Relato: El amor es mas grande que la razon EL AMOR ES MAS GRANDE QUE LA RAZON.
Les contare ahora de una vez que pase dos dias de visita en
casa de Alberto y con el permiso de su esposa, se que suena loco pero asi fue,
su misma esposa fue quien me invito a pasar ese fin de semana en la casa, esto
debido a que tendria una reunion con sus compa�eros de la iglesia y aunque seria
ah� mismo en su casa, no podria a tender a las gemelas.
Un dia mi�rcoles me llamo por telefono para ver si me
interesaba cuidar a las gemelas ese fin de semana, le dije que le confirmaba por
la tarde, ya que no se trataba de ser tan obvia, por la tarde le marque yq
uedamos de acuerdo en que estaria en su casa el sabado a primera hora, al colgar
le llame de inmediato a Alberto y le comunique la noticia, me dijo que estaba yo
loca, yo solo le respondi que loca no, solo muy enamorada, nos reimos un rato y
colgamos, empece a preparar la ropa que usaria en ese fin de semana, sabia que
Alberto seria dichoso de verme vestida sexy pero su esposa podria sospechar o
tomarmelo a mal, asi que decidi darles gusto a los dos al mismo tiempo.
Asi que prepare faldas de tipo escolar, algunas blusas
tiernas e infantiles, esto para darle gusto a ella, pero debajo de esa ropa
llevaria lenceria muy sexy, atrevida y sensual para darle gusto a mi amor, el
jueves por la tarde ya tenia todo listo y estaba de visita en el negocio de
Alberto, me tenia recostada sobre su escritorio tenia la falda hasta la cadera,
mi tanga hasta abajo atorada solo en uno de mis pies y la cabeza de Alberto
metida en mi intimidad y su lengua chupando y acariciando mi vagina, su lengua
me estaba dando una deliciosa tarde de placer cuando sono mi celular, lo tome y
al ver el numreo le dije "es tu esposa" es sin dejar de chuparme me dijo "pues
contestale" asi lo hise con la voz entrecortada por el placer que recibia le
conteste a la se�ora, me comento que los planes habian cambiado, yo me
desilucione un poco pero cuando me explico me alegre de nuevo, necesitaba que
llegara a su casa desde el viernes por la noche, acepte sin problema, ella me
dijo que me pagaria mas por el dia extra, le dije que no habia problema aunque
dentro de mi me daba algo de lastima la se�ora, ella pensaba que todo lo podia
remediar con su dinero.
Mientras seguiamos poniendonos de acuerdo Alberto se levanto
y abriendome las piernas me penetro con su candente pene y ah� estaba yo
acostada en el escritorio recibiendo una fabulosa cogida y hablando con la
esposa de mi amante, debo comentarles que esta situaci�n me exitaba, mi boca
decia cosas respecto al fin de semana, pero dentro de mi le queria decir
"estupida tu te preocupas por tus amigas de la iglesia y mientras tu marido me
trata como diosa", tardamos bastante hablando, lo curioso fue que cuando
estabamos a punto de explotar Alberto y yo en un fenomenal orgasmo ella se dio
cuenta, me pregunto si me ocurria algo, le dije que no , que estaba haciendo
algo de ejercicio y me habia lastimado, ella me dio consejos de que el ejercicio
era bueno que me ayudaria a mantener mi figura y que eso me ayudaria con los
chicos, si supiera la pobre que mi cuerpo ya le encantaba y no a los chicos sino
a un hombre mayor, a su esposo.
Colgamos y le platique a Alberto el cambio de planes, a el no
parecio agradarle micho ya que teniamos planes el y yo de pasar la noche juntos
en mi casa el viernes aprovechando que mi madre no estaria, pero me dijo que
estaba bien que algo se le ocurriria.
Llego el dia viernes y llegue puntual a las 6 de la tade a
casa de Alberto, la se�ora volvio a darme instrucciones y a decirme donde
estaban todas las cosas, parecia como si fuera a salir de la casa, pero pronto
me di cuenta que no, tenian pensado hacer una especie de retiro en el patio de
su casa, habian puesto una mezcla de reja y cortina para dividir la parte de
atr�s de la casa, ah� nadie que no fueran sus compa�eros podia pasar, aunque
desde el segundo piso de la casa se podia ver todo el lugar donde estarian, me
dio mucho coraje ver a las gemelas, estaban sucias y descuidadas, pero eso si la
se�ora muy limpiecita y arreglada, en ese momento me hice el proposito de que
con mi amor, cuidado y atenciones, la dejaria sin esposo y sin hijas, de verdad
me dio rabia ver a las nenas asi, son unas peque�as hermosas y no merecen andar
asi.
