Relato: Despues de la fiesta



Relato: Despues de la fiesta

LA FIESTA (O: MI PRIMER ARABE).



Iba a ser apote�sica. Por la organizaci�n y por lo que me
ocurri�, personalmente, a m�.


El encuentro era en el mejor hotel de la ciudad. Estaba all�
"todo el mundo". Entre los numerosos invitados, "mi �rabe". Lo vi y por poco se
me caen los pantalones. Me qued� alelado, casi sin respiraci�n. Era mi hombre
so�ado. La realizaci�n en carne, hueso y pelos del macho que hab�a acariciado y
con el que hab�amos gozado innumerables veces, en mis fantas�as, claro, con la
consecuente conclusi�n en un abundante y no menos disparatado orgasmo.



Por si fuera necesario, tengo que describ�roslo. Veinte,
veintiun a�os. Tez aceitunada. Un metro, ochenta y muchos cent�metros. Setenta y
cinco kilos. Ojos almendrados, de un negro azabache, como su pelo. Barba cerrada
de varios d�as que le azulaba las mand�bulas y el cuello, donde sobresal�a una
prominente nuez, bajo la barbilla recta y partida en dos. Tambi�n las mejillas,
cuando sonre�a se part�an por sendos hoyuelos.


Por el borde de la camisa sin cuello, asomaban largos
pelillos y cuando las amplias mangas de su t�nica y blus�n se levantaban, se
ve�an sus dorados brazos cubiertos de los mismos abundantes vellos oscuros.


Cuando sonre�a parec�a que el mundo se paralizara. Mostraba
blanqu�smos y perfectos y grandes y parejos dientes, enmarcados por una boca
grande, de labios rojos y carnosos.


Sus modales eran de noble ingl�s. Su espa�ol, casi acad�mico.
Su conversaci�n magistral, divertida, entretenida, pero, �qui�n quer�a o�rlo? Yo
me dediqu� a contemplarlo.



No se como, pero lo logr�. Logr� que nos presentaran. Le
habl� en franc�s, en ingl�s y como es natural, terminamos, �l hablando y yo
embobado, en su espa�ol.


Parece que le gust� mi arrobamiento o mi capacidad de
escucha, porque estuvimos juntos largu�simo rato, interrumpido,
desafortunadamente muchas veces, por quienes se acercaban para presentarse o
para saludarlo.



Cuando estim� que seguir masoque�ndome a su lado, ya era
excesivo, decid� irme caminando, para tener tiempo y paz de poder imaginar una
historia fant�stica con �l como protagonista esa noche.



Pero el hombre propone y Dios dispone (y junt� los dedos para
que no se cumpliera eso de que : "y la mujer descompone"...), porque aun no daba
unos pasos cuando un autom�vil negro se me para al lado y desde su asiento de
conductor mi �rabe me hace se�as de acercarme. Cuando lo hago, me saluda
sonriente y me ofrece llevarme.



Sin pensarlo ni una d�cima de segundo, me subo a su lado, r�o
contento, agradado y agradecido, le indico donde vivo y partimos.


Me pide que le cuente algo de m�, ya que �l ha sido el que ha
llevado todo el gasto de nuestra conversaci�n en la fiesta. Le cuento que reci�n
inicio mis estudios de antropolog�a. Que tengo 18 a�os, dos padres, tres
abuelos, un hermano, una hermanita peque�a, un perro, tres p�jaros, innumerables
amigos y por primera vez uno, as� espero, �rabe, que es muy simp�tico, listo y
que provocar�a la envidia de todos, amigas y amigos...



-�Qu� hac�a un jovencito como t� en una reuni�n de viejos?


-Heyyy, que no soy tan jovencito, tengo 18 a�os.


-�Y c�mo haces para parecer de 15, tan delgado y fino?


-CDH.


-�CDH...? �Es un complemento alimenticio o algo as�?


-"Cagado de hambre"


-�C�mo?



Se lo expliqu� en franc�s y nos entendimos mejor. Re�a a
mand�bula batiente. Me dio una alegr�a enorme verlo re�r con tantas ganas, ver
sus ojos, casi llorosos, semicerrarse y su nuez bajar y subir en su cuello firme
y poderoso.



