Me llamo Sara y quiero contaros algo que me sucedi� hace unas
semanas. Yo siempre he sido una chica t�mida y algo vergonzosa con el sexo. Pero
no cre�is que soy una reprimida ni una aburrida ni una modosita ni nada de eso.
Soy muy marchosa; me encanta salir de marcha con mis amigas, bailar, beber y
pas�rmelo bien. Incluso a veces me pongo a coquetear con los t�os, aunque no me
l�o con cualquiera. Y lo cierto es que podr�a hacerlo con quien quisiera porque
�fuera modestia� s� perfectamente que no me cuesta nada poner cachondo a
cualquier t�o: soy morena con ojos verdes, mido 1.75, tengo un culo prieto y un
poquito resping�n, un vientre liso a fuerza de gimnasio, y mis tetas son
redonditas, voluptuosas y firmes, no excesivamente grandes, pero lo suficiente
como para que los t�os no puedan evitar desviar la mirada hacia ellas cuando
hablan conmigo.

Tengo 23 a�os y era virgen hasta que me pas� lo que voy a
contaros. Como os he dicho soy un poco "chapada a la antigua" en lo que respecta
al sexo, y antes de hacerlo quer�a estar bien segura de que la primera vez fuese
con la persona adecuada. Ni siquiera lo hab�a hecho con mi novio, Juan, con el
que estoy saliendo desde hace tres a�os (y a�n sigo con �l, a pesar de lo
sucedido). Esto no quiere decir que sea una monja, con Juan hago de casi todo,
pero nunca llegamos hasta el final.

Bueno, voy al grano. Un s�bado, hace unas semanas, mi novio
ten�a un examen el lunes siguiente, as� que yo sal� con mis amigas mientras �l
se quedaba estudiando en casa hasta que hubiese avanzado algo en sus estudios.
Cuando terminase hab�amos acordado que �l ir�a a la discoteca donde solemos
estar habitualmente (se llama Peepermint) para encontrarse conmigo y mis amigas.

Aquel d�a yo llevaba puesto un vestido violeta de tirantas
muy ajustado y muy corto, de esos que se te nota todo y tienes que tener cuidado
de no agacharte porque se te ven todas las bragas. Yo no suelo llevar sujetador
cuando salgo de marcha (a mi me excita y a mi novio tambi�n), con lo cual estos
pezones peque�itos que tengo se marcaban que daba gusto, casi se pod�an ver.
Adem�s el vestido tiene mucho escote y yo siempre llevo tanga. Con todo esto que
os he dicho os pod�is imaginar c�mo estaban de calientes los t�os que estaban
cerca de m� en la discoteca, algunos casi babeaban mir�ndome bailar con mis
amigas. Algunos intentaron ligar conmigo, pero yo me quito enseguida a los
moscones de encima, porque cuando quiero puedo ser muy antip�tica y borde.

Despu�s de que ya llev�bamos un rato en la discoteca llegaron
unos amigos de mi amiga Marta. Yo los conozco a casi todos de otras veces que
han salido de marcha con nosotros, pero nunca he hablado con casi ninguno, en
parte porque la mayor�a me parecen un poco gilipollas y en parte porque uno de
ellos tuvo una fuerte discusi�n con Juan antes de que yo empezara a salir con �l
y no le caen nada bien. Y yo siempre soy muy solidaria con mi novio.

Sin embargo, aquel d�a estaba aburrida (echaba en falta a
Juan) y tambi�n un poco "entonadilla" debido a los cubatas que me hab�a bebido.
As� que me puse a hablar con uno que estaba a mi lado, que se llamaba Alex. Ya
le conoc�a, pero jam�s hab�a hablado con �l. La verdad es que no era un chico
muy agraciado: era bajito, delgaducho y con un poquito de barriga cervecera.
Pero ten�a un nosequ� que le hac�a interesante, y unos ojos muy bonitos.

