SENSUAL (PARTE tercera)
A Sensual le encant� o�r algunas de mis historias cuando era
joven. Esta es una de ellas
Despu�s de recibirme en la Universidad, viaj� a la Capital a
hacerme cargo de una de las empresas de mi padre. Sin saberlo una de las chicas
que se contrataron para los servicios de correspondencia era Sensual, pero para
ese entonces no nos conoc�amos y solo lo har�amos cinco a�os despu�s
(formalmente). Pero quien en ese momento atrajo mi completa atenci�n fue
Viviana.
Hab�a pedido al gerente de recursos humanos, una secretaria
que adem�s de ser eficiente sea conocedora de las actividades de la empresa.
Seleccion� varias chicas, pero cuando esta terminaba, se present� una mujercita
de unos 21 a�os, de cabellos negro y piel muy blanca, sus ojos eran oscuros y
desped�an un centelleante brillo, sus formas las recuerdo casi de memoria, de
pechos peque�os pero erguidos, sus caderas eran bastante amplias, para ese
cuerpo, con un trasero perfecto que se remarcaba sustancialmente sobre la ropa;
algo que siempre me atrajo como un fetichismo, fueron los pies de las mujeres,
Viviana no era la excepci�n, ten�a dos pies perfectos enmarcados en unas
sandalias negras romanas, que le daban un cierto aire aristocr�tico.
Le tom� los datos y sin darme cuenta me estaba encari�ando
con ella, hablaba suavemente y mostr� papeles que la acreditaban como una
secretaria ejecutiva. La contrat� sin miramientos, satisfecho por la elecci�n le
dije que ser�a mi asistente, por lo que ella se sinti� agradecida.
Pas� el tiempo y Viviana (Vivi) se volvi� imprescindible,
llevaba siempre a buen termino casi todo lo que hacia. Not� tambi�n que su
apariencia cambio radicalmente, como el uniforme de la empresa era un conjunto
muy formal, ella se ingeni� para hacerlo sensual, muchas veces vi como cruzaba
sus piernas o se agachaba, mostrando sus muslos o dejaba ver algo que hacia su
cuerpo realmente er�tico. M�s de una vez not� que tambi�n usaba ropa interior
muy sexy, aunque los colores variaban, el preferido era el negro. Una tarde se
sent� un poco alejada de mi escritorio, lo que dej� perfectamente a la vista sus
hermosas piernas, aunque su mirada estaba centrada en la carpeta en que
trabajaba, disimuladamente descruz� sus piernas, mi vista se fij� en su peque�a
trusita, levemente se insinuaba su vagina. Al contrario de cerrar sus piernas
cuando se dio cuenta, como si fuera a prop�sito lo mantuvo en esa posici�n como
d�ndome a saborear la punta de un helado.
Vivi siempre estaba en todas, recib�a mis mensajes y
comenzaba a necesitarlas aun m�s, su figura se me insinuaba cada vez mas
constantemente. Hab�a notado varias veces sus pechos expresivos en su escote y
realmente la hacia desearla, pero lo que m�s me llamaba la atenci�n era su piel
blanca, atrav�s de la tela, solo en una ocasi�n pude ver cuando se agach�, no s�
si fue intencional, sus senos, el rosado de la aureola y por ende el centro con
sus pezones del mismo color.
Ese verano tuve por razones laborales ir a trabajar a una
ciudad costanera y llev� conmigo a Vivi, para que me ayudara en los papeles,
cuando le comuniqu� la noticia not� un brillo extra�o en sus ojos, y en un
arrebato me dio un beso en la mejilla y las gracias por haber pensado en ella.
En nuestro primer descanso nos fuimos a la playa, all� pude
verla realmente en todo su esplendor, aunque era bajita, ten�a una figura
espectacular. Ten�a puesta un biquini color crema, excesivamente cavada, Vivi
mostraba su cuerpo sin ning�n recato, pero sabiendo que todas las miradas
estaban sobre ella. T�midamente como si esto la intimidara, me tom� del brazo
hasta que llegamos a unas reposeras. Como la playa era privada, Vivi me consult�
que hab�a recibido la invitaci�n esa tarde para una fiesta nudista.
- Te das cuenta David, la ocurrencia de esta gente de
invitarnos a esa fiesta, adem�s pusieron Sr David A.... y Sra. �verdad que es
gracioso?
- La verdad que yo quisiera ir. Lo dije pensando realmente en
ver por fin a esta potra totalmente desnuda. Ya que con el postre me hacia agua
la boca.
- Pero David, est�s loco como vamos a ir a una soiare
nudista.
- Est� bien si no quieres ir, est�s en tu derecho. Dije en
tono provocativo.
No, si a ti no te importa esta bien. Me voy a arreglar y
nos vemos a la tarde. Se fue moviendo su impresionante trasero y a mi comenz�
a aparecerme una excitaci�n que no ten�a hace mucho tiempo.
Mientras se dirig�a a su cuarto, aprovech� para tomar algo de
aire fresco en el balc�n, ambos cuartos ten�an comunicaci�n por all�. Yo estaba
apoyado en la baranda cuando por la puerta del balc�n que da a su cuarto, apenas
cubierta por una cortina la vi pasar, me despert� tanto la curiosidad voyeurista
que llevo adentro que no pude con mi tentaci�n, as� que me aproxim�
despaciosamente.
