La adolescencia es una �poca en que eres irresponsable. Yo lo
he sido siempre. Porque haces cosas de una manera ingenua. Cuando eres mayor ya
no te atreves a volver a hacerlas.
Ten�a y tengo un hermano, un a�o menor que yo.
Yo me masturbaba constantemente. Me tocaba los senos. Me
acariciaba el cl�toris. Met�a un dedo en mi vagina.
Me fijaba todos los d�as que mi hermano siempre estaba en
erecci�n. Siempre. Y cuando llevaba pijama siempre lo ten�a mojado. Ol�a muy
fuerte. Bueno y yo tambi�n. Y eso hac�a que no parase de tocar mi cuerpo
pensando en hombres e incluso en mi hermano.
Una vez entr� en la ducha y encontr� unas bragas m�as sucias
manchadas y adem�s pringosas. Me di cuenta de que eso ya no era m�o sino de mi
hermano. Era su semen. L�gicamente durante esa ducha me masturb�.
Pero yo no me qued� atr�s. Las mujeres fantaseamos y somos
igual que los hombres con la diferencia de que no contamos las cosas aunque yo
lo est� haciendo ahora por escrito, pero esto es diferente. Fui al cesto de la
ropa sucia y saqu� uno de sus calzoncillos. Estaban llenos de ronchas amarillas
y de palominos. Me los llev� a mi cuarto y me acost� con ellos. Me los puse. Me
los apret� contra mi vagina. Los pas� por todo mi cuerpo. Lo pas� genial.
Pas� algo que nos doli� mucho. Se muri� nuestra abuela. Lo
pasamos tan mal que mi hermano y yo no pudimos ir al funeral. Lo recuerdo
perfectamente. Nos quedamos en casa. De pronto mi hermano se tir� a por m�.
Quer�a trincarme. Yo me lo quite de encima.
- Pero que haces est�s loco-le dije-ya veras cuando se lo
cuente a mama.
Me encerr� en mi habitaci�n.
Pasada media hora comenc� a tocarme el sexo. La puerta de mi
habitaci�n estaba entreabierta y a trav�s de ella mi hermano me miraba. Al verlo
yo sonre�. No sab�a lo que estaba haciendo era muy joven.
Al veme sonre�r entr�. Me quer�a quitar la ropa pero era muy
torpe. Yo le ayude qued�ndome en combinaci�n. Me baj� las bragas y le se�al� con
la mano para que se agachase. Le llev� hasta donde a m� me apetec�a. Me lami� el
cl�toris. Yo apret� los dientes.
- �Quitate la ropa para que yo te vea!- le dije.
�Qu� dos jovencitos locos eramos!.
Se quito todo y pude ver su polla. Era bastante grande . Le
cog� con dos dedos el prepucio. Estaba muy excitada. Y as� le masturbaba.
Y entonces al salido de mi hermano no se le ocurri� otra cosa
que querer penetrarme por el culo porque pensaba que pod�a dejarme embarazada.
Apretaba su pene contra el orificio de mi ano.
- Me haces da�o- le dije.
Llegu� a gritar. Me levant� y me puse mantequilla por el culo
como en la pel�cula "El �ltimo tango en Paris". As� si que consigui� meterla
pero al tonto le dol�a tambi�n. Y lo peor estaba por llegar porque como os
imaginar�is cuando uno no est� preparado y hace las cosas de un determinado modo
se lleva una desagradable sorpresa que puso perdida la cama y la ropa y el pene
de mi hermano que se fue directo al servicio a vomitar.
- Esto te pasa por salido- le dije.
Yo nunca he sido escrupulosa aunque reconozco que en aquella
ocasi�n tambi�n ten�a arcadas. Lo met� todo en la lavadora.
Unas horas despu�s llamaron mis padre por tel�fono diciendo
que llegar�an m�s tarde. Mi hermano se hab�a duchado y estaba m�s calmado. Vi
que ten�a otra vez su pene erecto. Tuve un impulso. Le desabroch� la bragueta y
le saqu� el pene. Me acord� del chico alba�il. Le lam� el prepucio y enseguida
tuvo un orgasmo derramando su semen sobre mi cabeza. �Como jadeaba!.
No volv� a tener relaciones sexuales con mi hermano. No quise
aunque lo intento alguna vez m�s. Esto lo recuerdo divertida pero se que a �l
ahora no le hace ninguna gracia. Por eso esta historia es muy parecida a lo que
pas� de verdad pero no igual.