Relato: De cacer�a en la noche Nunca me imagin� que acabar�a sinti�ndome toda una mujercita
en el ba�o de un parking con el vigilante jurado: ��qu� forma de follarme, qu�
animal!!
Dejenme antes que nada presentarme, ya que de la publicaci�n de mi primer relato
hace bastante ya y no les voy a pedir que vayan a buscarla. Aqu� va: Soy un
chico joven bastante agraciado fisicamente (perdonen la inmodestia), aunque no
soy el tipico joven fuerte. Mas bien tengo una belleza juvenil (a pesar de mis
27 a�os), con una carita mas de ni�o que de hombre, ya que no tengo casi barba y
mis rasgos son bastante finos.
De cuerpo soy delgado pero no fuerte, ni musculoso, de pecho
y espalda mas bien estrechos con lo que mi cuerpo es bastante mas femenino que
masculino en cuanto a la constituci�n y a lo delicado de mis formas. Siempre me
han dicho que tengo manos y piernas m�s femeninos que otra cosa y mi piel
tambi�n es bastante fina, bronceada y pr�cticamente sin vellos. Pero lo que m�s
me gusta de mi son mis ojos verdes y mis labios gruesos, sensuales, que creo que
junto con lo anterior es de la cara lo que m�s ha atraido a los hombres que se
han acercado a m�. Por lo dem�s, tambi�n tengo un buen culito.
Bueno, ahora paso a contarles sin m�s lo que me pas� har� cosa de un mes. Yo
vivo a�n con mis padres, pero resulta que ellos se iban de viaje por una semana
fuera del pa�s y entonces decid� cumplir una de mis fantas�as y curiosidades:
�c�mo me sentir�a vestido de mujer? �c�mo me ver�an los t�os? Siempre hab�a
pensado que tengo mucho potencial como t�a por mis rasgos f�sicos tan suaves y
poco masculinos.
Entonces, �por qu� no llevar a cabo la transformaci�n? Creo
que si yo tuviera un cuerpo y unas facciones muy de t�o no lo habr�a intentado
para no parecer que voy de carnaval, pero como he comentado me animaba mucho el
hecho de pensar que la transformaci�n ser�a muy verosimil y tendr�a atractivo y
morbo haci�ndome pasar por una t�a, adem�s claro del morbo que eso me provocaba
a m�. Dicho y hecho! Me fui a casa de mi amiga Pilar que es mi mejor amiga y me
dispuse a echar la tarde de compras con ella.
Nos fuimos a Zara para comprarme ropa que me gustara y con la que me sintiera
identificado/a. Ten�a muy claro que no quer�a vestirme como una ramera de baja
clase ni me quer�a ponerme algo que no fuera m�o y no me sentara como hecho a
medida. Ella era la excusa perfecta para no levantar esc�ndalo. La idea era que
ella se probaba y yo me met�a despu�s para verla y aconsejarla, una vez dentro
del probador me probaba yo rapidamente la ropa que ella llevaba puesta. La cosa
es que me compr� una falda por debajo de las rodillas, entallada y con un corte
inferior irregular, con un volante asim�trico drapeado, de las que est�n de moda
ahora.
Arriba llevar�a un top cogido al cuello y con un cruce bajo
en la espalda. Obviamente prefer�a ense�ar lo menos posible el pecho y sacarle
partido a mi bronceada y femenina espalda. El conjunto era todo negro, de una
tela muy fina. Luego me compr� con la ayuda de mi amiga unas pr�tesis de
silicona que van pegadas debajo del pecho, especiales para dragqueens o
transformistas, un conjuntito de ropa interior de encaje muy fino y discreto,
tambi�n negro, y unas sandalias de tac�n muy elegantes. Por �ltimo, una peluca
de melena negra con un corte a capas, muy elegante. Comentamos en la tienda q
era para una fiesta. Lo que me doli� en el alma fue el dineral que me cost� la
peluca para que no se viera a leguas que era una impostora. Ya que ten�a esa
ropa tan bonita y que me estaba metiendo tan dentro del papel y estaba tan
lanzada, no me iba a echar a perder todo por el pelo, no? As� que d� el �ltimo
tarjetazo y pens� que valdr�a la pena si es que repet�a la experiencia y sal�a
satisfecha (empezaba a pensar ya en m� en femenino!!).
