Misi�n Verga Adentro
Hey, me llaman... Dick. Vivo en Caracas, Venezuela y estudio
Comunicaci�n Social, trabajando adem�s como pasante en un peri�dico local. Para
los que no lo saben, en mi pa�s el gobierno instaur� un plan de gobierno de
llamado "Barrio Adentro", el cual consiste en llevar m�dicos cubanos a los
barrios m�s pobres del pa�s. Como esta situaci�n trajo mucha controversia, mi
jefa me asign� el trabajo de ir a un barrio y ver como funcionaba all� la fulana
misi�n.
Al comienzo me cagu� un poco, porque ten�a que ir nada menos
que a Petare, una zona de la ciudad bastante peligrosa. Sin embargo Susana, mi
jefa, me dijo que no me preocupara, porque ya hab�a arreglado cita con el m�dico
cubano de la zona, por lo que �l me iba estar esperando y nada pasar�a.
M�s tranquilo me dirig� al lugar de la cita. Tuve que abordar
un jeep de transporte p�blico que sub�a por unos cerros que nunca antes hab�a
visto, los que all� viajaban era gente de baja escala social y otros con aspecto
de delicuentes.
El chofer del jeep me indic� donde me ten�a que quedar.
Efectivamente, cuando baj� del jeep el m�dico cubano me estaba esperando. Me
saludo y caminamos varias calles, todas horrorosas, mal esfaltadas y casas
humildes.
Notaba que las chicas que caminaban por all� no estaban
malosas. Al contrario, eran en su mayor�a de piel morena, adolescentes, ricotas,
ligeras de ropa, shorcitos y cholas, y casi todas ense�ando el ombligo.
Cuando llegamos a la casa donde funcionaba la improvisada
cl�nica hab�a una se�ora esper�ndolo.
M�dico: un momento, ya la atiendo.
Dejamos la sala atr�s donde estaba la se�ora, cruzamos una
cortinita y entramos a la habitaci�n consultorio. Me dijo que lo esperara all�
mientras atend�a a la se�ora y regres� a la sala. Yo aprovech� para detallar el
lugar y tomar notas que me sirvieran para el reportaje: el escritorio era una
mesa coja, una cama para examinar a los pasientes y un armario sin puertas donde
hab�an unos cuantos medicamentos.
Jos�, que as� se llamaba, entr� a la habitaci�n.
Jos�: La madre de la se�ora que est� all� afuera tiene una
emergencia, y vive a unas calles de aqu�. Voy a tener que ausentarme... No
tienes problema en quedarte aqu�?
Dick: No, para nada.
Realmente, prefer�a quedarme all� y no seguir paseando por
las calles donde reinaban los maleantes y malandros, aunque si quer�a continuar
viendo a las morenas buenazas en shorcitos calientes.
Jos� tom� sus cosas y se fu� con la se�ora. Yo, comenc� a
urgar y ver la habitaci�n, consegu� en una esquina una bata un poco sucia y un
estetoscopio. Realmente no s� que me impuls� a ponerme aquello, lo cierto es que
me vest� y comenc� a actuar como m�dico delante de un espejo de pared.
Casi me cago del susto cuando me doy cuenta que alguien me
estaba observando. El rostro de una joven del barrio se asomaba por la
cortinita.
Yoselyn: Disculpe doctor. Puedo pasar?
Yo todav�a sobresaltado no supe que decir.
Yoselyn: Puedo pasar?
Dick: No... No... es decir... s�, si claro, adelante.
La chica entr� a la habitaci�n, y no pude evitar verla de
arriba abajo, o mejor dicho, de abajo arriba: ten�a puestas unas sandalis tommy
hilfiger de imitaci�n, las u�as rojo intenso, las piernotas desnudas y
radiantes, unos shorcitos muy muy cortos y blancos, el omblico con un piercing,
y un top negro que parec�a un sost�n, los pezones se dibujaban perfectos bajo la
tela, un pollinita le adornaba la frente, el resto del cabello le ba�aba los
hombros en r�os enrulados y engelatinados.
