Este relato trata sobre los castigos que recib� por parte de
mi futura Ama, digo futura porque no era mi Ama todav�a, Leila es una Ama madura
de unos 45 a�os , Nacida en colombia y residente en Madrid, es una Ama con
experiencia de la cual yo tenia unas ganas enormes de ser su sumiso, pero Ama
Leila me rechazaba ya que yo no tenia apenas experiencia, Leila me contaba que
ella exige mucho a sus sumisos y aplica un nivel alto de castigos del cual yo no
aguantaria , pero yo lo seguia intentanto hasta que por pesado tuve mi
oportunidad, Ama Leila me dio una oportunidad, me dijo que me iba a poner a
prueba, ser�a castigado y marcado por ella , si al final de la sesion aguantaba
sus castigos se pensaria el aceptarme como su sumiso.

Me presente en el lugar y hora indicada por mi Ama, era una
casa grande a las afueras de la ciudad, llame puntualmente a la puerta y sali�
Leila, estaba muy hermosa, estaba vestida de una forma muy atractiva, llevaba un
body negro ajustado que marcaba su cuerpo, llevaba unos pantys negros que
acababan en unos zapatos de tacon. Me permitio entrar en sus casa y nos
dirigimos hacia la planta baja de la casa, bajamos unas escaleras y entramos en
un sotano peque�o completamente vacio excepto una silla en el medio y una bolsa
con algo dentro.

Me ordeno desnudarme, as� lo hice , despues me arrodille y
espere instrucciones,Ama Leila se acerco a la bolsa y saco unas cuerdas.

se acerco por detr�s de mi y empez� a atarme las manos a la
espalda, me apreto las cuerdas con fuerza a mis mu�ecas, la cuerda me hacia da�o
en las mu�ecas , me ato las manos de tal manera que hubiera sido imposible
desatarme, despu�s cogi� otra cuerda e hizo lo mismo con los pies, me ato por
los tobillos los pies, ahora estaba atado con una fuerte presion por las cuerdas
en los pies y manos.

Se marcho de la habitaci�n y apago la luz, me dejo
completamente a oscuras y atado de pies y manos, la espera se me hizo muy larga,
no se cuanto tiempo estuvo fuera pero fueron varias horas.

La luz se volvio a encender y apareci� de nuevo Leila , entro
en la peque�a habitaci�n y cerro la puerta , saco de la bolsa un trapo y una
cinta de embalar, se acerco a mi, me agarro por el pelo:

La pedi de una forma respetuosa que continuara y as� lo hizo,
me introdujo el trapo en la boca, y despues corto varias tiras de la cinta de
embalar y me las coloco en la boca, ahora estaba a su completo control, estaba
atado de pies y manos y amordazado.

La verdad que yo estaba asustado, no sab�a que iba a hacerme
y mi miedo aumento cuando saco unos guantes de goma amarillos y un cinturon de
cuero fino, se empezo a poner los guantes ajustandose bien los guantes a los
dedos y despu�s doblo el cintur�n por la mitad y se sento en la silla .

Lentamente me intente levantar , tarde un poco no podia
apenas moverme y me incline sobre sus rodillas, ella cogiendome por el pelo me
acomodo en sus rodillas, con una mano me levanto mis manos de tal manera que
dejaba mi trasero ante ella y mi cabeza inclinada hacia el suelo y de pronto
recib� el primer azote con el cintur�n y acto seguido recib� otro tras otro,
recib� los golpes de cintur�n con un ritmo muy continuo, apenas llevaria unos
pocos minutos cuando mi trasero empezaba a dolerme con intensidad y ese dolor
fue en aumento , llego un momento que el dolor era casi insoportable, yo empeze
a gritar en mi mordaza para aguantar mejor los golpes, Leila continuo azote tras
azote, tras una larga azotaina paro, me bajo de sus rodillas y me puso de
rodillas delante de ella, ella me quito la mordaza.

Por supuesto que no los habia contado a ver que la contestaba
.

Me coloco de nuevo en la misma posici�n y recib� otra vez la
azotaina, los azotes eran de la misma intensidad pero para mi era demasiado, yo
no paraba de gritar entre la mordaza, no aguantaba mas azotes y me esperaba otra
azotaina entera, y ademas tenia que estar concentrado para contar los golpes,
los golpes seguian un ritmo continuo y para mi desgracia perd� la cuenta,
soporte la azotaina no tenia mas remedio , el trasero me ardia, me estaba
pensando si abandonar cuando me soltara, tras otra larga azotaina paro de nuevo
y se repitio la situaci�n me puso de rodillas delante de ella y me quito la
mordaza".

yo sabia aproximadamente cuantos habian sido , algo mas de 40
azotes , pero no los sabia exacto.

ella no respondi� nada simplemente volvio a amordazarme y
colocarme en la misma situaci�n y volv� a recibir otra lluvia de azotes, en esta
azotaina incluso se me escaparon algunas lagrimas, pero esta vez no se me escapo
ni un solo azote, no pude verme el trasero pero debia de estar completamente
marcado y colorado, cuando se repitio la situaci�n de la pregunta, esta vez si
la acerte , fueron exactamente 40 azotes.

Ella se fue de la habitaci�n y me dejo a oscuras en ella y
atado y amordazado con un dolor muy fuerte de trasero, esos minutos se
convirtieron en bastante tiempo, nose cuanto tiempo pudo pasar hasta que volvio
a aparecer de nuevo Leila, me cogi� por el pelo y me sento en la silla, ellla se
recogi� el pelo y se puso de nuevo los guantes de goma, ella estaba de pie
delante mia y yo sentado en la silla, con una mano me levanto la barbilla
suavemente y recib� un fuerte bofet�n y acto seguido recib� otro , ella empezo a
acariciarme la cara , sentia su goma en mi cara y cuando menos lo esperaba
recibia un bofet�n, ella se movia alrededor de mi y me lanzaba bofetadas a la
cara, recib� un gran numero de bofetadas, pero cual fue mi sorpresa cuando se
acerco a mi me quito la mordaza y�

no lo podia creer habia vuelto a caer en el mismo juego y no
las habia contado, para evitar llevarme otra tanda de bofetones pense que
probablemente me habia dado los mismos bofetones que azotes.

Ella me agarro de el pelo con agresividad y puso sus ojos a
la altura de los mios,

ella se coloco delante mia de nuevo y empezo a ajustarse los
guantes:

y recib� bofet�n tras bofeton , tanto la cara como el trasero
me ardian, y ella se la notaba que estaba disfrutando , ellla se movia alrededor
de la silla, lo unico que se escuchaba en la habitacion eran sus tacones y el
golpe de la goma contra mi cara, ella me acariciaba la cara y me golpeaba de
pronto o me tapaba la nariz y me soltaba exhausto y recibia otro bofet�n.

Ya debia de llevabar varias horas encerrado en aquella
habitaci�n peque�a sufriendo castigo tras castigo, cuando al final termino, ella
estaba sudando al igual que yo , se quito los guantes y se solto el pelo y me
quito la mordaza .

- " ahora decides tu, te desato y te marchas a casa habiendo
tenido una sesion conmigo o me pides educadamente que quieres ser mi sumiso y
quieres continuar ".

" por favor Ama me gustaria ser aceptado como su sumiso y
desearia continuar "