Relato: Perra Vida BIP BIP BII BIP BIP BII ...
Otra vez cuando estaba más dormida, maldito despertador, malditas mañanas.
¿Qué me toca hoy? ¡Ah, ya! Que monotonía, todos los
días tan parecidos. Ojalá fuese oficinista. Tengo que dejar comida
preparada para Luis para cuando venga del instituto, Pedro comerá en
la universidad y Pedro padre se llevará su bocadillo al trabajo. Por
cierto, está dormido como un tronco. Tengo que dejar puesta la lavadora,
ya sacará y tenderá la ropa Luis. ¡Ay madre! No me acordaba,
tengo que repasar el depilado del pubis y la laca de las uñas después
de ducharme. No me va a dar tiempo a todo. Y hablando de tiempo, no sé
cuando voy a poder ir al banco a hacer la transferencia de la matrícula
de Pedrito, Pedro no podrá. Señor, como me cuesta levantarme de
la cama con este barrigón, menos mal que solamente me quedará
un mes.
Bueno, por lo menos no ha habido problema con el calentador para ducharme. A
ver si un día lo podemos cambiar. Estoy harta del empañamiento
del espejo, nunca me puedo ver bien y después me sueltan la bronca en
el estudio. Bueno, con esta barriga no me puedo ver bien de ninguna manera,
me tendré que poner la crema depilatoria a ojo. Qué lata, ¿Por
qué les gustará tanto a los hombres que llevemos el coño
depilado como las nenas? Bueno, creo que no me quedó mal, por lo menos
lo que veo. Pero seguro que el cámara me hace una toma donde se ve algún
pelo. Yo no sé si este espejo es que es malo, pero no me gusto mucho,
no sé cómo me dan este trabajo. Soy todo curvas y tengo todo demasiado
grande, los muslos y las piernas gordos, el culo también gordo y las
aldabas las tengo enormes y ligeramente caídas. De cara no soy precisamente
lo que se lleva, y con este embarazo de ocho meses ya parezco un autobús.
Y nunca mejor dicho, porque este coño de labios tan enormes y prominentes
parece el radiador. Bueno, al menos estoy satisfecha de mi piel y de mis manos.
Sobre todo estoy orgullosa de mis manos. ¿Como me pinto las uñas
hoy?. El director dice que como sea mis manos dan muy bien, que lo importante
es que no me quite mi anillo de casada, porque da mucho morbo. Yo creo que con
estas manos tan grandes me quedan mejor las uñas con la laca nacarada.
No quiero ni pensar en lo que tengo hoy. Vaya ocurrencia para hacerme protagonizar
en el octavo mes de embarazo, me tendrán que follar unos ocho o diez
niñatos que. Qué tontería de guión, casi todos son
copiados. En éste se supone que soy madre de un alumno de instituto y
que la profesora me invita a explicar el embarazo en una clase de educación
sexual a 15 alumnos de 16 años. La profesora empieza a imaginarse que
los alumnos se acercan a nosotras y nos follan, una tontería. El papel
de profesora lo interpreta mi amiga Ana, que tiene ya 60 años. Con toda
seguridad, pese a que teóricamente nos distribuiremos las pollas, la
mayoría acabará en mis agujeros. Pobre Ana, a su edad tener que
estar aún así. Pero qué digo, no me quedará mucho
para la suya y encima estoy preñada. Ya tiene sorna la cosa, cuando debiera
estar con la menopausia. Seguro que me desajustaron el diu en aquella fiesta-orgía
para la que me contrataron y que acabó en el juego de esconder una canica
en un coño o culo y buscarla. Como fuera así, estoy asustada,
ya que había un negro en el grupo. Solo faltaría para los cuernos
de mi pobre marido un bastardo mestizo. Con lo pacientemente que llevó
los otros dos niños, los quiere el pobre como si fuesen sus propios hijos.
Les atiende más que yo. Qué dirían las vecinas con el niño
negro. La harpía del tercero se huele algo sobre mi trabajo ya que insiste
mucho en preguntarme como es que nunca me ve comulgando en misa. ¡Ja!
como para comulgar, me tendría que pasar la vida confesandome antes y
el cura me mandaría a tomar por culo. ¡Qué ironía
de frase se me ha ocurrido!, con toda seguridad que a mi pesar tendría
que cumplir ese mandato.
Bueno, ya estoy lista para ser follada. Ahora dejaré puesta la lavadora.
Esta noche cuando vuelva supongo que no tendré más remedio que
acostarme. Pedro volverá a cabrearse diciendo que el director abusa de
mi. Mnos mal que mañana no hay rodaje. No tienen más guiones.
Como si les hiciese falta un intelectual para imaginar los argumentos y redactar
esos bodrios. De todas maneras prefiero que tengan guiones y trabajar en esto.
Es más cómodo y seguro que hacer de puta como me veo obligada
cuando no hay películas. Es una de las pocas ventajas de estar preñada.
Mejor será después, cuando me ofrezcan los papeles de lactancia.