Yoselyn: El Doctor Jos� no se encuentra?
Dick: err... si.. ergh... no! El Doctor Jos� sali� a atender
una emergencia.
Not� que la negrita tambi�n me estaba detallando de arriba
abajo.
Yoselyn: Haaa. Y usted es el doctor...?
En ese momento, no s� que me impuls� a mentir... pero ment�
(jiji)
Dick: err... yo soy el doctor... el doctor Fidel.
Yoselyn: cubano? - mientras me examinaba a fondo y sin
descaro.
Dick: claro. cuban�simo!!
Yoselyn: pero no se te nota el asento.
Dick: es que llevo ya tiempo aqu�. Te puedo ayudar en algo.
La chica camin� por la habitaci�n y sin preguntar se sent� en
la cama.
Yoselyn: mi nombre es Yoselyn, vine porque tengo cita con el
doctor jos�.
Dick: bueno veamos... y que tienes?
Yoselyn: tengo un malestar en el pecho, usted podr� ver que
es lo que tengo.
Dick: Claro!!
Tom� el estetoscopio y comenc� a pasarselo por el pecho. le
ped�a que respirara y que se yo, eso que hacen los m�dicos. Mientras hac�a
c�rculos con el estetoscopio alrededor de sus pezones. Notaba que esto le
agradaba.
Dick: voy a necesitar que te quites el top.
La muy zorra no se hizo esperar y se lo quito en un segundo.
Los senos no eran enormes, pero los ten�a redonditos y jugosos. Le hice un
tacto, le acarici� las curvas, se las apret�.
Dick: Te duele?
Yoselyn: no
Ya te dolera zorra, pens�. Luego de masajearle las tetas le
propin� pellizquitos en los pezones. Ella gimi�. As� que no le pregunt� nada,
sino que continu� excit�ndola. Me d� cuenta que me miraba de reojo el bulto que
ten�a en el pantal�n, no pod�a ocultar mi excitaci�n.
Dick: voy a necesitar que te quites los shorts.
Otra vez la muy puta no se hizo rogar, se puso en pie y se
baj� los shorts de un tir�n. Yo la ayude a sacarselos de los pies. Hice que se
acostara en la cama boca abajo. Ten�a puesto unas pantaleticas negras rotas que
se le met�an entre las nalgotas. Si, unas nalgotas grandes y pelotudas, no como
las teticas, aquello si provocaba.
Para disimular le ordene que respirara mientras le tocaba la
espalda. Fui bajando y bajando y preguntadole si le dol�a.
Yoselyn: NO
Cuando llegu� al coxis le baj� saqu� las pantaletas y le
introduje dos dedos en la raja.
Dick: Te duele?
Yoselyn: Noooo
La voz revelaba calor y excitaci�n. Ya sin disimulos comenc�
a masturbarla, hundiendo mis dedos cada vez m�s profundo y roz�ndole el cl�torix
una y otra vez. Cuando present� que estaba a punto de acabar me detuve pero sin
sacarle los dedos. Con la mano que ten�a libre me saqu� el pene de entre el
pantal�n y tom� una de sus manos y la llev� hasta mi miembro, haciendo que me lo
atenazara.
No tuve que decirle nada, la negrita comenz�, con mucha
experiencia, a darme una rica paja. Me apretaba el guevo con fuerza y se mov�a a
buen ritmo. En compensaci�n continu� la masturbaci�n, hasta el punto que tom� el
cl�torix con la punta de mis dedos y se lo apret�, provoc�ndole un candente
orgasmo.
Yosely: Haaaaaaaaaaa!!!!
Mientras disfrutaba su orgasmo la voltee boca arriba,
aproveche que ten�a la bocota abierta diciendo "Haaaaaaa!!" y le met� mi paloma
entre los labios. La zorra comenz� a chupar y chupar. Regul� sus movimientos
agarr�ndole la cabeza por la pollinita niche.
