Recientemente hice un viaje a Tapachula, Elia no pudo
acompa�arme por razones de trabajo. Debido a que viajar�a solo, opt� hacerlo por
autob�s ejecutivo que es m�s pr�ctico que hacer el viaje en autom�vil solo,
adem�s actualmente viajar en cami�n es muy c�modo. En mi viaje de regreso el
viernes, tuve como compa�era de asiento a una mujer con quien entable pl�tica
para evitar el tedio del viaje. Hablamos sobre cuestiones generales, sobre las
condiciones del clima, del tiempo de recorrido, etc. La mujer, quien era muy
amena para platicar, dijo llamarse Lizeth. No pregunte su edad, pues es de mal
gusto hacer esa pregunta a una dama. Pero calcul� que tendr�a entre 25 y 30
a�os. Repar� en algunos detalles de su cara, de tez blanca ojos marrones, nariz
afilada y labios carnosos. Su rostro ten�a una expresi�n muy dulce y vivaz, con
cierto aire de inocencia. Su cabello era muy negro y lo llevaba recogido en
forma de cola de caballo.

Ten�a muy buen sentido del humor y a muchas cosas le
encontraba el lado jocoso, su sonrisa era franca y contagiosa. Tambi�n not� que
sus manos no portaban el anillo de matrimonio, por lo que supuse era soltera.
Interrumpimos nuestra charla porque el movimiento del autob�s invitaba a dormir.
No se que tiempo despu�s, el autob�s se detuvo en un paradero.

Al sentir que el autob�s deten�a su marcha despert� y escuch�
el aviso del chofer, estar�amos 40 minutos en ese lugar. Mir� a Lizeth dormida y
no quise despertarle. Baj� a tomar algo y unos minutos m�s tarde vi venir a
Lizeth desde el cami�n. Me fij� que era alta, un poco m�s de 170 cm, vest�a unos
pantalones de mezclilla muy ajustados, que dejaban ver que pose�a una bonita
figura, es decir unos muslos firmes y gl�teos grandes, llevaba una chamarra
deportiva que imped�a ver el contorno de sus senos, pero definitivamente no eran
peque�os, se adivinaba que Lizeth ten�a un cuerpazo. �Que suertudo el cabr�n que
se anda cogiendo a este mango, pens�! Le invit� una bebida y acept� un caf�.
Platicamos nuevamente, siempre habl�ndonos de �usted� por ser nuevos conocidos y
por respeto mutuo. Le ped� que me hablara de �t�� y me llamara Cali, como lo
hacen todos mis amigos, acept� con la condici�n que yo hiciera lo mismo,
llam�ndole Liz. Esto abri� el espacio para preguntas m�s personales, ya saben:
en que trabajas, que haces, que aficiones tienes, etc. Nuestra pl�tica se
extendi� por buen rato, subimos nuevamente al cami�n y a�n segu�amos platicando.
La pl�tica tom� tintes de seriedad y era inevitable no preguntar por el motivo
de su viaje:

C: �A qu� vas a para all�?

L: Estoy buscando un poco de distracci�n.

C: �Y eso?

L: Mmmmmhhhhh�.pues eso, necesito distraerme, relajarme y
olvidar un poco.

C: Disculpa que te haya preguntado esto, veo que hay motivos
muy personales y�..

L: No tienes por que disculparte. � me interrumpi�. Es m�s,
te voy a decir, porque creo que necesito dec�rselo a alguien y t� me inspiras
confianza.

C: Bueno, te agradezco tu confianza, pero no tienes por que
dec�rmelo si tu no quieres.

L: No, no. Al contrario, a lo mejor t� me puedes ayudar�.

C: �Yo? �En qu�?

L: Lo que pasa es que hace unos meses termine con mi novio, y
eso me tiene un poco triste, ojal� y este viaje me ayude a recuperarme.

C: Creo que tomaste una buena decisi�n, all� encontrar�s
miles de cosas para pasar el tiempo, relajarte y chance que hasta nuevo gal�n te
consigas.

Jajajajajajajaja. � Re�mos muy fuerte, algunas personas de
asientos contiguos dirigieron su mirada hacia nosotros, en se�al que le
baj�ramos el volumen.

C: �Qu� tiempo tiene que terminaron, digo, si se puede saber?

L: Como ocho meses, m�s o menos.

C: A caray, ya es algo de tiempo, eh!

L: �S�, ya es mucho tiempo, verdad? �Te imaginas? Sin novio,
y sin ser��.bueno, creo ahora lo olvidar�.

Yo me qued� callado, notando que no hab�a terminado su
oraci�n, seguramente que quer�a decir sin ser amada, es decir, sin ser cogida.
Tambi�n pens� que solo un idiota pod�a dejar ir un bomb�n como ese. Liz es una
mujer para satisfacer al m�s exigente. Personalmente creo que en esa edad es
cuando las mujeres se ven m�s ricas, m�s sabrosas, est�n en la plenitud de su
sexualidad. Me hizo recordar a Elia, cuando la conoc� a los 25 a�os de edad,
ella estaba en su punto. Vinieron a mi memoria las grandes encerronas que
ten�amos cogiendo todo el d�a y noche. Fui interrumpido por la pregunta de Liz:

L: �Y tu eres casado?

C: S� � ense��ndole el anillo de bodas.

L: Ya me hab�a dado cuenta, pero ya sabes, ten�a que
preguntarte.

C: Claro, no hay problema, tengo cerca de 18 a�os de casado.

L: Pues que suerte y sobre todo que aguante.

C: Lo mismo digo yo.

Jajajajajajaja- Ambos re�mos quedito, para no molestar a los
dem�s viajeros. Volvimos a quedar en silencio, yo me fui quedando dormido. Por
mi mente nunca pas� querer conquistarla o buscar una aventura, ni nada por el
estilo. Aunque como mencion�, si pens� en las cogidotas que Liz debi� tener con
su novio, y que seguramente era lo que m�s extra�aba, porque por su atractivo,
Liz podr�a conseguirse a quien quisiera en cuesti�n de minutos.

Llegamos a la estaci�n de autobuses como a las 10:30 de la
noche. Caminamos juntos hacia la calle y me dirig� a donde Elia me estaba
esperando para llevarme a casa. Ah� le presente a Liz, ya saben, las
presentaciones de rigor, como la conoc�, etc. Liz ten�a ese don de caerle bien a
la gente, alegre, extrovertida, con su cara de jovencita bien portada, inspiraba
confianza. Ely ofreci� que la llev�semos a su hotel, nosotros pasar�amos por ah�
camino a casa. Liz se neg�, a insistencia de nosotros termin� aceptando. Le
acompa�amos a la recepci�n y al momento de registrarse le comunicaron que no
hab�a ninguna reservaci�n a su nombre. Sorprendida Liz, insisti� pues ella misma
hab�a hecho la reservaci�n.

C: �Segura que en este hotel reservaste?

L: Claro, hasta anote la direcci�n. � mostrando un papel con
los datos del hotel.

El recepcionista confirm� la ausencia de reservaci�n y de
habitaciones disponibles.

C: Mira, si gustas te acompa�amos a buscar hospedaje a otro
hotel.

L: Les agradezco, pero no quiero darles m�s molestias.

E: Nada! Ninguna molestia, ni ning�n otro hotel. No te vamos
a dejar sola casi a media noche buscando hospedaje. Te quedas en la casa con
nosotros!

L: No! �C�mo creen? Ya hicieron demasiado por m�, buscar� en
otro lado.

E: No seas terca Liz, es muy tarde y t� sabes que ahora la
seguridad es muy mala. Qu�date con nosotros esta noche y ma�ana, en el d�a,
buscas un hotel.

L: Es que no quiero molestar.

C: No hay problema, tenemos habitaciones para visitas.

Finalmente acept�, llegamos a casa, Ely le ense�� su recamara
y la invit� a comer algo. Liz dejaba ver cierta timidez, propia de encontrarse
en la casa de alguien a quienes acababa de conocer. Prefiri� tomar un ba�o y
descansar. Ely y yo nos dispusimos a dormir, le hice un resumen de la pl�tica en
el autob�s, termine dici�ndole que Liz me hizo recordar las cogidas que d�bamos
cuando nos conocimos. -�Que cabr�n eres! �Seguro que te imaginaste que te la
cog�as! - Me reproch� Ely.

