Relato: Fantasmas (1) Por la noche me hab�a citado con Fernando, quedamos en tomar
unos tragos, era viernes y mis vacaciones empezaban a correr, quer�a ir a
Acapulco, a revivir tantos momentos que hab�a pasado tiempo atr�s y mi intenci�n
era conseguir que Fer fuera conmigo, sab�a que �l conoc�a mis intenciones
sexuales y aunque a�n no hab�amos tenido contacto �ntimo, si se hab�a presentado
uno que otro cachondeo c�mplice, ambos sent�amos la corriente de atracci�n,
aunque ciertamente el se resist�a, dec�a que porque ya estaba pr�ximo a casarse.
Fernando es un hombre joven, con apenas 25 a�os (yo tengo 40
a�os) y me hab�a tocado compartir con �l sus rachas dif�ciles, me estimaba y
toleraba, incluso creo que sent�a admiraci�n por m�, tal vez porque representaba
la imagen de lo que el quer�a ser, un hombre satisfecho y libre...
Su cara de ni�o bonito ten�a gran �xito con las mujeres y su
cuerpo modelado por el deporte era tambi�n la causa de que me gustara tambi�n a
m�, pero sobre todo me gustaba que era un hombre con fuertes convicciones,
pensante y con deseos de vivir.
Tal vez empez� a gustarme realmente cuando conoc� sus pies,
me gustaban sus pies que pude apreciar en alguna ocasi�n que se lastim�, lo hice
descubrirse y levantar el pantal�n a la rodilla, la visi�n que ten�a del paquete
que se marcaba en su entrepierna, adem�s del contacto con la piel desnuda de su
pi�, dedos y empeine velludos, pelillo negro que resaltaba mucho con su piel
blanca, las venas marcadas, el tama�o y la forma exacta, el ancho pie con dedos
derechos, u�as cuadradas y blancas, la ausencia de callos y el olor a suave
sudor que desprend�a; hizo que mi mano que lo sosten�a temblara y por fin cur�
no con dificultad la peque�a cortada que se hab�a hecho, pero continuando con el
relato, esa tarde camino al bar, entr� a una tienda de ropa a adquirir una nueva
trusa de ba�o, escog� una blanca de corte short, pues me gusta el contraste de
la prenda con la piel canela despu�s de tomar el sol en la playa, escog� otra
para �l, tambi�n blanca s�lo que en corte slip, me imaginaba como se marcar�a su
verga enfundada en diminuta prenda y el pensamiento hizo que mi sexo vibrara,
deja las fantas�as me dije, la ocasi�n llegar�, lo present�a.
Sal� de la tienda, a�n faltaban dos horas para la cita del
bar, as� que opt� por caminar para poder pensar con libertad, el encuentro
promet�a, supon�a que Fer al principio pondr�a trabas, sobre todo porque no
hab�a tenido sexo con hombres, y el nunca hab�a aceptado ese gusto, pero algunas
cosas no es preciso que se digan y una de ellas es la atracci�n, esa corriente
magn�tica que se establece entre las personas que se gustan, solo era cuesti�n
de convencerlo, tambi�n �l era partidario de la aventura, tendr�a que ir
conmigo.
Ensimismado en mis pensamientos, no me di cuenta que alguien
se me aproximaba y me estaba hablando, reaccion� y me quede mudo, la �ltima
persona que hubiera esperado encontrarme; Francisco, mi primer amor, aquel que a
jirones se desprendi� de mi ser, muchas veces hab�a so�ado ese encuentro, hab�a
esperado sin sentido su llamada, mas noches sent� su ausencia y le dediqu� mis
juegos solitarios, mucho lo extra�� hasta que acept� que era parte del pasado y
cada vez se hac�a mas lejano.
Hoy aquel encuentro tan deseado y esperado por fin estaba
ante m�, despu�s de a�os de deseo constante; por fin aquella tarde en las viejas
calles del centro de Puebla, la voz inconfundible y grave de Paco hab�a inundado
mi cabeza....
Su voz viajo a trav�s de un grito que me paraliz�, dir�ase
que la m�sica inund� mi alma, que incr�dula qued� en espera de confirmar el
registro de esa voz y el reconocimiento pleno de su persona..........
Efectivamente, era �l, el mismo que a�os atr�s hab�a sido el
amor de mi vida, aquel con quien el tiempo no fue suficiente para colmar mis
repetidos deseos de sexo, aquel que a pesar del tiempo mismo, no hab�a
conseguido olvidar y que involuntariamente era comparado con cualquier cuerpo
que ocasionalmente mis pasiones satisfac�an.
Me qued� as�, congelado, era casi una visi�n, sus piernas
enfundadas en mezclilla, ajustada al cuerpo que resaltaba sus piernas, nalgas y
por sobre todo marcaba aquel bulto que mis manos conoc�an tan bien, su pecho
velludo se dejaba ver por la camisa, aparentemente abotonada al descuido, su
cara morena, de rasgos fuertes, mas maduro pero aun muy atractivo, su pelo con
canas ya, que le daban un toque m�s cachondo, todo eso quedo fuera del escenario
cuando su boca (h�meda, por esa maldita costumbre de mojar sus labios con
frecuencia) dibuj� la sonrisa que ten�a la facultad de ablandarme totalmente....
Nos abrazamos, tal vez mas tiempo del necesario, sonre�mos y
fuimos a recordar viejos tiempos en un bar cercano como en el pasado, siempre
trat�bamos de hacer que el deseo creciera entre ambos y prolong�bamos el momento
del encuentro, nos disfrut�bamos el mayor tiempo posible, mir�ndonos y hablando
ejerc�amos la seducci�n, adem�s un trago siempre hace que el deseo se inflame
que generalmente conclu�amos en un encuentro sexual pleno.
Mientras Paco iba al ba�o, me qued� saboreando su presencia y
mis recuerdos, una duda me asalt�, que har�a; por una parte Fernando que me
hab�a absorbido el seso, por otra, Paco, mi amor de siempre..... de pronto, una
mano se pos� en mi hombro, me sacudi� y despert�, era mi mujer, quien me
indicaba que si no me levantaba ya llegar�a tarde al trabajo , de golpe record�
que Fernando reci�n se hab�a casado y a Francisco lo seguir�a a�orando siempre,
cerr� los ojos, tom� la cintura de ella y la jal� a l cama, la ma�ana naciente
apetec�a una intensa sesi�n sexual......
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Relato: Fantasmas (1)
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