La se�ora empeso a recibir a sus invitados y desde ese
momento no existio nada en el mundo que no fuera ella y su reunion, subi a ba�ar
a las gemelas y a ponerlas lindas, les di de cenar y las acoste, me costo
trabajo que se durmieran porque querian jugar conmigo y que les lellera un
cuento, pero al final terminaron durmiendose, baje a cenar algo yo y encontre a
Alberto viendo la televisi�n en la sala, estaba solo y esto me dio algo de
tristesa, como era posible que la se�ora no se diera cuenta del maravilloso
hombre que tenia, le prepare la cena y platicamos un rato, yo subi a ver a las
nenas y me asome por la ventana para ver la reunio y pude ver como que estaban
resando o meditando estaban todos en circulo, asi que decidi aprovechar el
tiempo y al bajar de nuevo a la sala despu�s de asegurarme que las gemelas
estaban perdidas de dormidas, empese a seducir a mi amor, queria que me cogiera
ah� mismo en la sala de su casa.
Al bajar me sente en el descansabrasos del sillon donde
estaba Alberto, subi una pierna al asiento del sillon, dejandolo ver por
completo mis muslos y el inicio de mi tanga, traia una falda tableada azul
marino y una blusa blanca, peinada de dos coletas, calcetas a la rodilla toda
una teen, pero por dentro mi ropa era de mujer sexy y deseosa de ser cogida, mi
tango era diminuta de color negro y mi bra solo eran dos trocitos de tela
cubriendo solo mis pesones, ah� fue que descubri una peque�a obsecion de mi amor
cuando mirandome fijamente me dijo "me exitas como loco al verte vestida asi de
colegiala", le sonrrei contenta, sin pensarlo habia logrado agradarle a el y en
cuanto viera mi ropa interior seguro se exitaria mas, sin esperar nada mas, abri
mas mis piernas y le ense�e mi tanga al tiempo que le preguntaba si le gustaba,
el me respondio que si, que era encantadora, pero que le gustaba mas lo que
estaba debajo de la tanga, le dije que me lo demostrara y diciendo esto mis
dedos movieron mi tanga ense�andole mi recien rasurada vagina, para estas
alturas la exitacion de mostrarme tan atrevida y descuidada en mi forma de
seducirlo me tenian exitada y mojada.
El observaba como mis dedos acariciaban mis labios vaginales
y se estaba exitando el bulto bajo su pantal�n me lo confirmaba, usando mis
dedos abri mis labios para mostrarle mi cl�toris que ya estaba a reventar, su
mirada se clavaba en esa peque�a parte de mi cuerpo, de momento y sin decir nada
se arrodillo frente a mi y su lengua se apodero de mi vagina, me tenia como
loca, me sentia la mujer mas feliz del mundo y al mismo tiempo la mas puta por
hacer lo que estabamos haciendo sin el menor recato o preocupaci�n de ser
descubiertos, pero nada me importaba, nada que no fuera sentirlo mio y darle
placer asi como el me lo daba a mi, estuvo chupandome largo rato, despu�s yo lo
empuje sobre el silon y pr�cticamente le arranque la ropa, me apodere de su duro
y candente pene, me lo meti a la boca como si en ello me fuera la vida, mi
lengua recorria cada pedazo de su piel, cuando llegaba al glande mi lengua le
hacia circulos en su cabeza haciendo que emitiera gemidos de placer, despu�s me
lo metia de nuevo por completo en la boca, asi fue por largo largo rato hasta
que senti mi boca llena de espeso semen, le salio muchisimo casi me ahogaba de
la gran cantidad que le salio, pero me tome todo no deje escapar ni una sola
gota, cuando logre pasarme todo, volvi a chuparlo y cuando estaba duro y listo
de nuevo, me levante para acomodarme sobre el y meterme todo ese hermoso y
placentero pene, se me deslizo por mi vagina hasta el fondo sin dificultad ya
que estaba muy lubricada, en esa posici�n yo controlaba la profundidad de las
penetraciones, al principio me movia lentamente, pero poco a poco me movia mas
rapido hasta pr�cticamente brincar sobre ese magnifico palo de placer, me detuve
y me levante, el parecio sorprenderce pero mi movimiento solo fue para adoptar
una nueva posici�n, de espaldas a el me volvi a sentar en sus piernas solo que
esta ocasi�n su pene no encontro lugar dentro de mi vagina, esta vez me acomode
para que se alojara dentro de mi ano, dada mi posici�n y lo abiertas que tenia
las piernas entro por completo con relativa facilidad aunque aun me causaba algo
de dolor, me relaje y el dolor desaparecio pronto.
De nuevo empece a brincar sobre el haciendo que ese rico y
grueso pene entrara y saliera rapidamente de mi ano, mientras el con sus manos
abria y acariciaba mi vagina, para despu�s meterme dos dedos de cada mano dentro
de la vagina, asi que tenia mis dos orificios llenos y locos de placer, al estar
sentados frente a un espejo del mueble, podia verme como recibia ese gran pene y
veia claramente como se perdia dentro de mi, de verdad era una vision excitante,
me veia con la falda en la cadera, la blusa desarreglada y mi tanga
completamente de lado dejando paso a su pene y a sus dedos.
