"Est�pido impotente", eran algunas de las palabras que
hab�an salido de la boca de la chica mientras lanzaba sus ropas hacia el pasillo
y le obligaba a salir desnudo tras ellas. Sus ojos verdes no dejaban lugar a
dudas de su indignaci�n y odio, su cabello dorado estaba enmara�ado por la furia
y apenas cubr�a su torso desnudo.
El joven se hab�a vestido, apresuradamente en el ascensor,
mientras vaciaba su mente, "un gatillazo lo tiene cualquiera", hab�a
razonado mientras se calzaba. Pero sabia que eso solo era una excusa, su
relaci�n con ella iba de mal en peor desde hace tiempo.
Vestido solo con una camisa negra, pantalones vaqueros y unas
botas se vio enfrent�ndose al rigor de una noche de invierno, el viento helado
golpeaba su cuerpo y helaba poco a poco su sangre. Hab�a caminado sin rumbo por
la ciudad hasta detenerse exhausto frente a un P�b. de moderno dise�o. Sin nada
que perder se interno en el local, la oscuridad en su interior le sorprendi�
durante unos instantes, decido se aventuro hasta la barra donde pidi� una fuerte
bebida, hab�a decido ahogar sus penas en alcohol.
Tomaba su segunda copa cuando sus ojos se hab�an habituado a
la penumbra, en varias mesas a su alrededor parejas de todos los sexos se
entregaban al placer de los besos y los toqueteos. Los camareros, ataviados
�nicamente con pajaritas ofrec�an bebidas. Una mano extra�a acaricio su vientre.
-�buscas compa��a hermoso? - dijo una voz melosa, cargada
de segundas, incluso, terceras intenciones- �me invitas a una copa?
El joven se hab�a girado y observaba la figura a su lado.
Ojos de �mbar, un rostro de suaves y sutiles formas, una piel de caoba, una
cabellera de bronce que en infinitos bucles ca�a a su espalda. El cuerpo,
enfundado en un brillante traje azul con un generoso escote que mostraba grandes
encantos, su figura no era nada despreciable, de curvas de infarto y piernas
torneadas que asomaban bajo la corta falda, acabando en elegantes zapatos de
tac�n. Con un gesto indico al camarero que le sirviera una copa a la
desconocida.
-�te ha comido la lengua el gato?- pregunto divertida-
me llamo Vanesa �y tu?
-Luis -contesto el joven con la mirada perdida en el
fondo de su copa- Lo siento Vanesa, eres muy atractiva -comento mientras
echaba una ojeada a su generoso escote- pero no estoy en mi mejor momento, he
dejado la cartera no se donde- comento recordando que esta deb�a estar aun
en el apartamento de su novia.
-gracias por el halago -dijo mientras sacaba una
pitillera de plata y extra�a delicadamente un cigarro para llev�rselo a los
perfilados labios- Chico, no estoy contigo por negocio... si fuera as�
estar�a con alguno de esos ricachones de ah� detr�s- comento mientras
se�alaba con el cigarro a un obeso sonriente que llenaba de billetes el tanga de
una rubia que bailaba contra su rostro- eres un joven guapo, �que haces aqu�
solo?, nunca te hab�a visto en este local-
-mi novia... bueno...- Luis carraspeo incomodo- una
amiga me ha echado de su casa tras no poder satisfacerla en la cama...-
-hay mucha est�pida suelta...-comento con mientras
miraba de arriba a abajo a Luis como un �guila que contempla a un indefenso
rat�n- acomp��ame...-dijo la mujer mientras se levantaba y tomaba a Luis
del brazo- vayamos a un lugar mas privado-
Subiendo unas escaleras, llegaron un peque�o pasillo de
reservados, la mujer se dirigi� al mas apartado y abriendo con una llave que
llevaba colgada al cuello. La visi�n den interior dejo at�nito a Luis, un cuarto
decorado con gusto, tapices orientales cubr�an las paredes y una cama de sabanas
rojas presid�a la habitaci�n.