-�Por supuesto que no, como crees, me acord� cuando �ramos
novios! � le contest�.

- �Que calientes �ramos! �Verdad? � dijo Ely a�orando.

- ��ramooooos? �Somos! - Le respond�, ense��ndole mi verga
bien parada.

Ely se abalanz� sobre m�, bes�ndome la boca, el cuello, el
pecho, todo. Los recuerdos de nuestras cogidas la encendieron tambi�n. Volvimos
a coger esa noche como en los �viejos tiempos�, ahora con m�s experiencia,
hicimos cosas que en esos a�os no estaban en nuestro �repertorio�. Ely se volvi�
loca en cada venida, grit�, aull�, no le import� que los ni�os ni la visita
oyeran. Pobre Liz, pens�, a lo mejor esta oyendo y ella sin poder hacer nada,
quiero decir, sin una verga que la consuele.

El s�bado por la ma�ana mientras desayun�bamos, Ely record�
que esa noche ser�a la despedida de soltera de Cristina, la hija de su amiga
Elvira, quien se casar�a en dos semanas. Ely necesitaba comprar el regalo y
cosas para la fiesta, ella era del grupo de organizadoras. Le suger� invitar a
Liz, lo que le pareci� una buena idea. M�s tarde, Lizeth baj� con su maleta
agradeciendo la hospitalidad y pidiendo hablar por tel�fono a alg�n hotel. Ely
le invit� a la despedida de soltera de la noche sugiri�ndole que quedara otra
noche m�s con nosotros. Liz rechaz� la invitaci�n, argumentando que sent�a que
estaba abusando de nosotros y cosas por el estilo. Ely pidi� a Chayito, nuestra
sirvienta, que regresara la maleta de Liz a su habitaci�n, luego que Liz acept�.
Acordaron hacer las compras juntas, pasar a la est�tica por la tarde e ir juntas
a la fiesta por la noche, Gloria la t�a de la festejada pasar�a por ellas a las
seis de la tarde. Yo sal� con los ni�os al club deportivo e hice otras
actividades que me consumieron todo el d�a. Por la noche, acost� a los ni�os y
fui a dormir. Pens� en la divertida que se estar�an dando estas mujeres, pues
Ely es tremenda en esas fiestas.

Finalmente qued� dormido y fui despertado por las risas y
ruidos que hicieron Ely y Liz al llegar. Mire el reloj, eran las 3:30 de la
madrugada, ven�an pasadas de copas y re�an de las an�cdotas de la reuni�n. Sal�
a ayudarles para que se fueran a descansar. Ely me vio y dijo: -M�ralo Liz,
m�ralo ah� esta el cabr�n, por si sientes que todav�a te falta algo! Ambas
rieron fuertemente. Aunque Liz me mir� un poco apenada. - Se ve que estuvo buena
la pachanga � les dije. -Ay! �Que buena velada tuvimos � respondi� Liz. Le dio
un beso a Ely de buenas noches, despu�s a m� y se retir� a dormir. �Que noche!
�Que noche! � dijo Ely con una cara de contenta � ma�ana te cuento! Subimos a la
recamara y en pocos minutos todo era silencio en la casa nuevamente.

Ely despert� como a la diez de la ma�ana, yo estaba en la
piscina y desde la ventana me pidi� un vaso de agua con alka-zeltsers, pues
ten�a un fuerte dolor de cabeza. Le llev� el vaso. Note que el cuarto de Lizeth
estaba en silencio, seguramente ella segu�a dormida. Le di el vaso a Ely,
tomando toda el agua, me recost� junto a ella.

C: Bien y �c�mo estuvo la fiesta? Cu�ntame que pas� anoche �
le ped�.

E: Mira Cali, �no te imaginas que pas�!

C: Por eso te digo que me cuentes.

E: Pues mira, la reuni�n fue muy amena en la casa de Gloria,
la t�a de Cristina, ya sabes juegos de adultos, con consoladores, bromas se
sexo, unos tragos, y toda la cosa. Gloria se ausent� un rato de la fiesta, dijo
que iba por una sorpresa, regres� un poco despu�s que la mam� de Cristina se fue
de la fiesta, como a eso de las diez de la noche, la sorpresa fue un
�chippendale�. Le reclamamos que era muy tarde, que debi� traerlo cuando estaba
la mayor�a de las invitadas, ahora ya qued�bamos pocas personas con Cristina:
Liz, yo y otras dos amigas.

Gloria dijo que era la �nica hora disponible del stripper, ya
que es muy solicitado y que por cierto, de ah� tendr�a que ir a al club nocturno
donde trabaja normalmente. Termin� diciendo, �saben que? ya le pagu� por su
show, as� que lo har� de todas maneras. Nos fuimos a la sala, todas nos
acomodamos en los sillones con nuestros tragos en mano, el stripper Aramis, le
dio un compact disk a Gloria con la m�sica y se quit� su gabardina. Llevaba un
traje elegante e inici� su show. Todas gritamos o chiflamos, por el cuero de
hombre que estaba bailando: un joven rubio, alto, de cabello largo, musculoso y
bien parecido. Con se�as, le pidi� a Gloria que empezara a quitarle la ropa.
Poco a poco cada una de nosotras le quit� alguna prenda, hasta dejarlo en truza.
Ni te imaginas la griter�a que se arm�, cuando se acarici� su �paquete�. Por sus
movimientos y su show, no hab�a duda que era un profesional. Se estimul� m�s su
paquete, hasta que el bulto se le not� claramente Se fue acercado a nosotras, le
dec�amos toda clase de piropos, el no se inmutaba, segu�a con sus movimientos y
nos pon�a sus nalgas cerca de la cara. Gloria no resisti� y le agarr� una nalga.

Despu�s Aramis, le puso las nalgas a Liz, quien estaba
sentada junto a Gloria, y ella restreg� sus pechos sobre las nalgas de Aramis,
todas aplaudimos la haza�a. Aramis pregunt� por la festejada y se le sent� en
las piernas, siempre movi�ndose sensualmente, todas le ped�amos ser la
siguiente. Se levant� y le acerc� el miembro a la cara de Cristina, ella retir�
su cara apenada, pues ya se notaba que ten�a la verga erecta. Gloria le grit�:
h�zmelo a mi cabr�n! ella todav�a no sabe de esas cosas! Aramis se volti� y se
acerco a mi, pens� que fui yo quien le hab�a gritado. Me quede inm�vil, vi�ndole
el paquetote, el se me acerc� demasiado. Sent� como cosquillas en el co�o y me
moj� much�simo. Le acaricie su miembro, por encima de la truza, haci�ndolo hacia
un lado para ver su longitud, era grande! Y le di un beso a la verga. Esto
provoc� que todas se pusieran como locas. La siguiente fue Gloria, que estaba
junto m�.

Aramis simplemente se par� frente a ella, lo m�s cerca que
pudo. Gloria inmediatamente tom� la verga con las manos, por encima de la truza,
la acarici� varias veces y recorri� con la boca todo lo largo de la verga
d�ndole peque�os besos. Todas gritamos y aplaudimos muy emocionadas. La
siguiente fue Liz, esper�bamos que ella superara a las anteriores, y no nos
decepcion�. Liz meti� la mano en la truza, y comenz� a masturbarle. La gritar�a
fue m�s fuerte. Liz le baj� la truza con una mano, mientras con la otra le
masturbaba y tambi�n le restreg� su pecho en el miembro, esto hizo que la verga
de Aramis se pusiera completamente erecta y dura, cuando consider� que su
�turno� hab�a terminado, le dio un beso a la verga y se la pas� a la pr�xima. La
siguiente, Conchita, tambi�n tom� la verga y la masturb� muy suave, con las dos
manos, sin quitarle la vista a la vergota, todas esper�bamos que se la metiera a
la boca, pero no, se la pas� a Norma, ella se negaba a agarrarla, todas
empezamos a gritar: que la agarre! Que la agarre! Como no queriendo, Norma la
tom� y la masturbo tambi�n, le dio besos y pas� su lengua por todo lo largo de
la verga y pareci� meterse la cabeza de esa vergota en la boca. Mire a Liz,
estaba apretando las piernas igual que yo. Seguramente que esa vergota la hab�a
calentado, como a todas. Nuevamente Aramis se acerc� a Cristina, su cara estaba
incr�dula, con los ojos medio abiertos, y con la respiraci�n muy agitada,
caliente vamos! T�midamente tom� la verga con las dos manos y con los ojos
cerrados, le dio un t�mido besito en la cabeza.