La cortina dejaba un espacio en la parte inferior, de modo
que me tuve que arrodillar, as� que ten�a una visi�n parcial. Vivi se estaba
quitando la ropa, aunque no pod�a ver todo, la vista se remontaba solo a ver sus
piernas perfectas desde los muslos, imagin� que no llevaba nada, baj� la vista y
la imagen de sus pies cuidadosamente arreglados, me hizo tener una erecci�n. Vi
como se los masajeaba, coloc�ndolos encima de uno de los costados de su cama.
Ella en un momento se sent� al borde con las rodillas hacia dentro de la cama,
coloc� una peque�a palangana que estaba en cada pieza como elemento decorativo,
la llen� de agua y sac� un peque�o estuche con algunos implementos que desde la
distancia no reconoc�. Abri� las piernas y su cuerpo baj� un poco hasta la
cintura, all� pude ver todo ese esplendoroso culo, totalmente blanco con apenas
unas marcas del biquini. Como estaba casi inclinada ve�a que tomaba los
implementos y se los llevaba para la parte delantera de su cuerpo, no distingu�a
que estaba haciendo, pero pod�a observar la hendidura y la terminaci�n en su
peque�o ano. Sigui� con la operaci�n hasta que se inclin� con los brazos hacia
la cama, ahora ten�a la perspectiva de su peque�a conchita desde atr�s, reci�n
ah� me pude dar cuenta de lo que estaba haciendo, ....se estaba depilado su
vagina, ahora segu�a con su trasero, con delicadeza, ech� espuma alrededor de su
ano, luego sac� un peque�o espejo que coloc� exactamente debajo de su trasero y
comenz� a pasar despaciosamente la maquinita de afeitar, cuando termin� con
delicadeza se pas� una toalla, sigui� con un masaje con crema (que supuse
suavizante) lo que me excitaba mas a cada rato, ella por el masaje tambi�n
estaba excitada, comenz� introduci�ndose unos dedos en su conchita y luego
usando la misma crema como lubricante se la aplic� en su peque�o agujerito
rosado, avanz� all� con uno de sus dedos hasta conseguir un ritmo determinado.
Desde mi posici�n no pude mas que sacarme el pene y comenzar una paja de las
llamadas "gloriosas". Ella se estaba masturbando y lo hacia como toda una
experta (claro que imagin� que era lo �nico que hacia), ten�a el ano dilatado de
manera que le permit�a entrar y salir dos dedos, a cada momento buscaba
lubricarse con la crema, su cuerpo se arqueaba en espasmos de gozo cuando
llegaba al orgasmo, cuando acab� qued� tendida sobre sus rodillas, cansada pero
feliz. Me retir� a mi cuarto, esto llev� a que recordara mis viejos tiempos de
adolescente, me dirig� presuroso al ba�o y segu� con la pu�eta fant�stica.
Esa tarde Vivi apareci� con un vestido muy sexy, sin rastro
del cansancio o en su rostro del gozo que hab�a experimentado, adem�s mostraba
parte de su perfecto cuerpo y debo recalcar que pude apreciar sus bellos pies
rematados en unas preciosas sandalias que hac�an juego (sigo con mi man�a de
zapatero goloso). La imagen de ella masturb�ndose su depilada conchita me hacia
sentir a cada rato una erecci�n que por mas que trataba de colocar mi mente en
otro lugar, su figura me lo recordaba.
Cuando llegamos al club, nos atendi� un conserje, el cual nos
indic� un vestidor que ten�a salida hacia la playa, la cual se distingu�a a
travez de uno de los ventanales. Cuando entramos al sal�n vestidor nuestras
miradas se unieron, por un momento no sab�amos cual de los dos iba a tomar la
iniciativa, as� que comenc� a sacarme despaciosamente la ropa, y Vivi hizo lo
mismo.
- �Alguna vez hiciste esto anteriormente? Pregunt� como para
que el momento �ntimo me ayudara a conocer algo m�s a Vivi
- �No! Y estoy muerta de verg�enza.
- Bueno si quieres mirare a otro lado mientras te quitas la
ropa. Dije con un pensamiento algo est�pido de caballero andante.
Me desnud� r�pidamente y sal�, Vivi sali� detr�s de m�, con
una mano se cubr�a sus genitales, aunque dejaba ver sus hermosos pechos, los
cuales eran m�s perfectos que como los imagin�. Apenas unas aureolas rosadas,
que remataban en unos pezones casi del mismo color, eran m�s hermosos que la
primera vez que los vi. Ahora los ten�a al alcance de mis manos, estos estaban
erectos. No pude reprimir una acci�n, levant� mi mano derecha y tomando el pecho
derecho lo acaricie levemente, ella reaccion� mir�ndome con ojos acuosos, quit�
mi mano presurosa de all�.
- David, no me mires as� que me pongo toda colorada. Mientras
dec�a esto miraba sin total disimulo mi miembro que comenz� a tener una
erecci�n...
- Te veo hermos�sima... perd�name fue un acto reflejo, es que
jam�s pens� que podr�as tener un cuerpo tan perfecto. Ella por toda respuesta se
ruboriz� al extremo.
- Tu no pensar�s ir as� con esa cosa parada, �no?. Dijo
mirando mi pene que estaba casi al tope, dibuj�ndosele una sonrisa que hac�a su
rostro m�s hermoso.
- Tratar� de ocultar esto. Yo tambi�n me ruboric�, sin saber
porque. Aunque trat� de poner en mi boca una sonrisa que no sal�a.
