?, pues aqu� te vamos
a domar pendeja.
Lo siguiente fue que me ataste con una polea al techo,
�te acuerdas?, ni te molestaste en quitarme el alambre que ataba mis manos a
la espalda, de �l enganchaste una cuerda y tiraste, mis pies apenas tocaban
el suelo, solo manten�a el contacto con la punta de los dedos. �no te
acuerdas?
�qu� vino despu�s?, �Ah! Ya recuerdo, me azotaste, me
azotaste con tu cintur�n, me azotaste los senos, las nalgas, los muslos,
mientras no hacia caso de mis gritos, de mis suplicas.
Los latidos de su coraz�n se aceleran, r�tmicamente, las
punzadas de dolor han de recorrer su sistema nervioso, hace esfuerzos para
mantener la cara sin un gesto, como si fuera de piedra, siempre tan orgulloso.
Entonces, cuando soltaste la cuerda y me desplome como
saco al suelo te sacaste la mascara, la mascara del rayo negro.
�Quiz�s ahora tambi�n quieras quitarte la mascara?, �no?
Le quito la mascara de oxigeno, sus facciones se contraen,
las pulsaciones suben.
Ahora chiquita �vas ha ser mas cari�osa?, me preguntaste,
me tomate por el pelo y me pusiste en pie. Sabes chiquita quiero que me la
chupes, seguro que ya se la chupas a tu novio �verdad?
Me pusiste de rodillas frente a ti, te sacaste la verga y
me la pusiste frete a los ojos. Vamos chupa puta, lo vas a hacer, as� que
mejor empieza ya. Yo te la chupe, chupe tu asquerosa verga hasta que te
viniste en boca.
Bien, bien, dijiste, parece que ya estas m�s domada.
�Qu� vino luego?, �lo recuerdas?, �no?, yo si, despu�s me
tiraste encima de la mesa, mis propias manos se me clavaban en la espalda,
me violaste, nunca hab�a estado con un hombre, s�, era virgen, �te acuerdas?
�Que edad tenias? 30, 35 a�os por tu expediente esa tenia
que ser tu edad, �yo 17, 17 a�os, 17 esperanzas! Me quitaste el placer de
entregarme a la persona que amara.
Pero eras el jefe, el rayo negro, mientras me violabas yo
te miraba me grababa tus facciones en mi cerebro, mientras tu dec�as, �si
era virgen la muy puta!
No era suficiente tenias que violarme tambi�n por detr�s,
desgarrarme, �con que lo hiciste?, �con una de las porras que estaban en la
habitaci�n?, �con un palo?, desde encima de la mesa no pod�a verlo, pero si
sentirlo, sentirlo y ver tu cara, una cara feliz como la de un ni�o con un
juguete nuevo. Cuando terminaste con... lo que fuera, entraste tu. dec�as,
primero hay que abrir el camino, siempre hay que abrir el camino.
El sudor empieza a poblar su cara las pulsaciones son cada
ver mas fuertes y el dolor ha de empezar a ser insoportable.
�Te acuerdas?, luego quisiste que te chupara la mierda y
la sangre que hab�a quedado en tu verga que te la dejara limpita y
reluciente, me dijiste, pero yo tenia otra idea e intente mord�rtela. Pero
eras un profesional, sabias que eso pod�a pasar, algunas veces pasa, tus
manos golpearon de canto en ambos lados de mi cuello, y perd� la conciencia.
�te acuerdas?
Cuando despert� estaba en el suelo, de alguna forma me
hab�as atado para que estuviera sobre mis rodillas y con la cabeza apoyada
en el suelo las rodillas separadas con el culo en alto, con mi sexo abierto.
Ya despertaste, me dijiste, esperaba que lo hicieras si
estas dormida no tiene gracia, no lo disfrutar�as.
Tr�elo Paco, gritaste.
Sent� la presencia de un perro, pensaba que me lo ibas a
echar encima que me morder�a, pero eso no era suficiente para ti, no se
trataba de eso, sent� como las patas del animal se pon�an sobre mi cuerpo,
mientras met�a su verga en mi, sent� como me dilataba con sus movimiento,
como cada vez su verga era m�s y m�s grande dentro de mi. Mientras Paco y tu
os re�ais. Pues si que tenia ganas el pu�etero Otto al final no va ha querer
hacerlo con las perras, os re�ais mientras el perro me destrozaba por
dentro, al intentar salirse de dentro de mi sent� como si me dieran la
vuelta como a un calcet�n, la verga se le hab�a hecho una bola y no pod�a
salir, paso un rato y por fin consigui� salir, de mi sexo se escurr�a su
semen caliente por mis muslos.
El coraz�n va desbocado, los saltos llega a 140, desconecto
la conexi�n con el puesto de control no vaya a ser que alguien pase por all�.
