No contest�, solo not� en sus quejidos mas excitaci�n, movi�
sus caderas y se apret� fuertemente a mi cuerpo. Continu� susurr�ndole:

Not� en ella a�n mas excitaci�n, empez� a dar gritos
contenidos, y a levantar las caderas r�tmicamente y al comp�s del movimiento de
bombeo de mi pene, entonces susurr� a mi o�do:

Aquella conversaci�n nos excit� much�simo a los dos, que nos
mov�amos como caballos desabocados sin cambiar de postura, entonces ella me
empuj� para que me apartase, lo hice y ante mi sorpresa se puso sobre la cama a
cuatro patas con el culo hacia m�, se abr�a con una mano el chochito mostr�ndome
su amapola totalmente abierta con el cuerpo un poco ladeado, mir�ndome a la
cara, se meti� dos dedos dentro de su vagina, apoyando su cabeza en la almohada
si dejar de mirarme empez� a decir:

Yo estaba arrodillado a un metro de su culo levantado, me
mostraba como entraban y sal�an sus dedos mojados en su vagina, empec� a
masturbarme mir�ndola con excitaci�n, ella aument� el ritmo mientras con la otra
mano se masturbaba el cl�toris, empez� a hablar mas fuerte.

Se encogi� y arque� su cuerpo gritando, entonces acerqu� mi
glande al agujero de su culo que estaba totalmente abierto ante mis ojos y a
unos mil�metros de el solt� un chorro a presi�n de esperma caliente que resbal�
hasta su vagina abierta y h�meda mezcl�ndose con sus jugos, me acerque mas y
apret� con el glande su ano y soltando los siguientes chorros de semen que
entraron dentro de su recto empujados por la presi�n de bombeo de mis
test�culos, que ella rode� con sus manos hasta que no qued� ni una gota de leche
en ellos. Nos abrazamos y sin decir nada nos acostamos.

Al d�a siguiente estaba esperando que se termine de arreglar
para irnos de boda, ella estaba mas de una hora en el ba�o, yo sentado sobre la
cama viendo la televisi�n del dormitorio, en slip para no arrugar el traje.

Abr� la puerta del ba�o y entr�, ante la indiferencia de ella
la observ�, Llevaba el pelo de peluquer�a a tirabuzones, media melena, el
vestido estaba colgado esperando en la percha del ba�o, Ella ten�a puesto
solamente el sost�n, las medias blancas sujetas al liguero y una braga tanga
tambi�n blanca. Apoyada en la bancada a unos cent�metros del espejo con una
barra de labios se estaba pintando, postura que le obligaba a sacar el culo
hacia fuera y agachar un poco el cuerpo, sacando por detr�s aquella flor
escondida apenas por el peque�o tanga.

Mi mujer tiene 34 a�os uno menos que yo, y sigue estando
buen�sima, adem�s de guapa, tiene unas formas que algunas mujeres mas j�venes
quisieran tener.

Me acerque por detr�s, y le puse la mano sobre el culo, lo
recorr� hasta llegar a la rajita y sobre la braguita le hund� el dedo anular y
la abrac� por detr�s, apretando mi pene erecto dentro del slip a ese precioso
culo.

Le hice caso, me puse el traje, ella un vestido largo rosa
marcando sus curvas perfectas, le iba perfectos con su cabello casta�o casi
rubio y su piel morena.

Entramos en el sal�n de banquetes y nos aposentaron en una
mesa con otros amigos de la novia, que conocimos all� por primera vez, nos
sentamos mezclados como es costumbre en mi tierra, repartidos con otro
matrimonio, al lado de mi mujer le toc� un chico mas joven que nosotros, Ra�l,
de unos 30 a�os, muy bien parecido y simp�tico. A mi lado se sent� su mujer,
Tania, una chica de origen ruso, preciosa, de piel extremadamente blanca y
rubia, sentada ya denotaba una buena estatura, con una cara muy linda, labios
finos, ojos azules y nariz puntiaguda, al final del banquete ya ten�amos
confianza, tanto que salimos a bailar los dos matrimonios, intercambi�ndonos las
parejas para ense�arles los pasos del cha ch� ch�, en pleno baile par� la m�sica
y empezaron a tocar una balada muy lenta, bajando las luces de intensidad, me
gir� para ir al asiento cuando Tania me coloca los brazos alrededor del cuello
sin dejarme ir de la pista, su marido hizo lo mismo con mi mujer. Tania se me
arrim� hasta colocarme los labios a pocos mil�metros de los m�os con la mirada
fijada en mis ojos, la tela fina de su vestido dejaba notar su cuerpo totalmente
pegado al m�o, entonces pens� en mi mujer y la mir�, estaba bailando tambi�n
pegada al aquel muchacho mas joven que yo con la cara arrimada a su cuello
abrazada a �l.