Era simp�tico y divertido. Estuvimos hablando de mil cosas y
bailando un rato. �l sabe que tengo novio y que me va muy bien, pero me estuvo
haciendo alguna insinuaci�n del tipo "�nunca has pensado en ponerle los cuernos
a tu novio?", y cosas as�. Yo no me lo tom� a mal, claro, porque s� que lo dec�a
de co�a, y adem�s s� perfectamente que tengo fama de estrecha y "chapada a la
antigua".Una vez, mientras bail�bamos, me pas� levemente la mano por el culo,
pero no le di importancia, pens� que hab�a sido un descuido. Pero m�s me hubiese
valido darle importancia.

Cuando lleg� mi novio dej� a Alex con sus amigos y me puse a
hablar y bailar con �l. Juan me dijo que hab�a visto a Pepe, uno de sus mejores
amigos, en otra discoteca que se llama Kasbah. Pepe trabaja en otra ciudad y
hab�a venido este fin de semana, as� que Juan me pidi� que nos fu�semos a
Kasbah. A m� la verdad no me gusta nada esa discoteca, pero sab�a que Juan ten�a
muchas ganas de estar un rato con su amigo, as� que le dije que se fuera �l para
all� y yo me quedaba en Peepermint esper�ndole con mis amigas. Me dijo que no
tardar�a mucho y quedamos en eso.

En cuanto mi novio se fue, Alex se puso de nuevo a hablar
conmigo. Antes hab�amos estado hablando de astronom�a (algo que a m� me gusta
mucho) y result� que Alex es casi un experto, sabe de eso un mont�n. Como esta
es una ciudad costera, hab�amos estado comentando que desde donde se ven bien
las estrellas y constelaciones es desde la playa. As� que ahora me propuso que
pod�amos acercarnos un momento a verlas (la playa est� a unas pocas calles de la
zona de marcha), quer�a ense�arme las Pl�yades, que yo nunca hab�a visto. La
verdad es que me apetec�a salir un rato de all� a tomar el aire, pero ten�a que
esperar a Juan, mi novio. Se lo dije a Alex y me contest� que no tardar�amos m�s
de 20 minutos. Al final acced�, se lo dije a mis amigas y salimos de la
discoteca.

Cuando llegamos a la playa no hab�a nadie y la m�sica de las
discotecas se escuchaba a lo lejos. Me ense�� d�nde estaban las Pl�yades y como
hac�a un poco de fr�o yo empec� a tiritar. �l estaba detr�s de m� y empez� a
frotarme los brazos caballerosamente para hacerme entrar un poco en calor. No me
import� y le dej� hacer Pero poco a poco advert� que estaba m�s cerca de m�, y
de pronto not� en mi culo su polla empalmada dentro del pantal�n.

Normalmente habr�a reaccionado con muy mala leche y le
hubiese dado cuatro voces, pero en aquel momento, no s� por qu�, me encontraba a
gusto sin tener fr�o y no hice ni dije nada. �l segu�a frot�ndome los brazos,
pero de repente me cogi� una teta con una mano. Entonces s� que reaccion�: me di
la vuelta y le solt� un bofet�n.

- �Qu� te has cre�do chaval! �le dije�. �Tienes m�s cara que
espalda! �Da gracias que no voy a cont�rselo a mi novio, porque sino acabar�as
en el hospital de la paliza que te dar�a!

- No es para tanto, joder. S�lo te he tocado una teta, no
exageres �contest� �l�.

Lo cierto es que yo me hab�a excitado un poco, y eso me
result� raro y me asusto un poco. Decid� irme a buscar a mi novio, pero cuando
comenc� a andar Alex me agarr� de un brazo y dijo:

- Espera, �d�nde vas?

- No pensar�s que voy a quedarme aqu� contigo, gilipollas
�contest�.

- �Por qu� no?

De repente, me cogi� por el culo y me llev� hacia �l con un
solo movimiento.

- Ya he o�do por ah� que eres una estrecha, pero no me digas
que ahora mismo no te apetece echar un buen polvo conmigo...

Me apret� a�n m�s contra �l y not� de nuevo su polla
endurecida.

- ...no me digas que no te gustar�a estar desnuda en la arena
con esto entre tus piernas �sigui� diciendo con tono altivo�.