Gloria nuevamente le grit�: Eso h�zmelo a mi cabr�n! Ella
todav�a no se casa! Aramis, volti� ahora s� identific�ndola, se acerc� a Gloria,
quien se ve�a completamente caliente, Gloria inmediatamente puso las manos en
los muslos de Aramis, y con su boca busc� su verga. Todas nos quedamos en
silencio, asombradas, imagin�ndonos que ocup�bamos el lugar de Gloria. Yo s� me
lo imagine! Gloria se met�a y sacaba toda la verga de la boca y parec�a que se
estaba viniendo, al menos por la forma como mov�a las nalgas en el sill�n,
dejaba ver que eso estaba pasando, tardo un buen rato mamando verga, lo hacia
con ganas. Aramis, la retir� y pas� con Liz. Ella ten�a las piernas cruzadas,
apret�ndolas fuertemente, igual que yo.

Liz tom� la verga y la masturb� con fuerza, agarr�ndole los
huevos con una mano, cuando iba a met�rsela a la boca, Aramis se volti� hacia
Cristina y un enorme chorro de espermas sali� de su verga, cayendo en las
piernas de Cristina, Aramis continu� masturb�ndose el palo mientras giraba para
que todas vi�ramos como se ven�a. Casi a todas nos escurri� algo de semen.
Cuando termin� se acerc� a Cristina, para que le diera los �ltimos jalones a la
verga mojada con semen. Cristina la agarr� y masturbo suavemente. Todas gritamos
bravos, vivas y aplaudimos como locas. Aramis recogi� su ropa y le dijo a Gloria
que ten�a que irse. Gloria me pidi� que la esperara, que no me fuera, ir�a a
dejar a Aramis e inmediatamente regresar�a por nosotras. Le dije que estaba
bien. Luego que se fue Gloria, se escuch� el claxon de un carro, era el marido
de Norma. Conchita se fue con Norma. Nos pusimos a platicar con Cristina,
esperando a Gloria. Cristina segu�a muy nerviosa, excitada como todas, dir�a yo.
Nos dijo:

C:!Qu� b�rbaras! �Nunca me imagine tener una fiesta as�! �Ni
que hicieran todas esas cosas!

E: �Ay m�ija, pues todo eso te espera ahora que te cases!

C: �Todo eso?

E: Bueno, seg�n te entiendas con tu marido.

L: Oye Cristina, �Por qu� tu t�a no dej� que Aramis te
agasajara?

C: Lo que pasa, es que todav�a soy virgen

L: �De verdad?

C: Bueno, he visto cosas, como pel�culas, y revistas, pero
muy poco en vivo. La primera vez que lo iba a hacer con mi novio, mi mam� nos
encontr� en mi cuarto cuando apenas nos hab�amos desnudado, eso fue hace un mes.
As� que ahora tenemos que casarnos.

L: �C�mo? �Entonces por ejemplo, nunca has chupado un pene?

C: �Chuparlo? Pues, agarrado s�, pero chuparlo, lo que se
dice chuparlo no, todav�a no!

E: Mira m�ija, por eso se hizo esta fiesta, para que veas
como se trata un pene.

C: Pues no me fije mucho, estaba muy apenada y nerviosa.

L: Mira Cristi, si quieres te podemos ense�ar otro poco,
verdad Ely.

C: �De veras?

E: Mejor ens��ale t�, ustedes son m�s j�venes y se comunican
mejor.

C: S�, Liz, ens��ame t�, a mi me dar�a pena que la se�ora Ely
lo hiciera.

Lizeth fue a la mesa y tom� dos consoladores de esos que
vibran, uno plateado y otro con forma de pene un poco m�s grande y grueso. Le
dio el plateado a Cristi, y le dijo: - Trata de repetir todo lo que yo le haga
al aparatito. �Est� bien, respondi� Cristi. Lizeth tomo el cuerpo del consolador
y comenz� a darle de besos a la cabeza, cerr� los ojos y pas� la lengua por la
punta del consolador, para despu�s meterse la cabeza en la boca, iniciando el
mete y saca la cabeza de la boca. Cristi hacia lo mismo, pero era m�s excitante
ver a Liz, se ve�a que ella ten�a mucha experiencia mamando vergas y por la
forma del consolador se ve�a m�s real. Yo apagu� las luces de la sala, dejando
encendida una l�mpara, para que se sintiera mas intimidad, pero que permitiera
ver lo que estaba pasando. Me sent� para observarlas. Liz se desabroch� los
botones de su blusa, y se acarici� los senos, despu�s se desbrocho el sost�n,
llevaba uno de esos que se enganchan por el frente. Lizeth encendi� el vibrador
a media velocidad, Cristi la imit�. Liz puso la punta del vibrador en sus
pezones y en peque�os c�rculos recorri� toda la areola de sus dos tetas.

Cristi exclam� un peque�o Ay! Cuando hizo esto. Yo por mi
parte, verlas as� me calent� much�simo, de hecho ya estaba caliente desde el
show de Aramis, me recargu� en el sill�n y abr� mis piernas. En silencio, Lizeth
tom� de la mano a Cristina y la llev� a sentarse junto a m�. Ella se sent�
frente a nosotras, para que Cristi siguiera los detalles que ella hac�a. Liz se
llev� el consolador a la boca otra vez, y con la otra mano comenz� a acariciarse
el co�o. Note que su panty estaba empapada, se hizo la panty a un lado y se
empez� a acariciar el cl�toris, pude ver su co�o, se ve�a que estaba rasurado,
era grande, casi como el m�o, rosado y con un triangulito de pelos en el pubis.
Continu� con el consolador en la boca y deposit� una gran cantidad de saliva en
la punta del aparato, despacio se acarici� la vulva con el consolador, lo pasaba
por todos lados, por sus labios, cerca de su ano, lo dejo un buen rato
estimulando su cl�toris y aumento la velocidad del vibrador. Cristina la imit�.
Lizeth comenz� a suspirar suavemente:

Aaahhh! Aaahhh! Aaahhh! Deje de mirarla por el grito de
Cristina: Aaaaaayyyyyyyy!!!

Aaaaaayyyyyyyy!!! Aaaaaayyyyyyyy!!! Esto fue demasiado para
Cristina, estaba como convulsionando y gritando por el orgasmo que ten�a. Mi
primera reacci�n fue abrazar suavemente a Cristina, cuidando que no se fuera a
lastimar con el consolador. Ella sigui� vini�ndose mucho. Aaaaaahhhyyyyyyy!
Aaaaaahhhhhhyyyyyy! Aaaaaahhhhhhhyyyyyyy

Quit� con mi mano el sudor de su frente, al momento que
escuch� el orgasmo de Lizeth. Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh!
Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Lizeth hab�a subido los pies al
sill�n, ten�a las piernas muy abiertas y se met�a y sacaba el consolador de su
vagina con gran rapidez, mov�a sus caderas al ritmo de las metidas que se daba,
se ve�a que ten�a mucha experiencia en la masturbaci�n. Su orgasmo era profundo.
Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Cristina quiso
introducirse el consolador tambi�n, pero la detuve. -Eso no m�ija, eso no. Eso
d�jalo para tu marido � le dije.

Tome el vibrador, y lo pase a todo lo largo, con mucho
cuidado sobre su cl�toris. � As� m�ija, hazte as�. Puso su mano sobre la m�a y
acompa�o su movimiento varias veces, la deje estimularse sola, Cristina sigui�
pas�ndose el vibrador sobre el cl�toris, mientras con una mano se apretaba las
tetas, su cara mostraba que lo estaba disfrutando. Volti� a ver Liz, ahora ella
estaba de espaldas a nosotras, completamente agachada con las piernas abiertas,
con la mano por en medio de sus piernas se met�a y sacaba el consolador. �Que
nalgas tan grandes tiene Lizeth! �Me recordaron a las nalgas de Lul�! Blancas,
suaves y un ano muy peque�o y rico. Ten�a los ojos cerrados, su cara mostraba un
gran placer y mov�a su cabeza diciendo palabras como: As� papacito! M�s duro! Y
cosas de esas, creo que se estaba imaginando que se la estaban cogiendo
realmente, y como no! Si el consolador parec�a una verga de verdad. Ya no
aguante m�s, sub� mi vestido, hice mi panty a un lado y comenc� a dedearme
rapid�simo. Mi orgasmo no tardo mucho en llegar, ya sabes empec� a moverme y
gritaba mucho, sin dejar de dedearme Aaaaaahhhhhhh! Uuuuuffffffffff!!
Uuuuufffffffffff! Cristina y Lizeth nuevamente se vinieron, as� que se mezclaron
los gritos y quejidos de las tres, Aaaaaahhhhhhh! Uuuuuffffffffff Aaaaaahhhhhhh!
Uuuuuffffffffff Aaaaaaaaaaahhhhhh! Aaaaahhhyyyyyyyy!!!! Aaaaahhhhhhyyyyyyyy!!!
Aaaaaaaahhhhhhhhhhh!

