La revancha de la profesora Ana o ...como termino HISPANO
despu�s de violarla.
Quienes leyeron el relato de hispano recordaran que el
ultraj� a su profesora del curso de verano, pues bien resulta que cuando dijo
que la profesora no volveria mas a dar clase fue para maquinar una venganza que
le diera un merecido escarmiento al tal hispano, eh aqu� lo que paso despu�s.
Yo por azares del destino conoci a Ana quien actualmente a
pesar de el dolor al que fue sometida ella se conserva preciosa y con un
espiritu inquebrantable, como decia la conoci por mera casualidad en un centro
comercial cuando ella accidentalmente dejo caer su tarjeta de credito y yo al
tratar de levantarla con toda amabilidad ella intenta recogerla tambien y casi
chocamos nuestras cabezas, ella sonrio y me dio las gracias, de ah� surgio una
bonita amistad la cual a pesar de que la confianza existia, ella se coibia en
ciertos temas relacionados sobre todo con lo sexual, y ya despu�s de mucho
platicar me conto su desagradable experiencia con el miserable sujeto quien no
tuvo la mas minima piedad con ella y como habia abusado en contra de su
voluntad. Yo que me considero un caballero en toda la extensi�n de la palabra le
comente la posibilidad de darle un merecido a ese rufian y de paso hacerle
entender que una violaci�n jamas se va a disfrutar.
Ella acepto encantada al sentir la seguridad que le propuse,
ya que yo pertenezco a una organizaci�n policial secreta que viene de los
Estados Unidos y se encuentra en Espa�a realizando investigaciones de grupos
terroristas que ah� operan, por lo que cuento con todos los medios fisicos,
tecnol�gicos y economicos para darle su merecido a ese sujeto. Pero el plan fue
diferente, pues la venganza seria an�nima y los recursos solo se usarian como
medio de apoyo.
El plan fue el siguiente: haciendome pasar por una ramera y
esperando al sujeto que para efectos estrat�gicos llamare el marica, me ubique a
la salida de la escuela previa identificaci�n de Ana al marica a travez de una
berlina de cristales polarizados, ah� estuve algunos dias observando la
situaci�n y llego el momento, en el cual me acerque al marica disfrazado de
furcia y el muy imbecil se dejo llevar, jamas se dio cuenta de que yo era un
hombre por lo que despu�s de una breve charla lo invite a un apartamento para
hacer cositas a lo que el marica acepto gustoso. Obviamente el apartamento lo
tenia ya preparado para la recepci�n del marica y hacerlo disfrutar tambien como
lo hizo con Ana, quien estaba estrat�gicamente escondida pero observaria todo el
desarrollo de las acciones, asi como un colega de la organizaci�n que estaria al
pendiente por algun requerimiento de ultima hora.
Se llego la hora y el marica llego puntual tocando la puerta,
la cual se encontraba entreabierta y yo detr�s de ella, solo grite con voz
fingida: pasale mi amor, el sin dudar abrio la puerta y se introdujo unos pasos,
al intentar cerrar se llevo la sorpresa de su vida, ya que ah� estaba yo, con mi
pasamonta�a negro, y el uniforme militar, asi como con mi armamento
reglamentario que consistia en una pistola escuadra, una granada, y un rifle de
asalto de alto poder, de los cuales no doy detalles ya que no lo considero
necesario. Cerre la puerta y apunt�ndole al marica con el rifle le hice saber
que la diversi�n comenzaria en unos instantes ya que solo lo esperaba a el. El
marica en ese momento comenzo a balbucear como queriendo llorar y se encontraba
palido y petrificado al sentir el frio ca�on del rifle levant�ndole la
mandibula, y ah� entre sollozos alcanzo a decir: no me mate se�or yo no he hecho
nada, a lo que respondi: calla mugroso ahora veras lo que es bueno y como se
disfruta el tener una polla adentro cuando no la deseas.
Acto seguido lo fui empujando con el arma hasta la cocina y
ya ah� le ordene categ�ricamente que se quitara las asquerosas ropas que llevaba
y se subiera a la mesa, el marica sin chistar absolutamente nada se desvistio
quedando solo en calzoncillos, yo molesto por el incumplimiento de mi orden,
cargue el rifle a mi espalda, saque la escuadra, corte cartucho y apunt�ndole a
su cabeza le recorde que se debia desvestir todo y acto seguido saque el
cuchillo que llevo en una de las botas y le arranque los calzones dej�ndole una
ligera cortada en un muslo que comenzo a sangrar. Muy bien muchachito, veo que
entiendes, que maravillosa polla tienes, grande y gorda, lastima que no la vayas
a utilizar mas le dije, el temblaba de miedo y como pudo se subio a la mesa
quedando en cuatro patas y yo siempre apunt�ndole a la frente, la gran polla
cada vez se hacia mas peque�a tal vez por el miedo que tenia, y ah� totalmente
expuesto sobre la mesa aparecio mi colega exactamente vestido y armado igual que
yo, en ese momento le dije al marica: mira te presento un amigo, el literalmente
se puso a llorar desconsolado y se desmayo, sin embargo mi colega le acesto un
culatazo en las costillas que lo reavivo al instante y alcanzo a decir: h�ganme
lo que quieran pero no me maten.
