Era una de esas noches de s�bado raras, en las que no tienes
una ruta fija y que vas de bar en bar sin destino. En una de esas uno de mis
amigos propuso ir a un bar que hay en el centro, en cuya parte de abajo se suele
bailar salsa y que siempre est� lleno de inmigrantes latinoamericanos. En un
principio la idea no me seduc�a demasiado, pero la verdad es que vali� la pena.
Cuando llegamos la m�sica atronaba y la pista estaba llena de parejas que
bailaban al ritmo, todos con pinta de controlar el baile. Casi todos mis amigos
se pusieron a bailar, con m�s ganas que destreza y yo, que soy un poco cortado,
me qued� en la barra bebiendo algo. La verdad es que la gente bailaba de
maravilla.
Se acababa una pieza, la pista se quedaba vac�a y cuando
empezaba otra canci�n la pista se volv�a a llenar de distintas parejas. Mientras
mis amigos bailaban y bailaban con distintas personas yo segu�a apoyado en la
barra porque, sinceramente, no tengo ni idea de c�mo bailar una bachata o un
merengue ni nada de esas cosas. Una de mis amigas empez� a bailar con un t�o que
ten�a pinta de ser un aut�ntico animal: negro, cabeza rapada, superalto, de
espaldas anchas y brazos gigantescos, no de culturista, sino de un t�o realmente
fuerte. En pocas palabras, era sexo con vaqueros y una camiseta que se ce��a
perfectamente a sus grandes m�sculos. Yo estaba pensando que mi amiga ten�a
suerte de haber pillado a ese pedazo de maromo cuando se acab� la canci�n. Mi
amiga se acerc� a la barra con el machote de la mano.
-�ste es Mauricio- me lo present�. Le di la mano, que �l
estrech� con fuerza, poniendo en juego todos los m�sculos de sus fuertes
antebrazos.
-�Has visto qu� cacho brazos tiene?- dijo mi amiga levantando
la manga de la camiseta de Mauricio. �l sonri�, mostrando sus blanco dientes y
tens� el brazo de tal forma que puso en relieve sus poderosos triceps, luego
dobl� el brazo de tal forma que pude observar sus tremendos b�ceps. Yo me estaba
poniendo cachondo, pero trataba de actuar como si tal cosa.
-Esto.. yo me voy al ba�o- dije y sorprendentemente dijo �l:
-Te acompa�o.
Salimos de la sala hacia el cuarto de ba�o que estaba afuera.
�l me segu�a como si fuera mi guardaespaldas y yo estaba nervioso de que
semejante semental viniera conmigo. Hab�a una cola bastante considerable en el
ba�o, tanto en el de t�os como en el de t�as.
-�La conoces hace mucho?- me pregunt�.
-�A Ana? Hace mucho tiempo, s�.
-Baila muy bien... - a�adi�. Ya ve�a yo por d�nde iban los
tiros. La quer�a meter en su cama.
-Siempre est� intentando que vaya con ella a clases de baile.
-Pues deber�as intentarlo, es una buena forma de conocer
gente.
-Ya...
-Y no solo chicas- a�adi�. Me dejo patidifuso y le mir� como
si acabara de llegar del espacio exterior. No quer�a creer que se refer�a a lo
que yo hab�a entendido. �l me miraba divertido, como esperando mi reacci�n. �No
vas a restringir la diversi�n �no te parece?
Por fin sali� la gente del ba�o y pudimos entrar. Nos pusimos
en los urinarios y �l se sac� la polla, bastante grande y morena, una
preciosidad de aparato.
-�Qu� pasa blanquito, te gusta lo que ves?- me pregunt�. No
me hab�a dado cuenta de que estaba mirando su pene con cara de imb�cil. Yo ya
estaba dispuesto a cualquier cosa, as� que le respond�:
-Claro que s�.
-Pues puede ser tuyo... �te vienes a mi casa?