Creo que eso nos calent� m�s a todas, porque tuvimos el
orgasmo muy prolongado.

Aaaaaahhhhhhh! Uuuuuffffffffff Aaaaaaaaaaahhhhhhhh!
Aaaaahhhhhhyyyyyyyy!!!

Aaaaaahhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh!
Uuuuuffffffffff

Aaaaaaaahhhhhhhhhhh! Aaaaaaaaahhhhhhhhh!
Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!

Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Que venidota, bueno yo
tuve una pero val�a por tres! Al finalizar me dirig� a Lizeth:

E: �Que bruto Liz! �Que b�rbaro! �Mira, hasta yo me vine!

C: Gracias Liz, gracias de verdad! Si esto se siente con un
aparato, �me imagino lo que se sentir� con una de verdad?

L: Ojal� y tu marido te salga cumplidor! Jajajajaja � Todas
re�mos.

E: S�, as� como el m�o! Jajajajaja � volvimos a reir.

Cuando terminamos de acomodarnos la ropa, lleg� Gloria. �
V�monos Cristi, te paso a dejar! � Dijo Gloria. Ay t�a! Deja arreglar un poco
este tiradero! � respondi� Cristi. Ya sabes como queda una casa despu�s de una
fiesta. Gloria dijo que la �chacha� limpiar�a al d�a siguiente, note que Gloria
ten�a prisa en salir. Despu�s de dejar a Cristina en su casa, Gloria dijo:

G: Ahora s�, la noche es nuestra! �Quieren continuar la
parranda?

E: �A que te refieres?

G: �Qu� si quieren divertirse m�s?

E: �Exactamente qu� quieres decir?

G: Miren, Aramis trabaja en un centro nocturno, donde admiten
como p�blico s�lo a mujeres. Si vieran que ejemplares masculinos se ven ah� �Se
desmayan!

E: �Qu� opinas Liz?

L: Dec�delo t� Ely, por mi no hay problema, me gusta conocer
cosas nuevas.

Vaya que si conoces! Pens�. Quien te viera, con esa carita
que no rompes ni un plato, y las venidotas que nos provocaste hace rato. Me dio
curiosidad, hab�a escuchado de sitios as�, pero nunca hab�a estado en uno de
ello, dije que s�, adem�s supuse que no te enojar�as, �verdad Cali?

C: Eh! Mmjj! �No claro que no, t� me conoces bien! Mientras
me tengas confianza y me lo digas, no tengo porque molestarme. Mejor saberlo de
ti, a que otra persona me diga: �vieron a tu mujer en tal lado� o �tu mujer hizo
esto o lo otro�. �Aja! �Y luego que pas�?

E: Pues llegamos al lugar, muy amplio con gran
estacionamiento y jardines bien cuidados. Fuimos recibidas por hombres muy
apuestos y gentiles, nos conducieron al interior del club, cruzando la puerta
est�bamos en un lugar que parec�a discoteca por las luces y sonido, pero por la
decoraci�n parec�a el interior de un palacio �rabe: el lugar ten�a muchas
cortinas de telas finas, todo el piso alfombrado, una pista central con muchas
almohadas y cojines para que el p�blico se sentara, en el centro un bailar�n
haciendo sus movimientos er�ticos y alrededor de la pista central las mujeres
aplaudiendo y animando al stripper. El sitio estaba llen�simo de mujeres, la
mayor�a del personal masculino vest�a al estilo �rabe, hab�a otras mesas con
mujeres sentadas en sillas y un strippers bailando para ellas en la mesa. Al
lado de la entrada se hallaba la barra de bebidas. M�s hacia el fondo, se ve�a
una especie de tiendas de campa�a, hechas de cortinas y tela que separaba a
diferentes grupos de mujeres.

Observe que al entrar un bailar�n a una de esas tiendas,
cerraron la cortina para darles privacidad. Todos los streppers que se
encontraban bailando estaban desnudos, se ve�an vergas de todos colores:
blancas, morenas, negras, etc. Eso si, parec�a que el tama�o era requisito para
trabajar ah�, porque todas eran grandes, unas m�s, otras menos, pero en general
grandes. Estuve observando todo hasta que lleg�, imagino que, el capit�n de
meseros y saludo muy familiarmente a Gloria. Le pregunt� que si quer�a el lugar
de siempre. Gloria dijo que s� y que enviara una botella de tequila.

El tipo llam� a un hombre vestido como cavern�cola y este nos
llevo a una de esas tiendas al fondo del club. El lugar era muy c�modo, con
sillones amplios y con una buena vista de lo que pasaba en la pista. El sonido
del lugar anuncio "ahora con ustedes directamente de Brasil, Joao" y salio un
bailar�n vestido de futbolista con la ropa muy sexy a entretener a la gente.
Hubieras escuchado las cosas que le gritaron: Papazote! Quiero! �C�geme! �Te
saco de trabajar! Y as� por el estilo. Lleg� el servicio y brindamos. �Qu� les
parece? � pregunt� Gloria. �Sensacional! �respondi� Liz. Cuantas viejas
calientes hay! �yo le dije. Es que es s�bado �contest� Gloria. �Y qu�? Hay
escasez de verga en casa los s�bados �o qu�? Jajajajaja todas re�mos. Seguimos
tomando y viendo el show, en un momento dado, Gloria llam� al mesero y le dijo:
- Tr�eme al �Transparente y al Blanca Nieves�, el mesero se retir� haciendo
se�as a alguien. Aqu� hacen bailes privados, ahorita van a ver lo que es bueno
-nos dijo Gloria- no la cosa que tienen en casa. Re�mos muy fuerte. Lleg� el
tipo que nos recibi�, el capit�n de meseros, con dos negros muy fuertes y altos.
Se dirigi� a Gloria dici�ndole: Se�ora aqu� tiene lo que pidi�, el tipo sali�
cerrando la cortina de la tienda. �Yo esperaba unos rubios y llegaron esos
negrotes! Los negros saludaron de beso a Gloria, a nosotros solo nos dijeron un
hola con la mano y comenzaron a bailar para Gloria. Yo me acerqu� un poco m�s a
Lizeth para dejar m�s espacio a Gloria y los streppers. Lizeth me dijo: - Oye
Ely, como se le ocurri� llamarse transparente y blanca nieves a estos cabrones,
est�n m�s negros que las llantas de mi carro! Jajajajajajaja Nos carcajeamos.

Esos negros se fueron quitando las prendas hasta quedar en
tanga, se le ve�a que los dos ten�an un verg�n. Gloria puso un billete de cien
d�lares en la tanga de cada uno de ellos. Los negros se quitaron la tanga y
dejaron al aire unas vergas grandes, Gloria las agarr�, una en cada mano y las
masturb�, despacio al principio y cada vez mas r�pido seg�n se ve�a que las
vergas se endurec�an. El rostro de Gloria dejaba ver que estaba muy caliente,
las beso y comenz� a mamar las vergas alternativamente, las mamaba con ansia,
mientras los negros le acariciaban las tetas. En eso, uno de los negros la tom�
de la cintura, como queriendo voltearla para cog�rsela, pero Gloria lo detuvo.
�No, �aqu� no! � le dijo al negro. Seguramente le dio pena que la vi�ramos como
se la cog�an. As� que los negros la tomaron de las manos y salieron con ella.
�Te imaginas! � me dijo Liz- �se la van a coger esos dos negrotes! Con raz�n la
urgencia que ten�a en ir a dejar a Cristina- pens� � seguramente que su marido
no la atiende bien en casa. Le interesa mas andar haciendo negocios que
satisfacer a su mujer. Por el trato que le daba el personal, sin duda Gloria era
cliente asidua del club.