- �Eres un cerdo! �Mi novio te va a curtir bien curtido,
guarro! �le grit�.

Aunque le estaba gritando todo eso no hice nada por quitarle
la mano de mi culo. No s� por qu� estaba quieta. Y lo peor de todo es que me
estaba poniendo cada vez m�s cachonda, como nunca hab�a estado. No estaba
acostumbrada a que me hablaran as�, con tanta arrogancia, pero me estaba
poniendo a cien. De repente, con un r�pido movimiento, meti� la mano por debajo
de la falda y del tanga y, sin miramientos, me introdujo un dedo en el co�o,
casi sin que me diera cuenta.

Aquello si que me enfad�, estaba echa una fiera. �Qui�n se
cre�a que era! No hab�a dejado a mi novio hacer eso hasta despu�s de unos meses
de estar saliendo y ahora este t�o, sin conocerle de nada, me met�a un dedo en
el co�o. �Era demasiado! Me separ� bruscamente y le solt� una bofetada mucho m�s
fuerte que la anterior. Son� como si hubiera altavoces y la cara se le qued�
totalmente roja con la marca de mi mano.

- �Qui�n te crees que eres, so cerdo! �Si me vuelves a poner
una mano encima te capo! �Mi novio te va a matar!

- Tu novio, tu novio... s�lo sabes hablar de tu novio. Yo no
le veo, no est� aqu�, �no? As� que, �por qu� no reconoces que est�s m�s cachonda
que una perra en celo y te quitas las bragas de una vez para que podamos follar?

Le dirig� una mirada entre asesina y de repulsi�n.

- Eres un asqueroso �dije� y un gilipollas. A mi nadie me
habla as�. �Vete a al mierda, t�o!

Me di la vuelta y empec� a andar.

- �Espera! �grit�, y empez� a caminar tras de m�. No me
digas que te vas a ir. �Venga ya! �Pero si est�s deseando comerme la polla!

Aquel comentario me dio tanto asco que me volv� indignada y
le dije:

- �A un t�o como t� no le comer�a la polla ni aunque me
diesen todo el dinero del mundo y fueses el �nico t�o que hubiese sobre la
Tierra! Ya te gustar�a a ti que una t�a como yo te comiera la polla, cerdo.
Adem�s, seguro que ninguna t�a en sus cabales te comer�a la polla, porque das
asco y...

No me dio tiempo a acabar la frase porque, de repente, casi
sin que me diera cuenta, me encontr� con que el muy cerdo me hab�a bajado la
parte de arriba del vestido y ten�a mis dos tetas al aire. Me hab�a pillado tan
de sorpresa que me qued� como paralizada, sin saber qu� hacer. No me esperaba
eso. Una extra�a sensaci�n que no hab�a sentido antes, mezcla de indignaci�n,
enfado y excitaci�n sexual me subi� como un hormigueo por todo el cuerpo. Not�
que estaba respirando con mucha fuerza y que el aire fr�o de la noche hab�a
endurecido mis pezoncitos por completo. �l aprovech� mi momento de desconcierto.
Me agarr� por detr�s con una mano mientras con la otra me magreaba una teta y me
lam�a el pez�n de la otra con su lengua. De repente reaccion� y le ech� para
atr�s de un empuj�n.

- �Qu� haces? �dije con una voz entrecortada�.

�l no respondi�. Estaba confusa. Sab�a que ten�a que cortar
aquello e irme, pero no me mov�a. Estaba cada vez m�s cachonda y no quer�a
estarlo, sab�a que aquello no estaba bien, quer�a a mi novio y aquello era una
guarrada. Jam�s le hab�a puesto los cuernos y no iba a empezar ahora. Ten�a que
tranquilizarme, subirme el vestido e irme.