Aquello me produjo una sensaci�n de celos tan fuerte que
intent� separarme del cuerpo de Tania para ir a por mi mujer, pero al darse
cuenta me apret� m�s a�n y me rozo los labios con los suyos d�ndome un peque�o
besito.

Las dos sensaciones mezcladas me produjeron una fuerte
erecci�n que me hizo aguantar en la pista, su marido agarraba a mi esposa con
una mano en la cintura y la obra un poco mas baja casi a la altura del culo,
solo me aguantaba el hecho de que aquella preciosidad restregaba su cuerpo
contra el m�o.

Terminamos de bailar y nuestros nuevos amigos nos invitaron a
tomar una copa en su casa, fuimos, nos sentamos los cuatro en sof� grande que
ten�an en el sal�n, mi mujer a un lado, al otro Tania y a su lado Ra�l, tras un
buen rato de hablar y copas mi mujer dijo "voy al servicio", Tania le indic� el
camino y se fue, A los pocos segundos Ra�l dijo "Yo tambi�n tengo que ir al
servicio", se levant� y se dirigi� hacia el interior de la vivienda.

Nos quedamos solos, Tania acort� la distancia entre los dos y
me puso su boca junto al o�do diciendo:

Di un salto para salir en su b�squeda, pero Tania me empuj�
sobre el sof� me abraz� y me puso una mano sobre la bragueta del pantal�n,
acariciando hasta conseguir una erecci�n en mi pene y continu� habl�ndome al
o�do:

Mientras me susurraba me baj� la bragueta dejando mi pene al
descubierto y agarr�ndolo con una mano empez� a darle movimiento a la piel de
arriba a bajo sacando y escondiendo el glande, la sensaci�n que produc�a el
pensar que aquello fuese verdad, me produc�a una excitaci�n indescriptible y
desconocida par m� hasta ese momento, continu� Tania:

Tania se levanta del sof�, se levanta la falda mostr�ndome su
peque��simo tanga color negro, que apenas tapa su rajita, lo aparta dejando ver
su flor abierta color rosa intenso que contrasta con blanco de su piel, se me
acerca colocando las rodillas sobre el sof� encarando mi pene contra la abertura
de su vagina y se sienta a horcajadas sobre m�, acoplando perfectamente aquel
chochito totalmente caliente y h�medo a mi capullo, y moviendo el culo de arriba
a bajo continua con su narraci�n:

Empec� a empujar mi capullo hacia el interior de su vagina
levantando las caderas a embestidas que la levantaban un palmo del sof�, cuando
de repente o�mos ruido por el pasillo y Tania se apart� de golpe sent�ndose a mi
lado en el sof�, con la cara enrojecida por la excitaci�n, me puse mi pene como
pude dentro de la bragueta y ella se arregl� la falda casi al mismo tiempo que
entraba mi mujer en sal�n con los ojos brillantes forzando una sonrisa, detr�s
lleg� Ra�l con un notable bulto en el pantal�n, el se sent� en el sof� de
enfrente, Tania se levant� r�pidamente y fue a su lado, mi mujer se sent� junto
a m� cogi�ndose del cuello me bes� en los labios, me meti� la lengua hasta la
garganta, entonces la abrac�.

