Y vino mi t�o Paulino, nom�s, acompa�ado de su hijo, mi primo
Nicola. Al verlos arribar al rancho el t�o me impresion�: era igual a mi padre,
rubio, ojos claros, pelo corto y la piel intensamente curtida por el sol. Mi
primo se parec�a bastante a mis hermanos, hasta podr�a llegar a confund�rselos.
Ambos me miraron como quien mira a su presa y no sent� verg�enza ni nada sino
todo lo contrario: cierta lujuria me recorri� el cuerpo de solo pensar en chupar
y lamer un nuevo pene. �C�mo lo tendr�a? �Duro y potente como el de mi padre?
�Grande y generoso como el de mi hermano? Me excit� ante la sola idea de
combinar todos los atributos en una sola verga cuando mi madre nos hizo pasar a
todos al rancho.
Era casi de noche y una conversaci�n en italiano entre los
hombres lleg� a mis o�dos:
Es una linda hija la que ten�s.
Gracias.
�Me reservaste lo que te he pedido?
Con ah�nco
Me gustar�a hacerlo ma�ana, la quiero solo para mi y para
mi hijo
Cuando nos vayamos a trabajar ser� toda tuya
La concha comenz� a palpitarme y mir� a mi t�o con cierta
impaciencia, dispuesta a hacerlo en ese momento si �l quer�a. Me devolvi� una
media sonrisa fingida y mi madre nos llam� a comer.
Por la noche intent� dejar de imaginar su verga en mi concha
pero no pude. Tanto fue as� que me la agarr� con el pobre de Gianni que roncaba
como un lir�n. Me le acerqu�, si es que pod�a mas, y puse mi cabeza debajo de su
nariz para sentir su respiraci�n. Respiraba acompasadamente, de una manera
pesada y honda, transmiti�ndome cierta paz. Claro que yo estaba en una situaci�n
exactamente contraria: ansiaba guerra all� y en ese mismo momento. Estaba echado
boca arriba y a pesar de la casi penumbra pod�a divisar el contorno de su cuello
a contraluz. Su nuez de Ad�n me invit� a comerla y la bes�, ansiosa de fregar
mis labios contra su piel. Saqu� la lengua y empec� a rode�rsela, luego fui
subiendo por su cuello, que sab�a a sal y a hierbas, pasando por sus orejas, sus
mejillas, hasta llegarle a la boca. Le bes� los labios y aun con mi lengua
jugueteando por aqu� y por all� la introduje en ese orificio goloso que tan bien
hab�a aprendido a chuparme y besarme. Reaccion� rapid�simo:
Vamos al establo
No, nos tocamos hasta acabar y listo
No, ac� no podemos hacer nada
Es que es muy peligroso, un orgasmo cada uno y listo,
dale
No, no, quiero penetrarte por todos lados antes que el
t�o. Vamos....
Es muy peligroso.
Vamos igual, si pasa algo me ech�s la culpa a mi
No, que me van a dar a mi tambi�n si nos descubren
Es que ac� no podemos hacer nada, vamos ahora te digo.
No me mov� al momento en que intent� hacerme salir de debajo
de las cobijas. Vi apenas el brillo intenso y lujurioso de sus ojos cuando meti�
las manos bajo mi camiseta, acarici�ndome desde el est�mago hasta el inicio de
las tetas, sin tocarlas, subiendo y bajando, llegando justamente hasta all�
donde todo se vuelve lujuria. Me estremec� ante el contacto de sus dedos cuando
me habl� al o�do mientras intercalaba leng�etazos al l�bulo entre sus palabras:
No quer�s que con esta lengua te lama?
Si
D�nde quer�s que te lama?
Por todos lados
Las tetas?
Si
La concha?
Si
Empec� a mojarme al sentir su lengua pegando raudamente
contra mi l�bulo y al escuchar sus palabras que me ofrec�an una imagen v�vida
del acto imaginado.
El culo?
Si
Hummm, yo tambi�n quiero chuparte hasta hacerte acabar.
No quer�s chupar mi verga? Mientras dec�a esto me la refregaba en las
piernas.
Quiero chupar tu verga.
Vamos entonces.
El jueguito me estaba gustando y calentando mas de lo
esperado pero me negu�. En realidad, desde que empez� a acariciarme el est�mago
hab�a decidido ir con �l al establo pero esta lentitud, esta exasperaci�n me
estaba poniendo fren�tica y muy caliente
No. Qu� mas me har�as?
Penetrarte por detr�s y por delante hasta hacerte acabar
una y mil veces
Sus manos segu�an con ese jueguito ansioso de no tocarme y me
hac�a estremecer al m�ximo. Me generaba una excitaci�n intensa, me daban ganas
de gritar "por favor, tocame, penetrame", pero tambi�n me sum�a en una vor�gine
de lujuria.