Vamos que quiero conocer a la gente. Dijo quitando su mano
de su vagina
Ahora pude comprobar que efectivamente estaba totalmente
depilada. Aunque era peque�a, ten�a sobresaliente los labios menores como
formando una peque�a roseta. Su cl�toris era peque�o y se encontraba todav�a
encapuchado, a pesar de que ella era una mujer su conchita parec�a la de una
ni�a de 12 a�os, o quiz�s mas como si estubiera viendo la de un beb�.
Ella se sujet� de mi brazo, ahora ten�a todo su cuerpo
depilado cerca de m� lo sent�a tibio, aunque de todas formas hab�a visto muchas
mujeres desnuda as� que esto no me caus� gran impresi�n, pero segu�a excitado.
Cuando llegamos a una mesa ella se apresur� a sentarse de forma de ocultar su
sexo, por mi parte yo lo mostraba bamboleante, en una demostraci�n mas que
machista, generalmente lo llevaba encapuchado por que me sent�a m�s c�modo, dado
que f�cilmente me lo irritaba con el roce de la ropa, pero al estar libre de
este problema, como al descuido, me lo hab�a descapuchado, (viejo truco para que
parezca mas grande e imponente) as� que el brillante glande estaba desafiante al
mundo, como dije anteriormente mi miembro es tama�o standard, as� que pod�a
mostrarlo con cierta seguridad de no ser visto mal por uno que otro asiduo
visitante. ( algo mas de 17 cm)
Hab�a muchas parejas desnudas (era obvio porque ese era un
club nudista). Una de ellas de cerca de 35 a�os se nos acerc� a conversar. La
mujer era una rubia de piel igual de blanca que Vivi, pero bronceada al extremo,
por lo que se le notaban las marcas del biquini, ten�a unos pechos inmensos,
rematados en pezones oscuros y seguramente erectos por el momento, aunque su
cuerpo no mostraba mas signos, recal� mi vista en su concha y su abundante mata
de pelo casi casta�o claro y observ� que esta era de un tama�o algo mas grande
que lo normal, ten�a los labios mayores suficientemente dilatados y se
entreabr�an para dejar ver unos labios menores que se notaban perfectamente, con
un cl�toris que asomaba un poco mas grande que los que hab�a visto hasta ese
entonces, casi al instante me pareci� estar viendo a Ana, con la diferencia de
lo hermosa que Ana era y de que hasta ahora nunca hab�a tocado una conchita m�s
carnosa que esa, en cambio el hombre ten�a un miembro que escasamente era la
mitad del m�o, y contrastaba con todo su mofletudo cuerpo, lleno de vellos, al
ser m�s moreno se notaba la diferencia entre ambos, aunque me sorprend�o que su
pene no estuviera erecto.
- Que linda pareja que hacen, son vosotros muy hermosos. Dijo
la mujer sin quitar la vista de mi modesto instrumento, que a esa altura de la
fiesta, ya parecia asta de bandera.
- � Uds. son de la zona?. Pregunt� Vivi algo nerviosa, aunque
fijaba su vista en el pene del hombre como al descuido, volviendo la vista al
m�o.
- Estamos de paseo y nos agrad� esta invitaci�n, es la
primera vez que hacemos algo como esto. Se refer�a a venir al campo nudista.
Sin duda esto excit� a la mujer, porque vi que su mano baj� a
su vagina y algunas gotitas de lubricaci�n cayeron, estaba caliente, e intu�a
que era por m�. Realmente �ramos muy apuestos con Vivi, ella algo mas
desinhibida, ya no ocultaba tanto su figura, y tanto fue esto que en uno de sus
movimientos abri� las piernas y pude comprobar que ten�a tambi�n algunas gotitas
brillando en sus labios menores y que la vulva se le estaba inflamando de la
excitaci�n que ten�a.
Con un rasgo, que mostraba lo sinverg�enza, que pod�a llegar
a ser, le puse una mano en las rodillas y comenc� a subirla hasta casi la
entrada de su cuevita, lo suficiente como para sentir su piel, tambi�n como al
descuido comenc� a rozar los labios de su vagina. Ella en cambio con mas
disimulo mientras habl�bamos con la pareja de sexo (obviamente) acarici� la
cabeza de mi pene, como para decirle a la mujer ...Esto es m�o y no se lo
entregar� a nadie.
Yo casi me muero, por supuesto que si no me controlaba, pod�a
hacer un enchastre de locura, algo que sin duda saldr�a en los diarios por la
cantidad de "crema", que pod�a arrojar.
La pareja se retir� luego de unos minutos y mientras pasaba
el tiempo, nos fuimos calmando, es mas casi nos acostumbramos a nuestros cuerpos
desnudos, aunque cuando bailamos su sexo daba sobre mi pierna, humedeci�ndolo y
por mi parte varias veces provoque una distancia cuando mi pene saltaba como
resorte, dando principalmente sobre su est�mago, y eso tambi�n me excitaba,
porque sin darme cuenta mi glande le estuvo haciendo el amor al ombligo de Vivi.
Como al descuido comenzamos una charla que luego tendr�a mucha importancia en
nuestras vidas.
- �Vivi, estas comprometida?
- �No!. �Y t�?
- �Tampoco, soy un solter�n empedernido!. Ment�
- La verdad es que me alejaron de mi casa, por que estuve
involucrada con mi .... primo.