-�Y t� que hac�as? Que tampoco eres tan mayor.


-Represento a mi padre que tiene inversiones con el
anfitri�n. Debo hacerlo muchas veces, mientras hago estudios de administraci�n.
Pero, �t� a quien representas o tienes tus propias inversiones?


-Jajajajaja... tambi�n represento a mi viejo que ahora est�
indispuesto, se malogr� un tobillo skiando. Pertenece al cuerpo diplom�tico.


-�Por eso hablas tan bien el franc�s?


-S� y siempre me han gustado los diomas, y como hemos vivido
en muchos lugares, he podido practicar.


-Not� que me mirabas mucho durante el cocktail, -dijo-,
apretando mi brazo, con fuerza pero con suavidad.


-Lo siento. Me preguntaba qui�n ser�as y por qu� estabas
all�.


-Ahora ya lo sabes, pero tu mirada iba m�s adentro.


-S�, me averg�enza un poco confesarlo.


-�Por qu�?, �crees que no puedo entenderlo...?


-Oj-Al� alguien pudiera entenderme...


-�Vaya!, otro adolescente incomprendido...


-No te burles, pero es que te miraba porque me gustaste mucho
y eso no es f�cil que los dem�s lo entiendan. Tampoco es f�cil disimularlo.


-Te entiendo. Para tu consuelo debo decirte que t� tambi�n me
agradas, mucho.


-S�, por eso me invitaste a subir en tu coche, pero no es lo
mismo.


-Si te refieres a que sientes una atracci�n f�sica hacia m�,
te confieso a mi vez, que t� me atraes mucho, f�sicamente, y ahora que vamos
entendi�ndonos, tambi�n por tu car�cter.


-Gracias. Pero yo no soy guapo, adem�s que soy tan delgado,
parezco ni�a anor�xica.


-No es para tanto. Y para m� eres atrayente, sobre todo por
tu cara que no es de joven ni de jovencita..., no se, es algo as� como
andr�gina, sin �nimo de ofenderte.


-Lo se. Me arreglo as�. El peinado, algo de maquillaje, un
poco de rubor en los labios.


-O sea que esta belleza que admiro en ti �es de cosm�tica?


-Jajajajaja. Tampoco es para tanto, s�lo una peque�a ayuda.


-Tienes unos ojos hermosos, las pesta�as no ser�n falsas.


-Nooo.



Entonces cogi� mi mano, la afirm� en su muslo y la apret� y
mantuvo all�, m�s que libidinosamente, haci�ndolo como un acercamiento, un
apoyo, quiz�s una caricia.



Lo dej� hacer. No la retir�. Me gustaba sentir el calor que
me comunicaba, la fuerza, cierto cari�o.



-�Vendr�as conmigo a mi piso?


-Si no es lejos, ni por mucho rato...


-Hablaremos tranquilos..., de nosotros... podr�amos ser...
"amigos" (pronunci� amigos con cierto tono lento y delicado).


-S�. �Dije-, y no me sali� ninguna palabra m�s.



Yo hab�a tenido muchas aventurillas con compa�eros de cole,
de las t�picas de cr�os o preadolecentes o p�beres y tres o cuatro muy ardientes
con amiguetes de mi edad que ya conoc�an los placeres de la carne y en el fervor
de la m�sica y las bebidas no le hac�an asco a una relaci�n m�s contundente,
pero todas me hab�an dejado ese sabor ingrato de sentirse usado, como una mu�eca
inflable, o lo que es peor, como una prosti...


Llegamos. El piso era realmente hermoso. Decorado seguramente
por expertos, al estilo n�rdico. Colores claros y diversos, cuadros, grandes
ventanales por los que ver�a en otras visitas, entrar mucha luz a nuestro
despertar. Era una 14� planta y la ocupaba casi completamente. El resto era una
enorme terraza ajardinada.


Por los ventanales se apreciaba la ciudad. Las luces
titilaban. Arriba no se o�a el ruido del tr�nsito.


