En aquel momento yo
ya sab�a lo que iba a pasar y la verdad es que estaba deseosa de que ocurriera,
asi que le dije que hac�a mucho tiempo que necesitaba que un hombre me tocara,
me besara...y me lamiera entera. Conforme iba hablando, me di cuenta de que un
bulto enorme asomaba por su pantal�n. Segu� fantaseando con lo que deseaba que
me hicieran y entonces �l, sin ning�n reparo, saco una enorme polla de dentro
del pantal�n, y comenz� a mene�rsela por debajo de la mesa. A mi se me ocurri�
la idea de que si se corr�a, tal vez se quedara satisfecho y me aprobara, pero
me di cuenta de que no quer�a que pasara eso. Quer�a sentir al cabr�n dentro de
mi, quer�a que me comiera el co�o hasta dejarme seca. Asi que me incorpor� de la
silla, y ante su sorpresa, me empec� a desabotonar la camisa. Segu�a explicando
como me gustaba que me follaran y lo mucho que lo echaba de menos, y �l no pod�a
dar cr�dito a lo que ve�a.



Mis
tetas son perfectas, redondas y generosas, y mis pezones estaban tan er�ctos,
que parec�a que fueran a romper my sujetador. Me acerque a �l y apart� su mano
de la polla enorme, y la llev� por debajo de mi minifalda. Mi raja estaba tan
h�meda que fue un placer su tacto. El comenz� a frotarla con ganas y yo me
arrodill� frente a �l y le empec� a dar peque�os besitos en su polla. El
introdujo sus dedos por dentro de mis braguitas y supe que era el momento
esperado. Me levant� y d�ndome la vuelta, me baj� las braguitas de modo que �l
pudiera ver bien mi rajita hinchada y h�meda. �l no pod�a mas. Su polla estaba a
punto de explotar, pero era un cabr�n resistente y pod�a aguantarse. Poco a
poco, fui sentando me en su regazo, y dej� que aquel poll�n enorme entrara poco
a poco dentro de mi co�ito. Me mor�a de ganas.



El
me agarr� las tetas y comenz� a masajearlas y a pellizcar mis pezones
endurecidos. Yo gem�a de placer y le dec�a, �lo hago bien profesor?, �l
respond�a: Si, zorra, sigue follando... Entonces me levant� y me la saqu�, y me
di la vuelta para quedar cara a cara y volv� a sentarme sobre su polla y segu�
foll�ndomelo cada vez con m�s violencia.

El me mord�a las tetas y me met�a la lengua hasta la garganta... Yo estaba a
punto de explotar cuando de repente, la puerta del despacho se abri�. Era otra
de mis profesoras que compart�a despacho con el. Nos mir� sorprendida y dijo:



- Pero Ernesto, �otra vez?!.

Si aquel hubiera
sido un d�a normal, yo me habr�a muerto de verg�enza pero no lo era, y lo �nico
que hice fue re�rme y seguir movi�ndome arriba y abajo, Sacando y metiendo aquel
poll�n. Mi profesor sonre�a a su compa�era de despacho y esta, supongo que
sinti� curiosidad, porque se acerc� y dijo:



- Marisa, no sab�a que te fueran estas cosas...



Yo
le pregunt� cort�smente que si quer�a participar. En aquel momento era la
situaci�n m�s surrealista que jam�s habr�a imaginado, y m�s cuando ella contest�
que s�, pero que no quer�a que �l se la metiera porque siempre le hab�a sido
fiel a su marido. "En realidad la que me gustas eres tu" me dijo. Asi que me
encontr� foll�ndome a mi profesor y besando a mi profesora. El no pod�a aguantar
mas y dando un grito se corri� dentro de mi. A mi me excit� tanto pensar en lo
que hab�a conseguido que tuve el mayor orgasmo de mi vida. Me saqu� su polla y
me tumb� en el suelo sobre mi profesora. Le fui desabrochando la camisa. Ella se
lam�a los labios y suspiraba. Era una mujer de unos 40 a�os y ten�a unas tetas
preciosas...Lam� sus labios, su boca, su cuello...mordisque� sus pezones.. y de
pronto, mi profesor que ya se hab�a recuperado, me embisti� por detr�s y empez�
a follarme como a una perra. Yo me mor�a de placer. Me retorc�a sobre mi
profesora mientras �l me agarraba las tetas y me follaba. Ella se movi� hacia
delante y coloco su falda frente a mi. Yo se la levant� y descubr� unas
preciosas braguitas negras y unas medias de seda. Lam� las medias luego sus
muslos, y finalmente le quite las braguitas.



Qued�
su co�o arregladito frente a mi, y yo sab�a lo que hacer. Con cuidado met� la
lengua para separar sus labios, estaba mojado y caliente, con un excitante sabor
salado... Ella gem�a y me ped�a que me la comiera, asi que , aprovechando las
embestidas de mi profesor, le com�a el co�o a ella. Jugu� a darle mordisquitos,
besos, lametones...y finalmente, met� mis dedos en ella. Se retorc�a de placer.
Yo no pod�a aguantar mas y cuando mi profesor saco la poya de mi, y se corri� en
mi espalda, yo me corr� como nunca. Sent�a su semen en mi espalda y mi propio
liquido entre mis muslos. No quer�a parar de hacer gemir a mi profesora, asi que
acelere el movimiento de mis dedos, y ella exploto en un rio generoso que yo me
apresure a lamer y limpiar. Nos tumbamos los tres en el suelo, exhaustos y
satisfechos. Nos besamos, lengua con lengua los tres juntos, y nos tocamos y
acariciamos para relajarnos. Me levant� entonces y comenc� a vestirme.

- �Que tal lo he hecho, profesor?

- Ya sab�a yo que eras una alumna de matr�cula.