Muy suave.
Lo que van a leer a continuaci�n , lo escribi� Sandra, mi
hermana. Ella es a la �nica persona que le comente lo que me sucedi� con
Esteban, mi sobrino. Solo espero que Rub�n , mi marido , no se lo haya contado a
nadie.
Por razones obvias , cambiamos los nombres, o tal vez dejamos
los mismos....Quien sabe ?
Lo cierto es que esto paso y no me arrepiento , de lo que no
estoy segura es si lo volver�a a hacer...
______________
Jimena se estaba duchando temprano aquella noche, estaba algo
cansada y solo tenia ganas de ir pronto a la cama con su marido.
Yendo hacia la pieza, el marido de Jimena record� que deb�a
llevarle la salida de ba�o a su esposa , la tom� del armario y fue hacia el
toilete , sigilosamente , tratando de no hacer ruido para as� poder
sorprenderla, y ver su cuerpo desnudo cubierto de agua.
Grande fue la sorpresa que se llev� , cuando descubri� que
agachado frente a la puerta , estaba Esteban , espiando por la cerradura.
- �Que mierda hace el pendejo este ah� ?! �, pens� indignado.
Se detuvo unos segundos y volvi� sobre sus pasos. No pod�a
creer lo que hab�a visto, sent�a una confusa sensaci�n. Lo primero que vino a su
cabeza fue la idea de agarrarlo del cuello y levantarlo del piso a patadas.
Luego pens� en que se trataba de una picard�a de un adolescente de 15 a�os que
solo espiaba a su t�a. Despu�s de todo, quien no ha hecho lo mismo con una
prima, t�a o lo que fuera...?
Mir� la salida de ba�o que ten�a en sus manos, y volvi� a
tomar rumbo hacia el toilete, esta vez haciendo claros ruidos para anunciar su
presencia.
Cuando lleg� a la puerta, su sobrino ya estaba a unos metros
, simulando estar at�ndose los cordones de sus tenis.
- Que hay Esteban , vas a salir a correr a estas horas ? ,
-pregunto burlonamente.
- No , solo me ato los cordones... Se levanto , dio media
vuelta , y se meti� en su habitaci�n.
Rub�n se quedo unos instantes parado frente a la puerta del
toilete , sin moverse , solo mirando hacia la nada , respiro hondo , golpeo y
abri� la puerta para alcanzarle la bata a su mujer.
- Gracias Ru ...- , dijo ella con una vos suave.
- Te espero en el cuarto , no demores como siempre , si ?
- No , amor.
Jimena no tard� demasiado , ni siquiera le dio tiempo para
meditar en lo que hab�a visto. El a�n estaba perplejo.
- En que piensas , - pregunto Jimena , - algo te preocupa ?
- Ven , si�ntate , te voy a contar algo que no vas a creer.
Ella se sent� en la cama junto a �l, observ�ndolo con
curiosidad, mientras se peinaba.
- Hace un instante , cuando iba camino al toilete a llevarte
la bata , encontr� a Esteban espi�ndote por la mirilla, vaya a saber cuanto
tiempo estuvo all� el muy pajero !
- Que dices ! interrumpi� con un sobresalto.
- Como lo escuchas , ESPIANDOTE , yo actu� como si no lo
hubiese visto , y �l sali� de prisa y se meti� en su cuarto como si nada.
- Es un cretino ! Como no lo sacaste de los pelos , deber�as
haberle dado un escarmiento ! � , dijo ella enfurecida , - Ve a su cuarto y
reg��alo.
- Tal vez el prefiera que vayas tu ...dijo Rub�n, y luego
ech� a re�r.
- Que dices !! Eres un pervertido, me das asco lo sabias ?
La idea de ver a su esposa en la habitaci�n junto al muchacho
ret�ndolo por lo sucedido le produjo una sensaci�n rara , placentera. Incluso
sinti� algo de culpa por tener esos pensamientos, pero aunque intent�
reprimirlos, nuevamente vinieron a su cabeza.
- El muchacho debe estar muy caliente, - le dijo el a su
mujer. - Talvez hasta est� en su cuarto , sacudiendo a su �amigo� , recordando
lo que vio...
- Qu�...a que te refieres ? pregunt� asombrada ,luego al
darse cuenta a que hacia referencia Rub�n, se largo a re�r.
- Que pasa , te agrada ser la fantas�a del muchacho ?
Jimena se sinti� confundida, por un lado era una especie de
halago saber que alguien se sent�a atra�do por ella, pero tambi�n le incomod�
saber que ese chico que talvez se estaba masturbando era nada menos que un
mocoso de 15 a�os y adem�s su sobrino.
- Cuanto tiempo crees que estuvo all� espi�ndome ?
- No lo se, no creo que mas de un par de minutos. De todas
formas creo que no debe haber perdido ning�n detalle.