Trajo bebidas. Nada alcoh�lico. Aunque dijo tener cervezas si
yo lo deseaba. Por supuesto que disent�. No quer�a perder el control y hacer
alguna burrada o protagonizar algo bochornoso, como una vulgaridad o vomitar.
El, el momento y el lugar me ten�an fascinado.


Se acerc� a m�, en el ventanal. Puso su brazo sobre mi
hombro. �Me gustas mucho, �dijo-.



Agach� la cabeza, sin decir nada. Me volvi� hacia su pecho.
Cogi� mi barbilla y me la levant� hasta quedarnos mirando fijamente. Yo estaba
rojo. Inm�vil. Tieso. Casi me dol�a el cuello, mir�ndolo hacia arriba hasta
alcanzar sus ojos oscuros y enormes que me taladraban.


Acercando sus labios a los m�os, dijo en un susurro: -No
tengas verg�enza. Me gustan las chicas y los chicos hermosos como t�...


Me sent�a en la gloria, estaba como entre nubes, y cuando me
bes�, tan tierna y tan apasionadamente a la vez, fue como si estuvi�ramos en un
ascensor y �ste bajara precipitadamente hasta el fondo del foso.



-Si algo no te parece, me lo dices y lo dejamos. Quiero que
ambos nos sintamos bien y agradados.



Fue su t�cnica. Hacerme parecer todo natural y especialmente,
como si fuera yo el que llevara la iniciativa...


Tom�ndome de los hombros, me fue guiando, mientras
retroced�a, hasta un enorme sof� blanco, mullido, me sent� a su izquierda, con
su brazo me apretaba contra s� y con su otra mano no soltaba mi cara mientras me
besaba apasionadamente.


Sent� sus labios. El roce de la barba de sus mejillas y
ment�n partido y el incipiente, adolescente y suav�simo bigote que adornaba tan
er�ticamente su rostro.



Sin dejar de besarnos, porque yo tambi�n, desinhibi�ndome y
abandonando mi actitud de chica en su primera cita, respond� a sus besos, aunque
sin dar muestras de experiencia, pero s� de deseo.


Su mano dej� mi cara y abri� unos botones de mi camisa.
Recorri� mi pecho plano pero suave. Apret� con ternura mis tetillas. Con las
yemas de los dedos daba un suave masaje a mis pezones que empec� a sentir, por
primera vez, muy sensibles. Nunca me hab�an acariciado. En las escasas
relaciones anteriores, s�lo fui un objeto de descarga de libidos adolescentes.



-Puedes acariciarme si lo deseas... �O prefieres que vayamos
a un lugar m�s c�modo?



Sab�a que se refer�a a la cama... �Dios, cu�nto deseaba yo a
ese hombre, en ese momento!...



-Ll�vame, murmur�.



Y cogi�ndome como a una novia en su noche nupcial, me llev�
hasta su cuarto, con una gran cama, un espejo que ocupaba buena parte de la
pared frente a ella, algunos muebles, y un aroma a inciensos que desmayaba.


La cama estaba cubierta por una colcha de seda e innumerables
cojines en diversos colores, haciendo juego.


Me sent� y mientras se quitaba la t�nica blanca me sugiri�
ponerme, tambi�n yo, m�s c�modo. Mientras me quitaba el saco y la corbata, �l
solt� la t�nica y la dej� deslizarse hasta sus pies. Llevaba debajo su camisa
tambi�n blanca, sin cuello, con botones de n�car que al desabotonarlos dejaron
escapar vellos oscuros... y un pantal�n de tela muy fina y tenue no menos blanco
que la camisa y la t�nica.


Sonriendo maliciosamente, cogi� los extremos del cord�n que
se lo sujetaban a la cintura y con un gesto me pregunt�: -�los tiro...?


Me ech� a re�r y fui yo mismo quien los tir�, desliz�ndose la
prenda, lentamente, elegantemente, hasta la mullida alfombra.