- Yo tambi�n termin� una relaci�n con Celia, mi prima. Pero
nuestras familias no se opon�an, claro que tal vez �ramos mas abiertos.
- No s�, tal vez mi familia fue muy dura, especialmente
cuando se enteraron que hab�a tenido relaciones con �l.
- Bueno... yo tambi�n tuve relaciones con mi prima, y creo
que fue lo m�s maravilloso que me pas�.
- Nunca estuve con otro hombre mas que �l. Me siento rara, es
mas, miro tu cuerpo, tu rostro tan lindo, que me decid� a salir. Adem�s disfrut�
cuando t� vi espiando por la ventana, me gusta que me miren sobre todo cuando me
hago el amor.
La confesi�n de Vivi, provoc� en mi un rubor exacerbado, pero
natural, estaba ante la presencia de una mujer que con el conocimiento
necesario, sab�a de lo que hab�a estado haciendo, de manera que ella me estaba
excitando de exprofeso.
- No se que decir, mis intenciones no fueron malas, ni deseo
aprovecharme de ti, simplemente que ten�s el cuerpo de una diosa. Dije tratando
de suavizar las cosas..
- Sos una buena persona, y no me hubiera extra�ado que me
desearas. pero aunque no lo creas soy todav�a virgen.
Su explicaci�n aunque dif�cil de entender me sobresalt� con
una frase anterior, ella dijo que hab�a tenido relaciones con su primo, de
alguna manera "ya no era virgen", me preguntaba entonces porque dijo que si lo
era. Esa idea me comenz� a rondar insistentemente por mi cabeza.
- Te deseo, pero sos mi secretaria y realmente me siento mal
por la situaci�n, sos muy especial y nunca hubiera querido da�arte, sobre todo
si eres "virgen".
Diciendo esto me aproxim� y bese con cari�o su bello rostro,
ella por toda respuesta gir� su cabeza y quedaron nuestros labios muy juntos. La
bes�, suavemente, no como lo hacia con Celia sino con un respeto y un deseo
sincero. Ten�a su lengua peque�a, hurgando mi boca, por mi parte succion�
chup�ndola mas lentamente. Pasaron algunos minutos, nuestras manos jugaron con
nuestros cuerpos, acariciandolos.
Al sentir que me excitaba roz� con una mano su trasero sent�
la vibraci�n de su cuerpo, ella lentamente toc� mis genitales, pero solo con un
roce que hizo levantarlo como siempre cuando sent�a ese tipo de caricia.
- �Qu� hiciste despu�s de mirarme como me pajeaba?. Mir�ndome
como distra�da ella me tir� su pregunta, como de quemarropa.
- Tambi�n me masturb�, lo hice inmediatamente despu�s hasta
agotar mi existencia "l�ctea". Respond�
- Bien. Ahora ya sabemos algo mas de cada uno, pero me debes
una espiada de como te masturbas, quiz�s alg�n d�a me la cobre.
Dicho esto se levant� y llevando mi mano hasta su espalda nos
fuimos acercando a la parte central de la pista de arena, all� volvimos a ver a
la pareja que estaban sentados en una banqueta romana, ahora ella exhib�a sin
tapujo su sexo, ya que ten�a una pierna levantada sobre la banqueta. El hombre
aunque la ten�a sostenida por los hombros, se deleitaba mirando a las dem�s
parejas. Por primera vez al ver esto gir� mi vista hacia el resto de las
personas, hab�a j�venes, maduros y viejos, pero casi todos parec�an gozar de la
charla y el espect�culo de la fiesta, tambi�n distrajo mi atenci�n que los
hombres en su mayor�a eran mucho mayores que yo, no as� las mujeres.
Leticia que era el nombre de la mujer que estaba llevando a
Vivi del brazo se alejaron conversando. Como al descuido me sent� en la banqueta
y comenc� una charla trivial.
- �Su primera fiesta de este tipo?.
- �S�! Y realmente me tienen loco todas las mujeres, pero
tengo algunos problemas, me cuesta tener erecciones. Diciendo esto mir� mi pene
que como era natural todav�a me encontraba al palo.
- �Ud. y su mujer...?
- Algunas veces pero ella siempre quiere mas, reci�n me
comentaba que le gustaba su instrumento, realmente creo que debe hacer feliz a
su mujercita....heee.
- Vivi es mi secretaria y solo vinimos por divertirnos,
adem�s todav�a no paso nada entre nosotros.
- �C�mo todav�a nada...acaso no se decidi� ella?
- As� parece.... Diciendo esto seguimos conversando hasta que
llegaron las mujeres.
Cuando regresamos, Vivi me coment� que la mujer le hab�a
encarado sobre si le gustaba una relaci�n de menage a trois o swingers.
Naturalmente le dijo que este era un tema que ella conversar�a conmigo.
- �Qu� te parece, te acostar�as con esa mujer?
- Puede ser pero creo que no es mi tipo.
- �Y yo? �Soy tu tipo?
- Sos muy hermosa, creo que serias el tipo de cualquier
hombre.
- En la Capital, no te conoc� mujeres, es mas las chicas de
la correspondencia dicen que nunca sales con nadie. (Una de esas chicas era
seguramente sensual, aunque para entonces las nenitas que me llevaban la
correspondencia no me interesaban como mujer). Dijo esto dejando la pregunta
t�cita en el aire.
