Hola mi nombre es Vanesa, tengo 36 a�os soy maestra y vivo
felizmente casada desde hace 17 a�os. Mi esposo es maestro tambi�n y con el tuve
2 hijos Mauricio de 16 a�os y delfina de 12.

Mi vida familiar es de lo mas normal, mis hijos son
maravillosos, aunque a veces son algo insoportables, la relaci�n con mi esposo
es muy estable, claro hay d�as que se comporta como una ni�o peque�o a pesar de
que es mayor que yo por 5 a�os. En el plano sexual mi esposo es muy abierto y
aunque al principio yo era una chica t�mida, con el poco a poco fui aprendiendo
a disfrutar mi sexualidad plenamente y desde hace algunos a�os nuestros
encuentros sexuales son de lo m�s ardientes y apasionados de lo que jam�s
imagine. Mi esposo aunque no es un tipo guapo, esta creo yo bastante bien
dotado, ya que tiene un pene grande y grueso, que a pesar de mis 2 embarazos aun
me es dif�cil contenerlo en mi vagina cuando mi marido se apasiona y me folla
como un loco.

Mi vida era muy feliz y tranquila hasta que cierto d�a,
descubr� algo interesante en el f�sico de mi hijo mayor. Una tarde cuando el
regres� de jugar football, yo estaba tomando un ba�o en la regadera y por el
ruido del agua no lo escuche llegar, aun ahora no se si el tampoco se dio cuenta
de que yo estaba en el ba�o duch�ndome o simplemente el ma�osamente aprovecho la
oportunidad de verme desnuda, no lo se, pero como seg�n me explico despu�s el
tra�a prisa de ba�arse por que tenia que salir, as� que se meti� al ba�o sin
avisar, y al correr la cortina de la regadera me sorprendi� a mi completamente
desnuda mientras me enjabonaba. Mi reacci�n inmediata fue cubrirme con mis manos
mis senos y mi vulva y pedirle inmediatamente que saliera, el muy apenado se
sonrojo y me pidi� disculpas, pero sin moverse, comenz� a tratar de explicarme.
Pero a pesar de que soy su madre, el sin darse cuenta comenz� a tener una gran
erecci�n y al momento de percatase de su excitaci�n dejo de hablar, tomo una
toalla y se salio inmediatamente. Yo me quede bastante perturbada por la
situaci�n, pero despu�s de recuperarme del sobresalto y proseguir con mi ba�o,
me di cuenta de que mi peque�o hijo hab�a crecido bastante desde la ultima vez
que lo vi desnudo, y que tenia un tremendo instrumento, que imagine har�a feliz
a cualquier mujer, el solo pensar como su grueso miembro abrir�a ampliamente la
vagina de su pareja, hizo que me mojara r�pidamente y aunque mi excitaci�n era
mucha, la culpa de sentirme excitada por mi hijo, hizo que mi calentura se
apagara y me invadiera un sentido de culpa muy grande, reproch�ndome a mi misma
por mi actitud, por dios, el es mi hijo, me dije a mi misma.

Termine de ducharme y el d�a contin�o con su ritmo habitual,
pero por la noche yo aun no pod�a evitar pensar en la tremenda tranca de mi
hijo, lo cual me ten�a muy excitada, as� que, esa noche casi viole a mi esposo
de los caliente que estaba.

Muchas cosas pasaron por mi cabeza desde ese d�a, pensaba y
pensaba, en lo que sent�a, a veces me sent�a culpable, otras veces pensaba en
como seducir a mi hijo para que me follara. Pero la realidad era que desde ese
incidente mi hijo se portaba muy lejano conmigo, evitando en la medida de lo
posible acercarse a mi mas de lo normal. Esa situaci�n me hizo sentir muy
frustrada, pero al mismo tiempo me hacia sentir mas excitada.

As� que empec� a buscar cualquier pretexto para ver a mi hijo
desnudo, ya se entrar intempestivamente a su cuarto cuando el se cambiaba, o
entra con cualquier pretexto mientras se ba�aba, pero sin ning�n resultado, as�
que tenia que consolarme con oler la ropa interior de mi hijo cuando la lavaba y
ocasionalmente percibir ese delicioso aroma a semen que dejaba en su ropa
interior cuando tenia imagino, alg�n sue�o h�medo.