Si no, siempre podr�a venderla en la misma tienda, pues compraban pelo natural y
pelucas usadas. Estaba seguro que me dar�an al menos buena parte del dinero que
me hab�a gastado si la vend�a en buen uso y as� me lo aseguraron tambi�n. Los
complementos s� se los acept� en pr�stamo a mi amiga y as� no tendr�a que
comprarme ning�n brazalete o pulsera, ni tampoco bolso. De todas formas, pensaba
ir muy discreta en mi salida.
Pero cu�l era el plan? Pues muy simple. Irme a casa de mi amiga por la noche y
transformarme all�. Muy tarde en la noche, pasadas las 12 de un d�a de semana,
saldr�a a la calle de cacer�a. Mi objetivo era alg�n barrendero de estos tan
cachas que han contratado ahora en mi ciudad, o alg�n repartidor nocturno o
cualquier individuo con el que me cruzara y me dirigiera una mirada m�s intensa
de la cuenta. Pero lo m�s importante y morboso para m� estaba ya en el simple
hecho de salir as�, como una mujer elegante y con clase a la calle y sentirme
ademirada y deseada. S�lo de pensarlo me pon�a como una perra en celo!!
Ese d�a no sal� ya que estaba agotada por las compras, al d�a siguiente e
dediqu� a depilarme el poco vello que tengo en las piernas (en los brazos no
tengo nada!) y el pecho y a hacerme la manicura y pedicura, limarme bien,
ponerme bastante crema hidratante, etc. Es d�a siguiente por la noche cen� en
casa de Pilar y se produjo la transformaci�n. No hizo falta mucho maquillaje ni
yo quer�a parecer un monigote de feria, ni me hac�a falta, ya que como dije soy
muy barbilampi�o.
Todo me pareci� que fue muy natural. No tuve para nada la
sensaci�n de ser otra persona o de ser alguien completamente distinto, al menos
en lo que se refiere a la cara, auqnue s� es verdad que la peluca s� me dio una
imagen completamente femenina y que los labios pintados y la m�scara de pesta�as
me hicieron sentir muy femenina, pero no fue como uno de esos cambios que salen
en la tele donde un t�o muy masculino o rudo se convierte en mujer, fue una
transici�n menos abrupta en mi caso y eso, desde mi punto de vista, me daba m�s
naturalidad. Mis piernas se ve�an divinas, femeninas y estilizadas por la altura
que me daban los tacones y el matiz de las medias. El culito que me hac�a la
falda era de infarto y por delante y detr�s se me ve�a genial!! No pod�amos
creerlo!!! Pero no me quiero detener m�s en esta descripci�n del proceso de
transformaci�n.
Me tir� a la calle!! Ser�an como la 1 y pico de la madrugada y las calles
estaban tranquilas. Psaban coches de vez en cuando y el morbo me comenz� a
entrar cuando los primeros coches empezaron a disminuir la velocidad a mi altura
y los t�os tocaban la bocina del coche o simplemente me dec�an piropos. Yo, en
mi papel de se�orita elegante y glamurosa, ni siquiera me volv�a a mirar. Sent�a
unas mariposas en mi est�mago y me limitaba a seguir mi paso como si fuera a
alg�n sitio determinado, como si caminara rumbo a casa o alg�n destino.
Entonces, me di cuenta del error. Ten�a que cambiar mi
actitud. Lo ideal ser�a que pudiera combinar la clase y distinci�n de mi figura
(la verdad es que sorpendentemente sent�a que siempre hab�a sido as�, no me
costaba para nada mover las caderas ligeramente al andar o llevar tacones) con
un poco de provocaci�n, pero creo que me daba un poquito de miedo. A veces
miraba un poco de reoo cuando me dec�an algo, peor me di cuenta de que iba a ser
dificil as�, provocar a alguien en un coche mientras yo caminaba por la acera.
Tendr�a que ser alguien que se cruzara conmigo, que me mirara a los ojos, con
quien pudiera establecer un contacto m�s personal y directo.
