Relato: El Voceador





Relato: El Voceador

Como todas las ma�anas me dirig�a a mi oficina, la avenida
estaba saturada de autos y autobuses, era el mismo cantar de siempre a esa hora.
En tramos los autos iban casi a vuelta de rueda. Cuando vas con prisa te parece
que las luces de los sem�foros duran una eternidad. Al llegar al entronque m�s
conflictivo, las filas eran enormes, pero como todos d�as, mi distracci�n en esa
parte del camino, era el ver a un jovencito que vend�a los peri�dicos del d�a,
lo hab�a visto crecer, ya que desde ni�o se dedicaba a dicha actividad.


Quiz� lo que m�s me llamaba la atenci�n de su persona, eran
sus ojos, de un color azul cielo de lo m�s hermoso. Aunque con el transcurso del
tiempo y el desarrollo de su cuerpo, eran otras cosas las que hac�an volar mi
imaginaci�n. Era alto, unos pectorales apetecibles, un rostro de facciones muy
finas, cabello casta�o muy claro y de tez blanca. Pero tal vez lo que mas me
atra�a, era la forma redondita de sus nalgas y el bulto que se le formaba en la
parte delantera de sus pantalones. A diferencia de los dem�s voceadores, el se
ve�a muy limpio, con ropas humildes pero muy aseado, solo su corte de cabello no
lo favorec�a. Ensimismado en mis pensamientos, no me percate de que �l estaba en
la ventanilla del auto, baje el cristal y me ofreci� el peri�dico, agarre unas
monedas del cenicero y se las entregu�, me dio las gracias con una linda sonrisa
y sigui� entre los autos. Por Dios, pens�... alg�n d�a ese trasero hermoso tiene
que estar al alcance de mis manos y sobre todo de mi lengua.



Juro por Dios, que no recuerdo en que momento de mi vida
adulta, empec� a tener pensamientos homosexuales, que ahora con la edad se
acrecentaban y el deseo de estar con un hombre de forma �ntima, atacaba mis
sentidos. Al principio, era solo el deseo de penetrar un ano masculino y besar
unos labios de macho, pero ahora se me antoja tener una faena completa en la
cual yo tambi�n salga cornado, a lo mejor con una cosa no muy grande, porque
ignoro si duele cuando te la meten. Y otra cosa que imagino es probar el sabor
de un pene en mi boca y el sabor del semen. A veces, cuando me masturbo pienso
en tragar mi propio l�quido, para conocer su sabor, pero una vez que me corro y
se me quita la calentura, desecho la idea porque me provoca asco.



De hecho, el tener estos sentimientos me orillaron a
divorciarme de mi esposa, ya que me gusta ser honesto y los remordimientos no me
dejaban en paz, aun cuando nunca le fui infiel con nadie, solo el tener deseos
pecaminosos me perturbaba y opte por cortar por lo sano, a pesar de los muchos
a�os que compart� con ella. Se que fui muy injusto, pero es peor estar mintiendo
toda la vida. Ojal� que ella pueda rehacer su vida, todav�a es joven y muy
hermosa. Por supuesto que nunca le dije realmente mis razones y trate de no
hacerlo m�s doloroso con verdades hirientes.



El d�a transcurri� normal, sin ning�n contratiempo en la
oficina. Al mediod�a casi siempre acostumbraba comer en una fonda en el centro
de la ciudad, pero esa tarde me apeteci� ir a casa a comer. A esa hora, en el
crucero conflictivo, esta el jovencito que me atra�a, por las tardes se dedicaba
a vender bolsas con frutas o verduras de la temporada, o cualquier otra cosa que
pudiese vender. Se ve�a que el chico era muy trabajador. El sol candente hac�a
que su piel blanca mostrase un bronceado maravilloso. Otros hombres llamaban mi
atenci�n, pero ese chico me volv�a loco, al grado que en las noches de soledad
derramaba l�grimas de frustraci�n, al saber que era un imposible para mi.


Despu�s de muchas semanas de pensarlo, una tarde me decid� a
dar el paso, el chico se acercaba a mi auto con bolsas de chile verde en ambas
manos, cuando lleg� baj� la ventanilla y le pregunt�... �A c�mo vendes el
chile?, el me respondi� sonriente... a veinte pesos patr�n, No ese mijo, yo digo
el chile que le cuelga entre las piernas, me ech� una mirada enojo y solo me
contest�.. Pinche viejo puto y me escupi� a la cara, su saliva cay� en la solapa
de mi saco y en la corbata. Sub� de inmediato el cristal y arranqu� el auto, ya
que en ese momento la luz hab�a cambiado a verde. Experiment� una mezcla de
confusos sentimientos, por un lado un dolor profundo en mi coraz�n por su
reacci�n, pero por otro, coraje conmigo mismo por no haber sabido la forma de
tratar el asunto con m�s delicadeza.


Eso me saco por andar de puto, me dije a mi mismo, con las
l�grimas a punto de salir segu� mi camino a casa. Esa tarde no regres� al
trabajo y me dedique a beber para apagar mis sentimientos de culpa. No se a que
hora me qued� dormido, pero a la ma�ana siguiente me sent�a fatal, no se si por
la resaca o la cruda moral.




Me met� a la ducha y permanec� un rato bajo el chorro del
agua helada, para poderme componer un poco. No me apeteci� desayunar y solo beb�
una taza de caf�, me vest� y sal� rumbo a la oficina, por un momento pens� en
tomar otro rumbo, para no toparme al chico en el crucero, pero me dije, no seas
cobarde y enfr�ntate a tus broncas. As� que tom� el mismo camino que
acostumbraba cada ma�ana. A lo lejos lo vi venir y �l al descubrirme se fue a
otra hilera de autos y evit� mirarme directamente. Eso me tranquilizo por lo
menos un poco. Al llegar a la oficina me encontr� a Francisco, uno de mis
compa�eros y lo salud� de mano, el me dice.. Oye cabr�n, traes un tufo a alcohol
que llega a dos metros, invita g�ey.. y ri� con grandes carcajadas



Pasaron varias semanas en las cuales el chico evitaba a toda
costa toparse conmigo, hasta que una tarde, lo vi venir directamente a mi auto,
me hizo se�as para que bajase la ventanilla, lo obedec� y me dijo... necesito
hablar con usted.. sabe que mi jefa se enferm�... y no se que hacer, porque...
la luz verde se prendi� y los autos de atr�s empezaron a sonar el claxon
insistentemente, le dije, ven en la noche, como a la nueve y esp�rame, y me
cuentas todo, ok... si, me dijo, aqu� estoy a las nueve.