Pens�ndolo fr�amente, a lo mejor no habr�a aceptado, pero al
ver aquella maravilla de pavo ofreci�ndome pasarlo bien, no pude negarme. No nos
despedimos de nadie, directamente nos fuimos a su casa que no estaba demasiado
lejos de aquel bar. Su habitaci�n era peque�a, pero estaba limpia. Por el camino
me hab�a comentado que compart�a el piso con unos cuantos compatriotas, pero que
no habr�a ning�n problema, que no nos molestar�an.
-Te lo voy a hacer pasar de miedo... - sonr�o. �T�mbate en la
cama- a�adi�, empuj�ndome levemente. La verdad es que me podr�a haber corrido
solo mir�ndole, pero �l se dedico a hacer un ex�tico baile mientras se iba
deshaciendo de cada una de sus prendas. Primero los zapatos, despu�s la chaqueta
que llevaba puesta. Sus pesados pectorales se marcaban a trav�s de la camiseta.
Los flexion� levemente. Se deshizo de la camiseta y su cuerpo apareci� en todo
su esplendor, musculoso y poderoso, listo para ser devorado. Empez� a sobar su
generoso paquete por encima de los pantalones que llevaba.
-�Preparado para el plato fuerte?- ya se la hab�a visto en el
ba�o y estaba deseando poner mi boca en ella. Desliz� los pantalones por las
musculosas piernas qued�ndose con un min�sculo calzoncillo que no dejaba nada a
la imaginaci�n y que le hac�a un bulto entre las piernas que casi era obsceno.
Me abalanc� sobre �l, sobre aqu�l enorme paquete, pero Mauricio me detuvo.
-No te he dicho que te muevas- y sin decir nada m�s se
deshizo de los calzoncillos. Su polla enorme confirmaba la teor�a de que los
negros la tienen grande, pero �ste la ten�a exageradamente grande. -�Qu� te
parece blanquito? �Te gusta eh? A todos los mariconcetes como tu les gusta lo
que yo tengo... Seguro que nunca hab�as visto una tan grande como esta- dijo
mientras se sujetaba su colosal verga. Entonces dobl� el brazo, que se
transform� en una poderosa bola de carne. -Y esto tambi�n te gusta �eh maric�n?-
Empezaba a darme miedo su actitud, pero de igual forma me excitaba. ��Ponte de
rodillas!- rugi�.
Era una orden y yo la obedec�. Mauricio frot� su verg�n
contra mi cuerpo mientras me arrodillaba ante �l y pronto estuvo a la altura de
mi boca anhelante de carne de macho.
-Estas caliente �eh putita? Creo que voy a meter esto dentro
de tu boca de mam�n. �Me cogi� la cabeza y la apret� contra su enorme paquete,
mi saliva mezcl�ndose con su l�quido preseminal. Abr� la boca tanto como pude y
el monumento de �bano fue desliz�ndose dentro de mi boca. �As�, blanquito. Come
mi enorme polla negra. Eres un comepollas profesional �eh cabr�n? Sigue as� y
recibir�s mi leche en tu garganta.
Ten�a todo su poll�n dentro de mi boca mientras me follaba la
cara. Ten�a las manos a los lados de la cabeza, manteni�ndola en posici�n
mientras me la jod�a como si fuera un chochito. Recorr� con mis manos sus
abdominales y sus fuertes pectorales. Mis dedos encontraron sus pezones y
ligeramente los pellizqu�, provocando toda una serie de gemidos incontrolables
por parte de Mauricio.
-�Te gustan los pezones?- pregunt�. -�Por qu� no te pones de
pie y los chupas?
Me cogi� del pelo y lo us� para levantarme de mis rodillas.
Incrust� mi cara en su lampi�o pecho mientras mis manos amasaban sus pectorales.