Yo sonriente pense: valiente violador resulto el marica, y
posteriormente dije: sabes? Te vamos a hacer una doble penetraci�n te gustaria?,
el asinti� con la cabeza que para ese momento se encontraba desmadejada con los
ojos llorosos y los mocos colgando, mi colega rapidamente se coloco tras el y yo
seguia apunt�ndole a los sesos, acto seguido y al conteo de tres le dije ahora,
entonces mi colega saco su pistola que era un revolver y despu�s de cortar
cartucho se la metio al marica en el culo de un solo empujon, yo por mi parte le
meti la escuadra en la boca y le dije ahora mu�vete, el ya en un estado de
trance y tal vez resignado a morir empezo a moverse como una puta con la
diferencia que el marica tenia metidas dos armas de fuego de verdad y con el
cartucho cortado. Despu�s de un rato, mi colega dijo: creo que ya me voy a
correr, a ver cuantos disparos me salen, a lo que rapido saque el arma de su
boca y me coloque a un costado. El marica con un grito desgarrador dijo: NOOOOO
por piedad y mi colega sin miramientos jalo el gatillo dejando nuevamente al
marica aterrado ya que la pistola no tenia bala en esa recamara, sin embargo yo
dispare la mia que si tenia bala a una pared de adobe que habia frente a la
ventana fuera de la cocina.
El marica muerto psicol�gicamente cayo desmayado nuevamente
pero otro culatazo lo desperto pues mi colega le dijo que le habia llenado de
mierda su pistola y ahora tenia que limpiarla. Asi que se la saco del culo y se
la metio a la boca hasta dejarla reluciente y tragandose su propia mierda. Para
ese momento el marica ya no hacia el menor intento de resistirse y se encontraba
a nuestra merced aun sin apuntarle.
Despu�s le dije: bien espero te haya gustado, yo se que al
principio no pero al final si, y aprovechando veo que no tienes la circuncisi�n,
que te parece si te la hacemos de una vez?, el ya convertido en un gui�apo no
dijo nada, por lo que mi colega lo cargo en peso y lo paro junto a la mesa,
mientras yo sacaba de los anaqueles una tabla de cocina que coloque al borde de
la mesa y mi colega puso sobre la tabla la polla del marica, en ese momento si
reacciono y suplico llorando y orinando del panico que no le cortara el pene sin
embargo yo hice caso omiso y traje de por la chimenea un hacha con la que se
cortan trozos peque�os de le�a mientras mi colega habia vendado al marica quien
imploraba piedad pero el colega lo sujetaba con las manos atr�s y le enca�onaba
el cuello diciendo: que prefieres, la polla o la vida?. El mas muerto que vivo
por el castigo mas que nada psicol�gico que fisico estaba resignado a perder su
polla cuando nuevamente a la voz de tres deje caer el hacha con fuerza sobre la
tabla de cocina donde estaba la pollita del marica quien al escuchar el golpe
cayo nuevamente desmayado al piso, sin embargo no le corte la polla, nuevamente
fue un ensayo clavando el hacha en la tabla a milimetos de su miembro pero sin
tocarlo. Mi colega y yo nos empezamos a reir con todas nuestras fuerzas mientras
el marica yacia ah� tirado lleno de orines, muerto de miedo y desmayado.
Fue con un tercer culatazo de mi rifle como se desperto
implorando por su vida, es mas llego a decir que ya lo mataramos pero que
dejaramos el tormento. Sin mas le ordene que se pusiera los calcetines y los
zapatos solamente y lo acompa�e a la puerta de salida ahora solo coloc�ndole el
cuchillo en el cuello mientras mi colega caminaba a mi lado coloc�ndole parque a
su pistola, una vez en la puerta le mande a que se largara lo antes posible, y
asi encuerado emprendio tremenda carrera mientras mi colega le apuntaba con su
pistola a la distancia y nuevamente a la cuenta de tres este vacio su arma
obviamente sin hacer blanco en el marica quien cayo y levant�ndose al ver que no
tenia nada y sigui� corriendo desnudo por la calle hasta perderse en la
oscuridad.
Ana salio de su escondite con una sonrisa de satisfacci�n y
abanic�ndose la cara con la cinta que habia grabado del jueguito con el marica y
diciendo con voz complice: ah� cuando gustes cambiamos de videos, ja ja ja.
Aquellos que les gusta violar a las mujeres deber�an
pensarlo, ya ven lo que pasa.