Llego un momento en que me endereso un poco y girandome
lentamente me coloco de frente a el, pero su pene jamas abandono el interior de
mi ano, yo estaba en la gloria, se levanto y me llevo en brazos hasta su
recamara sin sacarmelo ni un milimetro, desde su recamara se podia ver el jardin
donde estaba la reunion, parecia que estaban en otro mundo los participantes,
bueno yo tambien estaba en otro mundo pero por cuestiones diferentes y sin temor
a equivocarme creo definitivamente que yo lo disfrutaba mas, asi de pie
empesamos a movernos, el entraba y salia de mi con una buena velocidad, yo
quedaba de frente al ventanal y me exitaba muchisimo sentir ese candente y
delicioso pene dentro de mi ano mientras yo podia observar a la esposa de
Alberto que no tenia ni idea de lo que su esposo y yo estabamos haciendo, yo
estalle en el 8 o 9 orgasmo, el me bajo y recargo sobre un mueble de la recamara
y me abrio las piernas para chuparme de nuevo la vagina me arranco un nuevo
orgasmo, de mi garganta salio un enorme grito de placer me dio algo de miedo que
nos descubrieran pero nadie en la reunion parecia estar en este mundo, el se
levanto y literalmente lo tire sobre la cama y me apodere de ese fabuloso pene
que desde ese momento considere solo mio, lo acaricie y lo chupe de una forma
loca y desenfrenada hasta que su cuerpo se tenso listo para darme su rico semen,
yo segui jalandoselo mas rapido y fuerte hasta que tres enormes chorros de semen
cayeron en mi cara y en mi cabello, para luego escurrirse por mi cuello y llegar
a mis senos, con mis manos me encargue de esparcirlo por todo mi cuerpo y
despu�s chupar mis dedos llenos de ese calido manjar, el sue�o nos vencio y ah�
nos quedamos dormidos, al dia siguiente desperte y me embargo un enorme miedo,
me levante como impulsada por un resorte para asomarme a la ventana, lo que vi
me dejo muy sorprendida, ah� estaban todos los de la reunion en la misma
posici�n en que estaban la noche anterior, estaba tratando de acomodar mis ideas
respecto a la se�ora y sus amistades cuando oi a Alberto que me decia "ves como
no te menti, cuando esta con esas personas se pierde de la realidad y nada le
interesa", por unos segundos guarde silencio, para despu�s decirle "bueno pues
si ella esta en su mundo, disfrutemos nosotros el nuestro, vamos a darnos un
ba�o te parece", sin responderme me levanto en brazos y me llevo a la regadera,
ah� me dejo y salio a ver a las gemelas que aun dormian placidamente, cuando el
regreso yo estaba a punto de sentarme en el inodoro para orinar, el sin decirme
nada me tomo de la mano y me levanto, me recargo en el lavabo y empeso a
chuparme, le suplique que se detuviera un momento en lo que pasaba al ba�o pero
no me hacia caso y seguia chupandome como loco poseido, yo sentia como se me
salian unas gotitas que ya no podia contener, le volvi a repetir mi suplica y el
lejos de dejar de chuparme, me chupaba con mas velocidad y locura, yo no pude
aguantar mas y descargue todos mis liquidos acumulados en el, en su rostro y en
su cuerpo, le di lo que despu�s supe se llama lluvia dorada.
Entramos a la regadera y cuando nos estabamos enjabonando le
pedi que me diera lluvia tambien el a mi, le acaricie un poco su pene y no tardo
mucho en quitarme el jabon del cuerpo con su lluvia calida y transparente, nos
vestimos y me ayudo a preparar el desayuno, levante a las gemelas y nos fuimos
de paseo, las gemelas estaban felices regresaos a su casa casi al anochecer y
los del retiro seguian ah�, ahora en filas pero sin hablar ni moverse, esa noche
de nuevo tuvimos sexo sucio loco y con mucho amor, tuve tanto pene en mi ano ese
fin de semana que el domingo en la noche que llegue a mi casa apenas y podia
sentarme, y durante todo el lunes sentia en ocasiones que se me escurria el
semen que aun tenia guardado en el ano.
Lo mejor estaba por venir ya que tan contenta estaba la
se�ora con mi trabajo que le pidio a Alberto que me contratara en el negocio por
las tardes, l�gicamente a el le encanto la idea pero aun asi le dijo que lo
pensaria, y sai fue a los 8 dias empece a trabajar oficialmente por las tardes
con Alberto.
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Relato: El amor es mas grande que la razon
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