Claro que sabia lo que me estaba pasando, y lo sabia desde
hacia varios meses. Desde que mi hija hab�a muerto mi vida se hab�a consagrado a
cuidar de El, y es que no tenia ninguna otra persona de la cual ocuparme, mi
marido hab�a muerto tambi�n hacia varios a�os, por lo que yo una viuda de 57
a�os, no tenia ninguna otra preocupaci�n que cuidar de su yerno, desde que mi
hija hab�a muerto en un accidente de transito, nos hab�amos convertido en la
�nica familia que ten�amos el uno y el otro, y es que yo viv�a con mi hija y su
marido desde mi viudez, as� que decid� quedarme en su casa apoy�ndolo mientras
se recuperaba de la muerte de mi hija. Hab�an pasado ya varios meses, y lo que
me inquietaba ahora, era aquel ardor que sent�a en mi vientre, cada vez que me
encontraba cerca de mi yerno y miraba el inquietante bulto que se formaba entre
sus piernas.

Yo conoc�a muy bien la causa de aquella protuberancia, eran
varios meses de no tener sexo con ninguna mujer, y es que mi yerno se hab�a
dedicado a trabajar solamente, no queriendo relacionarse con ninguna otra chica
despu�s de la muerte de mi hija. As� que imaginaba lo excitado que deb�a pasar
acumulando tanta excitaci�n dentro de El.

Una ma�ana de domingo, me dijo que pod�amos salir a algunas
piscinas un rato, a distraernos, mi relaci�n con mi yerno siempre hab�a sido muy
cordial y amable. Yo acepte contenta de poder salir a distraernos unas horas.
As� que alistamos lo necesario y salimos hacia las piscinas.

Cuando Sal� de cambiarme, vi a mi yerno tendido sobre un pa�o
cerca de la piscina bronce�ndose, me acerque para sentarme un poco cerca pero a
la sombra, ya estaba demasiado vieja y no quer�a quemarme, adem�s me hab�a
cambiado solo por una camiseta un poco mas fresca y un pantaloncillo corto, me
consideraba un poco mayor para usar trajes de ba�o.

Mirando desde donde me sent�, un poco despu�s, pude observar
como mi yerno no quitaba la vista del cuerpo de una hermosa mujer joven que
lucia un peque�o traje de ba�o, que mostraba su muy bien formado cuerpo, mirando
desde all� pude observar tambi�n como su bulto empezaba a adquirir un buen
tama�o, pude ver como su miembro empez� a empujar contra su traje de ba�o,
formando un enorme bulto entre sus piernas, que apuntaba hacia arriba. Me
ruborice al pensar que estaba mirando como mi yerno de excitaba observando a una
hermosa chica, as� que cambiando de posici�n para que no notara mi inter�s, me
acomode un poco mas a la sombra, aunque aun desde ah� no pod�a alejar mi vista
de esa enorme protuberancia en su ba�ador.

Despu�s de algunos minutos vi que se mov�a levemente,
tratando de tener una mejor visi�n del cuerpo de la chica, vi como el bulto en
su ba�ador se agitaba como tratando de levantarse mas y una h�meda mancha cubr�a
exactamente donde se adivinaba la punta de su miembro, estaba tan excitado que
seguramente estaba lubricando su liquido pre seminal, de pronto mientras miraba
todo esto empec� a sentir aquella molestia en mi bajo vientre, aquel extra�o
ardor, no sabia porque sent�a aquello, pero si sabia que deb�a estar relacionado
con la visi�n que estaba teniendo.

La chica termino de broncearse, tomando sus cosas vi como se
dirig�a a los vestidores, mi yerno la sigui� con la mirada hasta ah�, luego de
unos minutos, vi como la protuberancia en su ba�ador, empezaba a descender.

