Uno como tantos veranos. La casa era grande y los dormitorios
muy c�modos, nos gustaba escondernos en ellos, jugar en sus alfombras o
alongarnos en las grandes ventanas que daban a la monta�a; pero por las noches,
las cortinas se corr�an y los dormitorios quedaban completamente a oscuras. Me
daban miedo. Mis primos dorm�an en una habitaci�n al otro lado del pasillo,
hab�an literas, eran dos.
Ellos eran dos y no tem�an la oscuridad. Yo era una ni�a as�
que dorm�a en un cuarto aparte. Sola. Me daba miedo. El primer a�o mi madre
durmi� conmigo, el segundo dorm� en el cuarto de mis padres. A partir del
tercero ya era demasiado grande para dormir junto a mis padres pero demasiado
peque�a para no temer aquel cuarto oscuro.
Despu�s de la cena, el griter�o escaleras arriba y abajo,
despu�s de mucho luchar, nuestros padres consiguieron ponernos el pijama,
lavarnos los dientes y llevarnos a los dormitorios. Antes de dormirnos ten�a la
costumbre de escaparme al cuarto de mis primos y jugar un rato antes de volver
al m�o. Ese a�o volver�a a hacerlo no s�lo por jugar sino m�s bien por retrasar
mi encierro nocturno en el dormitorio oscuro. Llevar�amos una media hora jugando
cuando sentimos el coche partir por la carretera del pueblo. Mis padres iban a
la verbena. Nos cre�mos a salvo y continuamos nuestra guerra de almohadas. Pero
no est�bamos solos.
Mi t�o entr� y de un grito "�Qu� diablos pasa aqu�!" fren�
nuestros joviales saltos. "�Chicos, a la cama! y t� M�nica a tu dormitorio, tus
padres han salido y deber�as estar en la cama desde hace rato". No me dej�
replicar y con gesto severo se�al� el pasillo direcci�n al cuarto. Sal� y camin�
despacio hasta la puerta bebiendo las l�grimas que se derramaban por mi carita.
Escuch� a mi t�o hablar con los chicos y antes de que yo llegara a mi cuarto �l
cerr� la puerta del de sus hijos.
Me par� y lo mir� sin dejar de llorar. "T�o tengo miedo" �l
me mir� serio y camin� hasta m�. "Pareces una ni�a chica, �de qu� tienes miedo,
de dormir sola?, a tu edad no deber�a darte miedo algo as�" y me cogi� de la
mano para entrar en el dormitorio. Encendi� la luz de la mesilla y me ayud� a
acostarme la cama. "No me da miedo dormir sola es que est� muy oscuro". Me
arrop� y apag� la lamparilla. Se qued� en silencio unos segundos. "Ves que no
pasa nada, estamos a oscuras y no pasa nada �sigues teniendo miedo?", "S�" y
apret� su mano para que no se fuera. "Tranquila, me quedar� hasta que te
duermas, �vale?" y se tumb� a mi lado, "Tranquila, el t�o est� aqu� y no te va
pasar nada". La cama era peque�a y le hice un hueco abraz�ndome a �l para caber
los dos, �l se puso de lado y me rode� con los brazos. As� no ten�a miedo.
Me quer�a mucho y me abrazaba fuerte bes�ndome la frente. Era
como ir en una balsa, se balanceaba junto a m�, de arriba abajo, como en un
peque�o columpio. No ten�a miedo, mi t�o me quer�a. Me abraz� m�s fuerte, me
subi� una pierna sobre su costado y empez� a moverse un poco m�s r�pido
resfreg�ndose conmigo, sent� que me palpitaba algo entre las piernas y aunque no
sab�a qu� me pasaba dej� que mi t�o siguiera toc�ndome. Era como jugar a los
caballitos pero tumbados. Not� que mi t�o jadeaba cada vez que me apretaba a �l
y dentro de su pantal�n not� un bulto muy duro que se empinaba. Mi t�o se mir� y
se pas� la mano por el bulto, "�Has visto lo que has hecho mi ni�a?" y me cogi�
la mano para que le tocara el bulto duro, yo lo mir� extra�ado porque no sab�a
c�mo lo hab�a hecho.
"Mira que dura me has puesto la cuca, si me voy ahora as� a
mi cama la t�a se dar� cuenta, sabr� que has sido t� y se enfadar� mucho" no
dejaba de moverme la mano sobre su pantal�n, era su cuca y la ten�a muy dura,
como un palo tieso, cuando apretaba mi t�o cerraba los ojos y no me soltaba la
mano para que yo siguiera movi�ndola, "me la est�s poniendo muy dura preciosa
�la notas verdad mi amor?" y s� que la notaba, cada vez m�s dura. Mi t�o me baj�
las braguitas y con sus dedos empez� a hacerme como cosquillas "Vaya, vaya, si
mi ni�a est� mojadita �te est� gustando?" y sigui� toc�ndome el chichi como yo a
veces en el ba�o.