La pinga se me puso redura y ya no aguantaba m�s, ten�a que
cojerme a esa caraja. Me quit� los pantalones y me le sub� encima. Yoselyn, puta
de barrio, abri� las piernotas, con una mano se abri� la panocha, y con la otra
me tom� la verga y la gui� hasta la entrada del placer.
De un golpe le met� la mitad. La zorra chill�. Retroced� unos
cent�metros y d� el segundo golpe. La verga cas� entr� completa. Otro chillido
m�s largo.
Dick: Te duele?
Yoselyn: Un poquito.
Dick: Y lo que te falta zorra!!
Me di un respiro de satisfacci�n y comenc� el tan ansiado
mete y saca. Yoselyn era una chica corrida, y eso que seg�n mis c�lculos tendr�a
entre 16 y 17 a�os, pero era una caballota experta. Atrap� mis piernas con las
de ella, y con sus manos sujet� mis caderas, colaborando en la ruda follada que
le estaba dando.
El chocho de Yoselyn estaba caliente y h�medo. Mi paloma
entraba y sal�a con incre�ble facilidad. Estaba sudando demasiado, as� que me
quit� la bata y me abr� la camisa. Ese momento ella lo aprovech� para darse
vueltas y ponerse en cuatro patas. Haaaaa!! dije yo esta vez, que estupenda
visi�n, las nalgotas ah� ofreciendose a m�.
No perd� m�s tiempo y la tom� por las caderas. Nuevamente
ella me agarr� el pene y se lo puso en la entrada. Esta vez no hubo dos tiempos,
de un solo empuj�n le enterr� el palo completo. Yoselyn grit�. Ya no le
preguntaba nada. Comenc� a darle con todo lo que ten�a. Duro, r�pido, la tom�
por los cabellos y se los tir� hacia m�. Yoselyn gritaba.
Dick: te duele puta??
Yoselyn: SIIIIII!!!!
Dick: quieres que te lo saqu�???
Yoselyn: Nooooooooo!!!!
Re� y segu� penetr�ndola salvajemente. Le daba nalgadas bien
sonoras, hasta que se le pusieron rojas. Me par� en la cama para penetrarla
mejor, mientras ella segu�a en cuatro. Sin preguntar le saqu� el guevo y se lo
enterr� entre las nalgas. Sin perd�n, sin saliva, un empuj�n violento. Esta vez
el grito de Yoselyn debi� escucharse afuera, le hab�a roto el culo.
Me le fu� encima, apoy� mi cuerpo sobre su espalda, con una
mano le estrujaba las tetas y con la otra le met�a dedos en la panocha, mientras
mi verga le entraba y sal�a del culo. La caraja no dejaba de jadear y le
reconoc� par de orgasmos. Yo la verdad estaba que no aguantaba m�s, aceler� los
movimientos mientras me aferraba a sus tetas. Dispar� todo el semen que ten�a
guardado en mis bolas dentro de su culo. Ca�mos ambos acostados en la cama, al
rato, cuando el pene perdi� su erecci�n, fue que lo saqu� del cuerpo de Yoselyn.
En ese momento entr� Jos� a la habitaci�n con un carajo con
pinta de malandro, forrado de ropa Nike y mal aspecto. Estaba tan concentrado en
fornicarme a la caraja que se me hab�a olvidado de donde estaba. Yoselyn brinc�
de la cama.
Yoselyn (hablandole al malandro): Mi amor... no es lo que tu
piensas...
Malandro: Noooo?? y entonces que es.
Obviamente, el marido de Yoselyn no le iba a creer que yo le
estaba haciendo s�lo un examen a fondo a su mujer, por lo que tuve que salir
corriendo por esos barrios de petare con el malandro atr�s intentando
aco�asearme. Un moto-taxi me salv� la vida.
El polvazo que le ech� a Yoselyn no lo puedo publicar en el
peri�dico donde trabajo, pero si lo puedo poner aqu� para que ustedes lo
disfruten. Espero les alla gustado.