Por la tarde hice tiempo en la oficina para llegar a las
nueve en punto de la noche, beb� muchas tazas de caf� y pens� muchas cosas que
pudiese querer el chico, con el tiempo necesario enfile hacia el lugar de la
cita. Cuando me aproxime al cruce, lo vi a lo lejos sentado en la banqueta, la
luz estaba en verde y me pas� a la siguiente cuadra, al pasar frente a �l, son�
el claxon y se levant� y me sigui� hasta el lugar donde me hab�a estacionado.
Baje la ventanilla y el asom� la cabeza, se le ve�a nervioso y le pregunte...
�Qu� problema tienes?... el me dice... sabe que mi jefa enferm� y las medicinas
que le dio el doctor del dispensario del barrio est�n muy caras y yo, pues con
lo que gano, no me alcanza para eso.. y pens� en lo que me dijo un d�a... y solo
con que me acomplete las medicinas me conformo, pero d�game primero que quiere,
porque no estoy dispuesto hacer cosas que luego me hagan sentir mal. Mira
muchacho, le respond�, yo tampoco he hecho esto nunca y solo quiero que me dejes
mamarte el pene. Bueno, dijo. Sube al auto, le ped�, el lo rodeo y subi�. Vamos
a mi casa, le suger�, pero no quiso y me indic� un camino que nos llev� a un
callej�n obscuro.


Me estacion�, sin decir nada... el se bajo el cierre del
pantal�n y se sac� el pene... le dije.. mejor b�jate el pantal�n... para poder
mamarlo bien, el se desabroch� el cintur�n y se lo baj� junto con los calzones,
reclin� su asiento, para poder accionar mejor... al mirarle el rostro, vi que
dos l�grimas corr�an por sus mejillas, las cuales resplandec�an por la luz de la
luna, esto me conmovi� y estuve a punto de darle el dinero que necesitase y
decirle que se fuera... Pero lo pens� mejor y, me dije a mi mismo, que se joda
el cabr�n, como tantas veces me he tenido que joder yo ante situaciones duras en
la vida. As� que, me afloj� el nudo de la corbata y me inclin� a su cosita.


No lo ten�a erecto, le bes� la punta y le corr� el prepucio,
aunque mi experiencia en este tipo de situaciones era nula, muchas veces hab�a
visto videos pornogr�ficos, donde aprendes a hacerlo. Introduje el glande en mi
boca y poco a poco empez� a ponerse dura y a crecer, m�s all� de los l�mites que
me hab�a imaginado en mis sue�os h�medos con �l, ���Dios!!!!, lo que hab�a
ansiado por tanto tiempo, se estaba haciendo realidad. La saque de mi boca y
proced� a lamerle el tronco, a besar su pubis y sus test�culos, hasta donde me
permit�a la incomoda posici�n que ten�a, hab�a pensado que el sabor de una
mamada iba a ser no tan agradable, pero al contrario, su cuerpo ol�a a limpio y
su sabor era riqu�simo, hasta un poco dulz�n. Le corr� el prepucio hacia arriba
y con la boca se lo volv� a bajar, era una sensaci�n agradable, trate de meterme
en la boca lo m�s que pude, el permaneci� casi sin moverse, solo de vez en
cuando gem�a un poco. Despu�s de un rato de tener aquel manjar en la boca, le
ped� que se la jalar�, para que se corriera en mi garganta, lo hizo y un fuerte
chorro de semen lleg� a m�. Cre� que tendr�a el valor de tragar todo aquello,
pero no pude y solo lo escup� en un pa�uelo desechable. Con otro pa�uelo le
limpie su cosita, �l de inmediato se subi� los pantalones y dijo... v�monos.


Le trat� de dar un beso en la mejilla, pero el se retir� y me
dijo... solo era una mamada y ya la tuviste, cumpl� mi palabra, ahora cumple la
tuya. Me arregl� un poco la ropa y encend� el motor, met� reversa y salimos de
aquel sitio. Le pregunt�, �Quieres que te lleve a casa? Y dijo, no, solo d�jame
en la avenida que esta a dos cuadras, por all� pasa el autob�s que me lleva a mi
colonia. Par� en la esquina que me indic�, y le pregunt�, �Cu�nto dinero
necesitas?.. respondi� que seiscientos pesos, me aclar� que solo hab�a accedido
a hacer eso, por la desesperaci�n de ver a su madre enferma y por la falta de
dinero, el cual trat� de conseguirlo de varias formas y no hab�a logrado
juntarlo. Le dije, no te preocupes, yo lo entiendo. Saqu� mi billetera y le
entregu� la cantidad solicitada. Adem�s una tarjeta personal, le dije que mis
datos estaban en la misma y que cualquier cosa que necesitara, no dudara en
llamarme por tel�fono. Preguntas por Paco, si hablas a la oficina, si llamas a
mi casa yo mismo te contesto. Por cierto, me puedes decir como te llamas, el
abri� la puerta del auto, se baj� y de afuera me dijo, me llamo Miguel.. Bueno
Miguel, te deseo suerte y que tu madre sane lo mas pronto posible. Gracias,
contesto al tiempo que se retiraba.