Así si hay trabajo seguro sin necesidad de cargar con el bombo. Y después
... Después a lo que salga y al complemento de puta. Pobre Pedro, pero
con su miserable sueldo nos moriríamos de hambre. Lo que más me
asombra de este hombre es que sea capaz aún de hacerme al amor sabiendo
que traigo el coño y el culo repleto de semen de desconocidos. A veces
pienso si será algo masoquista o pervertido. Pobrecito mio, seguro que
no. A este paso me veo como Ana, filmando películas porno y haciendo
de puta a los 60 años. Ana es una gran mujer, fue mi primera amiga desde
que me inicié en este mundillo, mi mejor consejera. Ella me enseñó
todos los trucos de una actriz porno. Sin ellos yo me hubiera hundido en la
depresión y mi marido y yo jamás hubiéramos abandonado
las colas de la beneficencia en este país en que la palabra beneficencia
resulta un sarcasmo para denominar una forma de morir más lenta de la
habitual. Jamás se podrá salir adelante en este sistema económico
secularmente incapaz. Resulta tal la inhabilidad de nuestra economía
que las películas porno que se ruedan aquí ni siquiera se comercializan
en todo el país. Creo incluso que no salen de esta ciudad. Ni qué
soñar de obtener más beneficios a través de Internet. Y
pensar que mis hijos no pueden salir de este pozo. El título que obtendrá
Pedrito en la Universidad, donde nos dejamos casi el producto las tres cuartas
partes del semen que me tengo que tragar, solamente le permitirá ejercer
dentro del país, su prestigio no da para más.
Ana, Ana, la pobre tiene en contra además de que se inició en
esto junto con su marido y él llegó un momento que ya no sabía
hacer otra cosa. Ahora que tiene los 65 años se ve obligado a follar
jovencitas que ni siquiera han cumplido 18 años para vídeos clandestinos.
Cualquier día acabará en la cárcel. Ana también
puede acabar puesto que dudo mucho que todos los niñatos que la follan
sean mayores de edad. Yo, por lo menos tengo un papel de la productora en que
se me asegura que mis partenaires, sean del sexo que sean, han acreditado ser
mayores de edad se nota, aparte el aspecto, por su nerviosismo y torpeza. La
chica de la semana pasada, sin ir más lejos, estoy segura que no tenía
ni los 18 años. Ella también estaba preñada y, según
el guión, habíamos sido apresadas hacía 10 meses por una
tribu de negros que nos sometía a toda clase de sevicias. Se suponía
que habíamos acabado preñadas las dos y la película mostraba
la clase de sevicias que padecíamos todos los días. Durante el
rodaje me fijé en aquel personaje que rondaba alrededor del director
sugiriéndole cosas que se reflejaban en la exigencia de mayores proezas
sexuales para la pobre chiquita, quien las asumía sin la más mínima
oposición. Estoy segura de que era la esclava de aquel desgraciado. En
este país debe ser donde más esclavitud sexual hay dada la pobreza
que facilita la dominación. Aunque oficialmente eso está perseguido,
los rumores, que a menudo se evidencian y se ignoran hipócritamente,
hablan de numerosos ranchos de esclavas para uso de los ricos y los turistas.
Sin ir más lejos, la esposa de Ricardo, mi representante es la esclava
de su marido, y ella, a su vez tiene otra esclava mulatita. Alguna vez nos ha
obligado a montar un numerito entre las tres. Cabrón de Ricardo, lo de
mi representante es su papel cuando trabajo de actriz, pero cuando trabajo de
puta se convierte en mi chulo. Chulo bastante estricto, por cierto. Una vez
que no acudí a una cita que me había concertado, me arreó
con su cinturón tal tanda de latigazos en el coño y los muslos
que cuando me vio el pobre Pedro quería matarlo, con lo pacífico
que es. La peor faceta de Ricardo es su sadismo. Cuando se aburre de su mujer
y la otra esclava, se pasa por casa para follarme el culo delante de Pedro.
Solo se corta si están los chicos.
Temo el día que mis hijos se enteren de lo que hago. A Pedrito ya le
he encontrado alguna revista porno y tarde o temprano topará con una
en la que aparezca yo. Cuando el hijo de Ana se enteró de la profesión
de sus padres, se empeñó en follarla y ella le dejó hacerlo.
Ahora, hasta se la lleva a su casa y la mete en la cama con su propia esposa.
Si mi Pedrito se empeñase también, como él, en usarme como
puta no se si podría negárselo.
Bueno, ya estoy arreglada, vamos al estudio. Me fastidia rodar tan temprano,
no puedo calentarme a esas horas y tengo que lubricarme artificialmente. ¡
Ay ! Se me ha olvidado ponerme los anillos de los pezones y del capuchón
del clítoris. Bueno ya no me desnudo, que me los pongan los de maquillaje.
Los meteré en el bolso. Ricardo dice que los anillos elevan mi caché.
Lo bueno que tiene hacer películas o sesiones fotográficas en
vez de hacer de puta es que no te sueltan el semen en los agujeros, te lo echan
en la boca, la cara o las tetas y así, con una buena ducha, mi Pedro
no tiene por qué manchar su picha con la leche de otros. Lo que me temo
de hoy es que el director se va a empeñar que algunos me meen. Por lo
menos que sea solo en la tripa. Lo de beber las meadas es el numerito que más
me desagrada.
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Relato: Perra Vida
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