Lo que hace la necesidad de verga �verdad? En eso, entr� el
tipo capit�n acompa�ado de un joven muy alto blanco, de pelo casta�o muy corto,
este caballero �se�alando al joven- es la nueva estrella del club, viene de
Italia y se llama Victorius, �l es cortes�a de la casa para ustedes
�disfr�tenlo! y sali� cerrando la cortina. Las dos nos quedamos mudas admirando
el cuerpo atl�tico del stripper, vest�a como guerrero romano y era muy guapo.
�Ay, cabr�n! � me dije a mi misma. Victorius sonr�o y pregunt� �A qui�n? A ella-
le respond� se�alando a Liz. Lizeth le dijo: - No a mi no, mejor a ella! A ti
Lizeth, tu vienes a disfrutar tu viaje! Que le digo al stripper: - A ella, que
hace alg�n tiempo no es atendida como se merece. El stripper sonri�
encantadoramente, le gui�o un ojo a Lizeth y se par� frente a ella, Liz se
recost� sobre el sill�n, prepar�ndose a disfrutar el show privado. Victorius
inicio su sensual baile, se fue desprendiendo de las prendas poco a poco hasta
quedar �nicamente en con su falda de guerrero romano. Su f�sico era
impresionante, los m�sculos muy marcados, la espalda ancha y la cintura, creo
que m�s chica que la m�a. Por debajo de la falda se notaban unas piernas
fuertes. Lizeth estaba muda, como que quer�a brincar sobre Victorius para
violarlo.

El stripper acerc� su cadera para que Lizeth removiera la
falda, ella trataba de desabotonarla sin �xito, estaba muy nerviosa o caliente.
Finalmente desaboton� la falda, el stripper se volti� de espalda a Liz, con lo
movimientos er�ticos del bailar�n, la falda fue cayendo al piso. Victorius qued�
desnudo, aunque su miembro no estaba erecto vi que era de buen tama�o. Puso sus
nalgas sobre las piernas de Lizeth, lentamente fue moviendo sus nalgas hacia
atr�s hasta quedar sentado sobre ella. Liz puso su cara de lado sobre la espalda
de �l y lo abraz�, acariciando los grandes pectorales y abdomen del bailar�n.
Victorius restregaba su cuerpo contra Lizeth, ella dirigi� una mano hacia abajo
para acariciarle el muslo y poco a poco busc� su miembro para agarrarlo.

Victorius abri� sus piernas para darle m�s espacio a Lizeth,
ella cerr� los ojos y comenz� a masturbarlo. Movia su mano hacia arriba y hacia
abajo mientras daba peque�os besos en la espalda de Victorius, hizo que el
miembro se le pusiera completamente erecto y duro. El bailar�n se puso de pie
frente a Liz, ella inmediatamente dirigi� sus dos manos al miembro y sigui�
masturb�ndolo, Victorius empez� a abrir la blusa y a acariciar las tetas de
Lizeth, desabroch� el sost�n y las tetas de Liz quedaron al aire. Victorius
detuvo las manos de Lizeth y puso su verga en medio de las tetas. El bailar�n
puso sus manos a los lados de las tetas apret�ndolas contra la verga, y comenz�
a subir y bajar la cadera, masturbando su verga con las tetas de Liz. Ella
agach� su cabeza tratando de tocar con su lengua la punta de la verga. Victorius
retir� sus manos, pero dej� ah� la verga, inmediatamente las manos de Lizeth
ocuparon el lugar de las manos del stripper y contin�o la masturbaci�n. En cada
movimiento la verga llegaba m�s cerca de la boca de Lizeth, hasta que fue
posible que Liz la besara y pasara la lengua por toda la cabeza, en ocasiones se
la met�a en la boca. Al ver esto, yo empec� a acariciar mi sexo por encima del
vestido, hab�a resistido hacerlo, pero ver la forma como Lizeth manejaba esa
verga y la cara de placer que ten�a, hizo que me mojara much�simo. Un rato
despu�s el bailar�n subi� al sill�n poniendo sus pies a los lados de Lizeth, por
su estatura, su miembro qued� arriba de la cabeza de Lizeth, como a treinta
cent�metros.

Ella levant� su cara y abri� su boca, Victurius flexion� sus
rodillas para ajustar la altura de su miembro a la cara de Liz y dirigi� su
verga a la boca de Lizeth. Lentamente la verga fue entrando en la boca de Liz,
casi entr� toda. Se notaba que ella mov�a su lengua dentro de la boca, Victorius
puso su manos en su cintura y arqueo su cuerpo hacia atr�s, creo que estaba
apreciando la forma como la lengua de Liz acariciaba a su verga. Lizeth mam� esa
verga como desesperada, la sacaba y met�a casi toda, en eso, la sac� de su boca
y le escupi� una gran cantidad de saliva para mantenerla lubricada, comenz� a
masturbarla con una mano mientras su lengua lam�a los huevos de Victorius. La
lengua recorri� todo lo largo de la verga, a veces le daba peque�as mordidas a
la cabeza o su lengua se mov�a rapid�simo sobre el borde de la cabeza,
Victorious exclam� un quejido de placer: Aaaahhhh! Lizeth continu� pasando la
lengua por todos lados, le besaba los huevos y en un momento se meti� un huevo a
la boca. Con la mano, levant� la verga de Victorius y comenz� a mover su lengua
en la parte de atr�s de los huevos. Lizeth segu�a lamiendo ah� y masturbando la
verga, levant� m�s la verga y movi� su lengua hacia el ano de Victorius. Al
sentir esto, Victorius retir� la mano de Lizeth y �l mismo se masturb�, movi�
sus piernas para acomodar su ano exactamente sobre la boca de Lizeth.

Ella comenz� a darle una lamida incre�ble en el ano, hacia
c�rculos, la mov�a de arriba abajo, met�a la punta de la lengua en el ano y
hacia movimientos como si le rascara el culo con la lengua. Esto hizo que yo me
subiera el vestido y bajara la panty hasta el muslo, me empec� a dedear el
cl�toris muy r�pido, me desabroche la blusa y me agarre las tetas, las saque del
brassier y jugu� con mis areolas, ya sabes, les puse saliva que me encanta
much�simo y les daba peque�os pellizcos a mis pezones, mi dedo ya entraba y
sal�a de mi vagina tan mojada que parec�a que me hab�a orinado. Victorius segu�a
con los ojos cerrados, apretando los dientes y moviendo la cabeza de un lado a
otro, sintiendo como Lizeth le lam�a el culo. Repentinamente se baj� del sill�n,
tom� por la cintura a Lizeth, la volti� y la hinc� sobre el sill�n, ella qued�
agachada, tipo perrito. Victorius se coloc� detr�s de ella, subi� la falda de
Liz, hizo la panty a un lado y le meti� toda la verga.

El miembro entr� f�cilmente, todo hasta el fondo. Lizeth
grit� placenteramente -Aaaahhhhhhhyyyy! El stripper estir� sus brazos y puso sus
manos sobre los hombros de Lizeth, con esto lograba que cada metida fuera fuerte
y profunda. En cada metida Lizeth daba peque�os gritos y le dec�a a Victorius:
�As� papito! �Sigue, que rico lo haces! �C�geme m�s duro! �M�teme toda tu verga!
�C�geme m�s fuerte! �La quiero sentir toda! Victorius dio m�s velocidad a las
metidas, la verga entraba y sal�a rapid�simo. Lizeth habl� nuevamente: - �Me voy
a venir papito! �As� m�s r�pido papito! �ya casi! �yaaaa Aaaaahhhh!
Aaaaaahhhhhhhh! Me vengooooo!!!! Aaaaaahhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh!
Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! De repente el stripper sac� la verga y apunt� hacia el sexo
de Lizeth descargando una gran cantidad de semen. Al sentir esto, Lizeth
exclam�: ��chamela toda papito! �Toda! ��chame toda tu leche! Victoruis gru�� de
placer: Aaaagggrrrrhhhh! Aaaagggrrrrhhhh! Aaaagggrrrrhhhh! Yo tambi�n me vine,
mi venida fue prolongada, en silencio. Todo mi cuerpo tembl�, cerr� muy fuerte
los ojos y mis labios mientras mi cuerpo segu�a temblando. Cuando termin� me
sent�a muy mareada y d�bil, no se si era por la borrachera o por la venidota que
tuve.

