Los personajes van surgiendo en mi mente, sin lugar a dudas
la actuaci�n de Soledad debe ser la principal.

Hace a�os que esta "casada" con Carlos Ra�l , el sabe de sus
propios labios, todo de su vida, desde el incesto con su padre y padrastro, a
los cuales supo hacer gozar con el acto sexual sin importar cual sea el hombre
dentro de ella , al cu�ado, el militar ,que excito hasta poseerlo por a�os en su
cama como amante.

Su cuerpo casi voluptuoso, era la perfecci�n so�ada por todo
hombre , senos prominentes aunque no burdos, estilizada, pelo largo negro,
morocha, en juego con su cara y su aura angelical.

Movimientos gr�ciles la hacen perfecta, hermosa , para nada
inocente, acostumbrada a vivir bien , con las comodidades de la globalizaci�n,
pese a que no deja de sentir pena por la suerte de algunos parientes cercanos.
Los campos, peque�as y grandes empresas que le pertenec�an a su familia se
reduc�an ahora a quintas y departamentos, la mayor�a desocupados.

Ha dejado claro, entre varios ,su manera de amar , libre de
ataduras morales, llena de goce, que han cedido al amor de su "esposo",
transform�ndola en "esposa" fiel, que a la perfecci�n del amor en pareja agrega
su entrega total, sumisa, diosa que responde a su Dios mayor con pruebas
irrefutables esa sumisi�n que nunca imagine ver en ella , probada en la renuncia
de los grandes proveedores de placer que en a�os supieron satisfacer sus ganas,
sus deseos , que no eran pocos.

Esa tarde, solos en el departamento, se entregaron al sexo,
como amantes recientes, cumpliendo la oportunidad de gozar, haciendo el amor,
ella recordaba sus inicios con su padre, pegada a �l quer�a hacerlo sentir el
�nico, puesto que para ella lo era.

Se encontraba totalmente imbuida de amor por ese hombre,
quiz�s era mucho para una mujer como ella, que no hab�a desperdiciado
oportunidades de gozar , ya cambiados se dispusieron a cenar, no puso la mesa,
solamente calentaron en el microondas , una porci�n de cochinillo que ten�a
frisado, acompa�ado de un buen vino italiano, la cara de �l denotaba que tenia
que decir algo, fue tomando fuerzas y frente a mi tengo al que comparte la
cartelera, ese su marido , contratista del Estado como su padre, comerciante
fracasado, jugador, universitario eterno , amante perfecto, lleno de amigos
f�ciles, cobrador de favores, buen mozo, con un f�sico acorde a su pareja y
ense�ado en las lides amatorias desde muy chico, (esto de lo f�sico mir�ndolo
bien era petiso, me parece que es verdad que el amor es ciego).

Sus pensamientos "en verdad las deudas de juego de las mesas
en la quinta con Jorge, Oscar y An�bal es lo m�s terrible " no encontraban
palabras para comunicarlo , el desastre que llegaba ya , al salir de �l, fue
ayudado por ella , de esa manera me di cuenta en verdad de que quer�a decir .

Mis amigos me apuran, quieren cobrar, las deudas sagradas del
juego, hay que cancelarlas,! debo hacer algo! � como pagar? .

Dicho as� las palabras a borbotones, casi ininteligibles para
mi, segu�a siendo algo para nada claro, no hay dudas que no estoy atento o poco
se de la situaci�n. Ella en su gesto expresaba que s� lo hac�a, pero tuvo que
hacer que lo entendiera puesto que no podr�a seguir � El importe? � c�mo �l ve�a
la soluci�n? algo una pista que yo no pod�a entender, una explicaci�n m�s clara,
m�s certera de la verdadera situaci�n.

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Las nuevas fuerzas llegaron , Carlos Ra�l, esta vez si dijo
de la deuda de juego con sus amigos, eran varios miles de d�lares, importe
imposible de pagar, importe imposible de solucionar con los ingresos del trabajo
de ella y menos liquidando lo que quedaba del comercio que en a�os anteriores le
hab�a cedido, del cual viv�an, hasta que el pensamiento de "Podr�a ofrecerles
los servicios sexuales de ella", basado en la insinuaciones de los "amigos" se
marcaba en sus labios , estaba a punto de decirlo cuando ella lo intuy�.