Segu� andando y me encontr� con varios tipos de frente que no me gustaron o
simplemente no despertaron mi libido. Camin� como una hora y pico sin rumbo,
estaba empezando a cansarme ya de los tacones y del deambular sin objetivo, cada
vez me encontraba con menos gente por la calle o me desviaba si ve�a un grupo de
hombres o alguno en compa��a de otro. Era un jueves noche, no era el caos del
fin de semana, pero se ve�a que mucha gente hab�a salido a tomar una copa y se
volv�a a casa a una hora "prudencial". Ya saben como somos en Espa�a para la
marcha.
Jam�s pens� que el objeto de mi deseo aquella noche ser�a un tipo normal y
corriente (aunque me gustan as�) que estaba esper�ndome pacientemente sentado.
Ver�n, les explico: no es que estuviera esper�ndome a m�, es que estaba sentado
en su trabajo, era un vigilante jurado que estaba en la puerta de un parking
p�blico cerca del centro de mi ciudad. El t�pico t�o hetero ni gordo ni delgado,
ni guapo ni feo, del mont�n, un t�o corriente. No era el t�pico guard�an cachas
ni de puerta de discoteca. Se ve�a de complexi�n mediana-fuerte porque ten�a una
buena esplada y un buen pecho, ancho. Un culo bien puesto y m�s grande que
peque�o, muslos anchos, barba oscura y cerrada, se la hab�a afeitado seguro en
la ma�ana pero teniendo en cuenta que est�bamos ya en la madrugada, le empezaba
a despuntar de nuevo. Bastante moreno de pelo y de piel, ojos oscuros y unas
pesta�as negras, espes�simas, una mirada de hombre que sabe lo que quiere,
decidido, que quitaba el sentido.
Apenas cruzamos una mirada r�pida mientras pasaba por delante
de �l, no pude sosten�rsela. �l estaba sentado en una silla que hab�a sacado al
borde mismo de la acera, justo en la entrada del parking y pas� roz�ndole
pr�cticamente. S� que me mir� porque le mir� a los ojos r�pida y furtivamente
mientras segu�a sin rumbo acera adelante. Sent� que se me doblaban las piernas
al oirle exclamar a mis espaldas con una voz increiblemente viril y para nada
obscena, sino aduladora: "Ni�a, si no fuera porque estoy de servicio te
perseguir�a al fin del mundo!!" Yo segu� unos pasos m�s como aut�mata, pero
pensando a la vez en un millar de posibilidades que cruzaban mi cabecita y mi
mente como una lluvia de ideas. De repente me volv� casi sin pensarlo,
inconscientemente y me acerqu� s�lo un par de pasos para decirle que la verdad
es que no iba muy lejos, que de hecho ya estaba cansada de andar sin rumbo. Le
dije que en realidad no quer�a volver a�n a casa porque tem�a que se me cayera
encima ya que hab�a tenido una cita con un chico que hab�a conocido en el chat
tiempo atr�s, me hab�a ilusionado mucho con �l y esa noche hab�a sido nuestra
primera cita, pero le dije que fue un desastre y el tipo se hab�a ido dej�ndome
tirada.
�l no sal�a de su asombro. Me imagino que, primero, no esperaba que yo me
volviera tras su piropo y mucho menos que le soltara lo que yo le hab�a soltado,
tan nerviosa por las circunstancias. Segundo, no le hab�a dado pr�cticamente
opci�n a decir nada o a encajar toda la situaci�n porque yo hab�a reaccionado
r�pido y le hab�a largado toda aquella historia que me invent� as� sobr ela
marcha en un santiam�n. Para postre, seguro que estaba m�s en shock a�n teniendo
en cuenta que ya para ese momento se habi� daod cuenta de que yo no era una t�a
de verdad, si es que me habi� tomado como tal. Obviamente mi voz, auqnue no es
la m�s masculina ni ronca del mundo, no pod�a disimular ese hehco y tampoco me
iba a poner a hablar como caperucita fingiendo una voz aguda a mi edad.