En los d�as posteriores la situaci�n no cambi�, sigui�
evit�ndome. El haber chupado su pene, lejos de calmar mi calentura, la hab�a
incrementado y segu�a so�ando con el d�a en que pudiese tocar su hermoso trasero
y recorrerlo con mi lengua en todos los sentidos. Y ahora sus labios se me
antojaban tremendamente. So�aba en poder cerrar sus p�rpados, que guardaban sus
hermosos ojos, con un beso tierno.



Exactamente a la semana de haber sucedido este
acontecimiento, me encontraba en casa mirando el televisor, son� el tel�fono y
al contestar me sorprend�, era el chico... Miguel, le dije, que gusto que me
llames, �C�mo has estado?... bien, contest�, solo que mi jefa se termin� los
medicamentos, y... me preguntaba, si podemos hacer lo mismo del otro d�a... para
poder comprarlas, me da verg�enza hablarte para esto, pero ya sabes que no tengo
otra forma de conseguir dinero, no te preocupes, le dije... ya sabes que estoy
dispuesto a ayudarte.. �Y cuando quieres que lo hagamos?... si puedes hoy, me
contest�. te espero en el mismo crucero. Me parece bien, pero esp�rame un rato
mientras llego hasta all�, ok... si, all� te espero. En cuanto colgu� el
auricular, me dirig� al guardarropa y busque ropa deportiva, holgada, me vest� y
solo lleve mi billetera y las llaves del auto. Estaba emocionad�simo y muy
ilusionado por poder meterme en la boca otra vez su pene.



Como a esa hora no hab�a tanto tr�fico, llegu� mas o menos
r�pido, le vi a lo lejos y mi coraz�n empez� a latir con fuerza, par� el auto y
�l subi�, le pregunt�... �Quieres que vayamos a mi casa?, y el dijo que mejor
fu�semos al lugar de la primera vez, arranqu� y en unos pocos minutos est�bamos
estacionados en aquel callej�n oscuro, sin decirle nada el bajo sus pantalones
hasta los tobillos, yo me abalance desesperado a su pene, no pod�a creerlo, all�
lo tenia completamente a mi disposici�n de nuevo, sin mas pre�mbulos lo met� en
mi boca y lo empec� a disfrutar, ahora me parec�a mas grande su glande y lo
saboree por un buen rato, hasta que volvi� a depositar su semen en mi lengua,
tampoco esta vez tuve el valor de tragarme su lechita. Salimos del callej�n y lo
dej� en la parada del autob�s, le entregu� dos billetes de quinientos, el los
vio y me dijo, solo necesito seiscientos, pero yo le insist� en que tomara los
billetes, con lo que te quede, le dije, ve a una buena peluquer�a y que te hagan
un corte de pelo adecuado, �Qui�n te lo corta?... pregunt� y �l respondi�... mi
jefa... bueno Miguel nos vemos y no dudes en llamarme si necesitas cualquier
cosa... adi�s.



Enfil� el auto rumbo a casa, aun tenia en la boca el sabor de
su semen, me relam� los labios y suspir�. Deseaba de todo coraz�n que en un
corto tiempo, el chico volviese a llamarme y pudiese completar mis sue�os con su
cuerpo joven y esbelto. Llegue a casa y me meti en la ducha, me hice una pu�eta
como pocas veces, creo que nunca habia tenido una venida tan copiosa y caliente.



Durante toda la semana solo pens� en Miguel, inclusive en mis
sue�os aparec�a de la forma que mas me gustaba, completamente desnudito. Como
todo plazo se cumple, el siguiente s�bado por la noche, el tel�fono son� y era
precisamente mi querido Miguel, nos pusimos de acuerdo y me dirig� a toda prisa
al crucero donde lo hab�a conocido. Al llegar, con sorpresa vi que se hab�a
cortado el cabello de una forma que le favorec�a maravillosamente a su carita
tan bonita. Me estacion� y �l subi� de inmediato. A donde vamos, le pregunt�.. a
donde mismo, me respondi�.. no Miguel, por favor vamos a mi casa... no puedo
Paco... pero porque no, comprende que yo necesito algo mas, de lo que me has
dado hasta ahora, si no quieres ir a mi casa, pues vamos a un motel de los de la
carretera. No Paco, a un motel no me gustar�a ir. Bueno, entonces vamos a mi
casa, ah� nadie podr� molestarnos. Despu�s de un rato pude convencerlo y
llevarlo a casa, durante casi todo el trayecto mi pene se mantuvo erecto, le
puse a Miguel la mano en el muslo y le sob� un poco, sub� mis dedos hasta su
bulto y me percate de que �l tambi�n lo ten�a duro.


Al entrar en la casa, lo llev� directamente a la recamara, �l
se mostraba muy nervioso y cohibido, le ofrec� un trago, para que entrase en
calor, pero no lo quiso. Me le acerque y empec� a desabotonarle la camisa, el
chico empez� a temblar y trat� de calmarlo. Le saque la camisa y su pecho era
hermoso, lampi�o, sus pezones eran rositas, solo en las axilas tenia unos
pelitos, sus hombros eran anchos y su cuello como de toro, por lo fuerte.


Mis manos bajaron hasta su cintura, lentamente le desabroche
el cintur�n y los botones de su pantal�n, se los baje hasta las rodillas, sus
calzoncitos mostraban ya un bulto bastante atractivo, bes� su paquete
amorosamente, con mis manos alcance sus gl�teos, eran redonditos y duritos, met�
la mano por dentro de la tela de los calzones y pude comprobar que eran tersos,
como tantas veces lo hab�a so�ado, ahora tenia a mi disposici�n toda esa
juventud y hermosura.


Me agach� para desatar las agujetas de sus zapatos, para
poder sacar los pantalones y tener el espect�culo completo. Le quit� el pantal�n
y solo quedo en trusa, la cual proced� a bajar para que quedase su pene justo al
alcance de mi boca. Lo tome de la mano y lo jale al borde de mi cama, me sent�
en la orilla y empec� a mamar su pene con desesperaci�n, por primera vez ten�a
libertad total para poder chupar su cosita y a la vez poder acariciar sus
pechos, sus gl�teos, sus piernas. Asimismo por primera vez, Miguel parec�a
responder a mis caricias, y hac�a movimientos con sus caderas para facilitarme
la mamada, las dos veces anteriores se hab�a quedado inm�vil. Despu�s de un
rato, levante la vista y mir� a sus ojos, le dije... Miguel... quiero que me la
metas en el culo... si... por favor, esta bien, me contest�.