Toda esa situaci�n me manten�a muy excitada, as� que casi a
diario tenia relaciones sexuales con mi esposo para satisfacer mi calentura,
hasta que cierto d�a, en el cual yo me encontraba muy caliente y deseosa de
hacerlo, mi marido, el idiota, decidi� irse de juerga con su amigotes, llegando
casi hasta la madrugada y para mi mala suerte tan alcoholizado que aunque yo lo
estaba esperando mas que dispuesta para coger, el infeliz solo se tiro en la
cama qued�ndose completamente dormido. As� que hay estaba yo toda frustrada y
caliente, y aunque disgustada me dispuse a desnudarlo para que durmiera mas
c�modo. Cuando por fin logre quitarle toda la ropa, el dorm�a muy profundamente,
su pene semi erecto se ve�a tan delicioso, que no aguante mas y tom�ndolo entre
mis manos lo chupe con mucha pasi�n y cual seria mi sorpresa que este empez� a
reaccionar y comenz� a endurecerse, yo segu�a comi�ndomelo para satisfacer mi
lujuria. De pronto no pude mas estaba ya muy mojada, as� que me monte sobre mi
esposo y sin pensarlo mucho introduci su pene en mi mojada vagina y comenc� a
mover mis caderas de arriba abajo. Toda esa situaci�n provoco que tuviera varios
orgasmos, que pronto me hicieron sentir satisfecha, agotada me recost� aun lado
de mi marido y mientras recuperaba el aliente pensaba en lo que hab�a hecho,
hab�a violado a mi esposo, me sent�a la mujer mas pervertida de todo el mundo,
pero luego pens�, cuantas veces al principio de nuestra relaci�n el se vino
dentro de mi sin que yo ni siquiera llegara al orgasmo, as� que una de sal por
tantas de az�car, no importar�a. Entonces lo abrace cari�osamente y me quede
profundamente dormida.

Al otro d�a yo me sent�a muy contenta, como otras veces que
mi marido se pon�a bastante ebrio, ese d�a le prepare su chilaquilitos muy
picosos, con su cervecita bien fr�a y a diferencia de otras ocasiones, no le
reclame por su insensatez, claro cuando me pregunto porque no lo hice yo solo
sonre�a y le dec�a que por esta vez se la dejar�a pasar, pero que si lo volv�a
hacer de nuevo, si que me iba a enfadar mucho.

Por un tiempo, la idea de follarme a mi hijo dejo de
inquietarme y cuando parec�a que todas las cosas volver�an a la normalidad, paso
algo inesperado. Una ma�ana que yo entre a la habitaci�n de mi hijo para
despertarlo para la escuela, lo encuentro durmiendo completamente desnudo, con
la cl�sica erecci�n matutina que todos los hombres tienen, al ver esa hermosa
verga me quedo congelada, era gruesa dura y por un instante pens� que mas grande
que la ultima vez que la vi, me quede por un largo rato mir�ndola, despu�s volv�
en mi, me sal� de su cuarto y toque la puerta para despertarle. Y aunque el d�a
transcurri� de manera normal, yo no pod�a dejar de pensar en la verga de mi
hijo, quer�a tenerla dentro de mi, pero sabia que mi peque�o jam�s se atrever�a
a nada conmigo, pero esperen un momento, de pronto una sucia idea se me vino a
la cabeza y si lo drogaba para violarlo, tal vez con un sedante suave podr�a
dormirlo y al igual que como hice con mi esposo estimular su miembro hasta
lograr una erecci�n y meterme su palo en mi vagina como tanto deseaba, esos
pensamiento me excitaron much�simo y me tuvieron mojada por el resto del d�a.