Mire como Victorius se limpiaba la verga con unas
servilletas, recogi� su vestuario y sali� de la tienda. Lizeth estaba acostada
en el sof�, boca abajo, sus ojos segu�an cerrados, se mord�a sus labios
suavemente, ten�a las piernas abiertas moviendo su cadera lentamente, como si
todav�a se la estuvieran cogiendo. Me acerqu� y vi su sexo lleno de semen del
stripper, instintivamente puse mi mano sobre su sexo y le embarre el semen, el
cuerpo de Liz dio una fuerte sacudida, Liz volti� a verme y me dijo: �S�guele,
por favor s�guele! Entend� que a�n no estaba satisfecha, as� que continu�
acariciando su sexo, ella segu�a arrojando l�quidos por su vagina, puse mi dedo
pulgar sobre su ano y lo presion� ligeramente al mismo tiempo que met�a y sacaba
dos dedos de su vagina. O� que Lizeth se estaba viniendo nuevamente, dec�a: �M�s
r�pido! �M�s r�pido cabrona! �Me estoy viniendo! �No pares que me estoy
viniendo! Aaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaahhhhhhhh! Me vengooooo!!!! Aaaaaahhhhhhh!
Aaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhh! Ah� quedo Lizeth, agotada y satisfecha.
Realmente andaba urgida de verga, creo que ella jam�s se imagin� que esa noche
se la coger�a tan rico un tipo tan hermoso como Victorius. No es que Lizeth no
tenga lo suficiente como para conseguirse un tipo as�, sino que, pues digamos,
es como si t� te cogieras a Demmi Moore!

C: �H�zmela buena Ely!

E: �Eso quisieras verdad cabr�n!

C: �Eso lo dijiste t�! Bueno, s�guele contando.

E: Ok. Lizeth me vio apenada y se disculp�. Le dije que no
ten�a de que disculparse, ni sentirse mal, que sab�amos que esa noche era de
desmadre, que lo malo ser�a que se la hubieran cogido y ella no lo hubiese
disfrutado. Hasta yo he gozado esta noche, le dije. Apret� mi mano en se�al de
agradecimiento. Regres� Gloria, ven�a limpi�ndose la cara con toallas de papel,
la panty la tra�a en la mano. �Ay muchachas! � nos dijo- �Que cogidota me dieron
esos cabrones! Se nota � le respond� � todav�a traes semen en el cabello.
�D�nde? � pregunt�. Ah� cerca de la oreja � le contest�. Se sent� para terminar
de limpiarse y ponerse la panty.

G: �Qui�n se cogi� a Victorius?

E: Ella � se�alando a Lizeth,

G: �Y t� Ely? Ve estos manjares! �No te vas a comer nada?

E: No, ganas no me faltan, de verdad que est�n muy bien los
chavos, pero todav�a me atienden bien en casa. Jajajaajajaja � re�mos las tres.
Oye Gloria � le pregunte:

E: �T� eres clienta distinguida del lugar, verdad?

G: Ay chula! S�, aqu� vengo por lo que no tengo en casa.

E: �Qu� tu marido no�.

G: Nada, ese pendejo ya no me hace nada. Lo conoces chula,
siempre en viajes de negocios, cuando le pido que me atienda, siempre esta
cansado, no tiene tiempo, que al d�a siguiente tiene una junta importante etc.
Pero eso s�, seguido me dice te deposit� tal cantidad de dinero en tu cuenta
bancaria, para lo que compres lo que te haga falta y no me molestes. As� que con
ese dinero pago lo que me falta. Y como �nico que me falta es verga, la compro y
no molesto a mi marido. Jajajajajajaja Re�mos muy fuerte todas.

E: �Ese es el poder del dinero!

G: �No chula! Estas equivocada �Ese es el poder de la
verga!!! �Lo que hace uno con tal de sentirla dentro y estar contenta!
Jajajajajajaja, - nos carcajeamos por un buen rato.

E:�S�, tienes raz�n! �Es el poder de la verga!

G: �Brindemos por el poder de la verga!! � levantando su copa
con tequila.

E: �Salud!

L: �Salud por la verga!

Seguimos tomando y brindando por el �poder de la verga�, los
machos y las buenas cogidas, etc. Cuando nos sentimos bien borrachas, Gloria
pidi� la cuenta, pag� y dej� una gran propina. El capit�n lleg� con unos tipos
quienes nos ayudaron a llegar hasta la camioneta de Gloria. Uno de ellos manej�,
obviamente que cuidan a una clienta como Gloria, el capit�n pidi� que extremaran
el cuidado de nosotras. Llegamos a casa, el carro se esper� hasta que entr�ramos
y lo dem�s, bueno eso t� lo sabes.

C: Oye Ely, �de veras que no quisiste �echarte� uno de esos
strippers?

E: No, �para nada! En primera, t� me das lo que necesito, a
veces hasta de m�s. Jajajaja -ri� fuertemente. Y luego te imaginas, pagar para
que te cojan �ni loca! a menos que estuviera tan fea para no poder conseguirme
un buen macho. jajajajajaja

C: O tan necesitada como Gloria!!

E: �ndale! Eso tambi�n.

Jajajajaajajajaja � re�mos a carcajadas.

Escuchamos el sonido del claxon de un auto. Me asom� y vi a
Tania que pregunt� por Lizeth.

Tania es una chica soltera, unos a�os m�s joven que Lizeth,
tambi�n poseedora de un cuerpazo. Hab�an acordado que pasar�a por Lizeth para ir
a la playa con otras amigas. Ely fue al cuarto de Liz a llamarle. Unos minutos
despu�s, Liz sali� de prisa y se fue con Tania. Elia me coment�, haberle dicho a
Lizeth que podr�a quedar en casa todas sus vacaciones. Me pareci� bien, pues era
una chica agradable que congeniaba muy bien con mi esposa. Ely prefiri� quedarse
en casa descansando de la tremenda fiesta. Lizeth regres� entrada la noche, a
tiempo para cenar con nosotros.

Durante la cena, hab�a una conversaci�n entre todos. Cada
quien hablaba de lo que le parec�a importante. Mis hijos se despidieron para ir
a dormir. Quedamos mi esposa, Lizeth y yo. Ellas empezaron a platicar mientras
yo preparaba unos tragos.

L: Que bien te qued� tu corte de pelo Ely.

E: Gracias! Por cierto, �C�mo te fue en la playa con Norma y
sus amigas?

L: Muy bien, fuimos la atracci�n de los chavos todo el d�a. A
cada rato pasaban por donde est�bamos acampadas, sab�amos bien que lo que
quer�an era vernos en estos bikinis...

E: �Cu�les bikinis?

L: Unos nuevos que compramos todas las amigas del grupo. Unas
tangas tipo brasile�o, aunque no esper�bamos ense�ar tanto con este tipo de
bikinis. De espaldas, nos ve�amos casi desnudas. Nada m�s te cubr�an las tiras
traseras del sost�n y la tanga, pr�cticamente nada.

L: Con raz�n no se quitaban a los muchachos de encima.

Jajajajaja-Ambas rieron.

L: Me arde todo el cuerpo Ely. No pensamos pasar tanto tiempo
en la playa, a pesar que usamos mucho protector solar, no fue suficiente para
evitar que nos quemara la piel.

Mientras dec�a esto Lizeth, mostraba sus muslos y espalda
para que vi�ramos que tan enrojecidos se encontraban.

E: No te preocupes, tengo una loci�n refrescante que te va
ayudar mucho. Cuando vayas a dormir te la aplicas.

L: Gracias Ely, desde luego que voy a usarla porque el ardor
es muy intenso.

Seguimos conversando y al fin, lleg� la hora de ir a dormir.
Al despedirnos Lizeth le pregunt� a mi esposa:

L: Ely, �Me puedes ayudar a poner la loci�n en la espalda?

E: Claro, que s�, d�jame ir por la loci�n. Me pongo mi
camis�n de dormir y te alcanzo en t� habitaci�n.

Segu� platicando cosas triviales con Lizeth, hasta que mi
esposa la llam�. Liz me dio las buenas noches y se dirigi� a su cuarto. Entr�
seguida de mi esposa. Dejaron la puerta un poco abierta y se pod�a escuchar lo
que ellas dec�an.

E: Bueno, qu�tate la camiseta y acu�state boca abajo -
comando mi esposa - Mira nada mas! Como estas de quemada! Creo que lo �nico que
no se quem� fue el lugar de las tiritas del bikini!!Qu�tate el brassier y tu
panty.