Verdaderamente debe ser dif�cil al hombre al cual le
entregaron su ser, decir lo que piensa, decir lo inevitable , la �nica soluci�n
en su mente, sabiendo que con sus pensamientos liberados podr�a encontrarse con
sus amigos , avanz� sobre Soledad con sus palabras seductoras , una vez m�s ella
le crey�.

La reuni�n los encontr� a los cuatro "amigos" en la quinta,
esa misma que en a�os anteriores reuni� a todos para el casamiento, esta vez se
sentaron a la mesa redonda del living y Carlos Ra�l tuvo que hablar , era hora
de que dijera lo que hab�a pensado, pero en verdad deber ser m�s f�cil cuando no
es el cuerpo de uno.

La cara de los nuevos personajes no coincid�a con mi idea de
este cuento , Jorge, abogado, exportador o importador, banquero, seg�n las
conveniencias, tiene novia desde hace tres a�os, f�sicamente no es atractivo
pero tampoco un esperpento , su pensamiento en lo que se refer�a a Carlos Ra�l y
Soledad se basaba " desde que este imb�cil hizo pareja con ella, cada d�a est�
mejor, nunca pude estar a su lado, pese a que se la pasaron varios, la verdad
que est� divina, pagar�a miles de d�lares por una noche " acostumbrado a
negociar , inexpresivo, era quien sin decir , pon�a la llave que �l necesitaba
para cumplir con su objetivo, al saludarlo le pidi� (con un rictus por sonrisa)
, que, por favor le trajera una soluci�n, el cierre del cr�dito es la realidad,
ahora hay que pagar.

Oscar , es m�dico, a los diecis�is a�os mantuvo su primera
relaci�n ,( fue con Soledad) su falso machismo, le hizo decir que eso no era
as�, que el ya hab�a tenido varias experiencias, Soledad est� a�n convencida de
que es un tonto, que no sabe qu� hacer con una mujer, aunque �l , es un ser un
poco m�s bajo que ella, fornido, deportista, con virtudes y defectos , �l no
piensa en Carlos Ra�l , piensa en ella y no lo dice " Es tan sensual, tan
cari�osa, tan verdaderamente mujer que m�s que gozarla quisiera que me cuidara
como a �l" "juntos podr�amos hacer cosas buenas"

Anibal , es compa�ero de la secundaria de Carlos Ra�l , el
bruto del grupo, hijo del comerciante de materiales de construcci�n, sus
pensamientos son para ella " Es una yegua la cual violar�a de mil formas " "debe
dejar cada gota de su energ�a en satisfacer mi placer, aparte si recupero algo,
mejor"

La amistad no estaba en la mesa, estaban los deseos carnales,
el dinero de la deuda, el amor de Carlos Ra�l no exist�a en comparaci�n con el
de Oscar, puesto que si bien ella se entregar�a por �l, era el principal
culpable de la situaci�n , no hab�a pensado en dejar de pasarle dinero a su
familia, a sus amigos , principalmente amigas, cuidar su patrimonio, pens� en
entregar a su mujer, su honra, su amor tantas veces jurado, m�s ya estaba
pensando en esa chica que lo entrevisto en Chile, o en la secretaria su
compa�era real por a�os, igual primero hab�a que arreglar esto.

Todos escucharon la oferta de Carlos Ra�l , Jorge y su
m�scara de desinter�s de que solo le importaba el dinero por fin dej� un
resquicio, en una sonrisa de satisfacci�n, unos pocos miles de d�lares, m�s que
a los otros, lo hac�an el l�der igual le puso el suspenso necesario de una
reuni�n entre los "amigos", tres d�as con cada uno era la oferta en firme que
con aire de" es suficiente" hab�a declamado, mientras pensaba " una d�cada de
mantenimiento de vida a todo trapo y la fortuna propia y de sus amigos esta bien
paga"

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Jorge luego de reunir a los acreedores y dejar en sus manos
de negociador profesional contraoferto:

una semana con cada uno y puede unirse hasta cuatro m�s, sin
limites de nada , aparte ser� mi amante por siempre.

Carlos Ra�l pidi� hablar con ella, supo que acceder�a pero,
no estaba en los c�lculos de �l , semejante oferta, la cara de Carlos portadora
de una sonrisa nerviosa, era la m�scara de la falacia del amor del hombre, no
dudo en decirle:

- Tienes que hacer esto ,�Podr�amos decir algo menos?