De repente un piiiiiiiii me indica que ha habido una parada
cardiaca, �no!, aun es muy pronto, mi entrenamiento funciona, un masaje
cardiaco, 50 ml de adrenalina, esto matar�a a un caballo, pero tu ya estas
muerto, solo quiero que regreses para terminar de contarte mi historia.
Ya has vuelto, �no te gustaba mi historia?, en otra �poca
la habr�as disfrutado.
Que sigui�, �ya te vas acordando de mi?, por tus ojos
creo que si. No te preocupes yo si me acuerdo, me acuerdo de todo, la noche
no hab�a apenas comenzado, creo eso fue lo que me dijiste. Si, eso, fue
exactamente, tranquila chiquita la noche no hace m�s que comenzar.
Me desataste, habr�a dado igual dejarme atada, los
m�sculos de las piernas y los brazos no me respond�an, pero eso tu lo
sabias, lo hab�as visto ya muchas veces �no?.
Me obligaste a ponerme de rodillas y a chup�rtela, dec�as
que tenia pendiente ese trabajo, realmente no te la chupe simplemente me
follaste por la boca, me dejaba hacer, no tenia fuerzas para oponerme.
Tienes que hacer ejercicio, si no se te dormir�n los
m�sculos, me pusiste en cuatro en el suelo mientras me dec�as, las que lo
hacen con los perros son perras, as� que camina como la perra que eres,
mientras me azotabas en la espalda y las nalgas con un l�tigo o una fusta,
no recuerdo que era. �te acuerdas tu?
Las constantes est�n bajando, le pongo otra inyecci�n
mientras vigilo las constantes, poco a poco regresan a la normalidad, ya no
tiene esa cara de quien esta mandando siempre, en sus ojos se ve el miedo, el
miedo a la muerte, el miedo a las oleadas de dolor que han de estar llegando una
tras otra, desde sus pulmones, desde su interior.
Ya estas de vuelta, parece que te traigo malos recuerdos.
Encendiste un cigarrillo, el olor a tabaco me llego
claramente, mientras segu�as azot�ndome y yo caminando a gatas por la
habitaci�n en c�rculos, me pare un momento, no pod�a seguir, estaba agotada
y entonces fue cuando apagaste el cigarrillo en mi sexo, desde atr�s,
mientras me gritabas eso de �camina perra, mu�vete no te pares!, grite y me
tire al suelo mientras mis manos buscaban mi sexo en un intento de acallar
el dolor.
�Por qu� empezaste a pegarme patadas?, �no me hab�as
hecho suficiente da�o ya?, tus botas relucientes me golpeaban una y otra vez
mientras me gritabas algo, no se que, soy incapaz de recordar que me dec�as,
pero si recuerdo las patadas, como ca�an una tras otra, mientras yo me hacia
una peque�a bola con las rodillas en mi pecho.
Me obligaste a ponerme de pies otras vez, mi nariz
sangraba y hab�a un sabor met�lico a sangre en mi boca. Te ve�a entre una
neblina. Comenzaste a apretar mis pechos, a estrujarlos, apenas me pod�a
mantener en pie, pero tenia miedo de caer al suelo y que me pegaras otras
vez, tomaste un par de pinzas de alg�n sitio y comenzaste a estrujar mis
pezones, primero uno y despu�s el otro cuando levante mis manos para
protegerlos tu rodilla choco violentamente contra mi estomago. Sent� que me
ca�a, pero tu tirabas de las pinzas con las que sujetabas mis pezones y
evitabas que mi cuerpo terminara en el suelo. �he de darte las gracias por
evitar que cayera al suelo?
Nuevamente se est�n cayendo las constantes, su rostro se va
poniendo rojo y cada vez mas sudoroso, le falta el aire, veo como sus ojos
comienzan dilatarse como si quisieran salirse. Le pongo la mascarilla, aun
tienes que terminar de escuchar la historia no solo estar presente tienes que
escucharla, ha de llegar a tu o�dos, a tu cerebro.
Tomo la jeringuilla y preparo una dosis de morfina, sabes lo
que es, en tus ojos leo la esperanza de recibir esa dosis que har� que el dolor
se aleje de ti, que te har� descansar con esa sensaci�n de flotar.
�La quieres?, �quieres que te la ponga?
Con un movimiento de cabeza dices que si.
Aun tendr�s que esperar un ratito, �sabes?, ya queda poco
de la historia.
�qu� paso luego?, d�jame recordar.
�Ah!, si ya recuerdo, me pusiste de cara a la pared, si
como a los ni�os peque�os, tiene gracia �no?, pero no, no tenia gracia, mis
manos estaban atadas y mis tobillos tambi�n, estaba como decirlo... si como
una "X", me metiste algo por abajo, ya sabes por donde �no?, �por qu� me
miras as�, te duele?, mientras me azotabas, me azotabas por todo mi cuerpo,
cada vez que perd�a el sentido, me arrojabas agua para traerme otra vez al
sufrimiento.