Aquella noche, ya en mi cama, tuve muchos problemas para
dormir, mi bata me parec�a estorbar sobre mi cuerpo, aunque dorm�a con ropa
interior tambi�n, sent�a mis pechos mas llenos dentro del sost�n, y aquella
molestia en mi vientre no me dejaba conciliar el sue�o, sent�a como mi calz�n
empez� a mojarse, estaba lubric�ndome, porque me pasaba esto, yo era una mujer
mayor, hacia mucho tiempo que hab�a perdido el inter�s por el sexo, desde que mi
marido hab�a muerto, que me pasaba ahora, sabia que estaba en aquel estado por
lo que hab�a visto esa tarde en las piscinas, cerr� los ojos e imagine de nuevo
la escena, mi mente proyectaba con mas fijaci�n la protuberancia en el ba�ador
de mi yerno, imaginaba aquel miembro grande y grueso, aunque no sabia porque,
esto me excitaba mas, aunque trataba de enga�arme si sabia lo que me pasaba, lo
que sent�a, que deseaba haber tenido la oportunidad de tocar aquella enorme
protuberancia, pero no pod�a, es mas no deb�a, era el esposo de mi difunta hija,
era mi yerno, pensar en todo aquello era malo, como pod�a desear al hombre de mi
hija, aunque ella no estaba, yo era su madre, y le deb�a respeto. Ahora sal�a
que ese ardor en mi vientre lo provocaba la excitaci�n que sent�a por aquel
hombre mucho mas joven que yo.

Pero aun sabiendo que todo aquello que sent�a no deb�a ser,
empec� a fantasear con su cuerpo, mis manos recorrieron mis duros senos, y se
deslizaron sobre mis pezones que estaba aun mas firmes, mis manos bajaron por mi
vientre, penetrando entre mis piernas, acaricie la mata de vellos pubicos,
estaba muy caliente y mi vagina se hab�a humedecido, como hacia mucho tiempo no
me pasaba, estaba gozando con mis propias caricias, mi ardor se hab�a
transformado en una excitaci�n completa que tuve que apaciguar con aquellas
caricias que me estaba auto brindando.

Esa ma�ana cuando me levante, ya en la ducha, record� todo lo
que hab�a pasado, lo que yo estaba sintiendo, a que se deb�a ese ardor, sabia
que por la forma en que estaban relacionadas nuestras vidas cada uno con su
soledad, El deber�a pasar muy excitado y lo hab�a comprobado por la forma en que
se hab�a comportado cuando miro a la chica, se notaba que El tambi�n necesitaba
desahogar sus deseos sexuales. Pero yo no pod�a iniciar nada, era su suegra, El
me miraba con mucho respeto, era mucho mayor que El, nada podr�a suceder entre
los dos.

Esa tarde cuando llego de su trabajo, lo mire un poco
cansado, me dijo que estaba muy estresado, no se que paso dentro de mi, pero me
ofrec� a darle un masaje en su espalda, El acepto, me dijo que me lo agradecer�a
mucho, no vimos nada de malo en eso, era un peque�o favor, que no conten�a nada
de sexual.

Sent�ndose en una silla, me coloque detr�s de El, se hab�a
quitado la camisa para facilitar el masaje, empec� a sobar suavemente sus
hombros masaje�ndolos, en algunas ocasiones mis pechos rozaron su cabeza por
detr�s, cada vez que esto pasaba sent�a como mis pezones se iban endureciendo
con el contacto, y tambi�n pod�a notar como la protuberancia entre sus piernas
iba creciendo, era posible que una mujer vieja como yo lograra excitar a un
hombre joven de 28 a�os, mientras esto suced�a empec� a sentir de nuevo aquel
ardor en mi vientre.

As� fui aumentando la intensidad de mi masaje sobre su
espalda, ahora mis pechos estaban rozando su espalda, mientras El no se mov�a ni
dec�a nada, solamente ve�a como su protuberancia se hacia mas evidente bajo su
pantal�n.

Esta embargada por la excitaci�n, no me importaba ser una
mujer mas vieja, su suegra, tratando de seducirlo, as� que mientras con una mano
masajeaba ahora mas despacio y sensual su espalda, con la otra empec� a abrir
los botones de mi vestido, saque mis senos por encima de mi sost�n, estaba
duros, firmes, aun a mi edad mis pechos eran redondos y macizos, mis pezones
estaban completamente erectos, acerc�ndome mas a El, puse mis pechos contra su
espalda, los presione contra El, entonces poco a poco, empez� a girar, hasta que
estuvo frente a mi, su cara estaba frente a mis pechos, El hundi� su cara entre
mis pechos, empez� a chuparlos, mamarlos, sent�a como su lengua recorr�a mis
duros pezones, ahh que placer, una de sus manos hab�a subido y empez� a
acariciar uno de mis pechos, mientras su lengua recorr�a mi otro seno, agitando
su lengua sobre mi pez�n, provocando deliciosas sensaciones, yo me sent�a arder
de excitaci�n, estaba muy caliente, as� que cuando acercando mi boca a la suya
quise besarlo, El se levanto, apretando su enorme verga con ambas manos dentro
del pantal�n, me miro a los ojos y salio de la habitaci�n.