C�mo me penetrar�as?
Despacio, para que desees mas de los que est�s deseando
ahora. Y hasta el fondo, cuando ya no aguantes mas, para hacerte acabar.
Ah� mismo lo tom� de la mano y salimos del rancho, haciendo
el menor ruido posible hasta el establo. Se me tir� encima, y a pesar de mi
propia excitaci�n lo apart�:
Despacio, hoy quiero hacerlo despacio
Me sonri� c�mplice y me mir� de arriba abajo haci�ndome
sentir deseada.
Sab�as que sos hermosa? Me encantan tus tetas, tu culo,
tus piernas, sos mejor que mam�. Me mostr�s tus tetas?
Sin decir nada, levant� la camiseta y me la saqu�.
Son preciosas...
Se acerc� despacio y comenz� a rozarme los pezones mientras
me hablaba al o�do.
As� te gusta?
Siiiii
Me bes� en la boca, meti�ndome la lengua despacio mientras
sus dedos segu�an roz�ndome, haciendo que mi entrepierna se humedeciera con
ganas. Su lengua luego lami� mis labios, mi cuello hasta llegar al inicio de las
tetas. Pas� la lengua por la canaleta y sin mas fue directo a uno de mis
pezones. Me arque� para que su boca me lo chupara todo, mientras yo misma lo
incentivaba, con mi propia mano, a que me apretara la otra.
No quer�as despacio? Eso vamos a hacer.
Quer�a despacio y me gustaba, era cierto, pero a veces me
desencajaba y deseaba que me chupara, tocara y acariciara con desesperaci�n, sin
retrasos. Era un delicia sentir la lentitud de su lengua rode�ndome el pez�n,
sus dientes dando mordisquitos sobre �l, completamente r�gido y erguido. Me
aferr� a su cabeza cuando un estremecimiento me recorri� al cuerpo y sent� la
imperiosa necesidad de tocarlo. Comenc� a subirle la camiseta y el se dej�
hacer. Solo un instante estuvimos separados pero se me antoj� largu�simo. Me
apret� contra si y apoy� mis pechos contra su torso desnudo. Pas� sus manos por
mi trasero y me fue bajando la pollera mientras me besaba el cuello, las tetas,
el est�mago. Se acerc� a mi entrepierna, apoyando su nariz en la bombacha, me
oli� y se refreg� ah�, en mi cavidad candente
Que olor a amor ten�s
�Te gusta?
Me encanta... Est�s mojada?
Mucho.
Me gusta esto de hacerlo despacio, me calienta mas.... ya
la tengo parada y casi no te toqu�
No me hagas esperar mas....
Me obedeci� y lentamente fue baj�ndome la bombacha. La sac�
de entre mis pies y me sent� sobre la paja h�meda.
Mostrame lo mojada que est�s
Abr� mis piernas y le mostr�
No veo, dejame verte toda
Puse las manos en mi raja y separ� los pelos, dej�ndole
expuesta toda mi carne h�meda y brillante. Se acerc� despacio, bes�ndome desde
los pies hasta llegar a la entrepierna; all� se detuvo un rato, jugando con su
lengua en mi pubis, a los costados de mis piernas, en mi est�mago, toc�ndome
apenas las tetas cuando empec� a gemir de desesperaci�n y ansiedad. Me mov� para
que su lengua diera finalmente con mi concha, para que me chupara, me lamiera de
una buena vez y terminara con la excitante tortura. Un poco sacada lo manote�
entre las piernas y se apart�, divertido.
Bueno, ya que es lo que quer�s, vamos a probar algo que
el otro d�a prob� con mam�.
Se puso de pie y de un saque se sac� el largo calz�n. La
ten�a parad�sima, enorme, preciosa. Ansi� chup�rsela y saborear sus fluidos
cuando hizo que me acostara. Mi sorpresa fue grande al ver que su verga qued� en
mi boca y la suya en mi concha. La ten�a tan cerca que casi pod�a oirla latir.
Desesperada la leng�ete� como pude, porque todav�a se estaba acomodando, y lo
escuch� gemir. Me la meti� sin hacerme esperar y chup� como loca, llenando todo
su miembro de saliva, acariciando los huevos y pas�ndole la lengua lo m�s
r�pidamente que pod�a para que se diera cuenta de cu�nto lo deseaba. Volvi� a
gemir, esta vez con mayor intensidad, ahogando su �xtasis en mi concha, la que
recibi� un buena porci�n de saliva. Jade� de placer al sentir su l�tigo de carne
y fuego chup�ndome el cl�toris, meti�ndose en mi cavidad, roz�ndome con sus
dientes y acerc�ndome al orgasmo lenta pero irrefrenablemente.