Dos columnas de bronce aceitunado, cubiertas por vellos
oscuros, aparecieron ante m�. El se qued� divertido viendo mi cara que lo
contemplaba. Levant� los brazos y con ellos la camisa que sali� por sobre su
cabeza en un solo gesto.


Helo all�, s�lo vestido de un calzoncillo breve y claro que
acentuaba el color de su piel y al ce�irlo tambi�n destacaba la calidad y
preciosura de su virilidad.



Yo no me atrev�a a desnudarme. Sent�a que era como entregarse
con demasiada prisa, adem�s de la verg�enza por mi delgadez.


El inici� la ceremonia de desnudarme... Me quit� el calzado,
las medias, acarici� mis blancos pies, con un gesto muy decidido, me levant� y
me desaboton� totalmente la camisa, besando suavemente mi pecho, me quit� la
faja de seda, desaboton� el pantal�n y agach�ndose lentamente me lo fue
deslizando por los muslos, sin dejar de besarme la barriga, los muslos y cuando
me agach� para quit�rmelo, besando mis dos nalgas que si bien son escu�lidas,
tienen hermosa forma y altivez en su dureza.



-Eres hermoso, -dijo-.


-T� lo eres m�s.


-�Te agrado?


-Creo que demasiado.


-Nunca es demasiado.


-S� lo es, corres el riesgo de enamorarte.


No pienses en el ma�ana. Aprende a disfrutar el hoy, esta
noche, totalmente, a fondo. No sabes si ser� la �ltima. Te lo dice alguien que
ha vivido desde la cuna con un ma�ana incierto, aunque la cuna sea de oro y un
ej�rcito de sirvientes te cuide las 24 horas del d�a, los 365 d�as del a�o.


Sin premeditarlo nos habl�bamos en franc�s. Luego me dar�a
cuenta que hab�amos empleado el idioma del amor para comunicarnos.



Est�bamos all�, ambos en "cale�ons" ... hasta que �l tom� la
iniciativa y volvi� a acariciarme todo, bes�ndome alternativamente en la boca y
en los lugares que sus manos recorr�an.



Yo estaba cada vez m�s encendido y �l no menos, as� lo
denotaba el volumen que yo advert�a, cuando sus besos me dejaban la oportunidad
de mirar hacia su entrepierna.



Nos tiramos en la cama. No dur� mucho a mi lado
acarici�ndome, se puso sobre m�, cubri�ndome en toda la extensi�n de mi cuerpo,
acarici�ndome con cada parte del suyo. Sus pies frotaban suavemente los m�os,
sus piernas estrechaban las m�as y las rozaban tiernamente, su sexo bailaba
entre mis muslos y lo suyos tanto me apretaban como me acariciaban. Su vientre
me comunicaba su calor, as� como su pecho su respiraci�n y sus latidos, sus
manos recorr�an mi rostro, mi cuello, mis orejas, mi cabeza, mis costados, mis
hombros y su boca, �ahhh... su boca...!, no dejaba de repasar cada una de las
c�lula de mi epidermis que su cuerpo hab�a hecho suya.



Nunca hab�a sido tan tierna y virilmente pose�do. Era una
posesi�n total de cada part�cula de mi cuerpo.



Bajando de mi cuello a mi pecho, succionando con suavidad mis
pezones, recorriendo mi vientre con su lengua, baj� el borde de mi prenda y
lami� con ternura mis ingles, mis test�culos lampi�os y la longitud de mi
delgado miembro y la volvi� tiernamente a su sitio.



Me recost� boca abajo, sin dejar de poner cojines para
acomodarme la cabeza. Mordisque� mis talones, bes� mis pantorrillas y muslos, mi
cintura, mis costados, mi cuello, los l�bulos de mis orejas. Recorri� con su
lengua mi espina, dej�ndose caer sobre mi cuerpo, con su peso, su calor, su
sudor...


Irgui�ndose, empez� a deslizar mi diminuto cal�on, yo ya no
sent�a verg�enza, me hab�a entregado, ahora estaba dispuesto a disfrutar de sus
caricias y sobre todo de su pasi�n.