Le chup� los pezones alternativamente mientras el gigante semental no paraba de
gemir. Entonces me forz� de nuevo para ponerme de rodillas y restregu� mi
abultado paquete mientras volv�a a introducirme su enorme polla en la garganta.
-As� que a la putita le gusta... y quiere hacerse un pajita
mientras un aut�ntico hombre le folla la cara. S�catela. Vamos a ver lo que
tiene el blanquito entre las piernas. Me gusta que un t�o est� empalmado
mientras me, la come, as� se lo mucho que le gusta que le use.� Me abr� los
pantalones y saqu� mi pedazo de carne que estaba brillante por el l�quido
preseminal -No esta mal para un blanco, pero no tiene comparaci�n con mi enorme
poll�n negro.
Empec� a manosearme la polla. El no hab�a parado de follarme
la cara y pod�a o�r c�mo se aceleraba su respiraci�n. Sac� su cipot�n de mi boca
-�Te gusta, blanco? Que te de polla un machote negro. Dime
�Te gusta?
-S�, me gusta tu polla- respond� fuera de control. Su mano se
levant� y me cruz� la cara.
-Me gusta tu polla �qu�?- sab�a lo que quer�a pero me
resist�a a humillarme. Al verme dudar volvi� a cruzarme la cara y como para
demostrar su superioridad f�sica flexion� levemente sus grandes pectorales. �Que
se la �ltima vez que no me llamas se�or puta blanca, o la pr�xima vez no ser�
tan blando.
-S�..., - �l levant� la mano dispuesto a volverme a dar una
bofetada. Cerrando los ojos a�ad�- se�or.
-As� est� mejor... entonces �te gusta mi enorme verga?
-S�, se�or- respond� sumiso.
-As� est� mejor maric�n. Recuerda tu sitio �Qu� quieres hacer
por mi polla?
-Lo que quiera el se�or.
-�Besarme el culo?
-S�, se�or.
-�Lamerme el ano?
-S�, se�or.
-�Qu� te pete el culo? �Eh? Voy a ponerla en tu culo si me
apetece...
-S�, se�or.
-D�melo. Dime lo que vas a hacer para conseguir mi enorme
polla.
Mir� hacia arriba. Era un cabr�n engre�do, un hijo de puta
que se val�a de su fuerza para conseguir lo que quisiera pero yo estaba deseando
hacer cualquier cosa por su soberbio trozo de carne que estaba frente a m�
amenazante.
-Le besar� el culo se�or. Lamer� sus pelotas y su ano, se�or.
Le dejar� petarme el culo, se�or. Har� cualquier cosa que me diga, se�or.
-S� mariconcete- estaba acariciando su polla con su mano
derecha, tan grueso era el tronco que sus grandes manos casi no pod�an cerrarse
en torno a �l �me gusta como suena. Ahora desn�date.
Me levant� y me quite la camisa que dej� sobre la cama
mientras trataba de quitarme los zapatos. Mauricio se acerc� y empez� a
pellizcarme con fuerza los pezones, con tal fuerza que casi parec�a querer
arranc�rmelos. Me debat�a entre el dolor y el placer.
-�Te gusta blanquito?
Su enorme herramienta se balanceaba entre nuestros cuerpos.
-S�, se�or.
Continu� jugando con mis pezones mientras yo me deshac�a de
mis vaqueros, calzoncillos y calcetines. Cuando estuve completamente desnudo
ante �l, me hizo girar para poder observarme mejor.
-No est� mal comepollas. Estas en buena forma. Voy a
disfrutar jugar contigo. Ac�rcate un paso.
Obedec�. Mauricio levant� su mano, un poco manchada de
l�quido preseminal, y la dej� caer como un cachete sobre mi cara.
-Nunca olvides quien manda aqu�, putita. Yo soy el jefe.
Seguro que nunca te hab�a encontrado con un macho como yo. Soy el que controla
esta historia. Puedo hacer contigo lo que me de la gana.- Su voz adquiri� un
tono amenazante. �Podr�a destrozarte y tu no podr�as hacer nada para evitarlo.