Su marido no pod�a salir de sus er�ticos pensamientos que
ahora hab�an llegado un poco mas all� , imagin� a Jimena entrando a la
habitaci�n del muchacho, con su cuerpo mojado y su bata entreabierta, fingiendo
estar enojada, seduciendo al muchacho...
Como podr�a contarle su fantas�a a su esposa sin que fuera de
mal gusto.
En un arrebato , tom� coraje y le dijo: " Te imaginas cual
puede ser su reacci�n si tu estuvieses parada junto a �l observ�ndolo , lista
para ayudarlo con su �trabajo� ?
Jimena quedo petrificada ante la propuesta , pens� que aquel
comentario era algo subido de tono, fuera de lugar ; y con un gesto de enojo le
pego una fuerte cachetada en la espalda.
Los dos se quedaron en silencio durante largos segundos ,
mir�ndose fijamente, lidiando cada uno con sus fantas�as y sus temores.
La proximidad del cuerpo de Jimena lo motiv� r�pidamente , y
no dudo en estirar uno de sus brazos y abrazarla, para besarla suavemente. Luego
de cruzar varios besos, Jimena sinti� como su marido comenzaba a tener una
erecci�n, e instant�neamente dej� caer su mano dentro del slip y comenz� a
masturbarlo.
La respiraci�n de Jimena comenz� a tornarse ruidosa y
entrecortada , y los besos ya eran un torrente h�medo y tibio. El aparto su boca
unos cent�metros y volvi� a la carga , esta vez sin rodeos , ambos estaban muy
excitados y pens� que si la quer�a convencer , ese ser�a el momento.
- Jimena... voy a serte franco, te imagino entrando a la
pieza de Esteban, con tu salida de ba�o, sensual, insinuante, y eso me agrada ;
casi te dir�a que me enloquece.
Jimena esta vez no reaccion� y solo se quedo mir�ndolo ,
imaginando lo que el le ped�a.
En su mirada hab�a una mezcla de odio y deseo.
Cerro los ojos y se imagin� en la habitaci�n , junto a su
sobrino desnuda y al instante sus mejillas se pintaron de rojo. Parec�a que
estaba por explotar.
- Vamos, solo pi�nsalo, no importa si luego no te animas, al
menos tomate unos segundos para meditarlo, susurro Rub�n.
Luego de unos segundos, eternos segundos, mir� a su marido y
le dijo que ir�a, pero a rega�arlo, que eso era lo que el muchacho se merec�a.
El no se opuso en nada, not� en el tono de su esposa que lo
de la rega�ada era una excusa para ir a la habitaci�n de Est�ban y sab�a que una
vez que estuviese frente al muchacho, era cuesti�n del destino.
Jimena se levant� y fue hacia la habitaci�n del joven. A
mitad de camino se detuvo dudando de la decisi�n que estaba por tomar, ella
sab�a lo que pasaba por su cabeza y no era precisamente enojo, pero la
curiosidad de saber que pasar�a al estar all� adentro fue mas fuerte.
Mas decidida, pens� que ser�a mejor si se aflojaba un poco la
cinta de su bata , de esa manera se ver�a mas sensual, pensando que sus pechos
podr�an verse a trav�s del escote al menor movimiento.
Sigui� silenciosamente y se qued� parada observando desde la
puerta. Fue entonces cuando el muchacho presinti� la presencia de Jimena y al
verla all� parada ,comprendi� que hab�a sido sorprendido espiando, y para peor
esta con varias revistas sobre la cama en plena �sacudida� .
Con un movimiento brusco intento taparse con la s�bana, pero
hizo todo m�s evidente.
- Ola T�a ... no te o� llegar !, Se lo notaba muy
avergonzado.
- Me doy cuenta, parece que ahora soy yo la que te esp�a....
Dijo ella en tono de reproche.
Esteban no pronunci� palabra, qued� petrificado, no solo la
hab�a sorprendido masturb�ndose, sino que por lo visto sab�a lo del ba�o.
- Que es esto ? , pregunt� Jimena , mientras tomaba una
revista que estaba sobre la cama de el chico.
- Nada t�a , no es m�a , me la prestaron.
Jimena ojeo r�pidamente la revista, eran todas fotos de
mujeres hermosas con f�sicos perfectos. Luego al levantar la vista pudo ver como
su sobrino intentaba disimular una terrible erecci�n cubri�ndose con las
s�banas.
-Que estabas haciendo ?
- NADA... !
- Te estabas masturbando ? ; volvi� a preguntar con una
sonrisa c�mplice, a lo que Esteban contesto negando con la cabeza.
Ella tambi�n estaba nerviosa , su marido hab�a sido el
primero y el �nico hombre en su vida. Sent�a curiosidad por saber como ser�a el
miembro de otro muchacho . Pero Esteban era un adolescente a�n , y eso la hacia
sentir mal , aunque tambi�n la excitaba.
Volvi� a tomar una de las revistas y pasando hoja tras hoja
le pregunt�:
- Dime, cual de todas estas es la que mas te gusta, o todas
te dan por igual ?