Despu�s todo sucedi� muy r�pido. Alex, con un movimiento
r�pido y brusco, acab� de bajarme todo el vestido y al mismo tiempo el tanga.
Estaba totalmente en bolas, con las tetas y el co�o peludo al aire. De repente,
me encontr� tendida en el suelo y con su verga metida en la boca. Nunca hab�a
tenido una polla en la boca, a mi novio nunca le hab�a hecho una mamada. Yo
siempre hab�a pensado que aquello me dar�a asco, pero all� estaba, con la polla
de Alex foll�ndome la boca. Y me estaba gustando. Creo que nunca hab�a estado
tan cachonda como en ese momento. No sab�a c�mo iba a acabar aquello y sab�a que
estaba haciendo mal, pero, para mi sorpresa, me daba igual. Estaba disfrutando
como nunca, as� que decid� dejarme llevar. Como instintivamente empec� a mover
la lengua sobre su glande y succion� cada vez con m�s fuerza. Alex empujaba la
polla en mi boca cada vez m�s salvajemente, cada vez me entraba m�s adentro, me
estaba literalmente follando por la boca. �Era incre�ble! Me daban arcadas, pero
me gustaba. As� estuve un rato, hasta que se corri� dentro de mi boca. Yo no
quer�a tragarme el semen, pero Alex no sacaba su m�stil y no tuve m�s remedio
que tragar todo aquel l�quido caliente y viscoso. Al principio me entraron ganas
de vomitar, pero no me import�: me lo hab�a pasado en grande.

- Ves como s� ten�as ganas, Sarita. �A qu� te ha gustado?

- S� �pronunci� t�midamente�

Ese "s�" lo hab�a dicho sin darme cuenta, pero era verdad,
estaba a cien, como nunca hab�a estado. Quer�a que me follara, que me penetrase
salvajemente.

De repente, Alex me restreg� la mano fuertemente por el vello
del pubis y luego meti� un dedo en mi co�ito, hasta entonces tratado por mi
novio con mucha delicadeza. Alex era m�s rudo. Mientras un dedo hurgaba dentro
del co�o, empez� a estimular mi cl�toris con el pulgar. Alex me estaba
masturbando, �y de que forma! Con la otra mano me sobaba por todas partes,
parec�an miles de manos recorriendo mi cuerpo. Me sent�a como una guarra,
desnuda sobre la arena y dejando que un t�o cualquiera metiese sus manos en mi
co�o. Pero me daba igual.

- �Vaya par de tetas! �Est�s buen�sima, t�a! �TE voy a echar
un polvo que no vas a olvidar en tu vida!

Juan, mi novio, nunca me hablaba as�, pero esas expresiones
me estaban excitando a�n m�s. Entre los dedos que jugaban con mi almeja, la otra
mano magre�ndome y la humedad de su lengua en mis pezones, en mi cuello, dentro
de mi boca... me corr� r�pidamente. Despu�s empez� a besarme poco a poco,
bajando desde la boca, por el cuello, las tetas, el vientre, el vello rizado y
abundante de mi co�o, y acab� moviendo su lengua �vidamente por los labios de mi
sexo, por el cl�toris, rozando todo con ansia. Notaba su lengua ir y venir
circularmente, sus dientes mordiendo suavemente los bordes de mi almejita jugosa
y caliente... �Ah! Sent�a un gusto incre�ble. Juan nunca me hab�a comido el co�o
de esa manera. Advert� que se o�a un ruido, como un gritito, y me di cuenta de
que era yo que estaba gimiendo de gusto como una cerda. Me corr� de nuevo.
Cuando acab�, me bes� con los labios pringosos llenos de mis fluidos. Si alguien
me hubiese dicho esto hace unas horas, me habr�a dado asco, pero all�, en ese
momento, me excit� much�simo sentir mis propios l�quidos de placer en los
labios.

De repente not� un dolor incre�ble, me hab�a metido toda la
verga de un golpe y era la primera vez que alguien lo hac�a. �Me hab�a
desvirgado sin contemplaciones! Volvi� a sacarla y con un movimiento r�pido y
brusco me dio la vuelta y me puso boca a bajo. Mis tetas estaban aplastadas
contra el suelo y los pelos de mi pubis se llenaron de arena. Not� de nuevo c�mo
su polla se introduc�a en mi co�o y empezaba a bombear arriba y abajo, arriba y
abajo. Al principio me dol�a, pero luego empec� a disfrutar. Su verga se mov�a
dentro de m�, lento primero, luego r�pido... �Qu� gusto! Casi me corro ahora
s�lo de pensarlo. De nuevo empec� a gritar de placer como una descosida.