As� que en esos breves instantes en que �l procesaba toda la
informaci�n, aprovech� para acabar de una forma "convincente" el resto de mi
historia de aquella noche para �l. Le dije que si a�n no se habi� dado cuenta y
se estaba preguntando por qu� me hab�a dejado tirada mi "cita de internet" le
pod�a aclarar que era porque se me hab�a pasado comentarle el "detalle" de que
yo en realidad era un hombre y, claro, el tipo me hab�a dejado m�s tirada que
una colilla. El t�o se qued� a cuadros. No ya por la revelaci�n que le acababa
de hacer y que para entonces seguro que ya no era tal, sino por la forma que
tuve de decirle todo: con esa franqueza y esa naturalidad m�a. Estaba con la
boca abierta.
Cuando se recuper� de todo lo que en un par de minutos le hab�a soltado y lo que
estaba pasando. Me mir� de arriba a abajo y muy serio me dijo que �l nunca hab�a
estado con otro t�o, pero que si fuera como yo no le importar�a probarlo. Me lo
dijo con una seriedad y un morbo increibles!! Ah�, la que se cay� con todo el
equipo fui yo, que no me esperaba para nada semejante comentario, aunque bien
sabe Dios que lo deseaba con todas mis fuerzas. Os juro que toda mi femineidad
sali� de golpe. Me sent� de repente m�s mujer que la m�s femenina de las mujeres
y me sent� recompensada por todo lo que hab�a hecho por completo. Yo no lo pod�a
creer tampoco! Le volv� a mirar m�s tranquilamente-aunque estoy segura de que
todo pas� en d�cimas de segundo-y me fij� en detalles que antes no hab�a
percibido, como por ejemplo los pelos del pecho que sal�an de la abertura del
pecho de su camisa, los vellos de sus brazos, las cejas tan pobladas, el
paquetazo que ten�a entre las piernas y c�mo se le abultaba el pantal�n hacia
afuera, sus labios gruesos, las patillas largas en su cara y su anillo de
casado.
Tendr�a unos 30 y pico a�os y yo hab�a perdido en aquel
momento todos los papeles. Me sent�a incendiada por dentro, aquel hombre ten�a
que follarme como fuera, aunque en ello se me fuera la vida!! Con la misma
seguridad aplastante con que me hab�a dirigido a �l antes, le dije que por qu�
no lo probaba entonces, que yo no ten�a prisa y que me esperar�a o volver�a
cuando terminara, que har�a lo que �l quisiese y ah� le entregu� de alguna forma
mi voluntad. Con esa seguridad que le da al macho saber que eres toda suya, se
sonri� despacio, orgulloso de s� mismo y del deseo que despertaba en m�y se
levant� tranquilamente. Era la primera vez que le ve�a de pie, no era muy alto,
quiz�s un metro setentayocho o algo as�, pero se estir� un poco de los
pantalones hacia abajo por haber estado sentado y aprovech� para rozarse el
paquete como en un movimiento inconsciente, r�pido e involuntario. Yo sab�a que
har�a lo que fuera por que me hiciera mujer: �l hab�a sido el elegido por el
destino y por m�, y no pod�a ser otro. Me dijo que se llamaba Manuel y se acerc�
poni�ndome sus manos en mis caderas para darme un suave y ligero beso en los
labios. Era s�lo la estrategia del macho que me iba a follar despu�s como s�lo
los machos saben hacerlo.
Me cogi� de la mano y me llev� dentro, a un cuartito donde hab�a un ba�o,
cerrado con llave, bastante grande y unas estanter�as con art�culos de limpieza
y otros enseres para el mantenimiento del parking como bombillas de repuesto,
escaleras, pintura, etc.). Yo le segu�a sumisa y feliz, a�n no me lo pod�a
creer!! Todo un machote para m� solita!!! Lo abri� con una llave que sac� de su
bolsillo y en cuanto pas�, me sigui� cerrando detr�s la puerta con un pestillo.