�Que sigui�?, el resto, si es que hubo resto no lo
recuerdo, ya me hab�as roto, �el gran militar hab�a roto a la chiquilla de
17 a�os! , �te dieron alguna medalla por ello?, bueno ya veo que llegaste a
general as� que no te fue tan mal, pena que el c�ncer no entienda de
categor�as.
Me despert� denuda, cubierta de sangre, de semen, de ...
todo, dolorida por dentro y por fuera, tirada en el suelo como se tira a una
mu�eca con la que ya no quieres jugar. En mi mente solo estaba tu rostro,
sabia que me ibas a matar, hab�a visto tu cara y no pod�as dejar que contara
lo que hab�as hecho, pero los milicos son obedientes, tu lo sabes muy bien,
la noche anterior hab�as dicho que nos soltaran en la ma�ana y as� lo
hicieron tambi�n conmigo, me dieron una ducha con una manguera a presi�n,
alguien me puso unos pantalones vaqueros viejos que me quedaban grandes y
una camisera, a nadie se le ocurri� ponerme ropa interior, por alguna raz�n
en ese momento me pareci� raro, pero pens� que para matarme no har�a falta.
Las zapatillas me quedaban enormes pero me las abrocharon de cualquier
manera. Una venda en los ojos completo el vestuario, sal�a como hab�a
entrado.
Entre dos milicos me medio arrastraron por las escaleras
que sub�an de los calabozos y me sacaron al patio para subirme a la trasera
de un cami�n, el trayecto fue corto antes de que me lanzaran a la calle,
escuche al cami�n partir y me quite la venda como pude, el sol me deslumbro.
�C�mo llegue a casa?, se que no me lo has preguntado,
aunque lo hicieras no sabr�a responderte, afortunadamente lo logre, mi pap�
al verme llegar as�, ni lo pens�, ese mismo d�a estaba en casa de una prima
lejana fuera de la ciudad y en unos d�as m�s aqu� en los Estados Unidos en
casa del tito Carlos.
La maquinas y su rostro reflejan en dolor que ha de estar
padeciendo, nunca lo he sufrido, pero se que es terrible, he visto ya muchos
enfermos terminales de c�ncer.
Sabes, Rayo Negro, te voy a ayudar a morir, no porque lo
necesites, el medico dice que en un par de meses te habr�s curado, pero que
saben los m�dicos de dolor, as� que te voy ...
Le miento, estas son las ultimas palabras que va a escuchar y
quiero que se le queden muy dentro de su cabeza mientras hace el transito hacia
el mas all�.
...a dar lo que tu no pudiste darme a mi. Tranquilo no te
voy a matar ahora mismo, alguien podr�a pensar que soy una asesina �sonri�-
mira te voy a contar como lo vamos ha hacer...
Le pongo la mascarilla de oxigeno, necesito toda su atenci�n
y si esta preocupado por respirar no la pondr�.
...ahora te voy a poner una inyecci�n de un derivado del
curare, en una dosis alta mata muy r�pidamente, pero la dosis va ha ser la
suficiente como para que te quedes inmovilizado, por la ma�ana vendr�n a
ponerte tu medicaci�n, pero con la mezcla vas ha sufrir un paro cardiaco,
ser� muy r�pido, lo siento, me gustar�a que disfrutaras m�s del dolor,
�supongo que te gusta el dolor?, al menos antes te encantaba regal�rselo a
los dem�s.
Salgo de la habitaci�n en unos minutos tengo todo preparado,
no es exactamente como se lo he contado, pero el resultado ser� el mismo.
Sus ojos siguen a mis manos cuando comienzo a introducir el
contenido de la jeringuilla en la bolsa de suero, le adormilara pero no le
quitara los dolores, desconecto la alarma para evitar que alguien venga a
solucionar el problema.
Son las 8:00 de la ma�ana paso a ponerle la segunda dosis,
sus ojos me miran y una sonrisa se dibuja en sus labios, tengo ganas de
abofetearle para quit�rsela, pero simplemente le cambio la bolsa de suero
Houston, Hospital Memorial ....., 16 de junio de 2004, 23:00
horas
�Hay alguna novedad Janet?
�Ay!, me has dado un susto de muerte, joder Maria � por
qu� siempre andas tan silenciosa? Todos los d�as igual
Perdona, �hay algo nuevo?
Nada, el de la 580 falleci� esta ma�ana, pens� que
durar�a algo mas, al final no lo ha podido soportar. A parte de eso nada
m�s.
Bien, que descanses Janet.
Buena guardia Maria.
Tendr� que mirar vacaciones en mi tierra natal, por alguna
raz�n tengo ganas de visitar mi pa�s, a la familia y ver los sitios donde jugaba
de chiquita.