S�lo eres un blanquito contra un verdadero hombre.
Entonces introdujo su dedo en mi boca. Abr� los dientes y le
dej� inmiscuirse en mi cavidad bucal. Me miraba directamente a los ojos mientras
lo hac�a. Entonces, con su pulgar baj� por mi barbilla, por mi cuello hasta
llegar a mi pecho. Puso una mano en mi nuca y levant� el otro brazo. Empuj� mi
cara hacia su axila, que yo lam� sin que me lo ordenara. Estaba en el cielo. Me
encantaba la forma que aquel semental tomaba lo que quer�a sin pedir permiso.
Llevaba mi cara de una de sus axilas a la otra.
-As� blanquito. Lame mis sobacos. D�jame bien limpio maric�n.
Mauricio me empujo hacia el suelo, dej�ndome de espaldas.
Lleg� el momento de la follada, pens�. Su polla segu�a siendo un enorme pedazo
de hierro que se ergu�a orgulloso entre sus poderosas piernas. Pero en vez de
eso puso sus pies a cada lado de mi pecho. Puso su pie izquierdo junto en el
centro de mi t�rax.
-Poseo tu culo �verdad?
-S�, se�or.
-D�melo.
-El se�or posee mi culo.
Una enorme sonrisa se dibuj� en su cara, una hilera de
dientes de inusitada blancura apareci� en su atractivo rostro negro.
-Siempre me pone cachondo que un blanco me diga eso.
Se adelant� un poco hasta estar sobre mi cabeza. Se agach�,
dejando sus enormes pelotas llena de leche ardiente bailando sobre mis labios.
Abr� la boca y empec� a lamerlas. Cuando tuvo bastante de eso se gir� y puso sus
rodillas a cada lado de mi cuerpo. Baj� su culo a mi cara.
-C�melo. C�meme el culo, blanquito. Quiero sentir esa lengua
de puta alrededor de mi agujero.
Empec� a lamer su ano, saboreando su sudor. Recorr� con mi
lengua toda la raja hasta llegar al ano y una vez all� empec� a mover mi lengua
fren�ticamente.
-Pero que bien lo haces cacho puta �Te gusta comerle el culo
a un negro? S� que s�. De acuerdo, ahora esc�chame bien, quiero sentir esa
lengua desliz�ndose dentro de mi �Dios! �S�! Lo estas haciendo muy muy bien
maric�n de mierda. Nada como un blanco para comerme el culo.- Yo mov�a mi lengua
r�pidamente, tan dentro como pod�a. Le escuchaba decirme guarradas mientras
restregaba su culo por mi cara. -�Mierda! �Para o me voy a correr!
Se levant� un poco, poni�ndose a cuatro patas, as� pude
admirar su glorioso culo y su impresionante y ancha espalda mientras yo yac�a
bajo su cuerpo.
-Joder, tengo que hacerlo- le o� murmurar.
Recul� un poco y paso una mano por detr�s de mi cuello, de
forma q colgara un poco. Pude ver claramente la reluciente cabeza mientras se
aproximaba a mis labios. Le sabore� mientras su cabeza pasaba mis labios a lo
largo de mi lengua. Fue directamente a por mi garganta, aullando mientras se
hund�a mas y m�s.
-�Mierda! �No aguanto m�s! �Toma blanco! �Toma toda mi leche!
Not� c�mo su polla se expand�a pero no pude probar el primer
trallazo de leche. Aquella eyaculaci�n hizo que retrocediera un poco y los
siguientes cuatro lecherazos cayeron llenando mi boca. Lo deglut� tan r�pido
como pude, tratando de dejarle seco. Pero la leche segu�a saliendo de su grueso
tronco de �bano, mientras sus huevos, aquellos dep�sitos inacabables de leche
estaban ante mis ojos. Se sali� de mi y la �ltima eyaculaci�n cay� sobre mi
cara. Quer�a desesperadamente agarrarme la polla y empezarme a pajearme como un
loco, lleno de su corrida pero mis brazos estaban entre sus poderosas piernas.