Que hab�a pasado, empec� a temblar, aun de excitaci�n, pero
tambi�n por temor, que hab�a hecho, hab�a tratado de seducir a mi yerno, y
aunque al principio El hab�a correspondido, parec�a que no le excitaba tanto
aquella vieja mujer que era su suegra. Esa noche en mi habitaci�n, no pude
dormir pensaba en todo lo que hab�a pasado y me sent�a muy culpable.

La ma�ana siguiente, era S�bado, El no tenia que trabajar, yo
sent�a mucha verg�enza de mirarlo, estaba en mi habitaci�n, lo escuche andar por
la casa, luego lo escuche entrar de nuevo a su habitaci�n, lo imagine

desnudo, acarici�ndolo, estaba completamente dominada por la
pasi�n y el deseo.

Esa tarde cuando pase por el cuarto de televisi�n, lo mire
estaba acostado sobre el sof�, me sent� en el sof�, de al lado a mirar un rato
la televisi�n, El me miro sentarme, callado, entonces levant�ndose se coloco
frente a mi, y entonces mir�ndome a los ojos puso sus manos sobre su cierre, y
lo deslizo hacia abajo lentamente, mis ojos estaban fijos en aquel cierre, nada
de lo que hubiera imaginado pod�a compararse con aquel enorme miembro, el pene
de mi yerno era muy grande y grueso, much�simo mas que el de mi difunto marido,
que era el �nico que hab�a conocido hasta ahora en toda mi vida, ah� estaba
frente a mi, el enorme miembro de mi yerno cerca de mi rostro, el ardor volvi� a
aparecer en mi vientre, estaba completamente erecto, firme, la piel que cubr�a
su cabeza se corri� completamente, lo vi duro y brillante ante mi, entonces poco
a poco lo fue acercando a mi cara, yo nunca hab�a puesto mi boca sobre un pene,
pero la excitaci�n que tenia hizo que despacio abriera la boca, recibi�ndolo
poco a poco dentro de mi, entonces sinti�ndolo dentro mi lengua se movi�
acarici�ndolo, chupandolo, desliz�ndose sobre aquella enorme columna de carne
que tenia frente, sin tener ninguna experiencia, mas que mi deseo, empec� a
mamar su verga desesperadamente, sent� como sus manos empezaron a deslizarse por
mi vestido hasta ir soltando todos los botones, quito mi sujetador con manos
h�biles, y tomo mis senos entre sus manos, los palpaba, los apretaba y
acariciaba con mucho deseo, deslizando su enorme pene fuera de mi boca, me puse
de pie y quit�ndome el vestido completamente, deslice luego mi calz�n mientras
El me miraba lleno de lujuria, entonces cuando estuve desnuda, me tomo y me
acerco a El, sent�ndose sobre el sof� mientras me acariciaba completa, poco a
poco me acerco a El y separando mis piernas, me hizo colocarme sobre El, con
ardiente pasi�n sent� como su enorme verga pulsaba dentro de mi interior,
penetr�ndome completamente, mientras deliciosamente empezaba un r�tmico
movimiento de mete y saca, ahhh, era tanto tiempo desde que me hab�a sentido tan
satisfecha, su pene daba enorme placer a mi vagina que lo apretaba mientras
segu�a penetr�ndome, nos acoplamos en un cadencioso ritmo, en que nuestros
cuerpo eran solo para el placer, sent� como mi cuerpo empezaba a estremecerse,
prepar�ndose para el orgasmo, as� que acelerando con mas fuerza nuestro ritmo,
sent� como explotaba en una ola de placer, mientras su pene expulsaba dentro de
mi ser todo el semen contenido en sus bolas durante tanto tiempo, gemimos de
placer ambos al sentir como todos nuestros instintos eran satisfechos.

Mientras permanec�a a su lado en la cama, despu�s de una
tarde completa de sexo y lujuria, pens� en mi ardor en el bajo vientre, ya no lo
ten�a, sab�a que de ahora en adelante cada vez que sintiera aquel ardor, tendr�a
junto a m� un hombre joven que apagar�a mi calor.