- Si lo que quieres saber, es si me gustan las mujeres, s�.
Te contar� algo que me pas�. Le refer� la historia de Celia y Ana, evitando las
escenas que pudieran parecerle groseras.
.....................................................
- Realmente te aprovechaste de esas ni�as.
- Yo era tambi�n un ni�o, pero estoy agradecido aprend� lo
que realmente era el sexo.
- �Quiz�s tu tambi�n quieras descubrir el sexo conmigo?
- Puede ser, tal vez esta noche o cualquier d�a �No te
parece?
Por toda respuesta le acaricie la pierna hasta su vagina,
dejando que mis dedos rocen su cl�toris, ella no quit� mis manos y dej� que
siguiera por un tiempo acarici�ndola.
Cuando llegamos a nuestro hotel, nos despedimos luego de un
beso m�s excitante que el primero, solt�ndose de mis manos se refugio en su
habitaci�n.
Estaba sac�ndome la ropa cuando sent� golpes en la puerta, al
abrir me encontr� con Vivi, vestida solo con una remera que apenas le cubr�a las
nalgas, la trusita de color negra (distinta que la que llev� a la fiesta), era
mas cavada y solo ten�a atr�s una tirita.
- Me vengo a cobrar de lo que hablamos.
- Estas segura que lo que quieres, es verme hacer una pu�eta.
- �S�! Adelante macho demu�strame que tu no tienes verg�enza.
- Bien. Pero voy a necesitar de algo de estimulaci�n, me
refiero que ser�a interesante que tu me excitaras un poquito...
Al instante Vivi se sac� la remera quedando solamente con su
trusita negra. Me termin� de desvestir y ahora si mi pene estaba con todo su
esplendor, descubr� su cabeza lentamente y comenc� a masturbarme mirando el
esplendoroso cuerpo de Vivi.
- Ven ac�rcate y acar�ciame tu...si quieres.
Vivi no esper� un segundo se abalanz� hacia mi sexo con
rapidez, tanto que me ca� sobre la cama, ella aprovech� para situar su cuerpo
encima del m�o, tom�ndola de la cintura y siendo ella muy liviana, la gir� sobre
mi cuerpo de forma que qued� haciendo un 69. Ten�a ahora debajo de mi cabeza su
hermoso trasero, tan blanco que de mirarlo cerca aumentaba mi excitaci�n, ahora
sent�a que mi pene palpitaba, ella con suaves besos y peque�os leng�etazos, lo
iba comiendo como si fuera un helado que no quer�a que terminara. Lentamente le
quit� la braguita, ahora ten�a su peque�a conchita depilada sobre mi boca, le
comenc� a acariciar y trat� de introducir mi lengua. Para mi sorpresa, apenas
entraba una parte de esta, sent�a el himen perfectamente conservado.
- Vivi realmente eres virgen. Le dije elevando sus caderas de
forma que su cabeza quedara en direcci�n m�a.
- Si, no te ment�.
- Pero tu me dijiste que hab�as tenido sexo.
- Y lo tuve, chup� varias veces la pija de mi primo, pero
solo dej� que �l me hiciera sexo anal. Aunque lo hice solo dos veces, aun me
resulta doloroso.
- �por qu�?, El no supo hac�rtelo, si lo amabas por que no le
diste tu conchita.
- Puede parecerte tonto pero solo "reservaba" mi conejito
para mi marido cuando me case.
- Entonces ca�ste en las manos de un experto. Dije y record�
los tiempos de Ana y Celia. Pero ahora seguro de mi experiencia deduje que todo
ser�a m�s f�cil.
Se levant� y se dirigi� a mi c�moda, trajo un frasco de crema
suavizante que usaba para despu�s de afeitarme y lo puso sobre mis manos, as�
que luego de untarse la crema qued� extendida por sobre toda la palma, se dedic�
hacer lo mismo por mi pene. Dej� una cantidad en su mano que luego deposit�
sobre su entrada trasera. Primeramente con un dedo y luego con dos dedo se
dilat� su peque�o agujerito, no mostraba signos que era un recept�culo del sexo,
pero indicaba cierta experiencia en hacer lo que estaba haciendo. Se acomod� de
cuatro, colocando sobre su cabeza una almohada, luego se sujeto de la cama,
mordiendo la s�bana y me dijo.
- Bueno David es tu trabajo, a pesar que lo hice
anteriormente el dolor inicial, siempre me es insoportable.
- Listo ah� voy solo quiero que te relajes. Ella no sab�a de
las veces que mi t�a Ana, la madre de Celia me ense�aba a hacer esto. Inclusive
aun cuando Celia y yo �ramos parejas, muchas noches nos encontramos los tres en
la cama. Y tomaba por cierto mis precauciones para hacer bien el trabajo,
extra�aba en esas secciones a Carola, pero ella se hab�a casado y viajado a
Estados Unidos, actualmente recib�a en su casa, a la otra vampiresa de mi vida
Celia. Mi t�a me ense�� algo que siempre me servir�a. Me dijo que para que
desaparezca el dolor inicial, hab�a un truco muy viejo, deb�a controlar la
penetraci�n siempre con el tiempo que el esf�nter se acostumbre, aunque ella
gozaba de otras maneras, cuando me incitaba para que Celia y yo tuvi�ramos sexo
anal, me dijo que empleara este m�todo. Adem�s deb�a jugar con cierta rapidez
sobre el cl�toris, para que el placer fuera mayor que el dolor. Recuerdo que Ana
dejaba que su esf�nter se acomodara al tama�o de mi verga, pero ahora era
diferente estaba ante una mujer que toda su vida hab�a hecho el amor por ah� con
cierta inexperiencia y sab�a lo que era recibir algo tan grande y macizo en su
ano.