Sent� su mano deslizarse entre mis nalgas. Sus manos separar
mis piernas y cuando la textura de su barba me toc�, sent� a la vez la punta de
su lengua buscando mi agujerito... Yo no era virgen. Algunos compa�eros me
hab�an penetrado, uno de ellos salvajemente, pero jam�s hab�a sentido el placer
de ese momento porque nunca hab�a sido "acariciado" recibiendo placer, a cambio
de proporcionarlo.


Para mi fortuna, �l no pregunt� nada. Su discreci�n lo hac�a
ser tierno y apasionado a la vez.


Me llen� de saliva.


Como cansado, se tendi� a mi lado. Era su modo educado,
amoroso, de decirme que era mi turno, que pod�a hacer de su cuerpo mi propio
objeto de placer y que eso nos complacer�a a ambos, como �l hab�a hecho conmigo.



Lo deseaba como el desierto un roc�o. Pero consider�
ordinario a la vez que prematuro intentar un sesenta y nueve, de modo que inici�
el mismo recorrido que �l hab�a hecho por mi cuerpo, haci�ndole saber as� cu�nto
me hab�a complacido y cu�nto hab�a aprendido de su habilidad de amante.


No me detendr� en detalles. S�lo recordar� que mi blanco era
su moreno falo que en vano intentaba esconderse bajo el calzoncillo. Le ped� que
se lo quitara. Se lo bes� a todo lo largo y ancho. Tambi�n mi lengua recorri�
muy suavemente sus dos preciosas fuentes de testosterona, que brillaban en la
penumbra de la habitaci�n con mi saliva. Abri� los muslos agradado. Entonces
recorr� su entrepierna poblada de mullidos vellos oscuros, tambi�n m�s oscura
que el resto de su piel dorada. Su placer fue grandioso, as� lo denunciaban sus
gemidos, por m�s que tratara de disimularlos.


Cuando cog� entre mis labios su glande, sus manos bailaban
sobre m� sin atreverse a empujarme la cabeza para que me lo introdujera por fin,
en toda su extensi�n en mi boca.


Por lo mismo, inici� un suave movimiento de succi�n. A medida
que apretaba los labios, le deslizaba lentamente la piel, del glande al cuello,
del frenillo hasta el tronco, en toda su extensi�n... Entonces sus manos
sujetaron mi cabeza dejando su largo pene profundamente introducido en mi boca,
sin movernos... y mi lengua, que sab�a bien su oficio, se dedic� a recorrerlo en
c�rculos, con suave y h�medo masaje.



De pronto sus manos me tomaron y lev�ndome sobre �l me bes� a
la vez que me ped�a poseerme... me tend� a su lado esperando. Acomod� los
cojines, trajo y extendi� una enorme y mullida toalla y me acomod� encima, boca
abajo.


En un susurro dijo en mi o�do: -�Est�s preparado...?


No pod�a estarlo m�s... tanto su miembro como mi ano estaban
h�medos, yo por su saliva, su pene por sus propios efluvios que sal�an con
abundancia por la diminuta y rosada boca.



�Con qu� delicadeza lo situ� en mi entrada...! �Con qu�
suavidad y ternura y cuidado empez� a penetrarme...!


Hice gesto de levantar mi cabeza, en realidad me dol�a un
tanto, pero no quer�a demostrarle que ya hab�a sufrido mi iniciaci�n y algunas
experiencias m�s, pero eso me hac�a sentirme infiel, mentiroso.


Opt� por vivir el momento, como �l me lo hab�a ense�ado y
cuando ya lo ten�a alojado casi en toda su extensi�n dentro de m�, levant� mi
cuerpo, recibi�ndolo entero y hasta el fondo, con un solo movimiento.


Esto lo complaci� de tal forma, que su fuerza de macho joven
se me mostr� en un movimiento r�tmico, en aceleraci�n constante y en su forma de
asirme y sujetarme y abrir mis piernas con las suyas para penetrarme cada vez
m�s y m�s profundamente y hacerme sentir su placer, a la vez que procuraba que
tambi�n yo experimentara la misma calidad de sensaciones.