Ella , llamo a Jorge, su voz sensual estaba levemente
titubeante, trasmitieron el gui�n del pr�ximo capitulo.

- Charlemos entre nosotros , estar� con ustedes quiero saldar
la deuda , mi historia , mi marido , me obligan a esto, �puedo negociar
directamente?

La entrega estaba aceptada, las deudas de juego ser�n
canceladas y m�s de uno podr� cumplir sus fantas�as con Soledad.

La reuni�n en la quinta esta vez no cont� con la presencia de
Carlos Ra�l, que con las excusas de negocios fue a Chile, Soledad en la reuni�n
acept� cada una de las acreencias que el le hab�a endosado, y dejaba en manos de
esos "amigos" a su cuerpo , a su ser y sin lugar de dudas parte de su alma,
donde el exilio de principios daban lugar a esta nueva moral.

Jorge me daba con sus pensamientos, nuevos caminos en este
relato , eso me gustaba su presencia en mi escrito , parec�a un sarpullido
molesto, " Es sin lugar a dudas una mujer hermosa, inteligente, preparada, su
belleza t�picamente argentina, me induce a desearla. Tengo que considerar que
mis socios y yo queremos recuperar la inversi�n, no me puedo conformar con su
entrega, debe darme m�s, es fuerte"

Su filosof�a de abogado de banquero, inexpresivo, inhumano ,
daban crecimiento a sus instintos de gozar de esa hermosa mujer de alica�das
finanzas, pero cuerpo perfecto. Repiti� su oferta que por autorizaci�n del grupo
era la que solucionar�a la de todos. " una semana con cada uno y puede unirse
hasta cuatro m�s, sin limites de nada , aparte ser� mi amante por siempre", creo
que su sangre norteamericana predominaba m�s que nunca.

Ella escuch� por primera vez, lo que Carlos Ra�l ya le hab�a
dicho, pens� al instante "con una parte de lo dilapidado en pocos a�os atr�s ,
era suficiente y hubiese podido echar de su propiedad a estos "amigos" a
patadas" "con el ahorro de los gastos fantasmas de su marido tambi�n podr�a
haberse evitado este mal trago, en definitiva se estaba haciendo cargo de deudas
utilizadas para el bienestar de otros", la palabra empe�ada, las circunstancias
la pon�an en esa situaci�n, indefensa, aunque esclarecedora del enga�o , era
hora de soluciones.

Quiso escuchar la opini�n de los otros , ya que el negociador
no le daba oportunidad, por suerte , quiz�s escuchando por mi intermedio, los
pudiera conocer y saber en qu� manos estaba, para ofrecer algo viable, algo que
pudiera darle esperanzas, alguna soluci�n a esto que sonaba cada vez m�s como
una maldici�n cumplida.

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Los pensamientos de Oscar llegaron a mi mente , �l era un
dem�crata por definici�n, reflejaba una vida de estudios, vivencias normales,
aprovechador de oportunidades, siempre captando los ingresos de cada negocio que
Soledad y su c�nyuge le fueron dando, contrataciones, las mayor�as con un solo
beneficiario y un bienestar a toda su familia , empleados que formaron la
estructura ociosa que llevaron a la ruina a la otrora poderosa empresa, su amor
por ella era real, sus ganas de poseerla por siempre, chocaron con la cultura de
pasiones extremas, permeables , esa manera tan argentina, que

incluye la solidaridad con el individualismo , ahora tenia
una oportunidad de llegar, pero sabia de que Jorge no la entregar�a tan f�cil y
el era el negociador.

Gracias a mis letras Soledad fue conociendo a Oscar,
transformando en algo m�s positiva esa imagen de tonto que hab�a dejado, en a�os
anteriores en su ser, no le alcanz� , ten�a que saber de An�bal, el v�rtigo de
los acontecimientos, la llevaban a un camino sin retorno, de esclavitud de todos
sus actos, pese a su condici�n de amante entrenada , no le agrado el escenario
que montaba con los elementos a su alcance.