Jimena no esperaba respuesta alguna, solo estaba tratando de
vencer su temor y sus nervios. Cuando levant� la vista, pudo ver que la erecci�n
de Esteban a�n estaba all�.
Decidi� no resistirse m�s , y con un suave movimiento comenz�
a correr la sabana con la que �l se cubr�a. Primero el se lo hizo un poco
dif�cil, sujet�ndolas para no quedar desnudo frente a ella, pero luego de unos
intentos su resistencia cedi�.
- En quien piensas cuando lo haces, vamos cuentame, no tengas
verg�enza..., si quieres yo puedo ayudarte un poco.
Su sobrino iba perdiendo la timidez poco a poco, hacia un
rato largo que no apartartaba la vista de los pechos de Jimena. Ella lo not� y
se acomod� de tal forma que el muchacho pudiera tener una mejor vista.
- Quieres que me habra la bata para verlos ? Pregunt� Jimena,
y sin esperar respuesta corri� una de las solapas de la salida de ba�o, dejando
al descubierto su hombro y uno de sus pechos. No eran grandes , pero si firmes y
con unos hinchados pezones rozados.
Ella noto como el miembro del muchacho comenzaba a agrandarse
, mas de lo que ya estaba.
- Me dejas toc�rtelo ? pregunt� el con la voz entrecortada.
Sin responderse , comenzaron a intercambiarse caricias. El
tocando toscamente sus pechos y ella acariciando su suave miembro. Not� que era
delgado y largo , con poco bello, algo totalmente distinto a lo que estaba
acostumbrada a ver cuando lo hac�a con su marido.
Jimena estaba totalmente excitada , fuera de si ; ni siquiera
recordaba que Rub�n deber�a estar escuch�ndola tras la pared o espiando desde la
puerta.
- Oh t�a, estoy muy caliente... Exclam� su sobrino , que no
sabia si disfrutar de los pechos o de la paja que le estaba haciendo su t�a.
- Voy a terminarme !
- No , espera un poco , no te termines todav�a ..., le dijo
ella sin apartar su vista del pene del muchacho , ... - � debes ir mas
despacio�.
En ese instante, el marido de Jimena no pudo contenerse mas y
entr� en la habitaci�n ante el asombro del muchacho. Luego se sent� en la cama
con ellos , y comenz� a besar apasionadamente a su esposa.
Jimena sinti� deseos de llevarse el miembro del muchacho a la
boca , era una extra�a sensaci�n de excitaci�n y amor maternal.
Pens� que su marido tal vez no estuviese de acuerdo , que eso
solo deb�a hacerlo con �l. Pero despu�s de todo , lo que estaba sucediendo en la
habitaci�n hab�a sido su idea , por lo que ahora no podr�a detenerla.
Gir� la cabeza , se acerc� al miembro de Esteban y sinti� en
sus labios un roce suave, y de a poco comenz� a bajar y subir, muy despacio ,
luego con su lengua , y as� continuo entre besos , labios y mas lengua , hasta
sentir como palpitaba la cabeza entre su labios.
La boca de Jimena fue follada por el pene del muchacho que
gem�a ante los placeres que su ella le otorgaba.
Su marido, ya demasiado caliente, intent� bajarle las bragas.
Jimena adivin� que ser�a penetrada mientras ella segu�a mamando y se entreg�
totalmente abriendo sus piernas , mostrando su sexo para que su sobrino la vea
completamente desnuda.
Estaba totalmente sometida al deseo de su marido y a su
propia excitaci�n.
El se levant� y se dispuso entre las piernas de Jimena. Su
polla muy dura ya apuntaba hacia la vagina.
- M�temelo, dijo suplicando de excitaci�n... m�telo todo.
Rub�n comenz� a follarla con energ�a. Jimena sinti� como la
cabeza del miembro de su sobrino se agranda , igual que cuando se la chupaba a
su marido y estaba por terminar.
- Mas adentro, mas adentro, suplic� Jimena.
A�n con las manos apretando los pechos, su sobrino anunci�
con gemidos que estaba por terminarse , y sin poder contenerse , acab� abrazando
a Jimena , disfrutando cada chorro de semen que sent�a salir.
Rub�n todav�a ten�a resto , y logr� que Jimena llegara al
segundo o tercer orgasmo , hasta que no pudo mas y eyacul� dentro de ella ,
provoc�ndole fuertes espasmos de placer.
Despu�s de esta locura, Esteban volvi� a Montevideo con sus
padres. Pasaron muchos a�os sin que lo volvamos a ver.
Con Rub�n a veces seguimos recordando esa noche y montamos
todo un juego fingiendo estar nuevamente all�.
Nuestra relaci�n no cambi� a partir de ese hecho, pero
confieso que me gustar�a volver a estar los tres juntos, aunque Esteban debe
tener ahora veintitantos a�os y eso me da un poco de temor.