-Vanesa...- Contesto Luis acongojado- no tengo
dinero... y no creo ser capaz....-
Esta, por toda afirmaci�n tomo la cabeza de Luis y le beso
largamente, sus labios se unieron en un delicado beso que se convirti� segundos
despu�s en un tortuoso baile de sus sedientas lenguas. Vanesa recost� a Luis en
la cama y abri�ndole la camisa mordisqueo su cuello con gula.
-Esto lo hago gratis... no todos los d�as se presenta un
joven tan apuesto como tu...- susurro esta mientras deslizaba sus manos por
el interior de la camisa de Luis, alcanzando sus peque�os pezones,
pellizc�ndolos con furia-
Con un largo gemido Luis dejo caer su camisa y lanzo sus
manos hacia el cuerpo de Vanesa, la tersa y suave piel de esta le impresiono
sobre manera, sus dedos recorr�an la piel de la mulata con ardiente deseo. No
tardo en sacar sus pechos a la luz para deleitarse con ellos, con pasi�n
desenfrenada sumergi� su rostro entre los dos calidos pechos, para devorar m�s
que lamer sus ya erectos pezones. Las aureolas de sus pechos eran de un tama�o
extraordinario, de un color levemente m�s oscuro que su piel, sus pezones
alzaban y se ergu�an como er�ticos pitones.
-Que bien lo haces... c�metelas... son todas para ti-
susurro Vanesa-
Moviendo sus caderas sobre sus piernas, Vanesa gem�a
acariciando el cabello de Luis y clavando las u�as en su espalda, mientras este
se afanaba en devorar sus pezones y masajear su cuerpo. Durante largos minutos
se prodigaron caricias hasta que las expertas manos de Vanesa palparon la
excitaci�n masculina, abriendo el vaquero y acariciando la erecci�n de Luis
sobre el b�xer de este.
-D�jame devorarte...- musito mientras tumbaba a Luis
en la cama-
El rostro se acerco a su vientre, con las mejillas reconoci�
la excitaci�n del muchacho, abri� su boca y mordisqueo el tronco y la cabeza de
la gran erecci�n. Mordi� el el�stico y en furioso movimiento bajo los b�xer
dejando al descubierto un pene de un tama�o, que sin ser gigantesco pasaba
sobradamente la media. Sus h�medos labios se depositaron en el glande, para
besarlo repetidamente mientras sus manos acariciaban los test�culos y comenzaban
a masturbarlo, los dedos de su mano se mov�an gr�cilmente sobre el rugoso falo.
-Tu amiga te ha dejado su olor a co�o fr�gida- Comento
Vanesa cuando su lengua exploraba los recovecos del capullo entre los gemidos de
Luis- la tienes como una puta roca... que cachonda me estas poniendo...-
Con una mirada perdida en el deseo tomo la polla con su boca
y la inserto en su garganta. El largo miembro de Luis era devorado sin piedad,
sintiendo este como el glande llegaba hasta la garganta de ella a la vez que
comenzaba un r�pido movimiento en el que todos los m�sculos de su boca
contribu�an a llevar al �xtasis a Luis que con un estremecimiento noto como los
dedos de Vanesa comenzaban a jugar en ano, extra�o al principio, el desconocido
placer se volvi� cada ves mas intenso seg�n los dedos jugaban en su interior.
Agarrando fuertemente la polla, masturb�ndolo cada ves mas
r�pido, alojo solo el glande en su boca mientras sus dedos profundizaban a un
mas en el ano del joven llev�ndolo un inminente orgasmo. Los espasmos
recorrieron el miembro cuando el primer chorro de esperma se col� en su
garganta, los siguientes se toparon con su boca y su lujurienta boca. tras
exprimir y lamer el miembro, que comenzaba a encogerse se dirigio hacia Luis y
frente a sus apunto de salirse de sus orbitas, Vanesa lujuriosamente se limpio
el esperma de la comisura de los labios con la lengua para tragar todos los
restos de la corrida.
Luis exhausto se dejo caer sobre la almohada. Vanesa se
recost� sobre su pecho besando su cuello. Luis, sintiendo el ardor en su
interior aun vigente, bajo sus manos hacia las caderas de Vanesa para palpar el
trasero casi perfecto. En pocos minutos el vigor volvi� a su miembro.