- Te gusta, �eh, zorra? Ahora mueve el culo como una puta.
�Venga! �Vamos!

Aquel lenguaje soez me pon�a m�s cachonda a�n. Sub� el culo
instintivamente para que la polla pudiese entrar y salir mejor y empec� a
contonear las caderas. Escuch� a Alex gemir de placer, estaba a punto de
correrse.

- Eso es zorra, muy bien... �S�!

Yo estaba extasiada. Not� c�mo �l se corr�a, el l�quido
caliente me inund� por completo. Estaba exhausta, pero me apetec�a chuparle la
polla, as� que me abalanc� sobre �l, estuve un rato meti�ndole la lengua en la
boca y luego me dirig� a la parte de abajo. Ahora ten�a la verga un poco
fl�cida, pero la cog� entre mis manos y empec� a mene�rsela mientras hacia
c�rculos en su glande con mi lengua viciosa y h�meda, suavemente, una y otra
vez. Pronto estuvo otra vez dura como una piedra. Despu�s le lam� los huevos y
luego mi lengua fue ascendiendo por toda la extensi�n de su pollazo, arriba y
abajo, arriba y abajo, como si estuviera lamiendo un helado. Me met� toda la
polla en la boca y empec� a succionar arriba y abajo lentamente mientras mov�a
mi lengua y le acariciaba los huevos con la mano. Me estaba sorprendiendo a mi
misma, jam�s habr�a pensado que estar�a haciendo todo esto con casi un
desconocido y que encima me gustar�a. De repente me acord� de mi novio y pens�:
�soy una aut�ntica zorra! �Qu� estoy haciendo? �Le estoy poniendo los cuernos!
Par� de mam�rsela a Alex. Me mir� y cogi�ndome por los brazos me subi� hasta que
estuve encima de �l.

- �Qu� te pasa putita? �Ya est�s cansada? �me dijo en un tono
casi cari�oso�.

Era incre�ble, jam�s lo habr�a pensado, pero que me llamara
putita me pon�a muy caliente.

- Venga puta �el tono hab�a vuelto a ser autoritario�, a�n
nos queda mucho por hacer.

No s� si Alex se daba cuenta o lo ve�a en mi mirada, pero
llam�ndome todo aquello y en ese tono desp�tico me pon�a tan caliente que estaba
haciendo de m� lo que quer�a. Y yo disfrutando con ello cada vez m�s. "A la
mierda con Juan", pens�.

- Ponte a cuatro patas, zorra.

As� lo hice. �l se puso detr�s de m� y comenz� a magrearme el
culo y las tetas mientras besaba y lam�a mi espalda.

- Voy a darte por culo como a una perra �me dijo al o�do�.

- No �le dije�, eso duele mucho.

- Si no lo has probado nunca, �c�mo vas a saber lo que duele?
�me contest�. Yo te ense�ar� lo que duele.

De cualquier forma ya era demasiado tarde para hacer nada
porque cuando quise darme cuenta la polla de Alex estaba intentando entrar por
el estrecho agujero de mi culito. Le cost� un enorme esfuerzo lograr que
entrara, pero finalmente, poco a poco, me penetr�, y yo sent� un dolor inmenso e
inimaginable. Me puse a gritar de dolor como una loca, intentando zafarme de
aquella cosa que me estaba quemando el ano. S�lo ten�a ganas de salir corriendo
de all�. Pero era imposible porque el muy cabr�n me ten�a bien agarrada. Alex
tuvo que taparme la boca porque aquellos gritos pod�an o�rse a kil�metros. Sin
embargo, pasado un rato el dolor disminuy� y empez� a convertirse en placentero.
Comenc� a disfrutar. Me segu�a doliendo, pero ahora era un dolor muy distinto:
me gustaba. Notaba como mis tetas se bamboleaban con la fuerza de sus embestidas
y sent�a sus cojones chocando contra mis nalgas una y otra vez. �Qu� gusto!