Ella comenz� a recibir de forma simple mi pene, la cabeza del
glande se aloj� primero entre los pliegues de su trasero totalmente depilado,
luego sin mediar mas, comenz� a tener ciertos movimientos que le permitieron la
entrada de mi sexo. De alguna forma, la penetraci�n no fue dolorosa, lo que
signific� para mi valiosos puntos, ella solt� las s�banas y extendi� una mano
sobre las m�as que la ten�a agarrada de la cintura. Sin duda estaba haciendo
bien las cosas, con lentos movimientos se lo pude enterrar totalmente, el pene
dentro de su culo aun estaba inactivo, lo mov� perezosamente pero sent�a como
ella estaba gozando, ahora su otra mano jugaba incansablemente con su cl�toris.
Hab�a hecho el amor por la entrada trasera siempre gozando de
esto pero ahora lo que sent�a era incontrolable. El recto de Vivi ten�a como la
succi�n de una estopa, lo hacia bien y por primera vez el placer que sent�a era
superior al dolor que se siente normalmente. Ech�ndome sobre ella, mi cuerpo,
que era m�s largo llegu� hasta su boca, la bes� largamente y ella me retribuy�
de la misma forma. Me dej� caer con ella todav�a empalada en mi sexo, el espejo
de la puerta de mi gabinete me mostraba la m�s sensual de las escenas, yo de
espalda y sobre m� engarzada por mi pene estaba Vivi, m�s hermosa y sensual que
nunca; su cuerpo blanco contrastaba levemente con el m�o. La nueva posici�n
tambi�n la excitaba y m�s r�pidamente se dedicaba a masajear su cl�toris. Ahora
en la posici�n encima de m� ella se mov�a y yo dejaba hacerla, a cada instante
se daba vuelta y encontraba mi boca. Volv� a tomar impulso y esta vez ella qued�
boca abajo en esa posici�n decid� que ya era hora de gozar. Arremet� con mis
movimientos, cada vez m�s r�pido, ella estaba gozando y yo derram� toda mi leche
dentro de ella, sent� como sus intestinos la absorb�an y sin darme cuenta segu�
el movimiento, como en mis mejores tiempos puede acabar una segunda vez sin
dejar de perder la erecci�n. Esta vez cuando saqu� mi miembro, not� la tremenda
dilataci�n de ese peque�o agujerito.
Me sent�a culpable y no sab�a porque, as� que me dedique a
pasarle suavemente la lengua por ese sitio, ella solo ronroneaba. Cuando el
esf�nter volvi� a tomar su tama�o casi normal me dijo.
- David, me rompiste el culo no creo poder moverme. Pero fue
lo m�s maravilloso que sent� hasta ahora, jam�s Pedro (seguro era el nombre de
su primo) me hab�a hecho sentir algo as�, adem�s el la tiene mas chica y mas
delgada, cunado te la v� pens� que sufrir�a el doble. Dijo con sus acostumbrados
mohincitos de cara.
Yo por respuesta la bes�, haciendo algo que siempre me gust�,
agradecer a la mujer el momento que hab�a tenido. La levant� con cuidado y la
llev� al sanitario, cuando el agua comenz� a empapar su cuerpo y los primeros
chorritos cayeron por ese lugar solt� un gritito, el ardor que sent�a se
reflejaba en su rostro. Mi cara debe haber estado desencajada por que me dijo.
- David, en mi vida hab�a gozado como hoy, te amo mi amor.
Diciendome esto me bes�. Esa noche dormimos abrazados en mi cama, no hubo mas
sexo pero por primera vez me sent�a bien despu�s de muchos meses sin compa��a
femenina.
A la ma�ana siguiente de nuestro encuentro apareci� con el
vestido m�s hermoso que ten�a, su cabello recogido, la hac�a ser una colegiala.
Toda la noche hab�a pensado que era una forma realmente buena hacerle por ese
sitio el amor, pero tambi�n deseaba hacerla mujer.
- S� de tu promesa de llegar virgen al matrimonio, pero
anoche me di cuenta que realmente sufres mucho, adem�s te deseo y deseo hacerte
mujer.
- �Tu me amas?
- Me gustas, Vivi, pero aun no s� lo que es el amor, por eso
si lo que quieres es alejarte de m� lo comprender�.
- David, te amo y anoche descubr� que deseo ser tuya, pero
ahora no estoy segura de lo que quiero hacer.
- Esta noche quiero entregarte lo m�s valioso para m�, aunque
no te cases conmigo, quiero ser tuya por toda la vida.
- Vivi, no merezco ese sacrificio, me siento mal por haberte
propuesto esto.
- No te preocupes aun cuando no lo parezca s� que eres el
hombre que necesito para esto, por tu calidez y porque jam�s sent� nada
parecido. Cuando venga esta noche quiero que hagas algo por m�.
- Lo que quieras. No sab�a en lo que me met�a.