An�bal , era m�s lineal, tambi�n compa�ero de estudios de
Carlos Ra�l , siempre envidio la facilidad que �l ten�a para embaucar a todos,
haciendo que trabajaba, m�s con las chicas, como exprimi� a Soledad y
esencialmente a sus bienes, sonre�a recordando que tambi�n �l con sus negocios
le vendi�, sus productos , por el valor que seg�n los argentinos dicen que
valen, comprados por lo que valen realmente.

Tenia dinero , quer�a m�s y no perder la oportunidad que la
natural seducci�n de Soledad imprim�a, casi no le import� recordar esos
principios que sus padres (inmigrantes) le hab�an ense�ado , �l se consideraba
hijo de esta tierra, por ende ella era qui�n la deber�a abastecer.

Los pensamientos de agradecimiento de Soledad, no los
entend�a, poco era lo que hab�a podido hacer por ella, no ve�a soluci�n , no
hab�a ninguna fortaleza utilizable a simple vista, muchas debilidades, sombr�o
camino le esperaba�

Los gastos de la vida y la familia de Carlos Ra�l, se
manten�an con los ingresos de las empresas propias, cr�ditos e inversiones del
patrimonio de Soledad, que ella solvent�, nunca hubiese pensado que ese manejo,
el abuso de los "amigos" terminar�a de esta manera, queriendo encontrar un fin
al v�rtigo destructivo , record� la cantidad de veces que vio a Carlos ir en
busca de la m�gica soluci�n del juego, de un cr�dito inexistente, de una
condonaci�n principalmente de los "amigos".

Estaba claro que el pedido de cr�ditos para solventar gastos
improductivos, pago de cr�ditos para el patrimonio de los "amigos" , simple robo
en su patrimonio produjeron este efecto, para colmo dentro de su propia casa
tenia que negociar , la continuidad de su vida , bajo los t�rminos impuestos por
los mismos que ocasionaron su destrucci�n econ�mica y ahora a la vista su
aniquilamiento social.

�Como podr�a levantarse ?, cuando todos habr�an de saber de
sus relaciones carnales , no en libertad , sino en un acto de prostituci�n liso
y llano.

�Como podr�a decir que su entrega fue por amor o sumisi�n? A
quien y quienes usufructuaron de sus bienes y ahora eran due�os de su ser .

La realidad la consternaba, su autonom�a perdida en relaci�n
de estos hechos le preocupaban mientras su belleza se manten�a inalterable, pese
a que su esp�ritu parec�a quebrado como sus ra�ces nativas, me escond�a el
secreto guardado a�n cuando expreso su oferta a la miserable extorsi�n que
frente a ella , el actuar de sus "amigos" y todo el entorno impon�an.

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Su boca lo dec�a y no pod�a entender d�nde ella ve�a la
soluci�n , me limite a escribir sus dichos, quiz�s un an�lisis posterior me
dejar�an comprenderla.

- Esta vez quiero las cosas por escrito , quiero que
entiendan ustedes y mi familia el porque de mi acci�n y el camino que encuentro
dentro de tantos valores perdidos:

A la oferta de:

" una semana con cada uno y puede unirse hasta cuatro m�s,
sin limites de nada , aparte ser� mi amante por siempre"

Tomando fuerzas desde todo su interior dijo:

- Acepto una semana con cada uno, iniciando la semana con
Jorge, continuando con Oscar y la �ltima con An�bal, sin limites de nada,
excepto que dentro de sesenta d�as repetiremos lo mismo en las condiciones
requeridas (con hasta cuatros m�s�) salvo que este embarazada de alguno de
ustedes quien ser� mi amante por siempre o lo que el disponga.

Una oferta que cumpl�a con lo requerido, los t�rminos
jur�dicos le dieron formato valido al pago de la "deuda" por estos medios,
escondidos con servicios de hospedaje, horas de trabajo, en eso Jorge era un
mago, como ser�a el primero, podr�a quedar como amante de esa preciosidad, sin
mayores gastos, esa misma noche empezaban los turnos, todos de acuerdo, Soledad
s�lo control� que quedara claro que pasaba en caso de embarazo. Carlos Ra�l para
evitar cualquier tipo de conflicto social, sigui� de viaje con su amiga chilena,
all� qued�, en la quinta, Soledad con su patr�n , a disposici�n, experiencia no
le faltaba, afront�, con entereza cada requerimiento, cada posici�n, atendi�
cada pedido del "amigo" las relaciones dejaron en claro que la sumisi�n a su
"esposo", pod�an ser y eran trasladables a otros, su honra quedaba destruida, ya
sus pensamientos me dec�an el porque, " cada acto es necesario para pasar la
semana, igual mi honra la vendi� mi "marido" en su usufructo y el de sus
allegados, en las inversiones y propiedades, sin inmutarse por mi amor".