Me mir� de arriba a abajo de nuevo con un deseo increible en sus ojos y
cogi�ndose el paquete sobre el pantal�n con la mano derecha, me dijo "esto es lo
que quer�as, no? Pues lo vas a disfrutar, nena!!" La forma en que dijo ese
"nena" y la forma en que me miraba y se hab�a cogido el paquete me desataron
completamente, os juro que not� como el anillito de mi esfinter se abr�a y
sent�a un calorcito increible en mi culito: quer�a su polla m�s que nada en este
mundo. Se acerc� a m� de nuevo y se peg� completamente a mi dej�ndome contra la
pared. Me recorri� el pecho con las manos hasta llegar a mis caderas de nuevo,
las baj� suavemente hasta ponerlas sobre mi culito y me atrajo con fuerza hacia
�l. Ol�a a hombre, su sudor me enloquec�a, sus jadeos, estaba super cachondo y
eso se evidenciaba en su respiraci�n y en lo duro que ten�a el paquete, parec�a
que me iba a taladrar con los pantalones puestos!! Me besaba el cuello y me
pasaba la lengua por la oreja mientras me dec�a: te vas a inflar de polla y
leche, puta, te la vas a comer toda y te vas a atragantar!! El machote
caballeroso estaba soltando el animal que hab�a en �l.
No pude m�s y autom�ticamente me agach� delante de �l, a la altura de su paquete
y empec� a darle lenguetazos por encima del pedazo de bulto que le formaban los
pantalones. Lo ten�a agarrado por el culoy estaba sali�ndome de mis casillas. De
chica bien, me estaba convirtiendo en una puta-chupapollas. Le clavaba con
fuerza las u�as en el culo para hundir con toda mi fuerza mis labios en la forma
que dibujaba su cipotazo en la delantera del pantal�n.
Entonces, me separ� para pasarle la mano izquierda por debajo delos huevos
mientras la derecha le recorr�a frotando con fuerza toda esa barra que se
dibujaba en su delantera por encima de la delgada tela del pantal�n azul, como
si le estuviera haciendo una paja. �l echaba la cabeza hacia atr�s y resoplaba
mientras sus manos se afanaban en desabrochar su camisa y sacarla de la cintura
del pantal�n. De cuando en cuando, bajaba la cabeza para ver la cara de la
putita que reci�n hab�a descubierto y que promet�a mucho placer: yo!!
El siguiente paso fue abrirle la cremallera y sacarle la polla por la abertura
del pantal�n sin desaboton�rselo: siempre me ha daod much�simo morbo hacer eso.
Lo que vi fue como un encuentro en la tercera fase!! Qu� poll�n, Dios m�o!! No
era muy larga (afortunadamente), pero s� era bastante gorda, sali� goteando
pre-seminal y con la piel a medio bajar, enredada en un matojo de pelos tan
negros como la pasi�n y el morbo que me cegaban en aquellos momentos. Le ayud� a
echar la piel del prepucio hacia atr�s y empec� a darle lenguetzos en el glande
como si se me fuera la vida en ello. Mis labios estaban lubricados con abundante
saliva y cuando tuve humedecido todo ese poll�n, empec� a hacerle una paja
mientras me afanaba en entrar por la abertura inferior de su cremallera un par
de dedos de la mano izquierda con que rozar sus huevos.
Cada vez estaba m�s emputecida y �l gem�a m�s y m�s duro;
entonces la boca no fue suficiente y empec� a refregarme aquel cipote por mi
cara y mi cuello. Si me la hubiera podido comer, me la trago entera. �l empez�
entonces a decirme guarradas del tipo: "te voy a follar hasta que no me quede
lefa en los cojones, esta noche te vas a enterar lo que es un t�o de verdad, te
voy a llenar toda de leche, so puta; ya veo que te gusta mi polla, no hab�as
tenido ninguna as� antes, eh? Pues te vas a cansar de que te folle, te voy a
dejar revent�. Qu� bien me comes el nardo, so guarra, est�s emputec�a, eh?!!" Y
yo me puse m�s clainet a�n, perd� completamente los papeles y la noci�n del
espacio y el tiempo para abandonarme a �l y a su polla, no hab�a nada m�s en el
mundo, todo se reduc�a a ese placer.