Se despidi� de m� con un beso apasionado. Esa noche la recib�
vestido de gala, con mi mejor traje. Ella entr� esplendorosa a la habitaci�n,
llevaba un vestido blanco y parec�a una novia. Sus ojos ten�an algunas l�grimas,
y yo me emocion�. Hab�a olvidado el amor de mi vida Celia, y ahora me estaba
dirigiendo a una mujer a la cual me iba a deber por entero.
Vivi se dejo llevar por mis brazos en andas, la deposit�
despaciosamente en mi cama, hab�a preparado todo como si fuera una noche de
bodas, creo que ella se lo merec�a. Le quit� con mucha suavidad las sandalias y
no pude dejar de besar sus pies que eran como dos palomas blancas, su cuerpo se
comenz� a estremecer. En un segundo le saqu� el vestido y qued� solo con
corpi�ito blanco de encaje y una braguita muy a tono. La comenc� a besar de los
pies (ya dije eso), hasta llegar a su cuello, all� mientras me sacaba la ropa me
fund� en un beso muy sensual. La excit� hasta el extremo cuando llegue a su
conchita, separ� sus peque�os labios y pude sorber los juguitos que comenzaban a
salir.
Ella me indic� que estaba lista, como ya hab�a tenido cierta
experiencia con v�rgenes, cuando casi explotaba, le comenc� a introducir mi
miembro, sent� la tensi�n de su himen que se comenzaba a desgarrar, pero su
placer como la primera vez era superior, cuando el camino estaba despejado lo
met� completamente, comenc� a moverme, ella ahogaba sus peque�os jadeos con los
besos que nos est�bamos dando, acab� profusamente dentro de ella. Seguimos
haciendo el amor durante toda la noche. En ese tiempo me olvid� de Celia pero
tampoco era Vivi mi complemento ideal.
Hac�amos el amor a cada instante y ella gozaba hasta el
�xtasis total. Los lugares se fueron multiplicando, lo hicimos en la ducha, en
la cocina mientras ella preparaba una comida en el peque�o kitchen, en mi auto,
en la playa, hasta en un restauran y en cualquier lugar ins�lito que
encontr�bamos.
Cuando casi se acababa el tiempo de trabajo, nos encontramos
con Leticia, la mujer de la pareja que conocimos en la fiesta nudista. Nos dijo
que estaba emocionada de encontrarnos. Y por lo tanto nos propon�a una cena en
su chalet. Como est�bamos distendidos de trabajo aceptamos gustosos. Aunque yo
sent�a que la invitaci�n ten�a un fondo distinto del que anunciaba, no le dije
nada a Vivi.
El chalet quedaba cerca de nuestro hotel, de modo que fuimos
caminando esa noche, �bamos abrazados como dos enamorados, cuando llegamos nos
esperaba Leticia, vestida en forma insinuante, con una bata que dejaba ver sus
senos, a trav�s el escote, la bata ten�a peque�as "ventanitas que dejaban ver
que ella no llevaba bragas. Su marido Roberto nos recibi� vestido elegantemente.
Cuando tuvimos un apartado me coment�.
- Desde que mi esposa lo vio en esa fiesta realmente qued�
deseosa de Ud. David. Y Pens� que ser�a una buena oportunidad de darle algo, mi
problema es ahora cada vez mayor y ella no queda satisfecha.
- Me halaga, pero estoy con mi pareja.
- Lo s�, y creo que en este momento Leticia la estar�
convenciendo.
- Le advierto que soy heterosexual.
- Tranquilo David, no me gustan los hombre y su mujercita es
hermosa, pero no tengo balas para ninguna guerra por ahora, aunque me puedo
satisfacer mirando....eso si Ud. no tiene problemas.
- Bueno, si Leticia convence a Vivi, estar� contento de
servirlos. Dije riendo de la ocurrencia, pero en verdad deseaba tener otra
mujer.
Cuando llegu� a reunirme con Vivi, ella lucia una sonrisa
picaresca. Deduje con rapidez que ella estaba de acuerdo.
- David, Leticia me acaba de proponer que desea tener sexo
con nosotros.
- �Qu� le respondiste?.
- Le dije que estaba de acuerdo si vos tambi�n lo estabas.
Adem�s deseaba probar alguna otra experiencia.
- Bien, vayamos entonces a nuestro juego. Pero debo decirte
que no me gusta compartir mi mujer, entiendes verdad, si t� lo quieres no me
acercar� a esa mujer. Dije esto con �nfasis y dando claras se�ales de quien
quer�a el juego.
- David, yo deseo excitarme mir�ndote.
- Te doy la oportunidad de salir fuera de este juego, si lo
haces no me sentir� mal , si hago esto es por vos, no me falles.
- Solo ser� tuya David.
Leticia recibi� la aprobaci�n de nuestro juego de parte de
Vivi, aunque no lo vi, percib� que el arqueo de los ojos era la se�al. Leticia
nos llev� a disfrutar de una cena sumamente afrodis�aca. Como estaba cerca de
las dos mujeres, comenc� por explorar el territorio, despaciosamente acerqu� mi
mano hasta la pierna de Leticia, que entorn� los ojos con aprobaci�n. De la
misma manera mi otra mano se fue por los pliegues del vestido de Vivi, Leticia
abr�o sus piernas y mi mano comenz� a acariciar ese monte velludo, baj� hasta
tocar su cl�toris del tama�o de un pez�n y lo apretaba y acariciaba lentamente.
Por su parte ella comenz� a segregar tanta lubricaci�n que empap� literalmente
la parte trasera de su bata.