No goz� ninguna de sus entregas, pero eso no era lo que ve�a
Jorge , el cual una y otra vez disfrutaba de su tenencia, de su belleza
material, imposible de ver cuanto de su esp�ritu destru�a, la interminable
semana llego a su fin, todo hab�a sido hecho , la esperanza de ser padre de un
bastardo m�s, impon�a una sonrisa, correspondida por Soledad con un rictus en su
cara indisimulable de odio.

Oscar llego a la quinta una hora exacta despu�s de que Jorge
le entregara la llave, su voto en busca de un futuro mejor , se dieron en parte
cuando le pidi� sacar el diafragma , ese especial que sab�a hab�a conseguido en
Europa, ella accedi�, �l, no solo espero el mejor momento para iniciar su nueva
oportunidad, se comunico con ella, trato de entender el porque de su vida
signada por el sexo y falta de armon�a de las actividades econ�micas sociales,
su entorno destructivo.

Cada culpa de los "amigos", fue creciendo, encontrando su
lugar junto a uno u otro , el da�o econ�mico que hab�an ocasionado, el actuar
amoral de sometimiento, latrocinio, perjuicio al ser de ella en su totalidad ,
f�ciles soluciones, espejismos para el enga�o, escondrijos de �oquis
incumplidores, ignorantes activos, artistas de maldades , destructores de toda
su cultura.

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Ella enhiesta , estaba viendo en pensamientos compartidos,
cuanto mal construyeron por ingenuidad, por falta de principios, inexperiencia,
"la oportunidad esta ah�" , (es lo que ella pensaba) , tuvo que ver a todos los
part�cipes , encontrando la esperanza , pese a su andar , que tantas veces sin
pelos en la lengua catalog� de !tonto, imb�cil! , no hac�a falta reproches, la
luz sobre el camino, fue puesta por ella a costa de sufrimientos , era el
momento de gozar , ambos se ducharon juntos enjabonando sus cuerpos limpi�ndolos
de toda suciedad, el amor mutuo surg�a de cada uno de sus poros, ese ser que
ella tantas veces se neg� a engendrar, estaba a punto de ser aceptado, no s�lo
en su ser , tambi�n en el hoy de ese dem�crata , que entend�a que la mentira y
falso orgullo no son herramientas para construir el futuro, una semana que
parecieron d�cadas, por todas las cosas que aprendieron mutuamente uno del otro,
ahora me daban una pista del por qu� de la oferta de Soledad.

Ella fue la que le pidi� le pusiera el anticonceptivo,
mientras rezaba por primera vez en muchos a�os, para que hubiese quedado
embarazada del "tonto" que estaba aprendiendo a reconocer.

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Las lagrimas en los ojos de Oscar, eran sentidas, aunque muy
peque�as para saldar las deudas con esa se�ora, que quer�a como madre de sus
hijos, como siempre penso, que el fue uno de los necesarios participes hasta
llegar a la extorsi�n.

Le rog� a An�bal, que no le hiciera nada, que �l le pagar�a,
la cara de s�plica s�lo increment� los deseos carnales sobre ella, �ste record�
por instantes que varias oportunidades calcul�, cuantas veces hab�a pagado ella
esa deuda, sigui� con el trato, una vez mas triunfaron sus deseos perversos
sobre cualquiera de los principios que alguna vez le hab�an ense�ado, dando
muestras de que el conocimiento no significa la adopci�n de ninguna norma ni
legal , ni �tica.

La experiencia de Soledad, fue calmando las �nfulas
destructivas insertas, sufri� el embiste animal y comprend� ,s�lo por la lectura
en su mente, un por qu� , con visos de fantasioso, que me limito a escuchar e
informarles.