La idea de drogar a mi hijo estuvo durante varios d�as dando
vueltas en mi cabeza, que clase de sedantes usar, alcohol, pastillas, no pod�a
ir al medico o al farmac�utico y preguntarles, as� que se me ocurri� una cosa,
mi esposo toma desde hace varios a�os pastillas para dormir cuando sufre de
insomnio, y cuando las usa, se queda tan profundamente dormido que ning�n ruido
por fuerte que sea lograr�a despertarlo, pero nunca se me hab�a ocurrido probar,
si pod�a estimular su pene hasta conseguir una erecci�n. No paso mucho tiempo
para que mi esposo necesitara tomarse sus pastillas para dormir, as� que en
cuento confirme que ya estaba completamente dormido, suavemente le quite su ropa
interior y proced� a chuparle la verga, mi suerte era buena, su pene aunque algo
mas lento de lo normal comenz� a reaccionar y consegu� una erecci�n, que aunque
no era muy intensa era lo suficientemente buena, para que su verga se pusiera
bastante dura, solo de pensar que tambi�n con mi hijo podr�a pasar lo mismo, me
calent� demasiado, as� que para calmar mis deseos me sub� sobre mi esposo y
sacie mi calentura introduciendo su pene en mi vagina.

Al d�a siguiente mi esposo despert� como si nada, yo en
cambio despert� con una gran sonrisa de satisfacci�n, ya que las cosas se
estaban acomodando mejor de lo que yo hubiera imaginado. Ahora solo faltaba
encontrar el mejor momento para poner en marcha mi plan de drogar a mi hijo y
violarlo.

Pasaron algo as� de dos semanas cuando mi esposo me dijo que
el pr�ximo fin de semana ir�a a visitar a su madre por su cumplea�os, pens�
entre mi, me espera un aburrido fin de semana mas en casa de mi suegra, pero
Mauricio intervino en la platica y dijo que el s�bado tenia un juego muy
importante y que no pod�a faltar, mi marido se molesto pero yo en cambio me
alegre, ya que era el pretexto que yo hab�a estado esperando, as� que le dije a
mi esposo que yo y Mauricio los alcanzar�amos el domingo, Mi marido estaba
molesto y prefiri� dar por terminada la conversaci�n, pero yo no estaba
dispuesta a darme por vencida, as� que esa noche use mi mejor arma de
convencimiento, o sea una buena sesi�n de sexo que como lo esperaba, logre que
mi esposo aceptar la idea de alcanzarlo despu�s.

Cuando mi marido se fue a casa de su madre con mi peque�a
hija acompa��ndolo, mi coraz�n comenz� a latir muy r�pido, me sent�a muy
ansiosa, pero me dije a mi misma, calma, pronto podr�s poseer a tu hijo como
tanto lo deseas, solo debes de tener paciencia y estar tranquila. El resto del
d�a estuve muy nerviosa, casi estuve a punt� de echarlo a perder porque me
moleste, cuando mi hijo aviso por tel�fono que despu�s del partido llegar�a
tarde a casa, por que se ir�a a festejar con los amigos, sabia que el no tomaba,
pero no me arriesgar�a a drogarlo si se emborrachaba, eso definitivamente era
correr muchos riesgo.

Afortunadamente para mi suerte, como en otras ocasiones mi
hijo no tomo nada de alcohol, as� que aunque tarde, llego sobrio, me abrazo y me
pidi� que lo perdonara por llegar tan tarde, yo cari�osamente le dije que no
hab�a problema, el entornes me dijo que se sent�a muy cansado y adolorido, ya
que el partido hab�a sido muy intenso, yo enseguida le suger� que porque no se
tomaba una pastilla de las que su padre usaba para dormir, para que descansara
mejor, el inocentemente asinti� con la cabeza, as� que ni tarde ni perezosa, le
lleve las pastillas a su cuarto, cuando el se la tomo todo mi cuerpo vibraba de
la emoci�n, tuve que usar toda mi fuerza de voluntar para ocultar ante el mi
excitaci�n.