- �Venga, vamos! No te quedes parada puta, mueve algo el
culo.

A sus �rdenes, empec� a moverlo en c�rculos conc�ntricos y a
apretar las nalgas para hacer m�s presi�n sobre su polla. �l cada vez me
penetraba con m�s fuerza. El dolor aument�, pero tambi�n el placer. Aquello era
incre�ble, jam�s pens� que yo pudiese comportarme as� alguna vez. Antes de
correrse sac� la polla de mi culo y se corri� sobre mi espalda. Luego esparci�
todo el semen por ella, como si fuese crema bronceadora. Ese l�quido caliente en
mi espalda me hac�a desear chuparle la polla para poder disfrutar de todo ese
semen viscoso en mi boca y luego trag�rmelo lentamente, sin dejar una gota. Sin
previo aviso me agarr� las dos tetas con sus manos a�n embadurnadas del jugo de
su verga. Me las estruj� con fuerza y le dije:

- Me haces da�o.

- Y te gusta, �no? �dijo con tono socarr�n �.

- S�.

Me sali� espont�neamente, sin pensarlo, pero era cierto.
Estaba sorprendida y algo asustada ante el nuevo descubrimiento, pero jam�s en
toda mi vida hab�a disfrutado tanto como lo estaba haciendo aquella noche. Me
pasar�a toda la vida follando con este cabr�n sin parar

Me apret� a�n m�s las tetas y, sin soltarlas, me dio la
vuelta con fuerza y me ech� de espaldas contra el suelo. Acto seguido comenz� a
restregarme salvajemente la polla (a�n pegajosa por el semen de la �ltima
corrida) por toda la cara y despu�s por las tetas y el vientre. Luego, de
improviso, me meti� dos dedos en el co�o y tir� hacia arriba haciendo que mi
culo y mis caderas se elevaran violentamente Estando en esta postura, bastante
dolorosa para m�, me bes� en los labios y dijo:

- Me ha encantado follar contigo, aunque eres un poco masoca.
Para ser virgen no lo has hecho nada mal, eres una folladora nata, una puta de
mucho cuidado, te has comportado como una aut�ntica guarra �en ese momento sac�
los dedos del co�o y mi culo cay� pesadamente sobre la arena�. Felicita al
gilipollas de tu novio de mi parte, aunque claro, no querr�s que se entere de
que su novia es una puta que se tira a cualquiera... ja ja ja.

Se levant� y empez� a vestirse. Yo segu�a desnuda sobre el
suelo, llena de arena y semen por todas partes, con el pelo revuelto, las
piernas abiertas, el culo dolorido y el co�o completamente mojado y lleno de
toda clase de fluidos. Me sent�a sucia, humillada, como una perra a la que se
deja tirada cuando ya no sirve. Pero a la vez estaba enormemente satisfecha.

- �Volveremos a quedar? �me sali� sin pensarlo�.

Alex me mir� y recorri� lentamente con una mirada lasciva
todo mi cuerpo desnudo y sucio. Casi sent�a sus ojos en mi boca llena de semen,
en mi cuello, en mis voluminosas tetas, en mis peque�os y redondos pezoncitos
duros como piedras, en mi co�o peludo y desvirgado...

- Te ha gustado, �eh? �me contest�. �Vaya con la mosquita
muerta! Parece que no eres tan estrecha como cre�as, �no? Ja, ja. La verdad
Sarita es que est�s muy buena, eres una zorrita de calidad... pero no s�, si no
encuentro a nadie mejr con quien follar tal vez recurra a ti, como �ltimo plato.
Aunque no s� que pensar� tu novio de todo esto...

De repente, me entr� miedo. A ver si este cabr�n se iba a ir
de la lengua.

- No se te ocurra contarle esto a nadie porque te corto los
huevos, �vale?

- No te preocupes, putita m�a, s�lo se lo contar� a mis
amigos, tu novio no se enterar�.