L: Ay Ely, me da pena.

E: No te preocupes las dos somos mujeres nadie te va a ver.

Imagino que se las quit�, porque escuche lo siguiente:

E: Ten�a raz�n, lo �nico que no se quem� fue la piel cubierta
por las cintas del bikini. Bueno acu�state y empezar� a ponerte la loci�n en los
brazos y la espalda.

Hubo unos minutos de silencio, hasta que Lizeth habl�: -
Realmente es muy refrescante esta loci�n, sobre todo con la frotaci�n tan suave
que me estas dando, se siente uno descansar.

Me levant� de mi lugar silenciosamente, me dirig� a la puerta
del cuarto de Lizeth para mirar que estaba pasando ah�. Vi que mi esposa estaba
arriba de la cama, hincada junto a Lizeth, quien se encontraba completamente
desnuda acostada boca abajo. Ten�a sus ojos cerrados y su cuerpo se ve�a
completamente rojo, excepto desde luego por las l�neas del sost�n en su espalda
y la parte posterior de la tanga. Admir� el hermoso cuerpo de Lizeth, que
piernas y que nalgas tan ricas! Ten�a raz�n Ely, recordaban a las nalgas de
Lul�. Mi esposa estaba concentrada aplicando la loci�n, por lo cual no se
percat� que yo miraba por la puerta. Pon�a un poco de loci�n sobre su mano y
luego la aplicaba suavemente sobre la piel de Liz. Hab�a terminado ya con sus
brazos, hombros y espalda. Puso un poco de loci�n sobre una de las nalgas y la
pierna. Comenz� a extender con la mano la loci�n dando un ligero masaje al mismo
tiempo. Los movimientos eran de arriba hacia abajo, desde la cintura hasta la
parte posterior del muslo. Lizeth continuaba con sus ojos cerrados. Ely repiti�
lo mismo en la otra nalga y despu�s empez� a aplicarlo en la parte interna del
muslo. El movimiento de su mano era limitado porque Lizeth ten�a las piernas
juntas. As� que con un movimiento leve de la mano, mi esposa le indic�, que
abriera las piernas.

Lizeth las separ� ligeramente, y pude observar muy claramente
su culo y su concha. Tal como dijo Ely, Liz era due�a de una grande y sabrosa
concha. Realmente se me antojo comerme ese rico co�o. Me pareci� una visi�n
estar viendo esas partes maravillosas de Lizeth. Al continuar con la aplicaci�n
de la loci�n, me parec�a que Lizeth abr�a cada vez m�s las piernas. Note que el
ritmo de la respiraci�n de mi esposa hab�a aumentado. Y es que era realmente
er�tico, ver el contraste del color rojo de la piel por el sol, con la blancura
de las partes que el bikini hab�a protegido. De pronto, con mucha dificultad mi
esposa le dijo a Lizeth: -Tienes quemado pr�cticamente toda esta parte, �quieres
que aplique la loci�n en todos los sitios? Lizeth no contest�, solo movi� la
cabeza dando su consentimiento. Mi esposa derram� loci�n directamente sobre el
c�ccix y la distribuy� hacia abajo, hacia su ano y concha. Lizeth abri� m�s sus
piernas al momento que daba un ligero gemido. Con mucho cuidado mi esposa, pon�a
la loci�n en las partes �ntimas de Lizeth. Le dedic� especial atenci�n a su
concha.

Yo ve�a como la acariciaba lentamente, Despu�s, mientras con
los dedos pulgar y anular separaba sus labios vaginales, introduc�a y sacaba la
punta del dedo medio. Ahora tambi�n mi esposa se encontraba con los ojos
cerrados, y mov�a su cadera, como sintiendo que era a ella a quien le met�an el
dedo en su conchita. Lizeth al darse cuenta de los movimientos de mi esposa,
levant� su cadera y abri� otro poco sus piernas, para dar m�s espacio a la mano
que la estaba haciendo gozar. Al mismo tiempo, desliz� su mano por abajo del
camis�n de mi esposa hasta alcanzar el muslo, sigui� hacia arriba hasta poner la
mano en medio de las piernas justo encima del co�o de Ely. Mi mujer apret� esa
mano, para que no se escapara. Eso hizo que mi verga se parara y pusiera
dur�sima. Mi esposa par� un momento. Y se quit� el camis�n. En ese momento,
pens� que tal vez los ni�os no se dorm�an a�n, por lo que fui a echarles un
vistazo. Por suerte ellos, ya estaban dormidos. Regres� a la puerta y vi que
mientras con una mano mi esposa dedeaba a Lizeth, con la otra hacia a un lado su
pantaleta para que la mano de Lizeth tuviera acceso total a su vagina. Este
cuadro era realmente caliente. Mi verga estaba completamente dura, la apret� muy
fuerte con la mano, me masturbaba muy despacio mientras ve�a como esas dos
mujeres se dedeaban una a otra, con sus ojos cerrados y movi�ndose muy
sensualmente. Sin decir nada mi esposa retir� su mano para quitarse la ropa que
le quedaba.

Mientras mi esposa se desnudaba, Lizeth se dio la vuelta,
qued� acostada con las piernas abiertas. Ve�a directamente a la concha de mi
mujer, y se pasaba la lengua por sus labios, como saboreado el co�o que iba a
mamar. Al reincorporarse mi esposa a la acci�n, ninguna dijo algo, parec�an
saber que iba a acontecer. Elia pas� una pierna por encima de la cabeza de
Lizeth para dejar su concha precisamente encima de su boca al mismo tiempo que
buscaba la concha de Lizeth, quedaron amarradas en un 69, cerraron nuevamente
los ojos y comenzaron a darse una mamada de concha, como si fuera la �ltima vez
que tuvieran sexo. Yo sab�a que mi mujer no tardar�a en venirse, pues los m�s
grandes orgasmos los alcanza mientras yo le como la concha.

Mov�a su co�o sobre la boca de Lizeth, con esa experiencia
que dan los a�os de casada. Su piernas empezaron a moverse m�s r�pido, y su
concha pasaba m�s r�pido sobre la lengua de Lizeth, el orgasmo en mi mujer era
inminente. Aaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaahhhhhhhh! Yo no aguant� m�s, entr� al cuarto
en silencio, ellas no se percataron de mi presencia pues estaban metidas
comiendo concha. Cuando mi mujer separ� la cara para dar un fuerte gemido, en
ese momento tome su cadera, la levante un poco y le met� la verga de un solo
golpe. La penetr� lo m�s profundo que pude.

Eso aument� la intensidad de su orgasmo. Gem�a y gritaba de
placer. Aaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaahhhhhhhh! Aaaaaaahhhhhhhh! Aaaaaahhhhhhhh! Ni
cuenta se hab�a dado que ten�a la verga adentro por el gran orgasmo que ten�a,
solo continuaba meneando su cadera como desesperada, como queriendo arrancarme
la verga para com�rsela con la vagina. En ese momento Lizeth empez� a exclamar
suavemente: �Me vengo Ely! �Me ven�.. me estoy viniendooooo! Aaaaahhhhhyyy!
Aaaaahhhhhyyy! Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyy! Sujete con mi mano la cabeza de mi
esposa y la empuje para que continuara comiendo la concha de Lizeth. Ah� se dio
cuenta de que yo ya tomaba parte de la acci�n. Lizeth gritaba mientras ten�a
otro orgasmo: �No pares Ely! No pares que me vengo de nuevo! �Sigue mamacita!
Aaaaahhhhhyyy! �Come mi concha! �C�meme toda! Aaaaahhhhhyyy! As�, as� metele
toda la lengua! Aaaaahhhhhyyy! Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyy! �Que rico! �Que rico!
Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyy! En ese momento sent� como la lengua de Lizeth lam�a mis
huevos y regresaba para lamer el cl�toris de mi mujer. Eso provoc� el inicio de
otro orgasmo en Ely, otra vez ten�a una verga adentro mientras le com�an el
cl�toris. Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh! Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!
Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh! Aaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Mientras Elia se ven�a,
retir� su boca de la concha de Liz y se concentr� en sentir las arremetidas de
mi verga. Mientras esto pasaba, Lizeth se apart� un poco de nosotros y mientras
observaba como me cog�a a Ely se estaba masturbando con frenes�. Segu� bombeando
a mi mujer, Ely termin� su orgasmo y se dio cuenta que Lizeth a�n se masturbaba.