Lo minutos que tuve que esperar para que las pastillas
hicieran su efecto se me hicieron eternos, pero sabia que mi paciencia seria
ampliamente recompensada cuando por fin tuviera dentro de mi la grande y gruesa
verga de mi hijo. Pasado el tiempo me dirig� al cuarto de mi peque�o, caminaba
despacio, el estar tan ansiosa y nerviosa me hizo recordar la primera vez que
tuve sexo, fue con uno de mis primo a los 14 a�os, y de pronto hay estaba yo
frente a la puerta del cuarto de mi hijo, la abr� lentamente, hacia calor, as�
que la ventana del cuarto de mi hijo estaba abierta y su habitaci�n estaba
tenuemente iluminada por el resplandor de las luces de la calle, camine despacio
hasta su cama, y moviendo a mi hijo, al principio despacio y despu�s aun poco
mas fuerte, comprob� que estuviera profundamente dormido, corr� la sabana que lo
cubr�a y por fin pude ver tranquilamente el cuerpo desnudo de mi hijo, estaba
embelezada con su varonilidad, el olor a sudor de su cuerpo hizo que me sintiera
mas excitada, entonces fue cuando tome suavemente su miembro entre mis manos y
comenc� a acariciarlo de arriba hacia abajo, muy lentamente, en seguida su pene
estaba completamente erecto, la juventud y la calentura propia de su edad
facilitaban mi labor, entonces muy lentamente acerque mi cara y abriendo la boca
ampliamente introduje esa grande y gruesa verga dentro de mi boca, el momento
fue tan excitante que mientras chupaba la verga de mi hijo me vine varias veces,
pero aunque deseba con todo mi cuerpo tener su miembro adentro de una vez,
segu�a chap�ndolo muy lentamente, quer�a disfrutar cada momento.

Pero desafortunadamente la juventud y la inexperiencia de mi
hijo me jugaron una mala pasada, aunque inconsciente por las pastillas para
dormir, la excitaci�n de mi hijo fue tal que se vino dentro de mi boca y aunque
yo sabore� muy alegremente su lechita, me sent� un poco desilusionada al ver
como su verga se iba quedando poco a poco fl�cida. Hay estaba yo satisfecha a
medias, pero que pod�a hacer, me recost� aun lado de mi peque�o y lo abrace
fuertemente, aunque nunca lo sabr�a hab�a hecho muy feliz a su madre. Pero otra
vez la juventud de mi hijo se hizo presente, ya que no paso mucho tiempo para
que de nuevo tuviera otra erecci�n, mi coraz�n palpitaba tan r�pidamente, muy
ansiosa introduje de nuevo su verga adentro de mi boca, mientras con una de mis
manos acariciaba mi vulva para excitarme mas r�pido y humedecerme lo mas pronto
posible, cuando por fin estaba lo suficientemente h�meda, me sub� sobre de mi
hijo, acomode su pene y de un solo movimiento lo introduje completamente dentro
de mi vagina, tonta de mi, me doli� un poco mas de lo que esperaba, realmente la
tranca de mi hijo era mas gruesa de lo que cre�a, pero estaba tan excitada que
no le di mucha importancia y comenc� a moverme de arriba abajo, la cama de mi
hijo se estremec�a con mi acometidas, pero en ese momento a mi no me importaba
nada, yo estaba tan excitada, el tener la verga de mi hijo por fin adentro de mi
era grandioso, no paso mucho tiempo para que llegara mi primer orgasmo luego
otro y otro, pero el ultimo fue el mejor ya que sin propon�rmelo mi hijo y yo
acabamos al mismo tiempo, fue el orgasmo mas intenso que hab�a sentido en mi
vida, me desplome sobre mi peque�o y lo bese en la boca apasionadamente, pero
aunque mi beso era muy intenso sus labio no lo correspond�an, estaba
profundamente dormido, as� que mejor lo abrace y as� abraz�ndolo y con su verga
adentro de mi estuve por un largo rato.

Fue muy dif�cil dejarlo para irme a dormir a mi cama, sabia
que no pod�a despertar entre su brazos, que le dir�a, hijo disfrute mucho abusar
de ti, por dios, no tendr�a la cara ni la fuerza para hacerlo. Me fui de su
cuarto muy feliz y satisfecha, pero al mismo tiempo me sent�a triste de que el
no hubiera disfrutado tanto como yo.

A la ma�ana siguiente mi hijo despert� como si nada hubiera
pasado, buen solo le dol�a un poco la cintura, pero logre convencerle de que era
normal despu�s del intenso partido. Aunque desde ese d�a se han presentado otras
oportunidades para abusar de el, ya no lo he vuelto hacer, aunque realmente lo
deseo, pero cuando estoy a punto de entregarme a mis instintos, me invade un
gran sentimiento de culpa, pues aunque no le da�e, lo que hice fue un abuso y se
que jam�s debe de volver a pasar.