Dedos ahora me penetraban la vulva mientras su lengua
bailoteaba de ac� para all� a mi cl�toris por lo que chup� con mas fuerza su
verga, dej�ndole sentir mis labios al subir y bajar por su tersa piel cuando su
miembro dio un respingo y me di cuenta que estaba pr�ximo a acabar. Se apart� en
forma brusca y dijo entrecortadamente:
No, despacio, que todav�a me falta tu ano y tu vulva
Se sent� sobre la paja, a mi lado, y vi su verga
completamente hinchada y colorada, resplandeciente. Me atrajo hac�a si y me puso
de espalda, me sent� sobre �l y tom�ndome de las caderas, muy lentamente, gui�
su verga hasta mi raja. Yo estaba muy excitada, ardiendo por dentro y por fuera,
sent�a entre las piernas la humedad que hab�a provocado mi hermano y me prepar�
para experimentar todo el placer que me fuera posible.
Apenas sentirla entrar abr� la boca ante la falta de aire, la
cabeza me estaba invadiendo de una manera exquisita y empuj� sobre �l hasta que
comprob� que me penetraba hasta el fondo. Me qued� quieta para sentir cada
cent�metro de su carne y me mov� hacia los costados primero despacio y luego mas
r�pido mientras �l hab�a empezado a empujar hacia m�, mordi�ndome el cuello y
apret�ndome los pezones cada vez que yo jadeaba al sentir su carne llen�ndome.
Contra�a mi est�mago y tambi�n mi concha para comerme toda su pija, ya no pod�a
dejar de gemir y empec� a experimentar la llegada del primer orgasmo. Me mov�
mas intensamente sobre �l, de una manera fren�tica. El se qued� quieto mientras
era yo la que sub�a y bajaba, penetr�ndome con su pija, cuando puse su mano en
mi concha para que me tocara el cl�toris. As� lo hizo, lo apret� acompa��ndome
en cada uno de mis arrebatos de lujuria y grit� ante la llegada de la tensi�n
contenida que explot� dentro de mi.
No sab�s el esfuerzo que estoy haciendo para contenerme y
no acabarte ahora mismo
Apenas me recuper�, me puso en cuatro patas y apunt�
directamente su verga en mi ano. Trat� de meterme la cabeza y gem� de placer
cuando sus dedos acompa�aron la peque�a envestida. Sent� entrar su miembro y un
poco de dolor me invadi� cuando me ensanch� por dentro. Se qued� quieto y esper�
a que me amoldara. No fue mucho el tiempo necesario cuando, ahora, me pasaba la
mano por la raja, desde el cl�toris hasta el inicio de su verga metida en mi
culo llev�ndome a una excitaci�n de locura. Meti� parte del tronco y volvi� a
esperar mientras varios de sus dedos apretaban con firmeza mi cl�toris. La
electricidad me invadi� y necesit� tener su verga mas metida dentro de mi por lo
que empuj� hacia �l. Lo escuch� jadear cuando su pija me penetr� hasta el fondo,
r�pido, mientras yo estaba por experimentar un segundo orgasmo ante su carne y
sus dedos en mi concha que no dejaban de moverse y de apretarme en lo mas
sensible.
Cogeme vos, dijo
Casi desesperada por cog�rmelo y por acabar empec� a bombear
contra �l con tanta ansiedad que los traqueteos parec�an furiosos; el sigui�
toc�ndome por todos lados mientras su verga entraba y sal�a dentro de mi con la
misma furia. Sus jadeos se fueron poniendo intensos y empuj� muy fuerte contra
�l, tratando de dar un �ltimo golpe de gracia que nos hiciera acabar a los dos.
Ahora pareci� que no podr�amos aguantar mucho m�s, bombe�bamos los dos como
endemoniados, haciendo que la pija saliera hasta la cabeza para luego meterla
hasta el fondo, haci�ndome saltar de placer y llev�ndome a un orgasmo intenso
que sabore� que con un buen grito. Me sigui� taladrando, agarrado a mi cl�toris
y a mis tetas, empuj�ndome como loco, movi�ndose hacia delante y tambi�n a los
costados cuando me atrajo hacia si, arque� un poco mi espalda y sac� su pija de
adentro m�o para empezar a vaciarse sobre mi trasero. Me di la vuelta, no iba a
desperdiciar ni una gota mas, y un chorro cay� sobre mi cara. Aun cuando estaba
eyaculando, se la chup� y a pesar de que emit�a sonidos de queja me dej� que
sorbiera el resto de su semen.