Cuando mir� a la otra pareja, Tania le estaba quitando los
pantalones a Ra�l por los pies, que segu�a sentado, la camisa fue a parar al
suelo del sal�n volando, Ella se quit� el vestido y se qued� de pi� con los
zapatos de tac�n y el tanga negro, Parec�a una Diosa, entonces se agach� sobre
su marido sac�ndole el pene del slip empez� a lamerlo, se coloc� un poco ladeada
de forma que yo pod�a verlo todo, como se met�a el glande hasta la garganta
rodeando su pene con los labios rojos, carnosos, al mismo tiempo por detr�s con
una mano se apart� la min�scula braguita y se abri� la raja de su culo
levant�ndolo, mientras agachaba la cabeza sobre la polla de su marido, con una
mano cogida a miembro de su esposo y con la otra abriendo los p�talos de aquella
flor, era un gran espect�culo para mis sentidos, como mostraba su agujero
abierto chupando con arte aquel pene.

Mi mujer se dio cuenta de aquello y gir� la cabeza, mir� pero
no dijo nada, empez� a quitarse el traje largo de pie delante de m� y me llev�
una sorpresa, no llevaba ni el tanga ni el sujetador puesto, entonces me
vinieron una serie de pensamientos a la mente sobre lo que habr�n estado
haciendo en el aseo, pero no dije nada, me quit� la ropa, ella se arrodill� y se
puso a mamar mi glande desesperadamente, con el culo hacia la otra pareja, Ra�l
la miraba, mi mujer con el culo enfocado hacia �l con los dedos de una mano se
masturbaba buscando el cl�toris.

Aquello se hab�a convertido en un reto, las dos hembras
chupando las pollas de sus maridos pero en realidad su intenci�n estaba
totalmente puesta en exhibir sus encantos y excitar a los maridos de la otra
pareja.

De pronto Tania levant� la cabeza, mostrando el pene de su
marido cogido con las dos manos, se dirigi� a mi mujer:

Mi mujer movi� la cabeza en sentido negativo, mir�ndome a la
cara como pidiendo permiso, entonces una fuerza extra�a me sali� del interior y
la empuj� hacia el otro sof�, se levant� y dud�, le se�al� con la cabeza y
lentamente cedi�, se fue alejando de mi encamin�ndose al otro sof� despacio sin
dejar de mirarme a la cara.

Una vez all�, se qued� de pie mostrando su figura de curvas
perfectas adornada solo por el liguero blanco, Tania la cogi� de la mano y la
hizo arrodillar diciendo:

Entonces mi mujer venciendo la verg�enza ayudada por la
excitaci�n, empez� a lamerla, acompa�ando a Tania, cada una de un lado, los dos
arrodilladas con los culos abiertos hac�a m�. Al cabo de un rato de chupar, mi
mujer se levant� puso los pies sobre el sof�, uno a cada lado del cuerpo de
Ra�l, doblando las rodillas se agach� apuntando con su chocho abierto la punta
del capullo de Ra�l, encaminado por la mano de su mujer. Cuando ten�a el glande
en contacto con la entrada de su vagina se gir� mir�ndome empez� a decir.

Me qued� callado mirando con cara de imb�cil, ella esperaba
la se�al para empezar, entonces, movido por el instinto y sin pensar le hice una
d�bil se�al con la cabeza asintiendo, entonces ella empez� a hincarse aquel
trozo de carne del muchacho en el interior de su vagina cerrando los ojos y
abriendo la boca con un gesto de inmenso placer, continu� hablandome

Tania, ten�a cogido el pene de su marido por la base,
arrodillada en el suelo, con la mirada a pocos cent�metros del agujero de mi
mujer por donde entraba y sal�a el pene de su marido, ensaliv�ndose el dedo
anular aplic� un masaje en la entrada del ano de mi mujer, imprimiendo un
movimiento circular con la yema del dedo mientras la polla de su marido no
dejaba de bombear a mas velocidad y fuerza cada vez en el chocho de mi mujer.
Tania dirigi�ndose a mi dijo

Retozaban como enloquecidos, solo Tania parec�a mantener el
control, mi mujer aument� el ritmo del movimiento de sus caderas y solt� un
grit�:

