La se�ora Julia ten�a un problema, hab�a estado casada por 32
a�os con Jorge Villafuerte, un hombre que ahora a sus 60 a�os, estaba m�s
interesado en sus negocios que en su esposa. Y esto era lo que inquietaba a
Julia, su mujer, hacia muchos meses que su esposo no la tocara, se la pasaba en
viajes de negocios y aunque ella no pudiera quejarse pues la tenia con todas las
comodidades, extra�aba a su marido.

As� que Julia se hab�a refugiado en la compa��a de su hija
Ariadna una joven de 26 a�os que se hab�a casado con un muchacho de su edad, y
que viv�an en su enorme casa. Ella y su hija hac�an todo juntas, iban al cine,
sal�an a comer, al parque, a reuniones de los clubes de los cuales ella formaba
parte, todo esto con el consentimiento del esposo de su hija Joel.

Pero esta excelente relaci�n cambiaria por una forma
accidental. Una tarde de s�bado, Julia al regresar de hacer unas compras, fue
hasta la habitaci�n de su hija, quer�a invitarla a que la acompa�ara a una
reuni�n de las Damas de la Caridad, pero se encontrar�a con una sorpresa.

Su yerno Joel, pensando que se encontraba solo en la casa,
pues su esposa hab�a salido con unas amigas, se hab�a desnudado completamente y
se hab�a acostado sobre la cama a dormir.

Julia abri� la puerta de la habitaci�n de su hija y su yerno
llev�ndose una enorme sorpresa. "Oh Joel, disculpe!" hablo Julia disculp�ndose
sorprendida, aunque no pudiendo retirar su mirada del desnudo cuerpo de su
yerno, es que este hombre tenia un cuerpo muy viril, sin una sola onza de grasa,
su abdomen estaba marcado, pero lo que mas llamo la atenci�n de su suegra fue la
columna de carne que colgaba entre sus piernas, deb�a medir por lo menos 16 CMS
y era muy gruesa.

Joel miro a su suegra aturdido. "Oh se�ora que pena disculpe,
" le dijo cubri�ndose r�pidamente con la sabana de la cama. Su suegra
r�pidamente retrocedi� fuera de la habitaci�n completamente apenada.

Julia no logro sacar de su cabeza la imagen del pene de su
yerno en todo el resto del d�a, ella se preguntaba cuan grande seria este
completamente erecto, si estando en reposo ya era bastante grande. Julia se
sorprendi� al notar que se hab�a excitado con los pensamientos que hab�a estado
teniendo.

Esa noche despu�s de acostarse todos en la casa, Julia no
pod�a dormir, daba vueltas en la cama, estaba inquieta, entonces decidi�
levantarse a tomar un vaso de jugo a la cocina, bajando las escaleras de la
casa, miro como proven�a una tenue luz del cuarto de televisi�n, quien estar�a
levantado a esa hora, era de madrugada.

Asom�ndose un poco, miro a su yerno sentado frente a la
televisi�n, mir�ndola, la pel�cula que aparec�a conten�a algunas escenas
er�ticas, entonces miro de nuevo a su yerno, este se encontraba usando un
delgado b�xer de algod�n, y al parecer las escenas er�ticas hab�an tenido su
efecto sobre El "Oh salto cielo, la protuberancia dentro de su b�xer era
inmensa!"

"Su pene debe ser gigantesco" admiti� Julia lujuriosamente en
silencio. Y es que hab�a pasado mucho tiempo sin que su marido le hiciera el
amor, as� que mirar a su yerno de esta manera empezaba a despertar una enorme
excitaci�n en su interior.

Mientras miraba la televisi�n Joel record� el incidente que
hab�a tenido esa tarde con su suegra, no entend�a muy bien, el porque, pero de
pronto empez� a sentirse muy excitado al pensar en cual hab�a sido la reacci�n
de su suegra al verlo desnudo, sabia que era una mujer muy fina y de sociedad,
pero sabia tambi�n que esta mujer que a sus 55 a�os, se encontraba muy
descuidada por su marido, quien constantemente pasaba viajando dej�ndola
desatendida mucho tiempo.

Pensando en todas estas detalles, Joel bajaba el peque�o
b�xer de algod�n que estaba usando, dejando expuesta su enorme columna de carne
completamente erecta, pens� en darse un alivio a si mismo.

Sujetando su enorme verga con la mano, empez� a deslizarla
arriba y abajo sobre ella, procurando darse el mayor placer posible, en ese
momento con toda su excitaci�n en verdad necesitaba satisfacerse a si mismo,
liquido preseminal empez� a salir de la punta de su verga, mojando y lubricando
su pene, haciendo mas f�cil el desliz de su mano sobre esta.

Su bombeo iba en aumento, y su otra mano se deslizaba abajo,
masajeando sus pelotas, mientras pensaba en su suegra, en lo ardiente que
deber�a ser y en lo necesitada de verga que estaba, record� que en alguna
ocasi�n hab�a mirado con especial atenci�n aquel enorme par de senos que se
marcaban bajo sus finas blusas de seda. Joel imaginaba sus grandes senos
colgando coronados por gruesos pezones, su mano segu�a bombeando mas r�pido a
medida que Joel pensaba en su suegra y sent�a como se acercaba su orgasmo.

Sus m�sculos empezaron a apretarse, sus dedos se encogieron,
y sus ojos se cerraron mientras sent�a como su verga empezaba a disparar toda su
carga de semen fuera de sus bolas. El primer chorro de semen disparado parec�a
un espeso riachuelo que sal�a impulsado por los aires y chocaba contra su pecho
y estomago, r�pidamente seguido por varios m�s. Joel gimi� profundamente
sintiendo la enorme intensidad de su orgasmo. Ahora Joel ve�a una peque�a
cantidad de semen correr sobre su verga haciendo su mano m�s resbaladiza. Esta
nueva sensaci�n sobre su mano, hizo que disparara un tercer chorro de semen que
tambi�n se estrellaba contra su abdomen.

De repente Joel nota un peque�o movimiento con la punta del
ojo. Era su suegra Julia, que estaba colocada en una esquina de la puerta del
cuarto de televisi�n. Joel hab�a sido sorprendido por su suegra masturb�ndose, y
no pod�a hacer nada para ocultarlo, no ten�a una sabana o almohada para esconder
los rastros de su acci�n. Joel miro como su suegra estaba boquiabierta mirando
lo que El hab�a hecho.

Joel no tenia la costumbre de masturbarse seguidamente,
prefer�a el sexo con su mujer, pero ahora que lo hab�a hecho ah�, hab�a sido
descubierto por su suegra. Y aunque pudiera parecer un pervertido, para Joel
saber que su suegra hab�a estado mir�ndolo provoco que un nuevo disparado de
semen saliera de su verga, pero esta vez Joel no miro como su semen volaba por
los aires, esta vez Joel miraba fijamente los ojos de su suegra, mientras ella
miraba la abundante carga de esperma que este expulsaba.

Continuara�

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