Me dijo que no fuera a eyacular sin antes cogerme a Lizeth,
pues lo justo era que tambi�n ella sintiera la verga adentro. Eso fue como
m�sica para mis oidos, deje de cogerme a Ely, dici�ndole: Claro, nada m�s que
primero quiero probar ese co�ote que se ve muy sabroso. Lizeth abri� sus piernas
lo m�s que pudo, y levanto sus rodillas ofreci�ndome su jugosa conchita. Pas�
cuidadosamente un dedo alrededor de su vulva y ano. La cantidad de l�quidos en
su vagina aumento. Cali - alcanz� a decir Lizeth- siento que estoy como flotando
o volando, que rica sensaci�n! Mov�a sus caderas hacia arriba y hacia abajo muy
lentamente y hab�a abierto a�n m�s sus rodillas sujet�ndolas con sus manos y
despegando los pies de la cama. Era lo m�s que pod�a aguantar, me hinqu�. Mi
cara qued� enfrente de su vagina, acerque lentamente mi cara a su sexo y con la
lengua trate de recoger los l�quidos que sal�an de su vagina. Despu�s de algunos
leng�etazos, me retire un poco para ver cual era la reacci�n de Lizeth.

- Sigue Cali! �Por favor no pares! �Se siente muy rico! Sigue
por favor! Yo proced� a acostarme en la cama y le dije: M�mame la verga tambi�n!
R�pidamente Lizeth se puso sobre m�, hicimos el 69 tambi�n. Inmediatamente Liz
se meti� mi verga en la boca y le dio varias mamadas para luego decir: �Que rica
verga! �Que rica! Con esto, puse mis manos sobre sus nalgas, las cuales abr� lo
m�s que pude y empec� a pasar mi lengua por todos lados. El movimiento de
caderas de Lizeth aument�, ahora emit�a un gemido tras otro. Era evidente que se
acercaba su orgasmo. Continu� besando y pasando mi lengua por su ano y su
conchita. Met� mi lengua en su vagina y hacia c�rculos con ella dentro de su
canal vaginal. Localic� su cl�toris y empec� a leng�etearlo haciendo c�rculos
tambi�n. Le mord� muy despacito los labios de su vagina, y me tragaba todos los
l�quidos que ella estaba soltando. Ella segu�a gimiendo y suspirado. - Que rico,
Cali! �No pares cabr�n! �sigue, sigue cabr�n! �Me estoy viniendooooo�.
Aaaaahhhhhyyy! Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyy! Al escuchar esto, imprim� m�s fuerza a
la mamada que le estaba dando. Le pasaba la lengua desde dentro de la vagina
hasta el ano y regresaba. Hubo un momento en que mientras introduc�a mi lengua
lo m�s profundo que pod�a en su conchita hice presi�n con mi nariz sobre su ano,
ella empez� a hacer c�rculos con su cadera al momento que dec�a: - Me vengo otra
vez cabr�n! �No saques tu lengua que me estoy viniendo, no la saques!
Aaaaahhhhhyyy! Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyy! Aaaaahhhhhyyy! Por supuesto que no la
saque, al contrario trataba de meterla m�s y hacia los c�rculos lo m�s grande
que pod�a.

Cuando termin� su orgasmo, me sent� recargando mi espalda
sobre la cabecera de la cama. Le ense�e a Lizeth mi verga que segu�a dur�sima.
Ella me mont�, se meti� mi verga y puso sus tetas muy cerca de mi boca, yo chupe
sus pezones muy lentamente, les di suaves mordiscos, cuando hac�a esto, Lizeth
se retorc�a y emit�a fuerte gemidos, note que sus senos eran muy sensibles y la
calentaban much�simo. Le mame los senos apasionadamente. Lizeth se movi� sobre
la verga, la cual entraba y sal�a sin ninguna dificultad. Empez� a hablar: Ay
cabr�n! �Que rico me coges! �Otra vez me voy a venir! Sent� como mi verga era
aprisionada por su sexo. La cabeza de mi verga sent�a la fuerte presi�n de su
vagina. Las contracciones de su vagina por el nuevo orgasmo, provocaban una
sensaci�n incre�ble en mi verga. Era realmente sabroso, tenerla ensartada as�.
Se quej� placentera y largamente Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyyaaahhhhhh! Termin� su
quejido, pero su vagina segu�a contray�ndose. Yo segu�a metiendo y sacando la
verga, sent�a que me venia, pero yo no quer�a terminar.

Lizeth levant� su cabeza, y la ech� hacia atr�s, creo que
estaba a punto de tener otro orgasmo. Incremento nuevamente el movimiento de su
cadera, ahora hacia adelante y hacia atr�s, de manera coordinada con las
embestidas de mi verga. � As� Aaaaaaahhhhhhhyyyyyyyyy! �As� cabr�n! �s�guele
Cali, s�guele! �Vac�ame! �Vac�ame! �Vac�ame cabr�n! Exclam� un fuerte gemido, al
mismo tiempo que sus vagina se contra�a fuertemente apretando otra vez mi verga,
empec� a eyacular. Creo que al sentir los espermas por dentro, nuevamente hubo
otra exclamaci�n, seguida de una contracci�n de todo su cuerpo. Yo segu�a
vini�ndome, fue una eyaculaci�n realmente larga y abundante. Nos est�bamos
viviendo al mismo tiempo. Los espermas empezaron a salir de su vagina y a�n mi
verga no perd�a su erecci�n. Despu�s de unos momentos. Lizeth cay� sobre la cama
desfallecida. Yo tambi�n me tir� sobre la cama. Todav�a me parec�a un sue�o lo
que acababa de ocurrir. Que incre�ble venida hab�a tenido. Me sorprendi� la
cantidad de leche que tir�. Por su lado, Lizeth, comenz� a abrir los ojos y dijo
muy quedito: que rica cogida me diste Cali, nunca hab�a tenido unos orgasmos
como estos. Sin decir nada, masturbe mi verga y se la ense�e a mi mujer, quien
estaba dedeandose fuertemente el cl�toris, le ped� que se sentara sobre la
verga. Cosa que hizo r�pidamente, Elia se mov�a como loca encima de la verga,
era porque ya casi ten�a su orgasmo. Su cuerpo se estremeci�, se sacudi� y un
fuerte gemido indico que su orgasmo hab�a llegado. Aaaaaaaahhhhhhhhhhh!
Uuuuuyyyyyyyyyhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh! Uuuuuyyyyyyyhhhhhhhhhh!
Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!

Alcance a decir: - Me voy a venir otra vez, me voy a venir.
Esperate - dijo mi esposa- lo justo es que las dos compartamos tu leche. �chanos
la lecha a las dos. Me puse de pie en la cama, y ellas se colocaron enfrente de
la verga, mientras una le daba peque�as mamadas, otra me acariciaba los huevos.
No puedo mas - les dije - ah� va, ah� va! Colocaron sus caras frente a la verga,
y varios chorros de esperma salieron cubriendo su cara, su boca, su pelo y
escurr�a por sus pechos. No cre� que fuera a expulsar tal cantidad de leche.
Pues supuse que ya hab�a tirado mucha en la eyaculaci�n anterior. Termin� y me
tumb� a la cama. Ah� quedamos los tres, completamente satisfechos y agotados.
Nadie dec�a nada. Creo que no quer�amos pensar sobre lo que hab�a pasado.
Finalmente, quien rompi� el silencio fue mi esposa. - Disculpen, no se que pas�,
de momento estuve envuelta en esta situaci�n y no pude detenerme. Estoy muy
apenada.

- Creo que no tenemos que disculparnos - dije- se dio la
situaci�n, y todos lo gozamos. Creo que somos adultos y debemos aceptarlo como
un hecho de adultos y ya.

Lizeth segu�a sin decir nada, solo asent�a lo que dec�amos.
Finalmente, nos abrazo y nos dijo: los quiero mucho a los dos. As� continuaron
esas vacaciones, a veces �bamos al cuarto de Lizeth o ella ven�a al nuestro.
Ahora ella ya no est�. Esperamos que haya encontrado con quien desquitar todo el
calor que lleva dentro.

Nota: Esta Parte IV esta dedicada a Lizeth M. Ojal� y lo
disfrutes al verte en el relato.

Atte.

Cali

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