" El orden estaba impuesto por el importe de las deudas, no
quer�a cambiar nada, que cortaran el embarazo de Oscar, que es la �nica salida
para esta situaci�n"

"Si la cruz que tengo que cargar, es mi violaci�n en manos de
los mismos, que me destruyeron, la acepto, puesto que uno de ellos me ayudar�
para reconstruir mi vida y la de �l"

Estoicamente soport� las embestidas , no creo que quiebren el
esp�ritu que brota junto a la encarnaci�n de ese ser engendrado para libertar
junto a sus padres . El cansancio fue durmiendo los cuerpos , ella cumpli� con
su trato.

Carlos Ra�l regreso, est� vez no fue bien recibido, los
mismos empleados de la quinta, no lo dejaron entrar, gritando que volver�a, se
refugio en sus propiedades, un s�quito que Soledad reconoci� como empleados de
ella lo acompa�aban.

Ante el embarazo manifiesto, entre todos decidieron, esperar
al nacimiento de la criatura para hacer el ADN, las expectativas de los posibles
padres, trasuntaba en los pensamientos de cada uno de ellos, sabiendo el premio
de que la madre ser�a la amante o lo que dispusiera el padre del fruto de ese
pacto amoral . La ecograf�a �ltima dio la noticia de que ser� ni�a.

Jorge, se relam�a una vez m�s de poseer ese cuerpo, amante
perfecta y encontrar�a la manera de que solo si hiciese de sus bienes lo que el
quer�a, esa criatura ser�a rica, por y para �l , pudiendo adquirir toda la
cultura de un pa�s desarrollado como lo era el pa�s de sus padres.

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An�bal, sab�a que ser padre de la ni�a , aseguraba su idea de
perpetuarse junto a ella , ninguna mujer lo hab�a hecho sentir tan hombre como
su madre, la soluci�n econ�mica a su vida por sus robos anteriores y como no
necesitaba casarse podr�a llevarla hasta trabajar sexualmente para su beneficio,

� por qu� no ? tambi�n a esa hija bastarda.

Esta fuente de conocimientos de los pensamientos de los
personajes que invadieron mi mente, me est�n haciendo conocer la idiosincrasia
de los habitantes en este pa�s en que vive Soledad, el ego�smo extremo, la
amoralidad en perfeccionamiento constante, una contrapartida aparentemente
positiva de soluciones econ�micas, no me daban una mejor imagen de la humanidad
que la rodeaba .

A�n estaba Oscar, el ferviente dem�crata, que la utiliz� por
a�os, pese a su amor por ella , no dej� sacarle su patrimonio econ�mico y fue
parte de este pacto , es que pese a que ellos (Jorge y An�bal) no lo saben , ya
sabemos quien es el verdadero padre de esta su hija.

Me alegro saber lo que pensaba " Esta mi primera hija, es
fruto de mi primer amor, por haber crecido junta a ella, por que si bien la
insult� continuamente, ella tambi�n comprendi� en toda esta corta vida , llena
de malos momentos , que es posible darse plenamente y pensar en el futuro,
educ�ndola en los principios olvidados , con el amor de toda la familia ".

Soledad y Oscar, convinieron que su nombre sea Argentina,
ambos pensaron que a igual que nuestra patria que la hemos dejado continuamente
en soledad, debe comprender la necesidad de no repetir los errores, aprendiendo
de ellos, le recordar�n como los padres de la patria, pensaban distinto y se
unieron en el mayor objetivo de hacer de cada habitante de esta tierra un
ciudadano activo, que claudicando solamente hasta el poder corrupto en el poder
no en sus ideales , que murieron en el exilio o en la ruina econ�mica quedando
en la historia, reflexionar� que el �nico camino posible es eliminar la
corrupci�n de las �reas de gobierno y de todo paradigma social, que la
democracia es un sistema perfectible que incrementa el dialogo, la libertad y
las posibilidades para todos, que toda acci�n en la vida debe ir acompa�ada de
Etica y los valores morales para hacer de su vida la mejor para toda su familia,
debiendo defender su bienestar y el de su familia con herramientas dignas, para
no dar cabida a los usurpadores , siempre atentos en lograr ingresos espurios.

Siendo seno de generaciones para nuestro pa�s que sepan
reconocer hipocres�a , corrupci�n, amoralidad, logrando una verdadera mujer en
libertad, con un ser nacional , admirado por generaciones pasadas, presentes y
futuras.

Es posible, debe ser una realidad que esta ni�a acune en su
seno a seres dignos y con las posibilidades hoy robadas por propios y extra�os.