Luego nos dirigimos a tomar el caf�, Leticia mas atrevida se
sent� a mi par, me acariciaba mi entrepierna, avalanz�ndome hacia ella quit�
unos de sus senos de lugar sac�ndolo afuera, Vivi cerca de m� disfrutaba de lo
que ve�a y comenz� a sacarse su vestido. Leticia tambi�n se quit� el vestido,
ahora mas que nunca estaba excitad�sima, su concha mostraba una lubricaci�n
excesiva, Roberto el marido miraba desde una distancia prudencial gozando con la
escena, lentamente se acariciaba su peque�o pene. En pocos minutos est�bamos los
tres desnudos.
Leticia comenz� una fellatio larga, Vivi la acompa�� d�ndole
besos a la boca de esta. Por su parte Roberto extrajo su miembro de su pantal�n
y comenzaba a manearlo. Me levant� y mirando los ojos de Vivi, me di vuelta
quedando a la espalda de Leticia, acomod� sus caderas y de un solo envi�n, no
suave como lo hacia con Vivi comenc� a cojerla. Quiz�s lo hacia por despecho,
pero ella gozaba como loca, cuando estaba por llegar saqu� todo mi miembro con
el glande melado por sus jugos y sin decir nada se lo introduje ferozmente en su
culo, Leticia abri� los ojos desorbitada, gir� su cabeza y me mir� con cierto
terror, el dolor supuse era inmenso por que no lo estaba haciendo con la
paciencia que lo hice a Vivi, pero pens� que se lo hab�a buscado, una l�grima
apareci� de sus ojos y su mirada se transform� en una s�plica, esto hizo que
reflexionara, al fin y al cabo ella no ten�a la culpa de la rabia que sent�a y
no sab�a porqu�. Par� con mis embestidas, de modo que dej� que su esf�nter se
acomodara al tama�o de mi sexo. Vi en los ojos de Leticia una mirada de
agradecimiento, inmediatamente comenz� a gozar con las embestidas suaves.
En tanto Vivi se aproxim� a Roberto, le comenz� a chupar su
pene fl�cido. Sorprendentemente este se comenz� a erectar. Era pat�tico ver el
pene de este hombre, pero mi visi�n de sentir a Vivi cerca del otro me enfureci�
Acab� dentro de Leticia dej�ndola satisfecha, sin esperar le
saque y me dirig� hacia Vivi, mientras ella sigui� chupando la tom� de la
cintura y aproxim� mi pene a su culo, levant� la vista casi por un segundo, no
le permit� implorar, sab�a de su dolor esta vez se lo hice a gusto, la penetr�
con dolor, ella solo baj� la cabeza y comenz� a llorar. Pero no dej� de besar y
acariciar el pene de Roberto. Cuando estaba por acabar este acab� con peque�as
gotitas, que Vivi sec� con el pa�uelo de �l, entre tanto yo comenzaba a gozar,
acab� y creo que pude darle una raci�n inigualble de leche, estaba tan excitado
que no me di cuenta de la furia con que habia hecho el amor. Gir� de frente a mi
me bes� largamente, por debajo sent�a como Leticia me besaba los test�culos,
Roberto como inducido aproxim� su pene semi erecto y pudo meterlo en esa gran
concha, lo que trajo sensaciones varias a Leticia.
Caminamos lentamente a casa, ambos sab�amos que las cosas se
hab�an salido de carril, descubr� mi ser interior destructivo, no quer�a
compartir mi mujer con nadie, ella se pegaba a m� como queriendo pedirme
disculpas. Llegamos a nuestra habitaci�n nos duchamos junto pero rehus� tener
sexo aduciendo cansancio. A la ma�ana cuando me despert� ella lleg� al m�ximo de
su sacrificio, me despert� con besos y comenz� a succionar mi pene como a m� me
gustaba. Estaba desnuda, cuando estaba por llegar, se dirigi� al ba�o y volvi�
con una crema lubricante, mir�ndome siempre a los ojos se unt� su culito con la
crema, me miraba y me ofrec�a algo que yo sab�a que era doloroso para ella.
- �Por qu�?.
- Por que te amo, y s� que no deb�a hacer lo que hice.
- Disc�lpame, yo tambi�n te era infiel.
- Pero tu no sabias que yo prepar� todo con Leticia, me puse
en comunicaci�n con ella y planeamos todo esto. Pero me equivoqu� vos no
soportas las cosas compartidas.
- Lo siento tal vez nos equivocamos.
- C�jeme soy tuya. Hacelo por mi culo, s� que te gusta.
- Si te lo hago de esta forma te har� sufrir.
- Hazlo....ya.
No dud�, hice el amor violentamente por su ano, ella
derramaba l�grimas de dolor, no estaba gozando, se estaba flagelando por m�.
Entonces tuve una reacci�n que hasta hoy me parece increible, la levant� y
despaciosamente la coloqu� de espalda en la cama, con mucho cuidado esta vez
tom� su conchita y fue mi polvo mas espetacular.
La abrac� suavemente y como la primera vez la cur�, pero esta
vez lo hice con cuidado, ella se dejaba hacer sujetando mi mano que besaba
continuamente. En esa posici�n cansado me dorm�.
Luego de esto regresamos a Baires, all� ella se mud� a mi
departamento y seguimos un tiempo hasta que tuvo que viajar ....
Pero eso ......es otra historia