De un tir�n le quit� el bot�n y le baj� los pantalones a la altura de los
muslos. Los calzoncillos que teneia ya bajados al fente eran tipo slip de
mercadillo, de un dudoso algod�n y de m�s dudoso gusto a�n por su estampado. Eso
me acrecent� el morbo y me hizo no sentir l�stima de su mujer: c�mo pod�a
envolver semejante tesoro en unos calzoncillos para su marido de 3 X 5 euros?
Sus muslos eran bien peluditos, como me gustan, sus huevos eran bastante grandes
y cubiertos de pelos, all� ol�a a macho y ol�a a gloria, met� mi cabeza entre
sus muslos y empec� a respirar como si necesitara de ese aire, me embriagu� con
el olor a sudor y sexo que ten�a, me embriagu� con ese olor �nico a macho que
despierta el apetito de la hembra. Empec� a chupar sus huevos, a netermelos
alternadamente primero y conjuntamente despu�s en la boca mientras le acariciaba
los muslos y le pasaba mi mano derecha por su pubis y su barriguita, su michel�n
de horas y horas sentado en su trabajo y de la tranquilidad que le proporcionaba
el matrinomio.
Cuando dej� los huevos fue para pasarme a su polla de nuevo porque en un
movimiento de cadera hacia atr�s me hab�a pegado con su cabeza en mis labios,
reclamando de nuevo la atenci�n de mi lengua y mis paredes bucales para su
garrote. Entonces se la chup� introducieendomela hasta que me dieron arcadas,
hasta que traspasaba mi campanilla y notaba correr garganta abajo el sabor
amargo de su pre-seminal. Cuando estim� que no podr�a aguantar mucho m�s, me
apart� de su polla, le mir� suplicante a los ojos y �l me entendi�
inmediatamente.
Meti� sus manos bajo mis axilas y de un tir�n me levant� del
suelo, me puso a su altura, me morre� de forma bestial meti�ndome una lengua
enorme y tan hinchada como su polla en mi boca, en mi garganta y me levant� de
los lados la falda en un movimeinto r�pido, pero suave. No fue tan delicado con
las medias: me puso de espaldas y me las rompi� de un tir�n mientras me apoyaba
en la pared y descansaba su cabeza en mi hombro izquierdo, repirando
agitadamente, jadeando en mi cuello y junto a mi oreja. Entonces me confirm� lo
que ya sab�a: "nena, putita m�a, te voy a follar!!" Yo estaba al borde del
frenes�, del infarto o del desmayo, me faltaba el aire. Inmediatamente sentei su
mano derecha acarici�ndome el culito y un dedo primero y un par de ellos m�s
despu�s acariciando mi esfinter, pugnando por abrirse paso en m�. Lo que vino
despu�s fueron unas pocas embestidas en las que no pudo meter m�s que la punta
de su cabeza en mi culito estrechito y pr�cticamente virgen. Yo me masturbaba
fren�ticamente apoyado en la pared, con mi derecha me pajeaba mientras con mi
izquierda acariciaba mi entrepierna, mi muslo izquierdo y bajaba la mano de vez
en cuando hasta tocarle los huevos, hasta sentirlo como luchaba por entrar en
m�.
A mi espalda, casi fundi�ndose conmigo, Manuel bufaba y
sudaba, me mord�a y lengueteaba el cuello, el hombro, la oreja izquierda. Ya no
pod�amos aguantar mucho m�s, est�bamos al borde del colapso y mis tacones
parec�an querer partirse con tanto embite. En el momento en que me corr�,
expulsando mi semen contra la pared de aquel cuarto de ba�o, mi esfinter se
relaj� dilat�ndose un poquito m�s y Manuel pudo introducir un poquito m�s la
cabeza de su polla en m�, en ese momento se corri� y sent� c�mo se humedec�a mi
agujerito. Me agach� poni�ndome delante de �l y recib� unos cuantos trallazos de
espeso esperma en mi cara y mis labios, en mi lengua que saqu� para que sirviera
de blanca alfombra a tan delicado manjar.
Pueden enviarme emails con comentarios, fotos, o lo que quieran a mi direcci�n
de email. Estar� encantado de contestarles!! Adem�s, nunca se sabe en qu� puede
terminar todo, verdad? Bueno, sean buenos y escr�banme! Un besito muy ardiente
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Relato: De cacer�a en la noche
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