A la carrera me desvest�, busque en el bur� los condones y el
lubricante.. le coloque el cond�n, me puse bastante gel en el hoyo y me puse en
cuatro patas en la mitad de la cama, el se coloc� detr�s de mi, con mi mano se
lo agarr� y me lo puse en la entrada, empez� a empujar, al principio me doli�
como nunca lo pude imaginar, pero como buen machito me aguante, sin embargo las
lagrimas acudieron a mis ojos. Despu�s de que hubo entrado totalmente, el dolor
cedi� un poco, y comenc� a disfrutar ese pene joven entrando y saliendo de mi
culo, sus manos apretaban mis caderas para tomar impulso y arremeter con fuerza
en mis entra�as de forma cadenciosa, proporcion�ndome una gratificante sensaci�n
que no hab�a conocido antes. Me percataba de que entraba toda porque sent�a el
golpeteo de su cuerpo en mis nalgas, yo estaba en �xtasis y disfrutaba cada
arremetida que cada vez eran m�s salvajes, de repente aceleraba el ritmo, luego
la sacaba y me la met�a lentamente haci�ndome ver estrellas. Durante un buen
rato continuo con aquel bombeo, creo que nunca en mi vida sexual hetero mis
actos amatorios hab�an sido de tan larga duraci�n como el chico me estaba
demostrando. Con una embestida brutal, el chico resoplaba y arremet�a con
firmeza, con una �ltima estocada hasta el fondo se corri� dentro de mi, me
hubiese gustado tener la sensaci�n de su semen caliente derramarse en mi, pero
la precauci�n puede m�s que la calentura y el cond�n es indispensable en esta
�poca de tantas enfermedades.


Me la sac� y se baj� de la cama, Miguel... no te vayas...
qu�date un momento conmigo, solo un momento, pero �l se dirigi� al ba�o y me
dijo.. voy a limpiarme porque te saque la mierda... a mi me dio tremenda pena el
que hubiese sucedido eso, era bochornoso.


Le segu� al ba�o, el chico ya estaba en la ducha, con papel
sanitario limpi� mi culo porque lo sent�a raro. Luego fui al armario y saque
toallas limpias para el chico. Me regres� a la cama y lo espere un rato a que
terminase de ducharse. El chico sali� con una toalla anudada en la cintura y
trat� de alcanzar sus ropas, pero le ped� que se recostara tan siquiera unos
minutos conmigo en la cama, el acept� y se acost� a mi lado. Miguel... me
dejar�as que bese tu trasero?, es algo que he so�ado desde hace mucho tiempo...
por favor... se coloc� boca abajo y dej� sus nalguitas a disposici�n de mi
lengua, empec� a besarlas con ternura, pero luego mi lengua se dedico a
recorrerlas en todos los sentidos, el permanec�a con las piernas cerradas, lo
que imped�a acceder a su culito, la lengua se met�a en su rayita, pero solo
hasta all�. Miguel... d�jame lamer tu culo, te juro que no pedir� otra cosa. No
Paco, me contest�, no soy puto como tu para que me gusten esas cosas... si te
dejo hacer eso, al rato vas a querer cogerme... mejor ah� lo dejamos. Trat� de
levantarse, pero lo detuve.. por lo menos d�jame verlo... No paco... es mejor
que me vaya... se levant� de la cama y busc� sus ropas para vestirse, lo segu� y
antes de que se pusiera los calzones frote mi cara en su zona p�bica, le apliqu�
un beso en su pene y lo dej� que se terminara de vestir. Me vest� yo tambi�n y
me dispuse a llevarlo a su casa. No quiso que lo llevara hasta su casa y solo lo
acerque a un taxi, antes de que se bajase del auto met� en la bolsa de su camisa
unos billetes, el me dijo gracias y se fue.


Al verlo alejarse, suspir� profundamente y pens�... bueno
Paco... ya te quitaron lo quintito... y ahora que?... bueno, ya estoy en esto,
solo dejar� que la vida siga su curso y me abandonar� a las corrientes, que me
lleven a donde dios lo disponga.



El lunes siguiente, lo busque en el crucero que acostumbraba
vender sus peri�dicos, pero no logr� verlo, lo mismo sucedi� en d�as
posteriores, lleg� el s�bado y esper� en mi casa ansiosamente a que llamara por
tel�fono, pero no llam�. Me sent� triste e intranquilo por el pobre chico, me
molestaba no saber de �l y me culpaba por si lo sucedido entre nosotros le
hubiese obligado a tomar la decisi�n de dejar su trabajo. Me dec�a a mi mismo
que hab�a sido un pendejo, por no haber seguido al taxi que lo llev� a su casa,
as� por lo menos sabr�a donde localizarlo. En los d�as siguientes, sal�a mas
temprano de casa y buscaba en otros cruceros, para ver si solamente hab�a
cambiado de lugar, pero no logre localizarlo. Pregunt� a los dem�s voceadores
del crucero, si lo hab�an visto, pero ninguno supo nada, nadie sab�a nada de �l,
era como si se lo hubiese tragado la tierra.