Eso s� me gustaba. Mi t�o sigui� acarici�ndome pero con la
otra mano se baj� un poco los pantalones. No hab�a visto algo as�. Papi al salir
del ba�o la tiene peque�a y arrugada y en la playa un hombre que vi tambi�n la
ten�a escondida, mis primos tienen un bulto peque�o. Mi t�o ten�a una pilila
larga y gorda, no ten�a arrugas y la ten�a tiesa. Me cogi� la mano y me la hizo
agarrar como un mango, movi�ndola de arriba abajo. "No lo hab�as hecho nunca
�verdad?" y dec�a mmmmm cuando mov�a la mano para abajo. Sin que se la soltara
se arrim� a mi conejito y me pas� la punta por la raja varias veces dici�ndome
que no dejara de mover la manita, "S�, as�, as�, no pares" y me frotaba la
puntita roja de su cola. La ten�a muy dura y caliente y �l sudaba mucho. Me mir�
y se sent� en la cama recost�ndose en el cabezal. "Seguro que nunca hab�as visto
una cuca tan grande �verdad princesa?" yo le sonre� avergonzada y negu� con la
cabeza. Me acarici� las nalgas y busc� mi chochito mojado con los dedos.
"�Sabes porque est� as� de dura?" volv� a negar sin dejar de
mover la mano como me indicaba, �l segu�a toc�ndome y a veces notaba un dedo un
poco m�s dentro y yo me encog�a, el segu�a y me mov�a la mano de su polla m�s
r�pido "la tengo as� de dura porque le gusta que la toques, me das mucho gusto
como yo a ti" y segu�a el magreo que cada vez me mojaba m�s. No sab�a qu� hacer.
Mi t�o me solt� la mano y me acarici�.
"Venga tienes que ayudarme, no puedo ir a mi cama con la
polla as�, la t�a se va a enfadar y t� tendr�s la culpa" me acarici� los labios
y meti� uno de sus dedos en mi boca al mismo tiempo que met�a el de la otra mano
un poco m�s dentro de mi rajita, yo gem� pero �l me cogi� la cabeza y me la
acerc� a su picha. Cuando ten�a la punta cerca de la boca me solt� la cara y me
la meti� entre los labios. "Venga bonita, ay�dame, abre la boquita y chupa" me
sigui� tocando el chocho m�s r�pido y me empec� a meterme la cuca de mi t�o en
la boca, cuando empec� a chupar mi t�o gimi� y me dijo "s�, s�, s� mi ni�a as�,
ch�pala toda, veras que rica est�" y me empuj� la cabeza hacia abajo meti�ndome
toda la cuca en la boca, me hizo da�o en la garganta y no pod�a respirar pero �l
me mov�a la cabeza igual que con la mano, meti�ndome y sac�ndome de la boca
aquella cosa enorme, me estaba ahogando pero �l no paraba y gem�a cada vez m�s.
Segu�a toc�ndome el chichi y cuando yo ten�a todo lo que me
cab�a en la boca de su picha �l gem�a y me apretaba con los dedos en la rajita,
a m� eso me daba gusto y empec� a respirar r�pido, segu� chupando y mi t�o me
mov�a la mano a lo largo del trozo de rabo que no pod�a comerme, agit�ndomelas
r�pido hasta que not� como una ola dentro de la cuca que sub�a desde la parte
m�s pegada de sus huevos, cuando lo not� mi t�o gimi� y me aguant� la cabeza
para que no me sacara nada de su polla de la boca, sent� subirle el calor por el
mango y desde que pas� por mis labios a que empec� a tragar a penas fueron
segundos, "traga, traga todo que sino te ahogas" y tragu� al mismo tiempo que
mis manos segu�an resbal�ndose en el rabo sin que mi t�o me dejara de guiar,
justo en el momento en el que tragaba un buen chorro apret� su punta con mis
labios pensando que as� parar�a el chorro, apret� y mi t�o se estremeci�
derram�ndose m�s y enterr�ndome su pulgar en la raja, sent� un escalofr�o y sin
dejar de chupar ya por inercia sent� c�mo mi cuerpo temblaba cada vez que mi t�o
mov�a su dedo dentro de m�, hasta que se me encogi� el est�mago, me fallaron las
piernas y me sent� c�mo escup�a por los lados de mi rajita un moco caliente que
segu�a derram�ndose a cada movimiento del dedo de mi t�o y yo segu�a moviendo mi
cabeza al mismo ritmo, recogiendo todas las gotitas que se me escapaban por
aquel a�n duro y erguido rabo.
"As� mi ni�a s�, has sido muy buena, ahora nadie se dar�
cuenta" y me acariciaba la cara y el chocho despacito. Despu�s de unos minutos
not� que su pilila empezaba a ablandarse, chup� un poco pero mi t�o se retir�.
Se levant�, se subi� los pantalones, arregl� las s�banas, me subi� las bragas y
acarici�ndome el conejito sobre ellas se inclin� y me bes�. "Ver�s que bien
duermes preciosa" sigui� toc�ndome el conejito que a�n mojaba mis bragas y me
mir�, "Dormir�s muy bien y ma�ana el t�o vendr� otra vez para que no pases miedo
en la oscuridad. Duerme mi ni�a", y me bes� en los labios antes de marcharse y
cerrar la puerta. Esa noche me qued� dormida sin acordarme de que la oscuridad
me daba miedo.