Cuando vio que su placer alcanzaba su cima, pregunt� en mi
o�do, introduci�ndome la punta de su lengua, caus�ndome un estremecimiento
placentero:


-Estoy a punto... �me deseas dentro de ti?


S�lo mov� la cabeza en se�al de deseo. Y as� fue como recib�
sus derrames, profundamente, sintiendo como su falo se hac�a m�s voluminoso y
m�s caliente y m�s duro.


Me sent�a mojado, cubierto y regado por su sudor, embriagado
por su delicioso aliento en mi boca, por el aroma a incienso y mirra de su
cuerpo.



Se desliz� de m� amorosamente... fue y volvi�. Me abraz� con
ternura, me bes� y para m� todo desapareci�, s�lo exist�an en ese momento, �l,
todo su cuerpo, y todo el placer y sentimiento que me comunicaba.




*Ya sab�is, que si se merece, os agradezco los comentarios en
mi correo: <POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO>




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 0
Media de votos: 0


Relato: Despues de la fiesta
Leida: 20167veces
Tiempo de lectura: 13minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados



























relato kim mi prima 3.5misrelatoseroticos.comla verga de mi hermano relatosrelatos-mi tia llego de visita y follamosRelatos lesbi sexo con la psicologafollando virjenesrelato porno mi esposa en la gomeriaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatohistorias eroticas de nenas de 10 gratisHistorias de putitas y zorritasRelatos pornoy fotos de la tiatengo una polla de 25centimetro relatos xxxRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos nudistasrelatos eroticos mi pequeña 0Š9a obsesiónrelatos eróticos mis sobrinitasrelatos porno gay filialRelatos eróticos cogeme por el culosecretarias calientes con medias y con tanga mostrando su vajina a su jefe relatorelatos de gay cuando le rompieron el culitorelatos de un anal forzado infidelidadpornorelatos sexo vecinasporno con gitanaRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gaysrelatosxxx mi abuelo yo su nietarelatos porno de narutoimaajene porno marcandovaginami hija borracha relatosRelatos eroticos mi mama con mi hermanita xxxRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoHistirias heroticas sobrina primariamisrelatoseroticosporno.comRELATOS EROTICOS DE HERMANITAS Y HERMANITOSRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezrelatos eroticos mi amado esposo se durmiorelatos de aerofagia eroticospajas de tiasFolle a mi hija de 11 relatosmama ijo solo en casa folla relato realerelatos porno padre hija cogiendo Relato erotico mi abuelo aprovechado Relatos de amorfilialsexorelatos de padres e hijasorgias escolaresRELATOS PORNO CON MI SOBRINITA DE3 AÑITOSrelatos xxx el despertar del plaser co mi pequeña hijarelatos eroticos mi sobrina marianami hijita de 9 añitos relatoRelatos xxx de cuñadas infielesa hija de mi sirvientaa relatos pornoprovocando al electricistaleer relatos calientes de chavas desvirgadas en el autobus y su familia estando ahi no se dieron cuentarelatos con imagen porno de nietas de 13 xxxrelatos eroticos la hija de mi amigorelatos xxx mí madre mí hermana y yoIncesto con la abuela relatadosnarraciones de sexo con la tia culonaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos porno mi esposa y su sobrinitorelatos pornos en la fiesta de ef anos de mi sobrinaver relatos pornos me follo a mi hija menorcitaPorno relato ginecologorelatos eroticos viole a mi hermana lesbianaenanas pornosMe desvirgo mi tioRelatos incestorelatos eroticos con madre en el metroporno relatos primera vez analIncesto con la abuela relatadosmujeres metiendo con compadrerelatos de incesto gay nuevosrelatos de incesto mexico dfIncesto con la abuela relatadosrelatos hot mi nieta menorrelato se la coge el almacenerorelatoseroticos.xxxRelto mi padre me prenorelatos incestoporno de enanorelatos eroticos mi primitaRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezRelatos mujer madura con vecinopornografía de travestisrelato herotico mi abuelo m follarelatos con pantimedias suciasbabosas eroticas