Pasaron tres semanas y yo segu�a con la tristeza adherida a
mi alma, me imagino que lo que sent�a se reflejaba en mi rostro, porque el
viernes al salir de la oficina me top� con Francisco, me pregunta, �qu� te pasa
tocayo? Te he visto muy apachurrado los �ltimos d�as, �tienes alguna bronca?..
no tocayo... le respond�, no me pasa nada. Mira tocayo cabr�n, te conozco desde
hace muchos a�os y pocas veces te he visto as�, dime si en algo te puedo ayudar
y har� lo que sea por ti. Mira... te invito una copa y platicamos, vamos guey...
acu�rdate que dos cabezas piensan mas que una, entre los dos podemos encontrar
una soluci�n a cualquier cosa que traigas atorada. Por un momento pens�, que
jodidos... ya es hora de que saque de mi coraz�n, todo lo que traigo que me
atormenta, y que mejor que sea con mi tocayo que hab�a sido la persona que mas
estimaba en la oficina y que hab�amos compartido tantas broncas laborales
juntos, bueno le contest�, esta bien... vamos.


Nos dirigimos a un bar que estaba a pocas cuadras de la
oficina, pedimos dos tragos. Levant� su vaso y dice, salud tocayo... salud...
dije yo y casi me termino el vaso del primer trago. El bar estaba muy concurrido
y el ruido de la m�sica era muy alto, no se prestaba el ambiente para hacer
confesiones tan �ntimas, por lo que le propuse ir a otro sitio, el acept� y
salimos. �y a donde vamos? Me dijo... si quieres vamos a mi casa, le contest�.
Bueno, pues vamos a tu casa. Nos encaminamos al estacionamiento y sacamos los
autos, acordamos encontrarnos all�. Si tardo un poco me esperas, voy a pasar a
la licorer�a a comprar una botella y refrescos, �se te antoja algo en especial?
Pregunt�... no, lo que tu elijas esta bien.


Llegu� a una licorer�a que ten�a autoservicio y compr� una
botella de tequila, una de vodka, refrescos, hielo, cigarros y botanas, me
enfile rumbo a la casa, ya estaba el tocayo all�.


Entramos y nos encaminamos a la cocina, disculpa por lo
desordenado que esta todo, pero como he andado los �ltimos d�as, pocas ganas he
tenido de hacer limpieza, no he conseguido una se�ora que me ayude, desde que se
fue Ramona, aquella indita que me recomend� tu esposa, sent� mucho que se fuera
porque era muy trabajadora y limpia. Pero en fin... saque unos vasos y serv� los
primeros tragos. Ahora si cabr�n, dime que traes, que te hace sentir triste...
Mira tocayo, le contest�. Me da una pena tremenda contarte esto, pero ya me
tiene hasta la chingada y necesito hablarlo con alguien de confianza, como tu.


Sabes tocayo, me acost� con un hombre, es decir, tuve sexo
con �l. ����Sopas cabr�n!!!! Exclam�.. A poco �ya te volviste puto tocayo?, si
siempre te he conocido de mach�n. Si has tenido mas viejas que yo. �Y con quien
fue?, �a poco con alguien de la oficina?, porque dicen que el chaparrito que le
ayuda a Salinas le encanta el chile. Dime guey �A quien te cogiste?.. a un
chavalito, respond�, se le descompuso la cara y me dice enojado, - m�ndigo, no
me digas que hasta pederasta te volviste, - No tocayo, el chaval tiene casi los
veinte a�os, y no me lo cog�, el fue el que me la meti�, ���Sopas guey!!!, no
acabas de asombrarme, �Y cuando sucedi� eso?, hace como tres semanas, pero ya
antes lo hab�a visto en dos ocasiones y le hab�a mamado el pene. Tocayo, no
termino de sorprenderme, no te imagino chup�ndole la verga a un cabr�n, no me lo
imagino. Se sent� en una silla y se rasc� la cabeza, - dame un tequila doble por
favor, necesito ordenar mis pensamientos... estoy estupefacto... no se que
decirte, le serv� el tequila y lo bebi� de un solo trago. Y dime una cosa Paco,
pero se honesto, �En verdad te gust� tener una verga en el culo? �Te doli�
cuando te penetr�?, �Usaste cond�n? �Cu�ntas veces te lo hizo?... - tocayo, son
muchas preguntas, d�jame te las contesto una por una, antes de que aumente la
lista, mira, de que si me gust�, no solo eso sino que me encant�, es una
sensaci�n tan... como te dir�a... deliciosa, creo que es la palabra, que lo
har�a de nuevo. Que si me doli�... me doli� un chingo, pero solo al principio,
el chico la tiene muy grande y muy cabezona, nunca imagine que me pudiera entrar
todita en el ano. Si le puse cond�n y solo me lo hizo una vez.



Y te digo una cosa tocayo, las mujeres me siguen gustando,
pero el haber tenido sexo con un hombre me result� una experiencia diferente a
todo lo que hab�a probado en mi vida. �Quieres otro tequila? - Si, s�rveme otro,
y contesta otra inquietud que tengo, �porque si la experiencia fue de tu agrado,
te sientes tan triste?, - es que... no he localizado al chico, se llama Miguel,
lo he buscado todos estos d�as, no se donde vive. Creo que me enamore del
muchachito y quisiera encontrarlo para que me lo haga otra vez. - Pinche tocayo,
me dice, se me hace que andas confundido de sentimientos, �C�mo es posible, que
te hayas enamorado con una vez que te cule�?, - no tocayo, el chico me gustaba
desde hace mucho tiempo. - Te juro Paco, que no dejas de asombrarme, �pues desde
cuando sientes esto?,... - no lo se tocayo... o a lo mejor lo sent�a desde
antes, pero mi mente se bloqueaba y no quer�a aceptarlo, ha sido tremendamente
dif�cil asimilarlo. A lo mejor por todos los complejos y frustraciones que
venimos arrastrando hist�ricamente, y mas entre los latinos, ser� por las
ense�anzas religiosas que nos inculcan desde peque�os, donde todo lo sexual es
pecado y merece castigo infernal. Nos llenan la cabeza y el coraz�n de miedos,
que luego es casi imposible deshacerte de ellos.


