Recuerdo aquel fin de semana mortal. Romina era la mujer mas
hermosa que habia visto en mi vida, y ahora por alguna iron�a del destino era mi
novia. Su cuerpo siempre despert� mi admiraci�n y no pocas veces me encontr�
mirando su escote, y no s�lo eso, su cola era un santuario del placer. Sab�a que
muchos hombres la deseaban, caminando con ella en la calle, v� c�mo muchos
miraban sus "atributos".
Lo cierto es que ese d�a hac�a realmente mucho calor.
Llegamos a mi depto. y prendimos el ventilador.
Nos tiramos en la cama y consentida como siempre, compr� una
sidra que tanto le gusta a Romi. A medida que la tom�bamos nos �bamos
deshinibiendo cada vez mas y nos �bamos aflojando y entrando en confianza. Como
reci�n est�bamos saliendo, los besos eran de los mas h�medos y cargados del
deseo que da la novedad de la relaci�n. Comenc� por abrazarla, y ella no se
inmut� luego intent� a besar su boca, con piquitos.
Los piquitos fueron subiendo de tono y ya no est�bamos
sentados, yo ya casi estaba encima de ella y sent�a sus pechos enormes y duros
contra mi pecho y esto me excitaba mucho. Ya nuestras lenguas estaban
entrelazadas. Acarici�ndola primero debajo de su remera, luego subiendo hacia
sus tetas hermosas y redondas. Con un esfuercito, fuera remera.
Ella no quiso ser menos y me quit� mi remera tambi�n. Mi
erecci�n ya me estaba doliendo, el pantal�n ya no soportaba tanta presi�n.
Busqu� el bot�n de su pantal�n y baj� el cierre. Me apart� para poder bajar su
pantal�n hasta el piso. Y ah� qued� ella en ropa interior. Gloriosa. El encaje
de su corpi�o terminaba justo hasta cubrirle los pezones. Su tetas casi se
escapaban de esa prisi�n de encaje negro.
Su bombacha era chiquita como a mi me gusta, pero no pod�a
ver su cola, ya que estaba de frente a m� y no me daba la espalda. En un
forcejeo, Romi qued� encima m�o, y con mis manos jugu� a descurir por tacto, que
porci�n de su cola cubr�a esa bombacha. Y era m�nima y eso me puso de la cabeza.
Me puse al palo y ya mi pantal�n estaba a punto de reventar. Nos bes�bamos
fren�ticamente y frot�bamos nuestros cuerpos con desesperaci�n. Pero lo mejor
estaba por venir.
Dej� de besar mi boca, y baj� hasta mi pecho. Lam�a mi pecho,
y yo no sab�a qu� iba a hacer, ya que nunca me hab�a hecho un pete y desconoc�a
si ella lo hac�a o no. Realmente no puedo describir la sensaci�n de calentura y
dolor que sent�a en ese momento, porque la prisi�n de mi pantal�n me estaba
matando. Lleg� hasta el cierre y lo baj� lentamente. Quit� mi pantal�n y ahora
se ubic� sobre mi calzoncillo, que estaba estirado a mas no poder y humedecido
por tanto roce. Utiliz� sus 2 manos al mismo tiempo para sacarlo y all� erecto
sal�o mi pene, duro y en�rgico como un toro cuando lo dejan en libertad.
El aire de su respiraci�n tan cerca me excitaba mas a�n. Su
cara estaba muy cerca de mi pene. Lo har�a? Comenz� a ignorarme por completo. Su
mirada y parec�a que todos sus sentidos estuvieran abocados en mi miembro. Lo
tom� con una mano y levant�ndolo hacia mi panza comenz� a lamer mis huevos
lentamente. Casi Exploto. Me tra�a como un caballo. Me excit� de sobremanera.
Estaba como loco. Su lengua yendo y viniendo por mis huevos hasta tragarselos
del todo y luego escupirlos para seguir lami�ndolos. Estaba en la gloria. Cuando
el placer no pod�a ser mayor.
Tom� mi pene y comenz� a lamer muy lentamente la cabeza. Casi
me muero. Era mi mujer perfecta.!!!!!! Era petera y lo hac�a muy bien.!!!!!!
Lam�a la cabeza con suma suavidad y ah� para aportar mayor �xtasis a mi
situaci�n, descubr� dos enormes nalgas imponentes y redondas separadas s�lo por
una �nfima l�nea negra, bombachita que estaba perdida en el culo mas perfecto
que jam�s haya visto.
Pame descubri� mi mirada indiscreta y decidida a matarme de
placer, se trag� todo mi miembro y comenz� a succionar con locura y par� aun mas
colita para brindarme un espect�culo �nico, tan �nico que no aguant� mas y sent�
c�mo oleadas de leche sal�an de mi pene. Grit� de placer sin importarme nada,
mis chorros inundaban su boca, que en vez de rechazarlos, chupaba mas profundo
de modo que trag� todo hasta la �ltima gota. Mi pene ya fl�cido segu�a dentro de
su boca confundido entre su saliva y mi leche.
Nunca olvidar� esa tarde, por ahora les dije s�lo como
comenz� la historia... continuar�. Si quieren decirme que les pareci� escribanme
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