-D�jame comerte bomb�n, quiero saborearte-susurro Luis
levantando la falda de Vanesa, esta detuvo su mano y le miro con una sonrisa-
-�estas seguro de que eres lo suficientemente hombre para
mi?- dijo Vanesa con una picara sonrisa- no soy una mujer normal...-
Luis asinti� y se abri� y le quito la falda desvelando unas
bragas de encaje negro que apenas escond�an una evidente erecci�n. Luis, se
detuvo unos instantes antes de acariciar el sexo sobre las bragas y meter la
mano bajo la tela para palpar un erecto y depilado pene.
-Vanesa... Ciertamente... Eres una mujer muy especial-
dijo Luis mientras la besaba y comenzaba a masturbar su pene con delicadeza-
Tras varios minutos bes�ndose, Luis sinti� cada ves mas calor
en el sexo de Vanesa, decidido, comenz� a besar sus pechos, bajando por su
vientre llegando atr�s innumerables besos al depilado sexo, este se ergu�a
hermoso y esplendido ante sus ojos, destilaba de el un sutil aroma a colonia
femenina que le volv�a loco. Con lentitud, tomo el sexo y despapucho el glande
para besar la brillante y tersa piel, con delicadeza, fue descubriendo los
sabores y texturas que le eran desconocidos. Su lengua recorr�a sin miedo los
todos los pliegues, desde el capullo hasta el ano, que se presentaba ante el
como una flor.
-No puedo mas... t�mame cabr�n- rugi� Vanesa d�ndole
la espalda y mostr�ndole su culo en todo su esplendor-
Luis se humedeci� dos dedos para lubricar el estrecho
orificio y gui� la brillante cabeza de su polla hacia el anillo que lo esperaba
ansioso. Apret� suavemente contra Vanesa, alojando su gruesa cabeza en el
interior de Vanesa. Esta con un profundo gemido empujo en un brusco movimiento
hacia Luis empal�ndose en toda la extensi�n del miembro de este. Luis con una
exclamaci�n de placer sinti� su polla enterrada en el ardiente ano de Vanesa,
que parec�a ajustarse perfectamente a su sexo.
-Te voy a matar a polvos zorra -dijo Luis excitado-
Se quedaron unos segundos acarici�ndose mutuamente antes de
que las caderas de Luis iniciaran un lento vaiv�n que llevaba a los dos a gemir
de placer. El placer de Vanesa se multiplico cuando la mano de Luis comenz� a
masturbar su pene al mismo vaiv�n de sus embestidas, a la vez que su otra mano
le pellizcaba los pezones con fuerza, arranc�ndole multitud de gemidos.
-Ll�name de leche Mam�n impotente- contesto Vanesa
mientras aceleraba el ritmo y comenzaba a hacer un movimiento circular con sus
caderas para sentir aun mas el duro miembro en su interior- Demu�strame que
eres un hombre.. Aaa...- grito al sentir como Luis la embest�a con ferocidad
inusitada, el ritmo fue subiendo cada vez mas, Vanesa sent�a su ano al rojo vivo
mientras era taladrada por Luis.
-Correte� puta, si�nteme bien dentro de ti- grito Luis
mientras forzaba sus m�sculos en una intensa penetraci�n para descargar su
ardiente esperma en el interior de Vanesa-
La mano de Luis se humedeci� por la corrida de Vanesa, este
aun dentro de ella, llevo su mano a la boca de Vanesa para que degustase sus
propios fluidos. Con un obsceno sonido, extrajo su polla del enrojecido ano para
ofrec�rsela a Vanesa, que no tardo en limpiarla con sus labios y su siempre
hambrienta lengua.
-�Ves Luis?, eres un estupendo amante...- susurro Vanesa
mientras estaban abrazados, tomados de las manos- un verdadero macho...-
-Y tu una verdadera mujer -Contesto Luis mientras la
besaba y la envolv�a en sus calurosos brazos, deseando recuperar las fuerzas
para volver a tomar posesi�n de su delicioso culo-