Pienso que podemos hacer con nuestro cuerpo lo que nos de la
chingada gana, que mientras no le hagas da�o a nadie, y que la persona que est�
contigo sexualmente este de acuerdo, no habr�a problema alguno con tener sexo
con un hombre o una mujer, hay que probar de todo, la vida es tan corta, y sobre
todo la vida sexual activa en los hombres, claro que hay excepciones, pero en
general los machos rendimos menos, se nos cansa el caballo mas pronto que a las
mujeres. Sin ir mas lejos, �cu�ntos cabrones puede recibir una mujer en una
noche? Y �cu�ntas viejas se puede coger un hombre de nuestra edad en el mismo
tiempo? Piensas en la respuesta y te da risa, no, si te digo que estamos en
desventaja respecto del sexo d�bil. Asimismo, me parece que ellas tienen mas
facilidades de manejar su sexualidad, ellas se pueden contar las intimidades que
tienen con sus maridos, pedirse consejos entre si, si uno como hombre platica
algo de eso entre los amigos, resulta que somos unos bastardos poco
caballerosos, y que un caballero no puede sacar a relucir lo que hizo en la
recamara con su mujer, sin que sea tachado de descort�s y hasta de enfermo de la
cabeza. Ellas pueden besarse en p�blico, sin que sea mal visto. Ellas pueden
comparar sus cuerpos, sin que se piense mal respecto de su sexualidad. Si tu
como hombre, le pides a un amigo, a tu compadre o a tu tocayo, que te ense�e la
verga o los huevos para hacer una sana comparaci�n con tus partes,
inmediatamente te mandan mucho a la chingada, y te tachan de puto, y corren a
divulgar el hecho a tus conocidos, para que tengan cuidado contigo.



Ya te debo haber mareado con tanta palabrer�a tocayo,
�quieres otro trago?, le pregunt�... - Si Paco, s�rveme otro bien cargado, me
tienes perplejo con todas esas ideas, nunca lo hab�a visto de esa manera. - Le
serv� el trago y segu� con mi perorata.


�Y sabes que tocayo?, casi me podr�a aventurar a asegurar,
que todos, absolutamente todos los hombres, hemos tenido, en alg�n momento de
nuestra vida de adultos, un pensamiento homosexual, solo que nos aterra
confesarlo, creo que ni a dios nos atrever�amos a cont�rselo. Ahora, que pas� lo
del chico, me he dedicado a leer al respecto, y tratar de entenderme mejor.
Encontr� una encuesta de una instituci�n de los Estados Unidos, que es
reconocida a nivel mundial, que se�ala que uno de cada tres hombres casados en
aquel pa�s, ha tenido relaciones homosexuales en alg�n momento de su vida, y la
proporci�n entre los hombres solteros es una de cada dos, �te imaginas?, si la
encuesta se hubiese hecho entre los cl�rigos de la iglesia, la proporci�n ser�a
de uno a uno, esto �ltimo provoc� una estruendosa carcajada a mi tocayo, y ambos
re�mos de buena gana.



Tom� los dos vasos y serv� el resto de la botella de tequila,
sin pensar, ya le hab�amos dado mate. Es todo lo que quedaba tocayo, le dije...
pero traje otra botella de vodka. - No Paco, el vodka no me gusta, es como si
estuviese bebiendo la loci�n para despu�s de afeitar, �no tienes otra cosa?, -
Pues tengo algunas latas de cerveza, y brandy o ron... lo que gustes. - Bueno,
la siguiente mejor que sea cerveza, ok.



Y como ya estaba encarrilado, continu� con mi disertaci�n.
Creo tocayo, que todos los humanos tenemos esa curiosidad natural respecto de lo
sexual, aunque nos negamos a aceptarlo, a cualquier persona, hasta la mas santa,
mojigata y religiosa, le gustar�a ver como hacen el amor dos individuos, pero en
vivo y a todo color, estar all� presentes y percibir los sonidos, los olores,
los humores, los gestos. Tocar la piel sudorosa de los amantes, probar los
sabores de los l�quidos que emanan de los genitales excitados, ll�mense vulvas o
penes. Y mas el presenciar un acto amatorio prohibido, como lo es el coito entre
dos machos, a cualquier hombre, le gustar�a ver como la verga de un macho
penetra el ano de otro macho. Y el que diga que no le gustar�a ver eso, estar�a
mintiendo, te digo que son cosas que ni a dios nos atrevemos a confiarle.



Beb� hasta el fondo lo que quedaba en mi vaso y saqu� del
refrigerador dos latas de cerveza, destap� una y la otra se la di al tocayo. �Y
tu que piensas de todo esto? Le pregunt�. - Mira paco, esta cabr�n lo que me has
dicho, siento que tienes mucha raz�n en muchas cosas y como lo dijiste, para un
hombre es dif�cil hablar al respecto de la homosexualidad o bisexualidad, sin
que acudan a su mente las trabas morales que nos han sido impuestas a trav�s de
los siglos, pero como tu me has hablado a calz�n quitado, tratar� de hacer lo
mismo para corresponder, y voy a ser lo mas honesto que pueda, total que ya
estoy medio pedo y por lo tanto moralmente relajado. Pero primero voy a ir a
tirar el agua, se levant� de la silla y se dirigi� al ba�o, en verdad ya estaba
ebrio, porque se lade� en varias ocasiones al caminar. Cuando regres� me dice,
no me lo vas a creer Paco, pero tengo mojado el calz�n con l�quido preseminal,
creo que me calent� lo que me platicaste.