Mi mujer se apart�, descabalgando de aquel hombre y se sent�
a su lado como derrotada, entonces Tania se acerc� a m� a gatas y se puso a
cuatro patas delante de m� mostr�ndome aquel blanco y precioso culo se acerc�
haciendo marcha atr�s girando la cabeza mir�ndome, invit�ndome a la c�pula como
har�a cualquier hembra que invita al macho en el reino animal. Me arrodill�
detr�s de ella y coloqu� mi glande apoyado en la entrada de su vagina abierta
con sus dedos, entonces mi mujer se incorpor� y se coloc� detr�s de mi, agarrada
a mi espalda con una mano me acaricia los test�culos y me empuja con su cuerpo
para que que se produzca la introducci�n, lentamente se clav� mi pene en el
interior de la vagina de Tania.

Ra�l sentado, solo, se manoseaba la polla mirando la escena,
ahora eran las dos hembras para m�, yo segu�a embistiendo el culo de Tania,
bombeando mi polla en su vagina, mi mijer me puso la otra mano en el culo y
hurgando buscaba la abertura de mi ano con insistencia, hasta que la encontr�,
entonces empez� a meterme el dedo dentro como si estuviera follandome.

Ra�l se levant� y se puso detr�s de mi mujer, yo estaba
concentrado en follarme aquella rubia con rasgos n�rdicos, mientras su esposo
seguramente se estaba follando por detr�s a mi mujer a juzgar por las embestidas
que me daba mi mujer por detras, entonces esta me agarr� una mano y
acompa��ndola con la suya la llev� hasta la entrada de su chochito, la acerc�
hasta la entrada, estaba interesada en que supiera lo que estaba pasando.

Con la mano toqu� su monte de venus revestido de cortos
pelitos, baj� mas hasta su cl�toris y me encontr� el mango de Ra�l que entraba y
sal�a de su vagina h�meda, casi me dio un calambre cuando lo toqu�, pero mi
mujer me agarr� con fuerza la mano para que no la quitase, segu� frotando su
cl�toris con los dedos, con el pene de Ra�l clavado en su gruta, hasta que est�
dio un grito, mi mujer se desclav� de aquel pene que se qued� entre sus piernas,
entonces salie� un chorro de leche caliente que unt� toda la mata de pelos y la
raja de mi mujer, llegando hasta mi mano, no tuve mas remedio que seguir
acariciando el cl�toris de mi esposa ante su insistencia de que no apartara la
mano, ahora untada de esperma.

Mi excitaci�n aument� mas si cabe y not� como mis test�culos
estaban doloridos por la presi�n del esperma en la ves�cula seminal.

Ra�l se dej� caer al suelo extasiado, mi mujer pegada a mi
espalda con la raja totalmente mojada por la leche, recogi� con el dedo una
buena cantidad y me lo clav� en el ano lentamente, imprimiendo un movimiento de
vaiv�n al mismo ritmo que mi polla entraba y sal�a de la rosada vagina de Tania,
mi cuerpo se estremeci�, Tania arque� su espalda, not� como contra�a su vagina
dando peque�os gritos entrecortados, mientras mi pene empez� a soltar leche en
el interior de su chochito, mi pene cogi� el ritmo de las contracciones de su
vagina y con los esf�nteres apretaba los dedos de mi mujer. El el primer chorro
fue largo seguido de cinco o seis mas cortos pero abundantes, me qued� quieto
saboreando el placer que me proporcionaba mi corrida y observando la de Tania,
mientras mi mujer segu�a embisti�ndome por detr�s, saque el pene y solt� el
ultimo chorro de esperma contra su ano abierto y rosado.

Respir� hondo y me dej� caer en el suelo, boca arriba,
agotado, delante de mis ojos estaba T�nia a�n a cuatro patas respirando fuerte,
de su raja ca�an gotas de esperma, justo al lado de mi cara, cuando ella encar�
su cochito sobre mi cara y repente sali� un chorro largo blanco y espeso sobre
mi cara, Tania me mir� y sonri� mi mujer sentada en el suelo con las piernas
abiertas apoyada en mi pecho dejaba un reguero de leche por los suelos

Nos fuimos a casa casi sin hablar en todo el camino, hasta
que mi mujer acerc� su boca a mi o�do y me solt�.