- No quiero que se lo cuentes a nadie, �cabr�n!

- Estas cosas hay que contarlas, mujer. Adem�s, reconocer�s
que el hecho de que me haya tirado a Sara "la estrecha", que le haya enculado
bien enculada y que adem�s haya descubierto que nuestra Sarita es una guarra y
una puta que le va la marcha, es algo que debo compartir con todos mis amigos
con pelos y se�ales, �no? Cuando les veas por la calle piensa que te estar�n
imaginando desnuda y c�mo te dar�an por culo y meter�an sus pollas en tu boca.
Desde ahora cuando te miren s�lo ver�n a una guarra a quien follarse, un culo y
un co�o donde meter. �No te gusta la idea?

- Eres un cerdo.

Me daba asco su actitud, pero tambi�n me excitaba pensar que
alguien me iba a imaginar desnuda y haciendo todo lo que hab�a hecho con Alex.
Me imagin� a sus amigos paje�ndose pensando en mi, y volv� a ponerme cachonda.

- F�llame otra vez �le dije sin pensar�.

- Vaya, eres toda una viciosa �eh? �me contest� �lex, que ya
estaba casi vestido y segu�a mir�ndome con lascivia�. Sabes lo que te digo,
Sarita: ese par de tetitas tan ricas que tienes y ese culito de guarra que
mueves tan bien, tal vez merezcan que te folle alguna otra vez. Adem�s no se
encuentra f�cilmente una t�a tan guarra como t� que se deje hacer de todo.

Aquello era insultante, lo sab�a, y me dieron ganas de darle
una bofetada. Pero tambi�n me estaban entrando ganas de quitarle los pantalones,
meterme esa polla tan grande en la boca, succionar hasta la �ltima gota del
l�quido viscoso y que me llamase guarra o puta todo lo que quisiese. Tal vez
ten�a raz�n y yo era una guarra y una masoquista que le gusta que la insulten, y
hasta ahora no lo hab�a descubierto. Pero por hoy ya hab�a sido suficiente, no
iba a darle el gusto de que siguiera humill�ndome m�s. De repente me di cuenta
de que segu�a desnuda, tendida en la arena, sucia, con las piernas abiertas como
esperando a que viniese alguien m�s para follarme de nuevo. Sent� verg�enza. Era
absurdo sentir verg�enza a estas alturas, despu�s de todo lo que hab�a hecho
aquella noche; pero a pesar de todo, sent� verg�enza. As� que me incorpor� y
empec� a sacudirme la arena del cuerpo. Alex ya estaba vestido. Se acerc� a mi,
me puso la mano en el co�o, lo agarr� con fuerza y dijo con sorna:

- Hasta otra, putita.

Luego se alej� sin mirar atr�s.

Ya estaba casi amaneciendo, hab�an pasado muchas horas. Juan
estar�a preocupado o m�s bien enfadado. No s� que le iba a contar. Escuch� unos
gritos a lo lejos y me di la vuelta. Eran unos cr�os de 15 � 16 a�os que me
se�alaban y gritaban, aunque como estaban lejos no entend�a bien lo que dec�an.
De repente me percat� de que segu�a desnuda. Me dispuse a vestirme r�pidamente,
aunque todo estaba lleno de arena y semen. Me daba una enorme verg�enza que esos
chavales me viesen en bolas. Ya estaban m�s cerca y escuchaba algo de lo que
dec�an: "�T�a buena! �No te vistas! �Deja que nos comamos esas peritas! �Ven
aqu� y ponte sobre mi polla para que te parta en dos y te la saque por la boca!
�Puta, ch�pamela! �No te vayas, espera, que quiero probar ese culito!". Se
notaba que iban borrachos y probablemente despu�s de dormir la mona casi no se
acordar�an de m�. Cada vez estaban m�s cerca, as� que acab� de vestirme como
pude y sal� pitando de all�. Mientras me alejaba, segu�a oyendo sus obscenidades
perdi�ndose a lo lejos y, a pesar del fr�o de la noche, no pod�a evitar estar
m�s caliente que una perra en celo.