Y ambos nos re�mos a carcajadas. Luego se puso serio y me
mir�, te voy a platicar las veces que recuerdo haber estado en situaciones como
las que has comentado. Hace como tres a�os, cuando me mandaron a revisar la
sucursal noroeste, �te acuerdas?, - si recuerdo, le respond�... - �l continu�,
el primer d�a que llegu�, trabajamos muy duro para terminar en el menor tiempo
posible, as� que esa noche me retire bastante tarde a dormir, el pinche hotel al
que me mandaron estaba de lo mas jodido, apenas si entr� al cuarto, me lave los
dientes, me quite la ropa y me ech� en la cama. Ya estaba conciliando el sue�o,
cuando oigo unos gemidos del cuarto contiguo, hab�a una puerta que comunicaba a
las dos habitaciones, al voltear a ver la puerta, me percato de que en la parte
media de esta, se notaba una lucesita. Intrigado me levant� y fui a la puerta.
La luz era un agujero que me permit�a mirar para el otro cuarto. No aguante la
curiosidad y me asom�, lo primero que alcanzo a ver son unas nalgas de un hombre
que se estaba cogiendo a una vieja, por los costados del cuate sobresal�an las
piernas de la mujer, ella gem�a: As�, as�, papacito, dame mas.. de inmediato se
me par� la verga, y mas curiosidad me dio, segu� mirando. Pod�a ver
perfectamente las nalgas de cuate y como ten�a las piernas abiertas, pod�a verle
los huevos peludos que se arrugaban con el impacto en la vagina de la mujer,
pero lo que mas llam� mi atenci�n era la zona oscura de su ano y el movimiento
de sus trasero en cada embate producido, se abr�an y cerraban sus nalgas
acompasadamente.


Instintivamente mi mano se agarr� de la verga y me empec� a
masturbar, fantaseando que yo me estaba detr�s del cuate y mi verga era tragada
por su culo peludo y absorbida por ese movimiento. Luego de un rato de jal�rmela
me corr�, ech� un �ltimo vistazo y me fui a dormir. Recuerdo que cuando volv� a
casa despu�s de ese viaje, estaba de lo mas caliente y quise coger con mi vieja,
pero me dijo que andaba en sus d�as y que no pod�a. Por la noche le ped� que me
diera una mamada y ella accedi�, tom� la verga en sus manos y empez� a lamerme
desde la base de los huevos y luego el tronco, hasta que lleg� a la cabeza del
pito, mientras la mamaba una de sus manos acariciaba los huevos, la mano se fue
corriendo hacia atr�s y me toco el ano, me dio unas leves sobadas en el hoyo,
como mi calentura era extrema, le ped� que me metiera un dedo, ella sac� la
verga de su boca, ensalivo el dedo y me lo dejo ir, no sabes que sensaci�n tan
chingona, sentir el dedo en mi culo y la chupada en la verga. Nom�s de acordarme
se me enchina el cuero.


Dame otra cerveza tocayo, me pidi�... saqu� otro par de latas
y me puse a esperar que el tocayo siguiese su charla. Otra cosa que corrobora lo
que dec�as antes tocayo, me pas� despu�s de escuchar los rumores de que el
ayudante de Salinas se la com�a todita, nunca antes me hab�a fijado en el
chaparrito, para mi era como todos los otros chavos de la oficina, pero a ra�z
de que supe aquello, me fijaba mas en su persona, le miraba el trasero e
imaginaba como era cuando se lo enchufaban, otra cosa que ve�a eran sus labios
gruesos y me preguntaba como ser�a una mamada de su boca, la ha de chupar bien
rico el guey, �no cree tocayo?, - pues yo creo que si, le conteste... ha de dar
unas mamadas de antolog�a. Me par� y saque otras dos cervezas, le entregue una y
le digo... Tocayo... ahora soy yo el que va a mear, me encamin� al ba�o y oi al
tocayo que ven�a detr�s de mi, me la saqu� y me coloque en el sanitario para
orinar, el tocayo llega por atr�s y me dice... - Paco vamos a mear juntos. Me
hice a un lado para que el pudiera orinar, casi al mismo tiempo soltamos el
chorro. El termin� primero pero no se la guardo en el pantal�n, sino que sigui�
parado junto conmigo.


Cuando acab�, me la sacud� y ya me la iba a meter al
pantal�n, cuando el me dice... Paco... conmigo no hay pedo... si quieres
comparar tu pito con el m�o... hazlo guey y si quieres comparar el tama�o de los
huevos, pos me bajo los calzones... total ya estamos en esto. Le mire fijamente
a los ojos y le contest�... - mire tocayo... ahora esta ebrio... y a lo mejor
cuando este en su sano juicio, se va a arrepentir si comete alguna pendejada y
mas conmigo, que me tiene en la oficina todos d�as de la semana. - No Paco... te
aseguro que estoy pedo, pero soy conciente de lo que te estoy diciendo. - Bueno,
le dije, pero antes de comparar, nos tomamos la cerveza, porque si no se
calienta y sabe a rayos cuando eso sucede. Me guarde el pene y me fui a la
cocina, agarr� la lata y le di un buen trago, el lleg� despu�s, aun tra�a el
pene saliendo de la bragueta y lo ten�a semierecto , le di su cerveza y se la
puso en el pene, seg�n el que para refrescarlo, - le dije... como ser� guey
tocayo... se le va a resfriar el asunto... y nos atacamos de la risa.


Ya guarde esa cosa en el pantal�n tocayo... no ande de
exhibicionista, le dije. - Pero se me acerca y me contesta... - a poco de veras
no quieres comparar los pitos Paco?, Bueno, pens� si mi tocayo quiere acci�n, y
a mi no me disgusta la idea, pues entonces que chingados, ya dios me puso por el
sendero, as� que a la jodida todos los prejucios. Saqu� del refrigerador las dos
�ltimas latas de cerveza y le dije... vamos pues tocayo... all� en la recamara
nos comparamos los pitos y los huevos y todo lo que usted quiera comparar. Lo
tom� del brazo, porque la borrachera ya le dificultaba caminar. Lo sent� en la
orilla de la cama, mientras yo me desvest�a, una vez desnudo, lo ayude a que se
quitara la ropa. �C�mo quiere que nos comparemos tocayo?, parados? O en la
cama?, - parados... me contest�, le ayude a ponerse en pie y nos colocamos
frente a frente, para este momento el ya la tenia en completa erecci�n, as� que
fue f�cil, juntarlas y ver medidas, los dos somos morenos, as� que el color era
casi el mismo, �l estaba circuncidado y yo no, la m�a era un poco mas larga y
cabezona, pero la de �l era extremadamente gruesa, creo que el tronco era mas
grueso que su glande, sus huevos eran mas grandes que los m�os, a �l le colgaba
mas el escroto que a mi. Los suyos estaban cubiertos por pelos. Su vello bajaba
desde el ombligo en una l�nea recta hasta su pubis y all� se convert�a en una
selva negra de pelos rizados.