Mauricio us� su dedo para eliminar la corrida de mi cara y me
hizo lamerlo. Cuando termin�, se levant�, liberando mis brazos. Mi mano, como
por resorte fue directamente a mi polla que estaba m�s dura de lo que hab�a
estado nunca. El machote se agach� y me atiz�.
-No te toques hasta que tu macho te lo permita �Comprendes
blanco de mierda?
-S� se�or.
Retir� la mano de mi ansiosa polla. Mauricio se gir� para
verme de frente, yo segu�a de espaldas y as� pude ver que su poll�n
inconmensurable segu�a duro como una piedra.
-Ha llegado el momento de petarte ese culo blanco que tienes
putita. Te la voy a clavar tan adentro que te va aparecer que te la voy a sacar
por la boca.- Me mir�. �De espaldas no, chochete. Te voy a follar de pies. Te
puedes inclinar sobre mi.
Me puse de pies. Me posicion� en medio de la habitaci�n y yo
me ech� hacia delante. No perdi� ni un segundo y pronto sent� ciertos
movimientos en mi trasero hasta que su gigantesco salchich�n encontr� mi
esf�nter y me penetr�. El dolor fue indescriptible dado el tremendo grosor de su
pene. Gem� con fuerza pero aguant� como un campe�n. Sent� su gran mano sobre mi
nuca, oblig�ndome a inclinarme m�s de forma que me pudiera penetrar m�s
profundamente de lo que ning�n hombre hubiera estado antes.
-�A que duele? Pero s� que lo estas gozando maric�n. Toma mi
enorme verga �Que sepas que te est� follando un aut�ntico semental negro!
Se lade� sobre m� de forma que pod�a sentir sus grandes
pectorales contra mi espalda. Sus pezones estaban duros como piedras y los
sent�a sobre mi espalda mientras me abrazaba, oblig�ndome a poner mis brazos a
lo largo de mi cuerpo. Pod�a sentir su carne dentro de m� cuando de otro golpe
de pelvis me hizo ponerme derecho. No pude por menos que gemir de placer. Su
boca estaba cerca de mi oreja.
-�Qu� sientes?�Te gusta tener una enorme polla dentro de tu
culito blanco?
-Es genial, se�or �Siga foll�ndome!
Ri� suavemente en mi o�do.
-Creo que podr�as llamarme dios en vez de se�or, mariconazo.-
Empez� a follarme con m�s fuerza, su polla entrando y saliendo de mi culo con la
fuerza y velocidad de un martillo neum�tico. �Joder un culo blanco. Creo que me
podr�a acostumbrar a esto. Tengo unos amigos que seguro que gozar�an con esto
tambi�n �Ponte de rodillas, puta!- ladr�, oblig�ndome a ponerme de rodillas
mientras �l segu�a movi�ndose en mi interior. Mauricio empez� a follarme m�s
r�pido a�n y me orden� que comenzara a masturbarme. Sin sacar su pedazo de verga
de mi interior, me agarr� del pelo, levant�ndome la cabeza, y pellizcando mi
pez�n izquierdo con su mano libre.
-�Me estoy corriendo, so puta! �Llenando tu culo de leche!
�T�mala maric�n, t�mala!
Era demasiado para m� y me corr�, con la cabeza forzada hacia
atr�s y los pezones maltratados por la fuerza de toro de Mauricio. Cerr� los
ojos y boque� en busca de aire. �l se sigui� corriendo en mi interior un rato
m�s para despu�s dejarse caer sobre m�, aplast�ndome bajo su peso. Sac� su
enorme rabo de mi interior, a�n entumecido y, sin decir palabra, se tumb� en la
cama y se qued� dormido.