Yo tambi�n soy peludo, pero en ese aspecto el me llevaba la
delantera. Yo soy muy delgado y de vientre plano, su vientre mostraba una ligera
pancita y llanitas incipientes en sus costados. Le solt� el pito y con una mano
le agarr� las nalgas, eran muy peludas, pero un tanto planas, las m�as ten�an
mas volumen. Sus pezones eran mas grandes que los m�os y sus pectorales un poco
mas abultados. Una vez que consider� que la comparaci�n estaba completa, le
dije... ya tocayo... ya termin� de examinar... - �y cual de los dos esta mas
bueno Paco?, - los dos tocayo, los dos estamos bien buenotes... y nos soltamos
riendo. Nos sentamos en la orilla de la cama y bebimos nuestras cervezas. Hasta
ese momento, �l no me hab�a tocado, as� que tome su mano y la puse en mi pene.
El no se rehus� y me la empez� a menear. Era la primera mano masculina que me
agarraba la verga, Miguelito, ni siquiera la roz�. �Quiere que se la chupe
tocayo? Le pregunt� y el acept�... lo empuje para recostarlo en la cama y me
coloque entre sus piernas, se la empec� a lamer, empezando desde sus huevos, su
grueso tronco y su glande, le dedique unas buenas chupadas en su frenillo, para
finalmente y con dificultad meterme su cosota en la boca, tuve que abrir al
m�ximo mis labios para lograrlo. �l solo gem�a de placer y me agarraba la cabeza
para sentir el movimiento con sus manos. Paco... por favor... meteme el dedo en
el culo, como lo hizo mi mujer aquella vez, tom� del bur� el tubo de lubricante
y le ped� que se acomodara de forma de tener acceso a su hoyo, el se arrastr�
sobre su espalda hac�a atr�s.


De tal forma que pudo levantar una de sus piernas y dejar su
culo a mi alcance, le unt� gel en su ojete y le introduje el dedo cordial, al
tiempo que empezaba a chupar el pene de nuevo. Esto lo volvi� loco de gusto y
gimi� con mas ganas, con su mano empujaba mi cabeza, para que su verga entrara
lo mas posible en mi boca, pero �sta ten�a un limite y mas no pod�a. Ya me dol�a
la boca por el esfuerzo hecho. Mi pene estaba dur�simo, y aventur�ndome a un
rechazo, me coloqu� un cond�n, le lubrique aun mas el culo, le levante las dos
piernas y le apunte la verga a su hoyo, el no protest�. Empec� a empujar, su
esf�nter cedi� y se la deslice poco a poco, hasta que se le fue toda. Ya me lo
chingaste tocayo cabr�n... me dijo... dale duro guey... para sentir el rigor,
antes de que se me baje la peda.


Lo ten�a apretadito y mi verga era acariciada por las paredes
de sus ano. Le bombee por un rato, hasta que no aguante mas y me corr�. Se la
dej� un rato en el hoyo, hasta que empez� a ponerse fl�cida, se la saqu� con
cuidado de que no se fuese a caer el cond�n. - Pinche Paco... ya me quitaste lo
se�orito... ya me volv� puto como tu... pero no hay pedo... me gusto un
chingo... �y ahora que?, �te vas a dejar que yo te la meta? - Claro tocayo, no
me perder�a tu verga por nada del mundo, tire el cond�n y busque otro, con
dificultades se lo coloqu� en su pene, ya que �l requer�a uno especial para
vergones. Me puse bastante gel en el hoyo y en cuclillas me sent� sobre aquel
monstruo, hijo de puta, el dolor era inmenso, pero no pod�a rajarme, hice
presi�n con el peso de mi cuerpo y mi culo se fue dilatando y aceptando aquella
tremenda estaca. No lo hubiera cre�do, pero finalmente entr� a tope, sent� en
las nalgas los pelos de sus huevos. - Es la primera vez que mi verga se mete en
un culo tocayo... y su culo esta tan rico... nunca me la hab�an apretado tanto.
Me desensarte, le quite el cond�n y se la empec� a mamar, le ayude con la mano
para que terminara mas r�pido, se vino en mi boca, su corrida fue copiosa, su
semen ten�a un sabor diferente al de Miguelito, era mas amargo y su olor mas
fuerte, escup� la lechita en su pubis y con la mano se lo esparc� por todo el
abdomen.


Fui al ba�o a limpiarme el culo, el papel sanitario quedo
manchado de sangre, mi tocayo me lo hab�a roto. Me met� en la ducha y en unos
momentos mi tocayo se me uni�. Le hice espacio en el chorro del agua y lo empec�
a enjabonar, primero el cuello, la espalda, sus nalguitas peludas y su culo no
menos peludo. �l se dio media vuelta y le enjabon� el pene y sus huevos. Solt�
el jab�n y con las manos acaricie su cara, acerque mis labios a los de �l y no
puso objeci�n a que lo besara, respondi� mordisqueando mi boca y moviendo su
lengua dentro de mi. Era mi primer beso aplicado a un macho y me sent� en el
cielo.


Despu�s de ba�arnos, nos vestimos y nos sentamos en la
cocina. Tocayo, le dije... espero que no te vayas a arrepentir de lo que hicimos
esta noche. - No Paco, no me arrepiento de nada, en verdad la experiencia me ha
resultado muy emocionante y me llen� plenamente. Ojal� y en alguna posterior
ocasi�n, podamos repetirla.


Lo que sucedi� en los d�as siguientes con mi tocayo del alma,
tal vez la pr�xima vez que me siente a escribir, se los relate.



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